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RESUMEN:
En este documento se hace una descripción de los fenómenos relacionados con la licuación y
de la susceptibilidad de los depósitos de suelos, se presentan las recomendaciones recientes
para la aplicación del Procedimiento Simplificado, y una metodología simple para la
determinación de zonas potencialmente licuables. Adicionalmente, se muestran los resultados
de la evaluación del potencial de licuación de un sitio de la llanura de inundación del río Cauca,
para el cual se calcula el incremento y disipación de la presión poros que se espera durante el
sismo de diseño.
1. INTRODUCCIÓN
La licuación es un proceso que generalmente ocurre en arenas saturadas que tienden a
densificarse cuando son sometidas a cargas cíclicas o monotónicas. Si el drenaje es lento o
inexistente la presión de poros se puede incrementar hasta anular el esfuerzo efectivo, con lo
cual sobreviene la flotación de las partículas y la perdida de la resistencia al esfuerzo cortante.
En el suelo licuado se producen grandes deformaciones para muy bajos esfuerzos de corte, las
cuales causan daños a los edificios, puentes, líneas vitales y obras de infraestructura en
general.
En el occidente Colombiano los terrenos susceptibles a licuarse están constituidos de suelos
aluviales de las llanuras de inundación de los ríos principales como el Cauca y los afluentes de
la vertiente del Pacífico y del Atrato, así como las formaciones deltaicas, intermareales, litorales
y pantanosas (Velásquez y otros, 1996). Resulta entonces de gran importancia evaluar la
resistencia de los suelos a la licuación, para lo cual en el ámbito mundial se ha usado
ampliamente una metodología denominada procedimiento simplificado. Este procedimiento fue
adoptado por las Normas Colombianas de Diseño y Construcción Sismo Resistente (NSR-98).
Si bien el procedimiento simplificado ha marcado el estado de la práctica, también es cierto que
muchas investigaciones han permitido desarrollar modelos numéricos basados en el método de
los elementos finitos (FEM), que permiten realizar mejores predicciones del comportamiento de
las capas de suelos potencialmente licuables, facilitando la elección de soluciones de mitigación
más adecuadas. Todo esto ha ido acompañado del avance de la tecnología computacional, lo
que ha permitido el uso de software sofisticado para lograr un mejor análisis geotécnico de las
soluciones planteadas.
2. FENÓMENOS RELACIONADOS CON LA LICUACIÓN
El fenómeno de la licuación en sí mismo no es particularmente destructivo o peligroso. Solo
cuando la licuación es acompañada por algún tipo de desplazamiento o falla del terreno, resulta
destructivo para las edificaciones. Para los fines de ingeniería, la ocurrencia de la licuación no
es el factor de primera importancia, sino la severidad o la capacidad destructiva de ésta. Los
efectos destructivos de la licuación pueden tomar muchas formas, entre otras: falla de flujo,
corrimiento lateral, oscilación del terreno, pérdida de capacidad portante, asentamientos, e
incrementos en las presiones laterales sobre muros de contención.
Falla de Flujo
La falla de flujo es el tipo de falla más catastrófico causado por la licuación pues comúnmente
desplaza decenas de metros grandes masas del terreno. En unos pocos casos las grandes
masas de suelo han viajado decenas de kilómetros, a través de largos taludes, a velocidades
por encima de los diez kilómetros por hora. Los flujos pueden estar compuestos de suelo
completamente licuado o por bloques intactos de material flotando sobre la capa de suelos
licuados. Los flujos se presentan en arenas y limos sueltos y saturados, en taludes
relativamente empinados con pendientes superiores a los 3 grados (Figura 1).
Corrimiento Lateral
El corrimiento lateral involucra el desplazamiento de grandes bloques de suelo como resultado
de la licuación. El desplazamiento ocurre en respuesta a la combinación de las fuerzas de la
gravedad y las inerciales generadas por el sismo. Los corrimientos laterales se presentan por lo
general en pendientes suaves (comúnmente menores a los 3 grados) y se incrementan en las
cercanías a un canal o un río, tal como lo indican las dimensiones de las flechas de la Figura 2.
La magnitud de los desplazamientos horizontales generalmente varia en el orden de los metros.
