Recibir el cuerpo destrozado de una hija. Ver morir a vecinos y amigos. Matar a un semejante. Perderlo todo. ¿Cómo se sobrevive a una guerra civil? Siete familias traspasaron ese abismo en El Salvador y volvieron a su pueblo, Cinquera, que había desaparecido de los mapas. Quitaron malezas, recogieron los restos de sus muertos y lo refundaron. Construyeron casas, una plaza, escuela y hospital. Volvie-ron a sembrar, a tener hijos y a cuidar a sus animales. Aún tienen pesadillas y pasan las noches en vela, pero también ríen a carcajadas. Tatiana Huezo nació en El Salvador y se crió en México.
Recibir el cuerpo destrozado de una hija. Ver morir a vecinos y amigos. Matar a un semejante. Perderlo todo. ¿Cómo se sobrevive a una guerra civil? Siete familias traspasaron ese abismo en El Salvador y volvieron a su pueblo, Cinquera, que había desaparecido de los mapas. Quitaron malezas, recogieron los restos de sus muertos y lo refundaron. Construyeron casas, una plaza, escuela y hospital. Volvie-ron a sembrar, a tener hijos y a cuidar a sus animales. Aún tienen pesadillas y pasan las noches en vela, pero también ríen a carcajadas. Tatiana Huezo nació en El Salvador y se crió en México.
Recibir el cuerpo destrozado de una hija. Ver morir a vecinos y amigos. Matar a un semejante. Perderlo todo. ¿Cómo se sobrevive a una guerra civil? Siete familias traspasaron ese abismo en El Salvador y volvieron a su pueblo, Cinquera, que había desaparecido de los mapas. Quitaron malezas, recogieron los restos de sus muertos y lo refundaron. Construyeron casas, una plaza, escuela y hospital. Volvie-ron a sembrar, a tener hijos y a cuidar a sus animales. Aún tienen pesadillas y pasan las noches en vela, pero también ríen a carcajadas. Tatiana Huezo nació en El Salvador y se crió en México.
blito tan pequeo? Por curiosidad de sentir de cerca cmo haba sido ese proceso que viv desde lejos. La primera vez que llegu a Cinquera una viejita se me abalanz, me abraz y me dijo: Regresas- te, Rina! Ests igualita!, cmo ests, mhija? Le dije: Est usted confundida, lo lamento mucho, no soy Rina. Fue muy fuerte. Luego camin y vi metralla, algunas casas abandonadas con rbo- les creciendo adentro y cuando entr a la iglesia haba una cola de helicptero militar en una pared y un montn de retratos de chamacos y mucha- chas, guerrilleros muertos. El olor a velas, el mar de rostros, esa cola all colgada... dije: qu igle- sia es esta?, qu pas aqu? Por qu elegiste no mostrar nunca la cara de los entrevistados? Es una decisin formal y esttica. Era una oportunidad de experimentar nuevas formas narrativas y quera alej arme del documental clsico o televisivo, donde es muy comn ver a los personajes a cuadro, hablndole a la cma- ra. En el rodaje me propusieron poner la cmara lejos, pero no quera una cabeza parlante y dije: ni cerca ni lejos ni nada. Saba que iba a ser una pelcula de voz en off, sper ntima, donde la voz se te fuera metiendo adentro de a poquito. Parece tambin una forma de proteger a las vctimas. Era muy i mport ant e no regodearme en el dolor y no ilustrar la violencia. Incidir en el punto doloroso era muy fcil en esta historia donde podas llorar todo el tiempo y tener a los personajes expuestos, pero es una manera que a mi punto de ver les resta una dignidad funda- mental. Haba mucho drama pero est dosifica- do. En la entrevista de una mam, totalmente desgarrada de inicio a fin, descubr que tambin me puse a llorar, pero a los diez minutos me haba agotado; a los quince empec a dejar de sentir; a los veinte senta cierta indiferencia, me incomo- daba frente al dolor; y a la media hora ya no esta- ba identificada con el personaje. Me dije: qu fcil se desgasta el drama, qu fcil es acostumbrarse al dolor, y esto no puede suceder de ninguna manera. Saba que el corazn y la fuerza de esta pelcula estaban en el testimonio. El lugar ms pequeo parece tener dos cora- zones porque la fotografa es muy seductora, con paisajes de un