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SECRETARIA DE EDUCACION PUBLICA (sep) Sceretaio AcuSTIN YaRez Subsecreteio de Asuntos Cuttzales MAURICIO MAGOALENO COLECCION PENSAMENTO DE AMERICA Balo el pattocinio de la SEP Publicades: LOGIN DE RUBEN Bac Povey eedon de PEN DARIO. * ANTOLOGIA De Ganine ie Prologo y seleccion de Emma Godoy oe ATRNCGIA DP (2, SSSA Sactonas, mpararona ee atte § BSCE POLO en de Mancel Goncler Ramses ANTOLOGIA ‘DE 90 selecciin de BECLOGIA DE AMADO NERVO, logo y seleccién de Alfonso NTOLOGIA DE JUAN JOSE ii 190 Y alco Be orgy Ae A RREO! INAH ANTOLOGIA DE EMILIO _RABASA Biografia y seleccién de ANDRES SERRA ROJAS Profesor Emérito de la Universidad Nacional Auténoma de México Tomo I @D. v OE Y Ediciones Oasis. $. A. México © 1965. oesscros nesemva0os non si. auto 301166 doctor Emilio O. Rabasa, Mte del taste consttuconaita Primera edicién, 1969 Eorconts Onss, 8. A., Oaxaca 28 México 7, D."P, Inprrio v hecho en Mésteo Printed and made in Mexico Invrropucciéx Emilio Rabasa, el Pensador mds Severo y Profundo de Ja Vida Institucional Mexicana “La tinica manera de hacernos invio- lables en nuestra debilitad material, ces hacernos respetables por el cum- plimiento de nuestras leyes, por el afianzamiento del gobierno instita- cional, por el estatilecimiento innta- ble del orden y de la paz intesior. Esta es la obra que reclama imperio~ samente el verdadero patriotismo.” Eautio Rasasa MILIO Rabasa Estebancl,jurista, ieralo y macs- tro, ocupa un lugar prominente en la historia de fa cultura mexicana. Al evocar su personalidad viene @ nosotros la opinién de Max‘ W distinguis “entre tos hombres que politica y los fiombres que viven para la politica’ Stamos en presencia de un recio intelectual qué Forjé st propio mundo espicitual con la alegvia Gel Gas c7e8 slg en el mando de las ideas, con un claro sentide de io social, a estado temporalmente y en diversas ocasiones en 4a Capital de a Repiiblica, fue hasta fines de 1886 cuando ae alien en ella, en la etapa en ta que el general Porfirio Diaz, gobeenaba por segunda vez a la Nacién. La vida de Rabasa se desenvucloe hata os iiltimos afios del porfirismo, vivienco intensamente la vide hance nal en fos diversos cargos que desempend durante la reorpaniescion judicial y administrativa, el desarrollo de la lucha antisreckeriavan, 4 salida det Presidente Diaz al extranjero y los vidlentos afioe oc ih Revolucién iniciada en 1910, desde Madero hasta ef Prosiinte Cha tranzay Finalmente, ef afto de 1930 en que Rabasa mace en ig Cludad de Mexico. En la bella Antequera y siendo mu | foven forms su familia unién- dose a una respetable dama de la localidad, ta senora dofia Merce ies Hanes Santaella. Sus actividades profesionales le permitieton seta sionarse con el prominente grupo de intelectuales que colaboraron ean el Presidente. Dos Presidentes oaxaquefios, Juires i sportunided para que se destacaran en la vida politica nacional fe ras como Rocendo Pineda, condiscpule de Rea de Matias tomero, Federico Mariscal. Ruiz, Esteva, Emilio y Rafael Pimentel, Chapital, Gonziles y otros. AAiios mas tarde la vieja Ciudad de los Templos y los Palacios, b recibe con los Brazos abiertos, por lo que, pronto se le ve senor en diligente actividad forense y periodistica. Provisto de un mercalo prestigio como abogado y escritor, adquisido en Chiapas y Oasece, ro podia pasar desapercibido para quienes, al comencar ‘a tratarlo jntelectualmente, reconocieron tos finos atributos de su capactdad, 13 Tas dotes indiscutibles de alidado escritor y penetr doc de fe socal provintana at sen neck anei eee al campo de la actividad literaria en la novela y en menor escala 4a poesia, proyectadas dentro de una de las tendencias en boga en época —el realismo literario~, como expresion de las historias tees les, de ta experiencia inmediata y ce ta imaginacién novelesca, que aeas 86 por adaptarse mejor a sus finas inctinaciones 4 delicada sensibha lied, y a su natural tendencia a ta observacién, descripcién y eritica, ero nadie podré disputarle a Rabasa su tino al trazar tin opulento retabo de muestra vida soil y poli. en jnslanes en que el pala weria buscar ya su rumbo definitive.” A. Acevedo Escobedo, (pro. Igo a Tas Obes completa de la Editorial Portas Tome Ea) El ambiente literario de su tiempo —de por si limitads—, y atraido por su firme vocacién de jurista. no permitis a su espirit inguieto y consteuctivo, plasmar sus anhelos, acariciados en la provine cia, de proyectarse mis ampliamente en el campo de ‘ta novela, la poesia y ef periodismo. El ilustre periodista e historiador chiapaneco don Angel Pola, que tan magnifica obra histérica nos ha dejado, decia que Rabasa: “es el primero que viene al mundo de las leteas, sin el Spefvanieno, de don Ionacio M. Altansano” (Diario del Hogar le septiembre de 1888). y aftade que don Sierra le di refnéndose a Rabasa: “le tena desconfianea, fore una feck GE cla gran ciencia> y no 1a dejé hasta el fin, Escribe bien, es una Huis Rovable y se parece a Galdés"s igual elogio merecié del senor En los primeros momentos de su vida capitalina, al expl fetiando uf Taberinto de" la Comptgja vida sabia We niet ate) dando en ta Tccén una imagen real de los personajes de aquela vida rovinciana que vivis con intensidad y que tanto impresionaron. 2 fensbildad javeni.. Supers todos fos estos imperantes a [ines del Hale pasado en un medio que scabs por adnirarto. --, GoM certera estimacién nos dice Manuel Gonzalez Ramicez (Eni lig Rabase, Retsatos y eaten, Biblioteca del eatulante trioaene, rio mim. 59, UNAM, 1945, pag. VIII): “Con ser el estilo de Rabasa analogia de au pensamiento, parécenos que composicisn y forma son a 4a manera de fos vasos comunicantes que hicieron de niestro. ator gl mejor prosista de su tiempo, y ef. pensador més profndo el erecho Constitucional mexicano. Rabasa fue contemporaneo de los grandes potas de la Revista Azul y de la Revista Moderne: pudo escribir y escribis poesia. Pero advina a ta prosa, porque de ella hizo el mejor instrumento de su discurso y el medio adecuado para ex. presar su cultura cientifica. Quiza esa innata disposicion para lo cien- tifico fue ta causa que To obligs a abandonar la sumision al ritmo postico para expresarse en la forma flexible, elevade y brillante 14 que 10 hizo. Porque pectliar y privativo de Rabasa fue escribir “Ta meta més ambicionada de sus aspiraciones juveniles fue fa ree wacién juridica y el perfeccionamiento de las estructuras politicas, idestacado escritor Daniel Cosio Villegas en su obra La Constitu- de 1857 y sus criticos (Editorial Hermes, Pag. 64). nos dice de ee lacida, wtrante y belicosa, pues planteaba sus problemas en un tono pro- fatvo quic imponia en seguida la disput y aun ef duelo, Fue un jen escrifor: correcto, claro y brillante, de tantos hallazgos verbales smo Justo Sierra, por ejemplo, tan convincente como él y mas sobrio. ino y otro han ejercido una gran influencia, ademés, por sit capa- cided, al parecer ilimitada, de encerrar en formulas agudas y breves ‘ideas cuya expresion pareceria dificil y aun necesitada de menudos mmatices. Era ademés hombre reflexivo y severo de gran integridad imental, de [uertes convicciones, preocupado muy sinceramente por fos fates del pais y ansioso de conteibuir a remediarlos. Y por sobre todas las cosas, en Rabasa se dio algo que parece obvio y que, sin embargo, resulta raro en México: el conocimiento juridico unido al ‘conocimiento hist6rico, condicién primera para discutrie con acierto fgobre cuestiones de derecho constitucional. Efectivamente, Rabasa sa- ia derecho y sabia historia.” Ampliando et campo de sus intensas actividades estttvo en con- tacto con el pensamiento generoso de los mas brillantes publicistas del siglo XIX, directamente 0 a través de sus obras. El desarrollo de nues~ tras instituciones politicas, encontrs magnificos exponentes en Mariano Otero, Ignacio L. Vallarta, José Maria Lozano, Jacinto Pallares, Justo Sierra, Montiel y Duarte y otros. Estos Factores se vieron ligados a una larga experiencia coma Juez, Magistrado, Ministerio Pablico y al frente de la Procureduria del Distrito y Territorios Federales. Casi de inmediato se encontrd orientado hacia horizontes més amplios y ligados, en cordial amistad, a notables juristas de aquel momento, De este modo se interné en espectilaciones sugestivas, prin Cipalmente en el dominio del derecho piiblico mexicano. ‘Otro elemento que contribuys a sit desarrollo intelectual fue el conocimiento de los publicistas de otros paises como Francia, Ingla- terra, Espafia y principalmente de fos Estados Unidos de Norteamé- rica. Es notorio que autores como Story, Tocqueville, Marshall, Leackod y sobre todo los autores clisicos del Derecho Constitucional rnorteamericano, fueron divulgados © comentados por el maestro Ra- basa. {Cuantas veces comento con su hijo Oscar Rabasa, experto en ‘asuntos internacionales, los problemas del Derecho comparado en relacién con nuestra legislacién! ‘Su estancia en ef vecino pais del norte y sus viajes a Europa en 1906 y 1919, sirvieron para estimalar la formacién de tna teoria po- Titica, que en la actualidad ha adquicido un desarrollo inusitado. 6 ; su critecio ggineti con ede elasicos justa, posible, conforme a la ni faraleza y a la costumbre del pais, conveniente al lagar y tiempo, Sezaria, util, clara, sin oscuridades ni subterfugios y fecha’ no pe ningtina conveniencia privada, sino para la utlldad comin de lesa * (San Isidoro, L. V. Orig. Cap. 28.) Una larga estancia en el Senado de ta Repiblica le permit car el fruto de sus inspicadas reflexiones serenas conclasionest se empeiié en una constructiva y paciente labor en la. transformacigg constitucional y legistativa de nuestro. pais. St educacion positvista fo levd a la detecminacién de las leyes Ge Forman el complejo mundo de relaciones que nos dominan; las gas ge manifiestan en forma inmutable en ta naturaleza y aqueliag Ge resultan de la misma evolucién de tas sociedades humanas'y per ttlo cambiantes, adaptables a las condiciones historicas, pero tandeag susceptibles de olvido 0 de violacién Todo ello le permitis estudiar la realidad social de México, doscri. Birla, sefalar sus fallas y la posicién inacente de aquellos qite sven dominades por el torbellino de las circunstanclas que cream despotin mos y dictaduras. E ley no podia ser justa en tanto no se proyectara sobre el cono- cimiento de esa realidad, pero con ideales generosos. V [ucron sang, fas Constituciones las que comenzaron a dar unicad e integedlod al incipiente Estado Federalista que penocamente vc abcia past’ hewn fo dispecso. centrar el poder, proyectar ta accién uniforme de ie Nac cién, se convitieron en eategorias del Gobierno Federal, del sistona representativo. del Gobierno democratico, como expresién de la wahat fania nacional de los demés factores necesarios para comensar a ois bajo el régimen institucional. El drama comienza en sus diversas etapas, cuando los gobernantes menosprecian la ley, no le reconocen su valor, la sitian come as Giguema decorative, no la aplican o ta aplican mal. Asi surge meestn itsorio mundo de ta Tey, una norma ata que la propia aliertice fy da una vigencia aparente y la esconde en los cajanes de loc secte ios de las oficinas piblicas, 0 s el propio pueblo el que se sediec # cumplic con ta ley y la leva al desuso 0 a su derogact ala ti. hambriento que sélo sirve para Contrastar ef oropel de los saraos palaciegos, $g,sivia bajo la apariencia de un orden juridico, imagen lejana del Estodo de Derecho, que s6lo secvia para esconder Tat engeinn 16 chlo. Le ley en su forma no es mas que una sintesis, pero onterido y facticklad le imponen sus atsbuice weenie Por es0 piidieron decit. afios mas tarde, nuestros’ jurites revol- paris, que el Cédigo penal es la Tey de fos pobrett y el Conia ible con el desarrollo de un grupo. humans Festa conviccisn cecide a Rebata'n citer ou oben La Cons- tucin la dictadura, ef epigrafe de. Bahegot: “Ls neveswvis ma Hort policn aati, to historia polices que distingn fe debe a las cualilades del pueblo de To que es Uebido a fy sipene ided de las leyes. que determine con eutdado ef efecto exain ie fada parte de la Constitucién, a riesgo de destrute algunos alot oe ruled ee, pueblo Iexicano paca sefalac las causes anormales del divorclo entre ts by la cealided social, entre 1a mentira de ana ley que no se camules We cura aspera vealidad del gobernante que senice rene tne lb rezén. ee eee. momentos de paz, que fueron a manera de un anatema cr contra vie fas ditadores, que\ sincera 0 capciosamente acabaron, por. reconocet que con a Censttuisn no se podia gabernar, porque ponta Tinies a su poder, fo desplazaba hacla otras entidades, eddcta sue ambience © te ponia obstaculus insuperabtes, frente a ua gran Maca eh ean aque vivia en la miserin y\lastimosamente explatada, wae ce ne fario gobernat de cualqifer modo. : Una larga estancia en el Senado de la Repilica le permitis apt ar el feuto de sus inspicadas reflexiones y serenas conclasiones ge femperi en tina construction y paciente labor, humilde y cccebeat. cn la transformacién constitacional y legislativa ce nuestro pais eeotiach principalmente desde 1894 hasta 1913 y continuada mas tarde on ars intensa labor docente y profesional. ee Asi pasaron por el tamis de su cagaz consideracién, las institucto- nes politicos del siglo xx, principalmente la Constitucton te tity Mas tarde, en este siglo, drigis sus investigaciones al avalise chi de ln Constitacion de 1917, ayo texto tenia escatos tees ah ce wigencia cuando sobrevino ‘su muerte inesperada, ‘Las confercncins que sobre esta materia impartis tanto en la Escuela’ Nacion de [an Flspradencia, como en la Hecuela Libre de Derstha ne nine recogidas or sus alunos en versiones taquigraficas de ample eirafacton g constante consulta, (Véanse estas versiones tomadas: por et dente, Tuan José Gonzélez\ Bustamante, afto de 1928-1909, Za opinién pitblice mexicana, desde Fines del siglo pasado, co- menz6 a interesarse por el joven intelectual chiapancesy que dni su tiempo en actvidedes litecarias, periodisicas, justices 4) sc 7 gicas, Pero el derecho, en particular el derecho piiblico, [ue la a téntica pasién de su vida y le consagré sus mejores esfuerzos. Cu: do cumplis 56 afios aparecié su extraordinaria obra La Constitvcieg y la Dictadura, ressilta intensa labor intelectual expresada De este modo, la Repiblica perdié a un magnifico novelista y a un bardo que abandonaba sus bellas imagenes y los vaelos de sa” fecunda y esponténca imaginacién, porque como dlescribia Alfred de ‘Masset, of suntuoso tat Ea possa estaba on sa sina, as tuisefior en ef ramaje’, para que la cultura mexicana conquistare «an hombee de ciencia, jurista notable en ef campo de las expecilacionee juridicas, precursor de ta Sociologia politica moderna y aportara mua certtras descripciones y criticas de hombres, insttuciones y. pubis Y sobre todo, un sabio maestro que supo forjar. con eriteris, talon, fo y tna mente fecunda. unido a un acucioso sentido pedagigico, una teoria politica para nuestro pais, de honda proyeccién humana: a) ismo tiempo que esa labor tenaz y persuasiva hiciera surgi na brillante generacisn, con fos mas distinguidos alumnos que’ hablon Goncurrido @ su catedra como Manuel Herrera y Lasso, Manuel Te, Wo, Gustavo R. Velasco, F. Xavier Gaxiola, F. Jorge Gaxiola, Em Portes Gil, Ezequiel Padilla, Juan José Gonzélez Bustamante y otras destacadas personalidades en nuestro Foro 0 en la accién politica na, ional, que se nutrieron con su pensamiento juridico-politice y admirac om al ilustre constitucionalista, con sentida devocion. Fl grupo de naa alumnos en la Escuela Libre de Derecho, afirmacon: “Setanox tngras 40s si nu recordaramos la figuca seflera y austera, su pensamicnto ores fundo y amplio, sus lecciones de incluidable sencilles y sabiduris, ca sintesis, au legado de honradez y de verdad que tanta luz y tanto prestigio ha dado al Derecho Mexicano”. (Escuela Libre de Derecho, homenaje a Rabasa, Marzo de 1956). En forma inevitable, como siempre acontece en estos casos, en que una doctrina novedosa supera practicas viciosas o corrige ertorse ¢ interfiere con tantos intereses y con el cambio brusco de un sidema politico —de la Dictadura al movimiento renovedor de 1910 y luego af Gobierno institucional de Ia Revolucién—, también surgievon derrac, fores ¢ inconformes con sus ideas, apasionades impugadores, deals luego, por la época aciaga que le tocé vivis, los que al nal de cuentas acabaron por reconocer los merecimientos de una obra que en esenein es constructiva y patristic Es conveniente informar del pensamiento de alguno de sus criti- 0s, incluso para deducir de sus afirmaciones ef valor intelectual la pureza de sit estilo castizo, mesurado y de una precisién incomparas ble. Dice a este propésito don Jesis Silva Herzog en su obte El Pensamiento econémico, social y politico de México. 