Você está na página 1de 29
El suefio de una época dorada La leyenda Arturo, como rey cuasi historico. es la ereacién de un escritor. Godo- fredo de Monmouth fue un clérigo de origen galés 0, tal vez, breton. Poco se conoce sobre su persona, exceptuando el hecho de que dio clases en Oxford entre 1129 y 1151. Hacia el afto 1138, escribié un libro engafiosa- mente titulado Hisioria Regum Britannia, la historia de los reyes de Bri- tania, Debié contar con algunas fuentes que desconocemos, ademés de Las que nos son conocidas, pero sobre todas ellas predominé su propia imagi- nacién. Esta mal llamada Historia fue uno de los libros mas importantes de la Edad Media Comienza en el siglo XII a.C., después de la caida de Troya, con un principe troyano errante llamado Bruto, que segiin una leyenda anterior a Godofredo de Monmouth, condujo a una partida de troyanos hasta la isla briténica. El autor nos presenta a Bruto y a sus compafieros como los primeros britanos, Luego, continia con una interminable serie de reyes ¥ reinas, de la mayoria de los cuales no existe la menor evidencia histérica, Unos pocos podrian haber existido. Otros tienen su origen en la mitologia celta. Otros son personas de las primeras genealogias galesas descritos ale~ gremente como antiguos monarcas. Después del periodo de dominio romano, reducido a un protectorado con el embrién de una dinastia, Monmouth avanza hacia el punto eulmi- nante de la leyenda artirica. El poder de Britania, segregada del Imperio romano a principios del siglo V, cae en manos de un noble sin escripulos Hamado Vortigern, que usurpa la corona y destierra a dos principes legiti- mos. Los barbaros sajones llegan desde el otro lado del mar del Norte, guiiados por los hermanos Hengist y Horsa, con los que Vortigern pacta un desastroso tratado por el que les autoriza a ellos, y a todos los sajones que lo descen, a establecerse en Britania como tropas auxiliares. Muchos més Hegan al pais, se desmandan y, tras masacrar a los notables y principales caballeros a las Ordenes de Vortigem, avanzan asolando buena parte de Britania, Vortigern huye a Gales, en donde conoce al joven vidente Merlin, {que realiza proezas maravillosas y predice la llegada de un rey que salvara Britania, aunque también predice que, antes de que esto suceda, los pri pes se revolverdn y Vortigern sera asesinado. Y dicho y hecho. El mayor de los principes, Aurelio Ambrosio, se convierte en rey y consigue la victoria sobre los sajones, aunque muere envenenado por uno de ellos tras un breve reinado, Su hermano Uther (llamado Pandrazén 0 wgran caudillo»), le su- cede y continua tratando de mantener a raya a los invasores, pero todavia sin lograr un éxito decisivo. Los dos hermanos se han mantenido en estre- cho contacto con Merlin, a quien respetan por sus dones proféticos y sus artes secretas En Pascua, cuenta Monmouth, el rey Uther celebré un banguete en Londres. Entre los invitados se encontraba Gorlois, duque de Cornualles, con su bella esposa Igerna, Uther se siente arrebatado por el mas intenso y violento deseo por ella. Gorlois se retira de la corte sin pedir licencia y regresa a Cornualles con su esposa. Uther considera este acto como un insulto, y le sigue con un ejército, dispuesto a devastar el ducado. Gorlois esconde a Igerna en su castillo de Tintagel, situado en un promontorio rocoso al que solamente era posible acceder por un istmo, con la esperanza de que el rey no pueda encontrarla. Luego, sale al frente de sus hombres a presentar batalla a las tropas reales. Desgraciadamente para él, Merlin es- taba con sus enemigos. Utilizando sus artes, Merlin transforma a Uther en el doble del duque, gracias a lo cual penetra en el castillo de Tintagel sin la ‘menor resistencia de los guardias, que piensan que su sefior ha vuelto. As pasa la noche con Igerna y engendran a Arturo, destinado a ser el salvador de la patria que Merlin habia profetizado. Como Gorlois habia caido en la batalla, Uther puede volver a adoptar su apariencia verdadera y convertir a Igerna en su reina. Arturo accedié al trono muy joven, pero no tardé en demostrar sus grandes dotes de mando, venciendo a los sajones y confinéndolos a una entielemamere ti arotrtinelatregl ourtap Coromassin de Arturo, ab estilo eval establecide or clo de Monmouth Naa tiempo en fo que wines se eee El origen de la leyenda reducida zona, Durante su reinado permanecieron sometidos a él y mantu- vieron una actitud totalmente inofensiva, Redujo a los pictos y a los eseo- ceses, que también habjan creado problemas: se hizo a la mar y conguisté Irlanda, cuyos habitantes habian sido sus aliados; navegando hacia el nor te, conquistd también Islandia. A todo esto, Arturo se habia casado con Ginebra, una dama de origen romano. Con ella de reina consorte, reind en par y prosperidad durante doce afios, y fue muy amado por todos los bri- fanos, Durante su reinado, fundé una orden de cabaileria, en Ia que se alistaban hombres notables procedentes tanto de tierras extranjeras como del propio pais. Anexiond Noruega y Dinamarca a sus dominios. La Galia. al otro lado. del canal de la Mancha, se encontraba todavia en las ya temblorosas manos romanas, Arturo conquisté una buena parte de este (erritorio, y pas6 va- rios afios, durante un segundo periodo de paz, organizando sus conquistas. Designé a dos de sus mejores caballeros, Kay y Bedivere. virreyes de los dominios continentales. Cuando se sintid satisfecho con el estado de su imperio, establecié su corte en la antigua ciudad romana de Caerleon in Gwent, en Gales, en donde recibié la pleitesia de reyes, nobles y prelados. Durante el transeurso de una de las espléndidas ceremonias, los embajado~ res de Roma exigieron al rey el pago de los antiguos tributos. y que devol- viese al Imperio romano sus conguistas. La respuesta de Arturo consistié cen atravesar el canal de la Mancha, de nuevo al frente de su ejército. En la corte, dejé como responsable a Mordred, junto con la reina. Derroto a las tropus imperiales y entrd en Borgofia, pero llegaron noticias de que Mor- dred se habia autoproclamado rey, habia convencido a la reina de vivir en adulterio con él, y habia pactado con los sajones, ofreciéndoles amplios territorios a cambio de apoyo militar, Arturo tegres6 a Britania v aplasté a las tropas del traidor junto a las orillas del rio Camel, en Cornualles. Pero resultd gravemente herido y entreg6 la corona a su primo Constantino, Luego, Arturo fue «transportado a la isla de Avalon para que sus heridas pudieran ser curadas», De su suerte final, nada se dice {Cuiindo se supone que tuvieron lugar estos hechos? Godofredo de Monmouth ofrece algunas referencias historicas. Vortigern firma su prinei~ pal acuerdo con Hengist coincidiendo con la visita de dos obispos galos. Germanus y Lupus, lo cual es un hecho real que tuvo lugar en 429. Duran- te las campaiias de Arturo en la Galia, se hace alusién tres veces a un emperador Ledn, que tiene que ser Ledn 1, quien reind entre 457 y 474, Partiendo de estos datos, el reinado de Arturo se puede situar en el tiempo con la ayuda de lo dicho o insinuado sobre los reyes anteriores y sus rela- ciones familiares. Monmouth afirma también que el rey partio hacia Ava- lon en $42, aio incompatible con casi todos los datos anteriores. Sin em- bargo, el estudio de algunos errores conocidos en los antiguos documentos parece sugerir que lo gue nos encontramos aqui podria ser una «correc- clon» erronea de las fechas del reinado de Led, Monmouth no es historiador y no es fiable en cuanto a datos se refiere, Por otra parte, una vez superado su mundo prerromano, muy rara es la ocasibn en li que se inventa algo. Emplea material antiguo para construit su ficeidn. Si bien el Arturo por él retratado es imposible, también es cierto que existen antecedentes. Para valorar su significacién literaria, compren- der el contenido de su narracién y justificar su encanto, es necesario estu- diar esos antecedentes. Detras de la leyenda artarica de Monmouth hay una recopilacién de tradiciones, algunas excritas, y la mayoria, hasta donde se sabe, orales. Principalmente transmitidas por los galeses, aunque no solamente surgen en Gales, sino que también estan presentes en otras regiones habitadas por pueblos con un origen comin: Strathelyde, Cumbria, Cornualles, Bretafa. Sc remontan a los tiempos anteriores a la separacién de Britania del Impe rio romano, y al siguiente o dos sigios después. Los galeses y los pueblos emparentados con ellos descendian de los britanos celtas, que habitaban el pais durante el Imperio. Ellos. por lo menos, o los miembros de sus clases mas altas, fueron educados en la cultura imperial y en el cristianismo. Su romanizacin sobrevivid, en cierta medida, después de la ruptura con Roma. La ruptura se produjo —por motivos practicos— alrededor del aito 410. El poder empez6 a pasar de mano en mano de los jefes y oficiales que fundaron lo que habrian de ser dinastias regionales. Por aquel tiempo. tos celtas britanos tenian un caudillo equiparable a los grandes reyes de los celtas irlandeses, que se proclamaba jefe supremo de otros caudillos infe- riores. Este es el hombre al que Monmouth llama Vortigern, Fn el contexto del siglo V, «Vortigern» es un titulo o denominacién, més que un nombre propio. Su significado es efectivamente sjefe supremo» 0 «gran rey Los britanos, en su arriesgada situaci6n, levaban muchos ailos someti- dos a los ataques extranjeros: los itlandeses por el oeste. los pictos desde lo que hoy es Escocia y los sajones. antepasados de los ingleses, desde el otro lado del mar del Norte. Para