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TELECRECIENDO EN

TRABAJO
EL PODER DE LA
TRANSFORMACIÓN
Hace dos millones de años uno de los antecedentes más remotos del hombre
aprendió a tallar piedras para elaborar armas de cacería. Había surgido el trabajo,
la actividad humana que transforma el mundo, y comenzó una incesante serie de
progresos para vivir mejor, como cuando los hombres construyeron las primeras
cabañas (hace cien mil años) y dejaron de refugiarse en las cavernas.

Hoy día los hombres y las mujeres se especializan en diferentes oficios y


profesiones que hacen marchar al mundo. Mucho de lo que te rodea hoy es
resultado del trabajo de cientos de personas: la ropa que vistes, la casa dónde
vives y los servicios que disfrutas, como el transporte público. También es
resultado del trabajo de tus familiares que ganan dinero para pagar todo eso. En
algunos casos el trabajo tiene un resultado directo y personal: si trabajas
limpiando tu casa, queda limpia. En otros, el resultado es indirecto: si trabajas
para otra persona recibirás dinero para comprar lo que necesitas.

El trabajo es una oportunidad de disfrutar tu poder de transformación. Los


resultados pueden verse en cosas muy sencillas: si cultivas una jardinera,
florecerán sus plantas. Pero también pueden verse en grandes cosas: si te
conviertes en un gran médico, tu acción salvará vidas.
REFLEXIONA: SUDOR EN LA
FRENTE
No es tan importante cuál oficio o profesión elijas, sino que la desarrolles
con entrega y creatividad: que te conviertas en el cerrajero que haga las
mejores llaves, en el arquitecto que construya los mejores edificios, en el
policía que cuide con más cariño y honestidad a las personas. Vividas con
responsabilidad cada una de estas actividades ayuda a que el mundo
marche mejor y juntas dan forma a la sociedad, donde todos necesitamos
de todos. En lo individual trabajar bien te da nuevas habilidades y te
permite ser una mejor persona, pues es una oportunidad de manifestar
valores como la creatividad. Cuando comprendas todo eso, aprenderás a
reconocer la importancia del trabajo de los demás con gratitud y
generosidad.

Ahora eres pequeño y aún no estás en edad de trabajar a cambio de un


sueldo. Sería injusto que lo hicieras pues, por el momento, tu tarea es
adquirir conocimientos que te permitan trabajar cuando seas grande. Sin
embargo, aprende desde ahora a esforzarte por transformar el mundo:
ayuda al trabajo del hogar, ayuda a tus padres o hermanos en su oficio y
aprende de sus experiencias. Cuando estés bien cansado y sientas gotas de
sudor en la frente, siéntate a disfrutar tu esfuerzo. Saber que te ganaste el
pan de hoy es una de las mayores alegrías de la vida.
MINI-RELATO: MADRE
NIEVE
Había una vez dos hermanas: Otilia, hermosa y
activa, y Regina, perezosa y fea. En una ocasión
Otilia llegó a la casa de Madre Nieve, quien le pidió
que sacudiera las plumas de una almohada para
que nevara en la Tierra. Otilia la obedeció y, cuando
quiso volver a su hogar, Madre Nieve la cubrió con
polvo de oro. Cuando Regina la vio, sintió envidia y
fue a buscar a Madre Nieve. Ésta le pidió sacudir las
plumas del colchón, pero Regina no hizo caso. Al
despedirse esperaba que la cubriera de oro pero
recibió polvo de carbón. ¡Quedó negra de pies a
cabeza! “Los que trabajan reciben oro y quienes no
lo hacen, carbón” dijo Madre Nieve tras despedirla.
PARA PENSAR…
A lo largo de la historia, algunas personas han abusado del
trabajo de otros para obtener provecho injusto. La esclavitud
consistía en apropiarse de seres humanos y exigirles sus servicios
sin darles nada a cambio. Una de las grandes luchas de la historia
fue eliminarla y, por fortuna, ha desaparecido en casi todo el
mundo. Sin embargo, aún existe la explotación laboral que
consiste en pagar a una persona menos de lo que debería ganar o
abusar de su capacidad y necesidad de trabajar. Lo bueno es que
ha surgido un movimiento que busca el “trabajo decente”.
Éste se caracteriza por la libertad (nadie puede forzar a otro a
trabajar), la igualdad (todas las personas sin importar raza o sexo
tienen derecho a trabajar), la seguridad (los trabajadores deben
estar protegidos, tener servicios de salud y protección contra
riesgos) y la dignidad (los trabajadores merecen consideración y
respeto). Piensa en las personas de tu familia que trabajan y
platica con ellas. ¿Cumple su trabajo con esas características?
¿Qué propones hacer para que todos disfrutemos de un “trabajo
decente”?
LO QUE DICE LA GENTE
“No sé qué quiero ser de grande, pero quiero
trabajar mucho.”
—Pablo Mondragón, alumno de preescolar, 5
años.

“Por más que le pienses sólo hay una forma de


ganarte la vida: trabajar.”
—Guadalupe Gil, costurera, 50 años.

• “Aquí nadie está de vacaciones. Cada uno de los


estudiantes viene a trabajar.”
—Dinotopia, 2002.
EL TRABAJO EN
SÍMBOLOS

El símbolo del trabajo es el aviso de “hombres


trabajando” que se coloca en las zonas de obras
y reparaciones. También se representa con un
conjunto de herramientas para diversos oficios
como carpintería, construcción o plomería. Los
dos casos hacen pensar en el ingenio y esfuerzo
necesarios para hacer bien una actividad.
LO QUE DICEN LOS
LIBROS
“No cuentan quienes señalan que un hombre
fuerte se tambalea o que quien llevó a cabo una
tarea pudo haberla hecho mejor. El crédito
corresponde al hombre que está en la arena del
esfuerzo, cuya cara se llena de polvo y sudor, que
lucha con valentía, se equivoca y cuando no logra
cumplir sus expectativas regresa para entregarse a
un trabajo valioso con entusiasmo y devoción.”
ACTIVIDADES
 
La “vocación profesional” es la inclinación a desarrollar un determinado tipo
de trabajo. De acuerdo con una reciente encuesta, cuando sean grandes, la
mayoría de los niños varones quieren ser futbolistas, policías, pilotos de
carreras, aviadores y bomberos. Las niñas quieren ser maestras, veterinarias
y doctoras.
 
– Haz una lista de las dos profesiones u oficios que más te gustaría
– Explica por qué te interesa, en especial, cada uno de ellos.
– Investiga dónde se estudian y cuáles son los requisitos para hacerlo.
– Investiga las tareas para desarrollarlos (prácticas, entrenamientos, etcétera).
– Ubica a alguien que tenga esas ocupaciones y conversen sobre ellas.
– Con toda la información obtenida revisa tu lista. ¿Aún te gustaría dedicarte a eso?
ORACION POR EL TRABAJO
DE CADA DIA
Oh Señora mía, oh Madre mía
Yo me ofrezco enteramente a ti
Y en prueba de mi filial afecto,
Te consagro en este día de trabajo,
Mis ojos, mis oídos, mi lengua,
Mi corazón, En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
Oh Madre de bondad,
Guárdame y defiéndeme
Como posesión tuya. Amén.
Y recuerda que si
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