1810-1964 (Ins tito Mexicano de, Investigaciones econémicas, 1967, pagina 387); “Pero don Emilio Rabass no fue solamente jurisconsulto distinguido, 18 también autor de novelas, cutentos, versos y articulos en periédi revistes. Varias de sus novelas han sido reeditadas y merecen leider por lectores contemporineos. ‘Rabasa es tar neste eee fe. Sut estilo es castizo y vigoroso, usando a menudo de la ironia mesuca elegante, Fue sin disputa don Emilio un hombre de cla: imo talento. Sin embargo, la influencia que en él ejercieron los dle paz porfiriana, de igual manera que su extraccién social da lla acaudalada le impidieron en ocasiones ver con claridad los blemas fundamentales de Mésico,” Rabasa anallizé con severidad las instituciones politicas, nte el sistema libecal mexicano y su gloria radica en hacer caso iso de las injurias y dicterios dle sus contradictores, pues sus ob- jetivos no fueron personales, sino inspirados en un ferviante deseo de superacién. Dice a este propésito Felipe Tena Ramirez (silueta, de don Emilio Rabasa. Editorial Cultuca, México, 1935, pig. 25): “En fo que al fondo sespecta, Rabasa aplicé a nuestras instituciones las ideas liberates, esenciafmente los tres grandes principios constitucio. rales que el partido liberal inscribié en su bandera a través de nuestra historia: la soberania popular, el sistema federal y los derechos ine dividuales. Se ha negado su influencia en la Constitucién de 1917, pero como se ha demostrado por prominentes juristas como Manuel Ferrer Lasso, Antonio Martinez Baez, Felipe Tena Ramires, las ideas de Rabasa fenian que analizarse por el Constituyente, aunque en ume: c00a2 ocasiones, al discutirse © invocarse una tesis juridica no se mene cionara el origen de las mismas, pero que dejaron su huella induclable Bee a Es justo decie que Emilio Rabasa sicvié a México y entrego su devocién a su pueblo, No esturo al service dean ditade cas régimen analiz6 con sincera critica, a pesar de la amistad y ad- mi hacia el Presidente Diaz. El determinismo historico lo hizo vivie en una etapa ena de errores e injusticias, dominada por brofundos dessrregior sociales, muchos de fos cuales provenian de fa etapas histdricas anteriores, que pasaban de una generacién a otra tomo, un pesado inate. ‘Bor'todo el. ceusa edntnanir ol ness ‘miento generoso de Rabasa, encaminado a encauzar ef desenvolvimien- to de las instituciones piblicas de México, en bien del pucblo, En fa serenidad de la historia, que es segiin Cicerdn (De oratore 2.11), “cuando tas pasiones humanas se han aplacado y s6lo se anhela la busqueda de ta verdad”, los méviles politicos se han diluido en Ia nuevas tendencias sociales, y en otros objetivos de politica guberna- mental. Es asi como la figura de Emilio Rabasa resplandece, como lun astro con fuz propia, que se supera en el transcurrir de los aifos ¥ ocupa ef lugar que logrd conquistar como un hombre de accién ejemolar. E Dieneo no onite, que en mi callted, fe chtspaneco, ex'un totades 19 on en mis de una ocasisn—, entre otras valicsas fy 4 jangel Albino Corzo, Manuel Lacrainzar. Querido Mohens, Ve Ménuel Castillo y otros. Pademas repeti: con honda enced Palabras del ilustre tribuno espaitol don Emilio Castelar: “Caste Mos fenido educacion liberal. guacdamos, desde los primeros « ee “Hits afios de nuestra vida, ef recuerdo religioso de Cietins fechas Gilto Wolétrico a ciertas personas, cualesquiera que sean tee ip tloas del tiempo y las circunstancias del momenta Mi provincia natal, el Estado de Chiapas, se muestra orgullosa 41s hijos, los ha glorificaclo en diversas formas y se lena de seni emocién cuando reconoce los merecimientos de esa pieyade de dian barones que forman su mejor contribucién a la obea perenne 4 tay nosa de ta patria mexicana, En Oaxaca, una aula del entonces Instituto de Ciencias He Oarsee- 9 hoy Universidad Auténoma del Estado de Once Peua el nombre de don Enmitio Rabase, dstinguido alumno del plata emérito, Za revelicién mexicana siempre generosa para exaltar a: hombre sittados aiin en regimenes politicos opucstas, vuelve sus ofoe al mn dada pera reconocer y enaltecer 1a obra de mezicanos estarcuidey Sduilatando sus merecimientos y su labor como hombres de bien, agg Gupieron hhonrar a su patria, aun en momentos dificlles part cif Gome Gabino Barreds, Justo Sierra. Ezequiel A. Chives, Emitor ea fase otros. La posterided comienza a hacer Justicia » los gas ta eergcieron, poraue sobre el pedestal de ta razén imparcial se lecovtag los hombres justos y honredos, Finalmente debemos inforriar a Yos que lean esta obra que fuera Ss libros esenciale. los datos sobre don Enili Rabosa son wrap gerasos, porgue no existen archivos, correspondencias precisas vohre gctitacién. Hemos injormactones verbales de amigos y farilares, datos en bibliotecas y hemeratecas pero siempre stm tnd tados. Seguramente deben existir Una Hermosa Ri Suriana de la Patria “El hombre debe al aice que respira, al suelo que pisa. a los panoramas que lo rodean y a toda la constitu- cién fisica de su pais, una parte prin- cipal de su cardcter, y a su cardcter debe su historia.’ Exo Rasasa Apéxpice at Carfruto V Emilio Rabasa, Memorias. Poemas. Oaxaca, 1884 Enillio Rabasa. Poema inédito A Inés. Oaxaca Discurso de don Emilio Rabasa en Oaxaca, 1885 Actividad Legislativa de don Emilio Rabasa ‘como Diputado local en Oaxaca. 1885. MEMORIAS A MERCEDES Poemas 1 Con doce primaveras ¥ Tlorando las lagrimas primeras, Dejé el paterno hogar triste y doliente, Ia bendicién Ilevando de mi padre, Y de mi pobre madre Amargo beso en la abatida frente. 1 jCuanta angustia en un beso. ..! Hoy que de mis dolores bajo el peso Ami alna no hay ya penasextrafias ‘omprendo que mi madre en aquel dia ET lacerer sentia De un pufial que se juega en las entrafias, MI Entero y valeroso Aun mas que sus dolores poderosos, Mi padre amante con afan prolijo, Después de honrado y bienhechor consejo, Pugnaba jnoble viejo! Por infundir valor a madre e hijo, Iv Sus temblorosas manos Besé, y luego abrazando a mis hermanos 55. Que con dolor SUE £08 dolor y lastina me veian, bruto’salté, parti Qimtiendo en mi tomiento ' las tctras tras mi rotas se hundian v violento, 1Como en an angustia tan Bi dolor apretaba mi gargantal Heyaclo por él a la demencia, anzada ei foea, °° & boca, Que produjo el dolor, contra la ciencia, VI Asi ladrén temido vranca al ave implume de su nido; Pibre el ave después de afios impice, es que hacia su nido vuelve, “orque encuentra en la selva” * nldos todos solitarios, frfos. | VI Bajo fos pies ye mi corcel, los Soe e mis primeros goces 28 ince reves pasaron, otros les siguleron unos y otros hicieron : is penas y mis lagrimas erecientes, vu Un dia y otro dia Distancia a ta distancia se afadia, Solo me vi, desam le, porate nit de cans Siempre esta solo ef sigocn onde no esta la madre que le aduerme, x Y al fin de la Llegué a una tier ae "Fa para mi igno Fuente a mi ver de inagotable cress, Donde habia de aprender, rodando el mundo, El ignorar profundo Que entre sabios se lama indiferencia. x ‘Tuve alli, a mi despecho, En cuarto estudiantil angosto lecho Que aum la fatiga del dolor desdetta; Lecho que da la caridad vendida, Sin amor y sin vida, En el cual si se duerme... no se sueital XI Alli también habia Los libros sobre tosca escribania; ¥-a medida que en ellos a los sabios Leia, Ja oracion quizé olvidaba, Que’ antes dulce quedaba Al dormirme, vagendo entre mis labios. XI jCuantos asi proscritos, Al ahogar de su dolor los gritos, La vor tambien de su conciencia ahogan! AY cudntos, sin valor en el tormento, Caen en el hambriento Seno de! mar en cuyo manto bogaa! XI TAn! Sin quedar ninguna ‘Mueren las ensefianzas de la cuna Cuando la vida real abre sus puertas Y viste a Ia inocencia eterno luto. ..! jAsi al nacer el fruto Caen las Flores en el lodo muertas! xIV Yo procuré guardaclas ¥ en el fondo del alma aprisionarlas; Y atestigua quiza que aun no las pierdo En los rudos combates de esta vida Ni odiada ni temida, I amor con que evoco su recuerdo, xv 1Cuntas veces miran i Par donde 3 = Hrands el horizonte Ine su claro az al mam Olvidada de pena abrir La mente voladora : lev loco a mi hogar el pensamiento! XVI 1Si yo yolviera alla! iSi yo uemar la ciencia entera ee ras vano a mis afanes se encomiendal XVII 1Qué alegre el acercarse! Alls a lo lj Loo tines eff tse! Alla lo jon Se ven del sol que hi mis alld se siente, Sonido que recuerda ronca voz del pedregoso rio, xvur Junio le da caudales y bravura rumor de fermuea’ OU arroyo que va junto al camin ¥ en verde campo que la flor esmaa La res alegre salta = corre el ciervo timido sin tino, XIX Sobre el alto maizal que el vie to on rumor manso y leven ™S* luéstrase hermosa la madeja rubia, cuyo extremo pende temooss jere el caserfo, hacia la izquierda, La gota temblorosa Con que bafé la reciente Mluvia, XX Por ancho callején el bosque abierto, Entré en él y el concierto Escucho de mil misicas suaves: ‘Murmullo de aguas, suspirar del viento, A que juntan su acento, ‘Vueltas al nido las alegres aves. XXI El sol gue se hunde la campifia orea, Y en el bosque aun gotea E| agua que resbala entre las hojas; En tanto el astro rey, penosamente Muere en el Occidente Sobre lecho real de nubes rojas. XX Logro ya ladear la amiga loma Que Hiena suave aroma, es ‘ntes que el rayo postrimer sucumba, 'Y escucho al empinarla embebecido El doliente gemido Del ocotal que con el viento zumba, XXL Sin arbol ya que a mi ansiedad ofenda, Las casas de la hacienda Veo ante mir al bruto generoso Hiero el brioso hijar, suelto la brida, Yen rapida corrida, Vuela con él mi corazén ansioso. xxIV iYa Ieg6...! Bajo la ancha gale Do tanto loré un dia Corro al fin a los brazos de mi madre; Y al ver cual me arrebatan afanosos 59, Hermanos carifiosos, Lota y rie a la vez, imi anciano padre, xxv IPadres, digo, la ciencia aborsecida Be amor vides ee ejad que vuelva a vuestro lado el nif; Que herido por las penas de la ausenci, ‘Ya no quiero mas ciencia, Que amaros siempre con mayor carifiol XXVI Pasaron cinco aifos, ¥ cantando fingidos desengaiios ¥ mil pesares a mi dicha adversos, Gual'canta el ave al despuntar el di 0 a fuerza extrafia sin querer cedia,” Haciendo estrofas e hilvanando verses. XXVIL Desconocide fuego Produciendo interior desasosiego, Hace de mil pasiones vano alarde: Con mas afan el corazén palpita, en las venas veloz se precipita Sangre que al discurrir rehierve y arde, XXVIIL Dejando su tristeza senueva gentil naturaleza: El cielo més azul su manto extiende, Mas espléndido el sol su luz difunde, ¥ cuando lento en el ocaso se hunde, 's blaneas nubes con su rayo enciende, XXIX Los cantos con que ufana, legre ee @ ave la mafiana, teen dues del Sor a: hie fab on nce. La noche con su linguido reposo, Y con sit luz las palidas estrellas. XXX Si alterando Ja calma 1 tempestad el ayo enciende ol alma Arde con ella y ef fragor escucha: Y¥ oye tal vez. que con terrible acento, Habla en el teueno y el sumbar del vi Un ser gue anima la tremenda lucha. to XXXI {Todo es vida, poesia. | "Todo en nuevo lenguaje el alma mia Habla de fuego, de pasién, de amores! Mi larga ceguedad me causa enojos, Y ‘hasta parecen nuevos a mis ojos Los cielos y las aves y las flores! XXXII JAK Bue que se encontraron 'Y juntas nuestras almas despertaron. Al dulce rayo del amor primero: Y de su voz al seductor reclamo, Dijo mi coraz6n: jCuanto te amo! Y el tuyo con afan: {Cuanto te quiero! XXXII Fue en una mireda, Rindiéndose mi alma enainorada, Ala tuya se unio con lazo fuerte; ¥ el nudo en él por nuestras almas hecho, Se aprieta siempre mas y es més estrecho En medio de las iras de la suerte, XXXIV Mas jay! que en la Tocura De aquella nueva y celestial ventura El destino fatal me persegufa... Yo olvidaba en mi ciega confianza, 6 Que al dividir mi amor y mi esperanza ‘También mi propio corazén partial XXXV u{lleas el dia temible. 1 O acd o alla” gritsbame terrible Con voces implacables la conciencia; ‘asi pugnando entre tan fuertes lazos, fin mi coraz6n se hizo pedazos Y suftié los dolores de tu ausencia, XXXVI ‘Ya esa frente tan pura como el cielo Encubre el blanco velo E inmaculado el azahar corona; ¥ en ella, como el cielo tiene estrellas, Las ilusiones bellas Brillan, a que tu mente se abandona, XXXVI {Quién el dolor en el placer recuerda? Quien habra que no pierda, Dichoso, de las penas la memoria? Condensando mi vida en aquel dia Ni al porvenir temia Ni recordé las penas de mi historia, XXXII iCuanta dicha, pensé, cuando gozoso sseno carifioso, Vuelva yo de mis padres! jQué delicia fer que la hacen carifioso halago, Y ver cémo ella en pago ‘amoroso afan los acaricial XXXIX {Cuanto ellos Ia q} Si basta s6lo verla Para sentir el coraz6n rendido? iNo han de quererla si me aman tanto, jwerran! {No han de quererla, Y saben ellos cuanto Ella entre mil dolores me ha querido? x, Y Ia dicha que todo Jo concilia, eed que el dolor nunca importune, pore prin sane aes oe aes oe XL IY luego que tal vez nos mande el elo mo netezuelo. ‘salen ensue Wek que no le adore? Bisputardnse In primera sisa el ir con mayor prisa Atwousle ex ha bees Gaenloge 2 XLII jCuan gorosa vera la amada mia smo el abuelo espia, ‘ Shel nito duermer'a ge los of abral 1 gimp noms soa Ie ven la grave tarea De enseftar a su nicto una palabra! XLII ih si, nada se opone a mi ventural Al fin Ja Jama pura a Benigno el cielo con amor bendijo; iBastan para la dicha ambicionada, is padres y mi amada Y Ia esperanza de besar a un hijot XLIV Asi en el alma a la tormenta sorda La dicha se desborda... ‘Mas jay de aquel que a desafiar se atreve ‘Al dolor! El entonces se recata De Ja victima, y mata Dando en la espalda puiala aleve XLV Ast me atraves6 con ancha herida Guando yo de a vida Apuraba el instante mas dichoso; Me acompafiaba ain la negra suerte Hiriéme con la muerte, : Y¥ el golpe conoci por Io alevoso. ..! XLVI iNo hay de tal confusién igual ejemplo! Cuando ardia en el templo Blanco cirio de amores que deslumbra, Supe que de mis padres junto al lecho, Ardia joh despecho! EI negro cirio que la muerte alumbral XLVI OW, no 2€ ya qué guardo en Ja mesoria De aquel dia de glonis ¥ de dolor, en que suftimos tanto! Xo silo se que amante compatera Confundis en mis mejillas nuestro Hlanto! XLVI No sé como es la pena que se sient Ni dio jamis ta mee ore labio Ia palabra que Ia nombra; Y¥ si busco el recuerdo de aquel dia En la memoria mia, se Envuelto le hallo entre medrosa sombra. XLIX Pobre ilusién! mas dura Ta caida Es jay! si desprendida Desde cielo més alto te derrumbas. . 