las fuerzas imperiales habia sido cada vez mas dificil hacerles frente y. al retirarse Jos ejércitos del Imperio, los gobernan- tes britanos se enconiraron con un problema muy serio. Poco antes del final del periodo romano, unos cuantos sajones se habian establecido paci- ficamente en la isla, aparentemente autorizados como foederati, barbaros @ los que se otorgaban tierras y medios de sustento a eambio de mantener el orden y repeler las agresiones de otros birbaros. Este acuerdo se considerd la solucién al problema. A partir del afio 420 aproximadamente, el nimero de estos soldados auxiliares empe76 a incrementarse significativamente Todavia conocidos colectivamente como sajones, su composicién ineluia sajones propiamente dichos, anglos, jutos y otros grupos menores con el mismo origen germénico continental No cabe duda de que Vortigern habia autorizado estos asentamientos, 0 algunos, por lo menos. Con el paso del tiempo, los galeses le consideraron culpable de todo este proceso. Se fueron introduciendo en Britania muchos mas sajones, muchos mas de los que los britanos podian mantener. Hacia mediados del siglo V los sajones se sublevaron, atacando y sagueando a lo largo y ancho del pais; probablemente no se levantaron todos poco a poco, durante una década o més Por fin cesaron en sus ataques y. durante algin tiempo, permanecieron cen sus enclaves autorizados. Lo que acaecio después constituye la base de la leyenda arturica, En Britania, los acontecimientos siguicron un derrotero nico, Los barbaros habian penetrado en muchas zonas del Imperio. Pero cn Britania, a diferencia de cualquier otro lugar, la gente del pueblo habia empezado a constituirse en un autogobierno de facto antes de que ellos llegaran. Y en Britania, a diferencia de cualquier otro lugar, la gente del pueblo estaba suficientemente concienciada como para lanzarse a la lucha Bajo las érdenes de un caudillo llamado Aurelio Ambrosio, que correspon- de al Aurelius Ambrosius de Monmouth, cobr6 forma una contraofensiva En un lugar w otro de Britania, la guerra se alargé durante aiios, y en algunos sitios, los britanos consiguicron consolidar sus posiciones. Gracias a la arqueologia, se sabe que volvieron a ocupar los campamentos fortili- cados de la Fdad del Hierro prerromana, en ocasiones solamente como refugio, pero otras veces como bases militares y centros de gobierno. Hacia el afio $00, a raiz de una victoria de los britanos en un monte Badon no identificado (quiza uno de los campamentos fortificados restau- rados), se consiguid un equilibrio y una relativa paz que habrian de durar uuna o dos generaciones. La cohesién politica, sin embargo, habia desapare- ido, v el imperio de Occidente se habia diseregado. Las ciudades fundadas por los romanos en Britania quedaron sumidas en un pronunciado declive. El idioma briténico estaba empezando a desintegrarse bajo la presién del alés y de otros dialectos regionales parecidos. Los pequeiios reyezuelos se ‘enzarzaron en luchas intestinas gue les llevaron a su propia aniquilacién. A pesar de que el equilibrio numérico de la poblacién se inclinaba peligrosa- mente en su contra, pocos de ellos emprendieron alguna accién para dete- ner cualquier nuevo avance sajén. El progresivo fracas de los britanos frente a ese avance convirtié la ‘mayor parte del pais en Inglaterra, la tierra de los anglos, Pero se transmi- tian heroicas leyendas que eran mantenidas y enriquceidas por los pueblos de tronco comun del norte, de Gales, Cornuialles, Bretaiia. El «Arturo ori ginal» (por emplear un término adecuado). esti inmerso en esta materia tradicional, pero no como el coloso que Godofredo de Monmouth hace de Al, sino como vietorioso caudillo guerrero de los britanos y como figura capital durante una de sus fases mas criticas de evolucién histérica, Las primeras ocasiones en que la tradicién galesa le alude, se remontan ‘4 unos tiempos desgraciadamente imposibles, de mediados del siglo Va mediados del siglo VI. Este Arturo de los galeses podria estar compuesto por distintos hombres, paladines de la resistencia en distintas etapas. O también podria haber existido de verdad un «Arturo auténtico», s6lo uno, cuyas hazaiias se hubieran magnificado al haberle atribuido los bardos a é1 las acciones de sus herederos o seguidores después de su muerte. Este Artu- ro auténtico encajaria mejor en la segunda mitad del siglo V, quiza como sucesor directo de Vortigern, y siendo Aurelio Ambrosio uno de sus gene- rales, «Arthur» es la forma gaiesa del nombre romano Artorius. El nombre sugiere la posibilidad de que hubiera nacido britano cuando el pais se en- contraba todavia proximo a la civilizacién del Imperio. La existencia de humerosos Arturos en el siglo VI induce a pensar que alguien anterior con ‘te nombre habia sido un héroe nacional, en cuyo honor se imponia luego su nombre a los recién nacidos. La scudobiografia escrita por Monmouth no es toda fantasia, sino una mezcolanza, aunque su imaginacién infla y altera todo aquello que toca. Aqui, como en todas partes, utiliza la historia, incluyendo, segiin parece, el relato de una expedicién teal a la Galia, que tuvo lugar en 468.70, al frente de la cual iba un rey britano con las mismas probabilidades de ser el Artu- ro auténtico como cualquier otro. Monmouth habia leido unos textos gale- ses sobre las guerras de Arturo y sobre su desaparicién final, en los que se hablaba de las batallas contra los anglos en el condado de Lincoln, y con- los pictos, aliados de aquéllos, en Escocia. En lo que se refiere al en- cuentro de Uther con la madre de Arturo en Tintagel, parece haber tenido conocimiento del hecho, s6lo redescubierto por la argueologia, de que Tin- tage! era una importante fortaleza en esa época. También sabia que los bardos y los narradores de leyendas mitificaron @ Arturo hasta convertirle en el héroe de toda una epopeya, un principe guerrero con unas huestes formadas por camaradas de aventuras, que se enfrentaba a gigantes y a monstruos. De entre estos temas, incluye a uno 0 dos gigantes, aunque le interesan mas los compaiieros, en los qlue se basa para perfilar a los caba- Ileros de Arturo, y de los que sustituye directamente @ unos pocos, como Cei'y Bedwyr, que pasan a ser Kay y Bedivere. Hasta donde es posible juzgar. la epopeya absorbié buenas dosis de mitologia precristiana. También los cuentos galeses y otros temas épicos del conjunto llamado Mabinogion juegan su papel. Los celtas eristianos de Britania e Irlanda mantenian una actitud receptiva hacia los dioses y diosas de épocas anteriores. Los cristianos de estas tierras deseaban seguir creyen- do en ellos. Desde luego, ya no podrian ser divinos, pero podian sobrevivir como mitos ligeramente disfrazados de reyes y reinas y magos y hadas. Los irlandeses fueron atin mas lejos que los galeses, pero la diferencia solamen- te es de cantidad. ‘Algunos de los personajes artaricos parecen tener un origen pagano. Uno de los que suscita més dudas es Merlin, que predice el nacimiento de Arturo y. en cierto sentido, le ctea, Es el resultado de la fusidn realizada por Monmouth de dos o incluso tres personajes en una nueva figura. Si Un reino imaginario hay que buscar un «Merlin auténtico», seria un noble britano de finales del siglo VI, famoso por haber perdido la razén en una batalla en Cumbria y haber vagado errante por todo el sur de Escocia profiriendo profecias ilu- minadas. 0 no, por la clarividencia, Mientras que en los textos de las regio- nes del norte se le llama Lailoken, en la épica galesa se le confiere un aire mas digno bajo el nombre de Myrddin, apodo que establece un vinculo con Carmarthen. Se le atribuye haber profetizado el resurgimiento del pueblo celta Monmouth conocia su nombre 0 apodo, pero no mucho mas. Antes de terminar su Historia, publicé algunas de las Supuestas protecias del vidente. proponiendo la forma latina del nombre Myrddin a su gusto. Descoso de incorporarlas a su Historia, tenia que introducir a «Merlin» para que las emitiese, En una leyenda galesa encontré la historia de un joven vidente, cuyo padre no era humano (habia sido engendrado, segiin dedujo Mon- ‘mouth, por un espiritu o incubo), cuyas proezas confundieron @ Vortigern. Monmouth incluye este episodio en su Historia, dando a entender que el legendario joven es Merlin. y poniendo en su boca las profecias. En la fecha, sin embargo, hay un error de mas de cien aios. Después, descubrié mas cosas sobre el extrafio habitante del norte, y escribié un poema narra~ tivo, la Vita Merlini.en el que trata de amaiiar las fechas y los detalles para que los dos personajes fueran el mismo. Pero hay mucho mas, aunque bastante oscuro, En uno o dos poemas galeses, «Myrddin» se considera un espiritu inspirador, més que un indivi- duo. Un hombre como Lailoken. del que se decia que poseia el don de la profecia, pudo muy bien haber sido el Myrddin-hombre o, simplemente, un ‘Myrddin. Esta figura podria responder al recuerdo de algiin dios prehisto- rico, un dios de la inspiracion. La propia narracién de Godofredo de Monmouth deja entrever que el origen de su Merlin podria estar en algiin ser sobrehumano. El hechivero es el responsable de Stonchenge, que ante- riormente estuvo en Irlanda, pero que él desmonté y volvié a erigir en la llanura de Salisbury. Volviendo a Arturo, Monmouth le concibié como monarea espléndido y victorioso conquistador. La Historia aleanzé una gran difusion, y se aceptaron como vilidas todas las afirmaciones alli contenidas. La razén ue impulsé a Monmouth a escribirla probablemente fue muy simple, De- seaba demostrar que