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‘VIL. EL GOBIERNO DE LA CIUDAD METROPOLITANA 1. LAS CIUDADES METROPOLT1 AS HOY Las aglomeraciones urbanas son el resultado del proceso de crecimiento econémico y demografico que ha llevado a la poblacién a concentrarse alli donde las actividades y las expectativas son mayores, 0 sea en las ciudades y sobre todo en las grandes ciudades, creando de esta forma graves pro- blemas de desequilibrio territorial y social. En los paises avanzados, donde el crecimiento demografico se ha estan- cado, los problemas no son menores ya que las demandas son crecientes al ser las grandes ciudades los centros neural- gicos para el desarrollo de un pais. Las aglomeraciones urbanas 0 metrpolis se han conver- tido en una cuestion de alcance estatal. Concentran a la vez el mayor potencial de desarrollo y los mas graves problemas sociales. Es en ellas donde se desarrollan las actividades mas dinamicas e innovadoras, pero también los mayores proble- mas de marginalidad, donde coexisten riqueza y bienestar con las mayores desigualdades y desequilibrios. La realidad social, econdmica, cultural y social desborda con creces Los limites de la ciudad entendida como munici- pio y, més atin, en ocasiones supera incluso limites superio- res: condado, estado, etcétera, transformandose en una rea- lidad territorial no contemplada por el derecho. Las decisiones de la ciudad central afectan a los habitantes de las periferias y éstos usan la ciudad central, pero no estan representados en sus 6rganos de decision, 28% Loe wi ycton. Esta ciudad real que carece de estructura representativa es también la que se proyecta al exterior, donde es percibida como una unidad y que como tal se relaciona con otras aglomeraciones con las que tejc una red de colaboraciones y competencias a nivel mundial A pesar de tatarse de un fenémeno universal, las aglo- meraciones urbanas o metrépolis no admiten un tratamien- to uniforme ya que su realidad es miltiple y compleja. La misma realidad fisica de la aglomeracién es dificil de aprehender, No puede hablarse, por ejemplo, de las ciuda- des europeas refiriéndose a modelos de ciudad global como Nueva York 9 Tokio. En Europa hay que hablar, mas bien. de un sistema urbano constituido por unas 40 grandes ci dades y un gran mimero de ciudades intermedias muy dind- micas con funciones importantes de centralidad, entre las que existen relaciones no sélo de competencia sino tam- bién de complementariedad, Las grandes ciudades de los paises en vias de desarrollo, con un crecimiento rapido y desmesurado, tampoco son fcilmente comparables con las anteriores. El peso de la historia, las tradiciones culuurales y las for- mas de organizacion social y politica difieren grandemente en los distintos puntos del planeta asi como los niveles de desarrollo social y econdmico alcanzado, todo lo cual con- diciona la evolucién y las soluciones adoptadas al tratar de institucionalizar el fendmeno metropolitano. Al intentar analizar el problema podria hacerse una dis Uincién enve las agiomeraciones que tienen algim tipo de gobierno metropolitan, Jas que no lo tienen pero que estan coordinadas a un nivel superior y las que no tienen ningtin tipo de coordinacién. Ente las aglomeraciones con gobierno metropolitano se podrian distinguir dos tipos. Un primer tipo es Ta estruc- tura metropolitana que se configura por ley por encima de los gobiernos municipales ya existentes, lo que obliga a éstos a actuar conjuntamente en una serie de funciones pre- viamente definidas. Este tipo de organizacin se da, por ejemplo, en grandes ciudades de Brasil y Canada 0 en las 284 comunidades urbanas francesas y suele ser el resultado del crecimiento de la aglomeraci6n mas alla de los limites administrativos de la unidad central. Este mismo tipo de crecimiento se ha dado en Jo que pue- den Hamarse «municipios metropolitanos», aunque en éstos no existe una unidad central administrativamente diferen- ciacla. Los municipios metropolitanos pueden haberse for- mado a partir de un nticleo histérico claro, pero otras veces son el resultado del crecimiento paralelo de distintas ciuda des. En ambos casos la gran conurbacién resultante se trans- forma por ley en municipio metropolitano. Este tipo de solucion suele encontrarse en el comtinente asidtico y, con la excepcién de Tokio, principalmente en paises en vias cle desarrollo y con poca tradicién democrati- ca, donde un crecimiento urbano rapido y descontrolado ha leyado a la formacién de organismos especiales para esta realidad urbana. Generalmente se trata de aglomeraciones que son o han sido capitales de estado y que, en todo caso, son los principa- les centros de desarrollo econdmico, politico, social y cultu- ral de sus respectivos paises, razén por la cual muchas veces tienen un tratamiento administrativo especial. Ejemplos de este tipo pueden ser Ankara, Estambul, Bombay, Karachi, Pekin, Shanghai. Ciudades con estatutos especiales, como, las ciudades-estado 0 los distritos federales, funcionan del amismo modo: Hong Kong, Singapur, Setil, Viena. Brasilia. La estructura de gobierno suele tener dos niveles, el metropolitano, que cubre toda La aglomeracion, y el de distri- too unidad menor, Puesto que se trata de gobiernos locales de pleno derecho, muchos de estos municipios metropolit. nos tienen competencias legislativas que se concretan cn nor mativas fiscales, urbanisticas cconémicas y sociales, ademas de competencias propias de las estructuras metropolitanas. Donde no existe una autoridad metropolitana, una forma de institucionalizacién de la aglomeracién urbana consiste en la adaptacion de ésta a la estructura organizativa del Este- do aprovechando unidaries administrativas va existentes a un nivel superior, come la provincia o la region. Loca verona En estos casos, las competencias se reparten entre los municipios de la aglomeracion y uno o mas niveles adminis- trativos superiores, lo que supone frecuentemente la super- posici6n de varios niveles administrativos con competencias sobre un mismo territorio. En realidad esta solucién supo- ne una «regionalizacién» del tema metropolitano al atri- buir a un nivel administrative superior las funciones de coordinacién y gestion de la aglomeracién. Algunos ejem- plos son la region Ile de France, la Comunidad Auténoma de Madrid, ciudades norteamericanas como Los Angeles 0 Miami y norteafricanas como Rabat o Casablanca. Este tipo de solucién suele dar lugar a conflictos de competencias por la superposicién de actuaciones, de financiacién y de falta de representatividad de los municipios que forman la aglomeracién. Otro tipo de coordinacién es la funcional, es decir el establecimiento de mecanismos o instituciones para la pres- tacion de servicios o funciones especificas en territorios especialmente definidos para el caso de que se trate. Esta solucién, que es muy corriente, es la que se ha adoptado en casos de disolucién de gobiernos metropolitanos como Londres y Barcelona. También la encontramos en ciudades nas como Bristol, Perth o Sidney donde la coordi- nacién se produce a nivel estatal debido al bajo reconoci- miento de los gobiernos locales 0, como en Nueva York 0 Chicago, cuando la aglomeracién supera ampliamente los limites administrativos del Estado © condado. Finalmente, existen aglomeraciones en las que no se da ningiin tipo de coordinacién a nivel supramunicipal. En estos casos es posible que se establezcan mecanismos de coopera- in entre los municipios, ya sea con objetivos globales o espe- cificos, Este tipo de cooperacién se da en todas partes del mundo y ejemplos de ella pueden ser Amsterdam, Washington © Montevideo. Fs interesante obser var que, como ocurre con la coordinacién funcional, se da también en el caso de desapa- ricién de organismos metropolitanos (Londres, Barcelona). La estructura organizativa adoptada por el area metro- politana es uno de los varios factores que influyen en la dis- 286 FL. GONERNG DE LA CIUDAD METROPOLATANA tribucién de competencias entre los distintos niveles admi- nistrativos que confluyen en ella En general son escasas las areas metropolitanas que tie- nen un sistema de competeneias bien definido y con recur- sos suficientes para desarrollarlas. A pesar de la diversidad de formas organizativas, una constante general es el ejercicio, por parte de los niveles superiores, de funciones de planificacion global y estratégi- ca y la prestacin de servicios que exigen un drea amplia ya sea por razones de eficiencia o por sus repercusiones: trans porte, vivienda, medio ambiente, eliminaci6n de residuos 0 suministro y saneamiento del agua. Los niveles administrati- vos inferiores ejercen fiunciones de tipo mas local, es decir, que exigen una mayor proximidad al ciudadano. Dicho esto, el reparto de competencias entre los distintos entes que confluyen en el drea metropolitana es una cues- tién compleja que depende tanto del tipo de organizacion metropolitana adoptada como, entre otros, de la estructura general del estado, las relaciones entre niveles administrati- Vos, el grado de autonomia de las autoridades locales, etc. A grandes rasgos puede distinguirse entre aquellos casos en que el nivel administrativo del area metropolitana coin- cide con la estructura global clel pais y aquellos en que exis ten organisms especificos metropolitanos ya sea de gobier- no o de coordinacién. Cuando el nivel administrative del area metropolitana coincide con la estructura organizativa