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CUANDO OS HABLO DEL CIELO.

9 de abril de 2013 -Tenis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dnde viene ni a dnde va. As es todo el que ha nacido del Espritu. En Pascua nuestra tarea es nacer de nuevo, nacer del Espritu. Hay que escuchar el viento que sopla y que nos llevar a caminos insospechados. En la vida hay quien acta por temor, se previene de ofender a Dios, pero no est dispuesto a que Dios le cambie sus planes. Esa no es la vida en el Espritu. Mucha gente procura ser buena, conoce los mandamientos y los cumple, pero no quiere escuchar a Dios. La cruz es un adorno, pero no acabamos de creer en ella. Lo mismo que Moiss elev la serpiente en el desierto, as tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en l tenga vida eterna. El crucificado es el resucitado y nos manda el don de su Espritu para nuestra vida. No nos manda un espritu de temor, sino de hijos. S que a veces nos es complicado de entender, que viviendo en Cristo somos ms felices en esta tierra y caminamos hacia el cielo. Parece que la vida en Cristo es renunciar a los placeres terrenales para una esperanza futura, es decir: Fastdiate que luego gozars. Sin embargo primero hay que entender esta vida para llegar a intuir la futura, hay que nacer de nuevo y creer cuando Dios nos habla de la vida en esta tierra para entender la vida del cielo. En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentan lo mismo: lo posean todo en comn y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tena. Los apstoles daban testimonio de la resurreccin del Seor Jess con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que posean tierras o casas las vendan, traan el dinero y lo ponan a disposicin de los apstoles; luego se distribua segn lo que necesitaba cada uno. Qu maravilla sera en estos tiempos en que tanta parte de la humanidad pasa necesidad y muchos bienes estn reservados a muy pocos! Por qu no es posible? Porque seguimos sin creer de verdad en Jess ni en el cielo. Ojal en Pascua cada uno cambiemos nuestro corazn! Nos encontremos con Jess resucitado, pidamos humildemente el don del Espritu y le dejemos que sople por donde quiera y nos lleve a donde le de la gana.

Mara, nuestra madre del cielo, colabora plenamente en el plan de salvacin, no pone condiciones ni se convierte en asesora de Dios, simplemente hace lo que l dice. Que ella nos ayude a nacer de nuevo.

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