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LA INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA
EN EL CONTEXTO EDUCATIVO:
ADOPCIÓN DE UN ENFOQUE INTERCULTURAL
1. INTRODUCCIÓN
2. CONTEXTOS MULTICULTURALES
3. LA ADOPCIÓN DE UN ENFOQUE INTERCULTURAL EN EL CENTRO
4. MODELOS DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA. UNA ALTERNATIVA DESDE
EL ENFOQUE INTERCULTURAL A LOS MODELOS TRADICIONALES
4.1. Modelo de counseling (consejo o asesoramiento personalizado)
4.2. El modelo de intervención por programas.
4.3. El modelo de consulta
4.4. Modelo Colaborativo-dinamizador
5. DIMENSIONES SOBRE LAS QUE INCIDIR
5.1. El currículum escolar. Del Proyecto Educativo de Centro a la Programación
de Aula.
5.1.1. Finalidades educativas
La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
1. INTRODUCCIÓN
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2. CONTEXTOS MULTICULTURALES
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Estas situaciones que se han comentado suelen ser las más evidentes, pero tal
como se ha insistido en capítulos previos, la cultura y las diferencias culturales no las
restringimos exclusivamente a grupos específicos como los de inmigrantes, sino que es
preciso ampliarla a todas aquellas otras variables que pueden definir la cultura. De este
modo, más allá de conocimientos estándares, estereotipados, de los diferentes grupos
culturales, lo que debemos promover es el conocimiento de las diferentes variables
personales que caracterizan a nuestros alumnos, teniendo en cuenta qué es lo
verdaderamente importante para ellos en relación a sus grupos de referencia.
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Esperamos que la adopción de una perspectiva intercultural contribuya no sólo a superar algunas de
estas dificultades, sino incluso a valorar muchas de ellas de forma positiva. Aunque sean una limitación
en un momento dado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y se vivan como problemáticas pueden
transformarse en elementos didácticos enriquecedores. Es fundamental no identificar las dificultades con
la diversidad de nuestro alumnado.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
objetivos educativos que son valiosos para todos y que pueden ayudarnos a todos y
todas a desenvolvernos de manera más fácil en los distintos contextos en los que nos
movemos.
Y para terminar con este epígrafe introductorio al resto del capítulo deberíamos
plantearnos una serie de principios básicos como es el de igualdad de oportunidades. En
el capítulo anterior hemos visto que el número de alumnos de otras culturas
escolarizados en los niveles superiores de enseñanza (y hablamos sólo de la educación
secundaria) se va reduciendo gradualmente.
A pesar de ello, sí estamos de acuerdo con Gimeno Sacristán con la idea de que
es necesario comenzar a retomar las utopías, siendo la creencia en la educación uno de
los caminos esenciales para que las cosas comiencen a cambiar.
¿Las dinámicas y procesos que se generan en las aulas son los más adecuados para conseguir
una educación de calidad para todos los alumnos?, ¿cuáles son las dificultades con las que se
encuentra?, ¿qué piensa que debería cambiarse?
¿Los alumnos procedentes de otros países terminan la formación obligatoria? ¿se produce
“mortalidad”? Hable, reflexione, comente con otros compañeros, con profesores de otros
centros cercanos en los que se viva situaciones de multiculturalidad de manera evidente
¿cómo se valora?
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Siguiendo a Aguado (1996) podemos afirmar que los alumnos y los grupos son
diversos, y además desiguales en cuanto a posibilidades económicas, expectativas
vitales y educativas, valores, intereses, lengua. La cultura transmitida por la escuela es
la cultura elaborada por un determinado grupo sociocultural de referencia: los alumnos
pertenecientes a dicho grupo “juegan con ventaja” en el acceso y el uso de los recursos
escolares frente a los alumnos más alejados de ese patrón de referencia, quienes suelen
quedarse al margen de los logros y beneficios que debían derivarse del sistema
educativo.
Ahora bien, esto ha sido una falacia en educación, y de hecho muchos problemas
de fracaso escolar se deben a que los alumnos proceden de ambientes muy distintos al
de la escuela, produciéndose un desfase entre la cultura familiar y la escolar, sin
necesidad de pertenecer a ningún grupo catalogado como diverso. Por ello,
consideramos que tener en cuenta la diversidad cultural de nuestro alumnado, partiendo
de un concepto amplio de cultura, beneficia a todos y todas, y no sólo a aquellos
pertenecientes a grupos culturales específicos, si se partiera de una concepción
restringida de cultura.