1 Ya cuando venga el dulce pequefiuelo Se eres tos Spates iy dos cla L ee Be arearcle gue ex la via deson rat He alli la historia que escuchar quisiste: Vulgar es, aunque triste Breve porgue es la vida de una surora: ‘Tala comprenderis porauel sents, Mas... a nadie la cuentes: Sélo entiende el dolor el que lo Hora. ul Lo que sufri después ta qué contarlo Si sélo al recordarlo Tu vor ahoga el Ilanto de la pena? Abierta ada la dolorosa herida De otra ilusién perdida, Su recuerdo letal nos envenena. ut Las blancas flores con que omé afanosa ‘Tu mano carifiosa De nuestros hijos las heladas frentes, Regadas con las gotas de tw Ilanto, Mueyen més que mi canto El cruel dolor que al recordarlos sientes. Liv Son un tesoro las marchitas flores jie quardan tus amores, Babee Songs de ln advera suet: YY objetos de nuestra dinica ventura Son en tanta amargura Esos tristes despojos de la muerte. Lv Seca el llanto que nubla tus pupilas aor que debi vaclas? iNo ha cegado su fuente la esperanzal ‘Mira como el destino que me azota, Aunque la sangre brota, Nunca a rendir al coraz6n alcanza. LvI Amante coraz6n est contigo: El es tu dulce abrigo Y por amarte su pasado olvida.. iVen conmigo y dejando tus dolor Crucemos sin temores El valle doloroso de la vidal POEMAS INEDITOS Y DESCONOCIDOS A INES Ojos de amoroso fuego Iabios de claveles rajos Dios te dio, mejillas do el nifo ciego hace brotar los sonrojos del sentimiento y rubor. Si Mevas en tu semblante y en tu-alma pura, belleza, ia qué mas? Ver sin temor adelante, que tu vida Ja tristeza no puede amargar jamis, Feliz a quien se conceda disipar tristes enojos con tu amor, Feliz el que amarte pueda ser esclavo de tus ojos, sefior de tu corazén. i Yo te miré, tus ojos celestiales me miraron tambié a tus mejillas asomé Ja grana, ‘yo cual nifio temblé, Algo extraiio encontraste en mis ojos, yo en los tuyos... tal vez. ..1 Nuestro lazo de unin fue una mirada, yse rompera...7 jno sé...! u iQué seran los suspiros? preguntaba eae al ince ah yen mi ciega ignorancia me decia: ‘son aire nada mas», ‘Te vi y entonces conoct mi engaiio, y desde entonces siento al suspirar {gue son partes del alma los suspiros {que en pos de otra alma van, ML No pretendas borrar de tu memoria He hella de mi amor: jodi. tur corazon aborrecerme, pousero olvidarme.... nol Iv Aunque por distintas rutes, iguales vamos los dos: ‘Yo suftiendo tus desdenes, y. ti suftiendo mi amor. Hemos de llegar un dia al fin que depare Dios No sé si td serds blanda, 9 seré insensible yo! Pero sigamos en tanto or de nuestro destino en pos: Yo suftiendo tus desdenes, ¥ ti suftiendo mi amor. v De nuéstro amor en el confuso libro, paginas de los dos escritas hay marcadas con hiel las tuyas van. Juntos fos dos exebiremoe ig Witina: un cielo o un infierno encerrara, {Tal vez con nuestro Hlanto escribamost iTal vez con nuestra hiel est 8 VI {Escuchas esa vor? Triste lamenta la inconstancia de una alma desleal... iQué horsble debe ser verse olvidadol iquign puede olvidar...? Siento un frfo mortal dentro del alma oir esa queja sepuleral, tHableme! (Tengo miedo! Tus palabras me volverin la paz, vi Si del extrafio libro de mi historia se borrara tu nombre, bien amado, guedarian sus hojas eternamente en blanco, Y si yo de tu libro arrancara las hojas por mi escritas, iguién sabe si su ausencia notards en tu vidal vu Me apreté el corazén con ambas manos Por ahogae sus ltidos, y el aliento contuve que vendia ti secreto mis intimo; tas con mi lagrimas, no la guise mirar por no mostrarme ni humillado ni altivo; indiferente, inm6vil me mantuve fen mi horrible suplicio, 2Quién la pudo decir que yo sufria? 'No sé... pero yo he visto que asomando a sus ojos una lagrima, ella me dijo. x Lagrimas ti... la mano orgue el coraz6n exprime jacaso el dolor siente que mata al coraz6n? La planta que inclemente, la frente oprime, tdel abatido sufre Ja amarga humillacién? Lagrimas ta...! No! munca... del padecer impi Ia amarga hiel me hiciste sin -compasién libar. 4! La gloria es toda tuya, fl llanto es s6lo. tio; no tienes tii el derecho bendito de lorar. x jAmarte? {Con toda el almal {Ser tu esclavo? Lo soy ya. {Olvidas? ;Todo lo olvidol pPediste perdén...? jJamasl XI 1Que hay reglas para los versos! iQue un arte los cantos son! iQue es fuerza aprender la poética fen éste y el otfo autor! Es verdad: tambien yo tengo eglas que sigue mi voz. Sus lagrimas y sus risas, sus desdenes y su amor! Cantabrico. El espiitu del libro es un drama conyugal, una in lidad de exposa, na deslealtad de esas que acoban con, ln hota ef absorbe la atencién del lector por entero, obligandole por su ints selega a lugar muy secndaro le prensa in cambio en el Cuarto poder de Rebasa, hay pintura de la vid del sampo, de cuando en cusndo chaparones desphegve de jo iad sitado, pavéntesis en gue se intercala el autor, frases’ entreconla y una eta de la ciencia de Papiniano.” — 98, Apixpice at. Cariruto VI Angel Pola, El Diario del Hogar", En casa de las celebridades. Emilio Rabasa. 20 de septiembre de 1888. Ignacio L. Vallarta. Cuestiones constitucionales. Votos, que como Presidente de la Suprema Corte dio en los negocios més notables resueltos por el Tribunal de noviembre de 1877 a diciembre de de 1880. Amparo de Emilio Rabasa. T. II, pags. 283 a 299. Me- xico, José Joaquin Terrazas ¢ hijos editores, 1895. Antonio Magaiia Esquivel. El realismo de Emilio Rabasa. El Nacio- nal. 17 de diciembre de 1964. Alfonso Reyes. Efemérides. Emilio Rabasa. Carlos Gonzalez Pefia. Emilio Rabasa, Carlos Gonzalez Pefia. Rabasa y sus novelas. Emilio Rabasa, La inundacién, Enilio Rabe Emilio Rabasa, Los tercetos del sefior Sierra. Emilio Rabasa. La critica literaria de Mézico. Emilio Rabasa. Otra vez miau. Emilio Rabasa. La cosa juzgada, sa, Soneto Cain, Emilio Rabasa. Copias simples de documentos vivos. Emmanuel Carballo, Juicios sobre Rabasa. Emmanuel Carballo. Prélogo a La guerra de tres aifos. 99 EN CASA DE LAS CELEBRIDADES EMILIO RABASA (Tomado de “El Diario del Hogar’, ‘México, junio 20 de septiembre de 1888) Es el primero que viene al mundo de las letras sin el apadrina~ iento de don Ignacio M. Altamirano, Seer ees Esmee ere dejo libre 1 paso a don Justo Sierra y a don Joaquin A, Pagaza, que son muy Guforidades, para que le presenten al public. “Le tenfa desconfianza: pero una noche abri La gran ciencia y no la dejé hasta llegar al fin, Eseribe bien; es una cosa notable; se parece a Galdés —dijome alguna vez el sefior Sierra 'Y si él pasé la noche en claro por leer 1a novelita, oigan ustedes Jectores lo que del autor piensa y siente el sefior Pagaza. “Eseribe bien, muy bien; es una cosa notable, muy notable y si se corrige de tno que otro defectillo, dentro de poco llegar a ser inmejorable, Ni este juicio ni el otro pueden dar lugar a sospechas, puesto que ninguno de log dos jueces conoce al autor, i mucho menos tiene pac rentesco con él ‘Hago notar la falta de ligas, porque acé en México hay Ja mala costumbre de arfojar flores al primer escritor que venys, siempre fque anticipadamente haya rendido tributo de admiracion, respeto J autoridad a los viejos literatos, o los tenga por infalibles, © sean parientes suyos. Por eso tenemos mas que literatos por la literatura, literatos por Ja amistad, y literatos por el parentesco, y literatos de por favor. Es indadable que de los primeros hay el tino por ciento. Esto bas- tara para concebir cuintos habra de los segundos, terceros y cuartos. Pero Rabasa, como literato, no tiene ascendientes aqui cerca, en el pais: sino alla en el Siglo de Oro de la lengua castellana; porque en ellos y nada mas que en ellos ha modelado su forma, cosa muy nueva por aqui en que es mas raro el talento que la Gramatica y ¢s0 a pesar de tener fama la Repablica de tener una muchedumbre ‘Cuenta que eallé algunas opiniones mas respecto a sus méritos que con decir que los tiene verdaderos sobraria, porque aquf entre nosotros hemos Ilegado al grado de falsificar hasta las virtudes y los vicios y hacerlo todo de oropel, aun la gloria cientifiea y literaria. He aqui por qué a la primera embestida un critico se encuentra con toros de petate. Pues bien! como decia yo, pongo puntos en boca sobre otras opiniones mas altamente satisfactorias, como ésta: “Es el primero que en México escribe en castellano.” 101 hace melas todas seria construtt una torre de Babel y yo no podiig acer otzo trabajo mAs que poner piedra sobre piedra ya hechas bien talladas, ie eae Volviendo al grano, gue aqui es don Emilio, diré, que ni la Iuvia, ni el agua de la inundacion de la calle donde vive que me daba a log tobillos (e] agua se entiende), ni el rio, ni la noche que estaba coma boca de lobo me arredraron de la cit —Lo que es yo voy, aunque lluevan piedras —me dije, y lo cumpl, Alli estaba: alto ¥ delgado cual un eucalipto, frente de anchara regular y muy salida, ojos brillantes y hundidos, cejas delicadamente rectas, nariz perfilada, labios delgados, ligero bigote, los carrlos un poco, planes, Ia barba puntiaguda, los pémulos asomados y los cubes Lo que hay que ver es su gabinete de estudio, que es otra prueba de su humildad a mas de la que dan su trato y caracter. Con decie a ustedes que es un cuartito desnudo bastaria; pero, no sefior, quiero decirlo todo: para con esta celebridad no he de tener pelos en la Jengua, y aunque ella me los haya puesto, me los quite porcue me los quito. Es mucho mentir afirmar que don Emilio no toca el techo con las manos y que tendido en el piso no dé con los pies, la cabeza y los brazos con las cuatro.paredes, Todo esta desnudo, hasta el lugar en gue horas enteras, de dia y de noche, pasa escribiendo y leyendo. Lo que hay es bien poco: wna meaa-cscritorio al ladito derecho de Ta puerta con sus hombros cargados de tomos, en frente un estante con- gestionado de libros y en el espacio que media, pende del tecko una especie de romana para medir la pérdida de peso en el cuerpo humano, A ras de la superficie de la mesa estin sus armas: el tintsro, la pluma, el primer volumen de las obras de Fr. Luis de Granada el Diccionario de ta Academia, que esti poniendo de oro y azul don. Miguel de Escalada. El, es decir don Emilio, se parapeta ahi hecho un 5 y lee y escribe, y escribe y lee. Naci6 en Ocozocoautla, Chiapas, el 22 de mayo de 1856. Fueron sus padres Ios venerables don José Antonio Rabasa. cae talan, y doa Manuela Estebanell, chiapaneca emigrada a los Estae dos Unidos el afio de 1824, cuando se decreté la expulsién de los espafioles Debido al honrado trabajo de los que le dieron el ser naci6 acatie dalado, como don J. M. de Pereda, Su instruccién primaria la hizo en el hogar, recibiéndola, aun con algo de preparatoria, de su familia, A los 12 afios de edad partié a Oaxaca ¢ ingres6 al Instituto de Ciencias y Artes, en donde por su encarifamiento al estudio ¢ in- dole pacifica se hizo querer de todo el mundo. En las clases se distinguis por su clara inteligencia, obteaiendo 102 Jos primeras califcaciones en sus exémenes, hasta recbirse de abo- ado en 1879. Hee fiputado a la Legislatura de Chiapas en 1881 Dirge Inituto del Estado en 1882 y ea cuye cargo dio 9 commer su expiritu progresiata, creencias avanzadas y conocimientos dances yy clentficos: pues organiz6 de Ia manera mas perfecta el erate studios y el orden serial de las cAtedas, plan vio a Oaxaca el afio 82 y el 11 de septicmbre contrajo ma- tuimonio. 1ué luna de miel la suyal JQue Thar de fismar el acta civil, recibié la noticia de la muerte de ay sion pace , Ts tre dias, jn de ou sefora madre 1 1883 « 1884 fue Juez Civil de Oaxaca, De de dor del Botado en 1985 te nombré su Secretsio par ticular y sali electo diputado a la Legislatura local. Tin 1886 vino a Mexico y, en octubre, la Secretaria de Jus le nombes Defensor de Ofico. ye te Agente del Ministerio Pablico en enero de 1887, Fen abil del mismo aflo tom posesién del Juzgado 50, Correc- sional, gue sigue todavia hoy desempenando, asi como la cétedra Se Beonomia Boltica en la Escuela de Comercio que la da desde abril del corriente afo “Des veces van con ésta que sale sepresentante del pueblo, aun- que suplente, al Congreso de la Unién : ‘Lo que hay que investigar es el oriyen de su aficién a laa letras y las fuentes donde bebié el buen gusto Tira el tiempo en que recibia su instruccién primaria y su hermano Jesis hacia versos algo byronianos, cuando empez6 también a escri- Uines, guieds por este. que, tenia inspiracton, sabia la preceptiva y ree tied buenos, Entonces don Emilio hacia y hacia versos, y los re- parlia entre su familia: a sus padres y a sus hermanos. Los media y experimentaba st bondad al ofdo, y nada mas. Una vez en Oaxaca cay6 en sus manos por una pura casualidad el Texero del parnaso esparal por Quintana y abrié el libro con Juan de Mena; ley6 paginas paginas y no entendié ni jota, PAguello exa atroz para mi —me dijo, al referirse a su inicia~ cion en el clasicismo, Pero continuaba, y cuando legaba a Rioja Herrera volvia a em- pezar In lectura y entonces ya entendia una gue otra palabra. Y ee tomenzande y recomenzando, tomé guste hasta enamorarse del libro Y quiso enseirmelo, pues fue su primer maestro de literatura y le tiene tn carifio entrafiable : Fista es gente que habla muy bien —me dijo, acercindose al 103 estante, revolviendo libros e indicandome a Quevedo, Moratin y Fe, Luis de Leén, al ver por tltimo que no hallaba el buscado. = iSigui6’ usted leyendo los clésicos? Siempre leia alguno: a Lope de Vega o algo asi Luego sequimos hablando de los clisicos, cuando de repente, al refering otea ver al Tesoro, exclamé: fo. pf ginas 92 a 99, + 108 fe las que se tienen para con la sociedad.» (1) Con tales explica- Me le Festal ae cero el debate, y el sentido claro nd Ghble que ellas fijan, el Congreso aprobo el texto que hoy es la primera parte del art. So. de la Constitucién, Conociends con estos pormenores ese hecho auténtico, oficial: hecho que no puede tergiversarse, je6mo sin ponerse enfrente de in ley, sin rebelarse contra la voluntad explicta del Constituyente E posible sostener que el articulo prohibe los servicios piblicos ordi- iss, Yo mismo que los trabajos personales, y que apenss los set- fcios pablicos urgentisimos, estan fuera del alcance de su precepto? Constéadonos, como nos consta, que el Congreso reprob6 esta di- ferencia por el hecho de no querer prohibir sino los trabajos de per- sena a persona, y no ocupatse de los que se tienen para con la so- edad; constandonos, como nos coasta, que el seffor Ruiz atacé el friiculo, porque se podia creer que ¢1 prohibia lo gratuito de los ser~ Vicios ordinatios ¥ de los extraordinarios, y sabiendo que la Comisién primero, y el Congreso después, expresaron que no se ocupa ese contrario de lo que su disustinrevela? {Cfo se ulee que la ne ferpretacion pueda ir tan lejos que se sobreponga alas palabras, thigmas del legislador, que manifiestan ‘con toda claridad su intencién de no establecer diferencias entre los servicios piblicos ordinarios y permanentes, y los extraordinarios y urgentes? En mi sentir, seme- Jafte interpretacién es del todo inaceptable. Creo, por tanto, tener Fazon para seguir manteniendo sin modificacion alguna, mi antigua opinion de que el art, 50, de la Constitucion se refiere s6lo a los tra- Bajos personales y no se ocupa de los servicios pablicos, ya sean ordinatios © extraordinarios. ur Como desarrollo de Ia teoria que profeso, como cuestién de ac~ tualidad en este amparo, me siento obligado a examinar este punto: iSe puede exigir a ciertos profesores algunos servicios gratuites, en favor de la adininistracién de justicia? ;Se puede obligar a un abo- gado a que defienda sin retribucion @ un reo pobre, a un médico a Gue reconozca una herida y certifique su esencia y gravedad? Nadie Regard que este examen es oportuno, necesario en un amparo en que fe trata de saber si los abogados pueden ser asesores forzosos de los jueces. Esta cuestion, por lo que a los abogados toca, no s6lo esta tratada, sino resuelta précticamente, y resuelta con la doble autoridad de vn finistro y de un publicista que merece todos mis respetos. El sefior (1) Zarco, Hist. del Congreso Constituyente, tomo I, pag. 721. 