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PCN Baars oer. EO. €7(@.% MATE- MATICA Antecedentes y fundamentos Alberto Moreno ee eect eye Tae Cr CU a ei CU Em uM eT. Cle El autor presupone que los lectores: Pe Raa: ue ce PU ee eel DO RM Ei ee CLC! cabo por los logicos matemiti Se CM MM eA De mente claro y diddctico como para et ee ee we Ce CU Lg ee ce med un acercamiento a la nocién de logica Per ene emt etree me me tie eMC a cea do, sobre todo si se lo completa, co- mo ocurre aqui, con la consider Perea test prea ies g do expone fa historia de la ldgica no RC MMe Cm eas enon aCe) tercero, los elementos de la Iégica no me ame Ce ne sac) Cee Me mC mee Loe Cire aes Me ome cts eM ere Me ae Bertrand Rusell y Alfred Whitehead, Pert ie a PoC ies OR osm Perens ae ten et ae Sete eae Mele ae Ra tele ed no matemitica, el algebra de la légica De etre Mel Do Peewee trent toe PCM ge ae rae er ea te ee CU Légica matematica MANUALES DE EUDEBA / LOGICA Légica matematica Antecedentes y fundamentos ALBERTO MORENO EUDEBA EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES Primera edicién: noviembre de 1969 Segunda edicién: mayo de 1971 EN EL AN@ DEL SESQUICENTENARIO DE LA FUNDACION DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES © 1969 EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES Rivadavia 1571/73 Sociedad de Economia Mixta Fundada por la Universidad de Buenos Aires Hecho el depésito de ley IMPRESO EN LA ARGENTINA-PRINTED IN ARGENTINA A NIMIO DE ANQUIN INDICE ANALITICO iF Iwrropuccion I. Logica 1.1. Noci6n de lagica, 1.2. “Légica”. 1,3, _Definiciones, 1.4. Caracteristicas de la exposicion. Referencias bibliogrdficas. Il, Historta ve La Locica No-MaTematica 2. La légica de Aristoteles 2.1, Antes de Aristételes. 2.2. Aristétcles. 2.3, Lasilogistica. 2.4, Significado.de Aristételes. 3. La légica de los estoicos 3.1, Légica de enunciades. 3.2. Los estoicos. 4. La logica medieval 4.1. Importancia del estudio. 4,2. Concepciones sobre la légica. 4.3. “Consecuencias”. 4.4. Algunas adquisiciones. 5. La légica después del medioevo 5.1, “Precursores™. 5.2. Decadencia. Referencias bibliogrificas. E LEMENTOs DE Locica No-Matemarica Logica de enunciados 6.1, Negaci6n. 6.2. Condicional. 6.3. Relaciones entre condicionales. 6.4. Equivalencia. 6.5, Disyuncién. 6.6. Conjuncién. 6.7. Argumentaciones por el absurdo. 6.8. Aplicaciones. LOGICA 7. Légica de términos. Relaciones entre enunciados 7.1. Analisis de los enunciados. 7.2. Oposicién. 7.3, Conversién. 74, Obversién. Ts. Contraposicién. 7.6. Inversién. 8 Légica de términos. Silogismo 8.1. El silogismo. 8.2. Correccién de los silogismos. 8.3. Férmulas mnemotécnicas. 8.4. Reduccién del silogismo. 8.5, Algunas précisiones. Referencias bibliogréficas. IV. Avcesra de ta Locica 9. Légica de términos 9.1, Introduccién. 9.2. Clases. * 9.3. Conceptos. 9.4. Producto légico, suma légica y complemento. 9.5. Inclusién ¢ identidad. 9.6. Reglas. 9.7. Leyes fundamentales. 9.8. Leyes del producto, la suma y el complemento. 9.9. Conversién y argumentaci6n. 10. Légica de enunciados 10.1. Enunciados. 10.2. Conjuncién, disyuncién y negacién. 10.3. Implicacion y equivalencia, 10.4. Légica de términas y légica de enunciados. 10.5. Logica de términos y de enunciados, segin R. FEYS. JI. Historia del dlgebra de ia légica 1d. Algebra de la légica y matemtica. 11.2. Leibniz. 11.3. Boole - Schroeder. _Referencias bibliogrificas Vv. Locica Matematica 12. Logica matematica 12.1, Nociones histéricas. INDICE ANALITICO 12.2. Denominaciones. 12,3. Axiomdtica. 12.4, Formalizacién. 13, Légica de enunciados. 43.1. PM. Axiomas y definiciones. 13.2. PM. Reglas. 14. Funciones de verdad 14.1. Functores, 14.2. Anélisis e interpretacion de textos. 14,3, Valores y argumentos. 14.4, Pruebas. IS, Leyes de la légica de enunciados 15.1. Leyes sin negaciones. 15.2. Leyes con negaciones. 15.3. Ley y regia. 16, Sisterna PM 16.1, Puntos de partida. 16.2. Leyes. * Referencias bibliograficas. Vi. EL Siocismo Catecorico - 17, Supuestos 17.1, Leyes de la légica de enunciados. 17.2. Puntos de partida del sistema. 18 Leyes de la oposicion y de la conversion 18.1. Contradiccién. 18,2, Conversién, subaltemacién, contrariedad,. subcontrariedad. 19. Modes del silogismo 19.1. Primera figura. 19.2. Segunda figura. 19.3, Tercera figura. 19.4, Cuarta figura. 19.5. Enunciados con términos negados. 19.6. Modos de la primera figura. 19.7. Modos de la segunda figura. 19.8. Reglas y modos. VII. RELAciones entre “Las” Loaicas 20. Logica no-matemdtica, Algebra de la logica y Logica matematica 20.1. Logica no matemética y Algebra de la légica. LOGICA 20.2. Algebra de la logica y Logica Matemética. Referencias bibliograficas. VIL Um Crasico pe Historia ve La Loaica 21. wW. LUKASIEWICZ: “Historia de la logica de enunciados” 21.1. Introduccién. 21.2, Losestoicos. 21.3. Medioevo. 21.4. Frege. Notas BisLiocraria Invice oe Autores Inpice ALFABETICO xi INDICE DE SIGNOS T— A,E,1,0 10.2.- . 9.2.— a,b,o,d ¥ uw N ° 10.3- + 94-9 ” U 13- vw - 141— + 95- ¢ / - _< 10.1— Pans - v 14.3.— 10 A 17.2.— a,b,m AI XI PROLOGO Con algunas modificaciones ofrecemos en esta obra el curso de logica dado en el primer cuatrimestre del afio 1967 en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires. No hemos pretendido realizar una obra que abarcara los distintog temas de la logica, sino mas bien iniciar en su estudio. A tal fin presuponemos que el lector no conoce légica y esta dispuesto a iniciarse en ella segin las perspectivas que ofrecen las investigaciones Hevadas a cabo por los Kigicos matemiticos. Desde este punto de vista puede considerarse esta obra como un manual que le abrird Jas puertas de los tratados especializados y también de los clasicos como los y Mbichess- Por esta circunstancia no pretendemos onginalidad alguna; nues- ‘tro proposito ha sido mas modesto: ordenar y presentar de manera sencilla y resumida lo que constituye en la actualidad un bien, una riqueza cientifica comin, La tarea levada a cabo estaba expuesta a riesgos y deficiencias que no dejamos de advertir. Como justificacién de su publicacion baste sefialar que el espiritu que nos guid est resumido en las palabras de Lukasiewicz con que terminamos el capitulo VI: “Hay solo una légica, fundada por Aristételes, completada por la antigua escuela de los estoicos y continuada, a menudo con gran sutileza, por los légicos medievales; es esta logica la que desarrolla la I6gica matematica’’. Este pensamiento explica también el titulo dado a la obra Logica matematica. Antecedentes y fundamentos, Debo reconocer que el modo de exposicién y de acercamiento a los problemas légicos mucho debe a los trabajos de R. Feys, quien por mas de treinta aflos diera testimonio de sabiduria y dedicacién ejemplar a las cuestiones vincu- ladas con la logica matemética. En el capitulo I ofrecemos un acercamiento a la nocién de légica desde las caracteristicas de la argumentacién. Este punto de partida nos ha pare- cido el mas adecuado como iniciacién; sin embargo, reconocemos que debe ser mas acertado el estudio de la légica a partir de las propiedades de los enunciados. Pero podria considerarse que tenemos en cuenta las dos pers- pectivas, pues de inmediato consideramos los enunciados y la légica. En e) capitulo II se expone la historia de la logica no-matematica siguiendo pers- pectivas légico-matematicas. Creemos que es el modo mas conveniente de agercarse al conocimiento de esa légica. En el capitulo III se dan los elemen- tos de la légica no-matematica. Nos hemos permitido incluir este aspecto de la légica a fin de que se vea, después, como la légica matematica perfecciona y continia, en realidad, aquella presentacién rudimentaria. En el capitulo IV se ofrece el desarrollo del algebra de 1a légica. Como se presupone des- conocimiento del tema, solo al final de la exposicién tedrica se incluyen las referencias histéricas. En el capitulo V se entra en la légica de Principia xv LOGICA Mathematica, estudidndose solo la légica de enunciados. Es ésta la parte mas importante y bdsica. En el caprtulo VI se puede ver palpablemente el nota- ble progreso que representa 1a légica matemética’ si se compara el trata- miento que en este capitulo se hace de la silogfstica con el que se hizo del misgio tema en el capitulo IT], En el capitulo VII se insindan algunas com- paraciones entre la logica no-matematica, el algebra de la légica y la logica matemética propiamente dicha; quieren ser éstas, unas primeras reflexiones acerca de lo “légico”. Por ultimo en el capitulo VIII se ofrece la tradueci6n de un clasico de légica, el famoso Zur Geschichte der A ussangenlogik de J. CZ. Debo al doctor J. E. Bolzan algunas sabias sugerencias. Graciela Voegeli, eon dedicaci6n y especial cuidado, elaboré casi todos los indices analfticos y sugirié algunas modificaciones que mucho tuvimos en cuenta. Esta obra jamés hubiera sido publicada sin la permanente ayuda de Afra Alegria ‘Hermosa. Alberto Moreno CariTuLo 1 INTRODUCCION 1. LOGICA 1.1. Nocién de iégica El problema central de la logica es establecer bajo qué condiciones un enunciado puede ser considerado como conclusién derivada de otros enun- ciados llamados premisas. La légica formal tiene por objeto las maneras de argumentar que dependen de las formas de los enunciados, y la Iégica mate- rial, las maneras de argumentar que dependen de una materia particular sobre la que se apliquen los medios de argumentacién. Argumentamos cuando pasamos desde “‘si Juan canta, entonces Juan existe” y “es asi que Juan canta” hacia “entonces Juan existe”. La legitimidad del paso no depen- de de “Juan”, ni de “cantar”, ni de “existir”; en otras palabras, no depende de la “materia” utilizada. El paso sigue siendo legftimo si reemplazamos “Juan canta” y “Juan existe” por ‘es de noche” y “hay sombra™;0 mejor ain si reemplazamos, come lo hiciera Crisipo (281-208 a.C.), “Juan canta” por “el primero” y “Juan existe” por “el segundo”. La légica formal estu- diard entonces las reglas o principios que, con independencia de la “‘materia” de un enunciado, nos permitan pasar de uno o varios enunciados a otro enunciado. Con la palabra enunciado significamos una expresién lingiifstica que por tender hacia una realidad adquiere la caracteristica de ser verdadera o falsa. Por lo dicho, en légica manejamos expresiones. Llamase, a veces, propo- sicién al significado de un enunciado; las propiedades logicas de una propo- sicin dependen de su estructura, asi como las propiedades légicas de un enunciado dependen también de su estructura. Como los enunciados en cuanto expresiones lingiifsticas son cosas materiales mas faciles de manejar, serd siempre mas sencillo conocer la estructura del enunciade que la de la proposicién. Por otra parte, enunciados distintos pueden tener el mismo significado. Por ejemplo, los enunciados: ” Hoy a las cinco llueve en Buenos Aires. Today at five o'clock it is raining in Buenos Aires. tienen el mismo significado, es decir, representan una sola proposicién. A pesar de que en la practica manejaremos enunciados, esto no quiere LOGICA decir que sélo nos interesaremos por expresiones. A la ldgica le interesa y se ocupa de la expresién con significacién cabai Aclaremos, por fin, que expresiones como “|lueve’’, “it is raining” no son enunciados, ya que a veces son verdaderas y a veces son falsas. La légica formal, entonces, estudia la relacién de consecuencia que existe entre las premisas y la conclusién de una argumentacién correcta. Tratemos de explicar el significado de esta definicin mediante el siguiente ejemplo: a) Si toda planta es ser viviente y todo ser viviente es mortal, entonces toda planta es mortal. La conclusién aqui es “toda planta es mortal”, y las premisas, “toda planta es ser viviente” y “todo ser viviente es mortal”. La argumentacién, entonces, es un cierto tipo de expresién en el cual un enunciado es la conclusién, y los otros, las premisas. Se dard relacién de consecuencia si la forma de esta amgumentacién garantiza que Ja conclusién se sigue de las premisas. Para obtener la forma de esta argumentacién utilizaremos las varia- bles x, y, ¥ z, que representan, en este caso, lugares vacios donde podemos colocar enunciados. Obtenemos ast la siguiente argumentacién: Si todo x es y y todo y es z, entonces todo x es z. Cualquiera sea la sustitucién que realicemos de x, y y 2, el resultado ser siempre una argurhentacién correcta. Reemplazando por ejemplo x por “argentino”, y por “‘partidario de fumar en pipa” y z por “americano”, obtenemos la siguiente argumentacion: 5) Si todo argentino es partidario de fumar en pipa y todo partidario de fumar en pipa es americano, entonces todo argentino es americano. Reemplazamos ahora x por “pez”, y por “vegetariano” y z por “‘capaz de hablar” y obtenemos: ce) Si todo pez es vegetariano y todo vegetariano es capaz de hablar, entonces todo pez es capaz de hablar. En estas tres argumentaciones correctas, manifiestan las premisas y la conclusién respecto de la verdad y la falsedad, las siguientes relaciones: en a) las premisas son verdaderas y la conclusin es verdadera; en b/ las premisas son falsas y la conclusién es verdadera y en c/ las premisas son falsas y la conclusién es falsa. Lo que nunca ocurre en una argumentacién correctaes que las premisas sean verdaderas y la conclusién falsa. Es decir, que la correccion de una argumentacién nada nos dice sobre la verdad de la con- clusién. Adviértase, entonces, que si las premisas son verdaderas, la conclu- sion debe ser verdadera. 2 INTRODUCCION En el siguiente ejemplo las premisas son verdaderas y la conclusion tam- bién es verdadera: Si todo gato es ser viviente y todo animal es ser viviente, entonces todo gato ¢s animal, Sin embargo, esta argumentacién no es correcta. Su forma es asi: Si todo x es y y todo z es y, entonces todo x es z. Reemplacemos x por “‘uruguayo”, y por “‘americano” y z por “‘argen- tino”. Obtenemos una argumentacién con premisas verdaderas y conclusién falsa: Si todo uruguayo es americano y todo argentino es americano, entonces todo uruguayo es argentino. Esta argumentacion y su correspondiente forma no son correctas. La légica en sintesis investiga cuestiones vinculadas con la correccién e incorreccion de las argumentaciones. Le interesa saber el modo de reconocer formas correctas ¢ incorrectas, la manera de construir formas correctas. También buscard medios de derivar desde formas fundamentales otras for- mas correctas. Cabria preguntarse sila llamada l6gica material puede pretender exis- tencia propia, separada de la légica formal. Creemos que no. Toda logica es formal en el sentido de que ninguna légica trata un ser real. La llamada Iégica material no estudia la verdad de los enunciados, pues la verdad siem- pre implica referencia a algo real. La légica material no se refiere ni tiene nada que ver con la verdad; sdlo se pregunta cudles son las condiciones que debe llenar una argumeniacién para ser demostrativa, probable o sofistica; es decir, se pregunta qué se sigue de las premisas sf ellas son verdaderas, inmediatas, anteriores, etc... Cuanta verdad encerraban las palabras de Lord Russell: toda légica depende de un “si...” (if), esto es, jamas afirmamos que algo es asi, sino que slo podemos sostener si algo es asi, entonces... De aqui en adelante reservaremos e] nombre de légica para la légica formal. A veces se ha confundido ta légica con la psicologfa y con la teor‘a del conocimiento; esto no nos ha de extraflar, pues se dan motivos para ello cuando no se distinguen adecuadamente sus campos. Veamos, la légica estu- dia los medios de argumentacién. La psicologfa considera también estos -medios, pero no en sf mismos, sino en cuanto se dan ciertos comportamien- tos humanos desde donde resultan esos medios de argumentar. La teoria del conocimiento examina, entre otras cosas, la posibilidad de Hegar a una cien- cia mediante los medios de argumentacién. LOGICA 1.2. “Légica” En un comienzo no se llamé “Iégica’’ al estudio que abarca hoy nombre, Por ejemplo, para Aristételes la Kigica, 0 mejor dicho, lo que noso- tros Ilamamos Iégica fue llamada “analftica” y, a veces, “‘se sigue de las pretnisas”. El término “légica” aparece en el t(tulo de la obra de Demécrito. (460-371 a.C.). Los estoicos (siglos III y II a.C.) usaron el término “dialéc- tice” para designar la disciplina que nos interesa. En Aristételes la palabra “‘dialéctica” caracteriza a las argumentaciones que parten de opiniones gene- ralmente aceptadas. En el siglo I a.C. los discipulos de Aristételes publicaron sus obras con el titulo de Organon, esto es, instrumento, y retomaron el nombre utilizado por Demécrito, “légica”. Los escritores latinos al trans- mitirnos los eseritos légicos antiguos prefirieron utilizar la’ palabra “‘dialée- tica”; Pedro Abelardo.