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Ni asimilar la procedencia de estos contextos con el fracaso escolar.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Para que la intervención orientadora sea realmente eficaz (en relación a las metas
planteadas), debe tener un marco teórico que fundamente dicha intervención. Por
ejemplo, la concepción del aprendizaje de la que partimos, o los fines que perseguimos
(prevención, desarrollo personal y social, etc.) guiarán nuestras actuaciones (o al menos
deben hacerlo si somos coherentes con esas concepciones de partida). Pero por otro
lado, también los fines educativos del centro (que pueden coincidir o no con nuestras
propias finalidades), así como la cultura organizativa del mismo, condicionan en gran
medida la forma de concebir la orientación y los modelos de intervención desarrollados.
Siguiendo a esta autora, puede decirse que se trata de un enfoque desde el que
abordar las cuestiones referidas al tratamiento de la diversidad cultural en educación,
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También debemos usar este término con cautela – tolerar puede significar simplemente eso, tolerar sin
llegar a respetar o comprender otros puntos de vista.
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entendiendo que esta diversidad se manifiesta más allá de los límites establecidos por
razas, grupos étnicos o nacionalidades y en interacción con otras variables significativas
tanto en la intervención educativa (y psicopedagógica) en contextos educativos formales
como en otros menos estructurados e informales. Desde este enfoque, la diversidad se
considera como una fuerza valiosa y un enriquecimiento mutuo, y no como una
debilidad a superar.
Serían objetivos básicos de toda propuesta de educación intercultural (Galino y
Escribano, 1990; Grant y Sleeter, 1989; Nieto, 1992, Aguado, 1996):
Reconocer y aceptar la diversidad cultural de la sociedad actual y defender la
igualdad de oportunidades para todos los grupos culturales.
Aplicar los principios democráticos de justicia social favoreciendo la
participación democrática.
Analizar las desigualdades sociales entre los estudiantes.
Estimular y facilitar el éxito académico de todos los estudiantes
proporcionando una educación y equitativa.
Ofrecer a los estudiantes la oportunidad de ser críticos y productivos
miembros de una sociedad democrática.
Promover la acción social frente al racismo, la discriminación y la xenofobia.
Valorar y aceptar la diversidad cultural como un elemento positivo para
todos los ciudadanos y ciudadanas.
Fomentar los contactos e interacciones entre grupos culturales diversos
dentro y fuera de la escuela para desarrollar la capacidad de funcionar
eficazmente en medios multiculturales.
Apoyar cambios no sólo ideológicos, sino políticos, económicos y
educativos que afectan a todos los ámbitos de la vida diaria.
Propiciar la adquisición de estrategias interculturales en todos los procesos
de enseñanza-aprendizaje y contribuir a la formación de profesores y
orientadores interculturales.
Extender la propuesta a todos los ámbitos sociales, no sólo al educativo; y,
en éste, no sólo como atención a minorías o inmigrantes; sino a todos y cada
uno de los participantes en educación.
Atender preferentemente a la calidad de las relaciones más que a los medios
y apoyos puestos en juego.
Introducir nuevas estrategias en el aula, metodologías, formación del
profesorado, en el clima escolar y en las relaciones con los padres y
comunidad.
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tanto al currículo como a todas las dimensiones del proceso educativo e implican la
modificación de los contenidos a la vez que de los procesos mediante los cuales se
construye y legitima el conocimiento (Aguado, 1996, 2002).
Figura 4.1. Un medio escolar intercultural basado en el paradigma holístico multifactorial (Adaptado de
Banks y Lynch, 1986:2)
La escuela tiene normas y valores que reflejan y Los estilos de enseñanza y motivación son
legitiman la diversidad étnica y cultural. utilizados según los grupos culturales.
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“Esta relación de ayuda tiene como objetivo prioritario el satisfacer las necesidades de carácter
personal, educativo y socio-profesional del individuo. (...) si bien es eminentemente terapéutica,
puede también tener una dimensión preventiva y de desarrollo personal” (Fossati y Benavent,
1998:71)
En cuanto al proceso a seguir, desde un enfoque clínico, tiene unos pasos muy
definidos (Fossati y Benavent, o.c.) :
- Inicio y estructuración de la relación de ayuda (establecimiento de una relación
apropiada).
- Diagnóstico (muy característico del modelo clínico), o recogida de información
basada en la observación y en la descripción de situaciones y experiencias
(carácter menos clínico).
- Tratamiento en función de este diagnóstico (se establecen planes de acción y se
suele fomentar el autoconcepto, la autoaceptación, y la autoestima).
- Seguimiento y evaluación (realizar los planes establecidos, evaluar el efecto de
la acción).
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Concepto de Programa
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Pero no nos referimos únicamente a los programas que abordan sólo un aspecto
de un área más amplia, por ejemplo - en el caso del desarrollo de la carrera-, aquellos
programas que sólo tengan en cuenta uno de sus elementos, sino también a los que
abarcan todos ellos. En este último caso, tienen mayor potencialidad para integrarse en
la programación general porque son más completos, pero siguen siendo intervenciones
parciales, que por mucho que se quiera y se defienda, es difícil insertar en el curriculum.
