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ESTRUCTURALES DE LA NARRATIVA
AUDIOVISUAL DE FICCIÓN
Todo film de ficción, toda historia real o ficticia narrada en un audiovisual, responde a unos
mecanismos que se repiten o transgreden, según el caso, y se construyen por norma general
sobre un mismo esquema.
Para hacerlo, nos centramos en los mecanismos fundamentales y estructurales, que son
tratados teniendo en cuenta el siguiente programa:
1.1. El conflicto.
1.2. El protagonista.
1.3. El objetivo.
1.4. Los obstáculos.
1.5. Los personajes y la caracterización.
Este programa, a su vez, presenta diversos fragmentos de films de la historia del cine
comentados que ejemplifican su contenido, y de los cuales pueden verse:2
Los restantes, los mecanismos locales, indagan en el hecho de narrar o mostrar a través de la
exposición, la actividad, el diálogo y la puesta en escena, hechos éstos no menos importantes
pero merecedores de otro tratamiento...
2
Editamos este artículo en ágil y ligero formato pdf a fin y efecto de combinar las comodidades del
“papel”, en formato digital, con las potencialidades multimedia que requiere el tema y nos ofrece
nuestro entorno tecnológico. Para ello se está construyendo una web que contendrá más información y
documentación incluyendo los citados fragmentos.
1.1. El conflicto
En todo repertorio dramático, en todas las obras, hay un elemento común: el conflicto. Éste
varia en intensidad y en naturaleza, y puede durar dos minutos o dos horas. Es realmente la
base de la narrativa audiovisual de ficción.
El conflicto estático: sucede cuando el personaje que vive el conflicto es pasivo; por ejemplo,
un personaje que conoce la muerte de una persona querida, como en:
El conflicto dinámico: sucede cuando el personaje que vive el conflicto es activo; por
ejemplo, un personaje que lucha con todas sus fuerzas para evitar la muerte de una persona
querida, como en:
* La vida es bella (1997) de Roberto Benigni, donde Guido, el protagonista interpretado por
el mismo realizador, no solo lucha para salvar a su hijo de la muerte en el campo de
concentración donde ha sido reclutado junto a éste y a su esposa, sino que además intenta que
no se percate de la cruda realidad.
El conflicto es un factor de interés, pero hay también, al margen, otro elemento de interés que
es la espectacularidad, que seria un segundo factor que posee un poder atractivo; por ejemplo,
una fotografía llena de bellos paisajes, como en:
* Doctor Zhivago (1965) de David Lean, donde abundan los paisajes nevados rusos.
* Terminator II. El juicio final (1991) de James Cameron, donde la tecnología digital se
combina con la imagen real hasta lograr crear un personaje, en este caso el antagonista, el T-
1000, que va metamorfoseando continuamente.
* Mulholland drive (2001) de David Lynch, donde los personajes son extraños, malsanos,
problemáticos...
Pese a ser el conflicto un factor de interés, el espectador generalmente se interesa más por el
personaje que lo vive. Así, hay una cierta compasión en este interés. Y en esta relación, que
puede ser muy fuerte, se crea la emoción. Incluso cuando la emoción recae sobre la víctima
del conflicto es igualmente sentida por el espectador. Se ha creado una identificación entre los
dos. Un ejemplo de esto, lo encontramos en:
[ver fragmento]
Quien dice conflicto, dice oposición, o aún más obstáculo. Este obstáculo puede ser un
individuo, un objeto, una situación, un golpe de suerte, un elemento natural… O incluso una
sensación o un sentimiento. Pero todas estas causas de conflicto no pueden constituirse
obstáculos en sí mismos. El comer dulces es un obstáculo solamente para alguien que ha de
hacer régimen. El obstáculo se define, pues, respecto a una voluntad, a una necesidad, a un
deseo. Por tanto, el conflicto nace de la oposición entre un objetivo y un obstáculo.
1.2. El protagonista
Por definición, el protagonista de una obra dramática es el personaje que vive más el
conflicto, y es con éste con quien el espectador se identifica más (emocionalmente).
