LA HISTORIA DE "LA LTIMA CENA" de LEONARDO Da VINCI
Publicado por Drisana el abril 17, 2014 a las 8:00am
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LA HISTORIA DE "LA LTIMA CENA" de LEONARDO Da VINCI Autor Desconocido Existe una ancdota del gran pintor, escultor e inventor, Leonardo Da Vinci, acerca de su pintura "La ltima Cena", una de sus obras ms copiadas y vendidas en la actualidad. Tard 20 aos en hacerla debido a que era muy exigente al buscar a las personas que serviran de modelos. Tuvo problemas en iniciar la pintura porque no encontraba al modelo para representar a Jess, quien deba reflejar en su rostro pureza, nobleza y los ms bellos sentimientos. As mismo deba poseer una extraordinaria belleza varonil. Por fin, encontr a un joven con esas caractersticas, fue el primero que pint. Despus fue localizando a los 11 apstoles, a quienes pint juntos, dejando pendiente a Judas Iscariote, pues no daba con el modelo adecuado. ste deba ser una persona de edad madura y mostrar en el rostro las huellas de la traicin y la avaricia. Por lo que el cuadro qued inconcluso por largo tiempo, hasta que le hablaron de un terrible criminal que haban apresado. Fue a verlo, y era exactamente el Judas que l quera para terminar su obra, por lo que solicit al alcalde le permitiera al reo que posara para l. El alcalde, conociendo la fama del maestro Da Vinci, acept gustoso y llevaron al reo custodiado por 2 guardias y encadenado, al estudio del pintor. Durante todo el tiempo que pos el reo no dio muestra de emocin alguna por haber sido elegido como modelo, mostrndose demasiado callado y distante. Al final, Da Vinci, satisfecho del resultado, llam al reo y le mostr la obra; cuando el reo la vio, sumamente impresionado, cay de rodillas, llorando. Da Vinci, extraado, le pregunto el por qu de su actitud, a lo que el preso respondi: Maestro Da Vinci, es que acaso no me recuerda? Da Vinci observndolo fijamente le contesta: No, nunca antes lo haba visto. Llorando y pidiendo perdn a Dios, el reo le dijo: Maestro, yo soy aquel joven que hace 19 aos usted escogi para representar a Jess en este mismo cuadro. ***La moraleja de esta historia es que por ms belleza fsica que se posea, es la belleza interna la que finalmente sale a relucir a travs del tiempo en nosotros quedando inevitablemente marcada en nuestro rostro.