109 Tolesias, Ministro de Justicia de la administracién Juarez en 1860) declaré que la defensa de los reos pobres es un servicio pittlico.agf calificado por las leyes antiguas, «servicio que se presta 2 la humas nidad, y por lo mismo no es contratio sino que esta concilizdo con las disposiciones constitucionales atendiendo debidamente a sus sos tivos» (1) En la circular en que asi habl6 el sefior Iglesias, se des mostré la verdad de que el art. 5o, de la Contsitucion no es aplicable a los abogados en la defensa de los reos pobres, y esta demoseacion, autorizada por el respetable nombre de su autor, deja esa verdad fuera de duda, (1) Girculor de 28 de agosto de 1869.—Bs de tal modo importonte este doce ‘mento, que es oportuno copia textusimente, Dice asl: Minin de Jostente Tnstruceion Pablica—Seccion 1a—Con esta fecha digo. al C. Ministto sa" tum e Ia, Suprema Carte de Justicia fo que sigue ‘Dada cuenta al C. Presidente de la Republics de a comunicacién de usted, fecha 24 del actual, en Ta que para ja resolucién correspondiente se sirve insertar el egy ue, dirigié exo Suprema Corte el C. Magistrado. de Circuito de Celays: conabe tando ai los defensores de oficio © abogadas de pobres de los lugares ca cue fesci los juzgados y tibsnales de ls Federacion, estan o no obligados a desempebat tan bien su eacargo en las causes de gue conacen dichor tibuasles federeles, y en Cea de gue no deban reportar tal cbigacon, qué practica ha de observar park el nose bramlento de defensores de oficio, supuesta la. prevencion cel att de la Comp {lucen feerl el mist CPresdente hn teido a len aconar se dua 6 eg ‘prema Corte que. las sbogados de pobres y presos de los juzgados y trnales de los Estados, no estan obligados a desempenar lay atbuciones de st mples e9 log Jwagedos y tribunoles dela Pederacion: pero que estos en los ‘casos, qe fuere Beccouroy puede obras de oficio al sbogeds que les areata, comveltente de entre los'que residan en el lugar donde se halle establecido el juzgado’c tribune federal a fin de que el nombrado ‘atrocine y dcfienda al. pobre @ press eons le encomlende pues a ello estin obligador los Ubogados como unn oblisscin veka a Ja profesin, segon Ia ley 13, tit. 23, ib, 5o. de la, Novisina: en lor termiaos de la circular de 3 de noviembre de 1800, euyas dsporiciones “no estan derogudas por el articulo 50. de Ia Constitacion federal; porgue la ley general no detsga at Ip articular anterior, sino cuando expresamente fo designs, ¥ porque no se pute deciy que fas leyes © disposiciones antiguas citedas haan sido. tactamente’ dsogadsn ‘ues esto s6lo podria ser en el caso de que hublers incompatibiidad absokia cate cllas yl art. 50. de la Constitucion: de manera cue no. se podlese curplir sg dnlracla de lay sprenasy esa neopets no exe fm el caso once ign, y se esta por consigulente en el de_concilirlas, haciendo at mas’ patent, at permanencia en vigor. Para conciiarlas basta recordar lo que paso en el Con ‘gree Constituyente al discutrse el art. 12 del proyecto de Consttucton, que al 3, de Ia ley (Zarco, Historia del Congreso Constituyente, tomo lo. pags, 115, 116, ‘717, 720 y 721), y se vendes en conocimlento de que le’ primera, parce de ee ticulo no se extiende al servicio publica, distingue los servicios prestados a la pe ttia y a la sociedad, de los que se prestan de persona a persona, ya eats stl se contrac, Las disposiciones antiguas’ citadas calfican este trabajo de los sbogades ‘como servicio piblico, y es evidente que se presta a 1a humonidad. y por lo same zo cs contratio sino que estd coneliando con las disposciones, consttuconales, atch, Giendo debidamente a sus motives, y por lo mismo los jueces federales no. adie somo excusa en el caso de que se Hata lo prevenido en la primera patte del art, Bo dela Constitscién federal, Independencia y Libertad, México, agosto 27 de 1869.—Iglesias."—Coleccioa cde Lozano y Dublén, tomo 10, pig. 698 110 él esth igualmente aceptada por Kila 0 lo es solo para nosotros: esth igualmente acep Hos ucblos nds altos y-aum por loo que. con insitucones: mas ct profesan el sespelo'mas_profundo al trabajo. Me conentare fon ula soln cla que comprucha debkiomente este azerto. Son de So ublicista norteamericano las palabras que copio: «Entre nosotros Brae ipio consttuconal que al preso se Te dé an abogado que F detinda, y lo humanidad de la’ ley a llegado hasta determinar een eae ee ce Soabrots ‘lguto que. se eneargue de sh defensa, debendo ‘ser egadlo por el Gobietno; pero aun cuando esta disposicion no exist BGbogado asl nombrade” por um deber que Je imponen su propia Grofesion y la causa de la Tomanied ye Justicia, para con Ia Kote que conoce del proceso, no puede negar aus servicios ni delar Gcltacer sus mejores esfuerzos en) defensa de quien tiene la doble esgracia de ser pobre y de estar acusado de um delito. Nadie esta en {ibewted para fehusar tal nombramlento, y pocos, asi es de esperarse spstraveran.a no admititlo» (1) ¥ luego ua poco més adelante agrega: Sere, noctros pensamos que un Tribunal Uene derecho pare exigt ue el servicio se preste sea que haya o no compensacion, y que el Hogado que decline prestalo, sélo por razén de que la’ ley no le Seigaa compensacion pecuniaria, es indigno de ejercer au offeo en Ja administracion de justicla.> (2) 'Y las mismas razones que a los abogados compelen a hacer le defensa de Tow rod pares, 7 esto am sin profesoes coanda se tata de la adminicteacon, de Justicia. Un autor muy forliar en nuestro foro, de conocida ilustracion y de bien probadas ideas liberales, se ha encargado de demostrar que el art. 50. de la Constituciéa no justifica la resistencia que alguiios profesores han opuesto a prestar Is servicios gratuitos en clestos casos, asegurando que el pago que Slog exgen conforme 2 arancel,no es debido, 10, posgue ext silo Sustiz6 lbs servicios de persona a persona y no los gue se deben a la sate awed a dfeme byecgupel Ant earl wilt found hatte She cout may degate some ene oe om, who, all be pa by he jovernment; but when no such provision is made, it is a duty whick the counsel 2 Gg soe alone cand he ale SS eP aly tad ue nt oho hg tance, tor tpre i De ae Pea a ge eee at Pasa eet a et ed as oa Caney” On Cat Ba Hn i tated Ce sot ls whe Tne atrand that ty coun who seal dele peor {efor no ther fearon than that the Taw does not provide pecuniary compensation, 1s for po is Teall his responable ollce in the ndmintration of justice.” Lo ul sociedad: y 2o., porque aunque también estos estuvieran en él « prendidos, el arancel fue derogado por el art, 50, de la Constitucién, (i Reputo estos fundamentos bastantes a apoyar la teoria de que cx fola administracién de justicia lo exige, se pueden pedir a los profesores Respectivos servicios gratuitos conforme a ese articulo. Asi como e fargo de jurado es forzoso, ast como todo ciudadano esta obligado ip servir de testigo en las causas criminales sin que pueda demandar Tetibucién alguna por el tiempo que pierde en acudir al lamado de fa justicia, asi deben tambien ser forzosos y gratuits los servicios ide aquellos profesores en los casos de que he hablado, (1) Nuevo Caigo de la Reforma por el Lic. B,J. Guerre, tomo 20, par pigs, 491 y 495, No ers por demas reproduc Wi extnan een doctins, Bopaeal sentar que en materia civil Ios pertor no estén cligados prestar eis toe tin retibién, contain dicendo’ "No puede devine 1 mismo match Che Para los reconocimientos. que en dveron hechos les exigen las eyes vgesing 17 de encro de 1853, 9 do enero de 1557 y oun concordascs, que out hese Jn deponicin del pet pare comprobar tl'cucipo del deli que padi acta al comin de la sociedad, 0 para ocurticm fomar ia princes sangre ya Jos primeros socorrs ef médica 2 los herdoe, eqn hebos Wate 9 ace a dsber de hacerlo, semejopte al. de botiati, parts neces del Paco cel fa Gin su reglamento de 9 de ceptenine de 18, ats 34 9 35) y onan aston Fegistradas en ln pagina 143 de tomo primero de esta Vere) le tase dee fs gue ol cargo publico gue cjreen especanente Ion facllatvos, Ts engl ‘te reportan segn Ia ley'y In oblgecion que ilenen de elercereamphdaaete of Profs, lndudablemente les imponen Ia obigacisn de suitiar 9 le adwasteaisy de jatein Gon sus conociienton en favor repto, de_ia socledad 0 cel len ea ‘min, En este cao no ene aplicacin el repetda it, So, en el ue alguns fall Estos mlerables «Inne se apararctan pos ao cumple au dc {gly salvo, pues en In sesion de 21 de julio de 1836 en que fue debut el pe Bt. So, encargandose ef Congreso de extn eustion (comprende el aricuo en's ag ttud fos trabajos de uildad comen, at ftigas dsl Yecadaro sere imps de ea tunes, riot, eke, avalos trabajos en un incendo. y dems servicio pableas) Se Bis In inteligencin de Ya misma disporicin, exprecaio: gue so ve cone 3 Jos trabajos personales que se presi de persons a. personas no. abvazanlg Ie ‘heperes que ge Rene para con la nocetads porque ests servicios son cgay de Pain y-deberes netufles aque blgon ef nacimlent, Iv cladadanto, 1S habit Gon, et,” Rebelados sigunot egottas médicos contra el ariculo'constsciona em fl Sato expresada, logan obstnadamente que el sreacel de honorary Iedtaleg fownado por In la Suprema Corte de Justicia tn {2 de fabrero de 1840, (que et a Jug se Insertard), conforme a lo preveido en el att 35 ce la ey de ds saya de 183, en el cap. Zo. tae el hovorrio gue, debe pagarse a tatador de carb Yen al cop. 9o, el de contadores paridore de herent y demas covtaores, de dgostarion,pevtos de minas, penton beneicadores de etales aresnod, (a Deter y médics elrjanon, pot lonnacic de cues, treducciones,reconocinlete tos, inspecciones, dsecsionss y.ceilicanes:. "y gut por lo miss bay, coanion ‘menos, que pag dichos pers Ine cnctar ali stgnades, ya gue te bo obliga & Presta fos servicon; pero fy reapuesta a extaalegacen Introd povo hentoee Iv ar ecelesta dete ate (aed et ica ea ree Biss, sic. peoporciSn, sin: cquidad?,jFg'ton aerplin, tan fioitada ky fears que He expuesto, que en vistud de ella. puede obligarse a un tadecino oc; Sine fda vis, save de jada por, epee Bios, que poela compeleree a un abogedo a defender 9 todos los Bs pais,» im mdico a reconosa 7 cas tated lag hecsiaet Dy Sh cla alguna’ 'sl-ast se entendiera) era teorn, Tegavia hasta eed tesa yee eo loca pees fac eee Frcceptos de la. Constitucion, Dice el rrt 31 de esta: «Es obligacion de todo mexicano: T, De- fender Ia independencia, el terrtoro, los desechos ¢ intereses de si patria: Tl, Contribair para los gastos pablices asi de la. Federacion Be dal Becido y-Mdnicipin ea gue 'sioce: vo te eratat eee Bry sequtatica'que’ doponpan tas legos.» Si la siaple Iectura dere fexto no nos pecwuade de que la eqiifad y Ta proporcion deben exist fo solo en leo contsibuciones sino en los servicios publics, basta fecordar lo que en su digcusion pass, para no poner en duda es verdad. La Comision de Constitucion presents y €l Congreso aprobs te oricule sin estar dividido en dos partes como hay existe, sino por Se rari cerasio feted eukiay po, ls eanptacion ayerd (10a fuisma razon de fusticia que oblige al Congreso a proclarar el prin Cipio de que los impuestos no ge pueden exigir de una 0 pocas per fonas tw pata ordenar que en la distnibucion de los servicios pablicos G To, que ef rancel cuotisS foe servicios de persona’ persona que al ab se prorediese también con la debida equidad y proporcién. Los deba fntentis y ha entendido, hacendo efectivas dichae ewes solo cuanto ‘hs Sabie fes de! Consituyente dan testimonio de que tal fue la voluntad del Bret gue Ie defect haya conan Tao» cl iesisiase eT honorerio que detera Pagar el menestero, pants no eect por cho arate eg iy aillten esaea "nese cl y.-20% que suponieado” gue dicha diaposicion hublerspreventdo el pogo Ge Bs esla ona de las verdades que no admiten séplica. Apen puede concebir una iniquidad mas manifiesta que Ia de obligar a un Servicios prestados en general aun a Ia sociedad, ha sido deroguda por el arcu: corto nimero de personas a prestar servicios piblicos, eximiendo de constiticionel (50.) en el sentido ya explicado, Alegan tambien los. exp-esads fac cultatives: poco escrupulosos, la ley 13, Ut. To. lib. to. de la Nov. Recop, que los exceptud (a los médicos) de las cargas coneriles: pero de esta disposcion, debe ecirse que considerando como carga concejll lo servicios ‘elacionadod, ha aldo tame bign derogada por el artculo constitucional repstido, con lo que. es predso que, Se sconformen loz médicos especialmente, que son los més renuentes, como. se haa conformado el herrero, sastre, carpiatero, labrador” y dems personas, por lo coe min de menor fortuna que aquellos, 112 1) He. ago el texto del arto aprobado nln slim del 26 de agosto Bis). Bt cttiacies de: ct ceeressn tetera pent gl et cI hone, os deechon entrees dela-pstiay contrat para Tee gost pack ton, ade Ip Federacién como Sel Estado Mlutcino en qt rnd, Se ln sane Droporcinal"y equtatva que dspongsa fe lever” ‘Zancn” Obra et, ttt 20 on 231. 