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SAN JOSEP MANYANET

(1833-1901)
PROFETA DE LA FAMILIA
El siglo XIX en España

El acontecer de la vida y obra de Josep Manyanet y Vives se desarrolla en esa época,


particularmente agitada y difícil de nuestra historia contemporánea. Las interminables guerras
dinásticas, los repetidos golpes de estado y las acciones revolucionarias convierten la
inestabilidad política y la anarquía en males casi endémicos.
Por otra parte, las estructuras básicas económicas y sociales de la vida del país
experimentan un cambio radical a consecuencia de la reforma agraria, la industrialización, el
crecimiento de los núcleos urbanos y la aparición del proletariado. La crisis se extiende también
al campo religioso: las sociedades secretas, el clima adverso hacia la religión y el clero que
reina en las altas esferas estatales, la desamortización y la supresión de las órdenes religiosas y
la persecución abierta llega, a veces, a una violencia extremada e incluso cruenta.
La crisis generalizada repercute especialmente sobre estos dos campos: la familia y la
escuela, repercusión que los papas Pío IX y León XIII denuncian en un nivel más amplio. La
devoción a la Sagrada Familia de Nazaret tomará auge precisamente en este contexto como
remedio para estos males.
Sobre este telón de fondo aparece la figura de Josep Manyanet, dotada de gran sentido
tanto social como de conciencia cristiana y sensibilidad eclesial. Su obra es a la vez una misión
de Iglesia y una respuesta a las necesidades de su tiempo.

Entre la familia, la parroquia y la escuela

Josep Manyanet y Vives nace en Tremp (Lleida, España) el 7 de enero de 1833 y es


bautizado el mismo día.
Sus padres, Antonio y Buenaventura, han tenido ya otros ocho hijos. Es, pues, el
benjamín de una familia numerosa y rica en experiencias domésticas. Su padre fallece en 1834,
cuando Josep tiene apenas 20 meses, y varios de sus hermanos mueren antes de llegar al uso de
razón.
La familia tiene su vivienda en la calle Peresall, número 6, y ésta, por la parte posterior,
tiene acceso a la iglesia parroquial donde se venera la Virgen de Valldeflors, la patrona de
Tremp y de toda la Conca. El niño Josep crece entre la familia, la parroquia y la escuela.
Un día de 1838, su madre, ya viuda, consagra a Josep a la Virgen. Éste, a pesar de su
tierna infancia, tiene una experiencia religiosa intensa que constituye el arranque de su total
entrega a Dios y de su futura vocación y misión como sacerdote y como fundador.
En 1840 hace la primera comunión, y, a los 12 años, abandona Tremp por exigencias
de su formación. Lleva en el bagaje de su personalidad una fe inquebrantable, nobleza de
carácter, sentido del deber, amor al trabajo y la tenacidad propia de los montañeses.

Un sacerdote para las familias

Josep Manyanet realiza los estudios medios y eclesiásticos en el colegio de los


escolapios de Barbastro y en los seminarios diocesanos de Lleida y la Seu d’Urgell, gracias al
trabajo personal y a la providencia que le llega por medio de su protector el sacerdote Valentín
Lledós. El 30 de mayo de 1849 recibe el sacramento de la confirmación en la catedral de
Barbastro.
El 9 de abril de 1859 el obispo de Urgell José Caixal, que lo ha acogido como familiar,
lo ordena sacerdote de Cristo para la Iglesia. Bajo la dirección de este prelado, cultiva la
espiritualidad sacerdotal con el alimento de la Palabra y la Eucaristía y el ejercicio de todas las
virtudes, especialmente la humildad, la obediencia y la pobreza voluntaria.
Los seis primeros años de sacerdocio los vive al servicio de la iglesia de Urgell, tanto
en la propia capital de la diócesis —en tareas de gobierno y de secretaría, de administración y
acompañando al obispo en las visitas pastorales—, como en su villa natal de Tremp, en calidad
de sacerdote beneficiado, ocupando los cargos de regente de la parroquia, director espiritual del
convento de Religiosas de María Inmaculada y la Enseñanza y administrador del santo
Hospital.
Se puede afirmar que las grandes instituciones religiosas y hasta cívicas de Tremp que
aún hoy subsisten, en un determinado momento, encontraron en Josep Manyanet al hombre
fuerte y de gran corazón que supo aguantar las sacudidas de aquellas circunstancias difíciles.