su puebio celta, tan tristemente sometido por el pode~ rio inglés, tenia un pasado glorioso y. segin Merlin, también un futuro prometedor. Las consecuencias, sin embargo, tuvieron un aleance mucho mayor. Monmouth propicié el descubrimiento de la mitologia celta por parte de franceses e ingleses, y aporté un entramado cuasi historico en el que se podia ir acoplando, tanto al escribir él su Historia como al ir siendo difundida desde otras fuentes, posibilidad que aprovecharon muy especial- mente los juglares bretones. LLa leyenda artirica adopta su forma mas conocida en los poemas épi- cos escritos durante finales del siglo XII y principios del XII, Estas obras ‘erearon la elaborada y evocadora trama que la idea del rey Arturo sugicre: cl rey mismo, un espiendoroso soberano medieval; Ginebra, su hermosa y apasionada reina; Merlin, el mago real; Camelot, la ciudad de la corte: los caballeros de la Tabla Redonda, con sus votos y elevados ideales: los trgi- cos amores de Lanzarote y Ginebra, Tristan e Isolda, el misterio de la busqueda del Santo Grial, Los poetas medievales contaban con tres grandes fuentes de inspiracién, La materia de Roma, gue significaba la Antigledad clasica, La materia de Francia, es decir, Carlomagno, Roldan y todos los pares del emperador de los francos, en torno al afio 800. La maicria de Bretafia, que se limitaba al rey Arturo y asu corte. Esta tiltima eclips6 a las otras dos por la populari- dad y difusion que alean7é en toda la cristiandad, En los primeros tiempos, la mayoria de los autores eran franceses, y Utilizaban el idioma que su pablico hablaba a los dos lados del canal de la Mancha, Al clérizo normando Wace, que adapté la Historia de Monmouth, en forma de poesia. le siguié Chrétien de Troyes con sus elegantes cuentos en verso, a los que incorporaba nuevos personajes y en los que cobré una gran preponderancia la figura de Lanzarote, Fue una serie de relatos fran- ceses en prosa la que establecié lo que mas tarde perduraria como el mode- lo aceptado. Pero el monopolio francés no habria de durar mucho, Fl poe- ta alemén Wolfram von Eschenbach aports su Parzival, poema en el que ‘Wagner inspiraria su famosa dpera Parsifal. También en Inglaterra surgie~ ron numerosos relatos y poemas épicos, el mejor de los cuales es Sir Ga- wain and the Green Knight (Sir Gawain y el eaballero verde). En muchos otros paises hubo aportaciones propias. Finalmente, fue un autor inglés, sit Thomas Malory, el que doté a la leyenda medieval de la unidad que jamas habia conseguido. Su monumental trabajo, impreso por Caxton en una edicidn revisada bajo el titulo de Le Morte d’Arthur (La muerte de Artu- ro), se termind en 1469, como recapitulacién de las obras francesas e ingle- sas anteriores. En todos estos poemas esté presente la préctica medieval, va evidente en Monmouth pero tlevada ahora mas lejos. de desconectar la literatura de todos sus antecedentes. Lo que se hace es actualizar. Al narrar una leyenda de tiempos pasados. los autores medievales no hacen el menor esfuerzo en aras de Ia autemticidad. Précticamente, todo lo adaptan a experiencias € intereses contempordncos. Gobierno, arquitectura, vestimenta, armas, de- portes, geografia, usos sociales, son todos medievales, Esta es la razén por la que los camaradas del siglo XV del rey Arturo visten armadura, por la ‘que los campamentos fortificados pasan a ser castllos, las sencillas iglesias se transforman en catedrales y la sociedad celta se convierte en cortesana. La Britania de Arturo mejorada por los poctas absorbe los elementos ante~ riores. tanto reales como ficticios, pero los transfigura en una nueva crea cidn: tna utopia caballeresea presidida por Arturo, El nombre de Arturo esti inscrito en la constelacion de héroes: los Nueve Notables. Tres eran judios: Josué, David y Judas Macabeo: tres paganos: Héctor, Alejandro y Julio César. y tres cristianos: el mismo Artu- ro, Carlomagno y Godofredo de Bouillon, que mands la primera Cruzada. Hay un aspecto magico en el reino de Arturo que responde, en parte, a algunos fragmentos de la mitologia precristiana, derivada de ella desde su pasado celta. Mas visiblemente, se debe al auge de Merlin. El Merlin de Monmouth anuncia el nacimiento de Arturo y sigue vivo después de su desaparicién, pero jamas aparece junto con el rey. Los autores posteriores consideraron el personaje demasiado atractivo como para un papel secun- dario. Sus cripticas profecias se tomaron en serio y se interpretaron, Se mejoré su extraito origen de hijo de un incubo. Entonees se propone que tuera concebido por un demonio que deseaba un hombre con poderes pa~ Fanormales capaz de utilizarlos contra ta eristiandad, La piedad de la ma- dre desbaraté este plan y, si bien su hijo nace dotado de poderes paranor- ‘males, también ve la luz con el desco de emplearlos con fines constructivos Los poetas convierten a Merlin en el responsable de todo et régimen de Arturo, prepardndole el camino, entronizando al joven rey. poniendo a su disposicidn capacidades magicas y utilizando sus poderes proféticos para asesorarle. Merlin no s6lo concibe el nacimiento de Arturo, sino que tam- bign dispone su erecimiento en un lugar lejano, para proporcionarle seguri- dad durante cl interregno posterior a la muerte de Uther, hasta que llegase su momento propicio. A Merlin se debe la Tabla Redonda, asunto biisico en la corte, Cuando Arturo tiene la suficiente edad para el cargo, Merlin comprueba su legitimidad sometiéndole a la prueba de la espada clavada en la piedra, que s6lo un auténtico rey britano seria capaz de arrancar. Ayuda al rey en sus luchas contra enemigos resentidos y, cuando la espada extrai da de la piedra se rompe, consigue que su Excalibur llegue a manos del rey La época dorada La espada de Arturo en la Historia de Monmouth, lleva el nombre de Caliburn. es una espada forjada por las hadas v, en los poemas, este detalle sirve de base para desarrollar un nuevo aspecto de la leyenda. La maravi- Hosa, y ligeramente rebautizada, Excalibur. es un regalo de la Dama del Lago, que, en sus origenes, tal vez fuera una sacerdotisa. En su lago sagr do, 0 en él lugar encantado que cubren sus aguas, habita un grupo de damiselas que esté a sus ordenes; cuando una dama muere, una de las jovenes damiselas la sucede. Lanzarote se lama Lanzarote del Lago porque la Dama le tomé bajo su proteecién de niflo y le etié. Merlin mantiene buenas retaciones con las habitantes del lago, y una de las damiselas serd su perdicion, Su relacién con el rey es muy peculiar. En las leyendas europeas no se encuentra nada parecido, Existe un paraletismo entre esta relacidn y el pa- pel de Krisna en el Mahabharata, Krisna es divino, una encarnacién det supremo dios Visnd, En la épica hindi, l ayuda a Yudhishthir, el rey Pan- dava que ha sido desposeido por sus primos, Cuando Yudhishthir se decide ‘a reclamar sus derechos y estalla la guerra, Krisna se le une como consejero no combatiente. En varias situaciones eriticas que se producen durante la guerra, él salva la situacion mediante argucias que —hay que admitir dejan un sabor desagradable, independientemente de lo legitimo de su fina lidad, Es un embaucador, por lo cual se le puede comparar con Merlin, y la comparacién, humanamente hablando, se inclina # veces a favor de Merlin, Por toda la Europa occidental la moda del rey Arturo dio origen a humerosas obras literarias en los principales idiomas y artisticas en los principales paises. Fste florecimiento cultural respondié a una serie de ra- zones entre las cuales hay que destacar el papel que jugaron las Cruzadas, El contacto de la Europa occidental con el Oriente civilizado favorecié unos nuevos intereses y refinamientos culturales. EI resurgimiento de la fuerza de la eristiandad y el profundo interés por la Tierra Santa, alentaron Ja conciencia religiosa y contribuyeron a inspirar los mitos artiricos det Grial. Las prolongadas ausencias de los nobles significaban que sus espo- sas, que permanecian en cl castillo, debian asumir mayores responsabilida- des. A pesar de que la relacién real de poder entre los sexos se vela poco alterada, los gustos femeninos en algunos campos, como las diversions, ‘empezaron a cobrar peso: y los poemas artiricos tienen mucho que ofrecer en este terreno, mucho mas que la antigua épica masculina como ET can- tar de Roldén. Tenian mucho que ofrecer. en el sentido mas ampli de la expresion. En ellos habia para todos los gustos: guerra, torneos, aventu- ras, biisquedas, magia, amor, religin, heraldica. Las materias rivales no representaban competencia alguna, Al volver la vista atrés y contemplar todo esto, se aprecia claramente que se puede aplicar solamente a la moda de un periodo determinado, la Edad Media. Ello no es suficiente para justficar la duradera fascinacién de Ja leyenda, su capacidad de aparecer bajo distintas presentaciones y de des- vanecerse y retornar, desde los narradores galeses anteriores a Godofredo de Monmouth hasta los novelistas del siglo XX. cuyas ventas fo testifican, Arturo representa algo profundamente arraigado, y la utopia caballeresca s solo una de las formas exteriores bajo las que lo presenta: él tiene el poder para generar otras. Confiere una forma britinica al eterno suetio de tuna época dorada de hace mucho tiempo, y desde hace mucho tiempo per- dida. Esto es una constante que aparece una y otra vez en las distintas versiones, El concepto de la época dorada esta muy extendido. En la antigua Chi- na, la primera fase de la dinastia Chu, que ocupo ¢l trono desde aproxima- damente el aiio 1100 a.C., se consider