(1079-1142), por ejemplo, es autor de una Dialéctica. Pero yaen el sigh XIII comienza a dominar la denominacién “légica”. En el siglo XVI se prefiere nuevamente la denominacién “dialéctica’’. A partir del sigho XVII definitivamente se utiliza la palabra “légica”’. 1.3. Definiciones Como Aristételes lo dice al comienzo de la Mefafisica, la.raza humana vive porel arte y la razon, con lo cual parece que el Filésofo se refiere a algo propio del hombre y por lo cual se diferencia de los otres animales... Ahora bien, la raz6n no slo puede dirigir los actos de las potencias inferiores, sino ‘también sus propios actos...; es necesario entonces un arte que dirija el acto mismo de la raz6n, de modo que ¢l hombre, al razonar, proceda con orden, facilidad y sin error. Este arte es la légica, esto es, la ciencia racional. ¥ no solo €s racional porque ¢s segéin la raz6n (lo cual es comin a todas las artes), sino porque es acerca del acto mismo de la razdn y se refiere a ella comoa su materia propia... Por esto parece ser el arte de las artes, ya que nos dirige en el acto de la raz6n, que es de donde todas las partes proceden, (Santo Tomas de Aquino, Comentario a los Segundos Analiticos, I1,1). La légica, como cualquier otra ciencia, tiene como tarea la prosecucién de la verdad, Pero verdaderos son ciertos enunciados; y la prosecucién de Ia verdad consiste en el intento de separar los enunciados verd aderos de los que son falsos (X.V.O. Quine, Methods of Logic, p. X1). La légica es un cierto arte que tiene por objeto dirigir a la razén para que ésta no yerre ni en el modo de discurrir ni en el modo de conocer (Juan de Santo Tomés, Ars Légica. Prol. Prael. Sec.). E] estudio de la ldgica es el estudio de los métodos y principios usados para distinguir un razonamiento correcto de otro incorrecto (1.M. Copi, Introduction ta Logic, p. 3). La gica es una disciplina que analiza la significacién de los conceptos INTRODUCCION comunes a todas las ciencias y establece las leyes generales que gobiernan los conceptos (A. Tarski, Introduction to Logic, p. Xlll). La légica formal puede definirse como la ciencia de la intplicacién de las formas de enunciados (Paul Lorenzen, Formale Logik, p. 5). ‘De manera sumaria podria decirse que la ldgica formal tiene por objeto la técnica de la argumentaci6n y que la validez de la argumentacién no depen- de del contenido de los enunciados, sino sélo de su “forma” (R. Feys, Die Philosophie im 20.Jahrhtundert, editado por F. Heinemann, p. 313). 14. Caracteristicas de la exposicion Consideramos que los tipos de légica pueden reducirse a dos: uno que iniciara Aristételes con los Primeros analtticos y otro que iniciara George Boole con su Andlisis matemdtico de la légica. Es verdad que una investi- gacién mds profunda revela la presencia de varios tipos de légica: aristo- télica, estoica, escoldstica, matematica, hindG. Pero también es evidente que tuvo dos florecimientos que podrfamos: representar por el Organon de Aristoteles y Principia mathematica de Russell-Whitehead, publicado a partir de 1910. A la légica que inicia Boole la llamaremos “Algebra de la logica” y a la que se ofrece en P.M. (Principia Mathematica), “logica matematica”. A Ia Iégica que inicia Aristételes la denominaremos directamente ‘“ldgica o-matemética”; evitamos asf las dificultades que orginan las denomina- ciones “cla: sica”, “tradicional”, etcétera. [REFERENCIAS 8IBLIOGRAFICAS J. Ferrater Mora (16) ofrece en el artfculo “Logica” una exacta ex posi- cién de los distintos sentidos que ha tomado esa palabra. Nuestra aproxi- macion al tema ha tenido en cuenta, en especial, A. Menne (28) y a B. Mates (26). Este tiltimo autor dedica los’ dos primeros capitulos de su obra a la discusién de ciertas cuestiones filoséficas vinculadas con el tratamiento formal del resto del libro. La historia de la palabra “légica’” se ha basado en T. Kotarbinski (22). Capiruto HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA 2. LA LOGICA DE ARISTOTELES 2.1, Antes de Aristételes. No existe ningéin documento que pruebe que antes de Aristételes haya existido una exposicién tedrica de la légica; y el mismo Aristateles nos dice refiriéndose al estudio de la légica: “De nuestra investigacién actual no es verdad decir que haya sido ya elaborada en parte si y en parte no; no existia en absoluto”. Sin duda, como ¢n otros casos, la prictica precedié a la teorfa; los oradores y los maestros de retérica manejaron medios de argumentacién més 0 menos complicados. También los mateméticos griegos utilizaron esos medios, asi como recursos elementales de sistematizacién deductiva. Los personajes de los didlogos de Platén emplean distintas formas de argumen- tacién, pero no se hace en ningfin caso una distincion entre una manera de argumentar ¥ una exposicion sobre esa manera de argumentar. 2.2. Aristételes. Los trabajos de Aristételes (384-322 a.C.) contienen un buen namero de obras légicas. Estas fueron continuadas por sus discipulos inmediatos, Teo- frasto (371-288 a.C.) y Eudemo (ca. 300). Después, hacia el fin de la Anti- giiedad, se elaboraron comentarios a estas obras légicas, citemos, entre : Ammonio ( — -242), Alejandro de Afrodisia (siglo III), Porfirio -304). Los discipulos de Arist6teles lamaron Organon a sus obras ldgicas. No creemos que Aristételes haya considerado a Ia légica en si misma; propia- mente Ie interes6 llegar al conocimiento verdadero de la naturaleza de las cosas. Pero podemos hacer una distincion en sus obras y considerar s6lo aquellas que se dedican a la Iégica en el sentido que utilizamos aqui el término. Para Aristdteles una argumentacién es un encadenamiento de enun- ciados y éstos son un encadenamiento de términos. El libro llamado Cate- gortas estudia los términos. De ia interpretacion estudia el enunciado y los Primeros anaitticos considera la argumentacién. La Kégica de Aristételes es una ldgica de términos, esto es, una légica que se interesa por los tipos de argumentacién basados en el encadenamiento de 6 HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA términos en los enunciados. Es decir, que la correccién o incorreccién de una argumentacién dependerd de las conexiones que se den entre los tér- minos. Ahora bien, los términos que maneja Aristdteles son universales y no-libres.. El término no-libre ¢s aplicable'a algtn individuo; término no-libre es “hombre”, por ejemplo; término libre es “‘circulo cuadrado”, por ejem- plo. El primero ¢s aplicable a algGin individuo, y el segundo, no. En las formas aristotélicas de argumentacién los términos se reparten en cuatro clases de enunciados categéricos: universales afirmativos (‘Todos los hombres son mortales”); universales negativos (“‘Ningin hombre es per- fecto”); particulares afirmativos (““Algunos hombres son justos”); particu- lores negativos (‘‘Algunos hombres no son justos”). Todos estos enun- ciados son existenciales, esto es, ligan s6lo términos no-libres. En los enunciados pueden darse modalidades. Es decir, que ademas de la verdad y falsedad puede. considerarse la posibilidad y la necesidad. Para Aristételes la posibilidad puede ser doble: unilateral y bilateral. La primera se da cuando la posibilidad es compatible con la necesidad de que algo se produzca; por ejemplo, el fuego posiblemente queme y simultineamente debe quemar, excluyéndose solo que no debe quemar. La posibilidad bila- teral (contingencia) se da cuando algo es posible y su negacién también es posible: se excluye aqui tanto la necesidad de que algo se produzca como la necesidad de que no se produzca. Por ejemplo, “Lloverd”. La doctrina modal de Aristételes se basa en esta Gltima posibilidad. Su discipulo Teo- frasto bas6 su sistema en la posibilidad unilateral. Aristételes comparé los enunciados modales y no-modales (0 categ6ricos) entre sf examinando cudndo son opuestos, cudndo sus términos pueden convertirse y obvertirse (cfr. 7.2 - 7.4). Todo esto constituye lo que algunos autores amaron después “inferencias inmediatas”. Aclaremos que “‘infe- rencia” es el nombre psicolégico de la argumentacién; ésta, como sabemos, se da cuando desde uno o mas enunciados se sigue otro llamado conclusion; cuando sdlo se da un enunciado, se habla de inferencia inmediata, y cuando xe Se dos o mas, inferencia mediata; nosotros evitaremos el uso del término “‘inferencia”. 2.3. La Silogtstica Dice Lukasiewicz que “la silogfstica de Aristételes es un sistema cuya exactitud supera ain a la exactitud de una teoria matematica y éste es su mérito imperecedero”. “La definicién de silogismo que Aristételes formula al comienzo de la de los Primeros analiticos dice: “Un silogismo es un logos en el cual habiendo puesto ciertas cosas se sigue necesariamente una cosa diferente por el hecho de que aquellas cosas han sido puestas’’. Esta definicién no se aplica sdlo al silogismo categérico (formado por enunciados categéricos), sino también al condicional, al disyuntivo, etc. (Cfr. 6.2, 6.5), Desde este punto de vista, ‘K LOGICA silogismo se puede aplicar a toda forma de deduccién. Sin embargo, los Primeros andliticos estudian principalmente los silogismos categéricos. El ejemplo tantas veces dado “Todo hombre es mortal, Sécrates es hombre, Juego. Sécrates es mortal” no es de Aristételes. Un ejemplo dado por el mismo Aristételes dice: “Si toda planta de hojas anchas és caduca y toda vid es una planta de hojas anchas luego toda vid es caduca”. La diferencia es clara: 1) No figuran en Aristételes términos singulares (como “Sdcrates”, por ejemplo). 2) EI primer ejemplo afirma los enunciados que contiene, mientras que Arist6teles no afirma los enunciados, sino que formula una condicional. La silogfstica de Aristételes no estd constituida, desde luego, en base a ejemplos. No. Su tratamiento del tema es puramente formal, introduciendo, por primera vez en la historia, el uso de variables. Daremos algunos textos de los Primeros analiticos, donde formula algunos tipos de silogismos: Si A, en efecto, se predica de todo By B se predica de todo C, A debe necesariamente predicarse de todo C”. Un ejemplo podria ser: “Si habito se predica de toda virtud y virtud se predica de toda justicia, luego hibito se predica de toda ju: “De manera semejante, siA se predica de ningfin B y #'s¢ predica de todo C, es necesario que ‘A no se predique de ningén C”’. Un ejemplo podria ser: “Si vicio se predica de,ninguna virtud y virtud se predica de toda justicia, luego vicio se predica.de ninguna justicia”. Al decir Aristételes, por ejemplo, “SiA, en efecto, se predica de todo B y B se predica de todo C, A debe necesariamente predicarse de todo C”, formula ba estructura del silogismo bajo la formula de un condicional, es decir, como un enunciado légico. Al decir “Idgico” sefialamos que tales enunciados se expresan en lenguaje ligico. En general, la estructura del silogismo aristotélico es la siguiente: 1) Los enunciados que lo constituyen son universales afirmativos, universales nega- tivos, particulares afirmativos o particulares negativos. 2) Se dan tres térmi- nos repetidos. Al término que es predicado en la conclusién se le Hama mayor (también aparece una vez en una de las premisas); al término que es sujeto en la conclusion le Hamé menor (también aparece una vez en una de las premisas). Al término que aparece en las premisas, pero no en la conclu- sién, le lamé medio. Por contraste, a los otros dos les llam6 extremas. 3) Las letras (alfa, beta, gamma) s6lo pueden ser reemplazadas por términos universales. EI silogismo aristotélico se divide en tres figuras (“‘esquemas”’) de acuerdo al término medio. Dice el texto de Aristételes: “Por consiguiente, puesto que hemos de tomar un término comin que esta relacionado con ambos términos y dado que este término medio puede darse de tres maneras, a saber: predicando A de C y C de B, o bien C de los dos, o bien predicando Jos dos de C, y puesto que éstas son las figuras de que hemos hablado, es evidente que todo silogismo debe hacerse por medio de una de estas figu- ras”. Las figuras entonces serfan las siguientes: 8 HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA I al sttF c A A Cc cA BC BoC c eB Es detir, que no define formalmente a las figuras de acuerdo al lugar que ocupen los términos. Sin embargo, conocié los lamados silogismos de la cuarta figura: Iv A C c -B Ademds de la formulacién de la silogfstica, Aristételes construye con ella el primer sistema axiomatico conocido en la historia. Los axiomas son los cuatro primeros silogismos validos de la primera figura (Cfr. 8.3), a los cuales llama perfectos, pues “‘no tienen necesidad de otra cosa que lo dado en las premisas para que la necesidad de la conclusion sea evidente”. Advir- tamos que construyé tres sistemas axiomaticos con su silogfstica. Todo lo dicho se ha referido a la silogfstica categorica. Debemos recordar también que Aristdteles desarrollé y axiomatizé una silogfstica modal, con no menos de ciento treinta férmulas explicitas. Ademés de la silogfstica se dan algunos textos vinculados con otros tipos de Iégica: de enunciados y de relacién. Por ejemplo se encuentra la siguiente formula de Kégica de enunciados: “Si cuando A es, B debe ser, luego cuando B noes,A no puede ser” y es de logica de enunciados, pues afirma que “aun cuando A se ha puesto como una cosa, representa la unién de las dos premisas”, 24. Significado de Aristoteles. Ademds de las obras mencionadas, existen otras tres vinculadas con cues- tiones de l6gica, en el sentido amplio. Los Segundos anahrricos estudian el silogismo en cuanto puede servir para la construccién de una ciencia deduc- tiva. Expone, en otras palabras, la teoria sobre la axiomatizacién. En los Tépicos, como el mismo Aristételes lo dice, “se propone encontrar un medio de investigacién por el cual podamos argumentar partiendo de opi- niones que generalmente se admiten, acerca de todo problema que se nos proponga y seamos asi mismo capaces, cuando estemos defendiendo un argumento, de evitar el decir nada que pueda impedimoslo”. La Refutacién de los sofistas, que es algo asi como un apéndice de los Tépicos, estudia el silogismo soffstico. Aristételes es el creador de la Kégica y en Ja historia aparece como el maestro de veinte siglos. Bien podriamos Iamarle, en Kigica, Venerabilis 9 LOGICA inceptor, Esta creacién de la légica fue realizada de una manera tan com- pleta que, a veces, la veneracién de su pensamiento impidié el progreso y la prolongacién de sus investigaciones. . Es verdad que no manejé términos libres. Pero esto no debe considerarse: como us “error”, asi como nada podemos objetar al hecho de que durante siglos la aritmética se manejé sin la nocién de “cero”; esto no es, por cierto, un error, Aristételes no pretendié formular una lista completa de los tipos de argumentaci6n o de los principios sobre los cuales debe fundamentarse toda argumentacién. Ademds ninguno de sus principios declara falsos ¢ inadmisibles los desarrollos posteriores de la légica: légica de enunciados y de relaciones. Y con respecto a la Kigica modal, él es el precursor de estas investigaciones. Tal vez Aristételes, como todo griego, hubiese tenido una actitud despectiva por las “técnicas” de la Kgica matemitica y la hubiese relegado a menesteres propios de calculadores. La posteridad no Ilamé a Aristoteles el Légico asi como no le Iamé el Psicdlogo, ni el Cosmdlogo, sino que le llamé6 el Filésofo. Es cl Filosofo, pues todo su pensamiento gira alrededor del ser y el libro que trata estos problemas no esti construido en base a la légica. Su Filosofia Primera se apoya, entre otras 5 en los Segundos analfticos, y en este libro no se parte de una afirmacién de los Primeros analiticos. No creemos que hoy debe comenzarse a estudiar logica en los libros de Aristételes. Pero sf creemos que la lectura de estas obras sera siempre bene- ficiosa e interesante, pues estén plenas de insinuaciones, observaciones, suge- rencias valiosas y fructfferas. 