No son comprensivos, a nuestro entender, porque no abarcan todos los objetivos
orientadores, no están estructurados dentro de un programa global, ni parten de los
planteamientos educativos o curriculares del centro.
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Estos programas pueden ser muy útiles como material de apoyo a la orientación
y a la tutoría, y aunque lo deseable es que los programas se diseñen en el propio centro,
partiendo de sus características particulares, y con la implicación de todo el equipo
docente; cuando por algún motivo no se ha hecho así, los programas ya elaborados
constituyen una base sobre la cual trabajar, y como fuente de ideas, para adaptar luego
al contexto concreto del centro.
Sin embargo, los esfuerzos de los orientadores para implicar a los tutores, y al
resto del profesorado en la aplicación de estos programas suelen ser infructuosos y tanto
unos como otros terminan frustrándose en muchos casos. Cuando su utilización se
planifica desde antes del comienzo de curso, insertándola en el plan de actividades de
orientación del departamento, o en el plan tutorial, su aplicación es más viable, pero
para que sea eficaz es necesario adaptar los contenidos y actividades a los destinatarios
y a las condiciones del centro. En nuestra opinión, la intervención por programas sin
más, a pesar de su nombre, no constituye un modelo de intervención, si no se cumplen
los requisitos mínimos exigidos al mismo y expuestos anteriormente. La planificación
sistemática de la orientación, y su integración en el currículo y procesos de enseñanza-
aprendizaje han de ser esfuerzos colaborativos en los que se impliquen tanto los
orientadores como el profesorado y demás agentes educativos. Este modelo asume los
tres principios básicos de la orientación: preventivo, de desarrollo, y de intervención, y
por ello es fundamental su adopción en la intervención orientadora, siempre y cuando
no se reduzca a la mera aplicación de programas.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Son diversas las formas en que puede realizarse la consulta y el rol que puede
asumir el consultor (u orientador). A un nivel de máxima generalidad, suele distinguirse
entre consulta mediante experto y consulta basada proceso (Kurpius y Fuqua, 1993), o
dicho de otra forma, entre consultor experto en contenidos y el consultor facilitador de
procesos (Aubrey, 1990). El primero suele centrar su intervención en la solución de un
problema concreto, y dependiendo de los contenidos en que sea experto, proporcionará
algún servicio o producto al consultante en ese aspecto. En el segundo caso, el consultor
es un experto en procesos y trabaja conjuntamente con el consultante para llevar a cabo
el plan de acción establecido.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Pensamos que las anteriores no son las únicas alternativas de intervención que se
suelen dar en los centros educativos, y sobre todo no tienen por qué ser las más
adecuadas. Desde un enfoque intercultural proponemos la necesidad de un nuevo
modelo de intervención, que quizás no sea tan nuevo y que se da con toda seguridad en
muchos centros. Hablamos del Modelo Colaborativo-Dinamizador, que coincidiría con
el que hemos denominado como consulta colaborativa, si bien preferimos el nombre
anterior ya que el término consulta parece asociarse más a la idea de experto y de una
relación jerárquica. Desde esta perspectiva el orientador sería considerado como un
miembro más del equipo docente del centro, y en la mayoría de los casos con una
formación adicional sobre diferentes temas en los que muchos profesores no están
formados. Para que esto sea posible, es necesario que los orientadores estén formados
en competencias interculturales, las cuales abordamos en el siguiente capítulo.
Diferentes técnicas de intervención, estrategias metodológicas, pautas de evaluación,
estarían de la mano de los orientadores, y como iremos viendo más adelante, muchas de
ellas, aunque no las etiqueten como actividades típicamente interculturales, mantienen
un trasfondo totalmente coherente con lo propuesto de este enfoque. Las actividades de
aprendizaje cooperativo, en pequeño grupo entre los alumnos, suelen ser las más
representativas.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
caso entre los diferentes miembros del equipo docente y en colaboración con el equipo
de orientación - son los que deben guiar la labor orientadora y educativa del centro
(ahora el orientador es uno más, un punto de vista más, en un grupo de trabajo, y no un
experto que tiene soluciones para todo, las soluciones en estos casos se buscan entre
todos).