posteriormente una etapa de armo- nia social y sabio gobierno, basado en la fuerza de la razon y no en la coaccién, Confucio plasm la rectitud perdida de ta dinastia Chu en el Tao, el Camino, en alusién a la via de los reyes anteriores; uno de los principales “objetivos de su ensefianza consistia en reactivar esos antiguos valores En el hinduismo, la imagen se vuelve mas césmica y compleja, El mun- do atraviesa una serie de sugas 0 eons 0 edades del tiempo, de ios euales el primero, el Krita, es el mejor. Durante el Krita Yuga, los gobernantes eran justos y preocupades por el pueblo, los sacerdotes eran santos y cada una de las diferentes clases sociales cumplia con su deber. Pero todo esto suce- dia hace muchos miles de afos, Transcurrieron después tres swgas mas, cada uno de ellos mas corto y peor, hasta llegar al Kali Yuga en el que ahora nos encontramos, y en el que continuard el deterioro hasta que la intervencidn divina detenga el proceso. Grecia cuenta también con sus distintas épocas. La cronologia oficial fue establecida por el poeta Hesiodo en el siglo VIII a.C. Al principio, segiin él, fue el hombre ade oro». Aqui es donde el calificativo we oro» aparece por primera vez. Fue una era de dioses anteriores a los dioses, los seres primigenios conocidos por Titanes, cuyo jefe era Cronos, a quien mas tarde los romanos llamarian Saturno. Los hombres de oro vivian felices y sin esfuerzo de los frutos de la tierra, no padecian enfermedades ni enveje~ cian. La muerte no era motivo de temor para ellos y continéan viviendo todavia como espiritus benignos, pero sin forma humana visible Les sucedieron los hombres «de platan, mas anodinos pero pacificos y con gobierno matriarcal, Zeus, el hijo de Cronos, desterro a éste, conde- niindole al exilio. La deidad paternal termind en un Tugar lejano, al oeste, un Eliseo al otro lado del océano, en donde una parte de su época de oro se perpetud con él. Mientras tanto, Zeus habia hecho desaparecer Ja raza de plata y' la habia sustituido por unos hombres violentos que se alimentaban de carne y utilizaban herramientas y armas de bronce, (Asi entramos en ‘contacto con los hechos histéricos de la verdadera Edad del Bronce.) De sus relaciones con los dioses, las mujeres concebian hombres de un linaje de bronce més noble: eran los héroes que navegaron en el Argos y lucharon en ‘Trova. El mejor de todos ellos continda viviendo con Cronos, en su Eliseo de occidente. Ninguno de ellos volvera a aparecer en el mundo familiar. Sus sucesores fueron los hombres «de hierro», Para Hesiodo, su época es la edad de hierro y. al igual que el Kali Yuga, es la peor. Hesiodo solamente ve en el futuro un empeoramiento y, tal vez, la ex- tincién. Transferido al ambito romano, el planteamiento resulta menos pe- simista y da un sorprendente giro. La humanidad, ciertamente, ha perdido la época de Cronos, la Sarurnia regna; pero Virgilio, como poeta laureado por César Augusto, declara que no s6lo es posible hacerla renacer, sino que ‘Augusto ya lo esta realizando. La paz. el buen gobierno y la prosperidad de su imperio son las cualidades de la época dorada. El optimismo de Virgilio no podia durar, a pesar de lo cual, siglos después, durante la decadencia del Imperio, ain se mantenian las esperanzas de que surgiera un buen gober- nante capaz, al menos, de recuperar los mejores tiempos. Una época dora~ da de estas caracteristicas todavia podia recuperarse si surgia un Restitutor Orbis o restaurador del mundo, y, casi hasta el momento final del Imperio, incluso los més efimeros emperadores eran aclamados como tal. El mismo Arturo, tal y como le retrata Monmouth, parece ser cl eco de este anhelo y convertirse en un Restituror dentro de los limites de su Britania exromana La época dorada es sencillamente una gran tematica. Hay muchos mas ejemplos, que no es necesaria localizar en remotos tiempos mitol6gicos. La primera era de la dinastia Chu tuvo lugar unos cuatro o cinco siglos antes del nacimiento de Confucio. segiin el propio autor. Los narradores galeses que crearon el mundo artirico, su época dorada, antes de Monmouth y los poctas épicos, pensaban en una época situada en el tiempo mas © menos a esa misma distancia: los tiempos de los grandes atagues de los britanos a los barbaros, y de afirmacién de si mismos. en un periodo de gloria del que ‘Arturo se convierte en simbolo gracias a los:bardos y a algunos elérigos {que transmiten su fama, La imagen galesa sobrevive en una narracion completa, aunque tenemos también partes y restimenes de otras que se han perdido. Culhweh 1 Oliven es una historia violenta y colorista con una buena dosis de crueldad y humor negro, En ella, la €poca de Arturo es esencialmente una época heroica, una época de guerreros y maravillas. de monstruos y gigantes y de hazafias sobrehumanas. Arturo es el gran princi- pe de Britania, la isla de los Poderosos, y la mayoria de los més destacados britanos de leyenda se dan cita en su corte, en néimero superior a doscien- tos y, a menudo, desafiando cualquier consideracién cronologica Cuando Godofredo de Monmouth se enfrenta al personaje y convierte a Arturo en un monarca cuasi histérico y una especie de mesias, esta combi- nando la tradicidn galesa con la historia verdadera, aumentando las dos con una gencrosa escala, Pero en Monmouth encontramos la actualizacién medieval. Cuando describe la corte del rey Arturo, lo hace con profusién de términos del siglo XII, También se prolonga y se amplia el detalle de la descripcién hasta mas alla de lo que la mera actualizacién habria requeri- do. Enriquece la época dorada del rey Arturo con ingredientes producto de su imaginacion, de forma que resulten aceptables por sus lectores. No se dice mucho de ia disposicién del pueblo, pero Monmouth nos asegura que Ja generosidad del rey y sus otras buenas cualidades le hacian ser querido por todos. El resto de ia literatura no pone en duda la justicia y prosperi= dad de su reinado, o de buena parte de él Después de Monmouth viene la utopia caballeresca de los poctas, re- presentados en primer lugar por Chrétien de Troyes. En sus manos, la épo- ca dorada es totalmente medieval o medieval de una forma ideal, y los vestigios historicos aiin visibles en la obra de Monmouth aqui se han des- vanecido. Parte de su narracién, que guarda una ligera relacién con la realidad histrica —las guerras de Arturo en la Galia—, sobrevive en un poema épico inglés titulado Alliterative Morte Arthure. Cuando Malory lleva a cabo su vasta recuperacién, utiliza esta epopeya junto con los ro- manees franceses, y resulta muy interesante comprobar lo que obticne por resultado. Tanto la obra de Monmouth como Alliterative Morte sitian la principal campafia del rey contra Roma hacia el final de su reinado, y la consideran responsable de su caida, Malory ta data muchos afios antes, Su Arturo vence y retorna, a lo que sigue un largo periodo de paz en el que suceden infinidad de cosas. La intencién de Malory es clara. Fl crea un espacio, mucho mejor definido que en las versiones anteriores, en el que la época dorada pueda florecer. Con posterioridad a la Edad Media, el siguiente autor que trata el tema con profundidad es Tennyson, En sus Idvlls of the King (Los idilios det rex) sigue los pasos de Malory. pero no de una forma servil, y cambia el ambiente, Como poeta repetidamente laureado y leal ala reina y a la. me- moria de su consorte, refunde Ia leyenda en el molde de los valores vicio- rianos. Una vez mas, nos encontramos con un Arturo presidiendo una épo- ca dorada, Pero en esta ocasién, cobra una nueva dimensién por su inspiracién espiritual, porque ahora son los altos ideales los que rigen sobre 0s bajos instintos, sobre el elemento animal del hombre. Se habla mas del amor cristiano y del matrimonio, como simbolo de supremacia, mientras que los malvados que socavan el reino tienen una dimensién alegérica, semsombreciendo el sentido, en guerra con el almav. Ya en el siglo XX, la tetralogia de T. H. White titulada Camelot, vuelve a estar basada en la obra de Malory. Pero White desarrolla el aspecto de la Epoca dorada con un estilo propio y moderno, reforzando ideales como la paz y el internacionalismo. En definitiva, se trata mas de un asunto de esperanza que de logros reales, pero se justifica al rey por sus buenas inten ciones. Después de White, una serie de novelistas como Rosemary Suteliff. Mary Stewart y Persia Woolley, ofrecieron sus particulares visiones de la leyenda. Sus fuentes de inspiracidn hay que buscarlas en las investigaciones cientificas que diversos arqueélogos ¢ historiadores Hlevaron a cabo en la Camelot y la Tabla Redonda Britania posromana, Evitando la tradicién romintica, ellas basaron sus novelas histéricas o fantasticas en el Arturo original y en su pais, en el que elias estaban... 