3. LA LOGICA DE LOS ESTOICOS 3.1. Logica de enunciados. Aristételes no consideré los enunciados compuestos, es decir, enunciados que no son encadenamientos de términos, sino de enunciados. Esto es, no estudié expresiones como “El hombre es justo y el hombre ¢s bueno’ (conjuncién de enunciados) 0 “El hombre es justo o el hombre es bueno” (disyuncién de enunciados) 0 “Si el hombre es justo, entonces el hombre es bueno” (enunciados condicionales, llamados a veces hipotéticos). De la misma manera Aristételes estudié las formas de argumentacién que dependen del encadenamiento de términos, pero no las que dependen del encadenamiento de enunciados. No estudié, por ejemplo, argumentaciones como la siguiente: “Si ti estudias, entonces tu aprobards el curso; es asf que td estudias; por consiguiente, ti aprobaras el curso”. Llama poderosamente la atencién que Aristételes no se haya ocupado de este tipo de argumen- tacién, pues, sin duda, se lo encuentra tanto en las discusiones diarias como en las formulaciones cientificas. Tal vez pasd por alto este tipo de argumen- 10 HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA tacién porque no expresa una verdad o afirmacién terminante, concluyente, sino que lo hace con reservas, esto es, si se da tal cosa, se da tal otra. Santo Tomas de Aquino en su Comentario a De la interpretacion se pregunta por qué Aristételes no estudié este tipo de argumentacién y se responde: “Puede, decirse que el enunciado hipotético no contiene verdad absoluta cuyo reconacimiento es el requerido por la demostracién; y es a la demos- ‘tracién a lo que principalmente se ordena este libro. Y el enunciado hipo- ‘tético significa que algo es verdadero a partir de un supuesto que no basta en la ciencia demostrativa; ésta requiere. confirmacién absoluta por ¢] enun- ciado simple. Por esta razén Aristételes pasa por alto el tratado acerca de los enunciados y silogismos hipotéticos”. Sin embargo, los discipulos inmediatos de Aristételes, Eudemo y Teo- frasto, s¢ ocuparon de las argumentaciones con enunciados compuestos. 3.2, Los estoicos, Las estoicos construyeron una Igica de enunciados, esto es, una Kogica que estudia las formas de,argumentacién sobre enunciados que, a su vez, son encadenamientos de enunciados. Conocemos esta légica por algunos frag- mentos de sus obras originales y también por los escritos de Boecio (480-525). Por mucho tiempo se consideré a la légica estoica como una I6gica Tudimentaria y sin valor, pues no se interesaron por los términos ni por las modalidades. Pero esta circunstancia aparece hoy dia como un méri- to, pues al no ocuparse de términos, tomaron los enunciados como un todo sin analizar su significado; y asf hablaban de “este primer hecho”, de “este segundo hecho", sin tener en cuenta tampoco la modalidad. Sin embargo, no tenemos una exposicién completa de la légica estoica; de aqui que no podamos saber si construyeron un sistema y si lo derivaron axiomati- camente. Resumimos, siguiendo a Lukasiewicz (24), los puntos fundamentales de la Kigica estoica: 1) La logica estoica de enunciados es una /ogica de dos valores. Todo enunciado es verdadero o falso. 2) En Ia Wgica de enunciados aparecen: Ia negacién, la implicaci6n, la conjuncién y la disyuncién. Las tres primeras fueron definidas como fun- _ciones de verdad. Una funcién es una expresién que consta de una o unas variables y que toma un determinado valor cada vez que la variable (0 variables) toma un determinado valor. Se llama argumento a las variables de las cuales depende el valor de la funcién. Por ejemplo 3 x es una funcién matemiatica con x como argumento y su valor depende del valor que tome la variable x. Los valores que puede tomar un enunciado son “‘la verdad” 0 “la falsedad”. Con estos elementos definimos a la funcién de verdad como una 1 LOGICA funcién cuyos argumentos son enunciados y cuyo valor de verdad depende slo del valor de verdad de los arguments. Por ejemplo, si digo “El lagarto es un reptil y la rana es un mamifero”, el valor de verdad de este enunciado compuesto depende del valor de verdad de cada uno de los enunciados; sera verdadtro si los dos son verdaderos y serd falso en todo otro caso. La negacién se obtiene anteponiendo al enunciado el signe de la negacin de enunciado. Esta prescripcién opera a través de toda la Edad Media y hoy dia se la admite, por lo general. Con respecto a la implicacion se dieron diferen- cias, La implicacién se puede construir aproximadamente con las palabras entonces” del lenguaje corriente; podria ser un ejemplo de implicacién joy Hlueve en la calle Cordoba, entonces hoy la calle or. doba esta mojada”. el primer enunciado “Hoy Iueve en la calle Cordoba” llama antecedente y el segundo “hoy la calle Cordoba estd mojada™ se tian consecuente, Filén de Megara (ca. 300 a.C.) definié la implicacién como una funcién de verdad, verdadera sdlo cuando no comienza con la verdad y finaliza con la falsedad; en tres casos es, por consiguiente, verdadera: ante- cedente y consecuente verdaderos, antecedente y consecuente falsos, ante- cedente falso y consecuente verdadero. Sélo en un caso es falsa: cuando su antecedente es verdadero y su consecuente es falso. Otro megarico, Diodo- ro de Cronos ( = -307 a.C.), sostuvo, en cambio, que la implicacién es verdadera s6lo cuando no era posible ni es posible que comience por la verdad y termine con la falsedad. Introduce, como vemos, la posibilidad. Esta antigua disputa sobre el concepto de implicacién fue sefialada por Calimaco (siglo Il a.C.) en un original epigrama —“los cuervos mismos han graznado sobre el tejado acerca de cudles implicaciones son justas”. En la escuela estoica se admitié la definicin filénica. La conjuncién es definida también como funcién de verdad: verdadera cuando sus dos miembros son. verdaderos; de lo contrario es falsa. No se encuentra una definicin andloga de la disyuncién. 3) Todas estas funciones légicas se encuentran en las reglas de la logica estoica. En estas reglas unas son considerad as como indemostrables, es decir, que se las toma axiométicamente, pudiendo las otras ser reducidas a las indemostrables. Parece que estos indemostrables fueron formulados por Crisipo. Son los siguientes: 1) Si es de dia, luego esta claro; es asi que es de dia; por consiguiente est4 claro. 2) Si es de dia, luego esta claro; es asi que no est claro; por consiguiente, no es de dia. 3) No se tiene a la vez: Platén esté muerto y Platén est vivo: es asf que Platén esta muerto; por consiguiente, Platon no vive, 4) Se presenta este hecho o al contrafio este segundo; es asi que se tiene este primer hecho; por consiguiente, no se tiene el segundo. 12 HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA $) Ex de dia o es de noche; es asi que no es de noche; por consiguiente, ¢s de dia. Estos son los ejemplos que, segGin parece, dio el mismo Crisipo, Luka- siewicz los formula mediante variables de enunciados (cfr. 21.2). El charto indemostrable utiliza una disyuncién exclusiva; para la mo-exclu- siva o inclusiva, este indemostrable no es valido. La reduccion de las formulas de inferencia derivadas de los indemostra bles es un modelo de sagacidad logica (cfr. 2.2). ‘Conectado con la oposicién entre la escuela estoica y la logica aristotélica se impone preguntar si los estoicos tuvieron nocién del significado que tenia su légica de enunciades y si ellos advirtieron que habjan creado un sistema de logica distintoal de Aristételes. A la primera pregunta Lukasiewicz parece adherirse a la negativa de Scholz;con respecto a la segunda, considera que los estoicos tuvieron conciencia de la diferencia que existia entre ambos siste- mas y ademds examinaron la relacién mutua existente entre ambos sistemas. Para terminar, recordemos que los estoicos formulan por primera vez una antinomia légica famosa, la del mentiroso, que también puede leerse en un ‘jo uno de ellos, propio profeta de esos mismos: Son los cretenses siempre mehitirosos”. (a Tito I, 12). Quiere decirnos San Pablo: un cretense dice que todos los cretenses mienten. Los estoicos intentaron sin mayor éxito, su solucién. 4, LA LOGICA MEDIEVAL 4,1, Importancia del estudio Por varias razones es importante tener un cierto conocimiento de la légica medieval. Por una parte tiene un valor intrinseco; en segundo término, su conocimiento puede ayudarnos a conocer mejor las otras manifestaciones culturales de la época. Por tiltimo, su conocimiento puede arrojar alguna luz sobre Ia légica antigua, ya que no sdlo se da la posibilidad de que ellos tuvieran acceso por la tradicién oral y literaria a las ideas antiguas, sino que estaban mas proximos a los antiguos que nosotros. La interpretacién que dieron del pensamiento légico antiguo es siempre apreciable. Los temas de la légica antigua fueron retomados por los bizantinos, en especial por Psello (1018-1079), por los drabes, en especial por Avicena (980-1027) y por los escolasticos del Occidente latino. Cabria recordar que después de los estoicos comienza un periodo de comentarios y manuales. Alejandro de Afrodisia (siglo III) comenté con agudeza las obras légicas de Aristételes. En la misma €poca Porfirio esctibe su famosa Jnttroduccion a las categorias de Aristételes; en la Edad Media tuvo gran importancia esta obra de Porfirio. Galeno (130-200) da en su Introduccién a la Dialéctica una 13 LOGICA exposicion de Ia logica de términos y de Ia légica de enunciados; hay en él una tendencia a explicar la légica estoica mediante principios aristotélicos; sin embargo tiene valor la clara exposicién que hace sobre los dos tipos de silogismos que se siguen segiin se use una u otra logica. Boecio (480-534) comentd los escritos Kigicos de Aristoteles y ademds, junto a un tratado De syllogisme categorico, da una exposicion De syllogismo hypothetico. No encontraremos una investigacion orgdnica sobre la légica, pues mas bien estuve dirigida la l6gica a servir de preparaciOn espiritual para la filo- sofa y el pensamiento teolégico. Los estudios no fueron descuidados; sin embargo, la légica ocupa un lugar entre las “artes liberales”; no fue un estudio critico, sino mas bien un estudio elemental siguiendo manuales tradicionales, con ejercicios de légica, dialéctica, etc. Los temas de légica no fueron considerados como aptos para la investigacion. Claro que estas afir- maciones no son terminantes o definitivas; basta recordar que el conoci- miento de la Kégica medieval es inferior al de la logica antigua y que la logica desde Guillermo de Occam ( -1349/50) tal vez tenga una riqueza y una sutileza superior a la de los simples manuales. Antes del siglo XII se conocié parte del Organon de Aristételes, Las categorias y De la inte ‘tacion en la version latina de Boecio. También se conoce la Introduccién de Porfirio y la obra logica de Boecio. En el siglo XII se conocieron los restantes libros de Aristételes, E] nombre Verus logica se refiere a los sistemas légicos basados en obras conocidas antes del conoci- miento total de Aristételes y se da el nombre de Nova logica a las concep- ciones légicas basadas en las obras logicas de Aristételes que s¢ conocieron después. Ambas forman la Logica antiquorum que se distingue de la Logica imodernorum por incorporar ésta elementos légicos que no s¢ encuentran en Arist6teles. 4.2, Concepciones sobre la lagica Distingue Bochenski una doble concepcién légica en este periodo: una seméntica y otra sintactica. Para explicar la concepcién semantica debemos tener en cuenta que toda operacién mental presenta dos aspectos: uno fisico o natural en cuanto la operacion es una modificacién del sujeto que obra, y otro intencional, en cuanto es una representacién objetiva que tiende hacia algo conocido. Al decir, por ejemplo, “este lépiz es negro”, el lapiz tiene dos modos de “existir”: uno en la naturaleza y otro en mi entendimiento. A esta ultima existencia la amaron existencia intencional. Puedo decir “lapiz” es el sujeto del enunciado. En este caso no nos referimos a algo como es en la realidad, sino a algo que esta en mi entendimiento: lo llamaron segunda intencién, pues es un segundo estado de existencia; y como no existe fuera de mi entendimiento, es un ser de razon. Al ser de razon no le corresponde. entonces, existir en la realidad, y sdlo tiene existencia como objeto, en el 14 HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA entendimiento. Las dos clases fundamentales de seres de razdn son las nega- ciones y las relaciones de razén. Si el ser de razén es concebido negativa- mente, entonces es una negacién o privacién y si se lo concibe positiva- mente, s6lo puede ser una relacion, pues la relacion, cuya esencia toda es “referirse a”, sdlo puede existir en el entendimiento. La relacién no exige que lo conocido tenga existencia en el mundo real. No todo ser de raz6n relacional es objeto de la Iégica. Algunas se aplican a las cosas reales; por ‘ejemplo, “‘derecha”, “izquierda” pueden decirse de la calle. La lgica dirige a la razén en su acto propio; su objeto son relaciones de razén que ordenan las cosas en cuanto concebidas. Dice Santo Tomas: “el ser es doble, ser de razén y ser de la naturaleza, El ser de razén se predica de aquellas inten- ciones que la razon descubre en las cosas conocidas, como la intencién de género, de especie, etcétera, que no se encuentran en la naturaleza de las cosas, sino que derivan de la consideracin de la raz6n. Y esta clase de seres, es decir, el ser de razén, es el sujeto propio de la légica”. Como vemos, Tomas de Aquino considera que el objeto de la légica es algo objetivo que existe en el entendimiento, y lo distingue del acto psiquico, propio del entendimiento. El mismo autor divide la légica de la siguiente manera, teniendo en cuenta el acto de razon: A. Acto de la raz6n en cuanto es un cierto entendimiento. Abarca: 1) Aprehension simple, Se concibe lo que es. Aristételes lo traté en las Categorias. 2) Juicio. En él ya esta lo verdadero o lo falso. Aristételes lo traté en De interpretacion, B. Acto de la raz6n en cuanto discurre de algo hacia otro. Abarca: 1) Légica judicativa o analitica, que estudia el proceso de la razén que conduce a la necesidad. Comprende dos partes, la primera que estudia Ja forma del silogismo (que Aristételes traté en los Primeros anali- ticos) y la segunda que considera la materia del silogismo (y que Aristoteles traté en los Segundos analtticos). 