Como afirma Torres González (1996), es preciso asumir que la construcción de una
escuela que pueda dar respuestas a la diversidad de su alumnado, se encontrará factores
resistentes a los cambios que ello implica. Entre estos factores se encuentra la cultura
escolar, en concreto, la cultura individualizada, que predomina en la actualidad. Esta es
la mayor barrera para el cambio, y por ello también el mejor factor de cambio es la
propia cultura. Este cambio debe ser el resultado de un proceso de reflexión interna,
pues si viene impuesto desde fuera, terminará cayendo en el vacío. Se trata por tanto, de
propiciar el cambio desde dentro, mediante la asunción de compromisos personales y
colectivos con la finalidad de mejorar la institución. En este proceso, al igual que en la
asunción de un enfoque intercultural, como veremos en el capítulo 5, juega un
importante papel la orientación, adoptando un enfoque colaborativo.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Su rol de líder consiste en tomar la iniciativa para ayudar a construir una cultura
organizativa basada fundamentalmente en la colaboración y facilitar el desarrollo del
curriculum y la instrucción gracias al conocimiento interdisciplinar que le proporciona
su formación psicológica y pedagógica. Esta función de liderazgo puede realizarse a
través de unas líneas directrices que van a permitir al psicopedagogo establecer las
bases de la construcción de una cultura colaborativa en los centros y desde los centros,
como eje nuclear en torno al cual girarán ulteriores actuaciones, que previsiblemente
favorecerán un adecuado tratamiento de la diversidad (Torres González, 1996):
a) Los principales agentes que determinen el clima del centro son el conjunto de
personas que interactúan en el marco de la organización, a través del tipo de
relaciones y canales de comunicación que se entre ellos, las normas y el grado de
cohesión y distribución de roles y tareas. El orientador deberá dinamizar y
ejercer su influencia en la creación de un clima de colaboración.
b) Los psicopedagogos o psicopedagogas han de ayudar a la comunidad educativa
en el proceso de conceptualizar el modelo. Aunque el profesorado y en general
la plantilla del centro ya tienen un “modelo”, si queremos que realmente se tenga
en cuenta la diversidad de nuestro alumnado, es preciso cuestionar lo existente y
si no está en consonancia será necesario trabajar para el cambio.
Como orientador del centro, ¿como valora la posibilidad de trabajo en equipo? ¿ha tenido
experiencias de trabajo en equipo? ¿cuáles? ¿con qué dificultades se encontró? ¿cuáles son
los aspectos destacables de la experiencia?
En caso negativo, ¿existen en el centro algunos profesores que trabajen en grupo?, ¿por qué
cree que funciona – o no - la dinámica entre ellos? Tenga una charla detallada con ellos,
mantenga cierta curiosidad ante su forma de trabajo, intente aprender de ellos (¿qué hacen
para que las cosas funcionen?, ¿cuáles son las actitudes que consideran esenciales para que el
trabajo en equipo sea operativo?, ¿a qué aspectos es importante prestarle atención?), y si
puede, intente trabajar con ellos. En el caso de que no les haya funcionado el trabajo en
equipo, ¿qué razones le dan?
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Realice una búsqueda de diferentes guías de evaluación. Elabore una escala sencilla y
manejable que le permita mantener una actitud crítica y abierta (las cosas deben cambiar
desde el respeto y la aceptación mutua; las formas de pensar deben cambiar desde el
trabajo en equipo) ante las diferentes actividades y dinámicas del centro.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Localice los Decretos de las Enseñanzas Comunes de las diferentes áreas y para los
distintos niveles educativos a los que se dedica la LOCE. Analice y valore los objetivos,
contenidos y criterios de evaluación que se proponen, para aquellas área o áreas por las que
tenga un mayor interés (todos los decretos están a su disposición en la página web del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: http://www.mecd.es )
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
sobre todo garantizar una igualdad real de oportunidades (de inicio, proceso y de
resultados) que favorece la inclusión de todas las personas en el contexto o contextos en
los que le ha tocado vivir. Es necesario garantizar y posibilitar unos logros básicos que
posibiliten posteriormente una mayor libertad de elección.
Es necesario por otro lado atender a las diferencias culturales de los distintos
grupos con los que trabajamos. Esto no quiere decir que debemos reducir el currículo
posteriormente a estereotipos específicos de los distintos grupos, sino favorecer
distintos puntos de vista, distintas interpretaciones de las realidades. Lo veremos con
mayor detalle en el siguiente apartado.
Por supuesto, todas estas finalidades deben tener una continuidad clara en las
concreciones posteriores del currículo y en las prácticas educativas que se desarrollan en
el centro.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Desde una perspectiva intercultural, y desde el nivel del centro, la labor del
orientador puede resultar fundamental. Este tipo de documentos, con demasiada
frecuencia, tienen un carácter principalmente burocrático. Es decir, son documentos que
se elaboran para cubrir el expediente y presentarlo a las instancias superiores en los
casos en que sea preciso. Normalmente, se realizan por unas pocas personas, de manera
aislada, y suelen tener poca relación con lo que posteriormente se hará en las aulas. Es
preciso por tanto cambiar las dinámicas intrínsecas en estos procesos de construcción y
adecuación de los currículos a las características y necesidades específicas del centro y
del contexto en que éste se encuentra. Para ello, de nuevo la posibilidad de acoger un
enfoque colaborativo en el que participen el máximo posible de profesores y profesoras,
- lo ideal sería todos -, resulta esencial. Se pueden realizar diferentes grupos de trabajo,
por área de conocimiento por ejemplo, que ayuden a determinar objetivos y contenidos
específicos, así como las diferentes formas de trabajo y evaluación que se propongan.
