Você está na página 1de 1

Libre del pasado

El arrepentimiento de nuestros pecados nos lleva a un cambio real de vida. Como Dios perdon nuestros pecados y nos libr de
culpa, ahora debemos ser responsables y vivir una nueva vida, apartndonos del pecado, del mundo y del diablo. Ahora debemos
cambiar nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar. Debemos dejar atrs nuestra pasada manera de vivir y dirigirnos a una
nueva vida.

Somos nuevos en Cristo
Somos nuevas criaturas en Cristo, l nos ha dado la capacidad de ser hechos hijos suyos. Al nacer de nuevo en Cristo, todas las
cosas pasadas quedaron atrs y todas son hechas nuevas. No debemos ms encadenarnos o enredarnos en nuestro pasado, pues
todo eso ya pas y en Cristo somos hechos nuevos, y podemos vivir esa nueva vida en plenitud. Nosotros ya no podemos hacer
nada por lo que nos sucedi en el pasado, por lo que no debemos permitir al diablo atormentarnos con ste. Cristo nos sana y nos
perdona, y adems nos libera para vivir completamente libres de lo que sucedi. Somos nuevos en Cristo (2da Corintios 5.17).

Los deseos de la vieja naturaleza
Al nacer todo hombre trae una naturaleza pecaminosa, una identidad errnea y unas inclinaciones engaosas. Heredamos en
nuestro ser la naturaleza pecaminosa de Adn la cual nos lleva de continuo a hacer el mal, las obras que son contrarias a la
voluntad de Dios. (Efesios 2.1-3)

Antes de conocer a Cristo vivamos para satisfacer los deseos naturales y las pasiones de la carne y de la mente. Esto no implica
calificativos morales de esas malas acciones, sino ms bien una naturaleza pecadora. Segn Efesios 4.17-19, aquellos que estn
alejados de Cristo andan en la vanidad de su mente con un entendimiento lleno de tinieblas, alejados de la presencia y las
bendiciones de Dios, en ignorancia y dureza en su corazn; esto nos llev a entregarnos a una vida pecaminosa, entregados a
impurezas desagradables a Dios.

Esta vieja naturaleza nos ha llevado a pecar, trayendo con ello condenacin al mundo.(Glatas5.19-21)

Despojndonos del viejo hombre
Efesios 4.22-24 dice: "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que est viciado conforme a los deseos
engaosos, y renovaos en el espritu de vuestra mente, y vestos del nuevo hombre, creado segn Dios en la justicia y la santidad
de la verdad' (tambin Colosenses 3.5-10). Esta renovacin implica tanto una decisin como un proceso. Es una decisin absoluta y
radical por la cual nos entregamos por completo al Seor, como un proceso de renovacin y aprendizaje en el cual se va formando
el carcter de Cristo en ti.

En Cristo fuimos muertos al pecado, pues 'nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l' (Romanos 6.6), de tal forma que
ya no obedezcamos a los deseos pecaminosos. Ahora el Espritu habita en nosotros, guindonos en la voluntad de Dios y dndonos
las fuerzas para obedecerle. Pero debemos seguirle a l y no a los deseos de la vieja naturaleza, tal como dice Glatas 5.16.

Você também pode gostar