120 DERECHO DE ASILO Y "NO RECHAZO" DEL REFUGIADO gicas concurrentes, sin que quepa establecer criterias de general aplica- ebdn(..)"”. A pesar de ello, he de insistir en que, en general —pues se dan ciertas excepeiones™ y matices—, las jurisprudencias de los diferentes Estados sue- len sobrevalorar el elemento "objetivo" y basan sus decisiones sobre el reco- nocimiento de la condicién de refugiadlo, casi exclusivamente, en Io bien fundado o no del "temor de persecucién’ e) Laalternativa de "huida interna". Es también interesante analizar otra cuestién, discutida por la doctrina y jurisprudencia, y relativa a la interpretacién del "temor fundado de persecu- cin’. Se trata de saber, si dicho temor, debe referirse a la totalidad del terri- torio del Estado, 0 s6lo a una parte de él. En ocasiones se ha entendido que quien tiene "temores fundados de persecucién" en una parte de su tertitorio debe, en primer lugar, buscar proteccién en esa otra parte del territorio de su Estado en Ja cual no teme persecucién (domestic flight alternative). La jurisprudencia modema ha utilizado esta posibilidad para denegar las, condici6n de refugiado; no obstante, Ins circunstancias politicas, el tamafio del tervitorio del Estado y por ello de ta zona considerada sogura, han sido factores tenidos en cuenta hasta el punto de decidir, en ocasiones, en contra de la alternative de huida interna, Asi, en X v. Staat der Nederlanden (25 de mayo de 1989) el Tribunal de Apelacién de Amsterdam entiende que Ia situaciGn politica y geogréfica de Sri Lanka, hace imposible que alguien con un temor fundado de persecucién, tenga la altemnativa de huida interna dentro de dicho pais”. Entre Ia doctrina, se ha considerado poco razonable exigir a las personas con un temor fundado de persecucién, trasladarse a otra zona dentro del ter torio de su Estado, especialmente en Ios casos en los que, dentro del mencio- nado Estado, cxisten diferentes culturas, religiones y lenguas que crean una atmésfera de tensidn y dificultan el asentamiento™. 73. TS, 28 de septiembre de 1988 (Cont.-Adm. Sala S*), RAJ. 6945, La negrita es ma ‘74. En Doe w INS. e} Tribunal de Apelaciones de los BE,UU. aplica un test subjetiva y man- iene que el mero testimonia det solieltante de aslo, aduciendo temor de persecucién reli ios siregresa « China, es suficiente para ser considerado refugiado susceptible de recibir auilo en los BE.UU, (Haves, C. “Immigration Law Standard for Asylum- Well-founded fear of persecution estabished soley by subjetive proof, Dae v. INS, 867 F.24 285 (6th Cir. 1989)", Suff, TLT, Vol. [4pigs. 314-24), 121 Cristina J. Gortazar ROTAECHE fi) Eltemor de persecucién en los "insurgentes". Por otra parte, el temor fundado de persecucién no comprende, en princi- pio, a quienes huyen del proceso o castigo que se sigue contra ellos, en su pats de origen, por haberse alzado contra los poderes legalmente constitu dos, atentando asi contra la soberania estatal. Sin embargo, la jurisprudencia norteamericana, por ejemplo, hace exclu- sign de esta tegla, para los casos en los que Ia actuacién rebelde se desarrolla en un Estado que imposibilita el acceso a cambios politicos y sociales, a tra- ‘és de procedimientos democraticos. Asi, en el asunto Karula, el Board of Immigration Appeals (BIA) entiende que en Afganistén no existen mecanis- ‘mos constitucionales para lograr ningtin tipo de cambio gubernamental por via pacfiea, en esas cirounstancas, a asistencia o ayuda a los mujaidines debe contemplarse como una actuacién susceptible de dar lugar a la con ‘eign de refugiado”. g) La “actitud” del Estado de la nacionalidad o residencia del refu- giado. En lo referente a la situacién de desvalimiento en la que se encuentra el solicitante de asilo respecto del Estado de su nacionalidad, ha de quedar claro gue para que la Convenci se aplique, no es preciso que ol Estado sea quien “persiga" al refugiado por los motivos en ella descritos, sino que basta c que no proteja al mismo de persecuciones provenientes de otros grupos’ ‘ifgbs de a de seme de 1993. Ciads por Letsia BARE, Libera ssn a ctw san a de groupes de population suite ads actes a caracre discriminatoire grave ow tes offen-