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Darcy Ribeiro Configuraciones hist6rico-culturales de los ‘pueblos americanos ee universidad auténoma de sinaloa Culiacén, Sinaloa, México, 1981 EEE SESE SESE aaa Ee See EEE EEE | INDICE Rector de la Universidad Autonoma de Sinaloa ING. EDUARDO FRANCO Secretario general LIC. JORGE MEDINA VIEDAS ‘Tesorero L.A.E. SEVERO CARDENAS n 7 icia, Juan E. Guerra, Melchor Inzunza, Jorge Me- dina, José G. Meza, Miguel Ocana, José Ramirez V., Rodolfo Ruiz C., Omar Ruz, Miguel Angel Tamayo, Liberato Teran, César Velazquez Coleccion Nuestro Continente No. 8 Darey Ribeiro Configuraciones histérico-culturales de los pueblos americanos ©Universidad Autonoma de Sinaloa Culiacdn, Sinaloa, México, 1981 Moras 1252-5, Col. Florida Insurgentes, Mexico 20, D.F. ISBN 968-59-0041-8 Primera edicién, 1981 Impreso en México Printed INTRODUCCION iales— muestran una conveniente preparacién técnie realizar investigaciones cuidadosas sobre problemas restri dos y socialmente irrelevantes, pero parecen poco propensos a examinar los problemas cruciales q contemporai de su campo a tmitativas en el ambito de la antropologia, En este sentido, porle- mos sefalar entre otras, la tentativa pionera de A.L. Kroeber (1944), de considerar:los procesos dle transformacién de las altas, culturas; la de R. Linton (1955), de situar dentro de un vasto esquema interpretativo las grandes tradiciones bre todo, las de V. Gordon Childe (1937), L. Wh Steward (1955), que retomaron las perspectivas ¢ ‘Tienen también gran importaneia los estudios de sobre las formas y las transformaciones de las (1941. 1953, 1956), las tentativas de G. Foster por auments capacidad ex 1960, 1962) y de J. Steward (1950) por general tizar con referencia a grandes éreas los estudios cle comunidad. Contribuciones menos elaboradas aunque dest % fuentes de este estudio son las de J. Gillin (1947, 1949. 1955) Wagley y M. Harris (1955), Erie Wolf (1 ). relativas a Ia formulaeion de los estudios de ‘reas y tipos culturales y su aplicacién a las poblacionesactuales de América Latina. Merecen tambien destaque: dios de G. Balandier(1955)sobre el colonialismoen Afrieay de 0. Lewis sobre la cultura de la pobreza (1959. 1961. 1963). Fueron igualmente de gran utilidad a nuestro trabajo los ensayos de de Holanda Furtado (1959). Con estas contribuei y proponga entender —desde un punto de vista antropolégico— ‘e6mo los pueblos del mundo llegaron a ser lo queen la actualidad son; qué factores de diferenciacién operaron y operan todavia sobre ellos provocando configuraciones tan contrastantes en los niveles sociales y culturales, asi como grados tan dispares de integracién en la tecnologia de la eivilizacién industrial Discutimos en el presente trabajo algunos resultados alean- zados en un estudio de esta naturaleza, concerniente al proceso de formacién étniea y a las causas de desarrollo desigual de los pueblos americanos.' Para llevar @ cabo este estudio, ha sido io realizar un esfuerz ‘umen- izado en la investiga- : replantear el esque- ma evolutivo® y elaborar la tipologia historico-cultural de los pueblos americanos que aqui se presenta, Estos resultados tienen el valor de reliminares para una diseusién mas profunda del tema. EI interés ba: nuestro estudio reside en el examen del proceso de formacién de nuevas entidades étnieas y su interac- cidn con sociedades distintas. integradas en ciones culturales, dentro del mareo de los proe Con esta expresiin designamos las pr * cidn sociocultural a través de sucesivas es tecnoldgieasa aquel dela capacidad de actuar sobre la nat nuevas fuentes de energ’ una sociedad, la colocan evolutivo. Esta progresién opera a través de la Ta capacidad productiva de esa sociedad, c de su cuantia demografica y de la dist jas antiguas formas de de los sectoresideolégicas paralela de su poder de dominio y explotacion de otros s que han quedado en de retraso histérico por no haber experi- mentado los mismos progresos tecnologicos. Los procesos civilizatorios promueven transformaciones étni- 6 cas en los pueblos que aleanzan, jante ta fusién de raza, la confluencia de. sy la integracién econs- mica, e incorporandolos en nuevas formaciones socioculturales, Estos procesos actian a través de dos vias diferentes. conforme afecten a los pueblos de manera activa o pasiva: una es. uando se trata de sociedades que por la adqui progresan socialmente uso a expandir: a, y corriendo vrado su perfil étnico, A partir del siglo XVI tuvieron lugar dos revoluc gicas que prot torios La primera fue la que con su impul cultura y rricos a las conquistas trasoeednicas y a los rusos tal sobre Eurasia: en un momenta jertas zonas de Europa, holandeses, ingleses y franceses a la ex! fue lar siglo XV! las naciones in procesos eivilizatorio: loras de la in Ja expansién imperi pasivo, se configuraban eome componentes d tes formaciones socioculturales, segtin exp leracién evolutiva o una actual asi como consecencia de la expansién mercant tiles y Como fruto ontrapartes neo les: las formaciones social ‘onarias, social ‘olutivas y nacionalistas modern derivan de su segundo proceso ‘a seeuencia global que descr de la expa lograda m 108 con estas eonceptos, ¢s la faciones sobre amplias areas, de territorios poblados. 0 es. Su impulso estuvo dado ieo precoz, que confirié a los pueblos sron facultad de imponerse a otros pueblos —ve- cinos o lejanos-~ sometiéndolos al saqueo esporddico o al despojo ie recursos desu regidn y del productodel trabajo de de una nueva traslado internaci por un desarrol nuevos nucleos grantes de sus terior, estas células pasan a funcionar como nicleos de tanto sobre bros de la poblacion né iduos apartados de sus dades de origen, ya se tratede los traslados en eal 0 de los propios agentes de dominacién; esta fi de la poblacién del territorio, En una etapa més avanzada proceso, las protoetnias tienden a independizarse y ascender ala sociedades auténomas poseedoras de eulturas autenticas. Esta 8 restauracién y emancipacion cer extremadamente cont factores culturales, soci lo se alcanzan luego de un acae- en el que entran en conjuncién de las protoetnias, cuyo fi humana en si politica propia enmarcada en la cual habré de vi Cuando estas etnias nacionales se expanden « zando otros pueblos respecto a los cuales tas etnias nacional zante de procesos ci para la comprensién de su existencia anter rian siguiendo dos con los grados de modernizacién de la hayan aleanzado, lo que les abre perspectivas més amplias segundo, de acuerdo al caracter pueblos se asemeian odifie basico de las sociedades europeas 0 extraeuropeos herederos ren segiin presenten el pert de los puebl atorios que han hecho sarge figuraciones hi turales, se encuen- nen la expansién de las aciones de regadio, de las talasocracias fenieia y esriaginesa. de los imperios mercantiles 9 esclavistas griegos y romanos; todos ellos responsables de la transfiguracion y remodelacién de numerosos pueblos. Ejemplos mas recientes son las expansiones islamicas y otomana. y sobre todo la europea, tanto en su cielo mereat ta e imperial mediante el estudio cuidadoso de cada uno de esos procesos civ’ ‘izatorios singulares. y la comparacién sistematica desus efectos, se podra formular una teoria explicativa del surgimiento de las ellas se i jones en que sociedadesen ja mas avanzada y de una pende a perpetuarse como cultura e: dad dominada, pero las necesidadi cas entre entidades culturales auténomas; por el contrario, este Proceso dindmico se encuentra condicionado por el desnivel eul- tural que provoca el vuelco de la sociedad expansiva sobre otros contextos. Unicamente en los casos en que la interaccién se pro- duce entre pueblos de nivel tribal se puede hablar de acultura- en el sentido de un proceso en el cual existen de manera cfectiva posibilidades de seleccién libre de los rasgos que se hayan de adoptar. y de lograr la integracién completa y armoni- ca delos mismos en el senode la cultura adoptante al utilizacién y desarrollo no dependa ya de la creati cultura de origen. El coneepto mismo de autonomia cultural exige una rede cién, puesto que sélo cireunstaneialmente es posible referirse a situaciones de independencia cuando se trata de s tadas de modo aetivo o pasivo po tales circunstancias se aprecian textos correspondientes, sobre los cuales ejercen aq fluencia deculturativa y aculturativa. Esos nicleos pueden ser tinicos y ampliarse de manera homogénea con el correr del tiem po, o milltiples y actuar simultineamente formando inden en los pueblos, laciones que se sus redes de do enel ambito po eneleultural seno de una gran tradici de la expansién coloni ‘nie autdnomas, puesto que y_ambas componen un conjunto dependient Existe autonomia—enel jones de conjuncidn resultantes de procesos de 6tnica, resalta la diferencia entre el itada re: descaracterizacion étnica y cultural que le oponen | dominados. bientes culturales— por som ‘como mano de obra de empresas ajenas, lo que los coloca en la contingencia de abandonar su patrimonio cultural y adoptar nuevos modos de hablar, hacer y pensar. En tales casos, el énfa- erradicacion dela cultura original queen de la decultura- idar un nuevo con- ‘as generaciones de ion de los inmigrantes, se cumplen entonces por su incorporacién al conjunto de costum- bres, ereencias y valores propios de aquella protocétula étni pecialmente en lo tocante a la visién del mundo y a las experien- ccias de trabajo— no justifican el empleo de los eonceptos de acul- turacién y deculturacién. Se supone que su forma de partieipa- cidn en la sociedad receptora, obviament jaen los prime- ros tiempos pero paulatinamente amp! ‘abré de completar- se en el correr de una o dos generaciones al aleanzar finalmente estos individuos e! cardcter de miembros indiferenciados de la etnia nacional. Como tales etnias admiten formas vi “partieipacién —resultantes por ejemplo de la as culturas distir nos recientes~ estas distineiones en el grado de asi den presentarse como modes diferenciados de ident Ia etnia nacional Otros coneeptos que tuvimes que reformular fueron los de presentan un el autonomia respecto a cion, culturas espurias son las eorrespondientes a soeiedades sometidas, dependientes por tanto de d miembros estén mas expuestos a la alienacién cultural, 0 sea a una visién del mundo y de si mismos que esen rigor de sus dominadores. 