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ma achatada y trapezoidal de la
punta de nna flecha que se ha es-
trellado contra una roca. A su izquierda y derecha, las playas rnás
conocidas del rnundo, Copacabar-ra e Ipanema, se inclinan hacia
tierra firme forrnando los lados de la saeta, cuya base es la laguna
Rodrigo de Fleitas. Vivir ahí es un privilegio envidiado global-
mente. El sector inmobiliario demnestra, a tlavés de los plecios,
que es consciente de ello.
Los mapas a disposición de los visitantes muestran con detalle
las calles, los comercios y hasta los números de los predios. Pelo
justo en el medio de este triángulo hedonista de bellos cllerpos y
caipirinhas, en el centro del dardo, hay una mancha alargada a la
qne podemos culpar de con-rplil-nir el espacio habitable y estrechar'
las avcnidas pal'a plovocar i-rn tr'áfico de espanto. Se tlata de un los paltidos de derecha y la sociedad conservadora insisten en de-
cello cle 2OO r-nctros de altula que se levanta abruptamente, con cor-no fuente principal de la delir-rcuen-
nunciar estas villas cerriles
glandes palecles tan verticales col-no los edificios cercanos, al que cia en el país, como culpables del terror qne azota Río de Janeiro.
sólo sc identifica cr-r los planos como Morro de Cantagalo. No se le "Crin'ren" es la palabra que nos viene a la r-nente en el extranjero
presenta con vialidades entrecrnzadas, nol-nenclatnra ni otro signo cuando escuchamos la palabra favela. Lo qllc no nos clicen los ca-
nlbano. Es sóio un borrór-r, como si estuviela deshabitado. riocas es que el espectácnlo más farloso del planeta -el que llena
El siglo xxr l'los dio Google Earth -in-rágenes satelitales trans- los sueños de millones en tantos países-, el que le da el renombre
mitidas a nuestra cornputadora- y ün acercamiento colt esa he- a Copacabana e Ipanema y el que puso a Río y a Brasil ell Luta po-
rramienta pelrnite ver algo distinto: abigarradas entre calles, calle- sición luminosa en el imaginario universal, tiene origen y esencia
pasillos y elevaclores
jor-res,
-en peqlleñas casuchas apirionadas en en la favela, está estrechamente ligado a su tradición negra y es el
un desorden que contrasta con el trazo perfecto de las manzanas de proclucto de un ejen-rplo fascinante cie colaboración comr-tuitaria,
Ipanenra-, viven 2l,OOO pelsoÍlas que os ,r?o radores do asfalto (los ha- de esfuerzo colectivo, de reivindicación de tttta identidad podero-
bitantes del asfalto, las clases media y alta que disfrutan el terreno salnente creativa que ha resistido exitosamente las tentativas de
plano junto al mar') prefieren ignolal y quisieran desterrar. aplastarla, desaparecerla y convertirla en uua lacra del mapa cul-
Se trata de os faaelados, la gente pobre de las favelas, de los tr-rral brasileño. Paradójicamente, la favela es el activo r-nás impor-
asentamientos informales cle los morros. Los medios en general, tante de la cr-rltura del Brasil.
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ERRITORIO AUTÓNOMO Poco desprrós de que me marché clc Río urataron al dono do no-
En Río hay nl¿is de óOO lavclas. Cautagalo no cs la rro (clr-reño del molro, cl jefe dc la bancla qr-rc controla la favela), un
r.r.rris grandc rri la urás peliglosa. Aurr así, cuando ruruchacho de 26 arios que sabía qllc su espcranza de vida no era
subinros lental.nentc, cholleando strclol bajo o sol lalga. Sus subalternos tarrl¡ién )'la scguridad se hacía más estric-
lrof irrtl llx,s "L" finllcs se ¡llonrnrcian colno r.nra ta cuando 1o vimos por alrí: un alboroto de jóvenes por los anda-
"U" sLrlve: sorr, tlopicltr, Bllsíu), jór,cncs con ¿ll'mas ¿-tutomáticas se dol'es clel ccllo, nlil'achs ir-rqtrisitorias, dcdos en los gatillos, no los
dcjan vcr en las boclcalles, afnc'ra dc lrs tic'nclas, cn posiciorrcs cs- veas a los ojos r-ri 1o quc cstár-r hacier-rdo, no lcs gllstan los intrusos.