Las capas de suelos desplazados en general presentan fisuras, fracturas, escarpes y
hundimientos de bloques (graben). Los desplazamientos laterales generalmente afectan las
fundaciones de edificios, puentes y líneas vitales.
Un ejemplo muy claro de corrimiento lateral del terreno ocurrido en Colombia se presentó en la
población de Murindó, en el Urabá Antioqueño, ubicada en la llanura de inundación del río
Murindó, durante los sismos del 17 y 18 octubre de 1992, el cual destruyó casi todas las
edificaciones en mampostería (hospital, alcaldía, iglesia), así como las redes de acueducto,
alcantarillado y energía (Velásquez y otros, 1996).
Figura 2. Corrimiento lateral debido a licuación (Youd, 1992)
Figura 3. Oscilación horizontal del terreno causada por licuación (Youd, 1992).
Asentamientos
En muchos casos el peso de la estructura puede ser insuficientemente para causar los grandes
asentamientos asociados con las perdidas de capacidad portante descritas anteriormente. Sin
embargo, pueden ocurrir pequeños asentamientos cuando la presión de poros se disipa y el
suelo se consolida después de un sismo. Estos asentamientos pueden causar daños aunque
menores a los producidos por fallas de flujo, corrimientos laterales o perdidas de capacidad
portante. La erupción de volcanes de arena, o mezclas de sedimentos que emanan a partir de
las capas licuadas, son una manifestación de la licuación que puede conducir también a
asentamientos diferenciales localizados.
3. SUSCEPTIBILILIDAD A LA LICUACIÓN
Es importante reconocer que la licuación no ocurre de manera aleatoria y que por el contrario se
requieren ciertos ambientes geológicos e hidrológicos, y que ocurre principalmente en depósitos
recientes de arena y limo con altos niveles freáticos. Los más susceptibles están constituidos
por los depósitos del Holoceno (con una edad inferior a los 10.000 años), pero es muy raro que
se presente en depósitos de suelos de edad anterior a los del Pleistoceno. Los depósitos
recientes ubicados en deltas de canales y ríos, llanuras de inundación, depósitos eólicos y
rellenos pobremente compactados son los más susceptibles a la licuación.
Entre más reciente, suelto y saturado sea un depósito de suelos granulares, será mucho más
susceptible a la licuación. Son más susceptibles las arenas finas relativamente uniformes. Son
menos susceptibles los depósitos bien gradados con tamaños hasta de gravas, aunque éstas
últimas ocasionalmente se licúan. Son más susceptibles los suelos con partículas redondeadas
que aquellos con partículas angulares. Así mismo, los suelos volcánicos con partículas
micáceas. El contenido de finos y su plasticidad reducen la susceptibilidad a la licuación.
La licuación se ha presentado con mayor frecuencia en áreas con niveles freáticos superficiales,
a profundidades menores que 10 m. En muy pocos casos se han registrado fenómenos de
licuación en zonas con niveles freáticos a profundidades superiores a los 20 m. Igualmente los
suelos densos, incluyendo los rellenos bien compactados, tienen baja susceptibilidad a la
licuación.
Una vez se identifican las áreas más susceptibles a la licuación es posible realizar
investigaciones geotécnicas detalladas para evaluar la resistencia de los suelos a la licuación
como se indica a continuación.
Modelos Físicos
Estos métodos requieren del uso de centrífugas o tablas vibradoras para simular la carga
sísmica bajo condiciones de contorno bien definidas. El suelo utilizado en el modelo es
remoldeado para representar diferentes densidades y condiciones geométricas. A causa de las
dificultades en conseguir un modelo con las mismas condiciones del sitio, los modelos físicos
rara vez se utilizan para estudiar la resistencia a la licuación de un sitio específico. Sin embargo,
los modelos físicos son valiosos para analizar y entender el comportamiento generalizado del
suelo y para evaluar la validez de modelos constitutivos bajo condiciones de contorno bien
definidas, como se indica en los comentarios relativos a los métodos analíticos.