general del pais, sus competencias, definidas por ley, son las propias de la unidad. administrativa de que se trate: regiGn (Ile de France), conda- do. (Los Angeles), comunidad auténoma (Madrid) u otras. La diferenciacién entre sus competencias y la de los entes locales que operan en el territorio metropolitano es clara en principio, lo cual no significa que no se produzcan conflic- tos. Por ejemplo en Paris ha habido disputas entre la region yel Estado para el control de ka politica de transporte Cuando existe un gobierno o estructura metropolitana, suele ser rar que las competencias estén claramente defini- das y los recursos adecuados. En general, las competencias Toray y6L08s de los organismos metropolitans no son exclusivas sino compartidas con otros érganos estatales y locales con lo quc suelen producirse conflictos entre las diversas administra- Giones que actian en el mismo territorio. La complejidad aumenta cuando, situacion muy frecuente, existen 6rganos especializados para la prestacion de determinados servi o dependientes del gobierno central. Ademas, la importancia de las grandes ciudades para el desarrollo de un pais tiende a fomentar la intervencién esta- tal en muchas de sus actuaciones, por ejemplo en los gran- des proyectos de interés nacional que exigen grandes inver~ siones, lo que, por otra parte, ocurre en un contexto en el que se da una tendencia generalizada, que podria consice- rarse de signo inverso, hacia la descentralizacion de funcio- nes por parte del estado central en favor de las region! Finalmente, el tema de las competencias no puede desli- garse del de la financiacion ya que, como es obvio, no pue- den ejercerse debidamente si no estén apoyadas por recur- sos financieros adecuados. Los ingresos metropolitanos proceden basicamente de las fuentes tradicionales: impuestos locales, tasas por prestacin de servicios, transferencias y subvenciones de otros entes estatales o locales. Las formas de financiacién que encontra- mos consisten en una gran variedad de combinaciones de estas fuentes. Hay casos en que las transferencias estatales constituyen la mayor parte de los ingresos (Brasil), otros en que gran parte de los mismos procede de la venta de un servi- cio (el transporte en Gopenhague), otros en que son los impuestos municipales los que constituyen el grueso de los presupuestos (Montreal) y otras miiltiples combinaciones. Por lo que se refiere a la recaudacion proveniente de los impuestos, ésta puede consistir en una participacion en la recandacion de los municipios metropolitanos, como en Canada o en Los counties ingleses, pero pucde darse también el caso de recaudacién directa por parte del organismo metropolitano, como en las comunidades urbanas francesas. En todo caso, las posibilidades de financiacién metropo- litana dependen del sistema de financiacién local de cada TLLGOMERNO DE LAG DAD OIE TRORONET AN, paisy ocurre que, mientras las demandas en Ja gran ciudad yan en aumento y por lo tanto crecen sus necesidades de financiacion, los gobicrnos se resisten cada ver midis al iras- paso de recursos y capacidad [inanciera, debido, sobre todo, a las limitaciones impuestas sobre €l_gasio pablico, Por lo demas, las transferencias estatales sucien estar cada vez inds orientadas a fines determinados. Por todo ello existe una tendencia generalizada a que las glomeraciones cnsayen nuevas formas de gestion ¥ financiacién tradicionalmente consideradas propias del sector privado y cn especial fa participaci6n del capital pri- vado a wavés de la constimncién de socicdades mixtas. Ein algunos casos se ha procedido direccamente a la pri- vatizacion de servicios pablicos, como en Londres, aunque también es posible que la privatizacién vaya figada. a la cot cesién de avucias internacionales que, de forma directa 0 indlirecta, imponen determinadas formas de organizacién. En témnines generales, los organismos metropolitanos tienen serias limitacioncs financieras. No disponen de suli- ciente autonomia o capacidad recaudatoria, dependen tanto de los gobiernos centraies 0 regionales como de los municipios que forman la metrépolis y los recursos de que disponen son inadecnados para las competencias que tienen asignactas. Nos encontramos, pucs, frente a un fendmeno comin a casi todos los paises, de importancia vital tanto para su desa- rrollo como por los graves problemas que plantea y para el cual, sin embargo. no parecen existir respuestas suficiente- mente satisfactorias. Lo cual no es de cxtraivar dada la mag: nitud y complejidad del problema y fas resistencias de todo tipo que plantea su institucionalizaci6n Entre los problemas que aparecen més frecucntemente cn cl andlisis de las areas metropolitanas encontramos los siguientes: ~ Reticencia por parte de los municipios que forman la aglomeracion urbana a perder su autonomia en favor de una instancia superior. Es una resistencia comprensible y que se da cn todas partes. También parece dificilmente evi- Locat yousba, table, pero la mejor solucidn es indudablemente una autori- dad metropolitana democratica y fuerte. — Resistencia, por parte de niveles superiores de la Adini- nistracién, a la existencia de un organismo metropolitano de ambito amplio, regional, que es visto como una oposi- cién por estas instancias superiores, especialmente cuando las autoridades correspondientes son de signo opuesto Este es claramente el caso de dos gobiernos metropolitanos abolidos, el de Londres por el gobierno central y cl de Ba celona por el gobierno regional. ~La proliferacién de organismos administrativos es perci- bida, con raz6n, como un aumento de la burocracia y del gasto pitblico. La buena gestion de los servicios implica. entre otras cosas, claridad y transparencia en la asignacion de recursos y competencias. Por eso es importante evitar en la medida de lo posible la creacion de nuevas estructuras apro- vechando las ya existentes, opcién que ha sido la adoptada en Italia con la nueva legislacin sobre las areas metropolitanas, — Déficit democratico. No existe presién ciudadana para la resolucién de los problemas metropolitanos como tales. Los organismos supramunicipales, al no ser elegidos de forma directa, son percibidos por el ciudadano como algo Iejano y fuera de su control. ~ Definicién del ambito metropolitano adecuado. Este punto no deberia ser motivo de conflicto si se considera junto con las competencias o funciones propias de cada ‘mbito, Existen por lo general dos ambitos que son comple- Un ambito amplio o regional que es el adecuado para la planificacion estratégica y territorial y para la coordi- nacién con instancias superiores, ya sea el estado 0 un gobierno regional. Un ambito restringido, aglomeracién 0 continuo urbano que es cl adecuado para Ia cooperacién intermunicipal y prestacién de algunos servicios. ~ Conciliacién del principio de eficiencia en la gestion de los servicios con el de la prestacién de los mismes al nivel mas préximo al ciudadano. ~ Necesidad de conciliar los intereses de los multiples actores publicos y privados que intervienen en el territorio 290 metropolitano, Una autoridad metropolitana fuerte es una condicién necesaria pero no suficiente, Para actuar con efi ciencia es necesario conseguir el maximo de consenso y par- ticipaciOn y éste deberia ser un proceso continuo y al mar- gen de los avatares electorales, para lo cual deberian existir mecanismos adecuados de concertacion. i ~ Inadecuacién de los recursos financieros. Este es otro, de los problemas que afectan a la mayoria de los organismos metropolitanos y uno de los factores que, como se ha sefia- lado anteriormente, los llevan a ensayar nuevas formas de gestion y financiaci6n. A pesar de las dificultades, es indudable que las grandes ciudades necesitan un marco adecuado para su buen gobierno y funcionamiento. Vivimos en una época de cam- bios acelerados y de creciente competitividad y en un mundo cada vez mas interrelacionado donde proliferan las redes mundiales de cooperacién ¢ intercambio. La autori- dad metropolitana debe ser un interlocutor fuerte y legiti- mado, con capacidad para negociar y con un valor de marca que la haga mas competitiva frente al exterior. Las dimensiones del mercado internacional imponen nuevas condiciones a quienes compiten en él. La confrontacion ya no se da solo entre empresas individuals, por grandes que sean, sino entre sistemas productivos que pueden verse reforzaclos o debilitados de forma determinante por la cali- dad del sistema territorial y organizativo en que se hallan inmersos: calidad de servicios ¢ instalaciones, medio ambiente, servicios a empresas, sistemas de comunicacio- nes, etc. Todo ello sin menoscabo de la funcion «interna» de la metrépolis, es decir de su papel integrador de los habitantes que la forman. Mas alla de la ciudad metropolitana En los afios sesenta se popularizé el término «megalépo- lis» para referirse a las zonas de fuerte urbanizacién, con una diversidad de centros urbanos, El modelo era cl noreste 291 Locatyetone de Estados Unidos de América. En Europa la voluntad de planificar un tcrritorio urbano que desbordaba la aglome- racion levé al concepto de «ciudad-regidn». Pero estos con- ceptos raramente se tradujeron institucionalmente, a pesar de su consideracién como ambitos adecuados para la plani- ficacién territorial. La ciudad metropolitana se ha desarrollado casi siempre por coronas sucesivas. Si la primera tiene los rasgos de la periferia y ha sido en gencral ¢l