12 | Estos perfiles culturales contrastantes, resultan natural y ne- cesariamente del proceso i preserva y fortalece la aute partir de factorias tropicales compuestas por nes, surieron comprensionsalienantes que sloen nuestrosdias segundo. por la admi de si mismos —reflejo de las ideas de sus dominadores— que al considerarlos criaturas grotescas, intrinsecamente inferiores € ineapaces de progresar, vedaba toda posibilidad de aceptar eon orgullo su imagen real. Las etnias nacionales moldeadas por estas presiones. genera- ron culturas espurias. |. CONFIGURACIONES -CULTURALES AMERICANAS vundo quedé fuera del aleance de las fuerzas desen- as por la expansion europea. Impulsada, ies tecnolégicas mencionadas, esta expansién trasformé a ueblos ibéricos, mas tarde ¥ atin hoy constitaye— e con ‘uitural la fuerza uniformante prin: ipal voleada a la integré de pueblos muy diversos en una civilizacién comin. Los procesos civilizatorios movidos por aquellas revoluciones se hailan en la base de la reordenacién de la natural cuya fiora y fauna se han vuelto esencialmente las mismasen todas las Hitudes. Ellos son la causa fundamental de las transfiguraciones experimentadas por fos pueblos en los dltimos siglos, ya que la actual configurs humanidad es el resultado del exterminio de contempordneo, uni 1 comercio y las es, movido por las mismas técnicas e inspirado por un sistema basico de valores compartidos, es su product diferencias de razas, culturas y lenguas que dan a las di etnias sus cualidades si 's, tienen actualmente una rele- vancia menor que las uniformidades provocadas por el impacto de la expansién europea en su accidn ci Estas uniformidades son de dos tipos: micas, referentes al grado y al modode integr: enk acion industrial moderna, lo que les confiere el carde. ter de sociedades desarrolladas o subdesarrolladas en el marco di imperialistas indus- triales, coloniales, neoe istas.* Segundo, las de caracter historico-cultural, debidas a distintos procesos de for- mn étnica, cuyas caracteri permanecen actuantes y explican el modo de ser de estos pueblos. las socioecon6- sade los pueblos 6 Sefialaremos ahora el valor explicativo de estas altimas uni- formidades; para ello debemos hacer un estudio cuid: jones en que entraron en interaceién las pob! jones pues- tas en contacto por la expansién europea, del modo cémo sus caracteristicas culturales se combinaron para formar nuevas entidades étnicas, y de qué efectos tuvieron sobre ellas las fuerzas transformadoras de las revoluciones mercantil e industrial. Con este andlisis nos proponemos establecer cudlesson las earacteris- tieas generales y comunes a distintos pueblos, que permiten en conjuntos uniformes en relacién con ciertos atri- sulturales, y asimismo, cudntos de estos conjuntos pueden distinguirse como categorias explicativas del modo de ser de las sociedades extraeuropeas y de los problemas de desa~ rrollo que enfrentan, Dentro deesta perspectiva, los pueblos extraeuropeos: do moderno pueden ser clasificados en cuatro grandes con! ciones histérico-culturales. Cada una de ellas engloba poblacio- nes muy diferenciadas, pero también suficientemente homogé- reas en cuanto a sus caracteristicas étnicas bisicasy asus espect- eos problemas de desarrol das como categorias distintas. Tales on las de los pueblos testimo- nio, los pueblos nuevos, los pueblos trasplantados y los pueblos emergentes, Los primeros estitn constituidos por los representantes moder- nos de viejas civilizaciones originales sobre las cuales se batié la expansién europea, El segunda grupo, designado como pueblos \do por los pueblos americanos plasmados 10 un subprodueto de la expansion euro- in y aculturacién de matrices indigenas, negras y europeas. El tercero —puel idos— esta integrado por las naciones formadas por el establecimientode contingentes ‘europeos en los territorios de ultramar, que mantuvieron su étnico, su lengua y eidn de sneras factorias coloniales, Estas categorias se fundan en dos pr: a apariencia que presentan en nuestros dias los pueblos que las resultado de la expansién mereai reordenacién‘del mundo provocado por la ei ibn industrial; segundo, la de que por haber sido estos pueblos o distintos en lo relativo a su raza, organizacion social y cultural, conservaron caracteristicas peculiares que al mezclarse con las de otros pueblos dieron lugar a componentes hibridos singulares. 16 * auténomas. Las entidades que efect Estos presentan suficiente uniformidad ti tratados como configuraciones di eX} de ser. Es necesario indicar, sin embargo, que estas configuraciones no deben ser consideradas como entidades socioculturales inde- pendientes, puesto que carecen de un minimo de integracién que las ordene internamente y les permi ‘ar como unidadies fervienen son las, wen y. sobre los forman las a la interaeeiin ¥ pol -onstituyen les reales dentro de los cuales ica como paraser asdesu modo amente sociedades y culturas particulares que las c todo, los estados nacionales en que se dividen, unidades actuantes, tanto en.lo que econémica como a la ardenacién soci ademis los marcos étnicos nacio: se cumple el destino de los puebl Con todo, las configuraciones hist constituyen categorias congruents mo de su proceso histérici somo también en la unifor iturales propuestas Para determinar la situacién de cada el Ambito mundial y explicar eé6mo han ahora, resulta mucho mas util la referencia a estas ampl ién de las caracteristicas jisas, o de atro tipo que pre- senten. Se hace posible de este modoentender por qué los pueblos ron diferentemente a las mismas incitaciones exter- erminar en cada caso qué elementos han aetuado como aceleradores 0 retardadores de su integracién al modo de vida de las sociedades industriales mo- dernas. 1, LOS PUEBLOS TESTIMONIO La primera de estas configuraciones, que designamos com blos . esta integrada por los sobre jizaciones autonomas que sufriero mn, ¥ de los esfuerzos que han heeho en pro de su ‘como sociedades nacionales modernas. Aun- que han reasumido su independencia, no han vuelto a ser lo que fueron, ya que en ellos se ha operado una transformacién, no sélo por la conjuncién de las dos tradiciones, sino por el esfuerzo de reconstruccién ar en su e% pias sociedades sobre las por div zavion incaica europeizado, a veces personas, representaban iente integrado en los es opone por ello a las amp! ompleta tran "4 no son 8 propia, estructurada rente distintas, ida por las po- mn compelidos a Ja tradicién erudita de aquellas culturas y la disminucién de su poblacién provocada por las epidemias con que fueron dos, por el reclutamiento en el trabajo esclavo y por las innov: ciones técnicas y agricolas que desequilibraron su antigua base ecolégica. Es en esas condiciones que entraron en conj tradiciones culturales: la europea y la indigena. La pi representada por la minoria de los agentes de la dominacién ‘externa, mantiene su integridad; la titima resulta amputada contenidos mas avanzados de una sociedad urbana, como lo los sectores letrados, y desquiciada por ta deculturacién com poblacién, Resulto adi juezas y por la desapar' jimo fue una de las consect conversion de la poblacién toda en un “proletariado externo” degradado a la condicién de simple fuerza de trabajoen las minas 0 haciendas, al servicio de una economia de exporta- cidn. Durante largo ti jonio de América care cieron de un modo de vida propio, definido y congruente. El viejo modo de vida habia muerto como fuerza integradora y no habia surgido entretanto uno nueva. * Desgastados por las epidemias, Hevados ala desesperacién por Ia esclavitud, se transformaron en meros rebafios humanos cuyos miembros no tenian en su vida otra alternativa que cumplir el destino que les era impuesto. En todo ese tiempo, sin embargo, conservaron y transmitieron de generai generacién, frag- mentos de ion en a eonducta eran respetados. cultura fain que se esforzaba por adecu cias presentes. Estas células hibridas, a medias neoindigenas y neoeuropeas, actuarian sobreel contexto traumatizado, tomando de él partes cada vez mayores a fin de instaurar un nuevo modo de ser y de vivir. Se sumergian de continuo en Ja cultura original