Você está na página 1de 26
EDWARD P. THOMPSON | TRADICION, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial Prélogo de it JOSEP FONTANA EDITORIAL CRITICA Grupo editoria! Grijalbo BARCELONA 3 LA SOCIEDAD INGLESA DEL SIGLO XVIII: gLUCHA DE CLASES SIN CLASES? * ‘Lo que sigue « continuacién podria ser desctito més como un intento de argumentacién que como un atticulo. Las dos primers secciones forman parte de un trabajo argumentative sobre el pater alismo y estin muy estrechamente relacionadas con mi articulo «Patrician Society, Plebeian Culture», publicado en el Journal of Sociat History (verano 1974). Les restantes secciones (que tienen st propia génesis) avanzan en la exploracidn de las cuestiones de clase y cultura plebeya.' Ciertas partes dal desarrollo se fundamentan en Investigaciones detalladas, publicadas y sin publicar. Pero no estoy seguro de que todas ellas juntas constituyan una «prueba» de la argumentacién, Pues 1a argumentacién sobre un proceso histérico de este tipo (que Popper sin duda describirfa como y «paternal» parecen ser sérmi- nos intercambiables, ef uno dotado de una implicacién més seria, el ‘otto algo mis suavizada, Los dos pueden realmente converger tanto ‘en hecho como en teoria, En la descripcién de Weber de las socie- dades «tzadicionales», el foco del anilisis se centca en Jas relaciones familiares de la unidad tribal o la unidad doméstica, y desde este punto se extrapolan las relaciones de dominio y dependencia que viienen 9 caracterizar la sociedad «pattiarcal como totalidad; formas que él relacions especificamente con formas antiguas y feudales de orden social. Laslett, que nos ha recordado apremiantemente la im- portancia central de la «anidad doméstican econémica en el siglo XvIt, sugiere que sta contribuy6 a la reproduccién de actitudes y relaciones patriarcales y paternales que permesron a la totalidad de la sociedad, ¥ que quizé siguieron hacigndolo hasta «] momento de la si ast Jo deseamos, Peto, si admitimos el término, debemos tambiéa admitir que es demasiado amplio para un andlisis discriminatorio. Nos dice muy poco sobre la aaturaleza cel poder y el Estado, sobre for- mas de propiedad, sobre la ideologts y la cultura, y es incluso dema- siado romo para distinguir entre modos de explotacidn, entre la mano de obra servil y libre ‘Ademés, es una desctipciin de relaciones sociales vista desde arriba. Esto no le invalids, pero debemos ser conscientes de que esta descripcién puede ser demasiado persuasiva. Si sélo nos oftecen la primera descripcidn, es entonces may ficil pasar de ésta a la idee de «una sociedad de una sola claseo; le casa gtande se encuentra en la cambre, y todas las lineas de comunicacién llevan 2 su comedot, despacho de Ja propiedad 0 perreres, Es esta, en verdad, una impre- sign que facilmente obtiene el estudioso que trabaja entre los doce: mentos de propiedades particulares, los archivos de los quarter ses- sions, 0 la coreespondencia de Newcastle. Pero pueden encontrarse otras formas de desctibit In. sociedad ademés de la que nos oftece Hercld Perkin en el primero de los extractos. La vida de una partoguia puede igualmente girar en torno al mercado semanal, los festivales y ferias de verano e invierno, In fiesta anual de la aldea, tanto como alrededor de lo que ocurrfa en Ja casa grande. Las habladusies scbre Ja caza furtiva, el robo, el escindalo sexual y el comportamiento de los superintendentes. de pobres podfan ocupar las cabezas de las gentes bastante més que Jas distantes ides y venidas de lo posesi6n. La mayor parte de la comu: nided campesina no tendrfa demasadas oportunidades para chorrar © invertir 0 para mejorar sus campos; posiblemente se sentian més preocupados por el acceso a la coccién, 2 Jas turberas y 4 los pastos del comin que por Ja ratacién de los nabos. La justicia podia perci- birse no como un ebaluarte sino como un titans, Sobre todo, podia existit una