La mayor parte del tiempo, el conflicto está bien especificado y recibe el nombre de conflicto
central. Es por ello que el protagonista posee en general un objetivo, generalmente uno solo,
ante el cual encuentra unos obstáculos. Las tentativas y las dificultades para atender este
objetivo determinan el desarrollo de la historia, a la que se denomina acción.
* El ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio de Sica, donde no se sabe a quién hace referencia
el título, si al ladrón que roba la bicicleta a Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani), o a éste
cuando al final, desesperado, decide robar una.
* El acorazado Potemkin (1925) de Sergei M. Eisenstein, donde todos los marineros son
coprotagonistas.
Lo esencial es que todos los protagonistas tengan un solo objetivo general, y no muchos, que
sea común y difícil de atender, como en:
* Los siete samuráis (1954) de Akira Kurosawa, donde el objetivo de todos ellos es defender
el poblado.
1.3. El objetivo
Por definición, el objetivo es aquello que un individuo puede ganar o perder dentro de una
acción. Pueden ser sus bienes, pero también su honor, su credibilidad, su seguridad, su
libertad... O hasta su vida, como en:
* El diablo sobre ruedas (Duel, 1971) de Steven Spielberg, donde el protagonista, David
Mann (Dennis Weaver), tiene el objetivo de salvarse del camión que lo acecha
continuamente; y el medio que utiliza es la huida de éste, cosa que hace a lo largo de todo el
film, hasta que finalmente lo cambia por otro más eficaz: la confrontación.
Los obstáculos pueden vestir diversas formas. En el caso de un hombre que tiene como
objetivo seducir una mujer los obstáculos pueden ser muchos: él mismo (su estupidez, su
timidez), la mujer (que ama a otro, que está casada), los otros (un rival, otra mujer celosa), la
sociedad (representada por la justicia, la policía), la naturaleza (un ciclón los separa)...
* Yo confieso (1953) de Alfred Hitchcock, interno, por el secreto de confesión del párroco.
* Solo ante el peligro (High noon, 1952) de Fred Zinnemann, externo, por los malvados que
llegaran al poblado.
* Trainspotting (1995) de Danny Boyle, externo pero de origen interno, por la droga que no
pueden evitar consumir los protagonistas.
Esta distinción entre obstáculo interno y obstáculo externo da pie a la distinción entre
melodrama y tragedia..
* Con la muerte en los talones (North by northwest, 1959) de Alfred Hitchcock, con un
interesante obstáculo puramente externo que será muy particularmente de origen interno, ya
que el protagonista, Roger Thornhill (Cary Grant), será confundido por otro, un tal Kaplan, y
perseguido sin saber porqué (estamos, pues, en pleno melodrama); pero más tarde él no podrá
olvidar esta historia y decidirá saber más de ella...
De hecho, en muchos films de Alfred Hitchcock hay presencia de falsos culpables... Este
mismo director acuña el término McGuffin. Según él, como bien explica a François Truffaut
en la célebre entrevista que éste le hizo y que plasmó en el libro El cine según Hitchcock
(1966), recibe este nombre la razón que justifica un obstáculo de salida (externo, en general),
que no necesita más trabajo ni más búsqueda, ya que solamente ha de ser comunicada al
espectador.
- Es omnipresente.
- Tiene un objetivo general claro y único.
- Define la acción.
* La guerra de los Rose (1989) de Danny De Vito, donde los dos protagonistas, la esposa
(Kathleen Turner) y el marido (Michael Douglas), alternan constantemente el protagonismo
y el antagonismo.
* Casablanca (1942) de Michael Curtiz, donde Rick (Humphrey Bogart) deberá elegir entre
su propia felicidad después de reencontrar su antiguo amor, Ilsa (Ingrid Bergman), o el
idealismo y las numerosas vidas que pueden salvarse si ésta consigue salir del país junto a
Victor Laszlo (Paul Henreid).