Fundador de dos familias religiosas

Josep Manyanet, muy marcado por su vida familiar, muestra una especial sensibilidad
por las necesidades de los niños y de las familias. Y en los largos ratos de oración personal
descubre en la Sagrada Familia el modelo de familia dado por Dios a la humanidad y promete
consagrar su vida a llevarlo a todos los hogares.
Con este propósito, en 1864, funda la congregación de Hijos de la Sagrada Familia
Jesús, María y José. El 2 de febrero de 1870, en la capilla de la primera casa de Tremp
dedicada a san Josep, hace la primera profesión religiosa y recibe la de los primeros
compañeros. En 1874, en un modo que le fue impuesto por la obediencia, funda la
congregación de Hijas de la Sagrada Familia Jesús, María y José, hoy llamadas Misioneras
Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.
En el propio nombre de estas familias religiosas se resume la identidad de su vocación
y misión: hijos/hijas en la Casa de Nazaret por la llamada de Dios, testigos de su santidad de
vida por la experiencia espiritual en Nazaret, y apóstoles del «Evangelio de la familia» para las
familias.
El Padre Manyanet tuvo el consuelo en vida de ver aprobado por la Santa Sede el
instituto masculino y sus constituciones.
En la actualidad, los dos institutos están presentes en varios países impulsando obras
apostólicas en el campo del ministerio sacerdotal, la educación y la pastoral familiar.

Apóstol de la Sagrada Familia: hogar, escuela e iglesia doméstica

Josep Manyanet inspira su mensaje en la contemplación de la Familia que formó Jesús,


con María y José, en Nazaret. Este es el carisma o experiencia espiritual que penetra toda su
vida y que determina el modo concreto de encarnarlo en una misión.
Para él, la Sagrada Familia es el germen de la Iglesia, la originaria iglesia doméstica, la
primera comunidad consagrada y el prototipo de toda familia. Desde ella, Jesús proclama, con
palabras y hechos, el Evangelio de la familia. Por eso Josep Manyanet encuentra en el hogar de
Nazaret el centro de su vida y apostolado. Todo por la Sagrada Familia, con la Sagrada Familia
y para el honor de la Sagrada Familia.
En la «Trinidad de la tierra, Jesús, María y José» —como le gusta decir—, descubre la
familia humana la propia identidad y misión y encuentra el modelo evangélico.
Este designio de Dios revelado en la Familia de Nazaret es el motor de su vida, de su
santidad y de su celo pastoral. Y será también el objetivo apostólico de sus Institutos, de las
asociaciones laicales y de los escritos y prácticas de devoción —como el Trisagio a la Sagrada
Familia— que promueve a lo largo de su vida.
Fruto también de la oración y de su sensibilidad eclesial, es la inspiración de levantar
un templo expiatorio en honor de la Sagrada Familia para que sea el hogar espiritual de las
familias de todo el mundo. De esta inspiración nace el templo expiatorio de la Sagrada Familia
de Barcelona, obra genial del arquitecto siervo de Dios Antonio Gaudí.

Profeta de la familia

Josep Manyanet es el profeta de la familia. Movido por el Espíritu, ya en el siglo XIX,