para emerger de ella cada ver mas diferenciadas, tanto de la tradicion antigua como del. mode europe. El proceso pers presion de la nueve civ uyo aparato técnico, era mas avanzado, cuya clase domi 3s0 eomo un Meeanis n la fuerza de ina de trabajo, ‘twabajo del nuevo sistema productivo. La di 2 dentro del estatuto eselavo o servil, habria de producir en una medida mucho mayor que la seulturacién ola conversion religio- sa, la amalgama y la integracién de esos pueblos en la sociedad naciente, de la que habria de constituir su proletariado, Contrariamente a lo que sucedia en las coloniasde poblamiento de la costa atldntiea de América del Norte, donde un pueblo crecia por la multiplicacién de nicleosdotados de las condiciones, adecnadas para prover su subsistencia ¥ para expresar sus concepciones de vida particulares, en las colonias de conquista del sur se reclutaban de continuo nuevos contingentes humanes, que eran utilizados como combustible del sistema productive colonial. A diferencia también de los pueblo: de la deculturacién de etnias tribales poco adelantadas cultural- mente, en el caso de los pueblos 0, la espafiolizacién y el establecimiento de nuevas institueiones ordenadoras jams con- siguié erradiear el carmulode costumbres, creeneias y valores del antiguo ethos, wrado en aquellascélulas iniciales. y todavia hoy sobrevivientes en el modo de ser de sus pueblos modernos, El recuerdo de la pasada grandeza, la indignacién ante el drama de su conquista, y'el propio peso de las tradiciones de sus, altas civilizaciones, debilita el eimiento europeo de la nueva configuracién sociocultural. Por eso mismo y a pesar de todas tas violencias que presidieron su constitueiOn, las nuévas etnia: 1ron con un caracter definido, que en el futuro les d el perfil de pueblos testimonios. Comparados con las otras etnias americanas, los monio se.distinguen tanto por la presencia de los valores de la vieja tradicion que les confieren la imagen que ostenta, como por su proceso de reconstruceién étnica muy diferenciado. En las, sociedades mesoamerieanas y andinas, los conquistadores espa fioles se establecieron desde un principio como una aristocracia ‘que desplazé a la vieja clase dominante y puso a su servicio a las clases intermedias y a toda la masa servil. Gracias a estasustitu- cién pudieron consiruir palacios quesuperaban alos mas ricos de la vieja nobleza espafola, y erigir templos de un lujo jamas visto en la peninsula. Ello les permiti6, sobre todo, montar un sistema compulsivo de occidentalizacién, que partiendo de la erradiea- cién de la clase dominante nativa y de su capa erudita, implanté tun fantastico dispositivode a represion que iba desde la catequesis masiva y la ereacién de universidades, al manteni- miento de fuertes contingentes militares prontes a actuar ante cualquier tentativa de rebelién, ‘Al margen de las tareas que implica el desarrollo socioecond- mico, comunes a todas las naciones retrasadas en la historia, los, a representantes contempordneos de los pueblos teatimonio se en- frentaron con problemas culturales especificos resultantes del desafio que significa incorporar sus poblaciones marginales al nuevo ente nacional y cultural que surge, desligdndolas de las diferenciada dentro de la nacional que integran, No obstante los siglos de opresién, tanto colonial como nacional, en el correr ss formas de apremio fueron utilizadas con el larlos, estos grupos continuaron fieles a su identidad étniea, eonservando peculiares modos de conducta y concepciones del mundo. Esta resistencia nosestadicien- do que probablemente estos contingentes permaneceran diferen. ciados, a semejanza de los grupos étnicos conquistados en la mayoria de las nacionalidades europeas actuales. En lo futuro participardn en I vomo haven los judi constituirdn bolsone: tentes en Espaiia, Gi via. Para aleanzar esta forma de integracion, sin embargo, necesario concederles an minimodeautonomia y acabar con el empeno de forzar su incorporacién a la vida nacional como componentes indifereneiados. Asimismo se requeriré que los » aeepten su cardcter real deentidades multiét- deseneadenado por la ie América conere- taron su independencia. Tres siglos de vasallaje colonial habian acrecentado su pobreza y provocado la formacién de una cultura espuria que | a ineapacese aceptar su propia imageny de sentirse orgullosos de ella, asi como de integrar en el acervo de tradiciones originales propias que ain perduraban, la vasta ga- ma de elementos culturales tomados del dominador. Se vieron de ese modo comp que s6lo completando su europeizaci fad como etnia “on que enfrentar jasas social y eultural— mente marginalizagas. El objetivo de la clase dominante nativa que orients el ciclo independentista de los puvblos testimonio, era el de sustituirse a 22 los agentes metropolitanos de dominacién. Como clase de las nuevas sociedades nacionales procuré acelerar por todos los la europeizacién, tratando simultaneamente que la modernizacién y e] desarrollo se eurnpliesen bajo la 6 intereses. Ese factor de constriecion pasb desde entoncesa aetuar del praceso de renovacién soe riz mériea, por ser productos de so peculiar de formacién étnica, se caracterizan de sus sociedades en tres estratos superpuestos ciados de acuerdo con su identificacion étnica—como indizenaso como neoamericanos— y diferenciados también por el hecho de participar de manera desigual en la riqueza nacional y en el ontrol del per politic, El estamentosuperior lo forma liacapa le los ‘ares adectudndolas asus intereses. El estamento inter considerado mestizo, no lo es tanto por sus earacteres raciales ~aunque haya absorbido una gran proporcién de genes fricanos— como por st mayor integracién en la ispanoameri i ingiistica ~la conver: cién a la fuerza de trabajo de la sociedad nacional. testamento, esta formado por la masa de los que como indienas se encuentran en una situacién de marginalidad cultural. Hoy dia poco tienen de comin con los aborigenes precolombinos, va que su modo de ser es producto de la dominacién, primero cola nial y después nacion: menie al transformarlos en neoamericanos. Apenas modernos. La integracién de este contingente marginal social y econdmieo, al conjunto de la monio el gran desafioque deberdn superar @ fin de completar la Tormacion de su perfil tnico nacional 2. LOS PUEBLOS NUEVOS La segunda configuracion histori eblos onjuneién, deculturacién ¥ luropeas e indigen: denominamos pueblos nueros en atencion asucaracteris damental de especie norae, puesto que componen entidades étni- 2 Se cas distintas de sus matrices constitutivas, y representan en alguna medida anticipaciones de lo que probablemente habrén de ser los grupos humanos en un futuro remoto, cada vez mas mestizados y aculturados, y de este modo uniformados del punto de vista racial y cultural. ‘Como poblaciones plasmadas por la amalgama biol6gica y por la aculturacién de etnias dispares dentro de un marco escl crata y hacendista, constitufan pueblos nuevos los brasileni venezolanos, los colombianes. los antillanos y una parte de la poblacién de América Central y del sur de Estados Unidos. Estos iltimos experimentaron el mismo proceso formativo y se confi- guraron también pueblos nuevos, aunque loscentroamericanos se ularicen por una mayor presencia de contenidos culturales digenas, y la regién sur de Norteamérica haya perdido poste- riormente ese cardcter, ya que al no haber cor turarse como nacién, se vio compelida a sobre cuerpo extrait dentro de una formacién pueblo trasplantado. Todo el blogue de pueblos nuevos de América, sumando una poblacién de.143.7 millones de personas, en 1965, representa el 82.1% de la poblacién del continente. ‘Una segunda categoria de pueblos nuevos, pronunciadamente diferenciada de la primera por no haber experimentadolas eom- pulsiones de la plantation, se encuentra en Chile y Paraguay. Fueron pueblos nuevos del mismo tipo de estos iltimos, aunque mas tarde étnicamente desfigrurados por un proceso de sucesion égica que los europeizé masivamente, los de Uruguay y Ar- leblos nuevos constituyen la configuracién histérico-cul- tural mas caracteristica de las Américas porque estan presentes en todo el continente, y porque tienen aqui una particular preva- leneia, ida pueden detectarse en otros ambi- tos. Sus nos puel mentales fueron moldeadas por el dominio y la miseigenacién de poblaciones extrafias por colonizadores esclavistas. Suri asi la macroetnia ibériea y las etnias nacionales francesa, ita na y rumana, como resultado del proyecto rumano de eoloniaa- ral y lingGisticamente, nio militar, el,traslado de poblaciones, la escla- deculturacién. Son su equivalente mediante similares procedi que suman hoy mas de 300 ‘estos casos —como en el de los pueblos americanos— presencia- 24 ‘mos el surgimieritode pueblos nuevos formados por la conjuncién y amalgama de etnias originalmente muy diferenciadas, logra- Gas bajo condiciones de d los agentes locales de soc resuitan de la conquista y dinamizacién de sociedades sumidas en el feudalismo, llevadas a cabo por herrenvolker con capacidad las en formaciones imperiales y en unampliosistema, ternacional. Los pueblos nuevos de América se formaron por la confluencia de contingentes profundamente dispares en cuanto a