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Nebular

I
Ahí viene la nube;
engendro colosal,
tan grande,
tan etérea;
anima mortal.

II
El caminante sigue con el impulso del recuerdo
seguro que sus pasos hacia al horizonte van,
el recuerdo de un horizonte
que solía avizorar.

Sus pasos se hacen más frágiles


adentrándose en la nube,
sus recuerdos no se escapan
a la ceguera nebular.
Confundido se detiene y espera,
y de esperar se congela.

III
Tu que viajas por los mares, tierras y cielos
con tu temperamento asesino.
¿Cuantos barcos no habrán encallado
en tu lecho?
Nube de repentina presencia,
y consecuencias eternas;
en perplejidad observo
como tu humedad penetrante
reseca mi espíritu.

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