constata que la institución familiar se está cuarteando. Su respuesta es dedicar toda la vida al
apostolado a favor de la familia.
Él considera que el fundamento natural de la familia es el matrimonio entre un hombre
y una mujer, con la especial vocación de vivir el amor humano como reflejo del amor de Dios y
así convertirse en comunidad de amor y de vida. La familia es para él «la fuente y origen de
todos los bienes de la sociedad», una verdadera «joya» para la propia sociedad y la Iglesia.
Invita a los matrimonios y familias que quieran vivir en plenitud su vocación y misión,
a mirarse en el espejo de la Familia de Nazaret. Su empeño apostólico consiste en formar un
Nazaret en cada hogar, en hacer de cada familia, «una Santa Familia».
Escribe una guía para los matrimonios y familias titulada Preciosa joya de familia
(1899), e impulsa movimientos y asociaciones laicales como la de Camareros y Camareras —
servidores íntimos— de la Sagrada Familia (1868 y 1874), para los que escribe unos
reglamentos y estatutos. Funda también la revista La Sagrada Familia (1899).
Está persuadido de que la buena nueva de la Sagrada Familia es de gran fuerza pastoral,
pues resalta los valores fundamentales de la familia cristiana y, al mismo tiempo, el íntimo
gozo de vivirlos intensamente de manera compartida entre los esposos, como padres y madres,
y entre los hijos, como hermanos. Así, «en la escuela de Nazaret, cada familia aprende a ser
crisol de amor, de unidad y de apertura a la vida».

Educador de los niños y jóvenes

El objetivo apostólico de Josep Manyanet, aunque va dirigido a la familia, se apoya en


la educación e instrucción «eminentemente católica» de la niñez y de la juventud, pues está
convencido de que «es el medio más apto, más sencillo y práctico para reformar la familia y
con ella la sociedad».
Dedica una atención principal a la «pedagogía del Evangelio de Nazaret» —definida
así por el Papa—, o a la «cultura del corazón y de la inteligencia» —en palabras suyas—,
mirando el hogar y la escuela de Nazaret, en donde Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura
y en gracia ante Dios y los hombres, bajo la solicitud maternal de María y la protección de José.
Este es el paradigma de sus centros educativos.
Por eso, sus congregaciones trabajan especialmente en la formación integral de los
niños y jóvenes, en estrecha colaboración con los padres y madres de familia, para consolidar
los vínculos matrimoniales, ayudar a las familias a ser una verdadera comunidad de amor y de
vida, inspirar en los alumnos sólidos principios humanos y cristianos y preparar las familias del
mañana para que sean forjadoras de una sociedad mejor que camine hacia la «civilización del
amor».

Como el grano de trigo...

A lo largo de su vida soporta varios contratiempos, enfermedades físicas y penalidades


morales. En 1885 sufre tres intervenciones quirúrgicas que le dejan abiertas cinco llagas en el
costado derecho para el resto de su vida. Él las llama «las misericordias del Señor».
El 17 de diciembre de 1901, muere en Barcelona, lleno de virtudes y buenas obras,
pero, a medida que van pasando los años, sigue cada vez más vivo y actual. Es la paradoja de la
muerte cristiana. Y la del grano de trigo que, cuando muere, produce fruto en abundancia.
Tuvo una existencia concreta, en unos lugares determinados y en un período de tiempo
preciso y conocido. Escribió muchas cartas, libros y opúsculos para la formación de los
religiosos y religiosas, de las familias y de los niños; abrió numerosos centros de apostolado;
peregrinó a Montserrat, Zaragoza, Lourdes, Roma y Loreto... Casi no cabe más en sus 68 años
de existencia.
Y, sin embargo, todo esto no es lo más importante de su vida. Todas estas iniciativas,
inquietudes, enfermedades y trabajos, nacieron del deseo profundo que anidaba en su corazón
de amar a Dios y a los hombres... Y de esta vida no se muere sino que se sigue vivo para
siempre. Fue beatificado el 25 de noviembre de 1984.
La santidad de Josep Manyanet, la plenitud de un «santo deseo»

Josep Manyanet encuentra también en la Sagrada Familia la escuela de santidad. Con