ambito de una minima insti- tucionalizacién metropolitana para la planificacién urba- nistica y la gestion de servicios (agua y saneamiento, trans- portes, eliminacién de residuos, policia. operaciones de vivienda, etc.), la segunda corona se ha apoyado en nticleos urbanos preexistentes, La paradoja del gobierno metropoli- tano se manifiesta precisamente entonces: la fuerza de la ciudad central se confronta con la de las autoridades locales de la segunda corona. Esta confrontacidn dificulta la crea- cion de estructuras de gobierno precisamente cuando éstas son més necesarias para dar coherencia a una gran diversi- dad de iniciativas promovidas por miltiples actores pabli- cos y privados. En los afios ochenta los efectos combinados de la compe- titividad econémica global y del progreso de los medios de comunicacién definen nuevos territorios urbano-regiona- les, de geometria variable y de una gran complejidad insti- tucional. Ello ha Ievado a una nueva definicion institucio- nal de la ciudad metropolitana que ha tendido a identificar su. ambito con el de los entes intermedios (provincias, departamentos, 0 equivalents). Es el sentido de algunas reformas en curso en algunos paises europeos, como Italia y Holanda. Sin embargo, las nuevas realidades econdémico-territoria- les van mas alla, desbordan las fronteras regionales y nacio- nales. Aparecen nucvos espacios esiratégicos, las macro- regiones y los ejes urbanos. Las mactoregiones son sistemas urbanos multipolares que Lichen sus pimtos fuertes en Jas ciudades metropolita- nas que los articulan. Aunque casi siempre hay wna ciudad 392 HGomeNG DELACEUDAD METRO mas potente, se da un cierto equilibrio cntre los centros de Jos sistemas urbanos macroregionales, En un ambito terri- torial superior aparecen los cjes o macrosistemas urbanos en los que se da tma mayor densidad de relaciones y, en algunos casos, sc definen objetivos comumes. En Enropa se ha hecho famosa «la banana», o eje principal de la econo- mia urbana, que se extiende de Londres al norte de Italia. Ow «banana» complementaria corresponde al sunbeltcuro- peo, que desde Barcelona (noreste de Espaiia) empalma con el extremo sur de Ia otra. Otros cjes, consolidados en unos casos (como ¢l del R6dano-Rin) 0 en proceso de cons- titucién (como cl arco Atlantico europeo) muestran ya una dierta cupacidad para inypulsar proyectos en comtn. En todos estos casos la gobernabilidad no depende de ka creacién de una institucion nueva, lo que resulta practica mente imposible en los actuales marcos estatales y que la geometria dinamica y variable de los espacios urbanoregio- nales harfa muy precaria. La gobernabilidad dependera de la capacidad de detinir y cjccutar grandes proyectos que hagan de estos espacios un territorio competitive y cohesio- nado. Es el reto de lo que se ha Hamado recientemente la metapolis (Ascher, 1995). (Pumain, D. et alia, 1991, Deltau, G., 1994; Berry, B. J. 1. 1976; Beli 1988; Chesire, P., 1994; Sallee, A., 1993; Hall, P., 1993: Taw- ton, R., ed., 1989; Martinoni, G., 1993: Lenoir, R., 1992; Cansoni., G., Boechi, A., Benni, J., Bettin, G., 1995; Charte de la citoy 1996; Aytintamiento de Barcelona, 1991; Ascher, F., Borja, Forn, M., Marcelloni, M., Parkison, M., 1992; Borja, J., De Fora, Borja, J., 1986.) 2, Bl COBIERNO DE LA CIUDAD La gobernabilidad del territorio ur bano-regional se plantea por lo tanto a tres niveles distintos: a) Nivel estratégico: el de la concertacién entre actores pubblicos y privados para la realizacién y gestién de grandes Toeat ¥ chow proyectos de infraestructuras y equipamientos. Es cl nuevo hinterland de la gran ciudad, pero también es muchas veces un espacio policéntrico regional. ‘b) FI nivel metropolitano: el de la cooperaci6n institu- ional para garantizar tanto la gestion como la promocién de la ciudad real o ambito de vida cotidiana de la poblacién activa. Tiende a ser wn supermunicipio descentralizado. ©) Elniyel ciudad-municipio o ciudad central de la region metropolitana. Es el Ambito politico en sentido estricto tanto porque esta gobernado por una institucién represen- lativa (cn general de eleccién directa) dotada de amplias competencias como porque atribuye valor de marca al con- jumto del territorio. Este nivel es la prueba politica por excelencia de la gobernabilidad de la ciudad hoy, aunque parezca una con- traciicci6n con lo expresado sobre la importancia del espa- cio urbano-regional. La ciudad central concentra a la vez las contradicciones y las principales potencialidades del terri- torio metropolitan, Posee un gobierno fuerte, proximo a los actores sociales y econémicos y con capacidad de nego- i con las otras administraciones ptiblicas. Tiene com- petencias casi universales y vocacién de liderazgo. Su inicia- tiva, o la falta de cla, marcaré al conjunto del territorio metropolitano y estructurara, aunque no siempre, cl espa cio estratégico. No sc trata de teorizar el dominio de la ciu- dad central sobre el hinterland o el area metropolitana, sino su responsabilidad promotora, gestora e integradora, que ya ha sido analizada anteriormente. Sin embargo conviene ahora watar de cuales son las formas politicas que permiten que se ejerza esia responsabilidad. La ciudad como oportunidad politica ‘uestra época, mneditica por excclencia, personaliza la representaci6n politica. Los alcaldes tienden a ser de elecciént directa (0 el cabeza de lista mas votado por lo menos). En las grandes ciudadles, la descentralizacion en distritos puede per- 294 feccionarse con la cleccin directa del presidente (que a veces forma parte del cuerpo de concejales), Se experimentan mulas de listas abiertas o de eleccion de wna parte de los con- cejales por barrios, mediante un sisiema mixto en el que kas listas de ciudad a kas que se aplica la proporcionalidad com- pensarian la distorsién representativa del sistema mayoritatio. En general, la legislacion electoral debiera limitarse a algunos principios basicos (sufragio universal, periodicidad, etc.) y reconocer a cada municipio el derecho a innoyar y a experi- mentar formulas diversas, segtin sus caracteristicas y la volun- tad politica de sus ciudadanos (el sistema electoral propio de cada municipio se someterfa a consulta popular). 2. Los partidos politicos que concurren a las elecciones nacionales no son necesariamente los que deben presentar se alas elecciones locales. La politica ciudadana no es la ta- duccién mimética a nivel local de las propucstas politicas nacionales e incluso de la cultura tradicional de los parti dos, En algunos paises (por ejemplo EEUU -en California y otros Estados de La Unién- 0 Canada), los partidos politi- cos, por ley © por uso, se limitan a manifestar su apoyo a unas listas © a determinados candidatos. A las elecciones municipales solamente deberian presentarse agrupaciones de electoresy candidatos individuales, que podran recibir el apoyo de uno o mas partidos asi como de entidades 0 colec- tivos de todo tipo. Fl voto: obligatorio, programatico y universal. Los cituda- danos tienen derechos y también deberes politicos. Pueden votar en blanco o nulo, pero no negarse a votar y reclamar Iuego sus legitimos derechos ante el gobierno municipal. Los candidatos tienen que comprometerse con un programa cuyo incumplimiento ~denunciado por un nimero minimo de electores- podria acarrear la tnhabilitacién para presentarse a las siguientes elecciones (si lo decidiera un tribunal ad hoe formado por representantes de la judicatura, del consejo municipal y de la sociedad civil). ‘Todos los ciudadanos que pudieran justificar un afio de residencia en el municipio, {nera cual fuere str nacionalidad, seran clectores, y dos aiios de residencia darian derecho alos extranjeros a ser clegidos. 295 Loca yrs A. La relacion administracién ptiblica-ciudadania. El dis- curso participativo es compartido por todos y en periocos electorales todas Las candidaturas lo venden barato. Sin embargo, crecmos que es prioritario para la mayoria de ¢’ dadanos facilitar sus relaciones cotidianas con las adiinistra- ciones pablicas. Proponemos que los ayuntamientos (en las grandes ciudades: los distritos y oficinas de barrio) hagan una ventanilla nica para el conjunto de la Administracién. Asi- mismo, las empresas suministradoras de servicios puiblicos (agua, gas, telefono, electricidad, ete.) debieran ofrecer con- juntamente una sola ventanilla y/o teléfono. En ningtin caso una administracién podria solicitar al ciudadano documen- tos 0 datos que consten en otro departamento o incluso en otra Administracién publica. Se podra admitir en muchos supuestos la declaracion oral con valor de documento pabli- 0. La Administracién municipal debe asimismo convertirse en abogade de oficio de los ciudadanos ante las otras admi- nistraciones ptiblicas y las empresas prestadoras de servicios. Para defender al ciudadano se crearan 6 aprobaran tribuna- les de arbitraje y conciliacion, consejos tributarios, oficinas de informacion y detensa del usuario, cartas de derechos a la intimidad y medioambientales, al empleo en servicios de pro- ximidad y de mantenimiento urbano, ala vivienda para jove- nes, eieétera, Todo ello sin perjuicio de que se cree una justi- ia municipal (sobre la base de jueces de paz por barrios que incluso podran ser cle eleccion directa) que resuelva los con- flictos vecinales, samcione la pequeia delincuencia urbana y las agresiones medioumbientales y a los espacios v equipa- micntos pitblicos, que proteja subsidiariamente los derechos de a ciudadania y que pueda actuar en otros casos, de acuer- do con las partes, mediante procedimientos arbitrales conc liatorios. 