trrttlgicas. Vcnden ch'oga, furnan rnact¡nhu (nralihuau¡), r'igilan cluc Rita, h voz de Rádio Panorar-na, la emisora indeper-rdicr-rte de Can-
los cxtlarios lro l-ros mct¿rmos cn dolrclc no dcbcl.l.ros 1, cluc los e'ne- tagalo, insistió cn qllc l-lo dijera a nadic que sor. pelioclista, r'azón
nrigos no sc ilcclclucn. Toclo cstá tlanc¡nilo. Hrcen ostcnsiblc que snficicr-rte pala lecibil un tilo. Pero no son-ros los cinc lcs intelesar.r
ticrrcn mác1r-rinas clc n.r,rcrtc, c¡.riclcr.t clnc los urilcrnos. Pucdc scr' más: pol esta rlisma calle pucden subir miernbros dc ltandas liva-
Llna lnancl'it clc gozl' el poclcr'. Tal vcz sólo una :rch'cltcr.rcil lrala les con intcnción de cjecutal Llna vcnganza, r,chículos policiales
1¿r
cluc cvitenros problcnrirs. Dos policías rnilitalt-s paslr.r cclcrr. Con con ór'dcr-rcs dt'captulal o ulatal'a alguicn, o ur-r cscuach'ólt clc. las
la nrirada baj:r, r,arr h¿rcia el pucsto clLlc tiencn junto r lr cntr'¿rcl¿-L c1el nrilici¿rs (glupos ilegalcs cle cx policías) con ir-rtención c1e allclta-
ccr-rtlo conrrn.ritario, clcl qllc no se aleiar'án cllrle el tun.ro.
r.r.licr.rtl'¿rs tarles c.l rlrorl'o como palte dc lo quc la pl'ensa llama a guerra dc o
Str nriselablc salalio r.to nlcl'ccc lctal cl olclcn cstal¡lccido. Rio, lr grrellr de Río tlc Jarreilo.
,ti:
En realidad, el dono do norro qve yo vi el'a el lugaltenieutc clc La quntlra (galer'ía clc ensa¡,es y plesentacior-tes) de la Gres Ale-
otro que gira órdenes desdc la prisión donde cumple condcna. El gr'ía cla Zona Sul (Glcmio Rccrcativo Escuela de Samba Alegría de la
Comando Vermelho (Comando Rojo), de Río, y el Primeilo Contan- Zona Sur) es la scclc clc sr"rs 1tr'ácticas cada miércoles y todo el morro
do da Capital, de Sáo Paulo, son las coaliciolles de nal'cotraficantcs sc entela; lro existc paz a nrcdia semana. Da habla con algunos de
más irnportantes de Blasil y actúran dcsdc las cárce1cs. Cuanclo cl cllos mientlas pclnritc cluc dos de sus alumnos más avcntajados,
gobierno clecicle ir-nponer controles lrás severos en los lrrcsidios Llna lnoza y Llr-l r.r.lozo dc ur.ros 15 años, clirijar-r a los más pequeños que
o lanza ofcr-rsivas contra el crilren, la respnesta qlle ol'galtizalt cs apol'rcan los tantbolcs rtricntr'¿-rs clar-r pasitos "pa'lante", pasitos
violcnta v eficaz hasta detener complctarncnte la vida de las glan- "lra'tr'ás". Algunas dc 1as muchachas sanillan con intensidad, compi-
des ciudadcs. Aquél que cilcnlc o abra su tienda, r'ecibe un tiro o le tcn en Lrna Fór'mula 1dc mcnco de caderas y se las arreglan para que
qllemalr el negocio. Y la gente se qneda en casa. cl sofocante esfuclzo no lcs inipida htcir el contrastc del blanco de
Paraosfaaelados, lo norrrral es aceptar cl gobielno del clirnen. Sc sns dcntadttras con sus hcrr.nosos lostros neglos.
sabe qlle col'l los traficantes no ha-v quc metelse y qlle col-l frecucn- Esta nncva gencración cstá aquí a pesar de los atractivos de las
cia hay que obedecer. Las familias qlle l1o lo hacen sor-l expnlsadas taldes de las favelas, cllrc van desde entlenar fúrtbol y volar cometas
del morro, si les va bien. PaLece nr-r:r locula leer en el diario que, en l-rasta inhalar pegamcntos, vcnclcl cocaína y jugar a los ladrones con
vez de garantizar su derecho pemlanccer en slls casas, cuando la
a arr.nas de verclad. Éstc cs nn país lacista v clasista en el que los pobres
policía actúra es para proteger a los rcsidcntes que las abandonan y los negros tienen ccllacl¿rs la n-rayoría de las pnertas. Sólo los trafi-
a la carrcra pala evitar represalias. Si las cosas van lnlry r-nal, nr-ro cantcs tienen dir-rclo. Y poder. Una quinta palte de ellos rnuere antes
pucdc acabar dentro de uno de los holnos dispnestos en la cir-na del de que se cumplan dos ailos de sn incorporación a las pandillas. La
lnol'l'o pal'a aplicar castigos. 111¿1,6¡i. 116llgoa a los 30. Pala muchos no parece atractivo vivir más
allá cor-no deser-r-rplcado u oblclo uralpagado: Ílo hace falta ser inglés
AVE[4005 v punk para tencl la noción de clue no vale la pena vivil siendo viejo.