0 podrian haber estado. Algunos poetas, entre los que des- tacan Charles Williams y John Heath-Stubbs, absorbieron influencias si lares en menor grado. Los escritores modernos, conscientes de que dic mente hubiera podido existir una época dorada real, han retratado una Britania artarica en donde los hombres de buena voluntad, valor e integri- dad triunfan, al menos durante algin tiempo; o en la que, incluso en medio de tanta discordia y confusion, las grandes personalidades son capaces de dejar su hella En otros medios, el espectiiculo musical Camelot, de Lerner y Loewe, esti inspirado en la obra de White y se aproxima mucho a la misma con- clusion, El régimen de Arturo toca a su fin, pero durante «un fugaz mo- mento de esplendor» fue posible atisbar la visién de una sociedad noble, que ya valdra para siempre, La pelicula Excalibur tiene en comiin con las, novelas ef papel preponderante de los grandes personajes sobre el concepto de un reino ideal. Todo esto se desarrolla en una mezcla de periodos ¢ imagineria, con la intencién de impedir que la narracion se pueda insertar con facilidad en algiin momento de la historia, convirtiéndola asi en un mito eterno. Las epopeyas artiricas de la Edad Media centran la época dorada en Jos caballeros de la Tabla Redonda, La orden de caballetia del rey Arturo ya est presente en la obra de Godofredo de Monmouth, en donde la auto- rizacion del rey para alistar caballeros de naciones extranjeras abre el ca- mino al advenimiento del extranjero Lanzarote, si bien éste no aparece hasta que es ineorporado por Chrétien de Troyes. Fl concepto es totalmen- te medieval. Monmouth adopta la tradicién galesa, en la que Arturo es el jefe de una organizacién militar. No hay ninguna Tabla Redonda, Su pri- ‘mera mencidn aparece en la adaptacién francesa de la Historia que realiza Wace, que data de 1155. EI normando Wace atribuye la forma de la Tabla a un motivo practico: sentando a todos los caballeros en una posicién de igualdad, cl rey Arturo evita las disputas por prioridades. Pero esta idea se desarrolla ain de una forma mas elaborada. Los poetas épicos dotaban a la Tabla de una genealogia. Merlin la hizo para Uther, el padre de Arturo, Su redondez simbolizaba la redondez de cielos y Tierra, Al morir Uther, fue adquirida por Leodegan, un gobernante local. Su hija Ginebra aporté la Tabla a su matrimonio con Arturo como dote, Se cuenta también que, ademas de su simbolismo césmico, aquella mesa era la sucesora de dos tablas anteriores. La primera fue la mesa de la Ultima Cena de Cristo: luego, en conmemoracién de ese hecho, 1a mesa en donde se guardaba el Santo Grial; mas tarde, a su vez para conmemorar ese hecho, la Tabla (mesa) Redonda del rey Arturo, De esta forma, se establecia una vincula- cidn tangible entre su orden de caballeria y los diseipulos de Cristo, entre caballeria y religion Con el florecimiento literario. la atencidn tiende a desplazarse del rey Jos caballeros y damas que le rodean. La utopia caballeresca se constituye a raiz de los votos realizados, de los ideales que prevalecen, Fl reino de Artu- 10 es un lugar, tedricamente, de justicia y honor, fortaleza y amor verdade- ros. Muchas de las aventuras de sus paladines tienen su origen en su deber de desfacer entuertos en aras de la justicia, socorrer al débil, matar mons- truos y demas. A pesar de esto, la mayoria de ellos, por decirlo amable~ mente, no estan del todo bien. Sir Kay. el senescal o jefe de la casa real, es presuntuoso y tiene muy mal genio. Sir Gawain, aungue resulta admirable tn las narraciones inglesas, aparece retratado por los franceses como un hombre mujeriego y nada de fiar; incluso sus admiradores ingleses a veces se sienten inclinados a admitir su afin de venganza. Sir Percival se pasa demasiado tiempo haciendo estupideces y metiendo la pata en cosas impor Tabla Redonda de Winchester hoc 1300. De unos 8,3 metros ie idmetr, solamente queda fa parte superior dela nisa, porque lus paras desaparecieron. La superficie. con segments verdes Pramcor delimitando los puestos ddl tes de veimicuairo ahalleros, fue pintada em 1522 por orden de Enrique VII (ae Se debe la rosa de fos Tudor) epintia, sin media el die en 1789. (Grea! Hall, casllo de tantisimas. Sir Lanzarote, francés de nacimiento, llamado «el mejor caba- lero del mundo», se convierte en amante de la Zeina con unos resultados desastrosos, Estos y otros como ellos son los consejeros del rey, responsa- bles de dirigir la corte ¥, en muchos casos, de gobernar sus propios domi- nios. El oro de la época dorada no consiste tanto en una virtud aleanzada como en el ambiente y en las aspiraciones. Y por eso resiste. El rey. que también dista mucho de ser perfecto, tiene el carisma suficiente para man- tener vivo el ambiente y sostener las aspiraciones. El tiene la capacidad de sacar lo mejor de los dems. Se percibe que su reinado sera bueno. Durante la Edad Media, los reyes Plantagenet de Inglaterra se toman muy en serio al rey Arturo y, en ocasiones, tratan de sacarle partido politi- camente. No deja de ser irdnico que un héroe celta, que pas6 a la historia por luchar contra los antepasados de los ingleses, sea adoptado como rey de Inglaterra y utilizado para adornar el abolengo de la monarquia; pero asi fue, Eduardo I se declaré soberano de Escocia esgrimiendo el argumen- to de que Arturo fue rey de Escocia, Eduardo III consideré la refundacion de la orden de caballeria del rey Arturo, Los monarcas y sefiores, no sélo en Inglaterra, celebraban unas diversiones llamadas Tablas Redondas. en las que los invitados representaban personajes artiricos. La Tabla Redon- da que hay en el muro del castillo de Winchester data de alguna fecha en torno al afio 1300, y debié huberse construido para celebrar alguna de esas fiestas En las obras posteriores, el centro de la época dorada es un lugar: Ca melot. No hay aqui ni contradiceién ni innovacién, sino solamente un cambio del objeto de interés de los autores. Camelot aparece en las anti- uas narraciones primeramente como el castillo en donde se encontraba Ia Tabla Redonda, la residencia favorita del rey. Airededor det castillo se formé una ciudad que leva su mismo nombre. Uno de los aspectos a los que no suele prestarse mucha atencién es el hecho de que, segtin los poetas Que la inventaron, Camelot no es la capital de la nacién, Es exclusivamente el hogar de Arturo, el corazon de su mundo. Nadie reina alli ni antes ni despues de él. Su personalidad es asi tinica. La mistica de Camelot, a die rencia de la mistica de Jerusalén o de Roma, es la proyeccidn de una per- sona mitificada, el héroe de la época dorada, Malory, que en ocasiones la confunde con Winchester, la antigua capital, esta por tanto equivocado. Camelot es un lugar imaginario. Aunque parece que debia estar hacia el este, no se puede localizar a ciencia cierta Fi nico sentido en el que aigiin lugar real llamado Camelot podria haber existido es como euartel general del verdadero Arturo, origen de toda esta tradicién, Es en ese sentido en el gue podria considerarse la posi- bilidad de que se tratase del castillo de Cadbury, en Sommerset. Cadbury fue un campamento fortificado en la Edad del Hierro, situado al sureste de Glastonbury. Algunas de estas suposiciones sobre Arturo podrian demos- trarse varios siglos después, gracias a la obra aparecida en la época Tudor y firmada por et viajero John Leland, quien lo llama categéricamente «Car malat», Las exeavaciones realizadas han revelado que el lugar se volvio a ocupar y acondicionar alrededor de la segunda mitad del siglo V. Lo mis- mo sucedi con otros campamentos fortficados, pero las dimensiones y estructura de la fortfieacién de Cadbury no tienen parangén conocido en ningun otro lugar de Britania durante ese periodo. Fue el cuartel general de algiin destacado gobernante, incluso de algin «gran rey» que disponia de un buen nimero de soldados: posiblemente, el auténtico Arturo, o al me nos la figura artiriea que podria haber dado origen a la leyenda. La pro- babilidad de una tradicién de estas earacteristicas es muy alta, Cuando Tennyson estaba preparando sus /dilios ¢ investigando en los lugares im- portantes de la leyenda artarica, en la zona suroeste dela isla, Cadbury fue uno de los lugares a los que prest6 mis atencion, Su deseripcién de Came lot, aunque fabulada, eneaja bien con la topografia del lugar, como para pensar que lo tuvo presente a la hora de escribir. El amor en la corte Enel tratamiento de las relaciones sexuales, al igual que en otros aspec- del rey Arturo tos, las narraciones artiricas fueron detalladas. Durante el siglo XII, los trovadores franceses desarrollaron un culto poético al amor. El amor corte sano se convirtié en un tema omnipresent, ligado —si bien de una forma algo turbulenta— con la tematica de caballerias. Se suponia que el amor seguia unas reglas determinadas. El caballero debia ser extremadamente leala su dama, debia idealizarla¢ idolatrarla, debia estar dispuesto a hacer © sufrir literalmente cualquier cosa por ella, incluso aunque con ello queda- se ridiculizado. Si las relaciones de la parcja se llevaban correctamente, la dama seria dominante y capaz de arrojar a'su amante a la mis cruel deso- lacién, si bien. a su manera, le seria fiel. Los compromisos matrimonials de la dama eran asunto aparte. Una de las normas establecia que este tipo de amor no podia existir de hecho si los amantes estaban casados el uno con el otfo, Fl romance podia desarrollarse en términos de adoracién, po- dia consumarse, en adulterio si era necesario, © podia terminar en el ma- trimonio de la pareja, con lo que su relacién evolucionaba a un amor de otro tipo No queda del todo claro que el amor cortesano se diera en la vida real. Incluso como convencién literaria tenia sus limitaciones. Era un tipo de amor explicitamente negado a las clases bajas, El culto amatorio de la mu- Jer tenia poco que ver con una auténtica mejora de estatus y, en ocasiones, era respondido, incluso en poemas, por quejas misiginas en las que el hombre lamentaba su participacidn, Lo que de especial hay en el ciclo arti- Tico es que su sentido de intensificacién de la vida cred dos memorables historias de amor, las primeras de su especie en Europa, las cuales, a pesar de estar sometidas a los convencionalismos de la corte, lograban trascen- derlos Lanzarote, el mejor de todos