5. Por una democracia (elemvatica a nivel local, Aunque se ha difundido ta practica de la relacién telefénica con la Administracion, ésta debiera ser la regla y no Ta excepcidn, 's absurdo que lo que pucde hacer un comercio de barrio no lo pueda hacer un ayuntamiento. Pero no es suficiente Los ciudadanos ticnen derecho a una comunicacién interac- 296 BIO HELA CIDA AMLERBRUPOLEENSA tia con su administracién, tedricamente mas proxima. Hoy es un deber de los gobierno locales garautizar el cableado de La cindad y facilitar la interactividad del mismo. Jgnalnente, parece imprescindible democratizar et panorama audiovt sual autorizando y estinulando a los ayuntamientos a que potencicn las televisiones y radios de dmbite local gestiona das por colectivos sodales y protesionales. ‘Todo ello sin per- sicio de que paralelamente se apoye materialmente la vida ciativa, se realicen consulras y referendos por iniciativa popular y se desurrollen miiltiples formulas de cooperacion publico-privada en la gestion de equipamientos y servicios de proxim: La descentratizacion de la ciudad La descentralzacién politicoadministrativa de la gran ciudad y la organizacidn del drea metropolitana y en espe- cial de la aglomeracion, continuo urbano o «ciudad reab», son dos procesos que van indisolubiemente ligados, © que se relacionan dialécticamemte, Fs decir, amis emewopolita- nizacion» mas «esceniralizacion», y viceversa. La descentralizacién debe basarse en continentes 0 yonas territuriales (distritos) que tengan personalidad his- térico-geografica y/o socio-cultural, ¢s decir, que hagan posible la exisiencia o construcci6n de una identidad cole tiva, Asimismo, deberan tener ana imagen fisica lo mas clara posible (es mejor que sean arterias importantes las que delimiten los distritos, que unan uno separen) y cs deseable que scan polivalentes social y funcionalmente o pueda serio, Los distritos requieren wn tamano suficiente (de poblacion y de superficie) para hacer posible el cjerci- cio o gestion de funciones y de servicios. EI gobierno puede corresponder a un represemtante elegido de la ciudad (concejal) que acnie como delegado directo del alcalde v dirija, con un equipo politico-téeni- co, la administracién cjecutiva del distrito. La cleccion directa del presidente, bien por designacién de un conse- Local. v tonal 4. La relacion adminiswacion ptiblica-ciudadania. FI dis- curso participative ¢s compartido por todos v en periods electorales todas las candidauas lo venden barato. Sin embargo, creemos que es prioritario para la mayoria de ciu- dadanos fucilitar sus relaciones cotidianas con las administra- ciones piblicas. Proponemos que Ios ayantamientos (en las grandes ciudades: los dlistritos y oficinas de barrio) hagan una ventanilla Gnica para el conjunto de la Administracién. As mismo, las empresas suministradoras de servicios priblicos (agua, gas, teléfono, electricidad, ete.) debieran ofrecer con- juntamente una sola ventanilla v/o teléfono. En ningtin caso. una administracion podria solicitar al ciudadano documen- tos o datos que consien en otro departamento o incluso en otra Administracién ptiblica. Se podra admitir en muchos supuestos la declaracion oral con valor de documento publi- co. La Administracién municipal debe asimismo convertirse en abogado de oficio de los ciudadanos ante las otras admi- nistraciones piiblicas y las ernpresas prestadoras de servicios Para defender al ciudadano se crearan 0 aprobaran tibun: les de arbitraje y conciliacién, consejos tributarios, oficinas de informacion y defensa del usuario, cartas de derechos a la intimidad y medioambientales, al cmpleo en servicios de pro- ximidad y de mantenimiento urbano, a la vivienda para jave- nes, etcétera. Todo ello sin perjuicio de que se cree nina justi cia municipal (sobre la base de jueces de paz por barrios que incluso podran ser de eleccion directa) que resuelva los con- flictos vecinales, sancione fa pequeia delincuencia urbana y las agresiones medioambientales y a los espacios y equipa mientos piblicos, que proteja subsidiariamente los derechos de la ciudadania y que pueda actuar en otros casos, de acue: do con las partes, mediante procedimientos arbitrales conci- liatorios. 5, Por una democracia i¢lematica a nivel local, Aunque se ha difundicdo la practica de la relacian telefonica con ta Administracion, ésta debiera ser ka regia y no Ja excepcidn. absurdo que lo que puede hacer un comercio de barrio no lo pueda hacer un ayuntamiento. Pero no ¢s suficiente, Los ciudadanos tienen derecho a una comunicacion interac- 296 H-GoMHRNO DELLA CLD AD MPTROROITAN tiva con su administracion, tedricamente mas préxima. Hoy cs un deber de los gobierno locales garantizar el cableado de Ja ciudad y ria intcractividad del mismo. igualmente, parece imprescindible democratizar el panorama audiovi sual autorizando y estimulando a los ayuntamientos a que potencicn las televisiones y radios de émbito local gestiona- das por colectivos sociales y profesionales. Todo ello sin. per- juicio de que paralelamente se apoye materialmente ta vida asociativa, se realicen consultas y referendes por iniciativa popular y se desarrollen muhiptes formulas de cooperacién pitblico-privada en la gestion de equipamientos y servicios de proximidad. fac La descentralizacion dela ciudad La descentralizacién politico-administrativa de la gran ciudad y la organizaciGn ¢lel area metropolitana v en espe- cial de la aglomeraci6n, continuo urbano © «ciudad reab», son dos procesos que van indisolublemente ligados, 0 que se relacionan dialécticamente. Es de: emetropolita: nizacion» mas «descentralizacion», y vicevers La descentralizacion debe basarse en continentes 0 zonas tetritoriales (distritos) que tengan personalidad his torico-geografica y/o socio-cultural, es decit, que hagan posible la cxistencia.o construccin de una identidad colec- tiva, Asimismo, deberdn tener ana imagen fisica lo inds clara posible (es mejor que sean arterias importantes las que delimiten los distritas, que unan u no separen) ¥ es deseable que sean polivalentes social y funcionalmenic 0 puedan serio, Los disiritos requieren un tamaiio suliciente (de poblacion ¥ de superficie) para hacer posible el ejerci- cio o gestion de funciones y de servicios. El gobierno pede correspondey a un yepresentante elegido de la ciudad (concejal) que actiie como delegado directo del alealde y dirija, con tu equipo politicoréeni- co, la administracién ejecutiva del distrito. La cleecién directa del presidente, bien por designacion de un conse. Locat yeuona jo de distrito elegido, o bicn por parte de la opcién poli ca mayoritaria en la zona (lo cual rompe con el principio de unidad de gobierno municipal) es mas facil si sc asi nan al distrito funciones desconcentradas, estrictamente regladas y de participacion ciudadana, o si se inscribe la descentralizacién ciudadana én el proceso mas global de «metropolitanizacion» antes citado. En una ctapa inicial la solucién posi-blemente mas sencilla es la de un ejecuti- vo de distrito © barrio que responda a la mayoria de gobierno de la ciudad. El consejo de distrito asume funciones de impulso, segui- miento y control, de informaci6n, de consulta y propucsta, pero en general tiene pocas competencias decisorias (excepto en el supuesio de existencia de un gobierno metropolitano). Pucde ser interesante experimentar la cleceion directa del Gonsejo de distrito, segiin formulas que permitan la presentaci6n de candidaturas vecinales, indivi- diuales, etc., ademas de partidarias, Por ejemplo: cada elec- tor vota nombres hasta los dos tercios del total de puestos a cubrir para garantizar la presencia de minorias. Tampoco debe exchuirse la posibilidad de constituir ¢l consejo sobre Ja base del conjunto de entidades y colectivos existentes en el distrito, aunque entonces adquiere wn caracter mas cor- porativo y puede resultar menos representativo de la pobla- cién en su globalidad, si no se estimula al mismo tiempo el asociacionismo cle los residentes. La desconcentracién de competencias, funciones y servi- cios es un proceso politico-técnico relativamente complejo, que no puede improvisarse. La implantacién de cada «paque- te» de tansferencias debe estudiarse y aplicarse con rigor para que no se multipliquen los costes y las disfimciones Entre otras cosas debe tenerse en cucnta: a) La adecuacién entre funciones y servicios que se wansfieran y los medios técnicos, financieros, materiales y personales para ejercerlos, b) La articulacion de estas funciones y servicios descen- walizados y/o desconcentrados con los organismos centrales que deben asegurar la normativa basica, la programacion HL COWRSO DRA CIEDAD ate MORO ANA, del conjunto, la coordinacién en la ejecucién o gestién, la asistencia técnica y la evaluacion de resultados. c) La reestructuracién administrativa y la introduceién de nuevos sistemas y tccnologias de gestion, puesto que la nueva Administracion no puede simplemente reproducir la anterior. Por todo lo que hemos dicho, se deduce que no nos preo cupa centrarnos en la discusién académica entre descentra- lizacion y desconcentracién. Se propone, obviamente, una importante desconcentracién de funciones y servicios, pero en la medida en que éstos estén integrados territorialinente en una estructura de direccién politica, sometidos al