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oH Sauny souang-euopoIRG, sopied SOUOIOIPA Ng oulsT7euoreu PP seliooL (soropeyidutos) Jpemsey, grpuy-eL1g youuelsed [ID zL89z0 Tile oxginal: Théorie du nationale, Nation, nationale Publicado en francés por Editions Kimé, Paris Traduecidn de Antonio Léper Ruiz Esta traduccién se ha levado a cabo ‘con la ayuda del Ministerio de Cultura frances Cubierta de Vietor Viano © de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibériea, S.A Mariano Cubi, 92 - 0802: Editorial Paidos, SAICR, Defensa, 599- Buenos Aires. ISBN: 84-7508. Deposito B.29.357/1993 Impreso en Grafiques 92, 8. ‘Torrassa, 108 - Sant Adria del Besés (Barcelona) Inpreso en Espana - Printed in Spain SUMARIO. La Teoria de la nacién y sus ambivalencias 9 Gil Delannoi Naciones ¢ Iustracién, filosofias de la nacion antes del nacionalismo: Voltaire y Herder ...sesesccuesves 1D Gil Delannoi Légicas de la nacion 0.06.6 ceceeestersssesses 37 Alain Renaut EI nacionalismo de los «naci para la historia de las ideas pol Pierre-André Taguielf tase. Un problema ‘as en Francia ..., 63 Nacionalismo a la francesa . Pierre Birnbaum Los modelos ex del nacionalismo. Revision critica veceeeeees 203 Christophe Jaffretot Etnicidad, nacién y contrato so John Crowley Viejos imperios, nuevas naciones [«Old empires, new nations», tomando Communities, reflections on the origins nationalism, Londres, Verso, 1993, pigs. 50-65.) Benedict Anderson (edoang 2p ‘ory aed saynbyen9 ua ‘uptsuan9 sod ‘olny 8) se>tspury se] uo oproeu ora {(e}109) uo souaut yp) osdonn> siuawzemnd usiy10 ap Buosiad :o1}049 “1 2] anb ap sepnp ered sauozes seuang Key ‘zeny opundas ug ‘pnua] e] ap wopsan> 2] epeooaa any wiamnbys qu ‘so[euoTSeu sauoIDeIaqI| 8990991 8189 9p UOISeD0 UoD ‘anb ‘orseJ9 UD ‘souTEDZOUOIIY WENT -equio9 anb so] 8 soyjanbe anb sousguo soussrur soy uejuat f enugy eustm vy uege|qey onb savas 10d sopiaimp £ sop “epuny worany < 'so}jots9 tes3 ‘soplun sopeisg so] osnjsut ‘sop -eisy $0182 SOpoy, “sapeLraduy stfodgnowi sns ap eqeiouasay1p sof ou enaiuay yy ‘sejourdsa seruojos senduue se] op 0 soprun sopeisg Sof ap ‘Seg [op en os eA “esMy JOULE UY ‘offs ap Sopeipaur 9p soodoana soussijeuoroed so] 9p ojdunafa 2 20d epnp ws sopinyut opersewiap ‘ow -o1D8U [ap Up|su99Se e] a1G0s soadomma SoIpMs9 Soyo Ua SOP ‘eiSaptatad soxo19¥y Sop $0] 40d ojuanu1oeu ns x2914dx9 ajqisoduit seo eases anb so XTX [9p Sordiounsd £ TAX o18s [9p sopEUTy 9p Souwoproure sopeisy Soaonu so] satuesazaiut ue} aDey aNb OT uosuopuy toipauage aod SANOIOVN SWANN ‘SORIAAWI SOFSIA somaya 312. Teorias del nacionalismo tesis de Nairn, tan convincente por otra parte, se aplique a la mayor parte del hemisferio occidental; segun esta tesis:? La aparicién del nacionalismo, en sentido especifica mente modetno, estuvo ligada al aprendizaje politico de las clases populares. Aunque se hayan mostrado algunas veces hostiles a la democracia, los mo lista i esfuerzan por estimular y canalizar las energias populares a fin de sostener los nuevos Estados. En América del Sury en A\ al menos, las xc medias» a la europea eran casi insignificantes a finales del siglo XVIIL Tampoco habia gran cosa que se pareciese a una intelec- tualidad, Pues cen esis apacibles tiempos col ra novela hispanoamericana se publicd en 10 después de que hubiesen estallado las guerras de indepen. dencia. Esta claro que sus lideres eran algunos grandes propieta- fos, aliados con un menor nimero de comerciantes y algunas corporaciones (abogados, militares y funci Lejos de «integrar a las clases populares en la vida politica», uno de los factores-clave que aceleré inicialmente el movi tohacia la independencia en