113 ellos a otras muchas; porque la simple razén condena que aquell se constituyan en servidores de éstas, cuando la patria tiene dered al servicio de todas. Por esto a mi, me parece tan injusto que impuesto pesara s6lo sobre los ricos, como que el servicio militar extja sdlo de los pobres, y por esto reputo por completo inconstity cional el sistema de la leva, gue sin regla y al acaso, y sin mas dist ‘in que Ia que marca la pobreza desvalida, toma hombres para gerlos a servir en el ejército, Si una ley como la de Prusia llamar @ todos los mexicanos a ese servicio, nunca concederia yo amy a los que no quisiesen Hevar las armas en defensa de la Repablie asi como tampoco Io concederia si se adoptase para cubrir las baj del ejército, cualquier otro sistema en que hubiera proporcién y eq dad, Por falta de estos requisitos esenciales esta ya desde hace tiempe irevocablemente condenado el servicio piiblico militar que se ha ‘entre nosotros por el sistema de la leva. Iguales motivos hacen inconstitucional a cualquier otto servi piblico, en que es0s requisitos fallen, El cargo concejil perpetuo que durara tantos affos, que por ese solo hecho pesara sobre cie ciudadanos Gnicamente, librando a los demas de tal servicio, pecark contra el art. 31 de la ‘Constitucién. Proporcién y equidad debe ber, pues, en todos los servicios piblicos, forz0sos y gratuitos, ya se que los exija la Federacién, el Estado o el Municipio, porque si ‘esas condiciones ellos son inconstitucionales. Y asi como proc el amparo contra Ia leva, s6lo porque In Federacién exige el servic militar sin proporcién 0 sin equidad, asi procederé también ese curso contra el Estado y Municipio que hagan pespetuos, o al nos de dutacién indefinida, los cargos concejiles, los servicios piblieo gue deben repartirse, turnarse entre todos los ciudadanos. ‘Aunque siempre he creido que la Constitucién dejé en libertat ‘alos Estados para arreglar su régimen interior del modo que lo creyesen mis conveniente, retribuyendo todos los servicios piblica 2.exiglendo algunos gratuitamente, nunca he entendido, que, esa} ertad fuera tan amplia que Megara hasta sancionar la iniquidad d je solo unos pocos individuos hagan el servicio que interesa a ‘dos, el servicio'a que todos estin ebligades. Si blen toca a las tituciones particulares de los Estados, como lo dijo el sefor Arr ven Ia sesion de 5 de septiembre de 1856, determinar la. retribucion de los servicios pablicos que necesite el Estado, o exigitlos forzoso '¥ gratuitos, tal atributo de Ia, soberania local ‘esta limitado por art. 31 citado, en el sentido de que si estos servicios se piden, han de distribuir con proporcién y equidad. Ningiin Estado puede’ violar ese precepto, porque él comprende a la Federacién, al Estad y al Municipi Apoyado en estas consideraciones, si bien no dudaré de la cons titucionalidad de una ley local que ordene que ciertos servicios pix Blicos sean gratuitos, cualesquiera que sean, por lo demas, la imp 114 fontraria a la Constitucién aquellas leyes que falten a las condicio- wncia 0 categoria del empleo en que ellos se presten, si reputaré de equidad y proporcién que deben consultarse en la disteibucion ‘esos servicios gratuites y forzosos. Hace poco tiempo que la gislatura de Colima expidi6 un decreto ordenando que los diputados ivan sin sueldo, y ninguna objecion_constitucional merece esa ley: o sila hatia yo a la de cualquier Estado o de la Fesdera Reclarara perpetuos los cargos concejiles, que los vinculara en ersonas 0 familias; que exigiera servicios piblicos permanentes, por Ffempo ilimitado, etc., etc; porque licitos como son estos cuando con porcionales ¥ equitativos, se convierten en inconstitucionales Inego fue dejan de pesar sobre la masa de los ciudadanos. v Expuestas asi las opiniones que profeso, no necesito ya decir que, vista Ta ley de Chiapas a la luz de los principios que he invocado, lin es ingonsituconal, y, que en consecuencia’es procedente exe smparo. Basta citar sus disposiciones conducentes para convencerse GEE verdades, Dice su art, lo, esto lberalmente: «Enlze tanto alten asesores titulares en el Estado, todos los abogados residen- tes en este, que ejerzan legalmente la abogacia, estan obligados a consultar a'loz jueces dle primera instancia en todos los negocios que Se versaren en los juzgados respectivos.» La falta de cumplimiento de esta obligacin esta castigada en el art, 70. con multas por prime- ya y segunda vez, y El art. 10 exime de estas penas a los abogados que sirvan ‘empleos pablicos. “Dede luego se nota que 1a obligacién de los abogados de Chiapas de asesorar a los jueces, no tiene tiempo fijo y que puede prolon- garse indefinidamente. No consta en autos por cuénto tiempo estuvo Yigente la ley cuando por primera vez se expidid: pero si se dice que Glia ha sido puesta nuevamente en vigor desde 1878, es decir, hace ya. dos afios que sobre los abogados de aquel Estado pesa esa Obligacién, y no se sabe todavia cual sera su término. Imponer una Gauge conc con ese carécter de duracon Indefinda, no ex sin duda equitativ Dero hay mas atin: dice el quejoso que en Chiapas no exceden de veinte los abogados que pueden ser asesores. Ellos son, pues, los que hacen el despacho de todos los negocios civiles y criminales del Estado, supuesto que los jueces les consultan, no solo sus reso- fuctones definitivas, sino sus providencias interlocutorias. Esto con evidencia no guarda la proporcion con que todos los ciudadanos de- ben llevar los servicios 0 cargos piblicos forzosos y gratuitos, por- que mientras esos pocos abogados estin constantemente consagrados us OPE Rise 5 ata administracién de Justa, todos los demés habitantes del Btade estén libres hasta de contribuir para fos gastos que ella ocasiona Me bastan estas consideraciones para afirmar, segin los prine cipios que antes he expuesto, que se debe conceder el amparo que se ha pedido, en virtud de exigirse un servicio forzoso sin proporcién ni equidad. VI Hay todavia que encargarse de otra cuestién importante. La ley del Estado de Chiapas no ha entendido exigie un servicio gratuito, puesto que ha creido remunerarlo debidamente. Su art. 60 dispone: que en los negocios civiles, los abogados asesores, en compensacion de su trabajo, perciban los honorarios designados en el aranzel de 15 de enero de 1840, «cubriéndolos fas partes litigantes», y que en log ‘riminales s6lo cobren la cuarta parte de derechos, haciendo el pago Ja Hacienda pablica y en el art. 10: Considerando, 20: Que esta disposicién es anticonstitucional, en virtud de que la obligacién que impone a los abogados de Chiapas de asesorar a Ios jueces no tiene tiempo fijo, y por Jo mismo puede prolongarse indefinidamente pues si es que ella ha sido puesta nueva- Inente en vigor desde 1878, claro es que hace ya dos afios que sobre 7 los abogados del a oe ae 2 el Estado, Pesa esa obligacién, sin saberse ¢ ferio Avila, José Manuel Saldafta, P. Ortiz, José Eligio Muftoz, iter de duracion iedatiginy bone UBB carga. onerosa con que Landa, Secretatio. arte, el quejoso alega el he guarda la proporcién con que servicios 0 caryes piiblicas forzosos y gratuiten se Seen een egos abogad stan Constantementeconaagrados la ‘ada (Teuaio do le Justicia, los demas habitanees ado estén, libres fa = er Ae contr ae, es gases gue ela ccasionae’ 7 bees Se ee ‘onsiderando, 3o.: Que no obstante an one er su arts $0. ve oe obstante que la citada ley local di El epigrafe que adopt6 Pederico Gamboa en su novela Suprema Perciban en compensacign de. neces ees fs abogados ases tomado de Edmond de Goncourt —"un romancier n'est, au fond ne ance cea fo tONe Tos Ronoraio.destgn SP ices der pose gal wean ora eh ee Hales alo cobren la cuarta parte de destin peat o8 108 a milion Rabasa (1856-1930), al fundamentar sus novelas en “el prin. Hacienda poate: eter lerechos, haciendo el tipio de que todo conocimiento descansa en la experiencia". Ast por Ja verdad es su trato directo con el ambiente periodistico y politico de su época, pudo encontrar los materiales y los personajes'de sus cuatro novelas: za bola y La gran ciencia, El cuarto poder y Moneda falsa, que fire m6 con Su pseudénima de Sancho Polo, y Se editaron entre 1887 y 1888. ‘Todavia escribié otra novela en 1891, La guerra de tres aon, que. primero aparccio publicada, por entrejus,, ea el perlodica “Bf Wniversat” que el propio Rabasa habia fundado en 1848 con Rafael Spindola, y gue muchos afios después, en 1931, fue editada en voli ts Es men, por la Eitri Coltra com ivtacones de Tsdoro Ocampo. ‘onsiderando, 40.: Que por Io calmente las cuatro novelas La gran ciencia, El cuaeto gon fa ey Tcl gue eh meso Sigs, demostrado qual Belcry Morede fics cater ee ice Cee ae dimients, se" han inigido ea esPONseble: funda. sus pres Tinuacion de la anterior, Se cuenta el comienzo y el triunfo de una reset - ITy ST de la. Consthucien rebelién local, los progiesos que va logrando en politica ¢] coronel Por estas consideraci a Mateo Cabezudo, y se describe el ambiente de politiquillos, la pacat la mins Cosemideraciones y con arreglo a los arts. 101 y 102 de , ie 2 seri a, en ae vida provinciana, fa venalidad de los periédicos serviles. Rabasa, en Dis, ¥ en consecuencia se declara: mee? allo del Juez de Suma, pinta unn dalstic realist, un enorme enzo de desajustes sor ue Ia justicia de Ia Union ampara i ciales e injusticias y abusos, que irfan fermentando hasta provocar la Relsea connect aoe aes scmpita y protege al C. Lic. Emilio revolucién maderista de 1910. Devuelvanse los au En La bola, Rabasa dibuja el medio de aquel pueblecillo denomi- cada de aioe a jtzgado de su origen, con copia certi- nado San Martin de la Piedra, La narracién aparece hecha en prio ‘AS por usanianinty Publiguese y archivese a su vez ef Tose eras personas, en boca de un joven que entonces tenia veinte anos in reper de asad de votos en cuanto an sentencla y por evox y una novia que le “quemaba la sangre", sobrina del coronel Cabe- lentes Mivates Lundaitentos, lo decretaron los ciudadafes Boe zudo, Habia fiesta en el pueblo, templete, paseo civico, ceremonia neta de Justis eigtmaron el Teibunal pleno de la: Cone See con discurso y oda. La pugna entre el cacigue, Mateo Cabezudo, y acto L. Walfata noe gtstedes Unidos Mexicanos, y Tomenont el nuevo jefe politico, Jacinto Coderas, decidis el estallido de fa bola " Alas, Miguel Blanco, J. M. Bautista, encabezada por aquel que tenia “la ciencia de no perder", Juanito 18 119 3 Quifiones, que es la contrafigura de Cabezudo, participa en todo. y sufre la simulacién det cacique que, volteando al revés la cuesti se hace aparecer como héroe, Fracasa entonces su. matrimorio Remedios La gran ciencia Juanito Quifiones continGa su relato. Es escribiente de la secretaria particular del gobeenador de su Estado, y conoce al Pepe Rojo, cuya teoria es que "la patria suele ser una ma madre, pero es siempre una excelente nodriza”, y a Miguelito Laban el mas precoz diputado local. La “gran ciencia” viene a ser la oli gue permite que un explotador de came y trabajo humanos sea des nado redentor de la clase obrera, y que un secretario particular traicion a su gobernador y sea calificado de patriota y héroe. ‘Ya El cuarto poder ocurre en la ciudad de México, que todaviay no gozaba de alcantarillado, ni de facil desagiie, a causa de la ieresa ponsabilidad de esa “leperuza que se llama liberal”, en cuyas manog estaba el poder. El protagonista sigue siendo Juanito Quifiones, que se ha hecho periodista en “La Columna del Estado”, en cuya redaceiéa. aparecen personajes ya conocidos en las novelas anteriores, Pepe Rojo, Sabas Carrasco, Pedro Llamas, entre otros. Rabasa traza_ tit cuadro crudo: ila regla era defender al gobierno, clogiar sus actos, aplaudir sus disposiciones, y atacar sélo a empleados inferiores o “em términos generales", a cambio de la ayuda de gastos que recibia el petiddico del gobierno. Cuando “La Columna del Estado” ve rebajar esta ayuda, esgrime su condicién de periédico “independiente” y came hia su nombre por el de EI cuarto poder. Reaparece aqucl Mateg Cabezudo, convertido en gran sefiorén, y el Pérez Gavilan de infeliz memoria, cinicos y simuladores, Juanito Quifiones se parte entre su actividad en aquel periédico y sus amores con Jacinta, Al fin. Bl Guarto Poder vuelve a las ideas gobiernistas y aduladoras de “La Columna”, debido —asi lo explica Pepe Rojo~ a las naturales “osc laciones de la opinién pablica” ‘Moneda falsa es franca continuacién de El cuarto poder. Twanito Quifiones trabaja ahora en otro periédico, “El Censor”, oposicionista del gobierno, Casa al fin con Remedios, su amor juvenil, y ambos regresan a su pueblo, donde Cabezudo, elevado a general, vive en su rancho, Remedios muere, y le deja a Quifiones una hija que es todo su tesoro, Dénde esta, pues, Ia moneda falsa?. Para Rabasa, son los falsos valores, tas falsas glorias, que él subraya en lh nota con que cierra su novela. Las cuatro novelas podrian llevar un titulo genérico, como La comedia humana de Balzac. iAcaso pretendié Rabasa una versién mexicana de aquélla? Seguramente no, Prefiri6 sujetarse a un ot den de estricta individuacion, y fijar las relaciones de su_protago- niista con los diversos ambientes en que los acomoda, y establecer las otras figuras individualizadas en las que encarna ‘st satira acesca, 120 Iguaje sencilo Ramizano, sefi a a adopci MMe Emilio Rabasa afirmaron 809) 7 empo. Es evidente, jeios y las injusticias de Ta politica de su tiempo. Bs evidents, ts afd docametal de ava novela: peo bay, demi Wr Fro umental oe fl teazo de sus personajes, por su terario, por su extn por au fino humorismo. Si Clemencia, de Al- aio una nueva etapa en la novelistica mexicans © eat alo na va as caltas del género, estas cuatro novelas en de 8 foram eta condiion progeny meron sean Rates era, cl sinple Ypintoesco afin costumbrsta, Es Gee ces Thayer cludido su evidente vocacion de novelsa, para Age a ia cencia jutidica, Awronio Macasia Esquivet. Breménwes, EMILIO RABASA (Tomado de "EL Nacional” ‘del 22 de mayo de 1963) ia nacié en el pueblo de Ocozacoau- 6,2 Sanspero Eno Raboss stras con el seudénimo de oe Polo i Mealismo en la novela, En 1887 public sus no- y fue faiciador el ror concta, yen 1688, El caarto poder y Moneda velas Ts bole ¥ T4iWfener Rueda dice de él en su libro Historia de la Faia Don lo Wine jletes, Poco escribia don Emo Rabasa- Novelas de juventad fueron La bola, La gran conc, Et ouset fs, sa Mfoneda Talsa, editadas en 1887, las dos primeras, y en 1888 ins didmes. "Las public con el seudéalmo de Sancho Polo y con of meseaesico de Novelas mexicanas. Influide por Galdés, nos pints tole gente oe ee dea vide provincana, peltica de campanario. tutto regional, vide Barrie yn cepial de un Estado ¥. pt {uimo, Ef cuarto poder y Moneda falsa, los héroes na ls A ee tepabliea y Te dan pretexto para escribir Sieos aspects Gita politica de prema, de, a cided Hay, Intent oo Oa de i roti en la manera de decic ¥ sabor castizo en su prosa. Ia xrieer el ejercicio de su profesion de abogado, en la que llegé 2 palit, oer a sito, y fa catedra a la que consagr6 los dltim Szapor promo, 7 csi Sc cy, Toe pai aitos oe 1886; Gobernador de su Estado en 1891; senador mas 121 22 de mayo de 1851 tla, Chis., el escritor, poets ‘Se Je conocia en las letra: Como sociélogo jurisconsulto escri ganizacién politica de México ibi6 el Juicio constituciona, Les comers del poral vil, oe us intereses terrestres y celestales, cumplen con las’ autoridad viles y edlesasticas, eres fe ofa vies . "Tres earacteres femeninos destacan’ Doria Nao zara. Gilda y Luis, La primera por dspecho a don Santos ai In procsion: su fgata es uno de los mayores acieton de Taba Tusa, amante en turno del jefe polico, se opone 2 la proce mis pox cuties deers anorane qe por easly , madre de Liisa, pone en juego la adulaciog Jefe on dan Santos Toor dei ia Et pate Deguesial a del enfusiasmo y la ligereza de sus feligreses, El Gobe sader y la’ primera dana del estado, calculedares, concise liberates yal mismo tiempo, conservadores, Los personajes today Seaintess, sooperan a hacer de esta| novela una regocijada fare, SEE eSaaltt ine Rebs nett par ees ola Es curioso que Rabasa no se preocupara por el futuro novela, En 1891 apareci en "El Universal” Se recogie es soluseay tn 1931, un affo despues de la muerte del autor. Esto hace suponee is ¢l novelista chiapaneco ya n0 ee interesaba por la literatura, 0 99 dra ign dein cn a bog, fees primera hipétesis. En La guesra de tres afos nos oftece Ravasa aberae uma prucha mis le mis sconinia caja, dew Idle cinbleil istorias, para urdit tramas, pora reas 1 Los Pormas Los poemas qi qui iblice jue aqui se publican los encontré entre los libros que ¢ secon Be Coan gaan Ctl Bel Paired jal ant que Instituto de Ciencias y Anes de Oaxaca, Doi Eiierinerucioe pain ee cakes ney me enna El poema «A Ynés» es inédito, Fi : tnedho. Figuca en al «Album que Maan Ranisee Valen y sus aslgos foraares pa Ie ham gre Manuel 126 on» Fl album, menuscrto, no tiene fecha. Los treinta poemes Sine on nds bye, renee partes de un extehso poena neon ie 96 can parte de la Miscelinea de versos numero I-A a Suimera'hoja de los poemas tiene esta nota, de Brioso y Uaple, la Pitvemte paginas de Tos versos que. comenzaba 2 publicar C'Gsjace D. Emilio Rabasa > Oaiact Dacevedo Escobedo en la, segunda parte del prélogo a Ta ene ra gran ciencla (Ce de Es My, 50), dice: hacia 1884 Fe bola yr apien un porma cn, 54 sextetas (A Mercedes), del que edict su ton casi Jesconocida.