Aprendizaje Esperado: Explicar los principios básicos de la economía.
Principios Básicos de la Economía
Las personas, las empresas, el gobierno y la sociedad deben hacer
frente a un problema común: gestionar recursos que son escasos. La escasez significa que la sociedad tiene recursos limitados y, por lo tanto, no puede producir todos los bienes y servicios que los individuos desean tener (necesidades ilimitadas). Para enfrentar la escasez se debe elegir entre las diferentes alternativas disponibles (ir al estadio o a una fiesta, comprar un abrigo o un traje).
La economía es la ciencia social que estudia las elecciones que los
individuos, las empresas, el gobierno y la sociedad hacen para encarar la escasez.
Se basa en diez principios agrupados de la siguiente manera:
Grupo 1: Principios que rigen la forma en que los individuos toman
decisiones.
1. Los individuos se enfrentan a disyuntivas
Para conseguir algo que se desea, normalmente se debe renunciar a otra cosa que también deseamos. Tomar decisiones es elegir entre dos objetivos. Si un alumno estudia, está dejando de dormir algunas horas. Si un padre compra comida, está dejando de comprar algún otro producto. Cuando deciden gastar un peso adicional en un bien, están teniendo un peso menos para gastar en otro bien o servicio. Los individuos se agrupan formando sociedades las cuales también se enfrentan a estas disyuntivas. Ejemplo, comprar más armas para defensa nacional o elevar el gasto público para mejorar sueldos u ofrecer mejor educación. Al elaborar una política económica, la sociedad se enfrenta a la disyuntiva entre eficiencia y equidad, es decir, entre sacar el mejor provecho a los recursos escasos y la equitativa distribución de los beneficios de esos recursos entre sus miembros.
2. El costo de algo es lo que se deja de percibir por obtenerlo
Como los individuos se enfrentan a disyuntivas, para tomar decisiones deben comparar los costos y beneficios de las diferentes alternativas. Si bien, determinar un beneficio es relativamente obvio, no parece ser igual para el caso de los costos. Consideremos por ejemplo la decisión de estudiar (en universidad o instituto). Los beneficios de esta decisión pueden resumirse como enriquecimiento intelectual y mejores oportunidades laborales una vez egresados. Dentro de los costos tenemos el costo monetario de la matrícula, aranceles, alimentación, transporte, fotocopias, libros y materiales que se ocuparán a lo largo de los años de estudio, pero adicionalmente debemos considerar el uso del tiempo que se destina a estudiar. La valorización de este tiempo corresponde al mejor salario que hubiese percibido por trabajar en lugar de estudiar. Esto es lo que se conoce como costo de oportunidad: la alternativa de más alto valor que se dejó de hacer para obtener algo (en otras palabras, lo que sacrificamos representa el costo de lo que obtenemos).
3. Las personas racionales piensan en términos marginales
Normalmente las decisiones que los individuos toman no son sólo entre dos aspectos, hay una gama de posibilidades. Así un estudiante no elige entre estudiar para un certamen 0 horas ó 24 horas al día, elige un lapso intermedio. Estos pequeños ajustes adicionales de un plan de acción son conocidos como cambios marginales. Los individuos y las empresas pueden tomar mejores decisiones pensando en términos marginales. Una decisión es racional solamente si el beneficio marginal que conlleva es mayor que el costo marginal. Supongamos que una aerolínea debe decidir cuánto cobrar a sus pasajeros por un vuelo entre Santiago y Miami. Supongamos que el viaje ida y vuelta en un avión con capacidad de 200 asientos cuesta $900.000. En tal caso, el costo promedio por asiento es de $4.500. Uno podría estar tentado en tal caso a concluir que la aerolínea no debe vender pasajes a precios inferiores a $4.500. Sin embargo, la aerolínea puede incrementar sus ganancias pensando marginalmente. Supongamos que el vuelo está a punto de partir con 20 asientos vacíos, y supongamos que hay un pasajero esperando tomar el avión y está dispuesto a pagar $3.000 por ello. ¿Debiera la aerolínea venderle un boleto? Por supuesto que sí. Si el avión tiene asientos vacíos, el costo de adicionar un pasajero es insignificante: aunque el costo medio es $4.500, el costo marginal es simplemente la comida que el pasajero extra va a consumir. Así pues, mientras el pasajero estuviera dispuesto a pagar más que el costo marginal, venderle un boleto es rentable.
