Rodrigo García fundó la compañía teatral La Carnicería para poner en escena sus textos de forma anticonvencional, alejada del espectáculo tradicional. Sus primeras obras utilizaron la descomposición textual y fragmentación inspirada en Beckett. Más tarde incorporó elementos físicos y sensoriales como comida, bebida y violencia explícita, buscando despertar emociones primarias en el público. A través de La Carnicería, García desarrolló un estilo único que combinaba lo literario
Rodrigo García fundó la compañía teatral La Carnicería para poner en escena sus textos de forma anticonvencional, alejada del espectáculo tradicional. Sus primeras obras utilizaron la descomposición textual y fragmentación inspirada en Beckett. Más tarde incorporó elementos físicos y sensoriales como comida, bebida y violencia explícita, buscando despertar emociones primarias en el público. A través de La Carnicería, García desarrolló un estilo único que combinaba lo literario
Rodrigo García fundó la compañía teatral La Carnicería para poner en escena sus textos de forma anticonvencional, alejada del espectáculo tradicional. Sus primeras obras utilizaron la descomposición textual y fragmentación inspirada en Beckett. Más tarde incorporó elementos físicos y sensoriales como comida, bebida y violencia explícita, buscando despertar emociones primarias en el público. A través de La Carnicería, García desarrolló un estilo único que combinaba lo literario
Ao de publicacin : 2006 Fecha de incorporacin a la web : 01 de Octubre de 2005
Rodrigo Garca asumi desde el inicio de su carrera dramatrgica la puesta en
escena de casi todos sus textos con una compaa fundada por l mismo: La Carnicera. Ya en 1989, a propsito del estreno de Acera derecha, Garca mostraba su alergia al espectculo construido de acuerdo a los cdigos Carniceria 1992 Prometo convencionales y su convencimiento de que el formato espectacular era inadecuado para vehicular una propuesta artstica. Por obra de arte yo entiendo la capacidad de poner en movimiento ciertas vivencias atendiendo-me en mi totalidad. / Y sera risible intentarlo desde el espectculo. / Porque no puedo hacer efectivo miadentro embalado en convenciones que existen sin m. / Aislantes. / Busco entonces qu hay en el teatro (entre todo eso que llamo el sinm) tan importante para reconocerlo como vado. / Es el hombre, concluyo. / El vado entonces se me impone como carne, fantasa, qumica, tensin, venas, sentimiento, miserias, lenguaje, afasia. / De la tensin entre lo que llamo mi-adentro y la convencin es de donde surgirn, sangrantes, formas nunca-adecuadas, siempre ms o menos mutiladas." (Garca, 1990: 7-8) El texto tiene algo de programtico, ya que la bsqueda del arte y del hombre conducirn a Garca a la experimentacin de diversos modos de romper el formato teatral y desprenderse de las hipotecas de la construccin dramtica. En sus primeras tentativas, Garca recurri a la descomposicin textual y la prctica de una dramaturgia heredera de Beckett, que se iba aproximando a la de Mller, sin por ello despreciar otras influencias extradramticas (Borges, Cortzar). En el programa de Prometeo, el dramaturgo describa su tarea como una reconstruccin, "montaje y desmontaje de la memoria", fragmentos, imgenes interrumpidas: "Recortes de peridico. Pedazos de tela. Manchas en la ropa. Cicatrices en el cuerpo. Arrugas nuevas. Une los fragmentitos con precisin. Carniceria 1999 Conocer gente Hazlo poco a poco. Y descansa." El despiece y reconstitucin verbal de la vivencia era confiado a unos actores que apenas se movan, inmersos en dispositivos visuales (en algunos casos directamente apropiados de artistas como Bruce Nauman o Jenny Holzer) que asuman la tarea de otorgar dimensin plstica a una propuesta que no quera ser entendida como espectacular, sino invitacin al espectador para la elaboracin de una lectura selectiva y singular de los materiales. Lo fsico, no obstante, siempre estuvo presente en el trabajo de Garca. El dolor y la tortura aparecan en