> Es extrafo que de exist, este ee ete encucntre cjemplar en la biblioteca de Brioso y Candin libro meolcgie La muse oazaquera, hoy inadquirble, alli se puede Su antologls ‘Godiia, suponer que los) pormas. que public foraien conesles bro gue ct Acevedo. Escobedo, pero Ine estiofas que Pare ae gon de sels versos, Ademas, la nota de Brioso ses corpses pestenecen a un libro que no lley6 a, publicarse. ‘Tal erent der imprese estas paginas, opt6, atendiendo a su cone Medeor dejorlas inédita, Es este un pequeflo misterio bibliogra- fico que no. puedo descifcar ahora, Lt Sctindad podticn de Rabasa no puede equipararse con st crea- val Recerdest que’ tambien, Delgado y Lopez Portillo hicieron eet jorented, y que hoy son conocidos por sus novelas y Senos!" Ea_miome sucede con Rebasa : Be i nies goseesea 1. ecaréoten cm ESTES con les "ominticos anteriores a éste, sobre todo, Espronceda, y eee ea er cevillane el idioma es srebeldes, smezquinoy; Rae Zorrita via’ de emiserables, Becquet identifica fa poesia con la basa losGude; el chiapaneco compendia su. pottica — Mexico, D. F., mayo de 1955 Emmanust CARBALLO 0 dejo de RABASA Y SUS NOVELAS . Bye cxa To que brevemente seria, puesto que tan presi (Tomado de “EI Universalp el domingo 4 de mayo de 1939 vinciano desembarcé en México, a los teeinta saando el mozo provincian _Mesic, 9 ls vinta Cuando sido tntensamente la vida de su provincia. bogs; Breen hablan sido objeto de su dedieacon. Tanto como en ia Poti for tabynates, en las secretaras de gobierno y en la Bt eric dinturas ocaies, mirando de cerca el poltigueo menvdo, Bint [eh grande, labia aprendide a conocer a los hombres, Fruto de esa experiencia, asi como de la evacacién potica Ot cin sao acon ms dos pyimeres novels’ La ole La fr sino, nate’ que complet su clara, penetrante vision de Ta wile eo: cia: & Tat Sve ntbo de debitar como perlodista, inpirandole las sling dae, y sltimas; BI euarto Poder y Monsda alsa. Di aa i clocen Tn accion en un poses Sep Manin de Je Pied Yovedios, la sobrina del rudo comandante don Mateo Ca Bones Y dubosa nes muestra cbmo se genera, desatrolla, estalla, exra~ ade y trun, mane|ada por ristcos ¥ poltiquilos de campa sa, conde Y cqueia revolucion local, a semejanca de tantas como nile tov tla havaufrido y qve bautiza con el nombre genérico de “bolas” Puce hada nove de Tn aevie a gran clencin "Ip ran, clea 2 anes ompre, que en mi tierra se lara politica”, segin eX cia de gana ‘for heroes-, es una cxOnica zumbona ypintoresca di Pres tis burocratica en la capital del propio Estado adonde &h ong sada a ssprotagonstas peer el zal CAG Tcdido a coronel y “electo” diputado, y el mala oe ascendido ergo sido casvalmente en la “bola” el efectivo venced: feculta a In poste, sin enbargo, el dnico derrotado, y va, a. probet resulta @ He oezando por abajo, como esctibiente— en la carrera fe emetitica, afsioso de conquistar a su Remedios, de la cual cee y'se dente cada dia més lejos en sazén del stbito y mulagroso Be zbramiento del comandante, su amigo de ayer y su peor adver- fario de ahora us pea se aA politico que le, resulta a Quifiones adverso come’ Taverable al afortunndo aber, eles fs dor, bln ave ome iate mode, a la capital de la Repablica: el sevoloso coman- Ene que ya ea general ¥ diptado al Congreso de is Ulién, ambi- Seam’ puma en minito: 9 a pique etaria de, consepuico, a no, ser sone aia hozafiosa empresa se gasta la mal habida y aun la bie Pete on eom y porque Juanito Quifiones, metido a periodista de caecGon te lanza los més furibundos ataques, lo, desenmascara ¥ Pees I el deaprestigio. Ambos, que, combatiéndose, han loge. 129 Con don Emilio Rabasa, el ilustre mexicano que acaba de baja a la tumba, ocurrié un caso que yo no vacilo en anotar como sintom tico y revelador en nuestra historia literaria. Por disciplinas y estudios, el joven chiapaneco que arribé a J capital de la Repablica en 1886 estaba destinado a ser jurisconsultoy por vocacién, era novelista. Le interesaba el panorama social; tenia certera pupila para avizorat tipos, distinguiéndolos entre la multitud confusa; Je interesaban usos y costumbres; sobresalia por su certera visi6n del paisaje: condicionabale, en suma, una fina sensibilidad dee nunciadora del artista de raza Y fue, en efecto, novelista. Pero, no bien lo fue, dejé de serlo Apenas realizada la primer salida, Sancho Polo, como Don Quijote sus armas, colgé Ia pluma, El jurisconsulto, el socidlogo, el maestro: de abogados, se impusieron, y al nombre intencionado y fingido del novelador, substituyése para siempre el auténtico y sonoro. trsilabo: desaparecié Sancho Polo para ceder el puesto a Rabasa, hombre de ley 4, geveroy profundo auscultador de sociedades; de una sociedad, mejor iQuién ce acuerda del buen Sancho Polo? Muesto para lay letras desde hace euarenta y dos afios, pocos sabrin que, en cuanta, a corporal vestidura, descendié al sepulcro la semana pasada. Somos pobres; nuestros valores literarios auténticos, escascs. Y, sin embargo, los olvidamos pronto, No ya piadoso: antes bien pas (ri6tico resulta recordarlos, traerlos a Ia memoria de las generaciones nuevas, para que ellas sepan, propiamente, qué bellas y empolvadas. gemas contiene el no muy abundante tesoro. Tal es el caso de Rabasa novelista La novela mexicana, que nacié con la Independencia, habia tenido en la primera mitad del siglo, ademis de Fernandez de Lizardi, gunos incipientes cultivadores: Fernando Orozco y Berra, Flocencio M, del Castillo, Diaz Covarrubias, Inclan, Su florecimiento alcane zabalo con Payno, Riva Palacio y Altamirano, Este tiltimo rep-esene taba, en todo rigor, el tinico valor auténticamente literario: habia crea- do entre nosotros la novela roméntica finamente observada y linda- mente escrita, Faltaba, literariamente hablando, la novela realista Rabasa fue el introductor de ella en Mexico; y cuando al realismo en el género novelesco nacional hayamos de referimos, habri. que Gitarlo en primer lugar. No padecié Sancho Polo el usual y casi nunca evitado sarampion literario, Al aparecer en el palenque de las letras, ya estaba hecho. 128 ‘mutuamente destruirse (lances que constituyen el asunto de El 4 to poder y Moneda felsa), acaban por venir a las manos; iacid éste que pone al borde del sepulcro a la pobre Remedios, tan rep tuosa de su tio, como, a pesar de los pesares, enamorada del pesd de su aovio, Junto al Iecho de la moribunda, que se salva al fin, reconeiia los primitivos “bolistas"; y, “monedas falsas” cual son, pues en seal nada valen ni nada significan, y solo al vendaval’ revolucianatig politico debieron el haber salido de su aldea, para ilusosiamen gneumbrarse y Juego envilecerse y arruinarse: al obscuro lugerejo San Martin de la Piedra vuelven los dos en compaitia de ls mock sha, que por derecho de amor le est a Juanito Quifiones destinada “Encerrado en el estrecho recinto a que he querido reductrme ap fa éste al final de su historia—, oigo desde aqui, el fragor de Ia tempesiad que alla afuera ruge. |Ya la conozcol Las pasiones desems gedenadas, Ja ambicién sin freno, la mentira, la envidia, la farsa, sg ¥ tan alto suenan los gritos de los vencedores, y Jos canticos de Ia adulacion y el secvilismo, que no se oyen los ayes de los vencidos, af Jos sollozos de tanta victimal”” Por primera vez se presentaba la novela mexicana con este cae acter. Antes habia sido picaresca, 0 moralizante, o folletinesca, o sen= siblera, 0 pintoresca y tan sélo referida a amores y aventutss, Con Rabasa era ya trascendental; en Rabasa, al costumbrista, sumabase e Psicélogo abordando estudios de caricter y el soci6logo que convertia en materia artistica las cuestiones politica y sociales, Nada de extrafio tiene, pues gue en st tiempo tales novelas ak canzaran grande sesonancia y franca boga, jCudntos no se verian etratados en ellas! {Cémo muchos se empeiiarian en buscasles clav El hechizo de La bola, de La gran ciencia, de El cuarto poder, de Moneda falsa, estriba, sin embargo, no sélo en la originalidad de tos temas y de la manera de tratarlos, Residia tambén en la calidad del estilo: en los dones de observacién -y de. simpatia comunicativa del artista, La prosa de Rabasa eg Ilana. seca’ de cortantes y bien acentuados perfiles: prosa de las que duran, Agile mente narra, describe con sobriedad, dialoga con soltura, {Qué lintos retratos, con fugaz dejo irénico nos ha dejado en sus novelas! iY qué Iuminosos paisajes, para los cuales no necesit6 mas de unas cuaa- tas pinceladas! Veiase en el esctitor mexicano, ostensible, Ja influencia de Gale 6s; sin que por esto disminuyera en un apice su hondo mexicanismo, Mis y mas despojado de ella, y mas y mas personal, en Sancho Polo hhabriamos tenido a un grande, a un glotioso novelista, 130 Je ser Sancho Polo Por qué Sancho Polo, es alma misma de Rabasa, enmudecié para Toasts de que aquella abandonase su en pPor qué Rabasa de} judo muy adentro, mpre, casi medio s eee Jado Alvarez ha dicho que en México, a los treinta rane, Sas saros Ios escritores que Hevan el cadaver de wn poeta a fos, no son raros los Hite a, Gobernador de Chiapas, senador de la Repiblica, juris- cero oe cinder tal vez conte ue Sar- Rabasa, ine vas, graves ocupacio- Se polo el novelista no cuadraba con sus nuevas, 9 . a nif travieso, Ademés, Bene teen uede conaograrse en Mexico, con tein Baten ye ema tazed exclusivamente lteraria que s6lo de ilusién sustentarse? iar Bre anica ver que yi de cerca a don Eaio, mexgs antes des Fa rere ete motivo de charla irs ntemamida por Gee ee csreate al garao. Su noble anclanidad se rejuvecia a Ta Fate orig Iejano aurora. Mesurado y grave, apretando leve- See ae songendo que Br obca de novelsta habla sido una humorada de Juventud. ‘Verda ex, Sancho Poto, ch mozo gue guzis, con Tos fos, eeatura galdosiana, msi muy jov as scobrado cttaturs abean ka muerte a su ver, resicita y le sobrevive ante la posteridad. Cartos GonzAez Psa LA INUNDACION (omado de “EI Universal del 22 de Julio de 1888) sia $eoatt ete Lior ettes on Ranta Nate, ne Be sere ex ba pensation Et In Samos peo re hecho he mechas veces 20 ay congue eae ee cages de un glaso.Y odujo un teeto, despues otro, y ot mas, yal fn 131 puede festse que ha jecorrido Ia prensa, y seguiré volando dy Yo ay ous cima cantativa que lo renee con hacer de mozo d el cual pudiera ser en justicia declarado) cerrectsins, sent los petisdices aplican a cualgeien i Sropanttose i presumido. Pero en cambio feo gree de elogios muy exagerados en su favor; a Bi Yo tampoco, voy a examina, sin al autor serio y juictoso, los verses por la prensa 7 adjetivo de estas mucho eseripulo, ue ya alarman con, Sopls la ira de Dios. ¥ del Orien Del Ocaso, del Norte y Mediodig Las nubes’ avanzaron . al acercarse en ragos estallaron, El verbo estallar no i miatica, Las cosas estalls ¥ con esto les basta, y al wanzaron las slubes, de estallar nada les queda ge Ta preposicién en, y me atengo a Ia G; iccionatio me atengo, q allan en aide, y parece que despudg af verbo masts se fsteemeci6 nose estemer se Hp and 8 po puede aka PORE Sempre select deiner ny ah verbo avansan deem, SHeIP en movimiento avansa’y re te, er ar, decimos, se qued6 sin significacion, "* © trovede, el Los angeles que guardan las ciudades eQuién guarda a quién? {Son los én des, 0 las ciudades almacenes de acetate a ae Los que cuidan las tiernas sementeras, Quien cuida a guién? Imploraban del cielo las piedades, Las virtudes, quizs or osotos, cuando be toman en seat eo 132 no tienen plural entre tido. Asi no se dice: Balores de tn pueblo, $i n0 Se ......6.2...