* Psicosis (1961) de Alfred Hitchcock, en la escena donde Lila Cran (Vera Miles) y Sam
Loomis (John Gavin) deciden que éste último entretenga a Norman Bates (Anthony Perkins)
en la recepción mientras que ella vaya a visitar la casa donde, parece ser, hay una mujer
mayor. Su objetivo: encontrar los indicios. Los obstáculos: la sospecha de Norman, la
dificultad de Sam, que acaba por traicionarse, y la ignorancia de Lila.
* Muerte entre las flores (Miller’s crossing, 1990) de Joel Coen, en la escena donde llevan al
protagonista (Gabriel Byrne) al bosque para asesinarlo.
Para Ingmar Bergman, por ejemplo, la caracterización es más importante que la acción. En
cambio, para Ernst Lubitsch, la acción es lo que se lleva toda la atención. Así pues se puede
afirmar que no hay regla ya que cada autor determina sus prioridades.
* Mejor imposible (1997) de James L. Brooks, donde el maniático protagonista que interpreta
Jack Nicholson, siempre vigila de no pisar las juntas de las baldosas, entre otras cosas, aunque
al final del film sí que lo haga.
Este ejemplo nos lleva a comentar el tema del cambio. En general es más difícil cambiar en la
vida que en la ficción. En general, los cambios no son muy bien aceptados por el espectador, a
no ser que sean presentados muy claramente, como en:
* Atrapado en el tiempo (Groundhog day, 1993) de Harold Ramis, donde el protagonista que
interpreta Bill Murray cambia de cínico y despectivo a cálido y auténtico.
* La quimera del oro (1925) de Charles Chaplin, donde cabe resaltar por ejemplo la escena
de Charlot realizando un baile con unos panecillos, la cual por cierto en la estrena berlinesa
del film fue tan aplaudida que el amo de la sala tuvo que volverla a pasar, con la orquesta
tocando la repetición.
* Julio César (1953) de Joseph L. Mankiewicz, donde cabe resaltar por ejemplo el discurso
que realiza Marco Antonio (Marlon Brando) en la secuencia final del film.
Si se admite que un film de ficción explica las tentativas de un protagonista para atender un
objetivo general, que este objetivo ha de ser conocido por el espectador y que puede ser
difícilmente conocido desde el primer segundo de la obra, entonces es lógico desarrollar una
obra en tres partes:
Estas tres partes se relacionan con los tres actos, divisiones que han sido estudiadas a lo largo
de la historia, y que han conocido diversas apelaciones:
En el teatro clásico, los actos se correspondían más o menos con los cambios de decorado o de
tiempo. El teatro moderno se asocia más con los cinco actos, aunque por ejemplo las piezas
largas de Antón Chéjov tienen cuatro, o Esperando a Godot de Samuel Beckett tiene dos. El
cine de ficción, obviamente, ignora totalmente los actos logísticos. Para cortar un film en
partes utiliza la terminología de actos (dramáticos), secuencias y escenas…
Por lo que respecta a la duración de los actos, se ha de decir que no existe una regla única:
El primer acto no acostumbra a ser demasiado largo, y por tanto puede durar entre diez y
veinte minutos, aunque hay primeros actos muy largos y excepcionales, como en:
* Alien (1979) de Ridley Scott, donde el primer acto dura tres cuartos de hora...
Por contra, los episodios de televisión de Misión imposible presentan el objetivo a Jim Phelps
(Peter Graves) en menos de un minuto y medio…
El tercer acto no acostumbra a ser tampoco demasiado largo. Es bastante lógico... Por
supuesto, ciertas obras no respetan estas reglas. Las hay por ejemplo que con un tercer acto
demasiado largo necesitan una especie de segundo segundo acto.
En Screenplay (1979) de Syd Field, obra que influyó notablemente a muchos guionistas
americanos contemporáneos, se afirma que un buen guión está constituido por tres actos que
reciben el nombre de instalación, confrontación y resolución, y que han de tener treinta,
sesenta y treinta páginas, respectivamente.
Está claro que treinta páginas en el tercer acto pueden ser insoportables, pero el autor no lo
entiende como lo hemos presentado, sino que lo subdivide con una resolución (con el clímax)
y un epílogo. Robert McKee, por ejemplo, habla de cuatro actos, es decir tres actos y un
epílogo.