Jesús, se siente un hijo más de aquella Familia y aprende a crecer en la intimidad de aquel
hogar, con María y José, hasta alcanzar la verdadera santidad. Con razón afirmó el Papa que la
santidad de Josep Manyanet tiene su origen en la Sagrada Familia.
Entra en el hogar de Nazaret con un intenso y santo «deseo» de escuchar a Jesús,
seguirle y aprender las lecciones evangélicas propuestas por Jesús al lado de María y José. Tan
fuerte es este deseo que en la autobiografía espiritual titulada La Escuela de Nazaret y Casa de
la Sagrada Familia (1895), llega a personificarlo en «Desideria», un personaje literario y
espiritual que le sirve para describir las experiencias y sentimientos más profundos que va
suscitando en él la visita diaria a Nazaret.
A partir de esta experiencia, ya no se detiene y vive cada vez más pendiente de los
encuentros con Jesús, María y José a lo largo de la jornada. Más aún, fija su morada espiritual
en Nazaret. Quiere permanecer, vivir, compartir y morir en este hogar, en esta escuela y en este
templo, a la sombra de la Familia santa de Nazaret.
Nazaret es así, para él, para sus hijos e hijas espirituales y para las familias, un camino
sencillo para cumplir la propia vocación y misión. En Nazaret no se dan cosas extraordinarias.
Todo transcurre dentro de una vida normal, pero generosa y fiel, presidida y guiada por la
voluntad del Padre, que marca los ritmos de vida, de oración, de diálogo, de trabajo y de
descanso, de comunión... La santidad de Josep Manyanet consiste, parafraseando al apóstol, en
una vida con Cristo escondida en Dios, junto a María y a José.
De este modo alcanza la plenitud de su «santo deseo».

Protector de la familia

Ahora, la canonización de Josep Manyanet es un gran don para toda la Iglesia y es una
invitación, por parte del Papa, a poner nuestro corazón en Nazaret y a empeñarnos en la urgente
«pastoral de la familia» inspirada en las virtudes y ejemplos de santidad revelados por Jesús en
la Sagrada Familia.
El nuevo santo vivió espiritualmente en Nazaret y salió de esta sublime escuela de
santidad únicamente para servir y anunciar con valentía el «Evangelio de la familia». Su vida y
su mensaje son una llamada urgente a ser familia, a hacer un hogar del mundo y de cada hogar
un Nazaret.
La Iglesia lo eleva a los altares porque reconoce que, como el buen administrador del
Evangelio, en toda su vida, fue fiel en lo poco y su camino hacia la santidad es válido y actual.
Ahora, desde el cielo, protege a las familias e intercede para que vivan el camino del
amor, se renueven, crezcan en santidad, vivan más unidas, lleguen a ser un santuario de amor y
de vida y den un testimonio alegre de su vida familiar.
SAN JOSEP MANYANET

* Un santo llamado por Dios «para que con su nombre sean benditas todas las
familias del mundo».
* En su vida sacerdotal y religiosa realizó la experiencia de «bajar con Ellos» — con
Jesús, María y José— a Nazaret, y establecer allí su morada espiritual.
* Su personalidad y sus obras están marcadas por un estilo de familia, según el
espíritu de la Santa Familia de Nazaret.
* Entregado sin reservas al apostolado, vivió, en una profunda experiencia mística,
el misterio pascual de Jesús, iniciado ya en los años de su vida oculta en Nazaret.
* Es el profeta de la familia porque anuncia el «Evangelio de la familia» y denuncia
los factores sociales, culturales e ideológicos que pugnan por alejar a las familias de su
cometido natural y cristiano.
ES MODELO

* De la encarnación del espíritu de la Familia de Nazaret, en cuyo hogar Dios


manifestó un designio de salvación.
* De comunión y de amor a la Iglesia, bajo cuya obediencia y sumisión deseó
siempre vivir, trabajar y morir.
* De abnegación y celo sacerdotal y religioso, cimentados en la obediencia y en la
heroica fidelidad a los obispos, a sus compromisos sacerdotales y a los consejos evangélicos.
* De ilusionada entrega en la defensa de los valores fundamentales del matrimonio y
de la familia cristiana, cuyo apostolado consideró prioritario en toda su vida de sacerdote y
de fundador.
* De incondicional servicio a la educación e instrucción «eminentemente católica»
de la niñez y de la juventud, como medio utilísimo y eficaz para la formación cristiana de las
familias y renovación de la sociedad.
FECHAS MÁS RELEVANTES DE LA
VIDA Y OBRA DE JOSEP MANYANET

