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Orlando D.

Reyes Cedeño
LITE 3012-007
10 de noviembre de 2009

Crimen y Castigo:

1. Conversión religiosa de Raskolnikov en Siberia, en el epilogo: ¿un final congruente con

su conducta previa en la novela? ¿discordante? ¿milagro, consolación melodramática

para el lector?

Raskolnikov, en el epilogo, cuenta con todo detalle a la policía como llevó a cabo el

asesinato, en esta parte se conoce algo más la personalidad de Sonia cuando escribe a Dunia, y

quedan algunas cosas claras. Por un lado, Rodia decide que ser ese hombre tan especial que

describió en su artículo, no sería nada bueno para la sociedad, se volvería un lugar inhabitable.

Por otro lado, se da cuenta de que de verdad amaba a Sonia y ella y el amor que siente le hacen

fuerte ante la situación que le va a tocar vivir, guardando esperanzas para un futuro no tan

lejano.

Esta obra presenta a un personaje el cual fue obligado por su necesidad matar a una

anciana. El cual la consecuencia, sufre un proceso de culpa y se entrega a la justicia. En esta

obra nos enseña como la amistad incondicional de un amigo, sin tener ningún interés, el amor

de una madre, el cariño de una hermana y principalmente el soporte de Sonia, su prometida fue

de gran ayuda para que Raskolnikov salga de este gran problema a que él mismo se metió por

problemas psicológicos.

Las angustias de Raskolnikov no solo son de índole social, moral, económica, sino

además de tipo psicológico. El hombre con sus contradicciones y luchas internas, sostiene una

constante batalla con su conciencia a través de los siglos, en una problemática que trasciende

de las partículas del individuo a lo general y universal del ser humano. De ese punto deriva su

validez, ayer, hoy y mañana.


Se da en una época muy difícil de Rusia. Raskolnikov sufría rechazos de la gente por su

aspecto físico no muy presentable, su carácter no muy amigable, su poca socialización ante los

demás. Pero siempre tuvo el apoyo de su amigo Rasumijin, de su hermana, de su madre y

principalmente de Sonia. En esta novela se da aspectos culturales muy poco porque demuestra

la crudeza de la sociedad de esa época. Nos enseña lo poco que valen los sentimientos, el valor

que tiene el dinero.

¿Cómo debería haber terminado Crimen y castigo? ¿Es el epílogo una parte esencial de

la obra? Estás preguntas han cautivado a los críticos y analistas literarios desde la publicación

misma de la novela. Antes de proseguir debemos aclarar que Crimen y castigo está dividida en

seis partes que transcurren en una semana y un epílogo que tiene lugar varios meses después.

Es evidente la desconexión existente entre la estructura principal y el epílogo. El abrupto corte

en el tiempo marca una digresión en la novela, digresión que genera diversas sensaciones en

los lectores. Así como el crimen y castigo al que alude el título está representado en la parte

principal, el epílogo muestra la expiación, el triunfo del amor como fuerza reparadora.

Dostoievski les dice a los lectores, nos dice, que el amor siempre logra imponerse, aun en

aquellas almas aquejadas por terribles tormentos, aun en aquellas almas que están

desconectadas del mundo. Raskolnikov, el protagonista, encuentra en Sonia, su fiel compañera,

su enamorada, una razón para reconciliarse con el mundo. El amor de Sonia lo redime y le da

esperanzas, sin importar que deba pasar siete años más en prisión por los dos asesinatos que

cometió. La idea es muy bella, pero desde un punto de vista estrictamente literario el epílogo se

encuentra fuera de lugar. Es una adición que se encuentra separada del resto de la novela por

un mar inabarcable. Dostoievski lo sabe perfectamente, tal como lo demuestra la última frase

de la obra: "Pero aquí empieza una nueva historia, la de la lenta renovación de un hombre, la

de su progresiva regeneración, su paso gradual de un mundo a otro y su conocimiento


paulatino de una realidad antes ignorada. En todo esto habría material para una nueva

narración, pero la que hemos querido ofrecer al lector ha terminado." Esta frase actúa como un

pedido de disculpas al lector por haberse extendido más de lo adecuado. Sin embargo, en la

concepción de Dostoievski el epílogo no puede faltar. Para él sería inadmisible el castigo sin la

consecuente regeneración, sin "el paso gradual de un mundo a otro." Por eso es que dice: "En

todo esto habría material para una nueva narración, pero la que hemos querido ofrecer al lector

ha terminado." Lo que Dostoievski quiso ofrecer no es sólo la historia de un crimen y un

castigo, sino la de un crimen, un castigo y una regeneración. Un hombre que consigue vencer

la alienación, la soberbia y el dolor mediante el amor.

Personalmente es una obra que me ha enganchado desde el primer día, me ha encantado

como Dostoievski trata estos temas tan profundos. En un principio, más ó menos ya sabía lo

que me iba a encontrar, porque muchas veces había oído hablar de ella, la obra, y ya sabía de

que iba, pero debo admitir que me sorprendió, desde el primer momento que abrí las tapas del

libro, no pude soltarlo hasta terminar. Por lo que me habían contado, sobre todo personas

cercanas, familiares, tenía la idea de que los escritores rusos eran algo densos, y ciertamente

los son, esa forme da tratar, los pensamientos y el corazón humanos, adentrándose hasta el más

profundo abismo de ese misterioso lugar, y sacar unas ideas, tan claras, pero a la vez confusas,

el tan arraigado dilema del hombre acerca del bien y del mal, de la moral y la ética. No

obstante, no dejó de sorprenderme, la facilidad con que lo relata, prueba indiscutible de una

personalidad muy complicada y a la vez muy interesante, posiblemente fue un hombre

conflictivo, con grandes dilemas personales, la prueba: sus biografías. Resumiendo, es la obra

filosófica que más me ha dado de pensar, que más me ha atraído de cuantas he leído hasta

ahora del mismo estilo, quitando Hamlet, por supuesto. Pero dentro de las que han entrado en
este curso, una de las mejores, con personajes que algún momento te pueden hacer sentir

cómplices de sus actuaciones.

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