control de una asamblea representativa y se posibilite una amplia participaci6n ciudadana, creemos que debe hablarsc de des- centralizacion, Las participacién ciudadana La participacién de Ja sociedad civil en el gobierno y en la gestion de la ciudad yuelye a estar hoy a la orden del dia. A las razones generales, comunes a otros momentos histéri- cos (democratizacién politica, exigencia social de los secto- res sacrificacos por el desarrollo urbano, reivindicacién de identidades colectivas) se han afadido otras mas actuales como son: a) El erecimiento de la ciudad y cle sus actividades multipt- ca los problemas de calidad de vida y aumenta las demandas de bicnestar social de los residentes y de los usuarios de la cit dad, La problemuiticas tienen dimensiones cada vez mas espe- cificas y las demandlas proceden de grupos heterogéneos. Las ofertas piiblicas deben diferenciarse y es necesario que se expresen claramente las demandas para adecuarse a ellas. La regulacién de éstas, que en muchos aspectos pueden ser con- wadictorias, requicren mecanismos de participacién mrilti= ples, tanto en los procesos de elaboracién y de deliberacién como en los de ejecucién y gestion. La participacion cindada- na.es hoy un requisito indispensable de la democracia local, 299 Loca yetonst b) Ta inultipticidad y la diversidad de fumciones y servi- cios que realiza la Administracion producen anos costes cada dia mas dificiles de asumir y ticnden a generar estrie- tras burocriiticas cada ver menos eficientes econémica y socialmente. La cooperacién pliblico-privada en sus diver- sas formas y dimensiones (desde la participacién de tos grandes agentes econdmicosy sociates on el plan estratégico hasta la colaboraci6n cle colectivas de base 0 de individuos -mediame el voluntariado © remuneraciét— en la realiza cidn de prestaciones sociales, como por ejemplo, atencion a la iereera edad) es hoy un mecanismo indispensable de la gestiGn pitlic La gestion particiyativa es una necesidad funcional c) La indudable crisis de la democracia representativa puerie ser compensada, por lo menos en parte, en ef Aubita local donde se da ima relacién directa y continuada cntre elector ¥ clegido, catre gobernante y personalizacién. comunicacin y control de da representa Gién politi @) Los procesos de marginacién y de exclusi dan pennancntemente en nnestras soci ims proximos, mas graves muachas veces en las grandes cia dades, puecten ser combatidos mis elicannente en ambitos territoriales locales, donde es posible combinar la actuacian integral, Ja proximidad social y la solidaridad inmediata, Todas estas razones nos llevan a plantearnos la urgencia de un desarrolio politicolegal de a participacién ciudada na, condicién de su eficacia general. La juridicidad de Ia participacién obliga a los Ineriesy refuerzaa los débiles La participacion ciudadana plantea en muchas ocasion nes problemas de dificil solucién si se iata de garantizar o de evaluar la representatividad de los colectivos 6 de las aso- ciaciones que se relacionan con el gobierno y la administra: ci6n municipal. En algunos casos se requiere una regula i6n rigurosa: por cjcmplo ci namero de asociados o de firimas para promover una consulta popular, En otros casos se debe acttar con el mayor pragnuatismo yadccuacién ala situacién concreta: por ejemplo, la comision de seguimien- 300 to de un plan especial © de un prograna social, Los interlo- cuitores, cn estos casos, se determinan por ser los interesa~ dos directos o por su capacidad de intervencién, La parti paci6n, tanto en los barrios como en el ambito municipal, requiere la constitucién de organismos de caracter secto- rial, por ejemplo consejos econdmico-sociales, de bier social, de seguridad ciudadana, de transportes y cién, etc. La representatividad de las entidades participan- tes en estos organismos se determina tanto o mas por la ini- ciativa que se manifiesta en ellos que por el mimero de asociados, Los objetivos primordiales de la participacidn son: a) Desarrollar la participacién en la definicién de pro- gramas y proyectos, en la ejecucion de las obras y en la ges- tin de los servicios municipaies: audiencias piiblicas sobre cl programa cuatrienal, facilitar la consulta popular por dis- tritos 0 barrios, experimentar nueva formas de participa- cién ciudadana sectorial en los grandes servicios y empresas municipales y, sobre todo, multiplicar los canales de comu- 6n con la ciudadania, generalizando la utilizacion de nuevas tecnologias. Por ejemplo: experimentar la consulta telematica en los distritos. b) Promover fa iniciativa y el voluntariado a partir de programas y campafias especiales que estimulen y orienten las energias sociales hacia objetivos de interés colectivo debatidos piblicamente, c) Reforzar el tejido asociativo mediante una politica de apoyo a las entidades que les permita mejorar su capacidad técnica y adminisirativa y las haga competitivas en cl momento de manifestar opiniones, realizar actividades o gestionar servicios de caracter general o para sus asociados, (Borja, J., Castells, M., Dorado, R., Quintana, 1., 1990; Avante miento de Barcelona, 1990; Roncaylo, M.. 1990; Curti, F., Diappi, L., 1992; Vourg’h, C., Marcus, M., 1993; Charte Européenne des femmes dans ta Cité, 1994; Alape, A., 1995; Ventura, Z., 1995; Polese, M., Wolfe J. M., 1995; Consejo Territorial de Plancacion Samalé de Bogota, 1995; Ziceardi, A., 1995; Carrion, F., 1994; Concha, A., 3OL Loca veronar Cartién, F., Cobo, G., 1994; Sivaramakrishnan, K. C., 1996; Dueci, M. F. 1995; Intemational Social Sciener Journal, 1996; Rodrigner, A., Winchester, L., 1996; Borja, J., 1996¢; Sachs, C., 1996; Borja, J 1987; Alemany, J., Borja, J., 1986; Castillo, H., Navarro, B., Pers, M., Plaza, 1, Wilk, D,, Ziecardi, A., 1996; Inchicste, 1994.) CONCLUSION A mode de conclusién proponemios siete principios para Ia actualizaci6n de la demoeracia local y los derechos de la ciudadania, que forman parte de un documento preparado por el autor (Borja, 1995) por encargo de la delegacion espafiola a la Conferencia Habitat TT. Por un desarrollo de los derechos de los gobiernos locales y de la ciudadania La evolucién de los derechos de la ciudad y de los ciuda- danos va unida a los procesos de globalizaci6n a nivel mun- dial y de urbunizacién a nivel nacional y regional 1. Derecho a la participacion en la vida internacional, Los gobiernos locales son hay, de hecho, actores en Ja vida interna- cional por la importancia de las relaciones econémicas y cultu- rales entre territorios subestatales, por la funcién que tienen (0 sufren) respecto a los procesos migratorios, por ka necesi- dad global de que se corresponsabilicen de los compromisos entre crecimiento cconémico y sostenibilidad medio ambien- tal y por su funci6n real y potencial de integracién socio-cultu- raly de participacin politica. Por ello es necesario reconocer alas ciudades, asus gobiernos ya su sociedad civil tanto ¢l dere- choa establecer relaciones, constituir redes y participar en aso- ciaciones internacionales, sin mediatizacién de los gobiernos cenirales, como a participar por medio de sus organizaciones yepresentativas en el sistema de Naciones Unidas. 2. Derecho a la innoyacién politica, incluyendo la defini- cién de los sistenias electorales y de organizacién, en las for- 302 mas de gestiGn de servicios y en los mecanismos de financia- cidn, en un marco de principios basicos (por ¢jemplo, sulra- gio universal). 3. Derecho a asumir competencias tradicionalmente propias de la administracin central o del sector privado: en seguridad ciucladana y justicia, en promocion econémica y generacion de empleo y en el desarrollo de tos nuevos medios y tecnologias de comunicacion especialmente. 4. Los gobiernos locales por su parte deberan garantivar a Ios ciudadanos la igualdad politica y juridica, sea cual fuere su origen nacional o étnico. 5. Asimismo se promovera la igualdad de sexos en todos os niveles del gobierno local y de la vida asociativa. 6. Los gobiernos locales promoveran la vida colectiva y el asociacionismo de todos los grupos sociales, especialmente de aquellos que requieran mas atencién publica por su bajo nivel de integracién social urbana. 7. Finalmente la gran ciudad, su gobierno y su sociedad il, asumiran su funcién de centralidad en los ambitos regional y nacional, tanto como un derecho a recibir un trato especial de los organismos nacionales ¢ internaciona- les como un deber de garantizar el uso de Ja ciudad a lay poblaciones de la region y de la nacion (derecho ala meué- polis de toda la poblacion). La ciudad la hace mas la gente que el mercado o la Admi- nistracion. 303 A continnacién restmimos los principales mecanismos participativos clabarados en el marco del proyecto de carta o ley especial de Barcelona (Proyecto ele Carta Municipal, 1991). Se contemy an y desarrollan aquellos derechos reconocidos por la legislacién bisica y que son ya inherentes a la condicién de ciudadania, Asimismo, bay que destacar el aspecto innovador que representa el reco- de derechos sociales urbanos, muy relacionados que tienen como objetivo ta defensa del ciudaca- nocimiento de una se con Ia caliclad de v na frente a los problemas de nuevo tipo originados por el desarrollo urbano © que hasta ahora no se han contemplado plenamente desde et punto de vista local, Privacidad, seguridad ciudadana, indefension ante grandes empresas de servicios, son temas que se quieren abord: carta desde el conveneimiento de que la administracién local, conjunta- en la mente con los ciudadanos, organizados o no, es el mejor marco para tratamiento espectfico sin perder, al mismo tiempo, la visi6n global de los problemas urbanos. 