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ESTATUTOS DE LA RENOVACION CARISMATICA

INDICE

1. PREAMBULO

2. NATURALEZA

3. OBJETIVOS

4. MEDIOS PROPIOS DE LA RCCES

5. CRITERIOS BASICOS DE ACCION

6. EQUIPO COORDINADOR DIOCESANO

a. Funciones
b. Integrantes
c. Asistente Eclesiástico

7. CONSEJO DIOCESANO

a. Definiciones
b. Integrantes
c. Funciones

8. EQUIPO PARROQUIAL

a. Definiciones
b. Integrantes
c. Funciones

9. DE LOS CONGRESOS

10. ESCUELA DIOCESANA

11. DE LAS OFICINAS

12. CASA DE RETIRO

13. MODIFICACIONES
RENOVACION CARISMATICA CATOLICA

EN EL ESPIRITU SANTO.

ESTATUTOS

1. PREAMBULO:

La renovación carismática católica es un movimiento mundial nacido para


servir a la misión de la Iglesia, alentado por el Espíritu Santo, no tiene un único
fundador o grupo de fundadores como lo tienen otros movimientos. No tiene
lista de membresía. Es un conjunto sumamente diverso de personas, grupos y
actividades unidos por la misma experiencia fundamental y abrazan los
mismos objetivos generales. Este modelo de relaciones se encuentra a nivel
parroquial y diocesano así como a nivel nacional e internacional. Estas
relaciones con mucha frecuencia se caracterizan por el dialogo y la
colaboración mas que por la integración de una estructura organizada. El
liderazgo se caracteriza mas por el ofrecimiento de servicios que se ofrece a
las comunidades.

2. NATURALEZA

2.1 La Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo (RCCES) es el


movimiento eclesial que favorece la vivencia de un renovado Pentecostés
mediante la experiencia del encuentro evangelizador con Jesucristo a través
del Bautismo en el Espíritu Santo para vivir los Sacramentos de la Iniciación
Cristiana.

3.1 El camino que sigue el Movimiento tiene los siguientes pasos: la


experiencia de la gracia del “Bautismo en el Espíritu Santo”, la participación
de forma estable en las actividades fundamentales de la RCCES, la “Vida en el
Espíritu”, la comunidad eclesial de base insertada en la Parroquia y Diócesis.

2.1.1.1. El “Bautismo en el Espíritu Santo” es la Efusión del Espíritu Santo


en el corazón del hombre unida al don de la experiencia consciente que el
hombre alcance de estar ‘lleno del Espíritu’ es la Renovación del Don del
Espíritu santo recibido en el Bautismo y la Confirmación. Esta experiencia se
logra a través de la oración de fe que hace un grupo de personas por alguien
que desea alcanzar dicha gracia.

2.1.1.2. Las Actividades Fundamentales de la Renovación Carismática


Católica en el Espíritu Santo son:

2.1..1.1 Participación en las asambleas de oración en las que se pueden


experimentar la presencia de Dios vivo mediante la oración espontánea
comunitaria. A estas asambleas se acostumbra permitir la participación de
personas no iniciadas como una forma de pre-evangelización.
2.1..1.2 La evangelización fundamental (conocida también como Curso
de Iniciación, Seminario de Vida en el Espíritu, Renovación de la Iniciación
Cristiana, Primer Anuncio, Kerigma).

2.1..1.3 Participación en los grupos de oración, en los que se ejercita la


oración espontánea, se comparte la vida de fe y se testimonia la acción de Dios
en la propia vida.

2.1..1.4 La Catequesis o programa ordenado de crecimiento en los


conocimientos y en las actitudes y forma de vivir la entrega al Señor.

2.1.1.3. La “Vida en el Espíritu” es el ejercicio del sacerdocio común,


realizado como unión plena y constante al Señor Jesús, docilidad del Espíritu
en todas las circunstancias de la vida, como obediencia a la voluntad divina en
la realización de la vida humana en todos sus afectos personales y sociales.

La Vida en el Espíritu es así un vivir con el Espíritu Santo y actuar con su


poder. El corazón del hombre se convierte en el lugar de encuentro con el Dios
vivo en medio de las realidades creadas, haciendo de la misma vida un acto de
fe que glorifica al Padre, fin de nuestra alabanza.