+e0+e2+1 Vatios 0 mu fos actos dimanados de esa sublime vietud, como puede verse clarac inte en el famoso pasaje de Don Quijote, cuando habla a su sobrina fl lecho de muerte, Imploraban del cielo las piedades Al ver las nubes avanzar ligeras, Y al verlas comprimidas en agua resolverse alla en Ja altura. En aguas resolverse: eso st es castellano, y bueno: no aquello de festallar en rayos. ‘Mas las aguas estaban detenidas Por presién inferior, aguas y nubes Mezcladas en un vértigo espantoso.... Lo que va en bastardilla es prosa vil, como esti a la vista. Y fo de vértigo, cuando se trata de mezela de mubes y aguas, debiera guedarse para los copleros cursis. Ruge la tromba, y a pesar de esto, y después de tantos rayos, el Hier civaclve bletdamente a todo el’srunder No dehio de ses place do el tal suefio, cuando los habitantes de las ciudades a que el ppocta, alude, no despertaron a pesar de tanto ruide. Y aqui es oportun decir que al poeta le falta imaginacién: parece que le falta un sistema nervioso delicado, que le denuncie en su propio organismo el efecto natural de lo que pinta, Si al describir una tempestad horrisona y tremenda, en que la tromba rage y los rayos se suceden: en que el fragor de los truenos se escucha dominando el ruido de a copiosa Tluvia en gue las nubes se resuelven; si al pintar este desorden sublime y espantoso de la naturaleza, el poeta no siente que tiembla su mano, que cierto horror se apodera de su corazén; si no ve con el alma el cuadro de la naturaleza y el espanto del hombre que despierta con sibito sobresalte y terror, diga que no es poeta, y renuncie a escribir versos que serdn Slempre’ssin inspiracion y sin nervio. Y el angel de Leén, tembl6é mirando La tromba descender con fuerza varia Ripio que, sobre serlo, es prosaico y malisimo, porque fuerza va- ria, solo puede significar que unas veces es més poderosa que otras, ¥ esto, aplicado a la tromba, nada poético significa en el caso de que se trata, La tromba que descendia, que antes se extendia como culebra, con wn ruido que rodaba, resulta después errante, -y 133 Se detuvo un instante Y al sentielos rendir, en su amarguea Su fuerza toda replegando inmensa 4Voy a soltarlos» dice con pavura, Término militar, qu nilias, que no cabe al tratarse de fomo ha de ser eso amargural tung ota personficada, No pucde adiatee a J, Ue. prop RNs Ge desemperactn o cusigulern clca com as. AMEN arte enesiade larga la composicén pary nea mod, fa puede ser la del que se ve abandonado de sus amigos; pavuca atta parecer sala oul OF estrofa: y" dedicasle més de yan algae ye de un tapos pero una made gue ene gue flr mala voluntad. Toda la composicisn cis, 3 COnCemeS ni tone =< eee =e el estilo de lo que hy Un joven, refugiado er lio sefslado hasta aqui, y para demostracion voyan ico cuantos ff _ ae aaa ntos ip Del lecho saltan trémulas esposas Siente su corazén pedazos hecho Los ojos sol lo en una parte fijos. Lo mismo dijo el poeta de la madre). {Quién no ve que et poet ee ta quiere a todo trance preparar la rf seg zs Pero no puede nada. ¥ Megar logran con esf Porque al tocar la cim as aguas arrebatan a werzos vanos, Esto no es verso, ni casi prosa, 1a de las manos, sus hijos, Viene otro con la faz desencajada. Y en los ojos pinténdose el espanto Pues buena ocupacién trafa el tal. Venia pintindose el espanto los ojos, ni mas ni menos que como las pollas se pintan el insom- el amor y_otras menudencias. Basta yo. Y diré en resumen una verdad, sungue sea exponitne dome a los anatemas que ya han caido sobre el primero que tuvo la andacia de censurar defectos de poesias autorizadas por la comin aprobacién, El sefior Valle no es poeta; ni puede serlo, Con mas nue imerosos y mas grandes defectos, podria serlo algin dia, si hubiera en él algo de ese fuego interior, algo de ese poder indefinible que es necesario para imaginar vigorosamente, sentir lo que se imagina, pin- tar lo que se siente, y comunicar al lector ese sentimiento con viveza, apoderandose de su corazén. Cuando acabamos de leer La Inundas eién, nos encontramos tan frios como al comenzarla. Y es que el poeta no sinti6 nada al escribirla: es decir, es que no es poets; es que ‘sus versos tienen el peor defecto: no tener ninguna belleza, Versos, ripiosos y prosaicos, Hemos ofrecido ripios y alla van: A los padres ancianos Quiere el hijo librar. Los dos le gritan, Es que luego viene un abismo en que ambos se recipitan La madre, jpobre madre! e las olas que llegan na gms 1a a una. oe No es tiempo de contarlas ni ade, temp Has ni de vetlas con tanto espacio: por Consonante, con tal que se pinte el caring ir nner de palates ub ey a madre toma dos prendas en ses iy s hijos: se guarece en un acbol; pero 2 134 8 Brazos se consent” * 135 CAIN (Tomado de “El Unive domingo to, de julio de 1 Turbado ef corazén, nes : no coatrito, Al par que de su barbaro delito, el castigo Cain se oculta en vano, Cayé sobre él la sangre de su hermano, Y para ely Su raza song el grito e eterna maldicién... Y en lo infinito Dilatdse el acento soberancl..° itt Guacdamos joh, Cai Ain las virtudes ope Y cebase la envidia er Cien siglos de dolor, no nos redimes Asn grita en nuestras am. nos mancha la a! tur infame herencia: imidas gimen a la inocencia, !a5 tu conciencia angre de tu ceimen, Euro Rapasa LOS TERCETOS DEL SENOR SIERRA (Tomado de “El Universa el 9 de agosto de 1888) Con el temor natural en quien apenas se juzga con el entendimien Somposicion de don Justo Sierra, que publicada por algan panies Conte ees Y hey reproduce “El Universal”, Y- sf habla de ie poate Cs ms para elogiarla que para examinarle: y porque cee Bimicfones asi no deben pasar como una de tantas aleluyas de epi jos ponclencia ni temor de Dios, que Henan las hojes litte po ae Si el sefior Sierra no estuviera d sde afios h k,mestos octane dsinguidan, estce fos sup eee epiteto merecen, esta poesia bastara para conferirle ese tit = toda ella ay bellezas de primer orden, en toga canpecre| we, Ba 136 indose exuberante, poderoso y magnifico; en toda se descubse Ugo va crbciheicnds Is Gran bia desculdar belovgconv dal Mat la grandeza del pensamiento, TTienen los tercetos marcado sabor clasico; pero no de ese clasics- fxético, amanerado y leno de una sabiduria muy grande, pero iy fostidiosa también, que en clertos erudlitos admiran los que tienen Bietencia de leerlos; pero que no nos toca una sola fibea a nosotros ulgos. que n0 buscamos en la. poesia erudicién, axcalsme. de leas y loberintos de mitologin...Tienen sabor clisico: pero de se ideo cegante de Toma, sicvo en la ien, gala amonin en faclidad y soltura del verso, que encanta, enamora y suspen RE eecbin y sunca bea’ wlsbesta Hetatcle Moral del gran Geeta sevillano. Bn esta composicién del seor Sietra pueden ver los poctes afran- fecados de nuestro parnaso, cémo se esciben los versos con forma cas fellana, nucho més sonoros, robustos y numerosos que esos cuartetos fpoldeados, artiliciosos y encajados a martllo, hoy en privanza, que Epp enser ne docena de anon ortogcfics cada dno, par ave al lector, pujando y conteniendo la respiracién, como si se tratase de a ie aaplinccdea ca ioe ae ae eee a ae Fy adivine los pensamientos hondisimos gue el poeta quiso expresar. rea larga, y mas que larga inttil, fuera de la de sefialar, enume- randolas, las bellezas regadas con profusién en estos versos. ‘Y fuera : ellos por si solos se muestran y ponen de bulto al citado, Mao no podemoa resiatir la tentacion de marcar muy especialmente nuestra predileceion por ciextos pasajes, vyerdaderamente admirables. Este, por ejemplo, nos parece digno de la poesia castellana del go xv iCuan bueno, cuanto el animo es clemente el solemne silencio del pasado! iQué deleite recéndito se siente siel anhelo de hoy gueda olvidado iCuan amable refugio al inviolado «por la dulzura de mejor memorial» santuario del arte, en que la Historia semeja himno Iejano, y un suspito la vida, y breve exhalacién Ja gloria! Para mf, que conozco, leo y admiro mucho més a Herrera y Rio fa oue a Lamartine y Musset; y que creo, scbre todo, que a aquellos no a estos debe estudiar e imitar tode poeta que se proponga es 137 exibi Sierra en esos tercetos que no por ser claros y faciles, dejan de sentidisimos. profundos y armoniosos, Cuando el poeta habla de los dioses que huyen al parecer ¢] mundo la idea sublime que los anonada, no pudiera phates cl cuadro de la naturaleza entristecida, que ve desaparecer a lag vinidades sensuales que le comunicaban su divina esencia fen espafiol, asi es como se raya a grande altura; asi como flores y aves exdnimes cayeron, desaprendié la selva misteriosa el habla de las brisas, y bebieron lag estériles piedras Ia olorosa y blonda miel de los panales rotos, |Lastima que la comparacién contenida en el terceto cue a est més noble, y no exprese mejor el desticrro de ¥ precisamente hay que lamentar este defecto, en obea de poeta que tan facilmente domina lo grande y Io sublime: en obea gue tendria lo bastante para honrar a su autor, con este simil belli simo y profundamente conmovedor: La Ciencia, vasto mar que todo arrasa, es como el mar, que no tiene una gota para calmar la sed que nos abrasa. EI poeta > un gladiadur cansado de nuestro siglo. Cree que no duda, 0 trata de creerlo, puesto que aunque no vacila en desechar pare flempre las creencias que de fijo aprendié de nifio, busca en rene ta fe en algo mas; no lleva la duda a la espalda; pero la siente, ¥ ap Fe luz en el camino que adn le falta por andar. ‘Ese es el genio de ia contemporanea, casi diré que es su astro, su musa’ Sierra, de Arce siente la nostalgia de la infancia sencilia Yente, y debe a esa nostalgia dolorosa las bellas notas de su Por eso dice al cantar de los «Murmurios de la Selva» Ese es el secreto de la vida: olvidar: thas hallado en las arenas un Oasis; alli cantando olvida. y cree canto. Pero no lo podris, y tus serenas horas de inspiracién serén turbadas or la agria voz de las humanas penas, Entonces nos diris tristes baladas, Ienas, como las rafagas de invierno, de nidos rotos y hojas arrancadas. .. 138 suis, muchas mas bellezas en la hermosa poesia del sefior Sie- Siero In fepetimes: no ae escapa al gusto menos cultivado, porque Mjtan notablemente se imponen a Dade me ba dado filo de ctico tera, at yo me le tomer y aye se sito Bastante capas de zurrrle n'pavaa fs copls Hicio, porque eso puede hacerlo cuslguler hijo de vecino 7 aun Moin ya he dicho, y vuelro @ decir que gist at haya yo ido a derechas los versos a que me refiero Se reste ce tay cies cb de un buen fae parece rs peigonos fos eros, que a veces con toma Conn belsas por personas reflexes! porque no se me er un elogiador de oficio, que aspira a recibir en ‘ompensacionalgu- flosect fel sefior Sierra, voy a tomarme la, licencia de Bg oe cospacan eateries aa cr ones Getectos: digo: hay cosas que’no me gustan, Bs leva gueveolconfvmnd en lh opin que por saaosena a Tego hasta mi angus poco hs lid hasta hoy del Me stio pocte, le de que ol sehor Slers, ticlinente suas or Bec zacion poderon’ de st genlo ene siempre a eacunbrareh Bia la materia por alta que ova, no siempre se presta para ella, reau fan en sus obras pasajes 0 inchados 0 confusos, rAyl afuera la errante procelaria anuncia tempestad a los hogares: afuera el ala ferrea de los vientos: enloqueciendo los insomnes mares, los estrella del globo en los cimientos © los arrastra en mentes que naufragan, en vortices de sombra, y que violentos sesurgen del abismo al cielo amagan y de la tarde en la velada frente despedazan el Iris y lo apagan... jos dos tercetos altimos desdicen enteramente de la cordura Bic gusts en ln mayer parte de In compostito, Mares que el vento estrella en los cimentos del globo, errastrados después en montes que Aaufragan en vsrtces de sombra y que al fin resurgen y amagan al elo y despedazan ef nis, me parecen indignos de andar en a de un poeta que escribe los tercetos que copiamos en la primera par de este articulo, O consumis vuestra alma en ayes vanos, © de Ia prosa, triunfadora impia, sabéis el ideal guardar ufanos: 139 lo ctigis como antorcha en la sombri realidad, y legais a la sibera = de la gran noche, con la fe en el dia uiza esto se entienda; batallar mucho ‘mas, cose’ ‘esto es verdad, o la mia no da p, aPor qué hace esto el poets que tan | como maneja el idioma, con grandisino coamente,Gomica yosas formas y recursos! Yo te acién de acuea porque adrede nos priva d Tunares, Adrede, si; porque si €l quisiess: hal ia siempre sobro, elegante y gran poeta, o le perdono que cuelgue ay no de o dle en el tercer terceto, No le pordone qoeny almente porque ese verb (ni quiza en ningin otto) Fisica, impr Palabra’ no es ico qué, es lo justo y bien hallale, queNN0, Me Paete bien (y sigo refiriéndome es de iglitvio baje, porque los efluvios, como sutiisinns eee Cuando in Dara Io alien eae parca call grudito que. sobre senlo en alto grado, ea Homade poe io am ,¥, Uene contra académicos In circunatancia de ces je mere auuy devoto de la ilustte corporacion," O° St Precis ‘neuentzo epitetos en la composicion que né ni con mucho, E a cope) fo Ealona, se tat =a arargimente el segunco, pues la palabra boqulruble se (ne conto ferogila parte. y,€5 mls propia para aplicaria a an fees epee 08 adljetivos Ieee a res posible que el poeta haya querido cha ssptivos lamar a la Egloga, Banca 9 2 have, Hero com ex ni gpitcto de fatidiea apliceda ala sombre dal Pate, t aaseRtable: pues nunca hemos sabido que esa sombee tay eae lado despracins ni calamidades, a haya anune satan E088, ants pide el poeta que azranque de ls cued hay cualidad que cuadre menos a ls nota gue ae eats St PUES Ho notable poeta y de tan bella‘compositgas ©” 0 tata de tan Ademés.. épor qué no decirlo, al autor? Ademas, el sefor & : pero después de pensar mucho como con cualquies r dificil rompecabesagy ¥ que embeba en perdono que trasvase el al an 5 ost cn os diconaras tn Y caso de acept: Alo mi opinion particulag) lama fictea y boguirrubta las del “ Felt voto de Tatar ir que use contra ley las prepens temico. ¥ no se le debe consens ey Jas proposiciones, ni que invente malas pola, 140 fen ustedes esto, sefiores copleros? Pues ya quisiéramos ustedes: Pifaber escrito media docena de esos terctos Pio Gu LA CRITICA LITERARIA EN MEXICO (Tomado de "El Universal", de 16 de agosto de 1888) Quisiera yo saber quién fue el primer iniclador de la gran socle~ de elogios mutuos, que tan extendida esta en nuestros dias, para edir que se le aplicara la ley Lynch, la ley fuga, la del embudo, o lquiera otra, con tal que fuera una de esas que no estan escritas Jos c6digos, como no lo esta el delito de emborronar papel a tro- the moche, para aplaudir a los demas, con quienes por fuerza legamos ponernos a punta de retorno en punto a adulaciones y_piropillos. La sociedad, encanallada en asuntos literarios ve, 0 con gusto 0 con Gadiferencia Ja letania de elogios con que cada dia se llenan las Golumaas de los papeles mis o menos Bterasios que andan por ab Ppregomande yue todos somos muy guapos y muy rebuenus. Eu eau Bio, apenas aparecié un joven audaz, y por afiedidura de talento, scribiendo criticas, cuando todo el mundo puso en el cielo el grito, Hlamandole quintetes, quién envidioso, y quién majadero, porque dijo: con un valor que asombra en pleno 88, que no todos somos guapos, ¥ que aun los que lo son, suelen tener verrugas. Y es que mueve fa nuestros literatos el instinto de conservacién, y piensan que es acet- tado aquello de yn die quiere poner a remojar Ia suya, que siempre le parece bien hermosa pera entregarla en manos del inclemente rapista. No es por cierto, la poesia la que necesita, entre nosotros, indul- gencia por estimulo, Poesia nos sobra: nos est inundando, nos: ahoga: y todas las prensas de la capital, ocupadas exclusivamente en imprimir versos, para dar salida a la mitad de los malos. Quien necesita indulgencia es la critica: porque no la hay, y es fuerza que Ja haya; porque bien dirigida, es el estimulo que nuestra literatura hha menester; por mil razones més, de entre las cuales yo estimo en ron manera esta: que espanta las moscas impettinentes. El que se consagra a la critica, es preciso que tenga una gran vo~ acién para el martirio, y un gran sentimiento de justicia, superior a Tas rastrerias de las pasiones copleras. Dos graves defectos andan fando y tratando de seducic al critico: Ia vanidad y la 14 envidia; que suelen la act ¥ in busla, 'Y es tanto més dificil la tarea, cones ue el critieg Tos eternos pani gcomt aces casos usar el tono de outoridal she los eternos arte, y necesita burlarse con ciertos ¥ en clertos casos de alguno muy metidg itcos han de ledrarla luna, por mis gue a él le hinquen el diese’ —— Paras Ia verdad ea que cleras vanidades no tienen mf tivo que Ta sética, | a resig®s de todas las novedades, sobre todo si se tate de a dos por cl eétiodo sistema de abatir a los dems, atin 4 hoy pom las censuras de: Valbuena a le Aesdeniat foot col taegPat BOY, 0 ay por aqui quien "no ponga sional at de ta anos #89, 8 su Tegalade gust Vo, qc nee Valbuctn, S280 Puntade, no. puedo ser jues cise ya peso aan, Pare no puede calfcar los conacinfentea ‘ie wa Pfrguiets $1,880 eects mesa de’ Gato: y me engin So chil sluar