1) Comunicacién eintormacién, Para hacer efectivo el derecho de los vecinos a recibir la mayor informactén sobre las actividades muni Ja carta establece que las Administraciones del Estaclo otorgarén al muni- cipio las aulorizaciones 6 concesiones necesarias para la instalacién emisoras de radiodifusién y televisiones municipales, que podrén realizar todas aquellas actividades que fe aseguren la suficiencia de recursos. Se contempla asimismo el derecho de los cludadanosa utilizar estos medios 2) Informacin piblica individualizada. Aprovechando experiencias similares ya realizadas por e] Ayuntamiento, se contempla la formula de ia inlormacién piiblica individualizada, Mediante este mecanismo, sin prejuicio de la utilizacién de los canales preceptivos ele informacién pliblica, se pretende que los ciudadanos en general 6 los colectivos afec- tadox puedin ser jnformados de la uctuacion municipal al tiempo que expres su conformidad 0 disconformidad y las posibley sugerencias. La inferernac on pillica individualizada es, por tanto, un institut que pee mite la participaciéin inclvidual o colectiva, hien a través de grupos infor- maleso die asociaciones estrucrurads 304 ~ Individualizaida, media ;nte boletines enviados a toda la poblacion o a colectivos especificos y la creacién de teléfone y burdn abierco. ~ Colectiva, mediante encuestas a grupos con deterininactas seas de identidad © signos diferenciados propios (grupos iuformales), ~Colectivos asociados, a través de las consejos de partieipacin, ~ Territorializada, para conocer las diferencias de opinion y deman- as en los diferentes disiritos. 3) Consulta ciudadana. Que reconoce el derecho de tado ciudadano 4 ser consultado, la Carta contempla ia capacidad de convocatoria de Lipo de consulta. Como avance mis significative respecto a la nermativa te vigente, al amparo de la cual ya se ha experimentado esta f6rmula, se pro- pone que el pleno del consejo regule ambas figuras y que, en el caso de consultas que afecten al ambito de un distrito, se puedan convocar a ins. tancia del 1 por ciento de los residentes en el mismo 4) Derechos de sugerencia, peticién y queja. Son derechos ya recono- enicia de umn libro al efecto en cada distrito) y que la Carta Municipal consagra, afiadiendo et derecho a que sean diftandlides por los medios de comunicaci6n a disposicion del Ayuntamiento. 5) Audiencia piblica. Fl Ayuntamiento se obliga a realizar anualmen- te audiencia pablica sobre el programa de actuacion o su revision, los presupuestos municipales y las ordenarzas fiseales, & bien se plantea la posibilidad de ser soticitada por tos ciudadanos a titulo individual (mediante pliego de firma) o colectivo (entidades 0 conjunto de entida- des que acrediten un minino de asoci competencia municipal. 6) Iniciativa ciudadana, Se mantiene [a iniciativa ciudadana como, aportacién de medios econdmicos, bienes, derechos o trabajo personal actos) sobre cualquier materia de para la realizacién de actividades de interés municipal, para lo cual los distritos habriin de dotar anualmente una partida prespuestaria, 7) Ini ¢ amplia el concepto de iniciativa cinda- oponer la aprobacién de reglamentos, a tr ra reglamentaria dana a fa capacietad para pa vés de los consejos de distrito o sectoriales o por iniciativa de un grupo promotor que cuente con el respaido det | por eiento de fos empadronae dos mayores de IG atios. 8) Gestion civica de infraestructra y equipamientos, $i ta iniciauiva nde ciucladana se jrrevé para aquellas aetuaciones no previstas por el pl actuacion municipal, la gestion civica ve crea cone una meva forma de Jos tilramos: intervoncién de fa ciudartania en Ja gestion municipal. Loew verona aiios se ha experimentado positivamente la gestion directa, por parte de los ciutehadanos, de equipamientos de competencia municipal. Esta f mula se ha desarrollado especialmente en el caso de los centras civicos, equipamientos deportivos y centros tle j6ventes, Ahora se trata dle avanzar en el protagonismo de la ciudad y la Carta Municipal propone que las ‘organizaciones y entidades de cardcter civico puedan participar también en la gestion de servicios, equipamientos 0 infraestructuras cuya titular dad corresponde a otras administraciones publicas (p cjempto, puerto y aeropuerto), a los que, organizaciones como sindicatos, Camara de Comercio y asociaciones de usuarios, paedan aportar un mayor dinamis- mo ¢ iniciativa yen los que la ciudad, a través del Ayuntamiento y de estas entidades debe adquirir un mayor protagonisino. 9) Campaiias ciudadanas y cooperacién municipal. La respuesta a ‘es problemas sociales (drogas, seguridad ciudadana, marginalidad, etcétera), la capacidad de aplicar medidas para mejorar (0 evitar la lacl de vida urbana (trafico, medio ambiente, patri- monio arquitecténico, higiene y limpieza, etcétera), la promocién social yeultural de la ciudadania (en general o por grandes grupos), todo ello requiere la realizacién de campaias que permitan articular la cooper cién ciudadana mediante formulas diversas. Por ejemplo, apoyo pitblico iduales («Barcelona ponte guapas: rehabilitacién ciuda- dana), colaboracin organizada en estructuras mixtas (Consejos de Segu- ridad Ciudadana por Distritos) 0 por encargo de s social a grupos privados (cooperativas de asistencia domiciliaria), campa- vicios de caracter fias de promocién de actividades ligadas a una equipamientos (difusién del deporte, limpicza y nejora de los servicios y coeso a las playas, orga- acién de visitas a los museos 0 a las obras de la ciudad, etcétera). Estas campaiias permiten innovar en los mecanismos de comunieacién, Supe tivachudadana, 10) Organisanos de consulta y participacién, Con el fin de ser consul: tados por los érganos municipales y proponer conjuntamente soluciones a los problemas planteados, se confirman en la Carta Municipal los Con- sejos Consultivas Territoriales (de dmbito de ciucladl o distrito) y los Con- sejos Secroriales. En la actualidad, adenvis de los Conscjos de Entidades de Distrito, estin ya participando en la gestion munic racién yapayoa lank ial Consejos Secto- riales, como los de bienestar social, de la juventud, escolar, deportes, ete Por otza parte, existe la posibilidad de creacion de consejos consultivos de caricter puntuall Asi se ha actuado con motivo de la redaccién del S & FL. GOMHeRNO DE LA CDAD MELROPOLITANS plan estratégico o del propio debate de la Carta Municipal. Tanto en uno Como en otro caso, se posibilita la ereacién de Consejos Consultivos de caricter puntual. Asi se ha actuado con motivo de la redaccién de! plan esiratégico o del propio debate de la Carta Municipal, Tanto cn uno como en otro caso, se posibilita la representacién de entidades o de ciu- dadanos individuates que estén dircctamente rekacionados con el sector del cual se uate. Mas adelante expondremos sucintamente las caracteris- ticas de tes consejos de reciente creacion que nos parecen especialmen- te inmovadores: justicia municipal, uibutario y de bienestar social. 11) Derecho a la intimidad, La informacién tiene una doble vertien- te, Siantes hemos explicado el derecho de los ciueladanos a estar infor magios, no podemos olvidar que las administraciones recaban, en el ejer- cicio de sus funciones, una cantidad cada vez mayor de informacion sobre los ciudadanos, En la Carta, el Ayuntamiento de Bareclona se obli- ge 4 garantizar la intimidad y privacidad de los ciudadanos mediante la regulacion de la utilizacién de registros, padrones y otros instramentos pablicos, asi como antes de la utilizacién de cada nueva tecnologia para Ja gestion municipal. 12) Acceso de la ciuctadania a la Adinit procedimiento administrativo. Con el in de lograr una mayor uanspie rencia y accesibilidad de la Administracién, se han realizado ya mejors significativas en las relaciones Administracidn-eiududanos y se han inwo- ducido algunas normas innovadoras en el proyecto de cart En este sentido, s¢ establece que el Ayuntamiento no exigira alos ciu- dadanos que aporten datos que ya consten en la propia Adiinistracién, se admiten declaraciones verbales relativas a sus circunstancias persona istracién y transparencia del les sin aportacion justificativa, se propone generalizar la «wventanilla ‘inica» en materia de autorizaciones y solicitudl de servicios, como suicede en laactualidad en materia de agua, gas electricidad. Ademas de las propuestas recogidas en la Carta Municipal, se estan iniejorando servicios ya existentes como el «LO, Barcelona Informa © las Oficinas informativas de los Distritos y se experimentin nucvas actuaciones como el «Telétono 900» para la realizacién de determinadas gestiones administrativas. 