La presencia y actividad de los carismas tanto de los ordinarios como de los


extraordinarios tiene su campo y su sentido dentro de esta vida en el Espíritu
para la edificación de la Iglesia y del hombre.

2.1.1.4. La Comunidad entendida como un elemento (instancia) de


evangelización necesaria en la Iglesia es la comunidad de base definida en
Evangelii Nuntiandi y Puebla. Es la expresión de nuestra comunión con el
Padre y con el Hijo. El bautismo en el Espíritu Santo es la base de la
comunidad cristiana y conduce necesariamente a su realización. La comunidad
existe donde se comparte la vida concreta de fe y también sus deficiencias, las
experiencias de Dios, sus llamados, los frutos de la obediencia a la voluntad
divina y la mutua ayuda para crecer en la vida de la fe dentro de un proceso de
la salvación que incluye al hombre integral. La comunidad cristiana comienza
cuando empezamos a cuidar la fe del hermano a partir de su realidad concreta,
y así la vida de Dios en el corazón de cada hombre y de cada mujer se va
robusteciendo progresivamente con ayuda de los hermanos en la fe.

2.2 La finalidad de las RCCES es ayudar a sus miembros a crecer en la Vida


en el Espíritu y comunicar a los miembros a la Iglesia los dones y experiencias
que han recibido de Dios a través de la misma Iglesia y dentro de ella, en la
conciencia de que Dios esta renovando su Iglesia.

3 -. OBJETIVOS.

Los objetivos generales de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu


Santo, incluyen:

3.1 Fomentar una conversión personal, madura y continua hacia


Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
3.2 Fomentar una receptividad personal decisiva hacia la persona, la
presencia y el poder del Espíritu Santo.

Estas dos gracias espirituales con frecuencia se experimentan unidas, en lo


que se ha llamado en diferentes partes del mundo un Bautismo en el Espíritu
Santo, o un dejar actuar libremente al Espíritu Santo, o una renovación en
el Espíritu Santo. Por ello, frecuentemente se entiende como una aceptación
personal de las gracias de la iniciación cristiana y como un ser llenos de poder,
para prestar un servicio personal cristiano en la Iglesia y en el mundo.

3.3 Fomentar la recepción y utilización de los dones espirituales


(carismas) no sólo en la renovación carismática, sino también en toda la
Iglesia. Estos dones, ordinarios y extraordinarios, se encuentran en abundancia
en laicos, religiosos y clérigos. La apropiada comprensión y utilización de estos
dones en armonía con otros elementos de la vida de la Iglesia es fuente de
fortaleza para los cristianos en su camino a la santidad y de la realización de su
misión.

3.4 Fomentar el trabajo de evangelización con el poder del Espíritu Santo,


esto incluye la evangelización de quienes no están en la Iglesia, la re-
evangelización de los cristianos nominales y la evangelización de la cultura y
de las estructuras sociales. La renovación motiva especialmente a compartir la
misión de la Iglesia en la proclamación del evangelio, de palabra y obra, y a ser
testigos de Jesucristo mediante el testimonio personal y las obras de fe y de
justicia a las que cada uno está llamado.

3.5 Promover el crecimiento progresivo en la santidad mediante la


apropiada integración de estos criterios carismáticos con la totalidad de
la vida de la Iglesia. Este crecimiento se realiza mediante la participación en
una vida litúrgica y sacramental rica, la apreciación de la tradición de la oración
y la espiritualidad católica, la formación permanente en la doctrina católica
guiada por el magisterio eclesial y la participación en el plan pastoral de la
Iglesia.

Estos objetivos y los proyectos que de ellos surgen han marcado la renovación
carismática católica en personas, grupos de oración, comunidades, y equipos
de servicios, locales, diocesanos y parroquiales.

4. MEDIOS PROPIOS DE LA RCCES

Para cumplir su objetivo, la RCCES asume del patrimonio común de la Iglesia,


cuatro medios como propios de la RCCES, imprimiéndoles su estilo, método y
programación particulares, acentuando e insistiendo, a través de ellos, en
valores asumidos por toda la Iglesia.