los caballeros del rey Arturo, eel amante de la reina Ginebra. Cuando Chrétien de Troyes le introduce por primera vez, su amor se desarrolla acatando las reglas de la corte, y el comporta- tmiento de los dos es artificial y afectado. Pero segiin avanza la narracién, va mejorando. Richard Harris, que interprets el papel del rey Arturo en Camelot, sefiaié claramente el particular interés que entrafiaba este triangu- Jo amoroso. El ey Arturo es el inico marido de la literatura cuya esposa le ¢s infiel sin resultar mermado ni ridiculizado, Una de las razones a las que esto podria responder es que no nos encontramos ante una leyenda exclusi- Iida Las ecenas de ——--Vamente medieval. La leyenda tiene sus raices en la antigua sociedad paga- da erin na, La reina celta era tan libre ¢ independiente como el rey, eapar de go- mt fa Edad Media como bernar por derecho propio ¢ incluso mandar ejércitos; y podia tener pee oes amantes, al igual que el rey tenia concubinas. En el momento en que la Mnivldeman hacia el ‘historia de Arturo y Ginebra llega a la Edad Media, la sociedad se ha ‘vuelto mas machistay la reina libre e independiente pasa a ser simplemente tina adiltera. A pesar de esto, algo de su estatus anterior permancee, como permanece también algo de Ia impoluta dignidad de su consorte Seria muy interesante estudiar el posible aspecto mitologico de Ginebra, que podria reflejar la ereencia pagana de que la reina mantenia una rela: cidn especial con una diosa, ala que incluso podia encarnar. EI nombre de Ginebra (Guinevere) tiene su origen en la palabra galesa «Gwenbwyfar», que siznitiea «Fantasma blanco» 0 «Hada». Hay una extrafia alusion al rey Arturo en la versidn galesa, en la que se habla de que tiene tres reinas llamadas Gwenhyfar, mencién derivada del concepto de la Triple Diosa celta Ginebra encuentra su mejor representacién medieval en la pluma de Malory. La deseripcién de sus amorios es apasionada, sutil en ocasiones Lanzarote atraviesa agui diversas etapas. En un principio, el caballero adopta una postura miségina, afirmando que las ataduras de una mujer entorpecerian sus viriles ocupaciones, El ama ya a la reima, pero de una manera distante y respetuosa, Sus sentimientos se hacen Iuego mas intensos ¢ intimos, hasta llegar a una etapa en la que el brusco rechazo dela reina le La decadencia transtorna temporalmente. Hacia el final de la obra, Malory establece la diferencia entre fidelidad y lealtad. Tras un largo tiempo de adulterio, Lan- zarote puede todavia asegurar al rey que Ginebra le ha sido fiel y, en su sentido mas profundo, es cierto. Ella jamés ha dejado de cumplir sus obli gaciones ni ha hablado en contra de él, ni ha actuado sediciosamente ni ha considerado roto su matrimonio, Su amor terrenal en ningin momento la degrada, sino que le permite pasar a otro mas elevado y morir casi como tuna santa La otra pareja famosa, Tristan ¢ Isolda, llega también a transgredir todos los convencionalismos en torno al tema del amor. Tristan ¢s el sobri no de Mark, rey de Cornualles a las érdenes de Arturo. Su hogar est en Leonis, pais imaginario que se suele identificar con una tierra sumergida, una especie de mini-Atlintida que la tradicidn situaba al suroeste de Cor nualles. El va a vivir a la corte de Cornualles. Tristan es enviado a Irlanda para traer a Isolda, una princesa irlandesa, que sé va a casar con su Go Mark. Durante el viaje, ambos beben accidentalmente una pocién y se enamoran irremediablemente. A pesar de esto, Tsolda se casa con Mark, Los amantes se retinen cuando les es posible, con gran dificultad y peligro, yeel final es inevitablemente tragico. Una ver més la atmésfera de la mate- ria de Bretafia hace que se rompa un nuevo planteamiento literario, Las dos figuras principales trascienden a los estereotipos, tanto caballeresco ‘como amatorio. Tristan es polifacético, un precursor del hombre renacen- tista: no s6lo un modélico caballero, sino también misico, lingtista, juga~ dor de ajedrez. Isolda tiene ciertos conocimientos de las artes médicas. Esta obra es el primer gran ejemplo de Europa en que una pasién reciproca se presenta como ley de si misma, justficéndose casi cualquier conducta que sirva para aleanzar el fin deseado. y. aunque pecaminosa, excusable a los ojos de Dios, A pesar de su esplendor, la época dorada del rey Arturo esté condena- da. Como todas las demas, tarde o temprano ha de pasar. Encontramos aqui algo mis que la nostalgia de una gloria que st va a acabar. Hay también dolor por una gloria que ha sido deliberadamente destruida. En lo que se refiere a su destruccién, la tradicion galesa aporta la pri- ‘mera pista, hablando de la batalla de Camlanin, en la que el rey Arturo cae sgravemente herido, Sus oponentes no eran enemigos extranjeros, sino otros britanos: su propio pueblo estaba dividido, Monmouth entrelaza la batalla de Camlann con la traicién de un gobernante a sus drdenes, el sobrino del rey, cuyo nombre mas probable parece ser Mordred. Este apelativo se deri- va de «Medraut», nombre de alguien de quien se dice que cayé en la misma batalla, La idea de la traicién no pertenece a la tradicion de Gales, sino que podria tener su origen en la veridica traicion de un rey britinico, que difi- cilmente podria ser Arturo, pues se encontraba en la Galia en los afios 468-70. Los poetas eligen el tema de una Tabla Redonda dividida y lo desarrollan, con implicaciones que van mucho mas allé del simple relato, En el esquema cristiano medieval, cualquier mito de época dorada, in- cluso uno que fuera casi histérico, dificilmente podia dejar de recordar et Paraiso terrenal de una bumanidad sin pecado. Dante trata el tema en ta Divina Comedia. Fl Paraiso, sin embargo, era el Paraiso perdido. La hu- manidad transgrede la ley y cae. Lo que se deduce es que, tanto si las épocas doradas han sido sofiadas como si han sido realidad, ninguna socie- dad puede recuperar la perfeccion que Adén despilfarrd, ni mantener nin- guna de sus vitudes especiales. La pérdida, la caida, el pecado, se han de repetir. Las personas también, a pesar de su nobleza, estan atadas al mismo destino, y sus muchos defectos favorecen esta probabilidad, desde el punto en que comparten la condicién humana mas fundamental. El ser humano no debe esperar un éxito 0 una felicidad permanentes. Una de las iméigenes didécticas mas frecuentes en la Edad Media era la de la Rueda de la Fortu- Merlin » Vivien, stentadora, tal come los imagins Tenns on Sentade al pie de un wohle, con lima corona ee ois en fa eae hina + hunga harba, ef mage resulta ratio. La pasiin sual fespuesta a Vivien, cme se puede fpreciar par wu mano ela, iminioa.(Detalle de wa ftusracion de Gustavo Dore para Low idilos del rey. de Tennswon ra) na, que eleva a héroes y reyes a lo mds alto, para arrojarlos al abismo al continuar su giro, Esta imagen del ser humano subyace en toda la literatura artiica y esta presente también en muchas otras tematicas. Aunque la Ta- bla Redonda afirma sus elevados ideales, muy pronto se siembra la semilla del desastre Incluso con Lanzarote, en quien los ideales parecen imperecederos, se observa como el aumento de su compromiso amoroso es causa de grave trastorno y pasa de ser el mejor a uno de los peores eaballeros. Su relacién amorosa se convierte en una bomba de relojeria que tarde o temprano tiene gue explotar. Otro de los temas que se insindan es que el traidor Mordred es un vengador, porque en realidad es el hijo que Arturo engendré en inces- to con su medio hermana Morgause. Arturo —en la literatura se repite hasta el aburrimiento— no sabia cuién era la dama, pero el pecado sigue siendo pecado. Todos estos factores preparatorios del desastre tardan en aleanzar el punto eritico, Pero la debilidad humana de un mismo tipo em- pieza a causar problemas antes; y lo mismo ocurre con otro factor: la magia. ‘Ambos se combinan para desplazar a Merlin. Algunos relatos de su destino son mas benignos que otros. En esencia, la leyenda cuenta que su marcha se debid a su deseo obsesivo por una de las Damas del Lago, a la gue unas veces s¢ da el nombre de Nimue y otras el de Viviane, Son sus propios poderes proféticos los que le muestran cémo su deseo por la dama sera la causa de su destruecién. Pero su desco no cesa. Ella le tenia miedo, sabiendo que, segin se decia, era hijo de un demonio, y por ello le rechaza~ ba como amante. Por sus propios intereses, ella accede a unirsele en un viaje por Britania y Cornualles, comprendiendo que Merlin no empleari sus poderes magicos para dominarla fisicamente, Aprendié muchos scere- tos de él, Al final, cuando ya se ha cansado, emplea uno de los hechizos del mago para encerrare en tina prision encantada: una cueva, una tumba, 0 un recinto de paredes invisibles. El destino final del mago no queda claro. La destruecién de Merlin es producto, irénicamente, de la tipica ideali- zacién medieval. Los eeltas, tolerantes hacia la magia y todo lo precristia- no, no lo habrian inventado; y en cualquier caso, no lo habrian hecho de esta forma. Pero la época dorada de la épica artirica no se evoca en el contexto de una cristiandad celta, sino medieval, en la cual todo eran ex- tremos, Se creia en la magia, pero con una menor disposicion a aceptar que fuera algo bueno, 0 siquiera moralmente neutro. No cabe duda de que Merlin presté buenos servicios al rey Arturo, y mis que buenos servicios; pero, aun asi, continua tratandose del hijo de un demonio, que sélo fue preservado para el bien gracias a la virtud de su madre. A pesar de toda su Brandeva, los poetas cristianos no podian permitrle prosperar