Procedimientos Empíricos
A causa de las dificultades para modelar físicamente o analíticamente las condiciones del suelo
potencialmente licuable, los métodos empíricos se han convertido en el procedimiento estándar
para determinar la resistencia a la licuación. El Procedimiento Simplificado requiere calcular
dos variables sísmicas primarias que son: a) la excitación sísmica de la capa de suelo,
expresada en términos de la relación de esfuerzos cíclicos promedios (CSR = τpro / σ’vo); y b) la
capacidad de la capa de suelo para resistir la licuación, en términos de la relación de resistencia
cíclica (CRR).
En la mayoría de los procedimientos empíricos, el valor promedio de la relación de esfuerzos
cortantes cíclicos (CSR ) inducidos por el sismo se estima de los análisis de la respuesta
dinámica del subsuelo, o mediante la Ecuación 1 recomendada por Seed e Idriss (1971) y
adoptada por las NSR-98 (Ecuación H.5-14):
τ pro a σ
= 0.65 max v rd
σ 'vo g σ 'vo (Ecuación 1.)
Donde: a max es la máxima aceleración que se espera en el lugar según las leyes de atenuación,
amplificada por el efecto de sitio, considerando que los suelos no se licúan y que las presiones
de poros no se incrementan en el proceso; g es la aceleración de la gravedad; σv o y σ’v o son los
esfuerzos verticales total y efectivo; y rd es el factor de reducción de esfuerzos, el cual varía
ampliamente con la profundidad dependiendo del perfil de suelos, tal como se indica en la
Figura 5, la cual no fue adoptada por las NSR-98. Para proyectos de poca importancia, Youd e
Idriss (1997) recomiendan la Ecuación 2 para calcular los valores promedio de rd, la cual se
muestra en la Figura 5 con líneas rectas:
1 - 0.00765z z ≤ 9.2 m
1.174 - 0.0267z 9.2< z ≤ 23 m
rd = 0.744 - 0.008z 23< z ≤ 9.2 m
0.50 z > 30.0 m
(Ecuación 2.)
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0
0
3
Valores Promedio
6
Valores Promedio de rd calculados
usando la ecuación (2)
9
15
18 El Procedimiento
Simplificado na ha
sido verificado con
21 datos historicos en
esta región
24
27
30
Figura 5. Factor rd vs profundidad (Seed e Idriss, 1971; modificado por Youd e Idriss, 1997).
Dadas las dificultades ya enunciadas para obtener muestras inalteradas de los depósitos de
suelos licuables, en la práctica se utilizan los siguientes procedimientos in situ para evaluar la
capacidad de los suelos arenosos para resistir la licuación: a) penetración estándar (SPT); b)
penetración con cono (CPT); c) velocidad de ondas de corte (vs ); y c) penetración Becker en
gravas (BPT). Para asegurar una adecuada definición de la estratigrafía y una evaluación
consistente de la resistencia a la licuación, en cada sitio se debe llevar a cabo dos o más de los
procedimientos indicados. Por varias ventajas, los procedimientos que más se llevan a cabo en
el occidente Colombiano son el SPT y algunas veces las mediciones de vs .
Para determinar la resistencia a la licuación de los suelos arenosos, la relación CSR se
compara con la relación CRR. Esta última se obtiene de correlaciones empíricas entre la
relación de esfuerzos cíclicos requeridos para causar licuación y los valores de N (SPT)
normalizados por profundidad y energía de los golpes del martillo (valores de (N1)6 0). En la
Figura 6 se muestran las modificaciones que Youd e Idriss (1997) recomiendan para las curvas
empíricas propuestas por Seed y otros (1985) para calcular la relación CRR, para valores bajos
de (N1)60, en un sismo de magnitud de momento Mw = 7.5. La Figura 6 es la base de la Figura
H.5-2 de las NSR-98, pero sin las modificaciones mencionadas.
Figura 6. Curvas de la relación CRR para diferentes contenidos de finos y Mw = 7.5 (Seed y otros,
1985; modificada por Youd e Idriss, 1997).
Es importante anotar que además del contenido de finos y la plasticidad del suelo, uno de los
factores que más influye en los valores de (N1)60 es la energía que le llega a la cuchara
muestreadora. Por lo tanto, además de medir la energía del SPT y calibrar los equipos para
medir la razón de energía entregada por el martillo (ER), tal como lo recomiendan Villafañe y
otros (1998), resulta indispensable corregir los valores medidos de N mediante la Ecuación 3,
con los factores indicados en la Tabla 1, recomendados por Youd e Idriss (1997).