4.1. ASAMBLEA DE ORACION.

Es una reunión de oración, abierta a todos aquellos que desean participar en


ella, sean miembros de la RCCES o no. Su finalidad es experimentar la
presencia del Dios vivo mediante la oración espontánea y comunitaria.
4.2. EVANGELIZACION FUNDAMENTAL (PRIMER ANUNCIO, KERIGMA)

Comprende el anuncio primero del Evangelio (kerigma), no como enseñanza


de carácter doctrinal, sino como proclamación viva del mensaje de salvación en
un clima de oración que conduce a una experiencia personal del amor de Dios,
de Jesús como Señor y Salvador y del Espíritu Santo como motor de la vida
interior.

Esta evangelización fundamental conduce a cada creyente, a la experiencia


personal del bautismo en el Espíritu Santo.

4.3. GRUPO DE ORACION.

Es una reunión de oración privada, donde participan aquellos que han recibido
la evangelización fundamental. Su propósito es la oración espontánea en
común y edificación mutua.

4.4. CATEQUESIS O CRECIMIENTOS.

Es un programa de crecimiento y formación básica orientado a favorecer en el


creyente los primeros pasos en la maduración progresiva de la fe, en un
contexto de las verdades fundamentales y el desarrollo de los hábitos de la
vida cristiana.

5.- CRITERIOS BASICOS DE ACCION

Al realizar sus actividades específicas, el Movimiento tratará siempre de vivir


los siguientes principios básicos.

5.1 Reconocer siempre la importancia de la Diócesis


y de la Parroquia, espacios de gracia donde
se realiza la única obra del Señor, nuestra santificación.

5.2 Vivir en el contexto de cada parroquia, el misterio de la Iglesia como


comunión, orgánicamente unida a la vida de otros Movimientos y otras
Comunidades en las que se desarrolla la vida cristiana católica.

5.3 La presencia del sacerdote será indispensable. Será preferible no abrir


grupos ni Asambleas nuevas si no hay asistente eclesiástico. En una parroquia
el asistente es el párroco.

5.4 Conservar siempre la identidad del carisma propio, pero en intima


comunión con las demás Comunidades y Movimientos cuyos carismas propios
representa la riqueza y totalidad del patrimonio de la Iglesia.

5.5 Comprometerse a fondo en las tareas de la Nueva Evangelización.

5.6 Evitar siempre cualquier paralelismo.


5.7 Persistir siempre en la necesidad de un crecimiento integral
(catequesis, posterior al Kerigma) basado en los caminos de la Iglesia. (Nuevo
catecismo)

5.8 Insistir siempre en compartir la riqueza peculiar de la RCCES (el


Bautismo en el Espíritu Santo con todo lo que conlleva), con todo fiel bautizado,
evitando radicalismos polarizantes (clérigos-laico; movimiento-corriente;
jerárquico y carismático) y permitiendo que la inmensa bondad de la RCCES
descienda a todos los espacios y niveles del cuerpo místico de Jesucristo,
salvaguardando al mismo tiempo la propia identidad.

5.9 Pugnar porque se respete el campo de cada Parroquia y de cada


comunidad de Renovación, evitando que se infiltren personas o grupos que no
sean reconocidos o enviados por el ECD para evitar confusiones en los
renovados.

6. EQUIPO COORDINADOR DIOCESANO.

Con el fin de atender las necesidades de comunicación, cooperación y


coordinación, el 26 de Noviembre de 1993 Monseñor FLORENCIO OLVERA
OCHOA XI OBISPO DE TABASCO, reconoció en nuestra Iglesia particular el
Movimiento de Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo, en ese
momento se conformó, EL EQUIPO COORDINADOR DIOCESANO para ser
también, un canal de comunicación y cooperación de la renovación a nivel
diocesano y nacional. A partir de 1994, el ECD ha venido desarrollando una
actividad armónica con las comunidades que conforman la RCCES en nuestra
Diócesis así como un acercamiento con el Equipo Coordinador Nacional para
hacer presencia en los Consejos Nacionales donde se tiene voz y voto en las
decisiones que se tomen a nivel nacional.