Prometeo como imgenes o referencias: la galera de cuadros dedicados al martirio de San Sebastin, la instalacin de sacos de boxeo o la mencin a Frank "el animal" Fletcher, ex-boxeador de peso medio quien, al parecer, confes: "Detesto decirlo, pero es verdad. Cuando llega el dolor es cuando ms me gusta". Y en El Dinero (1994) lo violento se asociaba a lo sexual Carniceria 2001 Aftersun en una serie de poses erticas y acciones agresivas (a veces pretendidos ejercicios de tortura) por parte de los actores (en contraste con la presencia de los ositos de peluche y la referencia constante al dinero). La dimensin corporal de la escritura de Garca se manifest siempre tambin a travs de la utilizacin de la comida y la bebida en sus espectculos. Las instalaciones de copas de vino, repetidas en diversas puestas en escena, desde Prometeo hasta Conocer, gente comer mierda, se completaron con el recurso a productos comestibles a partir de Notas de cocina (1995), un trabajo que marc una inflexin en la trayectoria de La Carnicera y que abri un perodo de bsqueda en que la presencia de lo orgnico adquiri cada vez mayor peso. Su propuesta estaba muy prxima entonces de los espectculos acumulativos propuestos por creadores como Elizabeth LeCompte con el Wooster Group o Reza Abdoh con Dar a Luz, quienes recurran a la elaboracin de redes textuales en las que se iban adhiriendo materiales de muy diversa procedencia, incluidas secuencias que tenan como objetivo primario afectar sensorialmente al espectador y desestructurar sus mecanismos perceptivos. Pero Garca, Carniceria 2002 Compre una consecuente con su proyecto antiespectacular, se alej conscientemente de ese pala en Ikea para cavar mi equilibrio y en los aos siguientes trat de cargar las tintas sobre lo brutal, en un tumba intento de aproximarse a lo real por medio de la destruccin, la imaginacin desenfrenada, el desprecio y la poesa de lo cotidiano. Entre Protegedme de lo que deseo (1997) y Haberos quedado en casa, capullos (2000), Garca explor un territorio tenebroso y excitante, que resultaba de la
superposicin de unas fantasas producidas por la deformacin exagerada de la
realidad y la acumulacin de fragmentos extrados de mundos reales pero habitualmente ocultos o suavizados por la convencin y las imgenes. La consigna pareca ser: "ensuciar la escena, ensuciar el texto". En Conocer gente, comer mierda (1999), los actores iniciaban el espectculo leyendo un libro con la boca constantemente llena de patatas fritas. La boca sirve para hablar, pero tambin para comer: por qu no superponer ambas funciones? El resultado es la contaminacin orgnica del texto. Y en efecto da la impresin de que los textos de Garca se han ido dejando penetrar por el vino, la comida, la carne, la materia tanto como por la realidad, el deseo y la memoria. Lo que en Notas de cocina an era una alternancia de secuencias verbales y secuencias plsticas o musicales, en los siguientes espectculos empezaba ser percibido como un todo, un todo revuelto, sin duda, donde las referencias poticas y artsticas se montaban sobre actos de violencia y pirmides pornogrficas, donde muequitos animados compartan la escena con dos enanos mientras al fondo los actores se apretaban en una pequea caseta para entregarse a todo tipo de excesos sexuales y gastronmicos, donde la tortura ldica alternaba con la ociosidad o la elaboracin de manifiestos en defensa de la vida, donde la msica de Schnberg o Beethoven sonaba al mismo nivel que las canciones populares y los aullidos de los intrpretes y serva de fondo a acciones brutales, escatolgicas o irritantemente cotidianas, donde la violencia contra los muecos pareca ms soportable que la violencia contra los humanos, donde una pelcula porno mereca la misma atencin que un texto de Borges y una pelcula de Hitchcock poda ser reducida a una historieta contada con la ayuda de unos tomates, un tocadiscos, una sartn y unos clavos produciendo el mismo efecto que una especie de culebrn escatolgico en que las aficiones