El término mencionado como clímax es definido por los anglosajones como el punto
culminante, como el orgasmo… En lingüística, clímax, que proviene del griego klimaks
(escalera), significa gradación ascendente, y la dramaturgia utiliza ésta última significación.
Por tanto, se ha de entender que el clímax no es únicamente el momento más fuerte que se
encuentra al final de una historia, sino todo su recorrido.
La inmensa mayoría de les obras de ficción contienen una estructura simple, un primer,
segundo y tercer acto, con un incidente desencadenante dentro del primero y un clímax al final
del segundo:
* **
inc. clímax
des.
A veces, no obstante, hay estructuras como la siguiente, con un tercer acto más largo:
* ** * **
inc. clímax inc. clímax
des. 1 des. 2
La idea podría ser pasar de 20-75-5 páginas a 20-75-15 páginas (o minutos), como en:
* E.T. (1982) d’Steven Spielberg, donde E.T. muere, final, y por tanto el segundo acto se
acaba, pero todavía hay una esperanza de vida; su objetivo, llegar a su casa, se da ahora
nuevamente...
La regla de les tres unidades (tiempo, lugar y acción) no viene de Aristóteles, de La poética,
que insiste sobretodo en la unidad de acción, sino de ciertos teóricos italianos del s. XVI y
franceses del s. XVII. Es cierto, pero, que los autores griegos respetaban las tres unidades en
general, pero Aristóteles no hizo de ello un absoluto. Hoy en día, se puede afirmar que las
unidades de tiempo y lugar no son respetadas, sobretodo en el cine, aunque sí guardan un
cierto fundamento. Por contra, la unidad de acción continúa siendo capital.
Con respeto a la unidad de tiempo, se puede decir que una historia ha de durar el tiempo
necesario para que un protagonista atienda su objetivo. La unidad de tiempo ha de ir atada a
la unidad de acción. Por ejemplo, para explicar la historia de la vida de un personaje nos
encontramos con un problema de unidad de acción, porque dentro de una vida hay múltiples
objetivos. Es por ello que a veces la acción de una historia que explica la vida de una persona
pasa a ser externa, como en:
* Ciudadano Kane (1940) de Orson Welles, donde la acción es llevada por Thompson, el
periodista.
El tiempo, el lugar y la acción no son solamente los factores susceptibles de unificar una obra
dramática. También se puede hablar de otros tipos de unidad como la unidad de estilo, como
en:
* Roma (1972) de Federico Fellini, donde hay una falta de unidad de acción porque
solamente hay una constitución de sketchs con un tratamiento muy personal del autor.
* Intolerancia (1916) de David Wark Griffith, donde se explican cuatro historias diferentes,
de cuatro periodos diferentes de la historia de la humanidad, solamente relacionadas por el
tema.
Ya hemos hablado de la utilización del Deus ex machina… Para apaciguarlo hemos de tener
en cuenta que una buena preparación en la narración y una buena actividad, que no pasividad,
del protagonista pueden ser claves.
* Los pájaros (1963) de Alfred Hitchcock, con un inicio de unos pájaros con un extraño
comportamiento.
A menudo, una buena preparación provoca una participación del espectador y unos momentos
de emoción excepcionales, sobretodo al final de un film, como en:
* Qué bello es vivir! (It’s a wonderful life!, 1946) de Frank Capra, donde Bailey (James
Stewart) es aclamado por toda la gente que le quiere en su casa después de haber intentado
suicidarse.
Un caso especial es la falsa pista, que a veces se da con un cierto contraste, como en:
* Tiburón (1975) de Steven Spielberg, donde el ataque del tiburón es precedido por una
situación estable.
* La lista de Schindler (1993) de Steven Spielberg, donde pensamos que las mujeres entran
en una cámara de gas y ésta resulta ser una sala con duchas de agua corriente.
* La gran ilusión (1937) de Jean Renoir, donde el aristócrata francés De Boïeldieu (Pierre
Fresnay) y el aristócrata alemán Von Rauffenstein (Eric Von Stroheim) simpatizan; en una
escena De Boïeldieu expresa su admiración por el geranio de su huésped, y en otra, al final del
film, cuando De Boïeldieu muere, Von Rauffenstein lo corta.