Para realizar sus metas y objetivos, el Equipo Coordinador Diocesano busca


ofrecer un servicio útil a nivel diocesano y parroquial. Cuando el ECD brinda
enseñanzas, orientaciones u ofrece formación local, lo hace como servidor que
ofrece ayuda, no como una autoridad que espera ser obedecida.

El ECD tiene un compromiso de servidor. Por tanto tiene una autoridad de


servicio, una cierta autoridad moral, y no busca imponerlo, si no solo ofrecer
sus servicios. La Relación del ECD y las comunidades parroquiales en ningún
modo limita las relaciones entre grupos de renovación y sus asistentes
parroquiales. Tampoco la relación entre ECD y cualquier persona o grupo de la
renovación, limita en forma alguna la libertad de estos de relacionarse con el
ECD.

6.1. Definición.

Es el órgano responsable de la vida y funcionamiento de la RCCES en la


Diócesis cuyo ámbito de autoridad y servicio depende del Obispo.
6.2 FUNCIONES

6.2.1 Coordina y preside el Consejo Diocesano.

6.2.2 Representa y es órgano de contacto con la RCCES a nivel nacional.

6.2.3 Invita a las personas que juzgue oportuno a las reuniones del Consejo
Diocesano.

6.2.4 Es responsable de que se ejecuten los acuerdos del Consejo Diocesano.

6.2.5 Trabaja de manera colegial, escuchando la opinión de todos y actuando


con decisiones mayoritarias.

6.2.6 Es voz del Obispo para las comunidades del Movimiento y toda persona
que tenga que relacionarse con la RCCES en la diócesis.

6.3.- El ECD sirve a la RCCES a nivel local como un centro de unidad,


comunicación y cooperación con el fin de cumplir el deseo de Cristo “Que todos
sean uno” (cfr. Jn- 17,21) y mantener el cuerpo de Cristo sin divisiones (cfr.1
Cor. 12, 4-31). Esta unidad tiene que entenderse en el contexto de la
diversidad, puesto que dentro de la RCCES puede haber, y de hecho las hay,
diferentes formas de manifestaciones.

El servicio del ECD ayudara a todos los servidores del Movimiento a través de
una comunicación constante que incluye lo siguiente:

6.3.1 Difusión del Ser y Quehacer del Movimiento a fin de que todos conozcan
el verdadero sentido que la RCCES tiene en nuestra Iglesia Diocesana y su
ubicación en el contexto pastoral de la misma.

6.3.2 Promover la participación de los Miembros del Movimiento en:


conferencias, retiros, congresos, asambleas, etc., a fin de asegurar la
comunión, la sólida doctrina y la eclesialidad

6.3.3 Asesorar en la toma de decisiones mas prudentes y en conformidad con


los propósitos de la Iglesia en lo que concierne a la evangelización y el trabajo
pastoral,

6.3.4 Preservar la identidad del Movimiento de Renovación Carismática


Católica en el Espíritu Santo a fin de evitar desviaciones y confusiones entre
sus miembros.

6.3.5 Asesorar a las comunidades parroquiales del Movimiento para estimular


sus carismas y el discernimiento, siguiendo la doctrina del Vaticano II (cfr.LG
12,2)

6.3.6 Buscar el entendimiento muto entre el Movimiento y nuestra Iglesia


Diocesana, siguiendo las orientaciones del Obispo, y animar la colaboración
entre las comunidades parroquiales y los sacerdotes.
6.3.7 Estimular a los participantes en el Movimiento a que trabajen por la
evangelización – “El amor de Cristo nos apremia” (cfr. 2 Co. 5,14)-, de manera
especial entre los alejados, con espíritu misionero.

6.3.8 Servir como centro de información del Movimiento para todos los que
deseen conocerlo.

6.3.9 Con espíritu de servicio, el ECD mantendrá una relación de dialogo y


colaboración con los demás Movimientos Diocesanos que existen en nuestra
Diócesis.

6.3.10 Con el fin de lograr las funciones arriba mencionadas, el ECD


ofrecerá los siguientes servicios.