Es necesario una serie de presupuestos mínimos compartidos entre todos, y favorecer un
debate continuado y la revisión de todo el proyecto.
Debemos ser conscientes también de que las modificaciones que se realicen son
difíciles de establecer. Modificar las concepciones, las formas de hacer del profesorado,
es un trabajo bastante difícil, ya que tendemos a organizar y entender la realidad de
maneras bastante rígidas y estables. Por lo que es preciso comenzar a introducir formas
de pensamiento más flexibles.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Estos contenidos deben adecuarse, al menos, a los diferentes grupos que acceden
o viven en el contexto cercano. Normalmente, los contenidos que se trabajan son
aquellos que tienen una clara relación con el bagaje cultural del grupo dominante. En la
mayoría de los casos no se tienen en cuenta las aportaciones de otros grupos, y cuando
se hace, se suelen minusvalorar o presentarlas de forma paternalista. Algunas
iniciativas específicas son por ejemplo, incluir en historia aspectos específicos y
positivos sobre el pueblo gitano, etc. La inclusión en los currículos de este tipo de
contenidos puede favorecer que los alumnos de los diferentes grupos comiencen a verse
reflejados como elementos importantes del currículo escolar, y no segregados. La
incidencia que este tipo de dinámicas puede producir sobre las identidades y
expectativas de los diferentes alumnos puede ser bastante importante.
Ahora bien, un riesgo que se corre con la inclusión de este tipo de contenidos es
el de resaltar o caer en la construcción fácil (mucho más fácil de lo que pensamos) de
estereotipos sobre los diferentes grupos. Este conocimiento sobre las diferentes culturas
puede ayudarnos a mejorar la visión que tenemos sobre otras personas con diferentes
formas de ver el mundo, pero a pesar de ello debemos siempre resaltar el hecho de la
individualidad que está siempre presente, que aunque modulada por la historia personal
y bagaje cultural de cada persona, no debe encasillarse en categorías cerradas y
definidas a priori.
La mayoría de los hechos que suelen darse como contenidos en nuestras aulas,
suelen exponerse y plantearse desde una única visión. Sin embargo, en muchas
ocasiones es posible realizar diferentes miradas sobre un mismo acontecimiento, desde
diferentes puntos de vista. Estos hechos son en muchos de los casos construcciones
sociales (sobre todo en relación a los contenidos de historia ¿quién escribe la historia?
¿desde qué punto? ¿con qué intención?), cuya forma de presentarse y transmitirse
pueden cuestionarse y plantear construcciones alternativas. Este tipo de esfuerzos
conlleva mantener una participación continua del alumnado en las dinámicas del aula,
promoviendo la realización de trabajos de investigación, por encima de una postura
pasiva, receptiva a la información que el profesorado puede ofrecer. Es preciso fomentar
una actitud crítica ante las informaciones que recibimos (tanto de los libros de texto
como de los medios de comunicación).
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Analice cuáles son los objetivos y contenidos que se trabajan en diferentes áreas
del currículo. ¿Qué tipo de objetivos se proponen?, ¿son coherentes con el enfoque
intercultural?, ¿por qué?, ¿introduciría otros?, ¿cuáles? En cuanto a los contenidos: ¿Qué
visiones se ofrece de la realidad?, ¿todos los grupos se sienten representados o se ofrece
una visión específica de la realidad?, ¿qué otros puntos de vista podría introducir?
Adapte una unidad didáctica cualquiera, con la que se sienta más cómodo, a los
presupuestos del enfoque intercultural. Mantenga e introduzca aspectos específicos
relacionados con las estrategias metodológicas y de evaluación que posteriormente
señalamos.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Este tipo de estrategia puede resultar muy adecuada, siendo por supuesto el ideal
hacia el que dirigirnos, pero conlleva una serie de dificultades. Se precisa un equipo
fuerte de trabajo, así como una autonomía y formación muy específica del profesorado.
Pero una de las desventajas que conlleva este tipo de actuación, es que los
contenidos se trabajan exclusivamente durante un horario muy determinado, se limitan a
unas cuantas sesiones. Nada garantiza que posteriormente, en las diferentes áreas de
aprendizaje se vuelvan a tener en cuenta. Podemos dejar la hora de tutoría, y comenzar
la siguiente clase de matemáticas olvidándonos de las estrategias y metodologías
propias de un enfoque intercultural. La adopción de este enfoque va más allá de los
contenidos específicos y se refleja sobre todo en las formas de hacer y de estar, no
puede alcanzarse a través de programas específicos. Si volvemos a la definición del
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Algunos de los materiales específicos y/o programas que puede encontrar en el mercado
son:
- Calvo Cuesta, R.; Castiello, C.; García Gutiérrez, J.; Nicieza Fernández, J.; Peréz
Mota, R.; Reguera García, A. (1996). Materiales para una educación antiracista.