Por tanto, todo es preparación. Una escena es el resultado de la preparación de una escena
anterior. Pero no hay un encadenamiento lógico, donde X prepara X+1, X+1 prepara X+2,
etc., ya que esto no sería oportuno.
Lo interesante es, por ejemplo, que X prepare X+1 y X+5, X+1 prepare X+2 y X+4, etc.
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/ / /
X - X+1 - X+2 - X+3 - X+4 - X+5...
/____/_________/
Si esto no es así se puede hablar de estructura de sketchs, estructura que utilizan las road
movies, como:
* Buscando mi destino (Easy rider, 1969) de Dennis Hopper, donde los protagonistas van de
un sitio a otro.
Trilogía, por cierto, que se reemprende posteriormente para explicar esta vez lo que aconteció
con anterioridad a los hechos narrados.
La elipsis es otro aspecto a tener en cuenta en todo esto. Por definición, es una omisión
sintáctica: entre A y B falta alguna cosa que no se nos ha mostrado, como en:
* El vampiro de Dusseldorf (M, 1931) de Fritz Lang, donde el asesino, M (Peter Lorre),
ofrece un globo a una niña que tiene una pelota, pelota que posteriormente vemos rodar entre
unos matorrales, y globo que vemos volar hasta quedarse atrapado en unos cables de línea
eléctrica...
La inmensa mayoría de las elipsis son temporales, con una sola significación: el tiempo ha
pasado. No obstante, no se puede abusar de la elipsis, como en:
* En busca del arca perdida (1981) de Steven Spielberg, donde nos podemos preguntar
como Indiana Jones (Harrison Ford) ha llegado a puerto encima de un submarino sin que este
se haya sumergido después de llevar a cabo un largo viaje por el Mediterráneo.
La ironía dramática es aquello que el espectador sabe y la víctima ignora, como en:
* El crepúsculo de los dioses (Sunset boulevard, 1950) de Billy Wilder, donde el espectador
ve que Norma Desmond (Gloria Swanson) no es de ninguna manera una estrella, cosa que
ella se cree.
La ironía dramática implica una absoluta participación del público, y coloca al espectador en
una posición más agradable que la de la víctima, por norma general. La instalación es el
momento en qué el espectador conoce la información que la víctima ignora. Un plano o un
diálogo puede ser suficiente. La explotación consiste en poner en escena las consecuencias
(conflictivas) de la ironía dramática. De hecho, explotar la ironía dramática es una obligación
para el autor. Y la resolución, escena obligatoria, es una forma particular de ironía dramática.
Es el momento en qué ésta se soluciona, en qué la víctima sabe finalmente que era ignorante,
como en:
* Vertigo (1958) de Alfred Hitchcock, cuando Scottie (James Stewart) sabe finalmente que
Judy y Madeline son la misma persona.
En algunas ocasiones, no obstante, es discutible que la víctima sea ignorante, como en la serie
de televisión Colombo, donde sabemos que el protagonista del episodio es un asesino, cosa
que el inspector Colombo (Peter Falk) ignora, o no.
El gag sería un caso de ironía dramática solucionada al instante, y las alternativas a ésta serían
la sorpresa o el misterio, que bien planteados, como todo, funcionan también bastante bien,
como en:
* La huella (1972) de Joseph L. Mankiewicz, donde el final presenta una grata sorpresa, ya
que Milo Tindle (Michael Caine) y el detective son la misma persona.
quizás menos relevantes, así como el tratamiento de los mecanismos locales (exposición,
actividad, diálogo y puesta en escena) nos ayudarían a constatar sin lugar a dudas que no hay
ficción sin sistema.
Bibliografía básica
Propuesta de actividad
Diversos films han servido para ejemplificar muchos de los diferentes aspectos tratados a lo
largo del artículo. Sería interesante que se propusieran otros films alternativos a éstos, y en
algunos casos quizás más convincentes.