6.3.11 El Coordinador Diocesano u otros miembros del ECD realizaran


visitas a los coordinadores parroquiales de la RCCES y sus comunidades en
nuestra Diócesis. Estas visitas se realizaran con la participación de los
servidores de la comunidad con el fin de intercambiar impresiones sobre la
vida, los programas y proyectos de la comunidad y promover la formación de
auténticos líderes que sirvan a la Iglesia desde el movimiento en sus
respectivas comunidades.

6.3.12 Programar una comunicación regular con los servidores de las


comunidades locales mediante reuniones frecuentes que se realizaran a nivel
diocesano y decanato.

6.3.13 Organizar retiros, congresos diocesanos para los miembros de la


RCCES que les permita tener un crecimiento integral

6.3.14 Promover la formación en los medios propios del Movimiento a todos


sus miembros a fin de que .puedan vivir su propia identidad en la Iglesia.

6.3.15 Mantener contacto frecuente con el Obispo tanto de manera


personal como a través del Sacerdote Asistente,

6.3.16 Es voz del Obispo para las comunidades del Movimiento y toda
persona que tenga que relacionarse con la RCCES en la diócesis.

6.4. Integrantes.

6.4.1 Integrado por personas en efectiva comunión con el Obispo y el Párroco.


Constituido por un asistente eclesiástico nombrado por el Obispo, y un grupo
de laicos (preferentemente matrimonios). Representativo de las diversas zonas
de la diócesis.

6.4.2 Integrado por personas con conocimientos de la realidad Diocesana, así


como plenamente identificados con el carisma propio de la RCCES.
6.4.3 Para nombrar a un miembro del equipo, el Consejo Diocesano
presentará los candidatos al mismo equipo después de haber auscultado en las
diversas comunidades locales.

6.4.4 La entrada de un nuevo miembro nuevo la decidirá el mismo equipo


diocesano por mayoría de votos.

6.4.5 Se cuidara de no invitar a nadie que esta haciendo de la RECCS su


medio económico de vida.

6.4.6 Para nombrar al Coordinador Diocesano, se presentará al Obispo una


terna de candidatos, esperando la decisión definitiva de él.

6.4.7 El Coordinador Diocesano y su equipo será electo por un periodo de tres


años.

6.4.8 La decisión de prolongar por un periodo de tres años o mas el cargo del
Coordinador Diocesano corresponde al Obispo, en cuanto a los otros miembros
del equipo deberá ser tomada ante la presencia del asistente, el coordinador y
la mayoría de los miembros restantes.

6.4.9 Siempre que se realicen cambios en el equipo, se tratará de que nunca


se remueva a más de la mitad de los miembros.

6.4.10 Toda persona llamada a colaborar como miembro del equipo, lo será
en razón de un servicio especifico, es decir, en función de lo que significa un
carisma muy concreto y probado en la comunidad en la que por un tiempo
extenso ya ha servido, y en vistas a construir el Reino de Dios.

6.4.11 Se tendrá la prudencia de no invitar a nadie como integrante del


Equipo Diocesano, sin haber hecho un serio discernimiento de su riqueza
personal (dones y carismas), misma que será puesta al servicio de la
Renovación.

6.4.12 El Equipo Coordinador Diocesano se integra por la Coordinación


Diocesana, Secretaria y Servicios que se contemplan en el Organigrama del
Anexo No. 1

6.5 ASISTENTE ECLESIASTICO

Es un Sacerdote nombrado por el Obispo para acompañar al


Movimiento en su Ser y Quehacer y cuidar su ortodoxia y la integración del
mismo en el contexto de la Iglesia Diocesana

6.5.1 FUNCIONES

6.5.1.1 Forma parte del Equipo Coordinador

Diocesano
6.5.1.2 Es voz del Obispo para el Movimiento

6.5.1.3 Participa en la renovación periódica del Equipo Diocesano

6.5.1.4 Participa en las reuniones de Consejo tanto Nacional como


Diocesana.

6.5.1.5 Participa en las reuniones de Asistentes Nacionales convocadas por


el Equipo Nacional.

