Abierto robo al bolsillo... Y A LA EDUCACIÓN!

La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se convierte nuevamente en el centro de la

polémica en estos días, pero no tanto por los aberrantes funcionarios que forman parte de esta
institución, no precisamente por algún viaje de Carlos Fernández Gadea al exterior, pagados los
pasajes y viáticos con presupuesto de la Facultad, no por algún viaje de Felipe Huerta (Director
Administrativo de la Facultad) a Cuba, solventado por la Facultad, nada de eso que ya se volvió
cotidiano.

Esta vez, el Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en su sesión

del 17 de diciembre del 2008, plena época de exámenes para muchos, y vacaciones para otros,
decidió aumentar considerablemente los aranceles para el año lectivo 2009. Aprovechando una
época de indefensa estudiantil (los mayores atracos al pueblo se dan en diciembre y enero), las
autoridades de este “honorable” consejo directivo, dieron un paso más en su carrera por asegurar
algunos recursos para sus propios bolsillos, lo cual no estaría nada mal, teniendo en cuenta el
alejamiento del partido de su principal fuente de “leche materna”.

Los respectivos aumentos se encuentran en el orden de un 30% a un 130%, y para dar

algunos ejemplos, tenemos el siguiente cuadro de comparación. (La resolución habla de jornales
mínimos, se utiliza un jornal = 51.607 guaraníes):

Aranceles 2008 2009 Porcentaje

Matriculación anual Gs. 210.000 Gs. 490.266 130%
Matriculación semestral Gs. 150.000 Gs. 283.838 90%
Constancia de estudio Gs. 25.000 Gs. 25.803 Nada
Certificado de estudio parcial Gs. 50.000 Gs. 51.607 Nada
Inscripción a exámenes Gs. 20.000 Gs. 30.000 50%
Traslado a filiales Gs. 75.000 Gs. 100.000 33%
Derecho a Biblioteca e Internet Gs. 10.000 Gs. 10.000
Nada

Hasta el momento no se tienen argumentos válidos, según los dirigentes estudiantiles, para
la suba. Desde el argumento de que hubo un recorte presupuestario, rebatido con documentos que
indican que hubo un aumento considerable de 5 mil millones de guaraníes, hasta uno que indica el
Director Administrativo, Econ. Felipe Huerte, que desde hace 5 años no se ajustan los aranceles,
entonces es lo mismo que haber aumentado 20% cada año, dando un carácter acumulativo a los
aranceles, como si de un juego se tratara.

El día jueves 5 de febrero en la Facultad de Derecho en Trinidad, y el jueves 12 de febrero,

en la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas (Edificio Histórico en el centro), se realizaron
asambleas estudiantiles para debatir sobre este delicado tema que afecta a casi 10 mil estudiantes
universitarios.

La asamblea del jueves 12 concluyó con la planificación una serie de actividades de difusión
y presión, de modo a conseguir la nulidad de este aumento, además de dividir el objetivo en dos
frentes: uno jurídico y otro de presión constante. Apenas terminada la asamblea, se armó una
ruidosa protesta de poco más de cien personas al interior y frente a la sede de la Escuela de Ciencias
Sociales y Políticas, dependiente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
 La protesta subió de tono una vez enterados los estudiantes de la presencia del Decano de la
facultad, Carlos Fernández Gadea, ex ministro de la Corte Suprema de Justivia, con frondosos
antecedentes nunca investigados por un sistema judicial totalmente servil a sus intereses, y al de su
partido. Al grito de “Ooohh, Gadea sos ladrón”, “Yo no pago nada, la UNA no es privada”.

Transcurrida una hora de permanente protesta contra el decano, quién no abandonaba la sede
de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas, los estudiantes fueron retirándose, convocando
nuevamente para el viernes 13 de febrero, a las 13:00 en las inmediaciones de la Facultad en
Trinidad, para demostrar la disconformidad con el aumento, y aprovechando el Examen de Ingreso,
compartir con los futuros estudiantes.

La protesta del jueves se convierte prácticamente en la primera manifestación opositora al

oficialismo eterno en una facultad bastión del Partido Colorado, aún hasta hoy. Una manifestación
que empieza a despertar conciencias, y a despertar sospechas y miedo entre representantes
corruptos, y autoridades nefastas para la educación paraguaya.

Adolf Sauer
Estudiante 3º Semestre
Escuela de Ciencias Sociales y Políticas
Universidad Nacional de Asunción