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Aniversarios olvidados

No se si han notado que últimamente siempre hay un día o un año


para recordar algo o a alguien.
Está bien desempolvar fechas donde se recuerdan nacimientos,
defunciones o eventos de personajes ilustres y queridos. O tambien
fechas donde se sellaron acuerdos importantes, se libraron feroces
batallas o se inaguraron grandes obras.
Lo fue de Goya y de Velásquez, de Sorolla y de Picazo……..
2009 ha sido el año por excelencia de Charles Darwin, personaje
querido por la mayoría y cuestionado aun por otros. Tambien la ONU
nombró 2009 como año internacional de la astronomía. El 2008 fue el
año internacional del planeta, entre otras cosas.
Cada vez que se recuerda a alguien de importancia, las editoriales no
pierden la oportunidad, tampoco las agencias de viajes ofreciendo
“Low cost” a los lugares donde se celebran esos eventos, incluso algún
productor o político aprovechado no pasa la oportunidad de poder
hincar el diente.
Sin embargo otras obras quedan en el olvido, no hay mención ni honor
para eventos donde “la pela” no corra.

Desde Illora Natural queremos rendir un pequeño tributo y recordar


dos hechos que sin llegar a trascender mas allá de estas paginas, si han
dado personalidad a estas tierras pobres de la Europa meridional, nos
referimos al 300 aniversario de la construcción del Pilarillo de los
Terreros y al 60 aniversario del comienzo de la repoblación de La
Sierra de Parapanda.

Panorámica de Parapanda.

Sesenta años después, Parapanda esta cubierta en su mayor parte por


repoblaciones de coniferas, verdes desde la lejanía, pero cuando te
metes en sus entrañas observas que los pinares no pasan por un buen
momento, miles de pinos yacen muertos en el suelo ofreciendo un
espectáculo que

Pinos caídos en la sierra de Parapanda.

sobrecoge. Estas tierras ásperas y con escaso suelo no ofrecieron


sustento para el arraigo profundo de los pinos. Tan espesos y tan altos
llegaron a ser que muchos lo pagaron con su vida.

Pilarillo de Los Terreros.

¿Y que decir de nuestro “Pilarillo”?.


Báculo del sediento pajarillo. Guardería de los anfibios. Alegría del
sediento labrador. Punto de partida para el cazador. Descansadero del
cabrero y su rebaño.
Y como no, nostalgia del que paró a beber de sus frías aguas.
Ya no hay sombra que cobije a esta fuente, ni cuidador que la
mantenga.
No hay gente que allí descanse, ni es paso de nadie.
Brota de su caño un hilo que ya no es sustento ni orgullo.
Durante siglos manaste y ahora así te ves, pilar ya ni Pilarillo eres.
Así te cuidan, así cuidan en Illora a fuentes y arboladas.
Pues desde aquí te rendimos ¡Oh fuente! ¡Oh bosques¡ Pleitesía.

Texto; “No cepermite labar ni……”

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