6.5.1.6 Recibe información frecuente del Equipo Diocesano acerca de la


marcha del Movimiento en la Diócesis.

6.5.1.7 Junto con el Equipo Diocesano, toma decisiones importantes para el


Movimiento.

6.5.1.8 El objetivo de su servicio sacerdotal dentro del ECD, será siempre el


de hacer posible el encuentro de cada fiel con la persona viva de Jesucristo.

6.5.1.9 Existe y actúa para el anuncio del Evangelio y para la edificación de


la Iglesia.

6.5.1.10 Su servicio dura el tiempo que el Obispo lo considere oportuno.

7. CONSEJO DIOCESANO

7.1. Definición.

Es un órgano de servicio a nivel diocesano, constituido por el equipo


coordinador diocesano, los coordinadores de las comunidades locales, así
como por un representantes de cada decanato.

7.2 Integrantes.

7.2.1 Integrado por el equipo coordinador diocesano, los representantes de


los decanatos y coordinadores de las comunidades locales.

7.2.2 Integrado por personas dispuestas y capaces de trasmitir a nivel


parroquial y diocesano todo lo concerniente a la RCCES en la Diócesis.

7.3. Funciones.

7.3.1 Buscara discernir la voluntad de Dios para el

Movimiento de Renovación en el Espíritu Santo, a

nivel diocesano.
7.3.2 Es instrumento de comunión con el Obispo, los

Párrocos y los demás Organismos Diocesanos.

7.3.3 Toma acuerdos prácticos en relación a los aspectos

de la vida del movimiento que el equipo diocesano le

proponga.

7.3.4 Propone a aquellas personas consideradas como

candidatos para integrar el Equipo Coordinador

Diocesano.

8.- EQUIPO PARROQUIAL

8.1. Definición.

Es un órgano de servicio, del cual depende la vida y organización de la RCCES


en una parroquia.

Es un instrumento de comunión con el párroco, con el Equipo Coordinador


Diocesano y con los demás grupos parroquiales.

8.2 Funciones.

8.2.1 Orienta en forma correcta y práctica sobre lo que es la RCCES y


discierne lo que Dios quiera para la RCCES a nivel parroquial.

8.2.2 Es un instrumento de comunión con el párroco, vicarios. Equipo


Coordinador Diocesano y demás agrupaciones parroquiales.

8.2.3 Invita a las personas que considere oportuno (discerniendo los


carismas), para trabajar en los diferentes grupos de servicio.

8.2.4 Es responsable de cuidar que se estén viviendo adecuadamente todos


los elementos fundamentales del movimiento:

Asamblea de oración

Cursos de Evangelización

Crecimiento básico
Grupos domésticos de oración

8.2.5 Trabaja siempre de manera colegial, escuchando la opinión de todos y


tratando de vivir el principio de comunión y participación.

8.2.6 Toma acuerdos en relación a la vida de la RCCES en la parroquia.

8.3 Integrantes.

8.3.1 Integrado por personas de oración, acción y experiencia plenamente


identificados con el carisma propio de de la RCCES con conocimientos de la
realidad parroquial y diocesana, dispuestas y capaces de transmitir todo lo
concerniente a la RCCES a nivel parroquial.

8.3.2 Formado por personas en efectiva comunión con su Párroco y Equipo


Coordinador Diocesano.

8.3.3 Para nombrar a un miembro de este equipo, el coordinador de la


comunidad local cuidara de no invitar a nadie que este haciendo de la RCCES
su medio económico de vida.

8.3.4 Para nombrar al coordinador local, el equipo presenta una terna al


Sacerdote Asesor (el Párroco) consultando al Equipo Coordinador Diocesano.
Su servicio será por tres años, al cabo de los cuales se elige a un nuevo
coordinador o si el asesor con la comunidad lo ve conveniente podrá
prolongarse por un periodo más

8.3.5 Las personas llamadas a integrar el equipo parroquial han de tener


conocimiento de la misma realidad parroquial y una experiencia mínima de dos
años en la vida de la RCCES.

8.3.6 Deberá estar integrado por personas con testimonios de vida cristiana
(católica) con disponibilidad y responsabilidad para el servicio; sin
impedimentos para asistir a los compromisos elementales de su cargo.