Mientras las cosas estén en caln-ra, basta cor-l l1o Los narcos lucelr cadcnas de olo y pnlcros tenis de marca, viajan en
mirar a los gualdias adolescentes. La calle está lle- motocicletas t'ugientes o en 4x4 con grandes bocinas para hacer re-
na de hombres sin camisa, niñas que corretean por tnmbar el aire con múrsica hrnk del Dj Marlboro y forró de Avióes do
las calles con dlenaje a cielo abierto, negros vieios Folró. Las chicas los admilan. Ellos exhiben sus arlnas y creen ser
con cerveijas Brabna bent geladas (a los óO años todavía son flrertes, lespetados. Los jórrcnes tlabajadores mejor no se meten con ellos y
y para demostrarlo, nno toma nn tabique de una pila y lo clestloza se van a gastar sus escrsos l'e:lles en alimento para la familia.
contra sll frente) y chicos con mochilas qlle regresan de la escuela. La samba es una altclnativa de desalrollo. Emocionante, creati-
El rumor intenso de barrio populal es devolado, no obstante, por' va, adolada por la comunidad. ¡Qué n-raravilla, para ellas, alcanzar a
un estruendo que envuelve a todos con su fitmo: 1OO netros alriba sel la portabancleila! La l¡ailarir-ra principal lleva con orgullo y ele-
suenan las percusiones de Da, el profesor qlle entrena a los chicos gancia r,ienesa los colores zennelho e branco (rojo y blanco) d ela escola
de la "batería mirín", como se llama a los conjuntos infantiles quc dc sanúa, qrlesorl para os.faoelados de Car-rtagalo tanto o más impor-
constituyen las bases sambistas de las favelas. tantes para su identidad quc los del Flamengo, su eqnipo preferido.
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¡Y clttóltortot'rnlt'c-rt'pttt'tlcn tt'ttcl t'llos r¡ttc lttrrttlrlutll ri lrt rlrirrli i'rs:r\,, clt'll nrir'ín ck'Dr t'l nti(11'(ol(,s, r,it'nt'rl dc lt ltatcr'í¿r clc los
strtsibilicllcltinic¿r¿riltrrii:¡,lrlrr c¡ttt'st'r't¡ttt'r'irl()l)()r'litgcntr'. l,:t t¡LruLltit t's instt licit'l tt' p:r'rr :r)lrt't g:rl l los c llt tcltrlcs v hlstrr lli-
'fnl vrz lrala cl lcsto del l tr nrc| r st'lt tt'r'r'ilrit' scl' lrrl'tt' clt' lu f ¡r t'lrr. lts.1('l)('r's()nits. r'lrs bocinrrs st'roltt'ur hrcil el e\tcl'ior, l¿rs crrllcs
Pitt".t, os.fnt'lulos. cs nlotir o clt'olgrL11o. ('olro t'r ( )tlr'rs socit'cl:rclt's lltt j- st' llt'nln clc pucstos clc
no¿rnrelic¿ur¿rs,cnBlrrsil cl lltcisnror t'l cllsisr¡,,t'olrfilr:r',,rrll,,st'r c'rrnriclrt r c1c uipirirrl.ttrs
cschvos lcglos cn los nrir'g-ertcs cli'l:rs citrcl:rclt's t l:r cultrLr':t. l)r'olrtl lrr flcscl rnt'zcla clc
illlltccicl'olt rtr¿is clc cstos its('ntilllritnt,s sin sclr ici,,s rti pl:rnclrcirirt c'uc'hlzrr. linlón v hiclo
Lrrltuln, cluc llcrllití¿tn rt l¿r sotit'rlrrrl cll'iocll tt'rrcl rt ntlnl) l L¡s tll- r:¡rrt't's t'1 coctcl ltrrc'io-
ltajlclolcs, ccl'ca clr los ccntlos iltlrolllcs. \ ill lrislno titrl¡,,, rrlrntr' rrl rlc lillsil r cl l¡li-
nerlos llrirltc, cncolfrlclos t'n los ct'r'r'iis. ck'trnl firnrl cltrt')rrrlricle It' rl lnsl lls cirllcs: lr0
clcspeltrclo cl intcr'ós clc Lrs clt'rtrLrlt's clt'J epeltht'icl r'n SLLclili'icl. Iltt L,ttnLltt tllstl ())
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Dt'lr rnisnra lot'nr:r sc lcs crt'lttíl clt'l c':rt'nrrr':r1: los bllirtcos r clrrietr.