sus carac- teristicas raciales, c ‘Aunados en las mismas comunidades, estos contingentes basi cos, aunque ejercian papeles sociales distintos, acabaron mez: clandose. Asi, al lado del blanco, que desempefiaba la jefaturade la empresa, delmegro esclavo, d , tambien esclavizado'o tratado como mero obstculo que debia eliminarse, fue surgien- do una poblacién mestiza en la que se fundian aquellas matrices {as proporciones. En este encuentro de pueblos inguas francas como instrumentas indispensables de comunicacién, y Surgen culturas sinerétieas formadas por ele- mentos procedentes de los diversos patrimonios que mejor se ajustaban al nuevo modo de vida. Poeas déeadas después de inauguradas las empresas africana, ni una nueva, componiendo luego nuevos complejos eulturales, y por iltimo etnias pretensoras de su autonomia nacional. Los pueblos 5 especifieas de dominacion étnica y de organizacidn productiva, idas bajo condiciones de extrema opresién social y de deculturacién compulsoria, que aunque ejercidasen otras épocas ferentes regiones jcanzaron en la América colo- Ta mds amplia y vigorosa aplicacion. Tales formas fueron, en primer lugar, la esclavitud, utilizada como procedimiento capi- 25 ma de haciendas sirvio también pa ear y a los ingeni tabaco, cacao, bananas, ananis ¥ pio con mano de obra esclava. y ibres. Fue igualmente de ganado y hasta a las explotaciones extractivas de vegetales, Estas formas difere tenian rn el dominio del territorio do! cantrol de un contingente humano puesto al se espeto por sus costumbres 0 aspiraciones, ndo éstas podian menoseabar los imperativos de la pro- s tenian también como denomi- titueiones mereantiles que per- de las colonias de ultramar con las econo- jal se anticipa a la fabrien 5 de concentracién de los traba- los medios de Eneiel e alli rabajaban mode tarea y dedescanso, costum- es. ereencias, organizacion familiar, y cuya vi na [a intervencion avasallante de una voluntad extrana. natural e irreductible entre los intereses patron le permitid ladesat be patron, padrino, p ite de las sociedades configura- laegida del sistema de haciei el cuerpo gerencial de una empres europea que el sector dirigente de una sociedad au erigid en una jefatura na entera, transformada en naciona- ca basada en el monopolio de nas no resultaron otra cosa que un si popular, incapaz de distra: del poder oeulto detras de la aparatos sentativa. La propia re n industrial, al actuar sobre este contexto, encontro resistencias que desfiguraron todas sus po- tencialidades de reordenacién social. Estas resistencias se deri van del caraeter exdgeno de la economia de las fi jenas antes que indenes de vari correspo tes a las matrices europeas. efricanas y americanas que se con jugaron para constitui el primer easo. estas variant refieren a los diversos pueblos que promovieron la coloniza de las Américas, y la principal diferencia senalablees laexisten- te entre les colanizadores latinos y los demas. Pero estas diferen- son irrelevantes respecto al proceso de formacién de los rmante del denominador ‘comun representado por el esclavis 1 que presidié la actuacion de tod: uniformidad esencial de todos los pueblos trabajo y de aquel comprueba esta irrelevancia. Es cierto que instit ‘econémica —como formacion da por los coloni: rrlas de manera, irreductiblemen- peos, de los pucblos : idades lusoamericana, hispanoamericana, ie: también hizo ‘acuerdocon las trac 5s télicas o pratestantes, y con el e: ritu de las institueiones y habitos prevalentes colo adoras. Estas difere: ias en alto grado: idades nacionales y de sus se trata de \portancia construir modelos exp! mayor est dada por su caracter de mar iturales generales, calificadores de la aceién de cada contingente europeo. Sobre estos factores culturales diferenciadores privaron, sin embargo, os socineconémicos, condicionadores de la sujeciény dela macion de las poblaciones americanas.a través de la: esclavista que les dio la conformacién de pueblos m En la segunda variante que concierne ala matriz africana— es mas significativa la presencia y la proporcién de sus conti gentes integrados en cada poblacién neoamericana, que las di fereneias culturales de los diversos grupos negros traidos a Amé- rica, puesto que la deculturaeién provocada por la esclavitud dejé mu rgen para la permarencia de rasgosculturales, especifices de los pueblos africanos en las etn dernas de las Amérieas. Apenas en el terreno rel lables sus aportes, y ain estos, por estar impregnados de sinere- tismo, son mas expresivos de la protesta del negro contra la opresion que de su afin por rescatar del olvido sus antiguas creencias. 28 europeo capturé en Africa, rante ¢ de negras. matando east Ia mitad en el apresamiento la Uravesia oceania, la mitad restante a las factorias americanas donde proseguianel desgaste. En los ingenios azucareros del nordeste de Brasi no obstante, el amo se resarcia sobradam que equivalia al de media tonelada de aziear. cosa que el eselavo generaba en mucho menos de un afio. rencia existente entre ciudadanos y paisanos, y aun pobres, resaltaban las relaciones fundadas en la e: contrapontan los hombres entre seres la hum hos, ‘iduos reputados préximos ‘mente deberes. Mucho de la diser isin que fijé rencores, reservas, temores y ‘a ahora no erradicados. Su efecto masdramatico fue la negro de una co! lade ‘aba por ello —y no por la explotacién de que era vietima— la inferioridad social del negro. i Negros y mulates forman los componentes mayores dentro de los pueblos nuevos, estimdndose que llegan casi a poblacién total: n también una parte América del Norte, y cons tiende a aumentar. Los pueblo: o compondran de un namero cada ver mayor de color”. Contrariamente a los indigenas eontempordneos, en gran parte inasimilados, todo este contingente negro y mulaio fue deculturado de su patrimonio original al adscribirioa las nuevas formaciones americanas. 2 estas sociedades como esclaves. emergieron ala , libertad como st parte mas pobre y mas ignorante, incapar de mo. Integrarse de manera masiva en la vida moderna. por | 1 Los pueblos ubican cominmente en marginales des miento, casi toda la costa atlantiea de Sui punto de vista econé I nes interiores, donde se instalaron ori Los dos hecho: portugueses. De su conjuncién resultarian no sil cia del m 208, sino cristalizaciones c\ configurarse como protocélulas étni esos indios aportaron la lengua que se hablo en los primeros los, y casi la totalidad de los procedimientos necesarios subsisteneia de que se sirvi brasilenos. rioplatenses y paraguayos, Los. mo nivel de desar wa de sus mat vondené a una situacién diserim' intesrracidn y aseenso en la soe septos, no es ea uno de los que (inicamente por medio de por lafranea aceptat onde matriz genética y cultural basica de los pt condiciones m tos espafoles en aquella region. A pesar di "mia como pueblos y de su autent mente exterminados por el contagio de enfer eran desconocidas y por la esc aportaron a las poblaciones que los su de obteneion de los productos de sobrevivir en los tro como cuituras. T's torcera variante, referente a la matriz indigena, pareceser ‘signifieativa en el orden cultural que la negra, debido a que ns contingentes nativas con las que tomé contacto el europed le {proporeionaron los elementos basicos necesarios la adapeseien \ En todas estas rej : primeros nécleos neoamericanos. Contribuye~ donde predominaba la contribucién in te de este modo a la configuracion de las proto- : mente profundas transformaciones por intes del establecimiento en tierras americanas mentos culturales europeos 0 de os eolonizadores. ctiva de las plantac Esta variante indigena presenta por lo menos dos formas can, sor respondientes a los niveles de desarrollo teenoldgico al Canzado por los grupos aboriienes, y 2 las diferencias de sus saejactives patrimonios culturales, parte de los cuales sobrevive Ueterminando algunas de las particularidades de los pueblos habia aleanzado antes de la conguista. p neoamericanos. brian de ser las etnias de la vertiente jes son. en primer lugar, la variante EnelareadelCaribe—sobre todo de la costa atlintiea de Suda Jas islas colon: Ja region amazonica y del Caribe, todos ‘tivable en el plano de la evolueién sociocultural. en el nivel Tespondiente a las aldeas agricolas indiferenciadas. Estos aban de una misma forma basiea de les, lograda por mediodelculti- ‘» productiva funda- pueblo chileno. En Ver io. En | ea Central i ie de la costa chilena, asi como las ries tribales del noroeste de América det Sur y de América Central que ya habian aleanzado un nivel adaptacion a la selva tropi en otras esfera el del primer grupo. Algunos como los chibchas se estructuraban politicamente ados rurales artesanales; contaban éstos Con una clase dominante que muy pronto llegéaentenderse con el favasor_y con una clase dominada para \a cual ya era una costum: bre el estar al servicio de otros. Estas circunstancias facilitaron yy su consecuente aniquilacion como etnias. ‘pueblos que se hallaban en anterioresetapas ‘araucanos— ¥ que por tanto carecian ternos adaptados a la explotac conquista, permaneciendo hasta hoy enquistades como Stnieas en el cuerpo de la nacidn, Todos estos grupos transmitieron is de su patrimonio cultural a las etnias