paisestan importantes como Vene- zucla, México y Pera, fue el femor a que las clases populares se sen, €8 decir, que los indios y los es 2. The Break-up of Britain, pig. 41 3. Gerhard Masur, Sion Bel 17 ss, Estas pro- ia metrOpoli monopolizaban las ‘grandes funciones comerciales ¥ vas, mientras que la propiedad rural era enteramente acces los, 5. Sobre este punto exisien evidentes analogias con el nacionalismo “boer= un siglo mas tarde. Viejos imperios, nuevas naciones 313 universal» segiin Hegel los criollos de cualquier apoyo En el Pent, estaban atin vivos los recuerd dirigido por Tupac Amaru (1740-1781 VOuverture dirigié una insurree logré fandar en 1804 la segunda rep hemisferio occidental y aterroriz6 a excl tampoco que muc tas de las Trece Colonias eran grandes propieta El mismo Thomas Jefferson formaba parte de I virginianos a los que exasperé el gobernador indo pi clams que los esclavos que se separaban de sus sefiores sedicio- sos eran en adelante libres."* Es interesante observar que si Madrid habia logrado por la fuerza a Venezuela de 1814 a 1816 y mantener margen hasta 1820, era gracias al primer caso, ¢ indios en el segun 6, Acaso haya que recordar que Tupac Ama toda dependencia del rey de Espafia. Ely sus tro Pero también algunos Blancos yalgunos mestizos 9. Did. pag. 224. 10, Edwards S. Morgan, eThe Heart of Jeffersons, 7 of Books, 17 agosto 1978, pig. 2 ed ma “Lt 195 anb senuotur ‘Joueds> oxida uoqgeronieng'19¢ 38d" pIg7 91 -oroyousq omd vero S101 [ppseuespoure sepauisoud seo reg) MOAR UOOUIUY YSTEMS. DY "YER 2509A ‘enboys ap epuo eun uoress9 ‘9gz1 soue so] ap soyeuy # esoouaay UOFINIOADY B] ap UOTIEIOTUL a|qeIOANT, E] sondsop “O21 Soue SO] ap s>[eUy v SeIUO[O5 999A SB] ap BSOLI -o1914 UOWaqau eT "|e1U9p1990 edosng v ua sepronpoad seony[od Aseaquroios9 seupssop seaanu sey 9p uo[stunstes Py eqeIa|IeK eqenp199y ‘stjodoziow sns anb esnyjno eurstur ey & ensua} eursyuL | uetuar seueoLtoure seiuojo9 se] anb e epeumns ‘seonugpesueL souo}se2]UNWOD se] ap BOf>UI E| anb OSopNp s9 ov0duIEL, .OELT A OTLT 22149 opts erqey of onb I8L1 OftaDap [2 a1ueINp S94 'S9IBIDIDWIOD 5 ja19 BUN VOI OpNErAr so] ‘soysond Ul SoAaTU 9919 PLIPEWY ‘SeoLI9WY se] ap eIsIMbUOD epunsos be] Sanaa & alu@uieonseades ure] aS and O] ap UOIseI0 HOD “SEIT -ouo sonueutwiop s9se]> se] 8 o12inbur 9 osadsexd ‘onisnuy (BELT 6SLI 9p) IITSOHeD copensnpt eiodsop» zeay9 [9 10d epeotioesd vonjod ey anb epnp epot op exony visa “sepronpe omuawaraort 09 SpUu S9UOZ SOP SH] OS 1 P| ap sexopedioueus3 svapt se] ap uo1seedoud e puipew 9p opecioja4 josnu0> fq asoperedas sop e1Sq O|POISOIp uo ayusunEDsraq oWUDUUEI 9s 50] “np ayqniso oprooueuzad eyqey anb ‘oum>qsoure0u [9 nb 10g? ceia{uenxe eun owios ‘weqesy se] soze] some anb Fy Ig ssuorseu seaonu ‘sonisdut soft, eg fed 1s PUP suorny ‘wostey, UoIag 25094 “euEdsa O4 & «seuedsy ses opuays ‘pesn oueigs [> AHA OVA [9 “O9}UG 90 $9 OULD FE "ita | 89 operas es ‘019s afesed 1g “942 “Bp “suormpoaay wnonup-ysminds 247 “yous BE K Gz ‘LOZ-B02 ‘St sApd YsHOg sojuasard souore|god se sepo} 8 sepu: sojjouio soun woxeur8u10 ‘jourdsa ue souoroe|god seisea uejaqu0> anb anb tog? ¢soadoana so] ap wsoseur “euorseu ns ap sooodad uri suiso oquowiestoaud uosoAm soureypod ‘soiaqeyjeue soypanbe © sea -yqnd se] anb ap .tesad ¥ 0159 X) 49s uagap & mag [2p souepepnts K softy os ‘sour*; Sopmutny) 498 vs vigap OU souo} -eoyourvozogy seisnuopusdaput s ‘oduran ojue} aseanp ‘cust vodoana soouoiue eisuaiod ‘eu! vj anb Jp ‘Seuapy ,- 316 Teorias del nacionalismo Mas que cualquier otra cosa, el generalizado republicanismo de las comunidades descolonizadas confirma esta «revolucion cultural." En ninguna parte de las Américas se intenté