radical disociacién —ea ocasiones antagonisto— entre Ja cultura e incluso la «politica» de los pobres y aquellas de los grandes, Pocos estarlan dispuestos a neger esto. Pero las desctipciones del orden social en el primer sentido, vistas desde arriba, son mucho 18 TRAPICION, REVUELTA ¥ CONSCIENCTA DE cLASE ‘mis cortientes que los intentos de reconstenir una visidn desde abajo, ¥ siempre que se introduzea la notidn de «patemalismon es el primer modelo el que nos sugiere. ¥ el término no puede deshacerse de implicaciones normativas: sugiere calor humano, en una relacién mutuamente edmitida; ef padre es consciente de sus deberes y rex. Ponsabilidades hacia cf hijo, el hijo estd conforine o activamente cons. ciente a su estado filial. Tneluso el modelo de la pequedia unica doméstica econémica conlleya. (a pesar de los que lo niegan) un cierto sentido de confort emocional: «hubo un tiempo —escribe Laslett— en que toda la vida se desarrollaba en Ja familia, en un circulo de rostros amados y familioses, de objetos conocidos y mima- dos, todos de proporciones humanas» * Seria injusto contrastar esto con el recuerdo de que Cumbres borrascosas esté enmatcado exacta. ‘mente en una situacidn familiar como esta. Laslett nos recucrda un ‘specto relevaate de las relaciones econémices @ pequefia escala, in. cluso si el ealar pudiera ser producido pot la impotente rebelidn con. ‘ta una depencencia abyecta, con tanta frecuencia como por el respeto mutuo, En los primetos affos de la revolucidn industrial, los trabaja. dores rememoraban 2 menudo los valores paternalisias perdiddos; Cobbett y Oastler elaboraron el sentimiento de pétdida, Engels afit mé el agravio Pero esto plantes oiso problema. El paternalismo como mito 0 ideologia. mira casi siempre hacia tris, Se presenta en La historia ingles menos como realidad que como un modelo de antigiedad, recientemente acabada, edad de oro de Ia cual los actueles modos ¥ tmaneras constirayen una degeneraciéa, Y tenemos el Counéry Justice de Langhorne (1774): ‘When thy good father held this wide domain, The voice of sorrow never mourn’d in vain Socth’d by his pity, by his bounty fed, ‘The sick found medecine, and the aged bread, He left their interest ro n0 parish care, No bailiff urged his litele empire there; No village tyrant starved them, or oppress’d; He learn'd their wants, and he those wants sedzes 5. Peter Lasett, The World We Have Lost, 1965, p. 21 QWCHA DE CLASES SIN CLASES? 9 ‘The poor st hand their natural patrons saw, And lawgivers were supplements of law! * Y contimia para negar que cstas relaciones tengan alguna realidad en el momento: Fashion's boundless away Has bome the guardian magistrate away. Save in Auguste’s streess, on Galla's chores, ‘The rural patron is beheld no more ...°* Pero poclemos elegir las fuentes literarias como nos plazca. Po- drlemos retcoceder unos sesenta 0 setenta afios hasta sit Roger de Coverley, un tardio superviviente, un hombre singular y anticu:do, y por ello al mismo tiempo ridjeulo y entraaable, Podsfamos retro. ceder otros cien afios hasta el Rey Lear, o hasta el «buen anciaao» de Shakespeare, Adam; nuevamente los valores paternalistas se eon sideran cuna antigualla», se deshacen ante el individualismo compe. fitivo del hombre natural del joven capitalismo, en ef que «el vinculo cntze el paclre y el hijo estd resquebrajadon y donde los dioses pro- tegen a los bastardos. O podemos seguir retrocediendo otros cien afios hasta sir Thomas More. La realidad del paternalismo aparece siempre retrocediendo hacia un pasado ain mis primitivo e idea zado.