7 enero 1833:
Nace en Tremp noveno y último hijo del matrimonio Manyanet Vives. Es bautizado
el mismo día con los nombres de Josep Joaquim.
5 setiembre 1834:
Muere su padre, Antonio Manyanet. Josep tiene 20 meses.
9 abril 1859:
Es ordenado sacerdote en la iglesia Nuestra Señora de los Dolores, de Seu d’Urgell.
19 marzo 1864:
Funda el Instituto Hijos de la Sagrada Familia Jesús, María y José, en Tremp.
24 junio 1869:
Escribe al obispo Caixal proponiéndole la idea de levantar un Templo a la Sagrada
Familia.
2 febrero 1870:
Hace su profesión religiosa y recibe la de los primeros compañeros.
28 junio 1874:
Funda las Hijas de la Sagrada Familia Jesús, María y José (hoy Misioneras Hijas de
la Sagrada Familia de Nazaret).
12 octubre 1874:
Primera profesión religiosa de las Hijas de la Sagrada Familia.
30 marzo 1887:
Recibe el Decretum laudis del Instituto masculino.
2 marzo 1894:
Las religiosas son reconocidas en la diócesis de Vic y fundan en Aiguafreda.
22 junio 1901:
León XIII aprueba el Instituto de los Hijos de la Sagrada Familia.
17 diciembre 1901:
Fallece en el colegio Jesús, María y José de Barcelona.
12 enero 1929:
Traslado de sus restos mortales a la capilla panteón del colegio Jesús, María y José,
de Barcelona, en donde son venerados.
17 julio 1931:
Comienza el Proceso de Beatificación en Barcelona.
16 diciembre 1950:
Pío XII otorga el Decretum laudis al Instituto femenino.
10 mayo 1958:
Pío XII aprueba el Instituto de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de
Nazaret.
25 noviembre 1984:
Juan Pablo II lo proclama beato.
16 mayo 2004:
Juan Pablo II lo eleva a los altares.
HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

España: Curia General: Entenza, 301 - 08029 Barcelona


España: Colegio Padre Manyanet: Carretera de El Goloso, km, 3.780 - 28108 Alcobendas
Italia: Casa Sacra Famiglia: Viale della Primavera, 41 -00172 Roma
Estados Unidos: Holy Family Seminary: P.O. Box 4138 - Silver Spring, Md. 20914-4138
Argentina: Parroquia Jesús de Nazaret: Avda. de La Plata, 2258 - 1437 Buenos Aires
Colombia: Seminario Padre Manyanet: A. aéreo 124 - Chía (Cundinamarca)
México: Casa Josep Manyanet: Morelos, 80 - Bº Niño Jesús - 14080 México DF (Tlalpan)
Brasil: Seminário Padre Manyanet: C. P. 1864 - 80011-970 Cutitiba (PR)
Venezuela: Seminario Padre Manyanet: Apdo. 16074 - Caracas 1011 A

MISIONERAS HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET

Italia: Curia General: Via Leone Magno, 25-27 - 00167 Roma


España: Colegio Montserrat: Avda. Vallvidrera, 68 - 08017 Barcelona
Cameroun: Foyer La Source: B. P. 189 - Yaoundé
Brasil: Noviciado Josep Manyanet: Rua José Bajerski, 929 - 82220-320 Curitiba (PR)
Paraguay: Colegio Nazaret: km. 61/2, Barrio San Isidro - Ciudad del Este (Alto Paraná)
Colombia: Centro Educativo Sagrada Familia: Kra 47, 166-75 - Bogotá DC 1
Ecuador: Colegio Fe y Alegría: Gualberto Pérez, 342. El Camal - Quito
Venezuela: Colegio Nazaret: Apdo. 14065 (Candelaria) - Caracas 1011

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