sexuales y los procesos orgnicos de sus protagonistas eran representados con ayuda de unas bragas, unas uvas, unos pltanos y unas cuantos fluidos comestibles (leche, pasta de cacao, salsa de tomate)... Lo monstruoso aparece de forma espontnea all donde lo orgnico se ve privado de lmites. Al igual que David Lynch o Cindy Sherman, Garca recurre a "lo abyecto" con la intencin de adentrarse en lo que l denominaba el "universo del mal". "Para ambos artistas el descontrol, el caos, el desorden, la sexualidad e, incluso el mismo cuerpo, infunden miedo e inculcan el temor en los espectadores. Al edificar un catico mundo visual, habitado por criaturas deformes y monstruosas [...] estn propiciando un descenso a los infiernos, un oscuro viaje al corazn de lo siniestro." (Corts, 1996: 1999). Sin embargo, el "universo del mal" o "el corazn de lo siniestro" no constituyen ms que una dimensin de la experiencia censurada o reprimida por la realidad. "El infierno segn Lynch est anclado en lo real, se nutre de lo real, apela a lo real." (Aliaga, 1992: 15). Y lo que aparece como exceso no es ms que el efecto que produce la concentracin de lo que habitualmente no es visible, pero siempre est presente dentro o fuera de nosotros. Lo real, como observara Hal Foster en 1996, se acerca inevitablemente a lo obsceno "a una representacin sin escenario, sin ilusionismo, sin velos protectores, y a una subjetividad recuperada y atravesada por residuos simblicos y presimblicos, que conduce al arte de lo abyecto, un arte en el que el cuerpo es violado y quebrantado y en el que, segn las teoras de Julia Kristeva, se impone aquello que "perturba la identidad, el orden, el sistema", as como lo que no respeta las fronteras, las posiciones y los roles sociales y de gnero convencionales" (Guasch, 2001: 407) En busca de lo real, el director francs Claude Rgy haba formulado en 1991 el sueo de un teatro que fuera manifestacin de las cosas, sin rdenes ni ideales, "el lugar de todas las presencias", el espacio "del dejar estar, renunciando a toda forma de jerarqua entre pensamiento, cuerpo, objeto, texto, voz". Slo en un espacio as las cosas podan seguir siendo cosas y "todo objeto, todo espacio, todo pensamiento, todo ser" aparecer ante nosotros "no slo prximo, sino siendo nosotros mismos". El sueo de Rgy pareca materializarse en esos espectculos de Garca en los que lo real se haca presente de la forma ms brutal, en un revoltillo frente al cual el espectador deba reaccionar, poner en juego sus propios criterios de seleccin, estar alerta, o bien dejarse llevar en compaa de los actores, entregarse con ellos al desenfreno moral y sensible, y aplazar para ms tarde el pensamiento. En una escena de Aftersun (2001), el actor Juan Loriente, con ayuda de su calzoncillos, expona al pblico una "teora del pensamiento en cinco puntos". Lo que aparentemente era una descalificacin del pensamiento filosfico (que, por tanto, incluira el crtico), se descubra poco despus como una conmovedora invitacin a reconocer nuestra insignificancia y una demoledora denuncia de nuestra pasividad, de nuestra hipocresa y de nuestro cinismo. Porque, a pesar del exceso y del caos ("que no es una esttica -apuntaba Garca-, sino ms bien una ideologa que yo vivo visceralmente"), los espectculos de La Carnicera proponen constantemente una penetracin de las representaciones en busca de
Carnicieria 2002 Ronald
lo real y un posicionamiento tico. El desprecio del sistema educativo como