nlcstizos dc l¿r tr'lt'lrmbllr plltt'gicLrs pol ct'r'crts r ¡o1i-
ciLrcllcl lo Altcllcl. un rlnrigo
r'íls, nricr.rtr'¿ts cluclos rtcglos sr llt'r rilrrlt sLL lttisicrr r'i llrs plezlrs rlt' nrilrrni's, st- llcvr Lrn srrs-
lls zonns llolllcs. Evcr.ttrurlnlt'ntt'. liis llistr ¡c lltls sc clit'r'or cut'ltlt to: lrricntras cslx'r'il tntil
clc'clttc'r.tr.r t't:trt los ncgt'os c¡tticrt's c¡Ltt'cllirln rr:r'g-in:rclrs clt'J t's¡rcc lrt'lridl. r'oltca r clcsctrblc rlri('('s rnn pistolr. Un ltucltacho clrrc
i¿icrrlo. sino cllos nrisuros, rrrrnicipulirlurl r't'solr iri olicirrlizrl ll
r 1u rro lo llt vislo cstli blinc¿lrclo (lrlorrt'lrrclr) cx¡tlesivlrlteltr. cot.r
ilrc'or'lrollción clc Lrs ¿rcol¿l,s dt *ttttLtt lt llrs Iit'strrs. Hor. t'l clullrr ltl strs lu¡igos sin tcncl c'rricl:rcl,r co¡ r,l ¡l'nll. lin ltr-uttos 11tos, los
no cs sólo el evc'r'rto ntris ilr.rpolturtc clt'l urlo pullr os./izr'lrrrlrrs. sirro vigillltcs hlccn :r un llclri srrs tLrsilcs plll lrnnal un lloco rlr'/i/¿r-
ll:lf¡ totlt 1l cirtcllcl (c'ttt rts t'strtt iottt's rlt'l ltro no sort irli lr:tt t llr r t i tt¡ttl.ttt. Ilt¡s clliocas sou ltis ti|os nlis l¿¡tzuclos clel ntr-rnclo, ¡c¡tr['
otoño,sinoptc-citlltlvtl.<nt'tltt:tl \ prist crttr:itrtl).c¡tt' ,,,nstlttt', lrcslilsl. no hrrl chicr r la c¡rrt'n,r 1r'hlgnrr ull bLonra, lt- cligln
un gr'¿ilr lccinto pu'rt lrt corl¡rctcncil olitill clc clt'sfilcs. t'l s:mlrl nttrtittrt grt.sto.stt (chic'r g-tLlpr) r f'lolitrrlls rnclos ir.rgcr.rLlls: sc lc
cllono clc Saplrceí. l)()r)grlnt'nfi'cntt'lliur fol'zul'lu l cl¿rnz¿r'. llr tír'r'n del bllzo plllr
rt'r'si hlt srreltc. ]rllrrs st'lo tor¡l¡l io¡r bLrcll httn.tol v cns¿lvitn
UNOA, MACf¡NHA Y FANIASIA los nril tlucos xpl'clrrliclos tlcscle pcc¡trt'rirrs lliu'ir clcscr.nl¡¿'tr'¿tz¿'tlsc
Dl igrrrrl (luc lt Lnl() lc gtrslr'o no: 11)s lt'rtlicrllttt's son rlt'los tipos. Chicos l glnncles. tocll 1¡r hvcla palece estal rc¡rí
rnril lerli{ll(1 rlcle llnt'll r lu gt'nleconr irt'cort t'llos. t orr rrru( lros inr it¿rclrs.