1) Carta de Derechos Medioambientales. Bareclona, como toda ny gran ciudad, es un sistema complejo con multitud de interrelaciones. Los sistemas, y la cintlad no es una excepeién, provocan disfunciones. Asi, mbiental y parte de la materia y energia se convierte en contaminacién 307 Locat¥ eLoBAL residnio, ¢1 transporte provoca contaminaciOn sonora, muchas formas de publicidael, contaminacion visual, etc. El conjunto de todas estas distun- ciones se convierten en agresionesal medio ambiente urbane. Por eso, la Carta Municipal compromete a la Administracin a redac- lar una Carta de Derechos Medioambientales que determine y garantice estos derechos a todos tos ciudadanos de Barcelona. Una carta que contemple consideraciones medioambientales en Las estrategias de planificacién; que garantice un uso prudente y racional de fos recursos rnauutrales: que sea una herramienta importante en la conser- vacién, proteccién y mejora de la calidad de! medio ambiente; que, reco- giendo la experiencia de las ordenanzas sobre proteccién del ambiente y la calidad de vida, sirva para proteger a los ciudadanos de las agresiones que se hacen a su entorno, ya sea contaminacion atm sfériea, sonora 0 de las aguas; y, en definitiva, que al proteger el medio ambiente u garantice la sensiblidadl ecolégica y medioambiental de todas ciones que se hagan en ta ciudad. Por otro lado, el Ayuntamiento podra establecer sistemas cle colabo- racién y concertacién con entidades piiblieas y privadas y con los ciuela- danos individuates, para asegurar la adaptaci6n de las politicas medioam- bicntales a las necesidades de la ciudad. Esta colaboracién podra tener componentes econémicos y/o efectos en el importe individual de las tasas 0 contribuciones, de forma que se pueda castigar o premiar las acciones que afecten al medio ambiente, 14) Defensa de los ustiarios y consumidores. Otro aspecto innovador esel reconoc fender los (ere niento de la capacidad municipal para di ses de los ciudadanos ante las grandes empresas, piiblicas y privadas, suminisiradoras de servicios piiblicos. La carta reconoce asimisma: la defensa general del cinidadano en tanto que consumidor, asu competenias de inspeceién y sanc presentucion, publicidad, etc, promoviendo la colaboraciou de entids- des y organismos del sector, Fl Ayuntamiento asumiri la proteccién ee los ciudadanosante empr sas constructoras y de servicios pitblicas, y participara en los Grganos de gobiemo de las empresas concesionatrias de servicios pitblicos (agua, gas. electricicad, tclecomuiicaciones). Uno de fos instrumentos para dese rrollar estas funcioues, es el Tribunal Arbitral de Consumo, previsto em Ja Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios. Este tribunal se configura como un érgano arbitral para resolver, de oficio © a instan- 308 cia de parte, las reclamaciones y quejas que se formnien respecto a la prestacion de productos y servicios, El sistema arbitral se basa en Ia sumi- sion vohuntaria de los consumidores y las empresas a un atbitraje que resutelv los conlictos utilizando criterios de equidad y conciliacion. Fn su composicion estarin presentes representantes de los consumidores y dle las empresas. Los lauclos arbitrales son inmediatarente ejecutives, sin «que existan segundas instancias en este procedtimiento, 15) Consejo de Justicia Municipal. Ya hemos hecho referencia a los consejos sectoriales en la gestién local, pera, par su earicter especifiea y Jo que signitica de innovadar, hacemos especial mencidn en este aparta- do del Consejo ce Justicia Municipal, cuyo principal objetive es supervi- sar el furicionamiento del tribunal y de losjuzgados mnunicipales. En este sentido, el consejo informara previamente, entre otros aspectos, sabre la Ajucion y modificacién de la plantilla de jueces municipales. Asimismo, elevard anualmente una memoria, de su propio funcionamiento y del Tribunal Municipal, al Ayuntamiento y al Consejo General det Poder Judicial. [a carta prevé que el Consejo de Justicia Municipal sera presidi do por elalealdey lo compongan, enire otros, el presidente det Tribunal uperior de Justicia de Cataluiia, cl liscaljefe del Tribunal Superior de Justicia de Catahaiia, el presidente del Tribunal Municipal, un represen ante del Consejo General del Poder Judicial, de ka Seguridad Pablica del Estado y de la Generalitat, de los sindieatos y de organizaciones vecinales ycolegios protesionales. 16) Seguridad ciudadana. Para la consolidaciéu de un modelo de segmridad ciuedadana que suponga la actuacién no sélo en el terreno de fa represién, sino también cn el de la prevencién y el (omento de fa partici= pacién-solidaridad civdadana, la carta contempla la constitueién del Con- sejo Municipal de Seguridad Cindadana y Prevenci m de la Delincuencia, presidido por of alcalde, como érgano de participacién en esta materi Este consejo tend una composicién mixta, como el anterionmente cite do de Justicia Municipal y, en el futuro, incluso podrian integrarse. En el actual consejo ya participan las onganizaciones sindicales, empresariales, gremiales, vecinales y profésionales, junto con los representantes del Aynintamiento y del Gobierno il, de la policiay de ta jnsticia. Kste cone sejo podra tencr aileance metropolitano si asi lo acucrdan los yuntamien- tos interesacios o Ios entes supramunicipales de la conurbacion, La Junta Local de Seguridad, cuya presidencia la carta asigua all aleal- de, como ya establece la ley estatal, es el drgano de coordinacién de los 309, cia de parte, las reclamaciones y quejas que se formnien respecto a la prestacion de productos y servicios, El sistema arbitral se basa en Ia sumi- sion vohuntaria de los consumidores y las empresas a un atbitraje que resutelv los conlictos utilizando criterios de equidad y conciliacion. Fn su composicion estarin presentes representantes de los consumidores y dle las empresas. Los lauclos arbitrales son inmediatarente ejecutives, sin «que existan segundas instancias en este procedtimiento, 15) Consejo de Justicia Municipal. Ya hemos hecho referencia a los consejos sectoriales en la gestién local, pera, par su earicter especifiea y Jo que signitica de innovadar, hacemos especial mencidn en este aparta- do del Consejo ce Justicia Municipal, cuyo principal objetive es supervi- sar el furicionamiento del tribunal y de losjuzgados mnunicipales. En este sentido, el consejo informara previamente, entre otros aspectos, sabre la Ajucion y modificacién de la plantilla de jueces municipales. Asimismo, elevard anualmente una memoria, de su propio funcionamiento y del Tribunal Municipal, al Ayuntamiento y al Consejo General det Poder Judicial. [a carta prevé que el Consejo de Justicia Municipal sera presidi do por elalealdey lo compongan, enire otros, el presidente det Tribunal uperior de Justicia de Cataluiia, cl liscaljefe del Tribunal Superior de Justicia de Catahaiia, el presidente del Tribunal Municipal, un represen ante del Consejo General del Poder Judicial, de ka Seguridad Pablica del Estado y de la Generalitat, de los sindieatos y de organizaciones vecinales ycolegios protesionales. 16) Seguridad ciudadana. Para la consolidaciéu de un modelo de segmridad ciuedadana que suponga la actuacién no sélo en el terreno de fa represién, sino también cn el de la prevencién y el (omento de fa partici= pacién-solidaridad civdadana, la carta contempla la constitueién del Con- sejo Municipal de Seguridad Cindadana y Prevenci m de la Delincuencia, presidido por of alcalde, como érgano de participacién en esta materi Este consejo tend una composicién mixta, como el anterionmente cite do de Justicia Municipal y, en el futuro, incluso podrian integrarse. En el actual consejo ya participan las onganizaciones sindicales, empresariales, gremiales, vecinales y profésionales, junto con los representantes del Aynintamiento y del Gobierno il, de la policiay de ta jnsticia. Kste cone sejo podra tencr aileance metropolitano si asi lo acucrdan los yuntamien- tos interesacios o Ios entes supramunicipales de la conurbacion, La Junta Local de Seguridad, cuya presidencia la carta asigua all aleal- de, como ya establece la ley estatal, es el drgano de coordinacién de los 309, Locanyenona, diferentes cnerpos policiales que actéian dentro de! término municipal, Esta junta estard complementadla por las Mesas de Coordinacién Policial de Distrito, presididas por el concejal-presidente del mismo, que ya han comenzado a funcionar cn nuestra ciudad. 17) Consejo Tributario. El consejo Tributario es un érgano especiali- zado adscrito al Arca de Finanzas. Esta integrado por expertos de recono- cida competencia téeniea en materia uibutaria. Fire sus funciones des: vaca la de informar la propuesta de resolucién de los reeursos y reclamaciones presentadas por los ciudadanos contra actos de cariicter tributarie, El cousejo tiene la facultad de elaborar una propuevta de reso lucidu que, si bien no tiene caricter vineulante, puede ser asumnida por los drganos decisorios del Ayuntamiento, come asf ha sucedide regular- mente desde su implantacién. 18) Plan estratégico. La vision integral de la ciudad que ofrece la Carta, como marco de referencia de soluciones a la problematica de una gran ciudad, plantea nuevos aspectos en cuanto a la gestién det territo- rio, Se asume la concepci6n de la planificaci6n estratégica, como sistema de referencia para la definicién de los elementos @ ubicar en el terriorio y como formula para el establecimiento de. previsiones sobre los tipos & intensidad de actividades descables en la ciudad y su distribucién. Yeso sin contradecir la finalidad del planeamiento territorial como instrumen- to para la ubicacién fisiea de los elementos de la estructura de los siste- mas y de la ordenacién urbana, relacionadas estrechamente con su fin cidn econdmica o soci Los sistemas dc planificacién estratégica representan, ademas, un ins tumento muy valido para la coordinacién y priorizacién de las actividades, sobre el territorio de otras administraciones, asi como para el estableci- micnto de las bases de cooperacién piiblico-privaca en acciones concert das, E marco de un plan estratégico garantiza asimismo la transparencia y el debate piiblico en ta definicidn y priorizacién de los grandes proyectos urbanos. 