demasiado. Asi, decidieron que su naturaleza sensual le traicionase, que la magia mis- rma le atrapase y que Arturo le perdicra La caida de Merlin es todavia peor en la pluma de Tennyson. Vivien, como él lama a la mujer, no es més que una seductora que actia movida por su odio hacia la corte. Merlinyss un anciano, El episodio resulta insipi- do. y él pierde incluso la excusa de la pasidn, no sélo por su edad avanza- da, sino también porque no siente ningiin interés sexual por Vivien; ella se ve obligada a trabajar para despertar el deseo del mago. Esta destruccién simbélica de la sabiduria guarda una estrecha relacién con el plan de los Ldilios, sein el cual la sensualidad es el principal factor que sovava los ideales arturicos En la leyenda galesa sobrevive algo de la actitud celta: se afirma que el retiro de Merlin es voluntario, Se fue a la isla de Bardsey, situada al no- roeste de Gales, y alli continiia viviendo todavia, quizd dormido en una camara subterranea, 0 quiza despierto en una invisible casa de cristal, con mueve compafieros. Guarda consigo los trece tesoros de Britania, que son talismanes y religuias que se esconden de los ingleses. También tiene el verdadero trono briténico Incluso los galeses reconocen su separacién de Arturo. El cristianismo jaluhad, el caballers qu inne conseauind el Gril teansportando ta mesa del Griat rn aruda de ots alters. (lustre dee mamustrive frances, sgh NIV) que dieté todo esto, afect6 también a otro personaje, el hada Morgana. En sus origenes, Morgana es una diosa celta, o la mezcla de dos figuras de diosas: Matrona, una deidad-rio-maternal y la Morrigana irlandesa. Hace su debut literario en el poema de Godofredo de Monmouth titulado Vira Merlini, como hechicera benigna. Los poetas franceses, inspirados por los cuentos de hadas de la Bretafa, la introducen en la infancia de Arturo como hada madrina que le prove de buenos dones. Pero bajo Ia presion religiosa, los autores la convierten en otra medio hermana del rey, ambi: gua, a menudo maliciosa, bruja tutclada por Merlin, perturbadora y fuente de problemas, A través de Morgana, también la magia se convierte en una influencia que va socavando Camelot. Volviendo a las bombas de relojetia, Lanzarote negligentemente activa otra. Las circunstancias son muy extrahas, al igual que las consecuencias de su explosién final, Esta es la razén de la biisqueda del Grial, Paraddji- camente la biisqueda también, a pesar de su evidente santidad, produce un desequilibrio adverso para Camelot, porque representa un sefiuclo que ale- ja a muchos caballeros en una larga empresa para la que pocos son aptos. y de la que un buen niimero de ellos nunca volverd, El tema del Grial es muy complejo y los distintos relatos difieren irre. conciliablemente entre si, Solamente es posible considerar aqui las ideas principales. Sus antecedentes se remontan a tiempos precristianos. Hay le- yendas celtas que hablan de recipientes prodigiosos, de cuernos de la abun- dancia o de calderos de inspiracion y regeneracion. Un antiguo poema ga- ls habla de un Arturo marchando con sus compaferos en peligrosa busqueda de un caldero guardado por nueve doncellas, en un trasmundo 0 submundo llamado Annwn. La palabra graal (grial) se deriva del francés antiguo y significa gran plato» o cueneo. Chrétien de Troyes cuenta cémo el joven Percival visita un castillo, cuyo sefior se encuentra gravemente herido. Percival ve a una doncella que lleva un grial ricamente decorado y oye decir que se trata de un alimento sobrenatural. No hace ninguna pre~ gunta al respecto. y parece que deberia haber preguntado, porque, si lo hubiera hecho, el sefior del castillo podtia haberse curado. Pero nos encon- tramos en un femote mundo magico. El trasfondo esté habitado por mitos de recipientes que contienen magicos elixires de la vida y de la felicidad. Un poco después. un segundo poeta llamado Robert de Boron, trans- forma el tema, En manos de De Boron y en los poemas épicos posteriores a 4, esos recipientes se convierten en el Grial © Graal, el ciliz o plato que Cristo utiliz6 en la Uhima Cena para instituir el sacramento de la eucaris- tia. Aunque las implicaciones anteriores no se pierden del todo, fa atencion pasa del terreno material al espiritual. Se dice que el Grial pasé a manos de José de Arimatea, el hombre rico que se hizo cargo del cuerpo de Cristo después de la crucifixidn y se encargé de darle sepultura, En ese eiliz reco- aid algunas gotas de la sagrada sangre. Como «Santo» Grial, posee propie: dades milagrosas y contiere a sus propietarios un vinculo especial con Dios. Se construyé una mesa para depositarlo, en memoria de la mesa de la Ultima Cena. Los parientes y amigos de José de Arimatea (los textos no coinciden en el hecho de si José se encontraba con ellos) lo transportaron a Britania, a los valles de Avalén, que se podrian localizar en pleno coraz6n de Somerset, el futuro emplazamiento de Glastonbury. La leyenda esté ast claramente entroncada con los origenes de la abadia de Glastonbury, aun- que sus fuentes e interrelaciones permanecen oscuras. Pasé despues a diver- sos custodios del Grial, descendientes colaterales de José de Arimatea, que vivid en un misterioso castillo llamado Corbenie. El Grial, aunque oculto, confirié a Britania un lugar privilegiado en la cristiandad, ¥ serviria de vehiculo de una visién especial o revelacién a la que tendria acceso el bus- eador que lo mereciera Estas son las lineas basicas de la leyenda, aunque presenta numerosas complicaciones y variaciones. En los primeros.tiempos del reinado de Artu- ro, el encargado de la custodia del Grial en aquel tiempo, Pelles, decide que » La desaparicién de Arturo ha llegado el momento de que nazca el merecedor del Grial, Deberia ser un caballero perfecto de la estirpe de José, como el mismo Pelles. Merecer el Grial significaba mucho més que encomtrarlo, Algunos caballeros descu- bren el castillo y presencian aparieiones y milagros y, segin algunas versio- ines, se someten a cripticas pruebas, como el héroe de la obra de Chrétien de Troyes. Pero ninguno de los caballeros de la primera generacién consi- gue micar dentro del Grial ni aleanza la vision tltima, que, al parecer, se trata de un conocimiento mistico de Dios, la Santisima Trinidad, la fuente de Vida eterna a través de Cristo. Pelles tiene una hija, Elaine. Cuando Lanzarote llega a Corbenie, Pelles le convence de que la reina se encuentra en otro castillo proximo, Elaine le espera alli, y Lanzarote, abstraido bajo el influjo de una pocién magica, yyace con ella ereyendo que su amante es Ginebra, Asi engendran un hijo, {que habria de llamarse Galahad. Irénicamente, el amor que le excluye de cexperimentar plenamente el Gril, tiene por fruto el caballero més perfecto ‘que se pueda imaginar. Galahad, como personaje adulto, es coneebido para fundir religién y caballeria, Si semejante fusibn fuera posible, la época do- rada del rey Arturo podria ser considerada desde el plano espiritual. Pero fen la construccion material de esa figura especifica —un caballero santo—, la concepcién falla, Galahad es atractivo y cortés, un luchador igual que su padre, pero su total pureza le priva de cualquier interés por lo humano y le sitiia aparte EY hijo de Lanzarote es separado de él y educado por monjas, lejos de la corte, Aqui, mientras tanto, no se dejan de hacer conjeturas sobre la silla vacia que hay en la Tabla Redonda, que, como se recordaré, se construy6 cen recuerdo de la mesa del Grial. A esta silla se le da el nombre de Asiento Peligroso y es el puesto destinado al merecedor del Grial. Cuando Galahad va a cumplir veinte afios. las monjas le envian junto a Lanzarote, sin decir de quién se trata y tinicamente solicitando del caballero su proteccién para cl joven. El parecido no escapa a nadie y se descubre su identidad, Lanza rote, por su parte, guarda silencio, y lucha contra su hijo en un torneo ‘como si de cualquier otro oponente se tratara. Y aunque se podria suponer ‘que su educacién con las monjas no dedicase mucho tiempo a estas artes, Galahad es un caballero excepcional, no sélo moralmente; va desmontando a sus competidores hasta que solamente quedan él y Lanzarote. Sin embar- zo, hay sefiales que evidencian que su maxima preocupacién va a ser el Grial. Galahad ocupa su puesto en ta Tabla Redonda: en el Asiento Peli- groso. Estando todos los caballeros reunidos, se produce una velada aparicion del Grial que envuelve toda la sala, sobre sus cabezas, Muchos caballeros. emprenden la busqueda: ilégicamente quiza, puesto que Galahad ya ha sido sefialado, pero ellos esperan ver un poco mas, penetrar un poco mis en ef misterio. Arturo sabe que las consecuencias serdn tristes, pero no puede detenerlos. Algunos se acercan mucho y llegan a entreverlo, como es cl caso de Lanzarote, siempre'de noble anhelo a pesar de su pecado, Al final, el Grial pasa de Britania a un pais lejano, Sarras. Galahad se dirige hacia alli, acompafado de Percival y de Bors, un primo de Lanzarote. Es en Sarras donde aleanza la vision suprema... y muere, Ninguno de los de- mas lo ha conseguido. Unos regresan, otros no. El final de la busqueda esta plagado de dolor y, cuando se alivia el dolor porque ya ha pasado todo, Camelot ya no voivera a ser lo mismo. Las otras bombas de relojeria siguen agotando su tiempo. Mordred al- berea ofensas imaginarias y planea usurpar el trono, La estabilidad depen- de de la unidn que muesire en publico la pareja real, Con respecto a la aventura de Ginebra, Arturo atin continda engafindose a si mismo o adoptando una diplomitica ceguera. Agravain, uno