seriamente reconstituir el principio dinastico, salvo en el Brasil; ¢ incluso alli, bubicra sido impensable si cl soberano de Portugal en persona, huyendo de Napoledn, no hubiese emigrado en 1808. Permaneci6 alli trece anos y, antes de volver a su casa, hizo coronar a su hijo Pedro I rey del Brasil. Sin embargo, el autoritarismo de Madrid y el espiritu liberal, indispensables para comprender el origen de la resistencia en Jas Américas hispénicas, no explican por quése revelaron psico- logicamente plausibles y politicamente viables unas entidades -omo Chile, Venezuela y México;”* ni por qué San Martin decre- t6 que algunos indigenas fuesen identificados por el neologismo eperuanose, Estas razones tampoco explican los sacrificios con- sentidos. Pues, si bien ¢s cierto que las clases dominantes crio- llas, en cuanto formaciones sociales hisioricas, se beneficiaron de la independencia a largo plazo, muchos de estos criollos, de care y hueso, quedaron arruinados entre 1808 y 1828. (Para ¢ar sélo un ejemplo: durante la contraofensiva de Mad! 1816 «mds de los dos tercios de las grandes familias de tarios rurales de Venezuela sufrieron duras confiscacio- nes»,)® Y casi otros tantos dieron su vida por esta causa. Que ‘unas clases tan favorecidas se hayan sacrificado tanto hace pensar. Algo mas? Para empezar, es cierto que scada nueva repiihti- ca sudamericana habia sido tna unidad adiministrativa del sigio XVI al XVI." A este respecto prefiguraban los nuevos Estados africanos, y asidticos en algunos casos, de mediados del siglo 18. En muchos lugares, la Constitucién dela Primera Republica Venezo- Jana (1811) reproduce palabra por palabra la Constitucién de los Estados Unidos. Véase Masur, Bolivar, pag. 131 19.” Lo mismo podria decirse de la sctitud de Londres en relacisn con las Trece Colonias y de Ia ideologia de Ia revolucion de 1776. 120. Lynch, The Spanish-American Revolutions, pag. 208; véase Masur, Bolivar, pigs. 98:99 y 231, 21. Masur, Bolivar, pag. 678. Viejos imperios, nuevas naciones 317 XX, y se distinguian de los nuevos Estados europeos de fi del XIX de princiios del XX Alprinegia kas nae regiones administrativas, que se remontaban militares, eran bastante arbitrarias, Pera, con ¢ maron por raones geogifias, pel _ Lainmensidad del imperio hispa ano, laextremada diversidad de los suelos y de fos climas sobre toda las onan, mes dificultades de comnunicacién en la época preindustrial reforzaron Ia individualidad de estas unidades ach (En Ia era colonial se tardaba cuatro meses en navegar de Bue. nos Aires a Acapulco, y el regreso era atin mas largo: en ir por visgereee de Buenos Aires Santiagose tardaba normalmen as comerciales dle Madrid trataban a las fas como zonas econdmicas aisladas, «Es. sropoli e incluso las diferentes partes del comtinene 1 debien comerciar entre si. Los bienes americanos que iban dein lado de América a oro debian transitar por los pucrios eopanelec gk, marina espasiola tenia el monopolio del comercio com las colo nias».# Esta experiencia puede explicar por qué suno de lov principios fundarentales de ta re Wr american feo suti possidetis, por ef cual cada nacion debra preserv p debia preservar el statu uo de 1810, ato en que empezs el movimiento independent. Contribuys esta experiencia, con segurid: : cia, con seguridad, a hacer la cfimera Gran Colombia de B ss Provincias Unidas del Rio de la Plata en sus elementos iniciales (hoy, por una parte, Venezuela, Colombia y Ecuador, y, por otra parte, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia). No obstante, ent sf vonas econémicas, geograficas 0 politico-a tallar

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