(N1)60 = Nm CN CE CB CR CS (Ecuación 3.)
Donde Nm es el valor de N registrado en los ensayos; CN es el factor de corrección por presión
de sobrecarga; CE es la corrección por la energía que entrega el martillo (CE = ER/60%); CB es
la corrección por el diámetro de la perforación; y CR es el factor de corrección por longitud del
varillaje de perforación.
1.5
0.5
0
5 5.5 6 6.5 7 7.5 8 8.5 9
Métodos Analíticos
Estos métodos se basan en resultados de ensayos de laboratorio para determinar la resistencia
a la licuación, o las propiedades del suelo que pueden ser utilizadas para predecir el proceso de
la licuación, mediante programas de computador para condiciones de comportamiento lineal y
no lineal. A causa de lo difícil que es obtener muestras inalteradas de los depósitos de suelos
potencialmente licuables para evaluar sus propiedades dinámicas, los métodos analíticos
generalmente se usan en proyectos especiales o en trabajos de investigación.
Durante los últimos años se han realizado avances importantes en los métodos analíticos
aplicados al proceso de la licuación. Este progreso ha sido posible gracias al aumento de los
datos experimentales y a la información de campo recopilada durante diferentes eventos
sísmicos. En este trabajo no se pretende hacer una revisión completa de las diferentes
metodologías disponibles en el ambito mundial, sino analizar algunas de ellas con el fin de
mejorar nuestro conocimiento de la licuación y el estado de la práctica regional.
El proyecto VELACS (Verificación del Análisis de Licuación por Estudios de Centrífuga), llevado
a cabo en los Estados Unidos de Norteamérica en el año de 1993, permitió comprobar la
confiabilidad de varios métodos analíticos, confrontando sus resultados con las mediciones
realizadas del exceso de presión de poros y la historia de aceleración y desplazamientos en
diferentes puntos de los modelos ensayados en centrífugas (Figura 8). Estos ensayos fueron
realizados en cinco (5) laboratorios para minimizar el error humano y experimental, y siete (7)
de los nueve (9) modelos fueron duplicados. Los modelos duplicados se realizaron bajo
condiciones idénticas a las del experimento primario (el mismo tipo de equipo e idénticas
especificaciones para la preparación de la muestra). Del análisis de la confiabilidad de los
resultados obtenidos se concluyo: a) cuatro (4) de los siete experimentos duplicados
suministraron resultados confiables del exceso de presión de poros; y b) los registros
experimentales en términos de desplazamientos y aceleraciones son poco confiables si se
comparan con los registros de presión de poros. Por estas razones, se decidió comparar
solamente los registros experimentales de la presión de poros con las predicciones de los
métodos analíticos.
NF NF
22.86 m 22.86 m
NF
NF
Arena de Nevada Limo
11 m
Dr = 40% Dr = 70% 6m
Arena de Nevada
(3) Dr = 60% (4a)
17.8 m 19.04 m
NF NF
Limo
6m Limo
Arena de Nevada
(4b)
Dr = 60% Arena de Nevada (6)
29.20 m 28.0 m
NF NF
Arena de Nevada Limo
8.20 m Dr = 60% (7) 7m Arena de Nevada (12)
Limo Dr = 60%
52.5 m 29.20 m
0.4
0.3
0.2
0.1
2 4a 4b 12 1 3 7 6 11
Modelo
Figura 9. Comportamiento de Varios Modelos Analíticos para la Predicción del Exceso de Presión
de Poros durante la Aplicación de Cargas Cíclicas (Popescu y Prevost, 1993).