Madrid: Talasa Ediciones (Grupo Eleuterio Quintanilla).
- Colectivo AMANI (1994): Educación intercultural: Análisis y resolución de
conflictos. Madrid: Editorial Popular.
- Colectivo AMANI (1998) Análisis y resolución de conflictos interculturales.
Comunidad de Madrid: Consejería de Educación y Cultura.
- Díaz-Aguado, M.J. (1993) Educación y desarrollo de la tolerancia. Madrid: MEC.
- Lluch, X. (2000) PLURAL – Educación intercultural 12/16 Tandem Edicions.
- Morales Puertas, M. (2000). Convivencia, Tolerancia y Multilingüismo. Educación
Intercultural en Secundaria. Madrid: MECD-Narcea
Y por último, una estrategia que pretende subsanar las desventajas de las dos
anteriores es la estrategia intermedia. La estrategia intermedia se concibe (Repetto,
Téllez y Beltrán, 2002) como la utilización inicial de un programa como excusa y
estrategia formativa que el profesorado y el equipo de orientación pueden utilizar para
comenzar a introducir de manera gradual los diferentes contenidos en el currículum. Se
puede prestar atención a diferentes bloques de contenidos; y posteriormente, mediante
grupos de trabajo, cursos de formación y lecturas especializadas, seguir proponiendo
diferentes alternativas de intervención que ayuden a modificar las formas de entender la
enseñanza y la educación por parte de los profesionales del centro e incidir,
gradualmente, en las prácticas específicas que en el mismo se están desarrollando.
Así, por ejemplo, los programas y las actividades pueden servir como punto de
partida para desarrollar actitudes positivas hacia la diversidad, prevenir y reducir
prejuicios y estereotipos, contrarrestar el racismo, desarrollar habilidades comunicativas
y de trabajo cooperativo y en equipo, pero es preciso que nuestra propia metodología de
enseñanza y otras dimensiones como son los agrupamientos, las interacciones que se
establecen entre el profesorado y con el alumnado, el material utilizado respondan
también a los presupuestos básicos del enfoque intercultural.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Esta comprobado que una de las causas del fracaso escolar de los alumnos es la
distancia entre el conocimiento que se ofrece en la escuela y el bagaje y experiencia
propio de referencia de los alumnos (Jordán, 1998). Es necesario por tanto llegar a
conocer cuáles son estas concepciones previas de los alumnos y procurar acercar lo más
posible nuestra actuación a los mundos de referencia de los alumnos.
Una sorpresa que nos hemos llevado (Téllez, 2004a) ha sido comprobar la poca
incidencia que tienen este tipo de dinámicas en los centros escolares. Pensábamos,
sobre todo después del impulso dado a este tipo de constructos a partir de la reforma
educativa anterior, que la activación del conocimiento previo era algo comúnmente
asumido y aplicado con regularidad. Sin embargo, el contacto con distintos profesores y
profesoras en los últimos años nos ha demostrado que esto no siempre es así, que
aunque los profesores tienen claro este principio, no lo suelen aplicar; si bien valoran las
dinámicas conducentes a conseguirlo como muy positivas, y en la mayoría de los casos
como muy novedosas.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Con este tipo de dinámicas se llega a tomar conciencia de las ideas que tenemos
sobre el tema. En este hecho también queremos pararnos. Es necesario hacer tomar
conciencia, qué sabemos, cómo lo sabemos, en qué nos hemos equivocado. La actitud
que debemos tener por supuesto nunca debe ser despectiva, sino que debe basarse en la
reflexión. Cuando veamos que los alumnos tienen alguna idea equivocada (desde
nuestro punto de vista) 4 , podemos pedirles que expongan sus argumentos, que la
justifiquen, y generar la discusión y la aportación de nuevos puntos de vista; con
simples preguntas a los demás alumnos del tipo ¿qué pensáis? se puede recuperar la
dinámica en el aula. La participación y la motivación de nuestros alumnos se verá
incrementada.
Con este tipo de dinámicas, además de ayudar a los alumnos a que tomen
conciencia sobre sus propias ideas, podemos ayudar a complementarlas con las de los
demás. Algunos saben menos que otros, éstos últimos se pueden ver favorecidos por las
ideas de los primeros. Todos tienen algo que decir, y es necesario favorecer esa
participación.
4
Hay aspectos que pueden estar equivocados en función de nuestros esquemas, pero es preciso ponerse
en el lugar del alumno, conocer su razonamiento, sus esquemas de partida, y asegurarnos antes de afirmar
que un concepto o una idea es errónea...