nacionales y que compondrian prineipal- nes de indias con europeos. La ‘otocélulas culturales originadas de la igenas y europeos, daria lugar a la crea~ ‘anas en muchas otras regiones. Nacie~ 708, los ehilenos del sur: el érea cultural de Venezuela y de en el noroeste; los panarne- ‘agivenses y hondurefios en América Centr os, ni ‘También estes pueblos experimentaron transformaciones ul teriores que hicieron variar profundamente su configuracién ‘nal. En todos los easos, sin embargo. es indispensable refe . en sus diversas variantes, a fin de itivas de los diversos pue- ‘Los rasgos comunes que caracterizan como pueblos nuevos & todas estas naciones y a las minorias enclavadas en sus territo- ‘os, no se revelan tinicamente en su proceso formative. Se mani- fiestan también en sus perfiles actuales y en los problemas de maduracion étnico-nacional y de desarroilo socioeconémico que ie su desvineulacién de toda parte masatrasada de sus n arcaica, cosa que ha di .es una marginalidad distinta a la presente en los pue se trata en este caso de una marginalidad de mnes eultu- ‘a social y no cultural, La carencia de tradi rales sdlidamente mantenid: turacidn, los hizo recep! conservadores y mas abierté La primera categoria de tavieron un papel fundamental ma de haciendas—. ce config ‘basieos, e! primero de los c los nuevos ~en cuya formacién ‘esclavitud africana y el siste- r6 de acuerdo con dos modelos les se distingue por la situacién en 32. que se generaron sus ei principio de m genes anterior ‘mentos, su estructura pec! des mercantiles distantes. distintas regiones de América, estas, dando lugar a de produccién y asi vinculados a la tierra por I: exterior por las formas mercantiles que hacian viablesudesarro- dos a actividades agroindustriales de exportaeién del ingenios de azitear, a explotaciones mineras para cos Hegados mas tarde, pres Maméndolos a integrarse que constituianen verdad canas. E] segundo modelo predominante en algunas de las francesas ¢ inglesas y en el sur de Norteamériea, no esta formacién local aculturante. Se configuré de ma mas franca como el subproducto de empresas ca importaban negros esclavos para utilizarlos en las En estas haciendas, dirigidas por capataces atin mas efi ensu crueldad y codicia que los del resto del continente. se sus formas de vida caracter' jeser de las soviedades amer: ronservar su len; inta. Los eleme} consistieron apenas en una repeti las ideas de sus amos, en la habituac’ de integrarse: jue pudo: ieaturesca del habla y la dieta impuesta y. 3 sobre todo, en el adiestramiento en las sen tivas de las minas y haciendas. 'A pesar de todo, algunos cr —muchos de ellos mestizos de blanco protestante y de negra— dotados naturalmente de mayor capacidad Hegaron a dominar los rudimentos de una cultura mayor, volviendose entonces agentes dela aculturacion del escla- vo comin: Gnicamente de este modo se am mental y se enriquecia su parloteo. bozal simplicidad infantil, que no era el reflejo de una mentalidad primitiva como se supuso, sino del mecanismo intencional em- Jeado para transformarloen rumento eficaz, en una bes tia parlante puesta al servicio de su amo. imentadosen la mano gue pues por la presen tural indigena-euro- gros de de obra esclava t cia o ausencia de aquel imprimié mareas distintivas a los jueva Granada (Co Venezuela) y las Antillas is formaciones antillanas y del sur de nen en comin no obstante lo que ‘0 les fueron también istema dle haciendas. las mayores empre mundo el uso del azivar, de las telas de algodon, del café, et tubaco. el cacao, F ue también con ese propésito que se explotaron Jas minas d le Brasil y de otros paises americanos. se redujo a la Pero la contribucién del africano eselay S | nuevo mundo produceién de esas mereaderias. S aparej6 otros dos efectos de vital cion moderna; contribuyé probablemente mas que nadi pio de riquezas con las que tanto en Europa como en América se Costes la edifieacidn de las ciudades, el armamento de los eiér* tos y, mas tarde, el establecimiento de las industrias. La cont bueién del negro a la form: ie estos capitales fue doble: primero fue utilizado como mereaderia de uno de los negocios mas luerativos de Ja trata), y después como fuerza de y mina ‘oéxitoecons fantdstica acumulacion'de capitales que yalderrache. La madurez rapida- mente aleanz tacién experimentada en su proceso evoluti trial, fueron posibles gracias a este vasto “proletariado externo” cuyo nivel de vida fue reducido al 34 limite de sus necesidades bi fueran mayores. La segunda contribs logicas a fin de que los excedentes ndel negroa la formacién de los puchlos ma desu caudal genético cone! cos europeos. De este modo, amplisimo, extender las etnias europeas encar- nantemente mestizos. Debeagrerarse, por otra parte, que en aquellos lugares ocupados por grupos negros la europeizacién de los otros contingentes se cum r prontitud. Este poder de homogenizacién: ee como causa Ia imperativa necesidad del negro de desarr. izador, y de esta manera se facilitaba en dif generalizacion. En algunas de las sociedades ciasifieadas como purl es posible encontrar inclusiones de inmigrantes transplantados de Europa y Asia en el siglo pasado, En alstunos casos se - criben a regiones determinadas.a las que prestan caracte peculiares. tales como las zonas de inmigracién europea del de Brasil, de América Central y de Chile. En otros casos se encuentran dispersos en el conjunto de la pobiaciin nacio distinguiéndose tinieamente por los signos ra s resnectivamente en Brasil, en Pera y enalgunas Una parte considerable de estos grupos, prineipalmente los de origen europeo, tuvieron a su cargo papeles din&micos de pri mportancia en fa modernizacién teenologica y ‘vs. Muchas de sis caracteristieas los habi ron para el desempefo de este papel. En primer luge sion de una mayor c locales, ya que en gene nos diestros que montaron pequefios talleres —algu cuales 3¢ tr jempo en fabricas vias férreas, la con: existencia de vineulos eulturales entre ellos y fas s donde procedian, que los mantuvieron al tanto de os avances tecnolégicos de las mismas y les permitieron ben cando en estos paises tales innovaciones; esas acti torias constituyeron ademas canales especiales de ascenso social. 35 j | ' pautasde consumo de mayor amplitud que las locales que i diversosarticulos industriales, lo que influy6 en la extensién del mereado internoy fen la difusién de nuevos habitos de consumo. Cuarto, su adapta- clon previa a formas mas avanzadas de orga’ del trabajo fundadas en el salario, asi como ‘ampli- mienta de tareas manuales, rechazadas.en general por los compo- nentes blancos de las poblaciones locales que las consideraban menesteres de eselavos. Quinto, Iz exencién de las responsabili- dades sociales tradicionales jor su ealidad de “extra- jios”, lo que sumado a su e: jé explotar oportunidades de enriquecimiento no pet Gas 0 no aceptadas por los trabajadores locales. Sexto, la aptith tos contingentes para integrarse a las nuevas sociedades, sin limitarse al cireulo de relaciones de sus connacio- les, lo que aparejaria la formacion de enquistamientos étnicos asimilables, “Junto 2 estos aportes de los inmigrantes tardiamente ingresa- dos en 10s, dobe sefialarse que ellos también con- tribuyeron a retrasa Jas sociedades nacionales Esto ocurrié con los contingentes de pobres y con los negros libertos, que ambicio- naban ser propietarios de las tierras que labraban para ast as- cender a la condicién de granjeros, por lo que resistian su incor- poracién al sistema de haciendas como fuerza de trabajo asala- riado. “Aribos grupos fueron marginalizados por la competencia de la mano de obra barata exportada de Europa —y después del orien- te a medida que las respectivas estructuras agrarias eran renovadas por la expansién del capitalismo industrial. En todas Jas naciones formadas por pueblos nuevos se encuentran por esto grandes masas campesinas que no han experimentado ningtin progreso sefialable desde el momento en que se produjo el.alud Inmigratorio, porque éste acapar6 la mayoria de las posibilida- des de aseenso social nies, funcionarios eoloniales y Clava utilizada exclasivamente como fuerza producti dominante no llegé a componer, sin embargo, una aristocracia, extranjera que rigiera el proceso de rf razones, porque no suplanté ninguna cl gen; simplemente ésta no existia, por Jo comin la compusieron: 36 rudos empresarios, amos de tierras y eselavos, formados a vivir en su empresa y a dirigitla personalmente con la ayuda de una pequena capa intermedia de técnicos, eapataces y sacerdotes. En los lugares donde la explotacién adquirié gran prosperidad, co- moen las zonas azucareras y mineras de Bras . pudo darse el luja de erigir residencias seforiales, viéndose pre- cisada a ampliar la clase intermedia tanto en los ingenios como fieadas al comercio exterior. Estas go en ciudades que exhibian principal- En su forma acabada, lo seleccién de elemento: formadoras que mejor se ajustaron a las condiciones que les fueron impuestas; de su esfuerzo por adaptarse al medio, asi como de la presion que sobre ellos ejereié el sistema socioeconé mico en que se insertaron. Un papel decisivo en su formacién le cupo a la esclavitud, ya queal operar como fuerza destribalizado- ra aports a los sometidos a este estatuto de las tradiciones ances- trales. transformandolas en el subproletariado de la sociedad naciente. En ese sentido, los por la deculturacién de sus patrimonios tribales i afrieanos como por la aculturaciin selectiva de esos patrimonios, a lo que hay que agregar la ereatividad de los mismos frente al matrices nas y euro ‘constituyen stas o socialistas— capaces dé incorporar la tecno- facién moderna a cus sociedades y elevar su al nivel de edueacién y consumo de los pueblos mas avanzados. 