Y t¿rnlbión ton ll nriLsicl.rlu('rs lcillrur'ntr':rls-o trlri- l'ol llLr so illlrc un lrirsillo (l('gclrtc lllu'l cl glttlro clc e'scolt¡rs clel
ctro. Ltt tlurtrltl! tit'rrc lc'tir iclrcl ¡l't t'nnt'. I)t's¡rLtt:s tlel thltt¡ r|t'1rlrollo, c¡uc cs jovcn v clrrit'r't'clivcltilsc. Lls r.t.tuchlch¿rs
lt0iltritf
los ven pasar con revuelo. A Vanessa no pa-
recen interesarle. Tiene 2l años, es una ne-
gra guapísima (que le tiene ganas a Andrea
pero debe ser el único italiano fiel que hay
é1
lt0Ittil[[f r[[r
La favela no sólo ha encontrado en la samba y el carnaval un es- negación de os ntoradores de asfalto de Río de Janeiro: tarde o tem-
pacio creativo formidable, sino un vehículo de reivindicación cu1- prano, las calles y andadores de Cantagalo y los demás morros se
tural y política. El título de la canción de este año de nuestra escola ganarán los trazos qlle merecen en 1os mapas de la ciudad, aunqlre
es: "Un grito de libertad en los quilombos de la Baixada", y la letra aprieten a Ipanema y Copacabaua, y el aporte cultural maravilloso
habla de la llegada de los navíos negreros y de la resistencia de los de las favelas desplazará el estigma del crimen, la samba y e1 carna-
esclavos, "ejemplo de coraje y fe". val serán manifiestalnente reconocidos corlio sll legalo al mundo
La variedad de asuntos a los que las escolas dedican sus desfiles y como palabras ligadas a la de favela. E\ ntestre-sala se convertirá
es impresionante, y va desde la historia del bacalao o del chocolate en la imagen mundial del morro en vez de1 gatillero adolescente, la
hasta 1a fotografía digital y la lengua portuguesa. Las referencias a portabandeira en lugar de 1a joven drogadicta.
África, a la tragedia de los esclavos y 1a aspiración a 1a igualdad apa- "Va a brillar mi villa / todavía más linda", canlóla escola de sam'
recen con frecuencia en la letra. "El hombre luchó por fronteras, por ba de Yila Isabel este año, en su tema dedicado a la metamorfosis
sus intereses v religiones", cantó Portela en su celebración de los en el sentido de carrbio evolutivo. "Qr-riero superarme siempre /
dioses del Olimpo y 1os deportes, "hoy derrumba barreras, deshace cruzar el cielo, poder volar / remodelar lo que Dios creó / jngando
prejuicios,juntando naciones". Salgueiro homenajeó a las reinas de a ser creador". La transformación a la que aspiran estos sambis-
África ("señoras del vientre del mundo / raíz de 1a creación"), y Bei- tas va rlás allá de la favela para alcanzar las relaciones humanas,
ja-Flor,la vencedora, a las Áfricas que existen fuera del continente un deseo qlle palece innato en este género musical revolucionario:
africano, 1as de los éxodos forzados, y defiende la samba como sím- "San.rba no tiene prejuicios / blancos, negros, todos igual / un beso
bolo de la entereza cultural de esos pueblos. Porto da Pedra recor- de Vila Isabel / la metamorfosis se hace asi". E
dó a "nuestro héroe" Nelson Mandela: "Mi alma se
refleja en el rostro de mi hermano / y hoy voy a
cantar / a mi gente y el lugar que siempre quise /
en la avenida, abrazaré a mi hermano / vivir en
igualdad y ser feliz". "Libertad en este cielo azul /
Porto da Pedra canta a África del Sur".
EIAM OR IOS I5
A las cinco o seis de la maña-
na, el sambódromo se vacía y
1as calles de Sapucaí se llenan
de espectadores y desfilantes
que buscan el camino a casa.
La zona parece el campo tras una batalla, pero los
cadáveres se han desintegrado bajo 1os uniformes:
miles de disfraces, pedazos de tela y utilería han
sido abandonados por la gente en su retirada: el
año siguiente habrá temas y disfraces nuevos, las
favelas quedan lejos y no vale la pena ir cargando
hasta allá. Makieze, Reinaldo y los argentinos es-
tán agotados.
Para os faoelados viene por fin un periodo de
trar.rquilidad artística, que será bienvenida des-
pués de nlleve meses de fiebre carnavalesca y a
pesar de que 1os traficantes, los policías y las mi-
licias seguirán su glrerra. Yo regresaré a México
y el dono del morro será asesinado en unos días.
Vanessa seguirá ignorando a los traficantes, pre-
parándose en la nniversidad y reivindicando su
condición de mujer negra favelada. Da, e1 profesor
de la bateríamirín, hará avanzar sus esfuerzos por
darles a sus niños alternativas que los preparen
para vivir fuera de las bandas. Cada quien en sus
espacios, Rita, Makieze y Reinaldo continuarán
trabajando por fortalecer 1a vida civil y cultural de
r0iltr¡tI l1¡r