Loca por la ciencia
Franny K. Stein
El monstruo de calabaza
Jim Benton
llustraciones del autor
Franny es una nifia muy inteligente.
ademas le gusta ir al colegio, le encant:
fa ciencia y hacer experimentos. Tambi
fe gusta que su habitacién tenga un
aspecto oscuro y tenebroso. Tiene una
tarntula en una jaula y cria en una pecerz
Pirafias voladoras. Sus companeros pie!
Que es un poco rara y no la aceptan....
nS:
pero Franny seré la tnica capaz de salvar
@ Su profesora que ha sido raptada
Por el monstruo Cabeza de Calabaza
ALEAGUARA jl
INFANTIL 4 | )
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Jim Benton
Franny K. Stein. El Monstruo de calabaza
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Franny K. Stein
El Monstruo de calabaza
Jim Bentonnea
TAxle crisinal FRANNY K. STEIN MAD SCIENTIST.
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Loca por la ciencia
Franny K. Stein
El monstruo de calabaza
dim Benton
Nnosrsiones del autorCAPITULO UNO
LA CASA DE FRANNY
a familia Stein vivfa en una preciosa
casita al final de la calle de Los Narci-
sos. Las contraventanas estakan pin-
tadas de color lila y todo era uae y oeEsa habitacién era el dormitorio de
Franny K. Stein ya ella le gustaba que estu-
viese oscuro, tenebrosoy fantasmal,
Cada poco tiempo, su madre entraba en la
habitacion, Menaba las paredes con pésters
de flores y animalillos, y repartfa peluches
por todas partes. Le parecta que asf quedaba
Ja habitacién mds linda,
Al dfa siguiente, Franny se las arregla-
9a para que su pieza tuviera el mismo aspecto
oscuro, tenebroso y fantasmal que a ella le
dustaba. Le encantabe que pareciera un ca-
labozo subterréneo invadido de aratias y
murciélagos,
~iMureiélegos! —se asombraba su madre
“cuando entraba en la habitacién de Franny-.
Onde los conseguird? ; Habrd alguna tien-
de murciélagos en el barrio?
unPues no, no habia ninguna tienda de mur-
ciélagos en el barrio. Los murciélagos sim-
plemente spazecten. Los guetaba la habita-
cién de Franny y a Franny le gustaban los
murciélagos.
Son como ratas con alas —decfa ella—.
¢Cémo nome van a gustar?
CAPITULO DOS
LA HABITACION DE FRANNY
a habitacien de Peeany efa-verdader
ramente extratia. Contenfa humean-
tes tubos de ensayo, raros recipientes
ue exhalaban olores fétidos y una enormeEn la habitacién habia también una ta-
rdntula gigante encerrada en una jaula, una
urna de cristal con serpientes y una pecera
enorme en la que criaha unavariedad especial
de piraiias voladoras. No comprend{fa que al-
gunas personas cultivasen margaritas o ro-
sas pudiendotener, comotenta ella, yedvave-
nenosa y plantas carn{voras,
~Es que no hay comparacién —se deeta, al
tiempo que atrapaba a una de sus pirafias vo-
ladoras.
Franny se encontraba tan a gusto en su
habitacién que no queria salir de ella; pero,
aro, ten{a que salir por fuerza para cosas
“Como comer, comprarse zapatos, ir al colegio
dal cuarto de baio, cosa que a Franny real-
mente le gustaba.{Ojo! Esto suena un poco mal, Era “ir al CAPITULO TRES
colegio” lo que a Franny le gustaba realmen-
te, geh?
NUEVA EN EL COLEGIO
ranny ysu familia acababan de cambiar-
F se a la casa de la calle de Los Narcisos,
asf ue eva la primera vez que ella iba al
colegio del barrio. La profesora se lamaba se~
ita Shelly y le gusté desde el primer mo-
mento. Sus compaiieros, en cambio, no le gus-
aron demasiado, y tampoco a ellos parecié
ustarles ella; nose mostraron nada amables.
irVines Gus Ios ch icon fuoran anclipitites,
Lo que ocurrfa era que nunea habfan cono-
cido a nadie como Franny.
Nadie saltaba ala cuerda como ella.Y lo que ell levaba para comer no se pa
veoia nada a lo de los otros alumnos.