bosque exuberante, la calidez de los campesinos y detalles de vida cotidiana, como el parto de una vaca. Hubo un trabaj o fuertsimo de imagen de Ernesto Pardo (cinefotgrafo) sobre cmo contar la cotidianidad que iba a vestir la pelcula. El reto era tener ojos, odos y corazn muy abiertos, aten- tos a percibir detalles que se vuelven grandes y dicen cosas de cada personaje en acciones peque- as de cada da. Por otro lado, estaba el reto de construir el bosque, sagrado para ellos, porque ah estn sus muertos. Trabaj amos mucho en ese bosque verde, hmedo, l l eno de vi da, bichos y sonidos. Es una pelcula de atmsfera sonora y visual. Muestras a exguerrilleros de una forma no ro- mntica. Cmo son? Muy militantes, muy de izquierda y muy polticos. Son gente profundamente informada, pero no quera ubicarme en ideologas, bandos o discursos. Quera centrarme en cmo se vive despus de haberlo perdido todo y me centr en lo ms elemental del ser humano: la sobreviven- cia. Hubo preguntas que les hice a todos: se cura el dolor?, se cura la guerra?, se cura la prdi- da?, se cura la muerte?, se cura perder los hijos?, vali la pena? Y? Aprend que nada de eso se cura. No se cura el dolor, se aprende a vivir con l. Qu es lo que permite seguir? Entend que la vida de cada d a. En esta gente que decidi volver a su pueblo, el haber decidido regresar fue el motor que les ayud a l evantar sus propi as vi das tambi n. En l a reconstruccin del pueblo llevan dentro la de sus propias vidas. Es gente que opt por vivir, por volver a sembrar la tierra, cosechar el maz, tener a sus animales, volver a criar a los hijos y contarles lo que pas. Es gente que se caga de la risa y que llora por los rincones, tienen grandes momentos de negrura y soledad. La gran mayo- ra intent suicidarse. Qu mensaje quieres que deje tu pelcula? No la hice pensando en dar un mensaje, la hice para aprender y sentir qu paso. No fui pensando en encontrar una leccin de vida, pero a travs de la pelcula hay una reflexin sobre lo que significa la huella de la violencia en los seres humanos, en la intimidad de familia y pueblos. Amo las pelculas que no te dicen cmo pensar, que no te dan todo masticado. En Guadalajara lleg una seora muy humilde despus de la proyeccin y casi llorando me dijo: Oiga, seo- rita, estoy muy conmovida y quiero denunciar- le que en mi pueblo est pasando lo mismo que pasa all, quiero saber en qu pueblo de Mxico es esto El lugar ms pequeo: exterminio y reconstruccin en El Salvador Paula Mnaco Felipe con Tatiana Huezo Recibir el cuerpo destrozado de una hija. Ver morir a vecinos y amigos. Matar a un semejante. Perderlo todo. Cmo se sobrevive a una guerra civil? Siete familias traspasaron ese abismo en El Salvador y volvieron a su pueblo, Cinquera, que haba desapa- recido de los mapas. Quitaron malezas, recogieron los restos de sus muertos y lo refundaron. Constru- yeron casas, una plaza, escuela y hospital. Volvie- ron a sembrar, a tener hijos y a cuidar a sus animales. An tienen pesadillas y pasan las noches en vela, pero tambin ren a carcajadas. Tatiana Huezo naci en El Salvador y se cri en Mxico. Quiso entender si es posible curar el dolor, el hueco de ms de 80 mil muertos, y fue al pueblo de su abuela. Su hallazgo se transform en el extraordi- nario documental El lugar ms pequeo, un relato sin imgenes violentas ni de archivo, un tesoro de historia oral. Tatiana es egresada del Centro de Capacitacin Cinematogrfica y de la Pompeu Fabra. Este es su primer largo documental y batall cuatro aos para conseguir financiamien- to. Ha ganado treinta y cinco premios internaciona- les (hasta ahora) y es uno de los pocos documentales que llegan a cines comerciales en Mxico, aunque slo por un par de semanas y con seis copias. prximo nmero LA IGLESIA, EL ESTADO Y EL LAICISMO jsemanal@jornada.com.mx Bernardo Btiz Entrevista con Carlos Monsivis Manual para hablar chichimeca-jonaz entrevista Tatiana Huezo, documentalista mexicana-salvadorea