* Y el tétmino nos fuerze a confundis atributos reales ¢ ideolé icos, Para resummis: paternalismo es un términe descriptive impreciso Tiene considerablemente menos especificidad histética que términos como ferdalismo o capitalismo; tiende a ofrecer un modelo de orden social visto desde atriba; contiene implicaciones de calor y de rela sae, Bet, Zab Neal th smn de 69 es esc cn) sn, Nin i eae rp, Ni al eae Se acs J la Ir doar sen. ls Ge mie yt ln apd PIG Raymond Willams, The Coutiry and the City, Oxford, 1973, passim, -—- 20 TRADICION, REVUELTA ¥ CONSCIENGIA DE cLASB siones personales que suponen nociones valorativas; confunde lo real con Jo ideal. No significa esto que debamos desechar el término por completa inutilidad para todo servicio. Tiene tanto, o tan poco, valor como otros términos deseriptivor generalisados —autoritario, demo. critico, igualitario— que por si mismos, y sin sustanciales afadi- daras, no pueden cutacterizar wn sistema de relaciones sociales, Nin- gin historiador serio debe catacterizar toda una sociedad como pa- ternalista o patriatcal, Pero e} paternalismo puede, como et la Rusia zatista, en el Japén meiji o en ciertas sociedades esclavistas, ser un componente profundamente importante no sélo de la ideclogia, sino de Ja mediacisn institucional en las telaciones sociales.” oCuél es el estado de la cuestién con respecto a la Inglaterra de! siglo xviu? n Dejemos a un lado de inmediato una lines de investigaciéa tem tadora pero totalmente improductiva: la de intentar adivinar el peso especifico de ese mistetioso Hluido que es el «matiz patriarcaly, en este 0 aquel contexto y en distintos momentos del siglo. Comenzamos con impresiones; adornamos nuestros presentimientos con citas opor- tunas; terminamos con impresiones Si observamos, por el contratio, la expresién institucional de les relaciones sociales, esta sociedad patece ofrecer pocos rasgos autén 7. El sgnifcedo del ands det peersismo en In obra de Eugene D. Gescvse, aie colina en Roll Jerdem, Ral (Noevs Yous 99%) ae puede sez une. exaperacisn, Lo" que pee. tel, on cpaign de on ieee ae Genover, eel grado de, ereipociads Gt in acon ete los doeion Ge or Gacy Ya a oe aan (oad) ep ot States det aetpci para wv» proparcna por le mantic imienona & los ene (Tlebere Gh Cotman, Poe Hack andy in Severs end’ Eettoos, Noga Nore 1996 es. np 308226, 7 “ec Beinn, fal) orden Bol A Mars fo ihe’ Maer Clase, Radice History ew. Nowe Yor, HE gad (eet 2920) 4133. 'En up sespuata povoral sae eos id viene 19961889), Geporese absctee, gor supine 200 bégleas wobse revosiat” dev eiclavor en’ cl bamiteio oscil awe” epueteu en oe ‘olunes subaipine) en a pare publica ae ope de canaiat In dalle ‘it deli Ine dels y sl Goo amagonaso Ey ea Sater ent gee Se Centon cia de pevlcoain oe nas” ene, Se la “vgn de os ecives yep low tsbuadores pobres ingot sige evn 4 dilcinente coupaibe, ef andi de Genovese de Repemeata j secipce, dd yale gue Te aides de pan rete ves LUCHA DE CLASES SIN CLASES? at camente. paternglistas. Lo primero que notamos eft ella es la impor tancia del dinero, La gentry terrateniente se clasifica no por nici rmiento u oiras distinciones de status, sino por sus.tentas: tienen tan- tas libras al afic. Entre la aristocracia y Ia gentry con ambiciones, Jos noviazgos fos hacen los padres y sus abogados, que los llevan con cuidedo hasta su consumacién; el acuerdo matrimonial satisfactorie- mente contraido, Destinos y puestos pocifan comprarse y_venderse (siempre que la venta no fuera sericmente conflictiva con las lineas de interés politico); los destinos en el ejército, los escafios parlamen- tatios, libertades, servicios, todo podia traducirse en un equivalente monetario: el voto, los derechos de libre tenencia, la exencién de impuestos parroquiales o servicio de la milicia, le libertad de los argos, las pucrias on las tiertas del comin, Este es el siglo.en que el dinero «lleva toda la fuerza», en e: que las libertades se convierten cn propiedades y se cosifican los derechos de aprovechamiento. Ua palomar situado en una antigua tenencia libre puede venderse, ¥ con 61 se vende el derecho a votar; los escombros de un antiguo caserfo se pueden comprar para reforzar las pretensiones a derechos, comunales y, por tanto, para