Você está na página 1de 2

Los dos consolados

[Cuento. Texto completo]


Voltaire
Deca un da el gran filosofo Citofilo a una dama desconsolada, y que tena sobrado
motio para estarlo!
"#e$ora, la reina de %nglaterra, &i'a del gran (nrique %V, no fue menos desgraciada que
usted! la ec&aron de su reino) se io a pique de perecer en el oc*ano en un naufragio, y
presenci+ la muerte del rey su esposo en un patbulo.
",uc&o lo siento "di'o la dama, y oli+ a llorar sus desenturas propias.
"-cu*rdese "di'o Citofilo" de ,ara (stuardo, que estaba &onradamente prendada de un
guapo m.sico que tena excelente o/ de soc&antre. #u marido mat+ al m.sico) y luego
su buena amiga y pariente, la reina %sabel, que se deca doncella, le mand+ cortar la
cabe/a en un cadalso colgado de luto, despu*s de &aberla tenido die/ y oc&o a$os presa.
"0Cruel suceso1 "respondi+ la se$ora) y se entreg+ de nueo a su aflicci+n.
"2ien &abr3 odo mentar "sigui+ el consolador" a la &ermosa 4uana de 53poles, que fue
presa y a&orcada.
"6na idea confusa tengo de eso "di'o la afligida.
"Le contar* "a$adi+ el otro" la aentura sucedida en mi tiempo de una soberana
destronada despu*s de cenar, y que &a muerto en una isla desierta.
"Toda esa &istoria la s* "respondi+ la dama.
"7ues le dir* lo sucedido a otra gran princesa, mi discpula de filosofa. Tena su amante,
como lo tiene toda &ermosa y gran princesa! entr+ un da su padre en su aposento, y
cogi+ al amante con el rostro encendido y los o'os que como dos carbunclos
resplandecan, y la princesa tambi*n con la cara muy encarnada. Disgust+ tanto al padre
el rostro del mancebo, que le sacudi+ la m3s enorme bofetada que &asta el da se &a
pegado en toda su proincia. Cogi+ el amante las tena/as, y rompi+ la cabe/a al padre
de la dama, que estuo muc&o tiempo a la muerte, y a.n tiene la se$al de la &erida! la
princesa desatentada se tir+ por la entana, y se estrope+ una pierna, de modo que aun el
da de &oy se le conoce que co'ea, aunque tiene &ermoso cuerpo. #u amante fue
condenado a muerte, por &aber roto la cabe/a a tan alto prncipe. 8a puede pensar en
qu* estado estara la princesa, cuando sacaban a a&orcar a su amante) yo la iba a er con
frecuencia, cuando estaba ella en la c3rcel, y siempre me &ablaba de sus desdic&as.
"97ues por qu* no quiere que me duela yo de las mas: "le di'o la dama.
"7orque no es acertado dolerse de sus desgracias, y porque &abiendo &abido tantas
principales se$oras tan desenturadas, no parece bien que se desespere. Contemple a
;ecuba, contemple a 5iobe.
"0-&1 "di'o la se$ora" si &ubiera iido yo en aquel tiempo, o en el de tantas &ermosas
princesas, y para su consuelo les &ubiera usted contado mis desdic&as, 9lo &abran acaso
escuc&ado:
-l da siguiente perdi+ el fil+sofo a su &i'o .nico, y falt+ poco para que se muriese de
sentimiento. ,and+ la se$ora &acer una lista de todos los monarcas que &aban perdido
a sus &i'os, y se la lle+ al fil+sofo, el cual la ley+, la encontr+ muy puntual, y sigui+
llorando. -l cabo de tres meses se olieron a er, y se pasmaron de &allarse muy
contentos. Leantaron entonces una &ermosa estatua al tiempo, con este rotulo!
-L C<5#<L-D<=
>%5

Você também pode gostar