2) Légica inventiva que estudia el proceso de la razén que conduce a lo probable. Puede generar: a) fe y opinién (esto lo traté Aristételes en los Tépicos; b) sospecha (esto lo traté Aristételes en la Rerérica; c) estimaci6n. (tratado por Aristételes en la Poética). 3) Soffstica. Es un proceso de la razén que conduce al error. (Aristételes Jo traté en la Refutacidn de los sofistas). ‘Como se advierte de inmediato, la palabra légica esta utilizada por Tomas de Aquino en un sentido amplio. Alberto de Sajonia (1316-1390) concibe de manera diferente al ser de razon. Las “‘intenciones” son siempre términos mentales 0 conceptos. La 15 LOGICA primera intencién no se refiere a términos mentales o conceptos; la segunda intencién se refiere siempre a primeras intenciones. Por eso dice que lama “términos de segunda intencién” al término mental “‘género”, por ejemplo, que se dirige a algo que es ya signo, de tal modo que si ese algo no fuera ya signo de otra cosa, el término mental “género” no se referiria a nada. Es deciry que para la concepcién seméntica, la segunda intencién es un signo de un signo, y para la concepcién sintactica ¢s un signo de un signo en cuanto signo. Para la concepcién sintictica, la légica es un lenguaje sobre un len- guaje, es decir que es una ciencia construida metalingiifsticamente. Como es evidente que toda ciencia puede construirse de este modo, determinaron el objeto de la légica de manera més exacta. La logica estudia la forma légica y esta forma s¢ identifica con los lamados términos sincategorematicos. Tomamos un texto de Buridén (siglo XIV) citado por Bochenski: “Se entiende por materia de un enunciado a los términos puramente categore- miticos, es decir, los sujetos y predicados, y se los distingue de los términos sincategorematicos que s¢ les afiaden y por los cuales se conectan o se niegan y se les da alos categorematicos un modo determinado de suposicion. Todo lo demas pertenece a la forma. Y asi decimos que la copula de los enun- ciados categ6ricos e hipotéticos pertenece a su forma; y también las nega- ciones, los signos que.cuantifican, el nimero de términos y enunciados, su conden, las relaciones de los términos relativos, los modos de significacién involucrados en la cantidad del enunciado (por ejemplo, singularidad, universalidad) ...Por ejemplo, en razon de la negacién y los signos (que cuantifican), los enunciados son afirmativos y de forma distinta de los negativos y los universales de los particulares ...A causa del orden tienen forma distinta los enunciados “Todo hombre es animal” y “Animal es todo hombre” y de modo semejante las consecuencias: “Todo B es A, luego algin BesA” y “TodoB es A, luego algin A es B”. 4.3. “Consecuencias” Las llamadas “consecuencias” representan el redescubrimiento de cues- tiones vinculadas con la légica de enunciados. Algunos autores consideran que aparecen en el medicevo vinculadas por intermedio de Boecio con los légicos estoicos. Algunos suponen que Boecio no tuvo acceso a las obras estoicas; otros creen lo contrario. Para otros, la obra De syllogismo hypo- thetico de Boecio, directamente o por intermedio de Abelardo, tuvo influen- cia en Ja elaboracién de la teorfa de las consecuencias; para otros no. Cita- remos nuevamente la obra de Lukasiewicz (24): “La légica estoica de enun- ciados cobra vida en el medicevo, especialmente en la doctrina de las conse- cuencias. Por consecuencia entienden Jos medievales tanto una implicacion como una férmuls de inferencia del tipo p luego q en donde p y q son enunciados... Duns Scoto (1266-1308) prueba que en una consecuencia partiendo de un enunciado que contiene una contradiccién puede derivarse 16 HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA cualquier enunciado. La prueba es presentada en un ejemplo que dice: la consecuencia “Sécratés corre y Sécrates no corre, por lo tanto ti est4s en Roma” es formalmente correcta. De la conjuncién “Sderates corre y Sécra- tes no corre” se deriva en una consecuencia tanto “Sécrates corre como. “Sécrates no corre”. De “Sécrates corre” sigue de nuevo en una conse- cuencia disyuncién “Sécrates corre o tii estés en Roma”. De esta disyun- cién y de la negacién de su primer miembro, obtenemos finalmente en una consecuencia el enunciado “ti estds en Roma”. Con la decadencia de la escolistica medieval, todas estas hermosas investigaciones quedaron en el] olvido™ (cfr. 21.3). En Occam encontramos formuladas, entre otras, las siguientes conse- cuencias: 1) Desde la verdad jamds sigue Ia falsedad. 2) Desde proposiciones falsas puede seguirse una proposicién verdadera. 3) Si una inferencia es valida, entonces del opuesto del consecuente se sigue el opuesto del antecedente. 4) Todo lo que sigue de] consecuente se sigue de] antecedente. 5) El consecuente es falso, lucgo el antecedente también es falso. Estas consecuencias las formulamos simbélicamente en 15.2. Especial mencién merece Walter Burleigh (1275-1345). Es el primer légico escoldstico que coloca la teorfa de las “‘consecuencias” al comienzo de su tratado De puritate artis logicae (Acerca de la pureza del arte légico) (15). La légica posterior olvidé esta extraordinaria realizacién. Como lo veremos en légica matemética, la teor’a de las consecuencias (légica de enunciados) es la parte mds importante y bisica de la légica. Al exponer nosotros los elementos de légica no-matematica partiendo de la légica de enunciados, reconocemos en cierto modo Ia deuda que tiene con Burleigh la Kégica no-matemitica. 4.4, Algunas adquisiciones "Una exposicion sistematica de la Logica modernorum ya se encuentra en Pedro Hispano ( -1277), en el sexto tratado de su Summulae Logicales. Distingue las diferentes suposiciones de un término, es decir, la significacion que adquiere un término segin el papel que juega en el enunciado. Y asi el término “hombre”, por ejemplo, puede aparecer con distintas suposiciones: “hombre es un nombre de seis letras” (suposicién material); “hombre es una especie” (suposicién simple); “este hombre corre” (suposicion personal). Estas cuestiones se vinculan con los términos sincategorematicos, pues serd diferente la suposicién personal del sujeto de un enunciado, por ejemplo, si v7 LOGICA agregamos un sincategoremdtico “todo” o “‘alguno”. Y asi en un universal afirmativo “Todo S es P” podemos derivar la conjuncién “este S es P y este Ses P y este otro S es P ...y asi sucesivamente”’; pero del particular afirma- tivo “‘Algin Ses P” podemos derivar el enunciado disyuntivo “este S es Po este S es P o este otro S es P”. Se modifica, entonces, la suposicién del ‘sujeto segdn el tipo de sincategoremdtico que agreguemos. EmOccam la suposicién le permite precisar Ia definicién de verdad for- mulada por Aristételes. En efecto, sostiene que un enunciado es verdadero cuando lo que se dice ser, es, pero determina que el enunciado es verdadero cuando el sujeto y el predicado suponen lo mismo. “Juan es rubjo” es verdadero, si existe algo que es hombre y es rubio, y es falso, si Juan existente no ¢s rubio o |o rubio existente no ¢s Juan. Estas cuestiones vinculadas con la suposicién son originales de la ldgica medieval; parece que su origen debe buscarse ya en el siglo XII; en el siglo XIII es una doctrina generalmente aceptada. En la silogfstica asertorica se introdujeron algunas novedades. En Occam, por ejemplo, ya encontramos el uso de términos singulares. El ejemplo “Todo hombre es animal; Sécrates es hombre; luego Sécrates es animal” ¢s de Occam y no de Petrus Ramus (1515-1572) como generalmente se afirma. Por otra parte equipara el enunciado singular al universal. Ademds s¢ introdujeron férmulas mneménicas. Aparecen ya en el siglo XIII y fueron formuladas, como las conocemos actualmente, por Pedro Hispano en las Surmrmulae. La Cuarta figura, que algunos llaman galénica, nada tiene que ver con Galeno; éste admitié siguiendo a Aristételes sdlo tres figuras. La cuarta figura aparece en un texto del siglo XIII del fildsofo judfo Albalag. Dice este autor: “En mi opinién debe haber cuatro figuras, pues el término medio puede ser sujeto en una de las dos premisas y predicado en la otra, de los dos modos sigvientes: 1) El término medio ¢s sujeto en la menor, predicado en la mayor. 2) Es predicado en la menor, sujeto en la mayor. Los antiguos s6lo con- sideraron esta segunda ordenacién y la Ilamaron “primera figura”. En la silogfstica modal se elaboraron distintos sistemas y se formularon y solucionaron problemas conectados con la l6gica modal de enunciados. En Occam hay un esbozo de Kigica plurivalente. Resumimos finalmente otros desarrollos alcanzados por los medievales, en cuestiones de légica. Seguimos, en general, a Bochenski (10). 1)En un texto de Santo Tomas (De Veritate. 2,11¢), al analizarse la analogfa de proporcionalidad se formula, por vez primera en la histo- tia, la nocién de isomorfismo. Aun cuando el ejemplo que da es erré- neo, pues en é] (6:3::4:2) sdlo se da identidad de dos relaciones, las ilustraciones muestran que se refiere a una relacién de semejanza entre HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA dos relaciones (Ser Divino : Dios :: ser creado : creatura). Esta relacién entre relaciones permite inferir desde lo que conocemos sobre una cosa, algo sobre otra; y la aparente contradiccién que implicaria la afir- macién del mismo Tomés “no podemos saber qué-es Dios” desaparece, pues 41 nos esta hablando de lo que hoy Iamamos isomorfismo y éste nos permite transferir algo desde una relacién a otra sin tener expe- ridncia acerca de los relacionados. 2) Trataron de solucionar el problema de los términos libres recurriendo a nociones vinculadas con la suposicién. Y asi, por ejemplo en “todo rey argentino es hombre, luego algun hombre es rey argentino” aparen- temente incorrecto, pues va de lo verdadero a lo falso, se solucionaria la cuestién aclarando que “hombre” en los dos casos es usado como “posible”. 3) Arist6teles rechaz6 Ia cuantificacién del predicado. Guillermo de Shyreswood ( -1249) en su Introduccion a la ligica habria intentado una cuantificacién del predicado al establecer equivalencias como las siguientes: a) entre “todo hombre es sélo un animal” y “ningan hom- bre es ningfin animal”; b/ entre “todo hombre no es un alma” y “ningfin hombre no es sélo un alma”; ¢/ “todo hombre no es sélo un animal” y “ningéin-hombre es todo animal”. 4) Parece dusoso que se ocuparan de otras partes de la Iégica, como de la de relaciones. Escribieron voluminosos tratados sobre las antinomias seménticas; los formularon y dieron mds de una docena de soluciones; en ‘esto conocieron los medievales, mds 0 menos, lo que conocemos sobre el tema hoy en dia. 5, LA LOGICA DESPUES DEL MEDIOEVO 5.1. “Precursores” La historia de la 6gica no-matematica después del medioevo es la historia de una decadencia. Aun cuando la ensefianza de la l6gica no desaparece, noes dable observar progresos en la investigacién cientifica sobre la légica. Los que consagraron especial interés a cuestiones vinculadas con la deduccién, se dirigieron hacia la matemitica, y los légicos mismos se ocuparon de otros problemas, Ast, algunos légicos se ocuparon de problemas metodolégicos, otros de cuestiones gnoseolégicas cuando no de una Kégica ontolégica (como el caso de los hegelianos). Esta preacupacién de los matemiticos por cues- tiones logicas explicaria la circunstancia de que con el corer del tiempo grandes légicos hayan sido también grandes matemdticos. Es posible hablar, en esta época, de algunos “precursores”. Menciona- Temos los que nos parecen mds importantes. 19 LOGICA Petrus Ramus trata de modo mds sistemdtico que Occam los silogismos con términos singulares. Segiin Kotarbinski, Ramus es el primero en exponer Ja légica en un curso completo y sistematico segin la divisién y plan segui- dos con posterioridad y que, ain hoy, aparece en algunos autores. Se refiere a la division de la légica en concepto, juicio, inferencia y metodologfa. Degcartes (1596-1650) aun cuando no creyé en la utilidad de la aplica- cién de la légica a las ciencias, formulé sin embargo dos ideas importantes. Concibi6, primero, una mathesis universalis, esto es una teoria matematica més amplia que la geometria y la aritmética y que deberfa aplicarse a todo ‘tema que trate medida y relacién. En realidad, su geometria analitica pre- tende darnos un ejemplo de esa teorfa. La segunda idea fue el concepto de un sistema de simbolos relacionados con nuestro pensamiento de modo semejante a como lo estan las cifras con respecto a los nimeros; de este mode seria més facil juzgar y argumentar. Sin embargo, acerca-de las posibi- lidades de realizaci6n de este sistema siempre se mostré pesimista. T. Hobbes (1588-1679) defiende en su Leviathan una concepcién muy interesante sobre la argumentacién. Para él ésta es un célculo y las palabras son sélo fichas. Esta comparacién parece que Hobes la tomé de la Refu- tacion de los sofistas, donde se afirma que ya que no es posible durante una argumentacién mostrar, las cosas mismas, sino que empleamos las palabras como signos de las cosas, llegamos a creer que lo que es legitimo para los sim- bolos, lo es para las cosas, asi como en el caso del que calcula que se sirvede piedras para realizar el céleulo. Esta tendencia a la formalizacién (Cfr. 12.4) no es accidental. En esta época comienza ya la formalizacion de la matemitica; bastaria recordar al matematico Vieta (1540-1603) y sus notables trabajos sobre el dlgebra. John Wilkins (1614-1672) intenta realizar el programa de Descartes. Cla- sifica todo lo que puede expresarse por el lenguaje en cuarenta géneros. Cada uno de ellos tiene un signo determinado; para distinguir las diferencias y especies empleaba afijos agregados a los signos de los géneros. Utilizaba algunos mecanismos ingeniosos para construir proposiciones. De este modo leg6, por ejemplo, a transcribir simbélicamente el “Padre Nuestro”. Atanasio Kircher (1601-1680) expone en su Ars magna sciendi una ver- sién modema del Ars magna de Raimundo Lulio (1235-1315). Lulio parte de pocos términos primitives, los que pueden ordenarse de distinta manera; mediante circulos concéntricos es posible Hevar a cabo un cierto cilculo mecanico. Kircher clasifica los elementos a tratar en columnas; por ejemplo, colum- na de cuestiones (;Dénde? , ;Por qué?,, etc.), la de virtudes (justicia, forta- leza, etc.). Cada una de las palabras de las columnas estd representada por un “signo. Estos signos se combinan mecénicamente mediante cartones que corresponden a las columnas y en donde estan inscriptos aquellos signos. Se hacen rotar los cartones y se obtienen todas las combinaciones posibles. En Lulio y en Kircher se da, en forma primitiva, un célculo y una rudi- mentaria maquina de sacar conclusiones. También al determinar los 20. HISTORIA DE LA LOGICA NO-MATEMATICA. elementos a manejar se anticipa la nocién de universo del discurso (Cfr. 9.2). 