Amigos Por Eduardo Franco Salud, por nosotros, nuestra amistad! En tus brazos lentamente se funden nuestros cuerpos.

Amigos? No. Ese ser andrgino resultado de dos almas gemelas perdidas. En un ahogado grito de dolor te pertenezco. No hay miedos, angustias ni temores. Slo t y yo. Suaves conmociones, acaricias mi dorso, tomo tus muslos con mis manos. En un profundo beso, se mezclan tu pecho y mi espalda. Voy en un viaje sublime donde siento todo y nada. Jvenes inexpertos en un juego de infames humanos soberbios... mi cuerpo sobre tu cuerpo. En un estrujo tardo tu mirada atrapa mi alma; una mueca y te contemplo; el rosado color de tus carnosos labios y esa mgica respiracin te fusionan en los plpitos de mi corazn. Me pierdo en la ansiedad de tenerte, perderte, amarte o culparme. Sin plan o idea prxima te protejo en mi regazo y como Don Juan, busco los bordes de tu sonrisa, la sello con un mimo perpetuo. Me seduces en caricias y ese agitado aliento dice entre murmullos quedos: ya es muy tarde, no hay salida. Lagrimas, sudor y fantasas se encapsulan en un suspiro efmero de dolor y agona. Espera. No. No quiero terminar. No cambies conmigo. El monstruo que est dentro atormenta este momento, en un mgico deseo suplico al mundo sea eterno. Culpa en el corazn, tragedia por la mente, mi cuerpo extasiado no puede detenerse. Si pienso como se debe no sentira esto, como un maldito perro la razn yo pierdo. Acaso he sido diferente alguna vez contigo? Con fra ingratitud todo lo que deseo es tenerte, si es pecado en los infiernos habr de perderme; si es angustia, derrochar la cordura y el suicidio calmara mi suerte. Todo, un gran sueo. La pasin me enreda en perversos pensamientos que van a lo eminente donde el juicio se pierde. El sudor de nuestros cuerpos testifica sobre sbanas un amor ingrato que surge de la nada. Te amo. Dos palabras: te amo: cinco letras: t-e a-m-o. Descubro que en este espacio, si no estuvieras, sera la muerte con ncubos cerca. Vibro al sentir que tus entraas me rodean y muero al pensar que esto un da perezca. Si el saber de mi alma conocieras, comprenderas que no hay nada en este mundo que ms feliz me hiciera. Tambin te amo. Me haces ser todo lo que yo quiera. Si no sabes mi perenne sentimiento o no lo has descubierto: lo repito, lo demuestro, con estos desesperados besos que no saben como quererte, en un balbuceo aprehendido grita un anhelo escondido: No hay nada ni nadie que brille hermoso y llene esta vida de alegra: T. Mi gran amor. Te amo, en verdad. Te amo.