a ss pertnss mayores, y'a ceder el paso i crag Ogee, menudencias que sabemes’ los ar e202 S290 a Valbuena por hombre sin educacion: tenn! centisy al que no le guste, que invents orn ’ En los Ripios, més entice ¥, mis los confunde por hon En la Fe de ervat académicos eobran revelarse en formas muy trasparentes; |, No piensan asi todos, y los libros de Valvuena su ejemplo muy imitado, sujeto, son muy leidos, y Pero con una grandisima diferencia one] Aquel es hombre que lo dice porcue le den gana, y ademas mientras éstos 1o repis ica ni el rabillo de una e acer los académicos), cle estos aun Harnaros eee ate, Pueden quitaros el titulo deers y dinnoy miatnoa bestias: traténdose de’ un poeta mecioae malo, me- iano, bueno, se agota el vocabulatig de Ibe encomios, se ensalza sin medida, sin leer la obra o sin entenderty De donde result ue cualquiera de los nuestros Ss larcelino, camo ‘ca’ Welbocats ic : ite a 142 ‘al Abt enperatura vaya usted a criicar en conciencial Ahi Bigs taro 1a prueba; alt ects Bryne pra des, gue no I nston dos comms; ber cenmrado sin miedo, y haber causndo Bea aus ie dio notorcdad en cl mundo iveraio, Ta enviia Fo primero de su gusto aquelias erticas; pero cuando éstas federon a su autor, tuvo que volverse eae saci Plenguaje esta cocrompido, las palabras de elolo despre iets cl misuo cdjctve a las odat de doa Casiico del lado, y 0 las Charlas de juventad; y resulta que el a jv es ya Vgnificante para las primeras y comin y corriente p Be scopongo cumplir el deseo de lon sores Bates de “El Unt pay, aenave ign y pecdor rare, como Dios me dé nie ig von gu me arescan buenos, © Js qe pueden pas doa for denn 9 store al satr mises per, es st. comenzando a obligada muletilla de aliquando bonus,» p ccc Se Eoerar ine re pian iw pees ac i pectencia, Pero que no se me tache ener eid porgue yo vidio en,cl mundo mis que Ja abundancia de Ine chaise do- iscies dc “il Monttor’s y ie ‘lidad del seo: Gonzdler ps desler en dos columnas de boletin cualquier Bale pte Je una vez, que yo creo que los muy buenos poe! BUM go con sutlcm ain’ que st Atmero ae alee BEEtces le guariano. i ‘advierto tambien que se me puede criticar abit is ca.dects, tanbién he hecho wesosi 7 vo nd con tie sind malos ¥ quizé. peores. "en paciencia. Pio Gu. OTRA VEZ “MIAU” (Tomado de "EI Universal", el 6 de septiembre de 1888) mmbati la censura que el sefior Sosa hizo de la fltima novela de see Galen pel ton de suid en gue foe sary To tije en mi articulo anterior, de suerte que hoy, cuando el citico en su Spe cine deen gu vo es lesa. pen te doe ey cen Bes); 72 lita sosent opis como com dean ws partisan 0 debira callary tener mi atiulo por my, bien enpleado, puesto fie sirvis para lo que yo queria que srviers. Pero hay en ou ocpuad 143, articulo puntos que no puedo que se piense que ce a rion de don Justo Sierra, que, publicada por algin perié- Die 6 que e5 mas para clogiarla que para examinarla; y poraue tads"s 1,ae €8 inexacto que eu critica viniera com 1 Sskjones asi nov deben pasar como ‘una de tantas aleluyas de mies Ya8ade, por via de argumento, que cenice ates de ae Bpese sin conciencia ni temor de Dios, que Henan las hojas litera- PSN ines scchs media docens de esos tercetos.» fos dos hayamos criticado con Fredo convengo: si es necesario, declararé que Mia es un baya hecho con autoridad, Tog Fn eho: pefo no convendre munca en que para criticar a un li- 8 me ech an ea evimlento de mete fio ce fama no me tento Tn ropa, como dice Clan. © day cose maa SPREE £0 El pecado que he conch Declare) seior Sosa gue al dest que el nombre Je Abelods 3 we demostear que mis censuras (merece Bre feo. no trat6 de censurarle; y tan no fue esa su Me sea nl Hn omen nin Feel fe te aes fe gues do” No fey ope Hee Siem, a crea naconal 9 abe ge? Jame ae Tjule gue I gue an Se por prune oo do. hereto “(erent Y aun conteso, Por ejenpien on tag il Iefices, lo mismo que en los protocolos de los notarios, 1o mega, (iy vaya que Jo esl) me monde desir Pe Tazén par St " a punta a in cwesibel Yao aeng Desai Jo rongo gui ; Se. tho Brea yar ic conberiere con ruieea, no voy a conettar uo por ee iframe cn sng Senter. ee eee picion (ast “razones que ne ag Komprende que ai el mismo que los escribi6 da mayor importancia. Gel aso expica, pudo el sefor 2 Ia puerta, como Lea Some yo que Miau es una novela buena, admirable, soberbie y Lat ial onda, Bo eyce wn tea eae Be eee cs i eh aati efectos, Grey [poms Ste tanto vale, ‘wo “ecnale POY 22 PATeERg jue en aquella palabras no va declarado que Ia novela, sea perfecta, oa Ta ag 8 BBY Jeon come gue asia a el ee oa Teno, admazeble'y coberbo es, segun opinion de grandes ertean el eae ary uence y admisables son los tercetos del seo pease de ate J es0 de que los das con el mismo derecho ‘non gaifcismos, malas palabras y malos regimenes. reno tubo tono de autordad, nose he dere gas its demos erases seo spre es obra de ua hombre: peso de que tehga efeson a creer los Jectores de “El Pabellin Nacional” = a Prgue sea baladi e insignificante, va mucha distancia; y que no se salga fiusre, Voy a copiar textualme Ps Apes ieee selma Miailsy ‘no de otra modo? Dorque ese era el o3, mlos, para que se vea que fa familia que da motivo a toda la accién; porque asi se camos los dos en diapas enol timo caso, por la mis- lapasones muy lamé a Villaamil que es el protagonista; y en a Pe jo él ea su primer articulo: «Tan beladi : jar sin contestacion, 5, 9 pena on clertas afirmaciones. del ge wun distingul = oso iparéntesis, no vale. jive Campoamor para llamar doforas a clettos verso cel aged ee Ic de ela sno pees gC et ES eee : dle las enfermedades? © “mde la invitacén esta mds Soren "Pode haber en la novela de Galdés, algunas paginas que, sim a ‘menoscabo del interés pudieran suprimirse. donde se ve Pues véase la diferencia de juicios: Alas, que_es notable comor van aah b ab a sin embargo, que era lo mejor que a Espaiia bn babe Sauloree Gon tenor tata en lia penny Sn Se 1S tren, etc oe ee en ec mlento necesatio pene apenas se jzga con el cacadie Hees eee de Bisa oss ueséaatta paca’ eOaesenvulvinicaia Ger : Pass entenderle, me propengo desi algo de'la hes Clentas paginas de Miau sea necesario para el desenvolvimiento di 7 145 Porque basta con esto; Be fl critica rey hacer un servicio a iy i ‘muchas, de que ficant es, que él t mas grandes nov. ara el ca 80, ¥ pee han en ar TGS BPOF GUE 10? Pero cn hos, han concedide © Guanes Y,%, Le Quesnel que, meme Con iPe0 por qué Villaamil no bosege amd? del seior Sosy le niet Je Be MO fuera Ia ofieina? Tope wseabs trabajo en cual on ieee rch ona Nutini le ganatse la. vide kop co? & Espaia, no encue ee, {POF 4) elucacion log Gabe eames! {Debe eate een Joneses 10 hondo y lo mejor de 10727 9)2 D 1 Poraue 3 la verdad? Bs Profanda y dotorosn, fenga un ami Fepito, no son insi ee nc Sentimientos q slo comprendide nunen illest no el etic ey vended ip u sistema tando va cayendo, latios, en que fun monomanie natu. dla su derecho al empleo, l sus planes hacend, tal e interesante, son una menomani: ‘onomania en él, 10 conste aie so mala intend” dicen los diputa- 08a, con cierta te debate (como Pot dkimo, que eatmo ae desearia yo verle cultivan ise lo Ia exiticn, que eager 79 enten- 146 tanta falta hace iega, ra Para © medio otros, y que tendré mucho gusto, si como otras veces, publica Ins buena produccién, en aplaudirsela sincera y lealmente. Wamos, que soy muy tratable y no tengo envidia, JAh! Si la tengo. Envidio a Espafia su literatura, y quisiera yo a nuestra la igualacal Dos lineas mas. a EI jueves proximo, procuraré demostrar que en Pablo y Virginia Maria de Isaacs, se idealiza el incesto. Pio Gu LA COSA JUZGADA (Tomado de “Et Universal” el 18 de septiembre de 1885) Hereytas Lireranias «Este es un asunto conctuide, y lo iinico que aguardo es saber las rae Sones aan cf aoe Gl ere avane ‘istic en que Pablo y Virginia, de Bernardino de Saint Pierce y Maria de Jorge Isaacs idealizan el incesto, ¥y aguardo esas razones no para com- farias, porque anbas novels estan ya suficientemente jazgadas, sino Porque me sorprender como a todo el mundo, esta tesis, por lo nueva.» (Palabras de don Francisco Sosa a tun reportero de "El Pabellén Nacio- nal”) No hay que juzgar de todo ef mundo por lo que pasa en nosotros: Ta tesis no tiene nada de nueva; como que desde hace unos TREINTA ANOS poco mas o menos, el famoso Proudhon escribia las siguientes Tineas: Entre cada una de las parejas mencionadas, habia, pues, amor puro; pero no platénico, a no suponer a héroes 0 a heroinas con la Aesgracia de que antes nos habl6 Valera: y convengamos en que fentian sin el cual no hay amor mas Gue en Don Quijote; el cual todavia tiene en su abono el gue Dulcinea era una mujer ideal. ues ese instinto, que tengo yo por tan natural y hermoso como Te juzga Valera, digo y sostengo que es incestuoso entre hermanos 149 Pulativos, tanto como entre hermanos carnales, Y para exam este punto, voy a citar como moralista a otro por el estilo de Frou 2 decis, tan poco sospechoso de cobijos de sonturrén como él . En efecto, el patriarca del sistema utilitario sostiene que no de consentirse el matrimonio entre hermanos, No se atiende para ello las leyes grabadas en el corazén del hombre, en que no cree: se fu en que el solo hecho de permitir, de declarar posible esa clase atinonio, rompe la moralidad de las familias, destruye In coal za que Ja sociedad tiene en la santidad y castidad del hogar imposible la pureza de las costumbres. Paca asegurar estos tnapres bles Bienes, es preciso que «el hermoso instinto» sea infame en seno del hogar, y que los que se atrevan dentro de la familia ag tirlo, sean sefialados como indignos de pertenecer a la sociedad; preciso que en tal caso el sea imposible entre gent Bien nocida, por Ta sepugnanca que procede, no de lyes ten geabedas en el corazén, sino de la sancién de la sociedad, de la e cacion y de lag costumbres, ae ae para los fines gue Bentham sefiala iqué mas da que los herma nos sean carnales 0 putativos? Declaremos que la. morelidad queda, intacta en los amores de Pablo y Virginia, que el ejemplo puede ime tarse, y no habra quien dé un comino por la virtud de una familia fen cuyo seno haya, como con frecuencia sucede, hermanos putativos, aug enlaza casi siempre Ja carMdad mis honrada, Ia catidad de up padre de familia que acoge en la suya a un huérfa nombre y el anor, de hijo. S ae ‘odavia Proudhon consiente en que més tarde pudieran haberse amado Pablo y Virginia, Yo creo que no pudieron decertemente amarse nunca, ni ellos, ni Efrain y Marfa, y que por mas vers dal gue ee supenga en fambas narraciones, ese solo amor, flso en si mismo, falsea el corazon humano en todos los personajes que en aquellasfiguran, No es de extrafiar que Pablo y Virginia ve aaron faltando a la decencia, porque eran un par de salvajes que ni siquiera sabian leer ni escribir, y vivian alejados de la sociedad; de tal suerte que cuando ella sintié la pubertad, tan vivamente pintada per Saint Pierre, no encontré mis hombre que Pablo, para’ sus inclinaciones naturales, Pero es asqueroso (y por tanto faiso) que la sefiora de La ‘Tour, se ponga a platicar con la madre de Pablo, e imaginen las dos, teniendo en su regazo a los nifios tiernos, que los casaran y que Vire Ginia se llenaré de hijos. Y luego un seforito, educado. en Bogots, Y que aprendié la moral con la ensefianza de padres que Isaacs guise Pintar muy buenos, viene a enamorar a la prima huérfana, que le lla- ma hermano; que ha crecido con él desde la edad de tres aiios; que Mama a los padres del novio papa y mama; que es, en efecto, para cual- Guiiera familia en que se siente el amor de caridad y piedad. hija de 150 ama y Efrain, Este, en su empefio de inces- la Atala de Chateaubriand, y por supuesto es se ponen a lorar de temura y de afliccién, al Br de la impenitente Atala, que a las el veneno en las entrafas, lamenta rse entregado a st amantel Los (si que To son) saben Illos y hermana de Em fomor, lee a mamibos, lector ade leer la histor Stare lad, cuendo dente ie tse de este mundo sin habe : ave JE Brain, que lo son también de Maria Misery seen con Getta cOMBEEN ve Toe ee siade medianamente edvcada ue haga cieulos Snes que teadré més tarde na nila que, duerme en su Dr oe a i Teche en los labios. No hay padre de familia que_ ve Fre one, gue el amor, surge dentro de las paredes de su casa, Sertesgo_ con su compaerg forroso «el hemoso inxtinto> al de- ae oo de su hogar. si esto pasa entre dos hermanos pu- Ja ons de any comieate hace, es sentarle al var6n liza, y separarle de la novia. : , ‘so vale alegar Ta ausencia de Efrain durante seis rtir para Bogota, los chicos se amaban, @ evuelto con estupro ine tativos, {una buena pa ¥ advert que no val al Bae amor gue tiene mucho de incest: maturo. cae fas perlas literarias tan acabaditas y completas, que hace ae Pea comin vicios de inmoralidad que preceden del idea- Hiamo enfermiso de sus autores. En ellas el plan obedece all copricho fal gutor, come creador: en Ja novela moderna obedece a la fuerza de fas cosas, al estudio del corazén humano, y el autor es mAs que crea fost cbservador y artista. En aquellas, el hombre no esta pintado vo es (realismo), ni como debe ser (idealismo de buena, clase Giue como al autor le da la gana, 0 como le necesita para llegar al eseniace que tiene en el magia, ee ‘Pablo y Virginia, incesto que horroriza a hombres tan poco escru- pulosos como Proudhon, Atala, carne y sensualidad desde el principio, Yujia momentos antes de ‘ori, y blasemtas boris, de nu boca ve jujuria monstruosa de Amelia, corrupciéa del , estando ya en el convento, Amelia siente todavia ardiente fatldad, Rfacl, odulterio poétco, belisino, no consumade por mie- fe al aneurisma, Maria incesto perfumado por las brisas del Cauca ‘Qué vendré a ser quien lea esas novelas ¢ imite a sus héroes?, Dpredunto yo. parodiando otra pregunta de Valera. Y copio lo que Gl afade €Y no se me niegue el influjo que siempre, ejercen y ejercerén las novelas. siond no pocos suicidios; los romances en este sentido, ejercieron El Werther de Goethe oca- 'y poemas de bandoleros y de 151 stuapos, han fomentado el Bra Han fomentado ef bandoterismo en Andalciay en ta mal anode, 06 Ia Isa de La Curde de Zok Y tepugnante. La madcastea ae ie eae, PEF 0 porque Zola se le haga span 5 Benes Merarias hacen sinable el incest, ya auc evoa te uonde ie", W Plcaro, sabia" muy ‘bien lo que iat 07 alta delante de Maria la'Alala de Caanaio la, no inspira a ning Ii se pinta descarng fa, sera porque se Te antay ‘0 y llamativo. En cam COPIAS SIMPLES DE DOCUMENTOS Vives Juan B, Pénez (A Aurelia Horia) Salud6 Perez desde la fe seguida junto al soe uinta invitacion, la cual ron hechas con mudo y seco ed "4 ‘Como esté usted, sear? J ce or? iI salud buena? {Vaya, cul Peels cea Me e™ autho, Ye cen ade Sag ae ee eetzada del inviemno trae mil molestie, “Ye ge sage Siem Buy bormchisime, {Ya familia que tal! La sehora, beeps Sen sstadistico pared, di = w i luego al botén lo de vez ado, ac anal a pearet al semblante de su interlocutor, | ©" “Nando. aeentuane mie ties Sor, usted ef Petsona muy ocupada, y a mf no me gust alegrol 152 Fi interlocutor hizo un ademin, que teaducido literalmente quiero #

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