5.2. Decadencia x Todos estos “precursores” constituyen, en cierta manera, las excepciones de un estado decadente en légica. Se originan en esta época los gruesos voliimenes de légica que, como dice Frege, estan “‘abultados por insalubre grasa psicolégica que oculta las formas més finas”. En la logica de Port Royal (siglo XVII) se expone la logica segdn el plan de Petrus Ramus, pero ya se han perdido de 1a légica medieval las doctrinas de la suposicién, de las consecuencias, las antinomias y la logica modal. J, Jungius (1587-1657), a pesar de introducir algunas innovaciones —la conversa de la relacion; v. g. “David es el padre de Salomén, lucgo Salomén es el hijo de David” caracteriza el crudo psicologismo que va a dominar la logic; asi, para él, Ia légica es el arte de distinguir la verdad de la falsedad en las operaciones de la mente. Una de Jas razones fundamentales de este atraso en la investigacidn légica debe buscarse en la marcha triunfal de Ia filosoffa de Kant (1724-1804). Para é] desde Aristételes la l6gica no habia dado un solo paso ni podria darlo; la consideré como acabada y perfecta. Bajo la influencia de un gran nombre cesaron has tentativas de renovar la logica. Esto explicaria por qué se esfuerzan por satisfacer Jas necesidades no satisfechas por la logica mediante la construccién de teorfas diferentes: légica trascendental, dialé hege- liana, l6gica inductiva. Y con el pretexto de quitarle su “aridez™ se fueron almacenando gran cantidad de “'grasas psicolégicas”, como dirfa Frege. Kant atacé también crudamente todo intento de formalismo; dice que ni las figuras ni los signos pueden expresar los pensamientos y sus relaciones, y es imposible reemplazar las especulaciones por manipulaciones con signos. Hemos dejado a Leibniz y sus discipulos aparte; los trataremos donde nos parece que corresponde tratarlos: en la Kigica matemitica. Antes de Boole sélo merece una especial mencién B. Bolzano (1781-1848), autor de una obra de légica publicada en 1837. Aun cuando no aporta un progreso sustancial al sistema de la logica, se distingue de todos Jos manuales de la época por la exposicién minuciosa y profunda de las cuestiones logicas tradicionales, asi como por la critica certera y mordaz, pero imparcial, de las tendencias légicas de su época. Su obra contiene, ademas, referencias historicas de gran valor. Autores como Beth (6) consi- deran esta obra como la mejor exposicion critica e historica del sistema de légica tradicional. No creemos que valga la pena detenernos en la enumeracién de obras VWgicas publicadas en los siglos XIX y XX. En algunas hay una exposicion mds 0 menos sistematica de cuestiones légicas. Tal vez lo mejor en este aspecto sea el manual de J.N. Keynes. Pero en general carecen de problemas Propios, no hay métodos y recursos nuevos; sus autores parecen exponer 2 LOGICA desganadamente una ciencia anquilosada, reducida ya a un pequefio circulo de tautologfas elementales. Los pocos que hablan acerca de la logica mate- miatica s6lo manifiestan un desconocimiento del tema y un dogmatismo digno de mejor causa. El ejemplo tipico podria ser el manual de Maritain (EI orden dg los conceptos, Buenos Aires, 1948). REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: Se recomienda para este capitulo: J. Lukasiewicz (24) y (25), I. M. Bochenski (10), E. W. Beth (7), R. Feys (19) y Kneale (21). En légica medieval son de mucha utilidad Ph. Boehner (11) y (12). En muy:pocos puntos hemos utilizado T. Kotarbinski (22). La obra de C. Prantl (30) continda teniendo importancia por la coleccién de textos que van desde la Antigiiedad hasta la Reforma. 2 CaPiTuLO Wr ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA 6. LOGICA DE ENUNCIADOS 6.1. Negacién Veremos algunas relaciones légicas que se dan entre enunciados, Esto constituye la llamada légica de enunciados. Esta parte de la légica corres- ponde, histéricamente, a lo que estudiaron los estoicos y a las “‘conse- cuencias” escolasticas, Es la parte basica y fundamental de la logica, ‘Comenzaremos con la negacién. Dos enunciados, de los cuales uno es la negacién del otro, s¢ aman enunciados contradictorios. En algunos casos es conveniente negar un enunciado mediante la particula “‘no", pero en otros casos no es posible utilizar ese procedimiento: en casos come los siguientes “si estudio luego aprobaré” y “muchos nifios son estudiosos” no es posible negar estos enunciados agregando simplemente la particula “no”. En el Gltimo ejemplo si negamos el enunciado y decimos “muchos nifios no son estudiosos” no obtenemos la contradictoria de la primera, pues sdlo expresa que se dan también nifics no estudiosos. Para obviar estas dificultades podria anteponerse la expresién “no es verdad que” y obtener en los casos dados: “‘no es verdad que si estudio luego aprobaré” y “no es verdad que muchos nifios son estudiosos”. ‘Con los enunciados contradictorios se vinculan dos leyes Idgicas que ya formulara Aristételes. La ley de la contradiccion nos dice que dos enun- ciados contradictorios no pueden ser ambos verdaderos. La ley de tercero excluido nos dice que de dos enunciados contradictorios uno siempre es verdadero; es decir, que entre dos enunciados contradictorios no puede darse un medio © tercera posibilidad (de aqui su nombre). Hay que tener mucho cuidado al considerar enunciados y determinar si les coresponde 0 no la ley de tercero excluido. Por ejemplo, si decimos “a es positive” y “ano €s positivo”, no podemos aplicar aqui la ley, ya que un enunciado no es el contradictorio del otro. El mimero “0” nos da una tercera posibilidad. A pesar de afirmar Aristételes que el principio de contradicci6n es el mas firme de todos, téngase en cuenta que nunca convierte a estos principios en puntos de partida de su logica. ‘También partiendo del sentido de la negacion debemos afirmar, ahora, la ley de la doble negacién: la doble negacién afirma (duplex negatio affirmat). 23 LOGICA 6.2. Condicional Un enunciado como “si el nimero de los alumnos és divisible por cuatro. luego el nimero de los alumnos es divisible por dos" es un ejemplo de emunciado condicional. Consta de dos enunciados unidos por las particulas “si wa duego”. Su esquema es “si p luego q”; el primer enunciado, como sabemos, se Hama antecedente, y el segundo, consecuente. Es claro que al formular un enunciado condicional nada decimos acerca de la verdad o falsedad de sus componentes. Podemos formular este enunciado condicional sin necesidad de saber si ¢l nimero de los alumnos es divisible por cuatro o es divisible por dos. S6lo formulamos que no puede darse el caso de que el namero de alumnos sea divisible por cuatro y no lo sea por dos. El enun- ciado condicional es verdadero si excluimos que su antecedente sea verda- dero y su consecuente sea falso. De esto se sigue que un condicional sera falso, si su antecedente es verdadero y su consecuente falso. De lo dicho se infiere que la negaci6n de “si p luego q” puede hacerse ast: “py nog”. Existen ciertas relaciones entre el antecedente y el consecuente de un enunciado condicional, las cuales relaciones s expresan mediante leyes que han recibido nombres trddicionales. En el llamado modus ponendo ponens tenemos “si p luego q3 ¢8 asf que p; luego q”’. Decimos que este esquema es siempre valido, pues si la condicional. es verdadera y su antecedente es verdadero, luego su consecuente debe ser también verdadero. El esquema dado fundamenta las siguientes argumen- taciones: “Si la sefial es roja, luego no puedo continuar; es asi que es roja; luego no puedo continuar”, “‘Si hoy llueve, entonces Ia calle Cérdoba esta mojada; es asf que hoy Iueve; luego la calle Cérdoba est mojada”. En el modus tollendo tollens tenemos “si p, luego q; es asf que no-q; luego no-p". Este esquema es siempre vilido, dado que si el condicional es verdadero y la negacién de su consecuente es verdadera, luego es verdadera también la negacién de su antecedente. El esquema dado fundamenta la siguiente argumentacién: “‘si él es culpable, luego él estaba en el lugar del crimen; es asf que é1 no estaba en el lugar del crimen; luego 41 no es culpable”. La llamada demostracién indirecta es reducible al iltimo de los modos;en efecto, para demostrar indirectamente la afirmacion p, aceptamos que p es falsa y con esto que su contradictoria no-p es verdadera; partiendo de no-p concluimos algo que sabemos que es falso; el esquema seria asi: “Si (si no-p, luego q; es asi que no-q); luego no-no-p” aplicamos la doble negacién y -obtenemos p. Pero advitrtase que los esquemas siguientes no son vilidos: “Si p luego q; es asi que no-p; lvego no-g” y “Si p luego q; es asi que no-p; luego q”. Esto ocurre porque un condicional verdadero con antecedente falso puede tener un consecuente verdadero o un consecuente falso. Por ejemplo, supongamos que yo haya nacido en agosto y formuls los siguientes condicionales verda- 24 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA. deros ‘“Si yo naci en julio, luego nacf en invierno” y “Si nacf en enero, luego naci en verano”; dado el supuesto de que naci en agosto, en ambos casos el antecedente es falso y, sin embargo, el consecuente es un caso verdadero y én ¢l otro falso. También los esquemas siguientes no son vilidos: “Si p luego q; es asi que q; luego p” y “Si p luego q; es asi que q; luego no-p. En un condicional verdadero con un consecuente verdadero, el antecedente puede ser verda- dero o falso. Supongamos, por ejemplo, los siguientes condicionales: “Si nact en agosto, luego nacf en invierno” y “Si naci en julio, luego naci en invierno”; ambos son verdaderos y tienen un consecuente verdadero, pero en el primer caso (suponiendo que haya nacido en agosto) el antecedente es verdadero y en el segundo falso. El lamado silogismo condicional perfecto podria expresarse asi: “Si se da este primer hecho, entonces se da este segundo hecho; y si se daeste segun- do hecho, entonces se da este tercero; por consiguiente, si se da el primer hecho, entonces se da el tercer hecho”. Mas esquematicamente podriamos escribir “Si p, entonces q y si q entonces r, luego si p entonces r”. Por ejemplo, “Si aprieto el botén, entonces la corriente eléctrica pasa por el cable. Si la corriente pasa por el cable, entonces el timbre suena. Luego si aprieto el botén, entonces el timbre suena’. 6.3, Relaciones entre condicionales Si tenemos el condicional “si p luego g”, podemos obtener el converso “si q luego p", el contrario “si no-p luego no-q™ y el comtapositive “si no-g luego no-p”. Un condicional y su converso son independientes, es decir, que el converso de un condicional puede ser verdadero o falso; por ejemplo, en “si hoy es lunes, luego mafiana es martes”, su converso es verdadero; pero en “si esto es cuadrado, tiene lados iguales”, su converso es. falso. Lo mismo ocurre en el condicional y su contrario; en algunos casos es verdadero y, en otros, falso. Sin embargo, el contrapositivo de un condicional siempre es verdadero y, viceversa, el condicional de un contrapositivo es siempre verda- dero; en otras palabras, son mutuamente equivalentes (Cfr. 6.4). Con lo dicho es claro que el contrario de un condicional es el contrapositivo del converso del condicional; y como el contrapositivo de un enunciado es equivalente al enunciado, concluimos que el converso de un condicional y el contrario de é] son equivalentes. Esquematicamente: “si no-p luego no-g” €s el contrario de“'si p, luego q” y es también el contrapositivo del converso ‘si q, luego p; y como el contrapositivo de un enunciado es equivalente al enunciado, resulta que el converso “si q, luego p” y el contrario “si no-p, luego no-g” son equivalentes, En base a la ley mencionada de la contraposicién, podriamos formular otra; Ia de la contraposicién compuesta. El esquema de esta ley es asi: “si p yg, luego r”, luego “si now y q, luego no-p”; por ejemplo “si el revdlver est 25 LOGICA cargado y aprieto el gatillo luego sale un tiro”, luego “si no sale un tiro y aprieto el gatillo luego el revilver no esta cargado”. Apliquemos algunas de estas nociones a las llamadas condiciones sufi- cientes y necesarias. Decimos, por ejemplo, que a presin normal calentar agua a,100 grados y seguir calenténdola es una condicién suficiente para la ebullicin del agua. Entonces p es una condicién suficiente de g cuando entre ellas se da la siguiente relacion: toda vez que p se lleva a cabo, también q se lleva a cabo, Decimos, por ejemplo, que la presencia de oxigeno en las cercanfas es condicién necesaria para la combustién de un cuerpo. Entonces p es una condicién necesaria de q cuando entre ellos se da la siguiente relacién: toda vez que p no se lleva a cabo, también q no se lleva a cabo. Los enunciados “si p entonces q” y “si no p entonces no q” son mutuamente independientes, es decir, que la verdad o falsedad de uno nada nos dice sobre la verdad o falsedad del otro. Por esto, de que p sea condicién sufi- ciente de q no sé sigue que p sea condicién necesaria de q 0 que no lo sea, p puede ser condicién suficiente y necesaria, pero puede no serlo. Una condi- cién suficiente de la divisibilidad por 2 es que la Gltima cifra de un mtimero sea divisible por 2; es tanbién una condicién necesaria. Una condiciin sufi- ciente de divisibilidad por 10 es la divisibilidad por 5, pero no es una condicién necesaria. =~ 6.4, Equivalencia’ El condicional no se expresa tinicamente del modo que lo hemos hecho hasta ahora. Y asi, por ejemplo, en lugar de decir “si no hay oxigeno luego no hay vida”, podemos decir “‘sdlo si hay oxigeno luego hay vida”. Es decir, que en lugar de “‘si no-p luego no-g" podemos decir “solo si p luego q”. Pero sabemos que “‘si no-p luego no-q” es equivalente a‘‘si q luego p”. Se deduce, entonces, que “s6lo sip luego q” es equivalente a “si g luego p”. Veamos, con estos supuestos, qué significa la expresién “si y slo sip luego q". Es un enunciado compuesto de un condicional “‘si p Juego q” y de “s6lo si p luego q”; esta Ultima “‘sdlo si p luego q”, como sabemos, es equivalente al converso de “si p tuego q". Por consiguiente, el enunciado completo es verdadero si tanto “si p luego q’” y su converso son verdaderos; es decir, seré verdadero si del antecedente p se sigue el consecuente q y si del consecuente q se sigue el antecedente p, Un enunciado del tipo “si y slo si P luego q” se llama enunciado equivalente y también suele ex presarse asi: _“p siempre y s6lo sig” 0 “p luego y sélo luego sig”. 6.5. Disyuncion Podemos conectar dos enunciados mediante la particula “o”. Pero esta particula tiene dos sentidos, uno inclusivo y otro exclusivo. Por ejemplo, si 26 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA digo “aprobaré légica 0 aprobaré latin”, no excluyo la posibilidad de apro- bar las dos; enunciados de este tipo son amados disyuntivos con sentido inclusivo. Pero si digo: “Ayer fue lunes o ayer fue martes”, significo que fue lunes o fue martes, pero no lunes y martes. Enunciados de este tipo son Iamados tisyuntivos con sentido exclusivo. La disyuncién inclusiva es ver- dadera, si por lo menos uno de los enunciados es verdadero; la disyuncién exclusiva es verdadera; si al menos uno de los enunciados es falso’(no es verdadera, entonces, si los dos son verdaderos o los dos son falsos). De esto derivamos los esquemas siguientes: 1) para la inclusiva “p o q; no-p; luego q” y “p o q; nog; luego p”; por ejemplo: “hablo a su primo o visito su casa; no hablo a su primo; luego visito su casa”; 2) para la exclusiva: “p og;p; luego nog", y “p 0 gq; q; luego nop”; por ejemplo “El es casado o él es soltero; es casado; luego no es soltero”. El primer esquema se lama modus tollendo ponens y el segundo, modus ponendo tollens. En Jos llamados dilemas tenemos argumentaciones con enunciados condicionales y enunciados disyuntivos. Se dan dos esquemas argumen- tativos. 1) Dilerna compuesto: “si p lego q; si r luego s; p o r luego q os”; por ejemph, “si les libros de la Biblioteca de Alejandria tienen un contenido que concuerda con el Cordn, son initiles; si el conteni- do de los libros no concuerda con el Cordn son nocivos; pero concuer- dan o no concuerdan; luego los libros son initiles o nocivos”. 2) Dile- ma simple: “Si p ego r; si q luego 7; P 0 q; luego r”; ejemplo, “si los libros son indtiles, deben quemarse, y si son nocivos, deben quemarse; los libros son indtiles 0 nocivos; luego deben quemarse”. Este dilema se atribuye al califa Omar. En el llamado dilema destructivo se argumenta del siguiente modo: “si p, entonces q or. Nog. Nor. Luego no-p”. Por ejemplo: “si el gerente ‘es inocente, entonces los empleados o los proveedores son culpables. No son culpables los empleados. No son culpables los proveedores. Luego, el gerente no es inocente”. 