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Somos muchos los amantes de las artes marciales que dedicamos aos al estudio y
perfeccionamiento de las artes marciales. Convirtindolas en nuestra razn de ser, nuestra
pasin y nuestra vida. Aos de veneracin, estudio, entrenamiento, sacrificio y entrega.
Aoramos pocas donde el honor, el valor, la lealtad y el respeto eran la mayor riqueza que
poda atesorar un hombre. Y cuyo mayor honor era morir en manos de su enemigo en el campo
de batalla. Hombres que al igual que nosotros dedicaban su vida a las artes marciales, al arte de
la guerra.
Pero tememos hoy en da la llegada del Dragn?, acaso somos como el hombre de la fbula?,
seramos capaces de matar?, seramos capaces de morir con honor?.
Me pregunto: estamos realmente preparados para enfrentarnos para aquello que
llevamos tantos aos preparndonos? O seremos como el hombre de la fbula que
cuando se le concede aquello que anhela se derrumba.
Al entrenar o estudiar un arte marcial no solo aprendemos tcnica, filosofa o cultura.
No olvidemos que las artes marciales fueron creadas con un fin, la guerra, vencer a
tu enemigo, defender tu vida y la de los tuyos. Al dedicar nuestra vida a las artes
marciales lo hacemos tambin a la guerra. Y si dedicamos nuestra vida a la guerra
no debemos temerla y si lo hacemos de que han servido tantos aos de
dedicacin?, acaso hemos convertido las artes marciales en un hobby o deporte?.
Hoy en da esta claro que esta visin marcial se est perdiendo dejando sitio a una
visin ms moderada o ligera de las artes marciales. Siendo practicadas como
deporte, hobby, de una forma didctica o cultural. Perdiendo as su esencia (desde
mi punto de vista). En este caso, probablemente la llegada del Dragn crear el
mismo efecto que en la fbula.