4. Los individuos responden a los incentivos.
Los individuos deciden comparando costos y beneficios, pero su conducta puede cambiar si los costos y beneficios cambian. Ejemplo, si sube el precio del kilo de manzanas ello se transforma en un incentivo para comprar peras. Si el gobierno mantiene el impuesto a los combustibles es un incentivo para que aumenten las compras de autos económicos (citycars).
Grupo 2: Principios referidos a la forma en que interactúan los
individuos.
5. El comercio puede mejorar el bienestar de cada individuo.
Esto se debe a que existe la especialización. Una familia podría decidir irse a vivir al campo y construir su casa, cultivar sus alimentos, criar ganado, producir lana y cuero para hacer su ropa, etc. Pero no todos poseen las habilidades para realizar todas esas labores lo que hace que la acción sea ineficiente. Es por eso que existe el comercio (entre individuos, empresas, países) donde cada actor se especializa en lo que hace mejor y ello lleva finalmente a que exista una mayor cantidad y variedad de bienes y servicios disponibles y a menor costo ya que su producción es eficiente (por esto existen los TLC)
6. Los mercados son un buen mecanismo para organizar la actividad
económica. Actualmente la economía de mercado ha desplazado a las economías centralizadas, es decir, a aquellas en las que la planificación central de los gobiernos determinaba qué se producía, quién lo hacía, en qué cantidad y quien lo consumía. La economía de mercado involucra en las decisiones a millones de personas y empresas. Las personas deciden qué comprar con sus ingresos y las empresas deciden qué producir. Estas personas y empresas interactúan en los mercados de bienes y servicios en los que los precios y los intereses personales orientan sus decisiones.
7. El estado en ocasiones puede mejorar los resultados del mercado.
Como se afirma en el principio anterior, los mercados son buenos reguladores de la actividad económica, sin embargo en ciertas ocasiones el Estado debe intervenir para fomentar la eficiencia y equidad. Y esto ocurre cuando se presentan “fallos del mercado” que son situaciones en las que el mercado por sí solo no asigna eficientemente los recursos. Las externalidades y el poder de mercado son dos ejemplos de fallos de mercado. Las externalidades son las consecuencias que la acción de un individuo o empresa tiene sobre el bienestar de otro individuo o empresa. Ejemplo es la contaminación; una empresa que en su proceso productivo contamina no tratará de disminuirla a menos que el Estado aplique multas por contaminar. El poder de mercado, por su parte, se define como la capacidad de un agente o un pequeño grupo de ellos para influir considerablemente en los precios de mercado. Este es el caso de los monopolios, oligopolios, monopsonios (Iansa, Orafti) y oligopsonios (supermercados que compran hortalizas a productores rurales).
8. El nivel de vida de un país depende de su capacidad para producir
bienes y servicios. Los niveles de productividad, es decir, la cantidad de bienes y servicios producidos con cada hora de trabajo son determinante fundamental del nivel de vida de los países. Así, un país con alta productividad va a disponer de mayor cantidad de productos y sus habitantes tendrán más ropa, más alimento, más automóviles, etc., lo que hace que su nivel de vida sea elevado en comparación con los países que tienen baja productividad donde la oferta de productos es menor. Esto nos lleva a señalar que la tasa de crecimiento de la productividad de un país determina la tasa de crecimiento de su ingreso promedio. Evidentemente que la productividad no es el único determinante de la calidad de vida, pero sí el más importante. Otros son las políticas públicas que fomentan la educación, la adquisición de tecnología, la capacitación de los empleados, etc.
9. Los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero.
Un gobierno decide aumentar la cantidad de dinero cuando no es capaz de solventar su gasto con los ingresos (impuestos, patentes, etc), el problema que esto acarrea es la inflación, o sea, el aumento del nivel general de precios de la economía. Una inflación alta y prolongada impone algunos costos a la sociedad, por ello mantenerla en un nivel bajo es un objetivo de los responsables de la política económica de un gobierno (y a nivel mundial).
10. La sociedad se enfrenta a una disyuntiva a corto plazo entre
inflación y desempleo. El problema de la inflación se podría solucionar si el gobierno disminuye la cantidad de dinero de la economía, pero la solución en realidad no es tan simple, ya que en estrecha relación (inversa) con la inflación se encuentra el desempleo. Esto se ve reflejado en la curva de Phillips:
Si efectivamente el gobierno decide disminuir la cantidad de dinero para
así bajar la inflación, se produce una baja generalizada de precios (más a largo que a corto plazo), lo que redunda en una baja en los ingresos de las empresas, si esto ocurre, las empresas buscarán disminuir sus costos lo que implica que despedirán gente, aumentando el nivel de desempleo. Esto es lo que se aprecia al pasar desde el punto B al A en el gráfico.