mecanismo de alienacin del individuo, la burla de la ambicin (tema central de Aftersun), el rechazo del trabajo y la defensa de la ociosidad (necesaria tanto para el placer como para el pensamiento), la denuncia del consumismo y la obsesin por penetrar las vidas de los otros son motivos recurrentes que, ms all del exceso de sus formulaciones verbales y de la ambigedad de sus planteamientos escnicos, constituyen los principios de un discurso moral que, obviamente, el autor no da elaborado. Tal ausencia de elaboracin no slo tiene que ver con el propsito de activar al espectador o bien con la renuncia a imponer un discurso ideolgico, es coherente con la descomposicin formal que resulta de una progresiva traslacin del trabajo dramatrgico al cuerpo de los propios actores. En las ltimas producciones de La Carnicera, con Juan Loriente y Patricia Lamas, Rodrigo Garca ha sido capaz de penetrar con su escritura en el cuerpo mismo de los actores y proponerles un juego escnico que tiene mucho que ver con los movimientos internos del cuerpo. La estructura dramatrgica de Aftersun corresponda a una determinada interpretacin de los estados del cuerpo: lo orgnico, lo ingenuo, lo inconsciente, lo directo, lo agnico, lo violento, lo histrico... Estos estados encontraban su traduccin en bailes, poemas (verbales o visuales) ofrecidos como regalos, pequeos cuentos, discursos, enmascaramientos, enumeraciones de posibles muertes, listas de vidas deseadas... En el "Declogo" recitado por Patricia Lamas en Conocer gente, comer mierda figuraba la siguiente afirmacin: "No quiero limitarme a una forma de vida. No quiero perderme todas las dems vidas por haber elegido sta". Prolongando esta idea, en Aftersun los actores ofrecan una lista de personajes clebres en cuya piel les gustara vivir bajo la frmula "Quiero ser..." Uno de esos personajes era Diego Armando Maradona. Y de hecho pareca ser el favorito de los intrpretes, ya que a la alabanza de sus virtudes y sus excesos se dedicaba un largo pasaje. Maradona volvera a aparecer en Compr una pala en Ikea para cavar mi tumba (2002) en una secuencia similar. En este caso, se trataba de presentar a los cien mayores "hijosdeputa" de la historia, entre los que figuraban Sigmund Freud, Gandhi, Mandela o Einstein, adems de Marilyn Monroe o Elvis Presley. Los tres ltimos de la lista eran Ch Guevara, Pier Paolo Passolini y Maradona. Durante largos minutos, el espectador asista estupefacto a la presentacin de las fotografas de estos personajes, acompaadas de insultos y descalificaciones, a veces tan disparatadas que provocaban la risa. Despus, en una especie de declaracin ntima, se escuchaba la voz grabada del propio autor que confesaba su envidia hacia esas vidas cargadas de excesos, unas vidas a las que ni l ni probablemente nadie del pblico sera capaz de aproximarse. La defensa del exceso, el caos y la contradiccin se desvelaban entonces como una forma de expresar la rebelin contra el conformismo y contra la conformacin de la vida, las ideas y el deseo a los modelos socialmente establecidos y fijados, casi corporalmente, por medio de la educacin. Ikea, adems de un furibundo ataque al consumismo, era un atentado despiadado contra las existencias regladas, una defensa de la espontaneidad, una provocacin constante a los juicios moral y polticamente correctos, un reto al "buen gusto", una burla de la sagrada seguridad... Lo feo y lo imperfecto, al igual que lo abyecto, lo catico y lo excesivo funcionan como mecanismos de alerta que descubren las fracturas de la realidad, los intersticios de esa construccin aparente que llamamos realidad, por los que se cuelan los destellos y los sonidos de lo real. La fijacin de la forma es contraria a la percepcin de lo real, de ah la necesidad de destruir la forma, o al menos ensuciarla. Y qu mejor medio que contaminar la forma con las imperfecciones (slo aparentemente feas o caticas) del cuerpo. Jos A. Snchez, Universidad de Castilla-La Mancha Referencias: Aliaga, J.V. (1992), "El infierno segn Lynch", en David Lynch, Valencia, Sala Parpall Corts, Jos Miguel G. (1996), El cuerpo mutilado (La Angustia de Muerte en el Arte), Generalitat Valenciana, Valencia. Garca, Rodrigo (1990), "Otro loro", Fases, n 0, Madrid, 1990, pp.7-8. Guasch, Anna Maria, El arte ltimo del siglo XX: del posminimalismo a lo multicultural, Alianza, Madrid, 2001
VII Laboratorio de Escritura Teatral (LET): El cuaderno de Pitágoras - Banzo, el aliento de las ancestras - Tetas - Cráneo rojo sobre fondo sueño - Naranja y rojo - Tu hija