19} Participacién pablica en el urbanisino municipal. La informacion pitblica de los insttumentos de planeamicnto debera hacerse de forma que suponga el mayor conocimiento de st contenido por parte de los ciudadanos, a uavés de los mecanismos de publicidad reglamentados 0 de nueva implantacién (exposiciones, conferencias, etcétera) teniendo en cuenta la necesuria descentratizacion de la misma. Ampliando meca nismos antes mencionados, se procederit a la articulacién del concept 10 FL GOPENO DEEA CHUB AD: WEINOFOLITANA, de la Gomisién de Seguimiento, en ios casos necesarios. También se hace imprescindible la memoria urbana en los planes urbanfsticos ¥ proyectos de obras que, especificando los usos y necesidacles de estos planes y pro- yeetos, sera realizada conjuntamente con los vecinos mediante los mentos de participacién. Se utilizarén tanto los medios clésicas que tie- nen mas valor comunicative (como las maquetas), como las nuevas posibilidades tecnologicas (video, cable) 20) Servicios sociales. El municipio organiza la oferta de serv 8 sca les bajo el principio de considerar este servicio como un derecho de todos los ciudadanos, en la perspectiva de la promocién de la igualdad de oportu- nicades,y la mejora de la seguridad econmica y social de los chudadanos. En el marco de esta concepcién politicay para garanticar los minimos sociales, el Ayuntamiento ha desarrollado una accién positiva hacia las personas y grupos menos favorecidos, huyendo del asistencialismo, desa- rrollando los recursos propios de las personas yes grupos, y potenciando su participacién en la vida activa del municipio. Para que pueda darse la partieipacién es preciso: ~ Que estén territorializados, tanto los primarios como los especia zadlos, y estrechamente ligados al resto de servicios personales para con- seguir una atenci6n integral al individuo, grupo o comunidad. ~ Conseguir una red coordinada, ya sea para la calidad de la prestar ci6n del servicio, como para la necesaria cooperacién piiblico-privada, muy importante en este ambito. 21) Sectores de poblacién, objeto de especial atencién social. Hay colectivos de poblacién que por sus caracteristicas personales y sociales encuentran un especial grado de dificultad para mantener nive males de interrelacin e imtegraci6n a la vida ciudadana. Es un conjunto de poblacién que son usuarios, o- potencialmente usuarios, de los programas especializados y comunitarios que configuran es nor. la red de servicios sociales micipales y que necesitan una especial aen- cién social, a) Minorias étnicas, extranjeros, inmigrados y refugiados, La presen- cia de extranjeros no ha de valorarse de forma negativa, como una ame- naza 0 como una fuente de tensidn social, sino como una posibilicad real de didlogo, expresién de cooperacién internacional y enriquecimiento social y cultural de la propia ciudad. Para garantizar el respeto y la defensa de los derechos de Jos inm grantes extranjeros y de las minorias étnicas, sin ningén tipo de discri @ Loca votes nacién, es voluntad del Ayuntamiento realizar todo to que sea posible para respetar y hacer respetar estos derechos. Por eso, la Carta Munici- pal, en la linea que recogen los trabajos de la Comisidn de Investigacion del Racismo y la Xenofobia del Parlamento Europeo y también del ‘Grupo de''vabajo de Extranjeros y Refugiados del Consejo Municipal de Bicnestar Social, establece cl derecho a voto en las elecciones immicipa- Jes de todo extranjero inscrita como residente en cl registro competent, Hasta que no pueda ser efective este dcreclis, cumpligndose las condi- clones qne marca ta Constivucién espafiola, el propio Ayuntamiento se compromete en ta carta a regular alytin procedimicnto para que los (xtranjeros pueda tener representacion en los érganos de participacin: Adems de las poli de los iumigrantes extranjeros y las minorias étnicas, es cl derecho efecti- icas sociales que realiza el Ayuntamiento a favor vo de sufragio consagrado cn la carta, la muixima garantia de integracion en nina sociedad que se prefigura multiracial y multicultural, b) Poblacidn dle paso o némada. La existencia de un sector de la poblacién con tna forma de vida némada no es un fendmeno micvo. Pero tiltimamente, esti adiquiriendo em foda Europa una importaticin ereciente, Formas de atencidin hacia este sector social estan ya en marcha, Asien Francia (en donde ia poblacién némada se estima en 250,000 personas) luna orden ministerial hace que torlas las poblaciones de més de 5.000 nies reserven espacios acondicionados para ellos. En Espaiia, Sevi- iniciacio ya la preparacién de una espacio de estas caracteristicas. carta, a pesar de que cl fendmeno en Barcelona hoy no es impor- ante, lo Lene previsto. Asi, salvado la endémica falta de suclo en La cite dad, la carta plantea la reserva de los terrenos de propiedad municipal, siempre quc uo dliticulten ta ejecucién de planes, para la ubicacién de Personas transejiutes, reglamentando la alcaldia las condiciones tempor rales yde uso, ©) Gran pobreza, La carta, en el apartado de servicios sociales, p: del principio de ignaldad. can el objetiva de prevenie y eliminar ‘otros, las diferentes formas de marginaci6n social y econéinica ie entre La gran pobreci es un fendmeno basicamente de las grandes cinda- des que, en algunos casos (como los homeless en Nueva York), tevisten carictor de epidemia social. Es por esta consideracion de problematica de gran ciudad que, de la misma forma que en ot1os muchos campos de los servicios sociales, la 312 HL GOBIERNO DE-LA CIUDAD At: ROPOETTANA. Carta prevé una amplia asuncién de competencias. En este caso concre- to, cou la voluatad de intervenir en los procesos de rehabilitacion social que sirven para, sin crear una dependencia de las personas hacia la ten cidn de la administracién, ponerlosen una actitud dindmica de salicla de este mundo. Notacomplementarix: Hay otros seetores de poblacién que son especialmente vulaerables y/o que sufren diseriminaciones varias: tercera edad e infancia, parados de larga dunacion, mujeres dependientes, diseapacitados y elrogadictos, etc, Estos grupos, cuya sola enumeracién es suficiente para comprobar st importancia (sumados can una mayorfa de poblacién). Son o debieran ser la principal «clientela» de los mecanismos de participacién de earde- ter general, Aunque requieren también mecanismos especiticos ligaclos a los programas pitblicos que les afecten. Fuente: Borja, J. et alia, Proyecto de Carta Municipal de Barcelona, 1991. Loew yotouut Fl voto de los extranjeros ¢s un problema de gran actualidad. Mante- ner a una parte significativa de la poblacion que reside y wabaja en la eiu- dad sin derechos politicos repugna cada vez mas a la conciencia demo- critica y ademas dificulta el de por si complicado proceso de integracién socio-cultural de una inmigracion que sean cuales fueren las razones por las que abandoné su pais. (politicas, socio-econémicas, religiosas) se encuentra en condiciones de marginalidad. Por otra parte, la concesién de derechos sociales y politicos locales encuentra fuertes obsticulos poli- ticortegales y puede suscitar reacciones sociales contrarias que acaben produciendo efectos opuestos a los buscadlos. Por otra parte, una politica unilateral puede, ademas, crear fuertes diferencias entre ciudades y agra- var los problemas de aquellas que apuestan mas decididamente por una politica de integraci6n. A pesar de todo, creemos que hay que encontrar formulas para garantizar la participacién social y politica de los extranje- ros que leven residiendo un afio o mas en la ciudad, incluyendlo el dere- cho voto en las elecciones locales. La politica de integracion de la ami- gracién debe plantearse a nivel global puesto que es un problema comin yno especifico de cada ciudad. Sin embargo conviene estudiar diversas férmulas que han aplicado diversos paises 0 ciucades: a) Allgunos paises reconocen el derecho de voto en los extranjeros residentes sin esperar reciprocidad o que se generalice en el area politica y econémica a la que pertenecen (por ejemplo, cliversos paises de Améri- ca Latina). b) En otros casos son las ciudades que innovan promoviendo la elec- ion de representantes de origen extranjero a los que se integra (aunque sea formalmente, sin derecho a voto) a los érganos representativos muni Gipales. ¢) Mis reciente es el caso del apoyo al asociacionismo de las comuni- dades extranjeras o étnicas y la regulaci6n de su participacién en organis- mos de cara ‘ter social, educative © cultural. Las simaciones sin embargo muy diversas y las soluciones globales pueden plantearse a nivel nacional o regional (continental) pero no a nivel mundial. Una cosa son los problemas de las ciudades multicultura- 4 HL COMIERNO bya CIUDAD MFFROROUTANA lcs. del mundo mas desarrollado, en las que se da un déticit demoeratico que parece cada dia més anaerénico: y otra los problemas de areas urbe nas de regiones poco desarrolladas, en los que cl estado de derecho y la integraci6n socio-econémica son déhiles, en las que coexisten poblacio- hey compartimentadas pero estables y otras, producto de movimientos masivos de poblacién provocados por guerras o catdstrofes (la mitad de clades uctnalmente est en Africa). Ja poblaci6n migrante entre

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