cerrar un lote mas del comin Silos derechos de aprovechamiento, servicios, etc., se convir tieron en propiedades que se clasificaban con el valor de tantas li bras, no siempre se convirticron, sin embargo, en mercanclas acces bles para cualquier comprador en el mercado libre. La propiedad asumfa su valor, en Ia mayor parte de los exsos, s6lo dentro de una determinada estructura de poder folitico, influencias, inteteses y dependencia, que Namier nos dio a conocer. Los cargos titulares pres tigiosos (tales como rangers, keepers, constables) y los beneficios que con ellos teafan podian compratse y vendetse; pero no todo el mundo podia compratlos o venderlos (durante los gobiernos de Wal- pole, ningtin par tory o jncobite tenia probabilidades de éxito en este mercado); v el detentador de un cargo opulento que ineursia cen le desaprobacién de politicos o Corte podia verse amenazado de expulsién mediante procedimientos legales. La promocisn a los pues: tos més altos y lucrativos de Ja Iglesia, la justicia o las atmas, se ‘encontraba en situacién similar. Los cargos se obtenfan mediante Ia influencia politica pero, una ver conseguidos, supanfen normalmente posesiGn vitalicia, y el beneficiario debfa exprimir todos los ingresos posibles del mismo mientras pudieta. La tenencia de sinecuras de Corte y de altos cargos politicos era mucho menos segura, aunque 22 TRADICION, REVUELTA ¥ CONSCIENCIA DE CLASE de ningiin modo menos luctativa: el conde de Ranelagh, el daque de Chandos, Walpole y Henzy Fox, entre otros, amasaron fortunas di- ante su brev: paso por el cargo de Pagador General. Y, por otta parte, Ia teneacia de posesiones tertitariales, como propiedad abso luta, era enteramente segura y hereditaria. Era tanto el punto de aceeso para el poder y los cargos oficiales, como el panto al cual rctornaban el poder y los cargos. Las rentas podian anmentarse me- Giante una administracién competente y mejorss agticolas, pero no ofrecfaa las ganancias fortuitas que proporcionaban lus sinecttas, los cargos pablices, la especulacién comercial o un matrimonio afosti nado. Ta influencia politica podia maximizar los beneficios mas que la rotacién de cuatro hojas, como, por ejemplo, facilitand la conse. cucién de dectetos privados, tales como el certamiento, 9 el conver tir un paquete de ingtesos sinecuristas no ganados por via normal en osesiones hirotecadas, allanando el camino pata conseguir un ma- ‘wimonio que uniera intereses arménicos o logrando acceso preferente una nueva emisin de bolsa Fue esta uns fase depredadora del capitaliseno agrario y comercial, y el Estado mismo eta uno de los primeros objetos de presa, El triunfo en Ie alta politica eta seguido por el botin de guerra, ast como la victoria en Ia guerra era con frecuencia seguida por el botin Politico, Los jefes triunfantes de las guertas de Marlborough no sélo obtuvieron recompensas pablices, sino también enormes sumas sus. traldas de Ja subcontratacién militar de fortaies, transporte u onde. nnanzas; Marlborough recibié el palacio de Blenheim, Cobham y Cadogan los paquefios palacios de Stowe y Caversham. La sucesién hhannoveriana trajo consigo una setie de bandidos-cortesanos, Pero Jos grandes intereses financiezos y comerciales requerien también acceso al Estado, para obtener cédulas, privlegios, contratos, y la fuerza diplomética, militar y naval necesarias para abrir el camino al comercio.* Ta diplomacie obtuvo para la South Sea Company el 8, No debeios olvidar que Ja gran investgacién dle Napier del cacicter gel sistema arlmmentario se crigin camo estudio de «The Imperial Beobless uring the ‘American Revolutions, prefacio de le primera ates ce tie Siructare of Poltics at the Accession of George Tl. Desde Ie epee de Namie of oles Incr yu conta renee Js id oles ¥ econdimica de Inglaterra ha sido despreclido con excesiva frequent, y des Dués olvitado. Vease también Jos comentarios de Irfan Habib, «Coloniagation of ‘the Indian Economy, 1757:1900s, Social Scientist, Delhi, n°" 32, com pp 2530, GLUCHEA DE CLASES SIN CLASES? 