€ncontrarla.Franny se daba cuenta de que los otros. _—‘La setiorita Shelly vio loque estaba pasan-
nities le tenfan miedoy eso le daba pena por. doy un dia le pidié a Franny que se quedara
que ella querfa que fueran sus amigos, ‘un momento con ella al terminar la clase.CAPITULO CUATRO.
UNA PROPOSICION
a sefiorita Shelly era la profesora mas
lista y mas simpatica que Franny habia
tenido hasta entonces, Estaba segura
Paue rezulterta la profesora perfects sélo
ni due se vistiera y se peinara con un po:
de gracia.
2s—A mi me encantan las ciencias. Soy una
especie de loca por la ciencia —le confié
Franny asu profesora.
=jAh, sf? Eso debe de ser estupendo
dijo la sefiorita Shelly, aunque no se creyé
que Franny fuera una cientifica loca en rea-
lidad. Y Franny se dio cuenta de que no le
—Eres una buena alumna~ le dijo la pro-
fesora,
—Gracias —agradecié Franny—. Me gus-
tan las clases, sobre todo la de Ciencias. Y més
que nada me gusta estudiar todas esas cosas
blanduchas que tenemos por dentro.
—También a mf me interesan esas cosas
~afiadis la sefiorita Shelly, y las dos se rieron.—Piensa en ello como si fuera un experi-
mento —le sugirié la profesora.
Los ojos de Franny se iluminaron. Yuna
mueca de entusiasmo aparecié en su cara. Un
perimento era la cosa que més le gustaba
mel mundo y la sefiorita Shelly lo sabfa.
—gTe sientes a veces un poco sola? —le ||
pregunté la sefiorita.
—Bueno, si, a veces ~admitié Franny—,
No entiendo 2 mis compafieros, y no sé qué
puedo hacer para que quieran seramigos mfos.
—Estoy segura de que algo se te ocurriré.
Ti eres una chica lista,
Franny se cruzé de brazos para pensar
mejor,
—Pues no 6, setio...
29CAPITULO CINCO
EMPIEZA EL EXPERIMENTO
ldfa siguiente, Franny legéal cole-
gio preparada para iniciar el experi-
mento, Antes de que empezaran las
es observé due sus compaiieras jugaban
mufiecas. Franny se puso muy contenta
ue ella de mufieeas sabia un monton.
El experimento empezard matiana mis-
egurd Pescnyooncen dedoen alin
el mismfsimo gesto que hacen los cient {ficos
chiflados cuando hablan de su préximo ex-
perimento,
30 atLeencantaban las mufiecas. Le gustaban
CHOMPOLINA
M\uheca de moda,
tanto due incluso habfa hecho algunos avre-
glos especiales a las que tenfa en casa.Estaba as punto de explicar asus compatie.
vas que'su Chompolina podfa arrancar las ca
hezas de sus mufiecas de un solo mordisco,
custsd0csy6 enlsoueutede alge: las miufctag
de las otras nifias eran... dulces y bonitas.
Todas tenfan el pelo lange y vestian traje-
citos con flores. Ninguna expulsaba mocos
pegajosos, En realidad ninguna expulsaba
nada.
ecas delicadas, incapaces de morder ca
Noexpulsan nada’,
34 35A la hora de la comida Franny se senté
junto a sus compaficros. Y estaba a punto de
empezar a tomarse su delicioso cangrejo con
vaviolis en salsa de calabaza cuando observd
algo que lam6su atencién.
Séndwiches de jamén y mantequilla a su
izduierda, séndwiches de mortadela a su de-
recha. Todo lo que Franny podfa vera su al-
“rededor era una serie de séndwiches blan-
‘cuchos, blanduchos y medio espachurrados.
Nada de un guisito apetitoso y calentito, s6-
Jo séndwiches.= Yeso es todo lo que van a comer? —mur-
6
muré para sf misma. Y escribié otra nota:
“Sdndwiches blanduchos”. Franny tiré a la
papelera su propio almuerzo.
Durante ¢l reereo los nifios salicron al
ioa jugar.
Franny pensé due habfa llegado la hora
oder dejar a sus compaficros alguno de
Sus juguetes,
Querfa que se hiciesen amigos suyos,
38 39