6.6. Conjuncion Si queremos decir que dos enunciados son verdaderos, los unimos con la particula “‘y”. Si queremos determinar, a la vez, la edad y la estatura de una persona, decimos v.g. “tiene veinte afios y mide uno setenta’’. Este enun- ciado compuesto se Nama conjuncién. Desde un enunciado de este tipo podemos inferir uno de los enunciados simples; el esquema argumentativo seria “p y q; luego q”, “p y q; luego p”. Por ejemplo, “tiene veinte afios y mide uno setenta; luego tiene veinte afios”. Para la conjuncién podemos formular también un modus ponendo tollens de la siguiente manera: ‘“‘no es verdad que se den p y q; se da p; luego no se dag”. La negacién de una conjuncién es equivalente a la disyuncién de sus Pa) LOGICA enunciados simples negados. El esquema es asi: “no (p y q) equivale a no-p © noq”. Por ejemplo, “no es verdad que tiene veinte afios y mide uno setenta” equivale a “no es verdad que tiene veinte afios o no es verdad que mide uno setenta”. La negacion de un enunciado disyuntivo es equivalente a la conjuncién de sus Bnunciados simples negados. E] esquema es asf: “no (po q) equivale a no-p y nog”. Ejemplo, “no es verdad que aprobaré Iégica o que aprobaré Jatin” equivale a “no es verdad que aprobaré légica y no es verdad que aprobaré latin’. Estas leyes conocidas en la Iégica actual como leyes de De Morgan (Cfr. 9.8 y 15.2) ya fueron conocidas en el siglo XIII (Cfr. 21.3). Walter Burleigh (1275-1345) (15) las formula del siguiente modo: “la con- tradictoria de una copulativa (conjuncién) vale como una disyuntiva que ‘tiene, como partes, las contradictorias de las partes de la copulativa” y “la contradictoria de una disyuntiva tiene el mismo valor que una copulativa construida con las partes contradictorias de la disyuntiva”. 6.7. Argumentaciones por elabsurdo Se utilizaron, en especial en matemtica, algunas argumentaciones por el absurdo. La primera argumentacién de este tipo nos indica que podemos llegar a probar p derivando de no-p la existencia dep. El esquema se puede construir asi: “si no-p, entonces p, lego p”. Por ejemplo, ‘‘si no admitimos ‘este teorema, entonces podemos derivar su verdad a partir de ese supuesto; luego el teorema es verdadero”. Otra argumentacién por el absurdo nos permite probar no-p derivando de p la existencia de no-p. Esquemitica- mente: “si p entonces no-p, luego no-p”. Por ejemplo: “si admitimos este teorema, entonces podemos derivar su falsedad, a partir de ese supuesto; luego el teorema es falso”. Por iiltimo podemos probar no-p si derivamos q y nog desde p. En esquema: “si p entonces q y si p entonces no-q; luego no-p”. Ejemplo: “‘si desde un determinado teorema podemos derivar dos afirmaciones contradictorias, el teorema ¢s falso”. 6.8. Aplicaciones Con los elementos vistos podriamos intentar la prueba de la siguiente argumentacién: Si Juan no esté en Buenos Aires, entonces esté en Cordoba. Si no esté en Cérdoba, entonces esté en Tucuméin. Juan no esté en Buenos Aires y Tucumén. Por consiguiente Juan esta en Cordoba. Podemos simbolizar asi este ejemplo: si ne-p entonces q (Ds si no-q entonces r QQ): 28 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA nosedapyr 3); luego q (4). Aplicando en (1) Ia ley de la contraposicion, obtenemos: - si Nog, entonces no-no-p (5). Por doble negacién aplicada (5), obtenemos: sino, entoncesp 6). Pero como en (2) tenemos también “‘si no-q entonces r”, podemos unir (2) y (6) y obtener: si nog entonces p yr (7). Aplicando en (7) el modus tollendo tollens: no-noq: @), y aplicando la doble negacton en (8) tenemos el resultado buscado: q. Adviértase que, en realidad, hemos convertido intuitivamente las leyes en reglas, ya que nos han servido como prescripciones para manejar expresiones: (Cfr. 15.3 y 21.2). 7, LOGICA DE TERMINGS, RELACIONES ENTRE ENUNCIADOS: 7.1. Anidlisis de los enunciados Hemos considerado algunas argumentaciones cuya validez o invalidez depende de la conexién existente entre los enunciados. Ademés de estas argumentaciones se dan otras cuya validez o invalidez depende de la oo- nexién existente entre los términos que constituyen los enunciados. Por ejemplo Ia validez de la argumentacién: Todas las ballenas son mamiferos. Todos los mamfferos son vertebrados. ‘Luego: todas las ballenas son vertebrados. depende de la conexién que se da entre los términos “ballenas”, “mami- 29 LOGICA feros”, “vertebrados” y “‘todos”. Se Llama logica de términos a la parte de la légica que estudia este tipo de argumentacién. Para poder estudiar estas argumentaciones debemos analizar la estructura de los enunciados simples (Cfr. 2.2). Se admiten cuatro clases de enun- ciados: universal afirmativo, universal negativo, particular afirmativo y par- ticular negativo. Podemos representarlos asi: “Todo Ses P”, “Ningin S es P”, “Adgin Ses P” y “Algin S no es P.’. Estos enunciados son lamados enunciados categ6ricos. Hay um término que es sujeto y un término que es predicado; ademas se da un verbo que une o separa esos términos; final- mente se dan los términos “todo”, “ningiin”, “algfin”, que reciben el nom- bre de cuantificadores. Los cuantificadores determinan la cantidad del enunciado (universal, particular) y el verbo determina su cualidad (afir- mativo, negativo). Damos a continuacion ejemplos de los enunciados men- cionados: 1. Universal afirmativo: Todos los cuadrados son rectangulos. 2. Universal negativo: Ninguna parabola es un circulo. 3, Particular afirmativo: Algunas elipses son cfrculos. 4. Particular negativo: Algunas lineas no son rectas. Los cuatro enunciados no tienen siempre el mismo sentido. Por ejemplo “Todo Ses P” puede significar que S esta incluido en P, es decir, que no se da S que no sea P. De la misma manera “Ning6n Ses P” significa que no se da S que sea P. También’*Todo Ses P” puede significar que 5 esta incluido en Py que se da al menos un S, y “Ningin Ses P} que S no esté incluido en P’y que se da al menos un S. La primera interpretaci6n nada nos dice sobre Ia existencia de S, la segunda solo acepta S que sean aplicables al menos a una cosa. La légica no-matematica acepté la segunda interpretacién... Acla- remos que esta aceptacién sélo de términos no-libres (esto es, aplicables al menos a una cosa) se refiere a las cuatro clases de enunciados vistos. Con la primera interpretacion surgen, aparentemente, algunas dificul- tades. En efecto, los sujetos libres nada designan. Si tenemos, por ejemplo: 1) “Todos los reyes de la Argentina fueron reyes de toda América” y 2) “Ningtin rey de la Argentina fue rey de toda América”, podemos inter- pretarlas como significando “No se dio ningtin rey de la Argentina que no haya sido rey de toda América” y “No se dio ningGn rey de la Argentina que haya sido rey de toda América”, respectivamente. El término “rey de la “Argentina” es libre, lo cual significa que no hubo rey de la Argentina que no fuera rey de toda América ni que fuera rey de toda América. Segin esta interpretacién, entonces, los dos enunciados 1) y 2) son verdaderos, cosa que no puede darse en la contrariedad (Cfr. 7.2). FI cuantificador “‘algGn’” usado en los particulares significa “‘al menos uno”. Para abreviar usaremos la letra A para designar el enunciado universal 30 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA, afirmativo, la £ para el universal negativo, la / para el particular afirmativo y la O para el particular negativo. Analizaremos, a continuacién, las relaciones légicas que s¢ pueden dar entre estos cuatro tipos de enunciados. A estas relaciones las expresamos como leyes légicas, con lo cual queremos sefialar que esas relaciones seran siempre verdaderas sin tener en cuenta el contenido de los términos usados en. los tnunciados. Por ejemplo, decimos que de “‘Ningtin Ses P" se sigue “Ningin P es 5”; significamos entonces que no nos interesa el contenido de Sy de P; es una ley Wégica y como tal sélo depende del modo o manera como se relacionen los términos entre si. Veremos las siguientes relaciones légicas: oposicién, conversién, obver- sién, contraposicién ¢ inversién. 7.2. Oposiciin “Todo Ses P” y “Algfin S no es P”, “‘Ningfin S es P” y “Algin Ses P”* son enunciados que tienen oposicién contradictoria, Estos pares de enun- ciados no pueden ser juntamente verdaderos ni juntamente falsos; si es falso que “todos los hombres son justos”, es verdadero “‘algunos hombres no son justos” y viceversg, Si es verdad que “ningtin hombre es perfecto’, luego es falso que “algunos hombres son perfectos”. Esta caracteristica de la con- tradiccién garantiza un buen numero de reglas: De A se sigue no-0, DeE se sigue no-S. De/ se sigue no-F. De O se sigue no-A. De no-A se sigue O. De no-F se sigue J. De nod se sigue E. De no-O se sigue A. Con los ejemplos que dimos de los cuatro enunciados categ6ricos prac- tiquese la aplicacién de estas reglas. Hagase lo mismo con la contrariedad, subcontrariedad y subalternacién que siguen a continuacién. A y E son enunciados que tienen oposicién de contrariedad. Pueden ser juntamente falsas, pero no pueden ser juntamente verdaderas, De esto se _ derivan algunas reglas: DeA se sigue noE. De E se sigue no-A. Jy Q son enunciados que tienen oposicién de subcontrariedad. Pueden 31 LOGICA ser juntamente verdaderas, pero no juntamente falsas. Podemos derivar las siguientes reglas: De nod se sigue 0. De no-O se sigue J. A 1, E y O son enunciados en los que se da una relacién de subaiter- nacién, Desde el universal podemos derivar el particular. Se derivan las siguientes reglas: De A se sigue J. De E se sigue O. De nod se sigue no-A. De no se sigue no-£. 7.3, Conversién Aqui el S y el P cambian de lugar. Por ejemplo, la conversion del enun- ciado “Ningén S es P” es “Ningiin P es S”. La conversi6n en la cual no se cambia la cantidad del enunciado se llama conversion simple; el caso dado es. de este tipo. Si al realizar la conversién cambiamos la cantidad, tenemos una conversion accidental; la conversién de “Todo S es P” es ““Algan P es S”. Valen las siguientes reglas: 1. De “Algin S es P” se sigue “Algin Pes S”. De esta por la ley de la contraposicin (Cfr. 6.3) obtenemos: 2. De “Ningtin Ses P™ se sigue “Ningin Pes S”. 3. De “Todo Ses P” se sigue “‘Algin Pes S”. Esta regla ha sido derivada del siguiente modo: De “Todo S es P” por subalternacién obtenemos “Algdn Ses P” y por la primera regla de conversién, de “Algin Ses P” pasamos a “Algin Pes S”. 4, De “Ningiin S es P” se sigue también “Algin Pno es S”. Cabe preguntarse si de “‘Algtin S no es P” se sigue “Algtin Pno es 5”. Previamente debemos conocer la llamada distribucion de los términos de un enunciado. Se dice que un término /S, P) de un enunciado se distribuye cuando se refiere a todos los individuos significados por el término. En “Todo S es P”, el S se distribuye y ¢l P no se distribuye. Aclaremos con un ejemplo: en “Todo hombre es mortal”, “hombre™ se refiere a todos los hombres, mientras que “mortal” no se refiere exclusivamente a todos los. hombres, pues existen otros seres mortales ademas de los hombres. En sfntesis, se distribuye el S de un enunciado universal y el P de un enunciado negativo, 32 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA Volvamos a la conversién del enunciado particular negativo. En éste se distribuye ¢l P y no se distribuye el S; al convertirlo, el P aparece no distribuido y el S aparece distribuido. Aplicando los esquemas de distri- bucién tendriamos: De “Algin Sno es P™ se sigue “Algtin Pno es S$”, lo cual resulta eviden- temente invalido. 7.4. Obversion Para obtener la obversi6n de un enunciado modificamos su cualidad y negamos su predicado. Obtenemos asi un enunciado equivalente al primero. Valen entonces las siguientes equivalencias: “Todo S es P” equivale a “NingGnS es no-P™ “Ningdin S es P” equivale a “Todo S es no-P". “alginS es P” equivale a “AlgGn S no es no-P *“Algin S noes P” equivale a “Algin S es no-P". 7.5. Contraposicion Para obtener el contrapositivo de un enunciado debemos realizar una conversion negando, a la vez, el sujeto y el predicado. Por ejemplo, el contrapositivo de “Todo S es P” es “Todo no-P es no-S™. Los enunciados contrapositivos se obtienen aplicando la obversion y la conversién. Veamos los cuatro casos: 1) En “Todo S es P” aplicamos la obversion y obtenemos “Todo S no es no-P”; a este -tiltimo enunciado le aplicamos la conversion y obtenemos “Todo no? no es S”; finalmente por obversion resulta el contrapositivo “Todo no-P es noS”. En sintesis “Todo Ses P” equivale a “Todo no-P es no”. También “Todo S es P™ se contrapone a “Algin no-P es no.S” si se utiliza subalternacion. 2) En “Todo S no es P” aplicamos la obversion; resulta “Todo S es no-P™; por conversién obtenemos “‘Algin no-P es S” y por obversion resulta la contraposicion buscada “Algin no-P no es no.S”. Es decir, que “Todo S no es P” equivale a “Alg(in no-P no es no-S". 3)En “Algiin S es P” aplicamos la obversién y obtenemos “Algin S no es no-P”; el procedimiento no puede continuar pues “Algan S no es no-P” no admite conversién (Cfr. 7.3). 4) En “Algan S no es P” aplicamos la obversion; resulta “Algin S es no-P""; por conversion obtenemos “Algtin no-P es S”; por obversién resulta el enunciado contrapositivo buscado “Algiin no-P no es no-S”. En sintesis “*Algin S no es P” equivale a “Algin no-P no es noS” 33 LOGICA, Cuando al realizar la contraposicién no se modifica la cantidad del enun- ciado tenemos una contraposicién simple; esta contraposicién la admiten A y O. Al modificar la cantidad tenemos una contraposicién accidental; éste es el caso de F. . 7.6. “Inversion La inversién de un enunciado es ese enunciado, pero con el sujeto y el prédicado negados. Sélo admiten inversion los enunciados universales, En el caso de “Todo Ses.P”, el inverso se obtiene aplicando la conversion su contrapositivo “Todo no-P es noS". Resulta entonces el enunciado inverso buscado “Algiin no. es no-P”. Es decir, que de “Todo Ses P” se sigue ‘‘Algin no-Ses noP”. En “Todo Sno es P™ el enunciado inverso se obtiene aplicando primero la conversion; resulta entonces “Todo Pno es 5”; a este ultimo enunciado se le aplica la obversién y se obtiene “Todo Pes no.S”; convirtiendo este enun- ciado obtenemos “Algin noS es P”. Por dltimo aplicando la obversién resulta el inverso buscado “Algin noS noes no P". Es decir, que de “Todo Snoes P” se sigue “Algiin no.S no es no-P". 8, LOGICA DE TERMINOS, SILOGISMO. 8.1. El silogismo Los esquemas conectados con la oposicion, la conversién, la obversion, Ia contraposicién y la inversion son esquemas que conectaban sdlo dos tér- minos, En el silogismo introducimos un tercer término. Para Hegar a una nocién de silogismo partiremos de un ejemplo: 1) Todo obrero es hombre. Todo herrero es obrero. Luego, todo herrero es hombre. Las caracteristicas de este ejemplo son las siguientes: 1) Es una argumen- tacién que consta de dos premisas y una conclusion. 2) Las premisas y la conclusién son enunciados categ6ricos. 