De las observaciones en el Distrito de Marina, San Francisco, donde se presentó licuación
durante el sismo de Loma Prieta (1989), y de experimentos de modelos en centrifuga,
Arunlandan y otros (1997) comparan las predicciones de DYSAC2 y SHAKE y llegan a las
siguientes conclusiones:
a) Dado que la degradación de las propiedades del suelo ocasionada por el incremento
en la presión de poros no se considera directamente en el SHAKE, su aplicación es
limitada a sistemas donde se generan presiones de poros significativas durante el
movimiento sísmico. Sin embargo, el SHAKE es el de mayor uso en los análisis de
dinámica de suelos.
b) Las aceleraciones máximas calculadas con DYSAC2 o SHAKE en general coinciden
razonablemente bien con las medidas en el Distrito de Marina durante el sismo de Loma
Prieta (1989). Por lo tanto, para calcular la aceleración máxima en superficie a partir de
aceleraciones pico en roca menores que 0.3 g, se puede usar el análisis por esfuerzos
efectivos o esfuerzos totales y los resultados serán similares. Con la aceleración máxima
calculada con el SHAKE y mediante el Procedimiento Simplificado se puede determinar
la susceptibilidad a la licuación de un sitio determinado.
c) El análisis por esfuerzos totales realizado por el SHAKE no presenta distinción de la
respuesta frecuencial entre un sitio licuable y otro no licuable. Por lo tanto, es importante
tener en cuenta que los espectros de respuesta en superficie obtenidos a partir del
SHAKE, en sitios potencialmente licuables, deben usarse con extremo cuidado, o
preferiblemente no deberían usarse.
d) En los diferentes sitios analizados para el Distrito de Marina se encontró que las
aceleraciones espectrales máximas calculadas mediante el SHAKE son mayores a las
medidas y obtenidas mediante DYSAC2. Adicionalmente, los periodos para los cuales el
SHAKE indica las aceleraciones espectrales máximas no corresponden a lo observado
en campo.
e) Cuando se modela el comportamiento del perfil de suelos saturados ante diferentes
incrementos en la aceleración del movimiento de la base, un procedimiento basado en
esfuerzos efectivos dará progresivamente aceleraciones superficiales menores
comparadas con otro basado en esfuerzos totales (Figura 10). La razón de dicho
comportamiento es que para movimientos sucesivamente mayores la extensión de las
capas licuables se incrementa, lo cual conduce a mayores amortiguamientos del
movimiento superficial.
0.4
0.35
0.3
ACELERACIÓN EN SUPERFICIE
0.25
0.2
Esfuerzos Efectivos
0.15
Esfuerzos Totales
0.1
0.05
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7
ACELERACIÓN EN LA BASE
90
80
70
Porcentaje que Pasa
60
50
40
30
20
10
0
1000 100 10 1 0.1 0.01 0.001
Tamaño de Grano mm
Para predecir la generación y disipación de la presión de poros, los autores están familiarizados
con el FEQdrain, el cual modela el subsuelo como un conjunto de capas horizontales y
homogéneas que se dividen en un determinado número de elementos de tipo cuadrilátero o
simétricos, según las características del sitio. Adicionalmente se pueden incluir elementos
drenantes de diversos tipos, desde drenes de grava hasta prefabricados, según los
requerimientos y/o necesidades del diseño.
La Ecuación 4 relaciona la excitación sísmica y el cambio en la presión intersticial para un
determinado instante de tiempo y un punto en particular de la masa de suelo.
∂ k h ∂u ∂ k h ∂u ∂ k v ∂u ∂u ∂u
⋅ + ⋅ + ⋅ = mv − g
∂x γ w ∂x ∂y γ w ∂y ∂z γ w ∂z ∂t ∂t
(Ecuación 4.a)
∂ k h 1 ∂u ∂ k v ∂u ∂u ∂u
⋅ + ⋅ = mv − g
∂r γ w r ∂r ∂z γ w ∂z ∂t ∂t
(Ecuación 4.b)
En la Figura se muestran los parámetros del suelo utilizados en el modelo del FEQdrain para la
LLIRC.
Figura 13. Relación de Esfuerzos Cíclicos vs Resistencia Cíclica de la Arena para Diferentes
Sitios de la Llanura de Inundación del Río Cauca.