3. LOS PUEBLOS TRASPLANTADOS La tercera configuracién histérico-cultural es la de los pueblos trasplantados. Corresponden a ella las naciones modernas crea- a ‘ad Los contingentes migrantes se rec mayoria de jon. Por esto misi les son pro} de Tos puebl jentes, sobre todoen materia rel ws hacia los nuevos taron i iadaptados que finalmente 1s desarraiga- ctualmente a con las demis configura: y su vision del rm americanos de las otras América, estan re presenta guay y Argenti peo’ a los que atribu La Argentina y el Uruguay do de un proce: por las inmigrantes europeos Contrariamente a desde sus hasta la masa indige condiciones especiales de desarro mereados europeos y las facilida comunicacién con Inglaterra, que l das, donde son compel fr Muchos autores han que grado de desarrollo econémico y social de los. dos respecto {ros, como una eonsecuen res de diferene lustrial, se emanciparon. Las peculiaridades 1s mucho mas prosper: rrasplantadios del norte y del s as, no solo por su cultura —predo- \glosajones y protes es por mera coincidencia que todos esto os se encuentran en zonas templadas. Co que avasallan y deprimen a la naturaleza toda y tambi sdesu de considera- culturales de el dominio de la homogeneida papel respecto progresaron nes america- vy eultivadas. lugar a las otras configuraciones: en el sometimiento de sociedades « jade divers lor deacelerador« poner formas trabajo ¥ bajo Ia opresion del sistema esclavista y con el exclus Mas que el factor r cas institucionales de las igles! do las que dese pueblos, constituyende los mecanismus funda diferenciacisn, habian adoptado Espana y usulmana. Las s urblos teas acter mas igualitariode locales y en por elloen las f La primera atica naturateza, deben ‘iaddo —aunque en norte, frenteala 8. Estas dos cidn de los recursos ecor en ambas zonas. Obviam inversiones en obras de las, por fo que vino 2 e iséste era co! propia de tegarias se n cierto paral tas concepei unas actitudes protestanteso catolicas relativasa | fica que estas religiones hayan repre la génesis de ambos comportamien- causa por la que tantas veces en la Amt | se viv envuetto en er 1 surgir un laicism stiosas: por ejemplo. pudiera leerse la Bi vadurismo ntes, el conser- vara infundir resig- del pader pol esto en el empefio puesto mente por ser mé . Fl diferente estilo de evangelizacién, en un caso consuno con el brazo secular, y enel otro la accién comunitaria, hi: teftida de fanatismo; éste noresulta tan ostensi- las responsal les colectivas. La obra misionera, incl derse en la América catdlica con el | fervor propio de una religion de conquista, seria una fuente constante de conflicto con los colonizadores cuyos intereses afec- ‘aba, mientras que en la América protestante no se observa un esto es demostrativodel carécter tructura imperial en la que la iglesia catoli- constitueién de w tico en Estados Unidos, liltimas décadas innimeras tensiones di gan ya al grado de una guerra racial interna. Desarrollo y estancamiento nod jeben mirarse como situaciones consolidadas e inmodif cinami Lo paraddjico es que en misional ta América protestante, donde no hubo gurosa y extensa como en las otras ortodoxia mayor que la del | tado de ello un nuevo factor de diferenciacién gio- division del eontinente americano en un nucleo de ele rricano en un ni vado desa: Trolley un conglomerate de pueblos subdesarroliades. Entre ambas regiones las relaeiones presentan el eariz d pero a ‘Otros factore: industriales y las otras en la situacidn de territories sometidos. dominio neocolonial. Estas relaciones, al implicar indefectiblemente el despojo de las las otras configuraciones historico ‘erencias pueden apreciarse hoy nitidamente prevatentes en las dos areas. n, que recae sobre todo individuo naciones atrasadas, resultan fecundasen confl . ietos dei tensiones. Estados Unidos se ha erigido en el manter sistema extremadamente fructifero para sus empresas, conve ej neepto “a oes el pre que tiene antepasados negros conocides cualquiera que sea su | niente ademds a su posicién politica en el continente y en el afomo orurre en Estades Unidos —y otro-—caract | mundo. El estudio de esta polarizacién es de primordial impor- ueblos testimor nuevos— el preconcepto de | tancia, ya que cualesquiera que sean los caminos que sigan en su que diserimina i r los pueblos latinoamericanos, no podran emprender- negroides, pero qu los sin sopesar la fuerza intervencionista de Estados Unidos, la jerado socialmente blanco (Oracy naturaleza imperativa de los compromisos que ha asu : ran potencia mundial y el peso de sus inversiones en es de influencia. i: ‘cipalmente neoindigenas ¥ me: 4. LOS PUEBLOS EMERGENTES - y el de grupos cuya distincién én social. por lo general compuestos por neoa! os. Tales. esta constituido por los pueblowen contingentes, que por lo general componen la: or de la. ciones africanas que ascienden en nuestros 44 nal. En Asia se encuentran también algunos nievgentes que cumplen en este momento ese ito sobre todo en el area socialista, en donde una politica de mayor respeto por las nacionalidades permite y estimula su gestacién Esta categoria no se dio en América, a pesar del abultado nimero de poblaciones tribales que al tiempo de la conquista eontaban con centenares de miles y hasta con mas de un millén de habitantes. Este hecho, mas que cualquier otro, es demostrativo ncia del dominio tanto europeo —prolongado por casi tuatro siglos— como nacional, 2 que se vieron sometidos los uueblos tribales americanos. Muy pronto fueron exterminados byugados y consumidos en el on unos pocos relictos, Se ‘xtinguieron como etnias y como sustratos de nuevas nacional les por efecto de las durisimas formas de compulsion que sobre 1s se ejerci nto sus equivalentes africanos y asiaticos, lespecho del terrible impacto tambien sufrido, emergen hoy a rgcntes enfrentan problemas especificos de ‘causados por deformaciones resultantes de la explota~ ;mpuesta por las potencias europeas. del empeho zaeion de gran parte desu poblaeién para necesidad de descolonizar enfrentan la amenaza de caer igualmente bajo el yugo de nuevas formas de dominacién ecor fundamental que encaran es el de obligar a sus élites a que no conviertan la pendencia en un proyecto hecho en su exclusivo beneficio; jo asi, su Unio resultado seria Iu sustit colono extranjero por una capa dominante nativa, Para esto cuentan con la experiencia de los scedieron en, estos pasos s. y con una mas favora- aunque significativas © nes del mundo modi uno de los modelos experimentd intrusiones queafectan regiones mas o menos extensus de sus territorios y que aparejaron la r de Estados Unidos, una vasta istema productive de ros que a antudos. Dichode otro modo, gran parte de los problemas actuales de la nacién norteamericana derivande la presencia de este grupo hu neido y disperso en el e -riment6 una intrusién del tipo de poblacidn tr ada eon la inmigracion masiva de europeos ison que le confirié una fisonomi brasileno diferenciado. Arge: mos, surgieron a la existenci: ‘otoetnia neoguarani io del cual se transform: indo origen a una entidad nueva, pre a por la procedencia de sits eomponent Ambos tomaron por lo tanto el eariz.de y ron impedido su desarrollo soe la supervivencia de una oligarquia arcaiva de tarios rurales, caracteristieos de su confi ‘ada uno de los pueblos americanos, intr! matizan y singularizan ciertas porcione: nal asi cor Debe se embargo que do extraeuropeo moderno parecen noeneajar en estas eatogo particularmente algunas naciones insdlitas Rodesia, Nyasalandia y Ker este os parece reflejar la propia anoma! histéricos fundados en el dominio de mt 6tnicos trasplanta- dos sobre poblaciones nativas numéricamente mayoritarias. Mas que naciones son factorias regidas por grupos b que llegados a ellas tardiamente, siguen hasta ahora dos e ineapaces de plasmar una con! Su falta de viabilidad como formac dente que se pue ie de tales productos la easta ralmente en su demas pueblos extraeuropeos. el caraeter y el perfil étnico cultural basico de cada unidad es .. Esta eseala corresponde grosso modo a la caracterizacién, caso de América, de los respectivos pueblos como pred minantemente indoamericanos, neoamericanos 0 eurcamerica- nos, Las dos escalas, sin embargo, no son equivalentes ya que jaye adecuadamente a 1os sentidos, y sobre tor inales del continente, tod ‘os, ya que en neoamericanos. a8 “il CONFIGURACIONES HISTORICO-CULTURALES Y RAZA La evolucién racial de la poblacién americana es congruente con el analisis tipo! ue venimos haciendo y puede ser compren- dida en términos de procesos divergentes de si Por uno de ellos, poblaciones europeas intnigrantes, coneentradas en niicleos homogeneos estructurados en familias y eso con la presencia de