3) En las premisas aparece un tér- mino comin a ambas premisas (“obrero”) y los términos de la conclusion (“herrero”, “hombre”) aparecen en una y sélo una de las premisas. El predicado de la conclusién (“hombre”) aparece en la primera premisa y el sujeto de la conclusién (“herrero”) aparece en la segunda premisa. Los términos de un silogismo son entonces tres. Desde luego que estos términos deben tener la misma significacion, pues si decimos: 34 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA. Todo habito es una costumb re. Toda justicia es habito. Luego, toda justicia es una costumbre, en lugar de tres términos tenemos cuatro, ya que “hébito” tiene dos signi- ficaciones. Se presupone entonces en un silogismo que los términos tienen la misma significacion. El tener la misma significacién depende de la relacién de significacién que existe entre un término y la realidad significada. El término comin a ambas premisas se llama término medio y lo indica- mos con una M. El término que aparece como predicado de la conclusién se llama término mayor y lo indicamos con una T y el término que aparece como sujeto de la conclusion se Hama término menor y lo indicamos con una ¢. La premisa que contiene el término mayor se llama premisa mayor y Ja que contiene el término menor, premisa menor. Segiin la extensién podriamos decir que en un silogismo a partir de la relacion en que se encuentran dos términos /t, T) con respecto al tercero {M) derivamos la relacién en que se encuentran los dos primeros términos entre si ft, 7). En el ejemplo dado, la extensién de “obrero” esta contenida en “hombre” y la extensidn de “herrero” esta contenida en “obrero”; desde aquf derivamos que la extension de “herrero” est contenida en la exten- sién de “hombre”. Damos a continuacién otros ejemplos de silogismos: 2) Todo véneno es amargo. Ningtin arsénico es amargo. Luego, ningfin arsénico ¢s veneno. 3) Toda justicia es plausible. toda justicia es virtud. Luego, alguna virtud es plausible. 4) Todo gorrién es p4jaro. todo pijaro es animal. Luego, algin animal es gorrién. Llamamos modo de un silogismo al esquema silogistico que se obtiene al utilizar variables de términos. Es decir, que el modo depende de la cantidad y de la cualidad de los enunciados categ6ricos utilizados. Los modos silogfsticos de los ejemplos dados se expresan en los siguientes - €squemas: 1) Todo Mes T. Todor es M. Luego, todo res T. 35 LOGICA 2» Todo Tes M. Ningain res Mf, Luego, ningin ¢ es 7. 3) Todo M es T. * TodoM est. Luego, alginr es T. 4) Todo Tes M. Todo M esr. Luego, algén r es T. Al hablar de Aristételes (Cfr. 2.3) dijimos que la estructura de su silo- gismo se formulaba bajo la forma de un condicional. Pero aqui hemos dado en realidad el esquema de una regla. En efecto, el esquema del primer caso, por ejemplo, Todo M es T. Todor es M. Luego, todo f es 7. corresponde a una regla que podria formularse asi: “Si se tiene un enun- ciado de la forma “Todo M es T” y otro de la forma “Todo f es M”, entonces se puede llegar a establecer también un enunciadodela forma “Todo resT”. Esta regia a diferencia de la condicional aristotélica no se expresa en un lenguaje logico, sino que enuncia algo sobre un lenguaje ldgico; es metalingiivstica (Cfr. 15.3 y 21.2). Por fin, el silogismo es, como estructura légica, una cierta forma que debe expresarse con variables y no debe confundirse con los ejemplos de silo- gismos que damos a modo de ilustracién. Los modos se distinguen entre si por la posicién del término medio. En efecto, M puede ser sujeto de la premisa mayor y predicado de la premisa menor; puede ser predicado en las dos premisas; puede ser sujeto en las dos premisas y, finalmente, predicado en la premisa mayor y sujeto en la pre- misa menor. Se agotan asi todas las posibilidades. De manera esquematica podemos expresar del modo siguiente estas posibilidades: Primera figura Segunda figura Tercera figura Cuarta figura M Tr T M M T . M t M t M M t. M t t r t T t T t T Las premisas y la conclusién en cada figura silogistica pueden tomar la forma de uno de los cuatro enunciados categéricos: A, £, J, O, Si combi- ct ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA. namos las cuatro posibles formas de la premisa mayor con las cuatro posi- bles formas de la premisa menor obtenemos 4 x 4 = 16 combinaciones posibles para las premisas. Estas 16 combinaciones pueden, a su vez, com- binarse con las cuatro posibles formas de la conclusién; dbtenemos entonces 16x 4 =64 posibles combinaciones para las dos premisas y la conclusién. Como tenemos cuatro figuras, obtenemos, finalmente, 64 x 4 =256 modos posibles. Sin embargo, éstos son, repetimos, los modos posibles, correctos & incorrectos. De estos 256 slo 24 son correctos. Algunos autores enumeran sélo 19 modos vilidos; esto ocurre porque s6lo consideran en algunos casos la derivacién de una conclusin universal. Lo aclararemos con un ejemplo. En. la primera figura, esos autores consideran validos los modos siguientes: 1) Todo M es T. Todo t es M. Luego, todo f¢ es T. 2) Ningin M es T. Todo of es M, Luego, ningfin ¢ es T. 3) Todo M es T. Algin ¢ es M. Luego, algiin ¢ es T. 4) Ningin.M es T. Algin if es T. Luego, algin of ésnoT, Sin embargo, es posible derivar desde las premisas de los dos primeros modos una conclusion mas débil, es decir, un enunciado particular afirma- tivo o un enunciado particular negativo (Cfr. 7.2, Subalternaci6n). Desde las premisas del primer modo obtenemos: 5) Todo M es T. Todo t es M. Luego, algan ¢ es T. Y desde las premisas del segundo modo, podemos obtener: 6 Ningfin M es T. Todo of es M Luego,algin ¢ noes T. Es digno de observarse que algunos de los modos son correctos si nos limi- tamos a términos no-libres. En ciertos casos, si un término ¢s libre, puede ‘ocurrir que el silogismo no sea correcto, es decir, que desde premisas verda- 37 LOGICA deras pasemos a una conclusién falsa. Ajdukiewicz (1) considera el siguiente modo: Todo M es T. «Todo Mest. Luego, algin ¢ es T. Se puede comprobar que este modo va desde premisas verdaderas a una conclusién falsa colocando “hoja verde de este cuaderno” en lugar de M, “verde” en lugar de Ty “hoja de este cuaderno” en lugar de r. Obtenemos: Toda hoja verde de este cuaderno es verde. Toda hoja verde de este cuademo es hoja de este cuademno. Luego: Alguna hoja de este cuademo es verde. Para que este modo fuera valido con términos libres, ¢] enunciado universal afirmativo tendria que traducirse asi: “‘no se da SJ que no sea Py existe S”. de este modo, el enunciado universal afirmativo con S libre seria siempre falso. &2, Correcci6n de los silogismos Existen varios métodos para determinar si un modo silogfstico es comecto © no. Un modo no es correcto, si el silogismo construido de acuerdo con ese modo permite pasar de premisas verdaderas a una conclusién falsa, El proce- dimiento para probar que un modo no es correcto consistird en reemplazar las variables M, ¢, T por términos y mostrar que las premisas son verdaderas y la conclusion es falsa. Por ejemplo, para convencemes de la incorreccién. del modo Todo Tes M. Todot esM. Luego, todot es T. bastard colocar “uruguayo” en lugar de 7, “argentino” en lugar det y “americano” en lugar de Mf, Obtenemos el silogismo incorrecto: Todo uruguayo es americano. Todo asgentino es americano. Luego, todo argentino es uruguayo. Nosotros vamos a utilizar un grupo de reglas para determinar las condi- ciones de validez de los modos silogfsticos. Las cuatro reglas que formula- remos son condiciones necesarias (Cir. 6.3), pues si una de ellas no se 38 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA. cumple, el modo silogistico no es valido; sin embargo, cada regla no es condicién suficiente (Cfr. 6.3), pues un solo cumplimiento no garantiza la validez del modo. Sin embargo, el cumplimiento de todas las reglas es con- dicién suficiente de Ix validez de un modo. Aclaremos nuevamente que ‘suponemos el manejo de términos no-libres. Para que un modo silogfstico sea vilido, debe cumplir, entonces, las siguientes condiciones: 1) Por lo menos una de las premisas debe ser afirmativa. 2)Tener una. premisa negativa equivale a tener una conclusion negativa. 3) El témino medio debe ser distribuido por lo menos en una premisa. 4) Si un término esti distribuido en la conclusion, debe estar también distribuido en la premisa en que aparece. Veremos algunas ejemplos: a) Ningtin ‘injusto es digno de confianza. Ningfin amigo mio es injusto. Luego, todo amigo mfo es digno de confianza. El modo de este silogismo se expresa asi: Ningtin M es T. Ningfinr esM, Luego, todo f es T. Este modo no cumple la primera regia, pues no se da el caso de que una de las premisas, al menos, sea afirmativa. Podriamos concluir que con este modo podemos pasar desde premisas verdaderas a una conclusién falsa. En efecto, reemplazando M por “perro”, T por “pajaro” y ¢ por “gato” obte- nemos el silogismo incorrecto: Ningfin perro es pajaro. Ningtin gato es perro. Luego, todo gato es pdjaro. Como veremos después (Cfr. 19.6), esta regla se aplica slo si los enunciados son de los cuatro tipos comunes (A, E, J, O/; con enunciados inversos siempre es posible obtener conclusiones aun cuando las dos premisas sean negativas. b) Veamos e! siguiente ejemplo: 39 LOGICA Todo drbol de fronda pierde en otofio sus hoias. Ningéin abeto es arbol de fronda. Luego, ningGn abeto pierde en otofio sus hojas, El mode de este silogismo es el siguiente: Todo M es T. Ningan ¢ es M, Luego, ningfin f es T. En este modo, el Tse distribuye en la conclusion, pero no se distribuye en la premisa correspondiente. De esto se sigue entonces, que este modo silogfs- tico no cumple la cuarta regla. También podemos mostrar que es incorrecto reemplazando M por “justicia”, T por “habito” y ¢ por “vicio”. Obtenemos el silogismo incorrecto: Toda justicia es habito. ‘Ningéin vicio es justicia. Luego, ningfin vicio es habito. Aqui como es claro hemos pasado desde premisas verdaderas a una conclu- sién falsa. . Hasta ahora hemos utilizado las reglas para determinar la incorreccién de un modo silogfstico. Bast6 mostrar que no cumplia alguna de las reglas dadas. Sin embargo, podemos utilizar también estas reglas para mostrar que un modo silogfstico es correcto. Para esto serd necesario probar que ¢l modo dado cumple las cuatro reglas. Por ejemplo, el modo del silogismo: Todo obrero es hombre Todo herrero es obrero. Luego, todo herrero es hombre. s¢ expresa de la siguiente manera: Todo M es T. Todo rt es M. Luego, todo ¢ es T, En este modo se cumplen las cuatro reglas. En efecto, la primera regla se cumple, pues al menos una de las premisas es afirmativa (en este modo, las dos son afirmativas). La segunda regla no es violada, pues en este caso no se tiene una premisa negativa. La tercera también se cumple, pues M esté 40 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA distribuido en la premisa mayor. La cuarta regla se cumple, ya que r distri- buido en Ia conclusion también lo esta en la premisa menor. Algunos autores dan otras reglas: 5. Si las dos premisas son afirmativas, la conclusin debe ser afirmativa. 6. Las premisas no pueden ser ambas particulares. 7. Si una premisa es particular, la conclusién debe ser particular. En realidad, estas reglas pueden derivarse como corolarios de las cuatro anteriores. Demostraremos esta derivacién para las tres nuevas reglas. Probemos primero la quinta. Esta regla es superflua, pues la segunda regla est4 formulada como una equivalencia, lo cual significa que tener una con- clusién negativa es tener una premisa negativa y tener una premisa negativa es tener una conclusion negativa. Queda asi excluida la posibilidad de que desde premisas afirmativas se pase a una conclusién negativa. (Para mayor aclaracion Cir. 14.2). Probemos ahora Ia sexta. Suponemas que las dos premisas son particu- lares, pueden ocurrir tres casos: que las dos sean negativas, que las dos sean afirmativas y que una sea-afirmativa y la otra negativa. Si las dos premisas son negativas, se viola la primera regla. Si las dos son afirmativas, M no se distribuird en ning&n caso, ya que en las particulares afirmativas no se distribuye ningdn término. Si una es afirmativa y la otra negativa, por la segunda’ regla la conclusién sera negativa; en este caso, el término de la conclusién se distribuira y deberd estar distribuido en la premisa correspondiente. Pero como por la regla tercera el término medio debe estar distribuido al menos una vez, y como ocurre que sélo una de las premisas es negativa, en esa premisa estard distribuido el término medio. Por fin, como la otra premisa es afirmativa, no distribuira el término mayor (distribuido en la conclusién), con lo que se viola Ia regla cuarta. Esque- miticamente ocurtird lo siguiente: Algin Mes T. Algiin t no es M. Luego, algin f noes 7. La regla séptima puede probarse por el absurdo. Aceptamos, entonces, que la regla séptima no es verdadera; por consiguiente, se dard el caso de que una conclusién universal se deriva de dos premisas particulares: Si (particular | y particular 2), entonces universal 3. Aplicando la ley de la contraposicion compuesta (Cfr. 6.3) obtenemos: Si (no universal 3 y particular 2), entonces no-particular 1. Por la ley de la oposicién (Cfr. 7.2), la negacin de un enunciado universal 41 LOGICA es siempre un enunciado particular; de lo cual resulta que la dltima expre- sidn se convierte en la siguiente: ‘Si (particular 3 y particular 2), entonces particular 1 Pero este resultado viola la sexta regla que acabamos de probar. A su vez, la regla sexta puede reducirse, como sabemos, a las otras reglas. Aceptar enton- ces que la regla séptima no es verdadera conduce a una violacién de la regla sexta. El supuesto debe rechazar. Por consiguiente habré que aceptar la regla séptima, 83. Férmulas mnemotécnicas Considerando términos no-libres, la Kgica no-matematica reconoce 24 modes validos, En la primera figura se dan seis modos vilidos: Todo M es T. Todo t es M. Luego, todo f es T. (BARBARA) Ningin M es T. Todo r es M. Luego, ningin ¢ es T. ACELARENT) TodoMes T. AlgintesM. Luego, algin tes T. (DARII) Ningin M es T. Algan ¢ es M. Luego, algan ¢ no es T. (FERIO) TodoM es T. Todor es M. Luego, algin t es T ABARBARI) Ningtin M es T. Todor es M. Luego, algiinf no es T. (CELARONT) Esta figura presenta las siguientes caracteristicas: a) la premisa menor es afiemativa, 6) Las conclusiones abarcan los cuatro tipos de proposiciones: A, £, I, O. c) Es la inica figura donde puede concluirse un enunciado universal afirmativo, d) El sujeto y el predicado de la conclusin son sujeto y predi- cado en la premisa respectiva. En la segunda figura se dan seis modos validos: Ningtin T es. M, Todo t es M. Luego, ningin f es T. (CESARE) Todo T es M. NingGin f es M. Luego, ningtin t es T. (CAMESTRES) Ningin Tes M. Algin res M: Luego, algin f noes 7, (FESTINO) Todo Tes M, Algin tno es M, Luego, algint noes 7. (BAROKO) Ningtin T es M. Todo t es M. Luego, algiin t no es T. (CESARO) Todo T es M. NingGn r es M. Luego, algiint noes 7. (CAMESTROP) En esta figura, las premisas menores abarcan los cuatro tipos de enun- ciados: A, E, I, O. Ademés, la conclusién siempre es negativa. En la fercera figura se dan seis modos validos: Todo M es T. Todo M es ¢. Luego, algun f es T. (DARAPTI) 42 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA Ningin M es T. Todo M esi, Luego, algintnoes 7. (FELAPTON) Algtin.M es T. Todo M es t. Luego, algin t es T, (DISAMIS) Todo M es T. Algtin M es rt. Luego, algfin t es T. + (DATISD AlginM no es T. Todo M es ¢. Luego, algint noes 7. (BOKARDO) Ning6m M es 7. Algin Mest. Luego, alginrnoes7. | (FERISON) La tercera figura tiene s6lo conclusiones particulares. En la cuarta figura s¢ dan seis modos validos: Todo TesM, Todo M es r. Luego, algin f es T. (BRAMANTIP) Todo Tes.M, Ningin M es t. Luego, ning&n £ es T. (CAMENES) Algén T es, Todo M es ¢, Luego, algtn ¢ ¢s 7. (DIMARIS) Ningfin T es M. Todo M est. Luego, alin noesT. (FESAPO) NingGin T es M. Algén M es ¢. Luego, algint noes 7. (FRESISO) Todo T es M, Ningtin M es ¢. Luego, algin ¢ no es T. (CAMENOP) Esta figura tiene conclusiones en £, J, O. Ademis T es predicado en la conclusion y sujeto en la premisa mayor: termina, entonces, con el mismo término con que comienza. ‘A cada modo se le ha dado un nombre. Estas denominaciones tienen la siguiente significacién: la primera, segunda y tercera vocal de cada nombre designa el tipo de enunciado (A, E, I, Q) de la premisa mayor, menor y conclusion respectivamente. Por ejemplo en BARBARA, como tenemos tres vocales A, la premisa mayor, la premisa menor y la conclusién son enun- ciados universales afirmativos. En FERIO, por ejemplo, la premisa mayor es universal negativa (E), la premisa menor es particular afirmativa (I) y la conclusién es particular negativa /O). Adviértase que los modos BARBARI, CELARONT, CESARO, CAMESTROP y CAMENOP se obtienen aplicando la ley de la subalter- nacién (Cfr. 7.2) en la conclusién de los modos BARBARA, CELARENT, CAMESTRES y CAMENES, respectivamente. Las férmulas mnemotécnicas comenzaron a usarse a comienzos del siglo ‘XIIL En Pedro Hispano encontramos ya una terminologfa bastante desa- rrollada. 