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En los momentos en los que exista discrepancia entre los alumnos, se debe
favorecer el diálogo, manteniendo una serie de normas mínimas de respeto hacia las
opiniones de los demás, hacia el turno de palabra. Con todo ello, estamos consiguiendo
también desarrollar algunas de las competencias interculturales más necesarias, las de
comunicación, empatía y respeto hacia los demás. Son dinámicas sencillas que integran
un gran número de presupuestos detrás (aprendizaje significativo, construcción social de
significados, desarrollo de valores y actitudes tolerantes y de respeto, desarrollo de
habilidades comunicativas).
Los profesores que ya han trabajado la activación del conocimiento previo y los
alumnos que están acostumbrados a la dinámica, suelen introducirla de manera ágil y
cotidiana: “venga… esas cabezas funcionando… ya….”. Se favorece la participación y
un clima lúdico que favorece la participación y la puesta en común de las ideas que los
alumnos tienen (Téllez, 2004a).
Este tipo de dinámicas precisa una actitud bastante abierta por parte del profesor.
Debe ser el primero que favorezca la participación, y debe ser el primero que respete, y
que promueva ese respeto, hacia cualquiera de las ideas que se planteen, por muy
disparatadas que sean.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
servirnos tanto para activar los conocimientos como para establecer las relaciones
necesarias entre lo que sabíamos y lo que hemos aprendido.
Hay cosas que somos capaces de hacer nosotros solos, pero con la ayuda de
otros, somos capaces de realizar muchas más cosas de las que lo somos
individualmente. La actuación educativa, mediada tanto por los profesores como por los
propios alumnos (en esto se basan principalmente las estrategias de aprendizaje
cooperativo, que desarrollamos más adelante) se debe dar en la Zona de Desarrollo
Próximo, en ese lugar de desarrollo intermedio entre lo que somos capaces de hacer
solos y lo que somos capaces de hacer con la ayuda de otros.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Uno de los mayores temores que suelen presentar los profesores en secundaria, y
sobre todo, cuando el número de alumnos de diferentes procedencias es algo más
elevado de la media, es la influencia que esto puede generar en las dinámicas del aula.
Se suele pensar que se producirán fuertes problemas de disciplina que resultan
difícilmente asumibles.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
En nuestro país, los modelos más acogidos en este sentido son aquellos que se
han apoyado en los presupuestos de la educación especial. Tradicionalmente la
educación especial se ha organizado como un modelo educativo paralelo al ordinario.
Con los planteamientos integradores se comienzan a proponer posturas diferentes;
alternativas que comienzan a favorecer este tipo de dinámicas son las Aulas Especiales
en los Centros Ordinarios (los alumnos mantenían sus aprendizajes en este tipo de aulas
y tenían poca o ninguna relación con el resto de los alumnos del centro) o de manera
menos restrictiva las Aulas de Apoyo a la Integración (el alumno pasa parte del tiempo
de escolarización en el aula de apoyo recibiendo la atención especializada de uno o
varios expertos).
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Es por ello, que desde un enfoque intercultural debemos tender más a modelos
integradores, a lo que en los últimos años se está denominando Aulas Inclusivas. Este
tipo de planteamientos proceden también de la educación especial, se trata de llevar los
postulados de la integración al máximo, todos y cada uno de los alumnos tienen cabida
en el aula ordinaria, y es ahí donde deben recibir una enseñanza de calidad. Este tipo de
dinámicas quizás aún presentan bastantes dificultades para llevarse a la práctica (dado el
nivel de formación del profesorado, los recursos con los que se cuentan, la organización
que suelen presentar las aulas), pero probablemente se podría ver favorecido si se
recondujeran las inversiones tanto económicas como de personal que se hacen en los
centros. Los apoyos realizados por el personal especializado en las aulas de
compensatoria se podrían realizar dentro del aula, contando además con la colaboración
de los propios alumnos. Aún hoy sigue habiendo una cierta tendencia a mantener el aula
cerrada a otros. Las ventajas que pueden implicar son mucho más que las desventajas,
cuatro ojos ven más que dos, y cuatro manos llegan a más sitios que sólo dos. La
planificación se podría realizar de manera coordinada, podríamos autoevaluar nuestra
actuación como profesionales, buscando alternativas de actuación que probablemente a
uno sólo no se le ocurrirían, los vínculos afectivos y de amistad que se establecerían
entre los distintos profesionales serían mucho más estrechos, y los beneficios que los
alumnos recibirían también serían mucho más intensos.
Analice la ley educativa (LOCE) (está disponible en la página web del Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte: http://www.mecd.es). ¿Cuáles son los presupuestos que
asume? ¿realice una lectura crítica? ¿cómo valora la cultura del esfuerzo que propone (desde
esa postura sobre quién se descarga la responsabilidad del aprendizaje)? ¿cuáles son las
alternativas que se proponen para atender a la diversidad y al alumnado extranjero?