2 asiento, o licencia para el comercio de esclavos con la Amética expa- fiola, y fue la expectativa de benelicios masivos de esta concesién Jo gue hinchS la South Sea Bubble, No se pueden hacer pompas (bubble) sin escupir, y los escupitajos en este caso tomaron la forte de sobornos no sélo a los ministeos y a las quetides del rey, sino también (parece seguro} al mismo rey. Estamos acosrumbrador « pensar gue 1a explotacidu: es algo que ccurre sobre el terseno, en el momento de Ja preduccidn. A princ ppios del siglo xvi se cteaba la riqueza en este nivel primatio, pero se elewé répidemente a regiones més altas, se acumulé en grardes paquetes y los verdaderos agosios se hicieron en la distribucién, acaparamiento y venta de attfeulos o materies primas (lana, grano. carne, anicar, pafos, té, tabsco, esclavos), en la manipulacién del crédito y en la ineastacién de eargos del Estado. Un bandido patticio compiti6 paca lograr cl botfn del poder, y este solo hecho explica las grandes sumas de dinero que esteban dispuesios a emplear en la compra de escaiios parlimentarios, Visto desde esta perspectiva, el Estado no era tanto el drgano efectivo de una clase determinada como uun pardsito a Jomos de Ti misma clase (la genéry) que hebia trium fado en 1688, V ast se vefa, y se considetaba intolerable por muchos miembros de la pequefia geréry tory durante Ia primera mitad de’ 3 810, cuyos impuestos y tierras velan teansfesidos pot los medios més patentes a los bolsillos de los cortesanos y politicos wig, a la misma lite aristocratica cuyos grandes dominios se estaban consolidando frente a los pequefios, en estos alos. Incluso hubo un intento por parte de Ia oligarqufa, en Ia época del duque de Sunderland, de com firmarse instivucionalmente y autoperperuarse mediante 1a tentativa de lograr el Peerage Bill (Proyecto de Ley de Nobleza) y Ia Septen. rial Act (Ley Septenal). El que las defensas constitucionales contra esta oligarquia pudieran sl menos sobrevivir a estas décadas se debis en gran medida a Ja obstinada resistencia de la gentry independiente rural, en gran parte ory, en ocasiones jacobita, apoyada una y cra ver por la multirad vociferante y suxbulenta Todo esto se hacia en nombre del rey. En nombre del rey podian los ministtos de éxito purgar incluso al més subordinado funcicna. rio del Estado que a0 estuviera totalmente sometido a sus inteze:es, «No hemos shorrado medios para encontrar a todos los malvades, y hemos despedido a todos aquellos de Jos cuales tenfames Ja més minima prueba, tanto de sa actual como de su pasado comporta Le EEEEEEEEEEEEEEEIEEEEE 24 TRADICIGN, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE rmienton, escribian Ins tres serviles comisarios de Aduanas de Dublin al duque de Sunderland en agosto de 1715. Es «nuestro deber no petmitir que ninguno de nuestros subordinados coma el pan de Su Majestad, si no tienen todo el celo y afecto imaginables hacia su ser vicio y ef del Gobierno»? Pero uno de los intereses primeros de los depredaores politicos eta limitar Ia influencia del rey a la de primus inter predatores. Cuando al ascender Jorge I parecié dispucsto a prescindir de Walpole, resales que era susceptible de ser comprado como cualquier politico whig, aunque a més alto precio: Walpole conocfa su deber. Nunca fue soberano tratado con mayor generosidad. El Rey, 800.000 libras, mas el excedente de todos los impuestos asignados a la lista civil, ealeulados por Herv fen otras 100.000 libres; ta Reina, 100.000 libras al afic. Corria et rumor de que Pulteney ofrecia ‘més. Si asf era, st incapacidad politica era asombrosa, Nadie a excepcida de Walpole podia Inaber esperado obtener tales concesiones a través de los Comu nes ... una cuestiGn que el Soberano no tardé en captar «Considere, Sir Robert», dijo el