8.4, Reduccién del silogismo Existe la posibilidad de reducir un modo de silogismo a otro. Por las caracterfsticas de la primera figura se ha considerado conveniente reducir los otros modos a modos de esta figura. Los medios ¢ instrumentos para llevar a cabo esa reduccién estan sefia- Jados en los nombres que los medievales dieron a Jos modos silogfsticos (Cesare, Darapti, etc.). 43 LOGICA Pero veamos primero qué es légicamente una reduccién. Tratemos de reducir FESTINO: Ningfin T es M. Algdn s es M. Buego, algfin f no es T. Para obtener un modo de la primera figura tenemos que lograr que M ocupe el lugar de sujeto en la premisa mayor. Ahora bien, hemos visto anterior- mente que E puede convertirse simplemente (Cfr. 7.3); realizamos esa ope- racién en la premisa mayor y obtenemos el modo FERIO de la primera figura: Ningtin M es T: Algtin tes M. Luego, algin f no es T. ‘Los nombres dados a los modos del silogismo nos dan todos los elementos para llevar a cabo esta reduccion a la primera figura. Los modos de la prihera figura comienzan con las letras B, C, D, F y todos los otros modos de la segunda, tercera y cuarta figura comienzan también con algunas de estas letras para significar que cualquiera de estos Ultimos modos se reduce a aquel modo de la primera figura que comience con una letra semejante. Asi, en el ejemplo dado anteriormente, la F de FESTINO significa que ese modo debe reducirse a FERIO. ‘Ademés de las vocales A, F, /, O que designan los tipos de enunciados que constituyen las premisas y la conclusion se dan las siguientes consonantes significativas: S, P, M, y K. Las letrasR, L, N, Ty B, D cuando no estén colocados al comienzo del nombre, no tienen significado alguno. La S significa conversion simple. Por ejemplo, la S de FESTINO significa que el enunciado significado por la letra que le precede (£, en este caso) debe convertirse simplemente. La P significa conversion por accidente (Cfr. 7.3). En FELAPTON, por ejemplo, para obtener un modo de la primera figura (FERIO, desde luego por la F inicial) debemos convertir por accidente la premisa menor: FELAPTON FERIO Ningtin M es 7. Ningin M es T. Todo Mess. Algintes M. Luego, algin r no es T. Luego, algfin f noes T. La M significa que debemos permutar las premisas, es decir, pasar Ia premisa mayor a menor y la menor a mayor. Por ejemplo: 44 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA. CAMENES Todo Tes M. Ningin M est. Luego, ningfin f es T. Permutando las premisas y realizando conversién simple de la conclusién (por la S final) obtenemos CELARENT: Ningin Mest. Todo T esM, Luego, ningtin 7'es t. La letra K de los modos BAROKO Y BOKARDO nos indica que estos modos se reducen de manera especial. La reduccién llevada a cabo es una reduccién al imposible, en otras palabras, la prueba seré indirecta (Cfr. 6.2). En este tipo de prueba aceptamos e] enunciado contradictorio de lo que se quiere probar, y a partir de esta aceptacién mostramos que ella nos conduce a una contradiccién. Por eso la aceptacién aquella debe ser falsa, y su contradictorio, verdadero, Expresada en términos logicos: Si (si no-p, luego q y no-g), entonces p. Tomemos por ejemplo, BOKARDO: AlginM no es T. Todo M est. Luego, algin f no esT. Suponemos que la conclusion O no se sigue de las premisas, es decir, que las premisas son verdaderas, y la conclusién, falsa. Pero si Q es falsa, su con- tradiccion A (‘Todo f es f) es verdadera, Con este anunciado contradic torio y una de las premisas de BOKARDO, aceptada como verdadera (A en este caso) construimos el silogismo en BARBARA: Todor es T. TodoM est. Luego, todo MesT. Pero la conclusion de este modo es el anunciado contradictorio de la premisa mayor de BOKARDO y por consiguiente es la negacién de esa Premisa mayor que por una ley de las contradicciones: A equivale ano O. Pero habfamos supuesto que las premisas dadas en BOKARDO eran ver- daderas. Por consiguiente, si la conclusion de BOKARDO no se sigue de las 45 LOGICA premisas, tenemos que afirmar a la vez “Algtin tf no es T” y “No es verdad. que algin t no es T”’, y esto es una contradiccién. La conclusién “Algin r no es T” debe ser verdadera yera erréneo nuestro supuesto de que la conefusin no se seguia de las premisas. La letra K en BOKARDO Y BAROKO indica que la premisa designada por la letya que precede a K debe ser reemplazada por la contradictoria de la conclusion. Cabrfa una aclaracién de gran interés. La reduccién, ademis de las leyes de la oposicién y de la conversién, usa leyes de Ia légica de enunciados tales como la formulada en la reduccin al imposible (Cfr. 7.2 y 2.1.2) y la que se leva a cabo en la mutacién de premisas que podriamos formular asi: “Si (p y q) entonces (q y p)” (Cfr. 15.1). 8.5. Algunas precisiones Al hablar de los esquemas vistos hasta ahora hemos utilizado, para denominarlos, la palabra enunciado. Sin embargo, un enunciado es siempre verdadero 0 falso. Pero esquemas tales como Si p, luego q; Todo § es P; Todo M es T; no son ni verdaderos ni falsos, ya que las variables nada significan. A esque- mas semejantes a los mencionados convendr4 lamarlos formas de enun- ciados, pues constituyen expresiones que contienen variables y s¢ convier- ten en enunciados al reemplazar las variables por enunciados o términos, segtin los casos. Por ejemplo: Todo SesP es una forma de enunciado que podemos convertir en enunciado reempla- zando las variables por términos; por ejemplo: Toda justicia es virtud. En los esquemas de la légica de enunciados utilizamos variables de enun- ciados, pues representaban enunciados; en los esquemas de la légica de términos utilizamos variables de término, pues representaban términos. Desde este punto de partida fue posible distinguir una logica de enunciados y una légica de términos, Manejamos ademas, en los esquemas, algunas constan’ ejemplo, “no”, “si..., entonces”, “o”, “y”, “todo”, “algGn”, constantes reciben el nombre de functores (Cfr. 14.1). ‘Un esquema de argumentacién constituido por estas variables y cons- tantes puede Iamarse esquema argumentativo formal. Algunos eran validos 46 ELEMENTOS DE LOGICA NO-MATEMATICA y otros no. A los vélidos les podemos lamar esquemas argumentativos Hégicos. Con estos elementos podemos decir que la deduccién es un esquema cuya conclusi6n se sigue de las premisas segfin un esquema argimentativo légico. Esto no significa que en la deduccién obtengamos siempre conclusiones verdaderag. La conclusién puede ser falsa si una de las premisas es falsa, y verdadera si sus premisas son verdaderas; por ultimo, si las premisas son falsas, la conclusion puede ser verdadera 0 falsa. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS En general hemos adoptado el punto de vista de K. Ajdukiewicz (1). En Otros aspectos sigue siendo de valor la exposicién de J. N. Keynes (20), 47 Caprruto iv ALGEBRA DE LA LOGICA x 9, LOGICA DE TERMINOS 9.1. Introduecién La mayor parte de los filésofos de los siglos XVI y XVII consideraron a la légica como infecunda y definitivamente establecida. Sin embargo, se da una excepcién: el gran fildsofo aleman G.W. Leibnitz (1646-1716) pens6 que la Iégica podfa transformarse en un sistema de cdlculos aplicables a todas las actividades espirituales del hombre. El céleulo tiene ventajas que aparecen inmediatamente si consideramos sus caracteristicas. En el cdlculo no traba- jamos con las cosas, sind con los signos, de modo que mediante ciertas ‘operaciones reflejadas en los signos obtenemos, en realidad, resultados 0 transformaciones que corresponden a las cosas. Por ejemplo, en un calculo aritmético representamos por signos a los nimeros y trabajamos con las cifras como si trabajéramos con los nameros, de tal manera que el signo “I”, ¥v.g-. Pareceria ser el niimero uno; colocamos las cifrasen una misma linea y les aplicamos operaciones, obteniendo asi, de manera mecénica, el resultado de cifras. Leibniz tuvo una nocién exacta del ideal alcanzable mediante un céileulo légico; desde 1679 hasta 1690 se preocupé de problemas vinculados con este tema. Piensa en una caracter{stica universal capaz de expresar los conceptos mediante signos adecuados y en su cdlculo del razonamiento que Servitia para poner de manifiesto las relaciones més universales de los con- ceptos. Leibniz tuvo pocos sucesores; podriamos citar a J, H. Lambert (1728-1777). El hecho de que no haya tenido sucesores puede deberse a las siguientes circunstancias: en el siglo XVIII no se publicaron muchas de sus obras Jégicas y en esta época comienza la marcha triunfal de la légica tras- cendental de Kant. Y, como lo hemos dicho ya, Kant no crefa que la logica pudiera transformarse o progresar (Cfr. 5.2). El proyecto de Leibniz fue Wevado a la prictica por G. Boole (1815-1867). Leibniz, entonces, abre picada en el camino que va a seguir la “fogica en los sigios posteriores y G. Boole es quien pone los cimientos de ese camino que aiin estamos recorriendo. A. de Morgan (1806-1871) realiz6 algunas investigaciones interesantes: sefialé decididamente que ademds de las argumentaciones constituidas en base a enunciados categéricos existen otros varios modos de argumentar. eB ALGEBRA DE LA LOGICA Tradicionalmente se consideraba que solo se argumenta con enunciados categ6ricos o bien que toda argumentacién puede reducirge a una argumen- tacién con enunciados categoricos. De Morgan sefiala definitivamente la presencia de argumentaciones irreductibles a las tradicionales. W. Hantilton (1788-1856) fomenté los nuevos desarrollos. En efecto introduce la cuantificacién del predicado, es decir, enunciados como “Todo hombre es todo racional”, “Todo hombre es algin mortal”, etc. Esta idea, si bien no tuvo ningfin valor intrinseco en el algebra de la légica, tiene cierto valor en cuanto estimulé nuevas ideas. {En qué sentido? Al introducir la cuantificacién del predicado se sugiere que los enunciados pueden ser tra- tados como ecuaciones, y este hecho nos lleva de la mano a la analogfa entre Idgica y matematica. W. S. Jevons (1835-1882) no usd métodos algebraicos, pero realiz6 algu- nas modificaciones en la légica de Boole que fueron adoptadas por los légicos posteriores. Todas estas investigaciones rematan en el alemin E, Schroeder (1841-1912), cuya obra contiene todo lo que corresponde a una légica, - términos y a una légica de enynciados. El algebra de Ia légica utiliza las transcripciones y los métodos al - cos, pero permanece dentro del campo de las preocupaciones de la 10gica no-matematica (légica de términos y de enunciados). No se preocupa enton- ces de la derivacion de un sistema logico, partiendo del menor namero de elementos. Expondremos una légica de términos y una légica de enunciados bajo la forma de un célculo légico: Se distinguird de la légica no-matemdtica por aplicar un célculo a simbolos que representan no sélo los elementos varia- bles de los enunciados, sino también sus elementos constantes. En otras palabras, manejaremos signos para variables (es decir, lugares vacios donde pueden colocarse un término o un enunciado) y signos para constantes (operaciones o entidades fijas y determinadas). Por ejemplo, en “Todo S es Py “Algin S es P”; “S” y “P” son variables, “Todo”, “Algun”, “‘es” son entidades fijas y determinadas ¢ “'y” es una operacion. 9.2, Clases Los términos enunciados aqui se refieren a propiedades aplicables o no a un individuo. Por ejemplo, “alto” es una propiedad aplicable a un hombre, un Arbol, ete.; al decir “Todo hombre es alto”, la propiedad “alto” puede aplicarse a cada uno de los individuos. No toda propiedad se aplica a indi- viduos; por ejemplo, en “Todos los apéstoles son doce”, “doce” no se aplica a cada apéstol, sino a la clase de apéstoles. Ademas de las propiedades de clase se dan relaciones entre individuos; por ejemplo, ser tfo no es propiedad de un individuo, sino que exige una referencia, el sobrino. 49 LOGICA Los términos estudiados por la Kbgica de términos (propiedades aplicables: © no a un objeto) reciben el nombre de clases. A un término o propiedad corresponde una clase que sélo tiene como elementos los objetos que tienen esa propiedad. A “alto” corresponde una clase que contiene elementos que poseen.esa propiedad. Es decir, que la propiedad se considera teniendo en cuenta su extension (Cfr. 9.3). Llamaremos extension de una clase al con- junto de todos los objetos que poseen una misma propiedad. E] término es libre, sino tiene objetos que caigan bajo él; s¢ lama clase muda a la extensién del término libre. Se admite que dos términos con la misma extensién no se distinguen. Los términos o clases se representan con las letras a, b,c, d. Con u designamos el término més amplio. Abarca en su extension a todos los objetos. La clase total, extensién del término universal, abarca entonces a todos los cbjetos que son idénticos a sf mismos, es decir, que carecen de coniradiccién intrinseca. Si limitamos el universo del discurso (la clase de todos los objetos que entran en una determinada consideracién), entonces, por ¢sta limitacion, podemos decir que el universo del discurso coincide con Ja clase total. Como todos los términos universales tienen la misma exten- sidn, ellos no se distinguen entre si; no se puede hablar entonces de distintos términos universales. La’ nocién comin de término universal indica la posi- bilidad de varios términos universales; por ejemplo, “hombre”, ‘‘arbol” y “choza”, son, segiin la nocion comin, tres términos universales. Es evidente que desde el punto de ,vista del contenido no es lo mismo “hombre” que “choza", Pero desde el punto de vista de la extension no se distinguen, pues Jos tres términos se refieren a toda la extensiOn de la clase, Por consiguiente, wes la clase total, su extensién es el conjunto de todos los individuos. Con o designamos el término libre que no contiene en su extensién a ningfin individuo; su extensién es el conjunto que no contiene ningGn ele- mento, la clase mula. La clase nula, entonces, abarca el dominio de todos los objetor que no son idénticos a si mismos, que son contradictorios. Por ejemplo, “ “provincia situada al norte de si misma”, “circulo cuadrado”. Como todos los términos libres tienen la misma extension, no se distinguen entre si;0 es la clase libre. Una de las caracteristicas del algebra de la Kégica es poder argumentar con ‘términos libres; esta circunstancia no es paradojal, pues aun en la vida diaria nos enfrentamos con términos que no se aplican a objeto alguno. Sea, por ejemplo, nuestro universo del discurso, la clase de todos los hombres. La propiedad “mortal” corresponderfa en este caso a u ¢ “inmor- tal” a 0, pues Ia primera se refiere a todos los elementos de la clase dada y la segunda no se refiere a ningGn elemento de la clase dada. 9.3. Conceptos A veces se habla de ldgica de conceptos para designar esta légica de 50

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