Valórelas de manera crítica.
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Otro concepto con el que debemos tener cierto cuidado es con el de integración.
De nuevo, desde la educación especial se suele señalar y considerar como muy válido
dicho concepto, ya que favorece que los alumnos con algún tipo de discapacidad se
incorporen a la escolaridad ordinaria y así como puedan llegar a llevar una vida lo más
normal posible. En el terreno de la atención a las diferencias culturales este tipo de
conceptos comienza a plantear una serie de dificultades: ¿qué significa llevar una vida
lo más normal posible?, ¿quién define dicha normalidad?, ante este tipo de
planteamientos se han propuesto sobre todo alternativas asimilacionistas. Los miembros
de grupos minoritarios deben prescindir de los rasgos definitorios de su identidad como
miembro de un grupo determinado para integrarse en un grupo social mayoritario que le
acoge. Ante estos planteamientos es necesario volver a recurrir al concepto de cultura
que ya hemos desarrollado en el capítulo primero, concebirla como algo cambiante,
dinámico y en continua evolución. La interacción y el respeto a las diferencias está en la
base de lo que podemos llamar integración intercultural, es necesario mantener una
atención adecuada a estas diferencias y conseguir así que se mantenga un cierto
equilibrio entre las diferentes formas de entender el mundo.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
Para que los grupos de trabajo funcionen es preciso que se den algunas
instrucciones básicas. Lo fundamental para que el grupo sea operativo es que todos los
alumnos lleguen a comprender aquello sobre lo que se esté trabajando. Todos deben
participar, y los miembros del grupo se deben responsabilizar del aprendizaje del resto
de los compañeros. Es una visión que prioriza la atención hacia el otro más que hacia
uno mismo.
Otra de las reticencias que se suele plantear en relación a este tipo de trabajo es
la menor incidencia que puede tener sobre el aprendizaje de los alumnos más
aventajados. Se suele argumentar que se entorpece el aprendizaje de los alumnos que
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
más saben, se reduce el ritmo de los mismos. Este tipo de valoraciones tampoco tienen
por qué ser ciertas. Por el contrario, en las sesiones de trabajo cooperativo se ven
beneficiados todos los alumnos. Los menos capaces (y apoyados en los presupuestos de
Vygostky sobre la ZDP) tienen algunos mediadores que le ayudan y prestan conciencia
para mejorar su aprendizaje, y más aún cuando una de las consignas que se proponen es
garantizar el aprendizaje de todos. Los alumnos más capaces precisan tomar conciencia
de todo aquello que saben, ser capaces de organizarlo y verbalizarlo. En estas ocasiones
otra de las consignas que se puede dar es que los alumnos no deben dar la solución, sino
ayudar al otro a descubrirla. Este aprendizaje de mediación también se debe ir
aprendiendo gradualmente. Estas dinámicas de tutorización no tienen por qué darse
siempre en este sentido, es decir, del más capaz al menos capaz, sino que es posible
invertir los roles, poniendo la responsabilidad en ocasiones en los alumnos menos
capaces influyendo esto en la percepción que de sí mismos estos alumnos tienen.
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
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La orientación educativa desde una perspectiva intercultural
Debemos tener cuidado con el tipo de actividades que señalamos. Al igual que
hemos planteado desde la estrategia aditiva, de intervención por programas, en
ocasiones se plantean actividades muy puntuales que pueden tener poca incidencia Un
claro ejemplo es el siguiente:
La semana o el día intercultural: se realizan con la intención de acercar las
diferentes culturas. Se suelen centrar en aspectos folclóricos o gastronómicos, y
es por ello, que se le ha llegado a denominar pedagogía del couscous. En cierto
sentido puede favorecer este primer acercamiento, y no son actividades que
tengamos que desechar de antemano. Pero debemos ser conscientes de que no
podemos quedarnos sólo aquí. El desarrollo de competencias interculturales
conlleva un proceso más largo y duradero, como el de la propia educación, que
debemos integrar en las dinámicas cotidianas del aula.
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Durante los últimos años hemos elaborado una guía de formación del profesorado, la Guía Inter. En ella
se tratan temas relativos a diferentes tópicos educativos (teorías educativas, políticas educativas,
organización del aula y el centro, estrategias de enseñanza y evaluación, relaciones con la familia y la
comunidad, etc.). En el módulo dedicado a la evaluación puede encontrar diferentes estrategias y
alternativas (véase también lo relativo al resto de contenidos). La Guía la puede descargar gratuitamente
en la siguiente dirección web: www.uned.es/interproject o en www.uned.es/grupointer
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La intervención psicopedagógica en el contexto educativo: adopción de un enfoque intercultural
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