USCS N1(60) kx (m/s) k y (m/s) mv (m2 /kN)
0.0
2.0
6.0
8.0
SW 2 1E-4 1E-5 4E-5
10.0 MH 19 1E-8 1E-8 4E-5
16.0
Los resultados del análisis realizado indican que transcurridos 20 s del inicio del sismo (Mw =
7.5; amax = 0.3 g), el proceso de licuación es general en las capas 2 y 3, mientras que la capa 3
con permeabilidad muy baja solo sufre un leve incremento de la presión de poros hacia sus
fronteras. Se observa de igual manera como el proceso de disipación de la presión de poros es
muy lento, debido a la baja permeabilidad de las capas 1 y 2, las cuales restringen el drenaje
(Figura 15).
1.2
10 s
RELACIÓN DEL EXCESO DE PRESIÓN DE POROS (ru)
20 s
30 s
1
150 s
0.8
0.6
0.4
0.2
0
4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
PROFUNDIDAD (m)
Figura 15. Variación de la Relación de Presión de Poros del Subsuelo con la Profundidad y el
Tiempo (Mw = 7.5; a max= 0.30 g).
Si se amplía la ventana de tiempo analizada, se puede observar el proceso de drenaje y en
consecuencia de consolidación de la arena, lo que implica la disminución del volumen y los
respectivos asentamientos de licuación.
Si se construyen drenes de 0.70 m de diámetro espaciados cada 2.2 m, se logra reducir el
incremento de presión de poros y evitar la licuación en las capas 2 y 4. Sin embargo, las
relaciones de exceso de presión de poros máximas alcanzarán valores hasta 0.41 como se
observa en la Figura Esto se debe tener presente para el diseño de cualquier tipo de
cimentación en suelos granulares sometidos a carga cíclica, con o sin drenaje.
1.2
EXCESO DE PRESIÓN DE POROS SIN DRENAJE
EXCESO DE PRESIÓN DE POROS CON DRENES CADA 2.4 m
Relación de Presión de Poros (ru)
0.8
0.6
0.4
0.2
0
0 1 2 3 4 5 6
CAPA
8. CONCLUSIONES
Las modificaciones propuestas por Youd e Idriss (1997) al procedimiento simplificado, se
pueden resumir de la siguiente forma: a) la curva de resistencia a la licuación (CRR) se modifica
para ganar consistencia entre las diferentes metodologías de cálculo, especialmente entre las
basadas en el SPT, CPT y BPT; b) los factores de escala por sismo se reducen
considerablemente en el rango de magnitudes Mw mayores que 7.5 y se incrementan para
magnitudes Mw menores que 7.5, lo cual conduce una determinación confiable de la CRR pero
menos conservadora.
Aunque el procedimiento simplificado ha marcado el estado de la práctica, muchas
investigaciones de campo y laboratorio han permitido el desarrollo de diferentes modelos
constitutivos para el suelo, los cuales se han resuelto por diferentes métodos numéricos, que
permiten realizar mejores predicciones del comportamiento de las capas de suelos
potencialmente licuables, facilitando la elección de soluciones de mitigación producto de un
análisis geotécnico más confiable.
Cuando se modela el comportamiento del perfil de suelos saturados ante diferentes
incrementos en la aceleración del movimiento de la base, con los procedimientos basados en
análisis por esfuerzos efectivos se obtienen progresivamente aceleraciones superficiales
menores comparadas con los basados en esfuerzos totales. La razón de dicho comportamiento
es que para movimientos sucesivamente mayores la extensión de las capas licuables se
incrementa, lo cual conduce a mayores amortiguamientos del movimiento superficial.
La selección de una o varias medidas de mitigación depende en gran medida de las
características particulares del sitio. Por ejemplo, si no hay una amenaza significativa de
corrimientos laterales, la elección de la solución de mitigación para una nueva obra depende de
la mejor relación costo beneficio que garantice soporte vertical y controle los asentamientos.
Para obras existentes, la selección de medidas de mitigación es en general más complicada,
debido a las complicaciones por la presencia de la estructura. Por ejemplo, técnicas que
involucren la vibro densificación del suelo pueden quedar excluidas debido a los posibles
asentamientos que causarían a la estructura y a las edificaciones existentes.
9. AGRADECIMIENTO
Los autores agradecen a las Universidades Javeriana y del Valle, y a la firma SAYA Ltda por el
apoyo durante la realización de este trabajo.
10. REFERENCIAS
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