mujeres y ninos, poblaciones originales. Este es el caso de los dox; en ellos los contingentes indi mados en tanto que los negros y mulatos pasaron a ocupar ui posicién marginal en la En el easo de los "uropeo mi principalmente por hombres apartados de origen, se constituyd en agente ac prevalencia que su caracter otros grupos raciales, itario, compuesto, is comunidades de vo del mestizaje en razin a l millones de mestizos frente a 10.2 ) ¥ el segundo contingente, millones y 41.8 millones) en el caso de los Es notoria la precariedad de fuentes que Jar la composieién racial presente y pasada canos. Los mismos datos of crédito, tanto por la fata de d los grupos raciales, como por coneeptos de las pro} ejemplo, enel casode los Unico grupo a los negros y 208 a gran nimero de indigenas puros desde el punto racial pero que ya se han incorporado a las modernos modos de vida mediante la asimilacién y la aculturaeién. Con todas las Teservas que impone esta precariedad de las propias fuentes, es posible sin embargo establecer algut ae sobre el desarrollo probable de las diversas matrices raciales en los tres bloques de pueblos amerieanos, haciendo una confronta- cién de sus contingentes actuales con sustendencias al incremen- too a la reduecién. Al haber logrado niveles mas altosde desarrollo, las sociedades nacionales de los puehox trasplantaios han experimentado en wsecuencia una fuerte disminucion en el ritmo de ineremento lo que hace suponer que su crecimiento futuro otros. América del Norte, que venia no consiguid siquiera Argentina juplicarla entre 1900 y 1950, ocurri y tuay en las dos ultimas déeadas. Los otros dos bloques. cort bajos niveles de desarrollo, se encuentran todavia en una fase de expansion demografica, por lo que sus poblaciones seguramente mantendrén un ritmo acelerado de crecimiento en las préximas décadas. Los datos estadisticos disponibles indiean que las pobla- teiones de Tos esti vy de los jos uueros, predomi- fas y mulatas, eran en su conjunto poco meno- os trasplanta- lones regpectivamente). § esad que sumaran 549.5 mil dos tendréin una poblacién de ! Esas diferencias en esencial mente al he mentan su periodo de mayor ere poblacion relativamente pequena (Estados Unidos tenia 5.3 nes en 1800 y 23.3 en 1850), en tanto queel mismo fenémeno 4 oeurrit ahora en America Latina sobre la base de una (204 millones en 1960) que ereciendo un ritmo considerablemente menor, para el aio 2000 -gado a triplicarse, ‘A largo plazo, por lo tanto, quien mas tiende a crecer es la América morena, fruto del mestizaje de sus contingentes basicos y este hecho resulta indefectible a menos que los vastos progra: que los norteamericanos quieren imponer en seflaladas. Parece sin embargo mu: leguen a cum: irse. no s6lo por las difieultades de la empresa misma, puesto je se trata de inducir a pueblos atrasades y pobres a adoptar jentes a poblaciones adelantadas, sino tam- na tales programas de los lideres latinoame- esta Estos tienen cada vez mayor conciencia de los riesgos que entrafia una contencién demogenét ial: no s6lo el de |; in de su volumen en el mundo, sino sobre todo el del iento precoz de sus poblaciones, en Ia yoria de menores de 18 aos de edad(cercade5t da progresivamente por una proporcién ereciente de mayoresd 60 aftos, quienes en las condiciones vigentes de subdesarrol na, impuesto por una politiea de gran potencia ante hayan logrado los niveles minimos de incremento social que natu con todos los paises plenamente industrializados consecuencia inhabil corel de dist aborio, po der —si no de manera permanente, por un plizo del amparo y la solicitud de los rieos vecinos del nort consecuente perpetuacin de la hegemonia de éstos pese a serian en ese entonces man Lo precario de los datos disponibles acerca de la comy racial de las poblaciones americanas y la variedad que pueden intervenir en el crecimiento relativo de e gente en las proximas décadas, no peri ‘as anticoncepti futuro por medio de proyecciones ras. Es posi- ble, no obstante, extraer alguna: les referidas al acrecentamiento de cada com| tres grupos, y a las alteraciones de su respeetiva. propo hip6tesis es que la proporcién registrada en 1950 nes americanas —en la que los “blanews-por-defi traban en una relacién de dosa.uno resnectoa la se altere profundamente derivando en una supremacia morena Gel orden de los 485 millones contra 456 millones de blaneos al final del siglo. Esto se deberia al hecho de que el contingente blaneo ostenta un nivel de vida mas alto, cuencia un ritmo de cree La lo. probablemente egue loble de lo que sumaba en 1959 (de 15 a 35 millones), aunque simultaneamente habré de ir perdiendo sus les a] integrarse a los modosde vida de las poblaciones neoamericanas. Estos grupos constituirdn tal vez, al Bt CONFIGURACIONES HISTORICO-CULTURALES Y DESARROLLO Resta examinar si la tipol figuraciones histérieo-culturales, que util izar a los pue- los extraeuropeos como entidades étnico-culturales y como com- plejos raciales, ‘puede ayudar también a la comprensién de las causas del desarrollo desigual de los pu cuatro eategorfas referid Considerando en conjunto los pueblos de cada bloque, respecto al desarrollo logrado, se observa que ellos presentan tanto unifor- midades como disparidades significativas. Por encima de sus semejanzas étnico-culturales, los mismos contrastan de modo manifiesto desde el punto de vista econémico, constituyendo al- fia de las grandes « torio de su tiempo, y los otros, pueblos arcaicos, subdesart detenidos 0 retrasados respecto a ese proceso de moderni No obstante, se observan también iformidades igual , mente expresivas. Asi, ses lograron un desan pleno, encar nuestros dfas los chinos hacia esa meta. Entre I dirnero mucho mayor —Estados ida e Israel logré desarrollarse. Entre los Parece obvio que los pueblos trasplantados contaron con venta- jas derivadas de su tipo de formacién que les permitieron inte- grarse en la civilizacién industrial moderna, mientras que los pueblos de las otras eategorfas debieron enfrentar obstéculos mayores en su lucha por el desarrol lidad en el e: de los pueblos testimonio es sobre todo cultu 5B ineorporacién de sus contin- gentes ms arcaicos, casi siempre mondlingiies y aferrados a las costumbres y valores de las antiguas culturas. En los pueblos nuevos, la misma presenta un cardcter preponderantemente so- cial, y ha sido ocasionada por la propia formacién de estos pue- ‘blog que, como hemos visto, fueron el resultado de empresas ides de africanos som ligada a problemas rel: jarse sus pecularidades di vas por efecto de los mecanismos homogenizadores de la deculturacién. Como consecuencia de estas cireunstancias, habria pues de constituir los estratos mas bajos de la estructura social. Para superar su marginalidad, deben alzarse unos de condicién indigena, nitidamente ciada de Ia ladina, y otros de su penosa ci ambos casos tendran que enfrentar dos locales, degradados por el ejercicio secular del yugoesclavis- ta y atados a los intereses externos que también asocian para explotarios. ‘Los pueblos nuevos y los pueblos testimonio de las Américas se destacan por ser sociedades fundadas y moldeadas por la volun- tad del néeleo colonizador; y por haber sido intencionalmente organizados para servir a intereses y objetivos exégenos. Han sufrido por eso un dominio extremo mas duradero y més fir- memente implantado que en cualquier otra Area del mund Sobre la base de esta intencionalidad, se pudo restablecer al una esclavitud de tipo grecorromano trasladandose a las planta- ciones y a las regiones mineras de los pueblos nuevos millones de eselavos negros durante los 300 afos de testimonio. En estos pueblos, los nicleos econémicos jamés se consagraron a la tarea de crear y recrear las condiciones de sobrevivencia y reproduc~ cién de sus poblaciones, sino por e] contrario, a la de desgastar esas poblaciones en la produceién de elementos que las mismas eonsumian pero que habrian de satisfacer las necesidades de otras, al tiempo que enriquecian a las oligarquias locales. En estas sociedades siempre fue tan gr: ba las clases dominantes y el puebl blanqueamiento rac efectivamente se hizo en Argentina y en Uruguay, transforman- dolos por esta via en pueblos transplantados. En esas sociedades, 36 {> suna ordenac actuar sobre este mundo colonial, despotico y esclav uultor, las fuerzas transformadoras di progreso, En estas cireunstane: ropa y en las s uevos espacios I zacién industrial atrasando su afianzamiento 0 imponiéndole i n aqui deformar todo el pro- te, que sélo le permitié expandirse cuando no se oponia a los, intereses oligrquicos implicados en el latifundioy en la econo- mia de exportacién. Al estar todo el poder politico monopolizado ‘en manos de los sectores importadores y exportadores, que aspi- raban tnicamente a lograr una integracién mas luerativa en el sistema mundial, no pudo surgi ado moderno, ‘opuesto ala sma se desdoblé formando el empresariado industrial, asoeidndose a los intentos modernizadores promovidos por las corporacionesinternasiona- les, De este modo, la transicion de la economiaagrario-mereantil a la industrial, ya en si muy dificil, fue llevada a un estado trauma. tieo: contradiccién entre jas posibilidades de prosperidad ofreci- das por el