Cómo las mujeres de la NASA dejaron su marca en el programa espacial
HOUSTON — La Ley de Derechos Civiles acababa de ser
aprobada y la regla de cálculo estaba dando paso a las computadoras cuando
Frances "Poppy" Northcutt llegó al campus de la NASA en Houston en
1965, ansiosa por unirse a la carrera espacial. Pero el título de su puesto la
sorprendió: "calculadora” (computress).
Northcutt, de 22 años y recién egresada de la Universidad de
Texas en Austin con un título en matemáticas, pronto se enteró de que en la
NASA, los hombres eran ingenieros y las mujeres eran "calculadoras" o
"computadoras humanas" (human
computers), con menos estatus y menor salario.
Pero Northcutt perseveró, y tres años más tarde, durante la
misión del Apolo 8, se convertiría en la primera mujer en trabajar en Control
de Misiones.
A medida que se aproxima el 50 aniversario del primer
aterrizaje en la luna, Northcutt y otras mujeres que ayudaron a los esfuerzos
espaciales de Estados Unidos están reflexionando sobre sus roles a menudo poco
reconocidos; y las indignidades que soportaron. Muchas fueron pioneras
solitarias, luchando entre bastidores no solo para forjar sus propias carreras,
sino también para promover las de otras mujeres y minorías en la NASA.
Cuando Northcutt comenzó a trabajar en la agencia,
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