Rey, ronroneando de gratiend mientras su miniscto se disponfa a dirigitse a los Comunes, aque le que me tranquiliza en esta cuestién es lo que hard también sw tranquilided; val a decidisse para mi vida y para su vida» © Ast que el deber de Walpole resulta ser el respeto mutuo de dos la- daones de cajas fuertes asaltando tas cimatas del mismo banco, Dorante estas décades, los conocidos «xecelos» whig de In Corona no surgian del miedo que os monarcas hannoverianos tealizazan tun golpe de estado ¥ pisotearan bajo sus pies las libertades de los sibditos af adquirir poder absoluto; la retérica se destinaba exclu- sivamente «Iss ttibunas pUblicas. Surgia del miado més teal a que el monarca ilustrado encontrara medios para elevatse, como person ficacién de un poder imparcial, racionalizsdo y butoctitico, pot en- cima y més alld del juego depredador. El atractivo de un rey tan pattigtico hubieta sido inmenso, no sélo entre Is gemtry menor, sino ‘entre grandes sectores de la poblacidn: fue precisamente el atractivo de su imagen de pattiota incorrupte Jo que lewd William Pitt, el 9. MSS de Blenheim (Sunderlerd), D IT, 8 10, JH Plumb, Sir Rabore Walpole, 1969, 11, pp. 168-169. eames {LUCHA DE GLASES SIN CLASES? 25 mayor, al poder en una matea de aclamacién popular, a pesar de la hrostilidad ele los politicos y de ia Corte." alos sucesores de los antiguos Cavaliers se habfan convertido en demagogos; los sucesores de los Rowsdheads en cortesanosr, dice Macaulay, y continéa: «Durante muchos afios, una generacidn de Whigs que Sidney habria desdeftado por esclavos, continuaton i: brando una guetta a muerte con una generacidn de Tories a los cuales Jeffreys habria colgado por republicanoso."" Esta caracteriza- ‘idn no sobrevive mucho tiempo después de mediado el siglo. El odio entre whigs y tories se habia suavizado mucho (y —pata algunos historiadoses— desaparecido) diez afios antes del ascenso de Jorge III, 7 la subsiguiente amatanze de los inocentes Pelhamitas Los supervivientes tories procedentes de la gran gentry volvieron a Jas comisiones de paz, recuperaron su presencia politica en los con dados y abrigaron esperanzas de compartir el botin del poder. Al ascender la manufactura en Jas escales de riqueza frente al trasiego ‘metcantil y ls especulacidn, también ciertas formas de privilegio y cortupcién se hicieron odioses a los hombres adineredos, que llege ron a aceptar la palestra racionalizada ¢ «imparcial» del mercado libre ahora uno podia hacer su agosto sin la previa compra politica en los érganos del Estado. El ascenso de Jorge III cambié de modes diversos los términos del juego politico; la oposicién sacé su vieja retérica liberal y le dio lustre, Para algunos adquitié (como en le ciudad de Londres) un contenido verdadero y renovado. Pero el rey desafortunadamente malogrs todo intento de presentarse como rey ifusteado, como Ia cispide de una buroctacia desintetesada. Las fun: ciones parasitarias del Estado se vieron bajo constante escratinio y atague a destajo (ataques contta East India Company, contra puestos y sinecuras, contra la apropiacion indebida de tiertas piblices, la 1, P.D. Longford, «Willian Pitt end Public Opinion, 175%», Bnalish Historicc! Review, CCCXLVI (1973), Pero, ovanda extova en el poder, el spatriousmor de Bite sélo se limits a la saree derecha del gobiecno. La patie zquierda, Nectastle, ctomé el tesota, el pateonaspo ceil yscleiteticn,'y la dlisposiein le aguella parte dal diem ‘del servicio. secteto empleada” fuel momento ea sobornae a los taiembros del Patlamenco. Pitt ere. secte tatig de Estado, y tenia la ditecién Ge le guerra y los asuatos exteriores. De ‘modo que tods Ix porqueria de todos les ruidesas * pestilents.akantailss ‘el gobrerno se visti un solo canal, Por fos restates eanales oslo pasi a briliaee y sin miculay (1. B, Macaulay, Critical and Historical Essay, 1880, pT 12. Ibid, p. 746

Você também pode gostar