desubdesarrol sei distrofia social caracterizada por la tecnologia industrial, y la miseria provocada por la ade- euaci6n de toda la sociedad a un ordenamiento oligarquico. Ello ha dado lugar a un aumento explosivo de la poblacién y a la traslacién masiva de individuos del medio rural a las ciudades, simultanea a la reduesién drastica de las posibilidades de acceso a los medios de trabajo de sobrevivencia. Se reado asi enor- mes capas marginales condenadas a una penuria extrema. La transferencia a los centros rectores de las oportunidades de acon, y de las ganancias generades por laaplicacién istema productiv. los modernos procedimientos mecaniza- s. significd para los paises subdesarr ios la puesta en so acelerado de margi zacion socioecond- 8T mntingentes cada vez mayores de la poblacién. isidn entre una pequehia categoria de dello unaeselerosis jestinada a garantizar ala jel poder yeldisfrute de los ‘como asociades menores de Iz empresa de sus propios pueblos que absorbe la “odueto del trabajo nacional. Pero también brigina la formacion de muchedumbres de seres marginalizados, concentrados en los bordes de I \etrépolis. yrmidad a su habran de unir por fuerza desu destino idades de inte; oligarquia y beneficios del pr grarse al na ocupacional la nacién, depende’ ion del que experimenté una compulsion de tad del siglo pasado cuando eien millones de hombres. Pai que no podra contar ya con expediente: 1, historicamente Htamado a e: weion exte manera distorsionada. por lo que resulté incapaz.de producit los ‘enovadores a que dio lugar en otros contextos. Primer: ya que el montaje de mer mos modernizadores tuvo por objeto activar el papel. desempe nado por estos segundo luga tutiva diversas limitaciones: la m: tenecen a empresas extranjeras. 1o plantas indus’ 1e las trasforme fluos una parte cons jzadas solo se permitieron tardiament ‘capaz de dar autonomt: iente falta trias de base y tuyen las mismas fabricas 38 lo teenol6gico ocurrido en otro lugar. ¥ del cual permanecen siempre dependientes. Otro efecto de la industrializacién recolonizadora de este modo lantada, fue la sustitucién del empresariado nacional que el ismo industrial hizo surgir dondequiera que maduras por una categoria meramente gerenci intereses extranjeros, 0 por un patrono buree :mopolita mas ial del smo que en el de su propio pueblo. Debe agregarse a condiciones que hubieran permitido la ere ‘cuerpo nacional de eientifi el saber moderno, por medio de la trasferencia d jue dominaran sstados Unidos, Canada, Austral ciones gracias al aluv a sobre sus espaci lados. pudieron estructurar sus so $ barreras levantadas por laobstruccidn oligarqui nzar cierto sr: social por influencia de trad s. Este hecho daria base ala politicade ras pertenecientes al enemi Jependencia de Estados Unidos, y mas tarde a las que abrieron el aeste a millones de granje~ rel protes . toda la pobiacién a fin de 1a la palabra bil que no ocurrid en los Jbablemente este hecho sea tan importante protestante (Max Weber, 1948). lin efecto, Ia alfabetizacién en ‘masa facilité a amplios sectores de la poblacién norteamericana? Ja participacién en Ia vida politica, y permitié llenar uno de los requisitos basicos para la creacién de la mano de obra calificada exigida por uni civilizaeién industrial que nose eonstituye por la tradicion oral sino por la transmisién escrita de los conocimientos. Un episodio muestra portancia de este factor: el ado por el libro clasico de Thomas Paine, en el que en los dos meses siguientes su edicién por cerca de 150 000 personas, por lo que representé un relevante papel en la movilizacién popular independentista. Seria imposible hecho de esta naturaleza se produjera en ier otra region americana donde la gran mayoria de la poblacién fuera analfabeta, incluidas sus clases pudientes. Comparandoel avance de Norteamérica con cl de Argentina y Uruguay, tambit puede apreciarse que las diferencias relativas al grado de desarrollo que respectiva- mente han logrado encuentran explicacion por la existencia en estos tltimes de una oligarquia latifundista que atin después de la independencia conserv6 el monopolio de la tierra, y de una burguesia portuaria que limits la expansién de la actividad creadora de los inmigrantes a una industria meramente artesa nal al mantener un régimen de estimulo a las importaciones. El desarrollo argentino y uruguayo seria frenado por estas circuns- tancias que no se presentaron en el caso de otros pueblos tras- Plantados. En las dos wltimas déeadas, sobre todo, el comereio exterior de los paises rioplatenses basado en la exportacién de carne, lana y eereales, sufrié un grave perjuicio al no poder e1 latifundio productor de estos articulos enfrentar con éxito la competencia de los granjeros canadienses, australianos y neoze- landeses. La mi nmigrantes europeos Hlegaba a los paises del Rio de la Plata, Iuego de residir por breves periodos en el campo, se vio compelida a dirigirse a las ciudades ante la imps fad de fundar una economia de tipo granjero. De este modo, se les planted a estas sociedades el doble problema de no haber posibili tado la formacién de una clase media rural, constituyendo un mereado interno que hubiera dado pi ir una urbanizacién precoz queredujo prensién demo grdfiea lo neeesario para forzar una reforma agraria. Secred.asi un vasto sector parasitario para su eco} Tuvo también gran importaneia para los pueblos traspl dox del sur el hecho de salir del domi ieo para caer bajo la influencia briténica, sustituyendo la sujeccién colonial por una 60, dependencia neocolon dedicaban aexpandir su infraestructura i uc es per nes de consumo manufacturados, median- fund is! como la forma- dependencia externa cada vex mas idos, que por su contenido arcaico armada la orientacién ind todavia subsis refia continud: norte y al ovste que e1 progreso. A pesar de la di se mantiene atin invi con el ordenai La superacién de estos conti difieil para los pr para los pueblos Para todos el esfuerzo de reordenacién dejla sociedad globa. sélo podra emprenderse de manera intencional que ocurrié a los pueblos trasplantados del norte, donde pudo realizarse de modo mas o menos espontaneo. El logro de esta reordenacién supone un esfuerzo de autosuperacién que excepto ja, con sus revoluciones de 1910 y 1952, y més ‘uba en 1959, ning’in otro pueblo americano con- idades de éxito. La dificultad prin- itereses patronales ¥ patriciales que presidié la ordenacién original deestassocieda des fundadas en el sistema de haciendas y en la esclavitud, que después de su independencia apenas se modernizaron de manera refleja como formaciones neocoloniales. Intensificar la moder zacién refleja de estas sociedades no traeré aparejada la modi ‘eacion de la situ: antes bien, ese mecanismoactua- rré tan s6lo como mantenedor del atraso. El cambio tendra lugar tinieamente mediando una restructuracién previa a la sociedad provocada por una profunda revolueién social que libere las energias secularmente contenidas de sus pueblos. ‘Una vez reconstruido el orden social podran estos pueblos retrasados en la hi acelerar su ritmo de progreso de mane- ra que puedan aleanzar en un plazo previsible el grado de desa- rrollo ya conseguido por los pueblos avanzados. Paradojicamen- te, esta aceleracién supone problemas a un tiempo mas simplesy mas complejos que los enfrentados por los pueblos que ya pasaron esa etapa. Mas féciles, puesto que se trata de introducir en sus propias sociedades transformaciones del sistema productivo ya la repeti- fas por otras naciones, el proceso se ado racionalmente con economia nuyendo las consecuen- puedan arrojar. Peroa iacidn mundial y local de que hab el centro del sistema y de la estructura las clases ida de sus sentar, para aquellos pueblos que ocup una reordenacién de la econor ieblos de Ia periferia; del para los pueblos histérieamente atrasados, como presupuesto basico, abocarse a una revol interna ya una confron- Unicamente por esta s oligarquias y patriciados reformular el orden via podran sustraer del do los instrumentos de poder que perm! 62 social, ya que éstas y sus aliados internacionales se encuentran comprometides por igual con una situact6r luerativa. eee Notas 1, Rive, Darey, Las Amireos ya Procesode forma sande desert dein defo puchosameriwnsCettoBtor i Aor” (que entre incas, mayas omponian un total de 6.3 millones: A. Rosenblat (1954) que seialaba mes para los mismo y J. Steward (1049) quien elev esta cifra a 9-2 izaciinde nuevas fuentesy 1Smillones paral tree 30 De acuerdo con estos estado mejor sea horadecnee 088 ca Uni 7 mcs pu y Sebi Moa 38 ios SIL Nes S USuder FB Fernandez, = ‘araveaniadas de fae paras eno, fueron ralmente denna an suido una decadencia \dos estos igdigenas por are dos; sus sobrerivientes,confinados en reser vareada. aciones de poblacién estén basadas en BIBLIOGRAFIA vd Ni “La ladinizacidn en Guatemala”, en Jitugraciin mp Seminario de Integracién Soci fi. ‘Guatemaiteea. Guatemala, 1958, Jniversidad Nacional Aut restan Fernandes editors ‘Sao Paulo. 1959, Beals. Ralph: “Urbanism, urbanization and acculturation”, Am “m ted by A. 1. Rrocher, University 1963, pp. 621-11 ¥1 ‘New World culture history: South at ited by AL. Kroeber. 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