8.3.7 Por causas de fuerza mayor, se podrá remover a algún miembro del
equipo o cundo se observe que no está cuidando al Movimiento permitiendo
que corrientes ajenas se infiltren.

8.3.8 Asiste a las Reuniones de Consejo o aquellas que convoque el Equipo


Coordinador Diocesano, con la finalidad de tomar acuerdos de carácter
colegiado para la buena marcha del movimiento.

8.3.9 El asistente eclesiástico de las comunidades locales, será el Párroco o


un Vicario designado por él.

9.- DE LOS CONGRESOS O ENCUENTROS CARISMATICOS.

a) El Equipo Coordinador Diocesano es quien realizará eventos a nivel


diocesano y a nombre de la Renovación Carismática
Católica en el Espíritu Santo.

b) Si alguna comunidad local pretende realizar eventos deberá

únicamente ser considerado en su ámbito parroquial y no

involucrar a otras comunidades parroquiales.

c) Por disposición expresa del Obispo Diocesano, para invitar a

algún predicador laico o sacerdote, deberá consultarse primero

al asistente diocesano a fin de asegurar su idoneidad y si está en comunión


con su propio Obispo, de esta manera se evitara que se cause
comercialización de la fe, confusiones y desviaciones que puedan repercutir en
el Movimiento.

10. ESCUELA DIOCESANA PARA FORMACION DE SERVIDORES.

a. - Tendrá la función de formar verdaderos líderes servidores que aseguren


la buena marcha del Movimiento en sus respectivas comunidades locales.

b. Esta Escuela funcionara en las instalaciones de la casa de retiro de la


Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo, lugar donde los
servidores asistirán de manera periódica para una formación seria.

c. Se impartirán formación en dos líneas: la doctrinal y pastoral.

d. La formación doctrinal tiene como objetivo en descubrir la riqueza de la fe


Católica y el lugar que todos ocupamos en la Iglesia.

e. La formación pastoral; tiene como objetivo formar a los servidores para que
sean buenos dirigentes que sepan conducir a sus comunidades para asegurar
la buena marcha de las mismas.

11. LAS OFICINAS.

Las Oficinas del Equipo Coordinador Diocesano estarán ubicadas en la Casa


de Retiro de la Renovación en la cual se realizaran sus reuniones ordinarias.

12. CASA DE RETIRO.

a. La casa de retiro de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu


Santo, se encuentra ubicada en el Km. 7.5 de la carretera Villahermosa-
Frontera.

b. La finalidad de la casa es contar con un espacio propio donde se


realicen las diversas actividades diocesanas
c. El coordinador Diocesano designará a una persona que se encargue
de la Administración de la Casa de Retiro, y se encargue del mantenimiento de
la misma.

d. Este espacio también podrá será utilizado por otra asociación o


movimiento, siempre y cuando se ajusten a las fechas que se encuentran
disponibles, debiendo cubrir una cuota para los gastos que la misma casa
ocasiona.

e. La Renovación Carismática Católica se ha constituido en una


Asociación Civil denominada “Renovación y Vida” A C, para poder adquirir
bienes muebles e inmuebles a nombre de la misma.

f. Esta asociación esta presidida por el Coordinador Diocesano como


presidente y la conforman los coordinadores locales de la renovación como
vocales o miembros de la misma según consta en acta protocolaria ante
notario.

13. MODIFICACIONES A LOS ESTATUTOS.

a.- Estos Estatutos estarán vigentes por un tiempo considerable y podrán


someterse a revisión para ser actualizados y aprobados por el Obispo
Diocesano.

b.- Conviene que todos los miembros del Movimiento conozcan los
Estatutos a fin de que puedan tener una mejor participación en la marcha del
mismo.

c.- Estos Estatutos entraran en vigor a partir de la fecha de su


autorización por el Obispo Diocesano.

d.- Los asuntos no previstos en los presentes estatutos, podrán ser


resueltos por el Equipo Coordinador Diocesano, por el Asistente Eclesiástico o
por el Obispo Diocesano.

Villahermosa, Tab., a 12 de Enero del 2005

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