de los hermanos de Gawain, conspia con Mordred para que el asunto salga a la luz publica, Si Varies cabal su oor ate el cuenpo de dra fe a in mandoble as yuna dama que confi nerf ama. ain. Fnfureto. el maride de fron sr espa. (Uastacin de siels ATV) la infidelidad de la reina fuera considerada traicién, Arturo se veria obliga- do a sentenciarla a morir en la hoguera, Este plan se trata de llevar a cabo en Carlisle, con una compafiia de caballeros custodiando el lugar de la ejecucién. Lanzarote llega con los suyos, rescata a Ginebra y se la lleva a su castillo de Joyous Gard. Durante la encarnizada lucha sostenida para res- catarla, Lanzarote da muerte a varios caballeros, entre los cuales habia otros dos hermanos de Gawain, incurriendo asi en una implacable enemis~ tad con Gawain La Tabla Redonda esta dividida entre aquellos que se mantienen fieles al rey y los que simpatizan con Lanzarote. Una vez entregada Ginebra a su marido, Lanzarote se marcha con sus partidarios a sus territorios de Fran- cia, en donde instaura un reino rival, Arturo le sigue al frente de su ejército y trata de hacerle entrar en razon, pero la venganza de Gawain se alza como un obstaculo en el camino de la paz Mientras Arturo se encuentra en tierras francesas le llega su castigo, Godotredo de Monmouth relata esta campafia extranjera de distinta for- ma, pero el resultado es practicamente el mismo, al igual que el resto de la historia, Arturo ha dejado a Mordred al frente del pais durante su ausen- cia, Traidoramente, Mordred proclama que el rey ha muerto y él se corona rey. Busca la ayuda de los sajones, sometidos desde hace mucho tiempo, € incluso trata de casarse con Ginebra, pero ella le elude y se refugia en un convento. Arturo interrumpe su campaiia en el continente y regresa a casa Gawain cae herido y muere en Dover y, aungue la reconciliacién con Lan- zarote se hace posible, no hay tiempo para materializarla, Arturo, al frente de sus leales que han sobrevivido, se dirige al encuentro del ejército det traidor. Las primeras escaramuzas resultan prometedoras aunque no pro- porcionan una ventaja definitiva, y los destinos de los dos jefes van a con- fluir en algin lugar y en algin momento. La batalla de Camlann de los galeses, en la que Arturo y «Medraut» perecen, resulta imposible de interpretar de forma convincente. De acuerdo con la épica medieval, la batalla tiene lugar en la lanura de Salisbury y, segiin Malory, «en una hondonada proxima a Salisbury». Malory conside- ra que la batalla se produjo de forma accidental. Ei rey y Mordred se reinen para pactar la paz. Entonces, un caballero, al que ha mordido una serpiente, desenvaina su espada para matarla: su accién es malinterpretada y estalla la lucha, Mueren la mayoria de los combatientes, incluido Mor- red: Arturo, por su parte, resulta gravemente herido. La guerra ha termi- nado, y con ella su reinado. El relato afiade algunas escenas finales. Una de las més conocidas es la del rey ordenando a su iiltimo camarada, Bedivere, que arroje a Excalibur al agua de un lago, No se considera ningun problema el hecho de que no haya ningan lago en las proximidades de la llanura de Salisbury. Bedivere se muestra reacio a sactificar un arma tan espléndida, de forma que la esconde, Arturo se da cuenta en uno de sus momentos de conseiencia © insiste. Cuando Bedivere arroja la espada al agua, una mano emerge a la superficie, toma la espada y se sumerge con ella. La desaparicion de Exca- libur es una de las pistas que dan a entender con claridad que la época dorada del rey Arturo, por decirlo asi, emana de si mismo. No habré suce- sor que herede su gloria ni sea capaz de prolongarla Se aproxima a la costa una embarcacién en la que viajan varias damas vestidas de luto, Entre ellas se encuentran Nimue y la ambigua Morgana, ahora resignada; las damas vienen para conducir al rey a un lugar encanta- do en donde curarén sus heridas. Este lugar es Ia isla de Avalon, que Monmouth menciona como destino final. Bedivere le deposita suavemente dentro de la bares y se queda mirando como se algja hasta que se pierde de vista, {Qué ocurre entonces? Incluso antes de que naciera, Merlin predijo que st partida estaria envuelta en el misterio, y asi es. A Bedivere se le muestra lo que podria ser su tumba, en un valle entre dos colinas proximo a Glastonbury, Pero. . Ecos de antigtiedad Durante todo este tiempo Lanzarote ha estado en Francia, con los ea~ balleros que podrian haber dado la vietoria a Arturo, Lus noticias de los sucesos de Britania tardaron mucho en Tlegarle, Cuando se entera de lo que ocurre, regresa. pero ya es demasiado tarde, Va a visitar a Ginebra a su ‘convento y se despiden triste y amargamente, Lanzarote se queda a vivir ‘como eremita en el valle proximo a Glastonbury donde, posiblemente, Be- divere viera la tumba de Arturo. Bedivere ya se encuentra alli, y otros supervivientes se les unen, formando una pequeita comunidad. A todo esto, la corona de Britania ha recaido en Constantino, un primo del rey Arturo. Pero con toda la nobleza de la Tabla Redonda muerta, 0 fuera del pais, retirada, la continuidad queda rota para siempre. Segiin la versin de Tennyson, el mal proceder de la reina no solamente supone una oeasidn para la catastrofe, sino que, a la larga, supone tambien su causa. En la mayoria de los Mdilios, Mordred es una figura menor, un intrigante pero no una amenaza, hasta que el deterioro moral le ofrece su oportunidad, Tennyson, durante toda la obra, presta una gran atencion a su alegoria, @ su historia que sensombrece el sentido, en guerra con el alma», Por esta razén, el amor real se convierte en tema central de la obra, E] sentido contraataca al alma en el mismisimo corazén de la monarquia. La reina y Lanzarote sientan un fatal precedente que inspira una actitud cinica hacia el matrimonio cristiano, la continencia sexual y los elevados ideales de Arturo en general. Habiéndose tenido que marchar Merlin por la misma causa, y con la Tabla Redonda debilitada por la equivoca bisqueda el Grial, la ruina se presenta como algo inexorable, Pero ia vision de Tennyson del desastre no esté dominada por esa sola idea, sino que aftade un interesante ingrediente. Desde cl principio, se han ido sembrando cuidadosamente dudas acerca del origen de Arturo. En el primero de los Idilios, el pueblo se pregunta quign es, ,Un principe legiti- mo, el hijo de Uther?, zo solo el producto de una relacién amorosa y. por tanto, no el heredero legitimo? ,O un ser det mundo de lo magico que el mar arrojé a las costas de Tintagel! cuando era un nifio de pocos meses al que Merlin rescaté de las aguas? A medida que se va haciendo famoso, a la gente le deja de importar su origen, pero hacia el final, cuando se rompe su hechizo, la duda vuelve a surgir con fuerza, legando a cuestionarse su de- recho al trono. Esta fase final de la obra suscita una serie de preguntas muy interesantes: ;de donde emana el poder?, ;quién tiene derecho a exigir una wu otra conducta o a imponer unos prineipios w otros?, ;y por qué? Con estas reflexiones Tennyson quebranta la posibilidad de construir cualquier utopia real. Su relato de la desaparicién de Arturo contribuye a reforzar el simbo- lismo. El siti la batalla final en Cornualles, o al menos en Leonis, Tiene lugar en el solsticio de invierno, entre unas tinieblas de nubes y brumas en las que vel amigo degollaba al amigo sin saber a quign degollaba», cuando cl reino ideal se ha desintegrado y las Srdenes de caballeria se han extin- guido. En la escena final. Bedivere.se queda s6lo ante el rey agonizante, Citando a Malory: Hay hombres por doguier en Inglaterra que afirman gue el rey Arturo no hha muerto, sino que, por la gracia de Nuestro Sefior Jests, se neuentra en un lugar desconocido: y afirman, esos hombres, que algin dia valveri, No parece muy inteligente tratar de explicar un tema misterioso por medio de otro tema aiin mas misterioso. Fs interesante echar un vistazo a la declaracién sobre Arturo de William Blake, cuyos libros proféticos, con su extraordinaria mitologia, han conmovido y lenado de misterio a gene- raciones enteras de lectores. En 1809 expuso algunos de sus cuadros, junto con un catilogo descriptivo. Uno de ellos, The Ancient Britons (Los anti- guos britanos), desgraciadamente se ha perdido, pero la larga nota que eseribid sobre él alin se conserva, En ella escribié: FI gigante Albion era el patriarca del Atlantic; él es el Atas de los grie- gos. uno de aquellos seres a los que ellos llamaban Titanes. Las leyendas atiricas euentan los actos de Albion. adaptados a un principe del siglo V. Allbidn es uno de los antiguos nombres de Gran Bretafa, y las palabras de Blake pueden interpretarse en el sentido de que las leyendas artiricas son la expresién de una nacién gue Albién, en un sentido mas eterno, personifica, Pero Albién hace aqui algo mas que personificar. Su papel en la abstracta y compleja sistematica de Blake. principalmente en el largo poema titulado Jerusalén, surge de las teorias que estaban en boga en el siglo XVII En la misma nota, el poeta habla de la antigua gloria de su pais: «cuando tenia, como de nuevo ha de tener, la fuente de sabiduria e inspiracién.» Algunos entusiastas, como Edward Davies, autor de Celtic Researches, han argitido que todos los conocimientos de la antigtiedad sriegos, hinds, persas, quiza incluso (interesante sugerencia) hebreos— tienen su origen en algunos sabios britdnicas primitivos, los protodruidas. Blake toma la idea y la generaliza atin mas: «Todas las cosas tienen su principio y su fin en la costa rocosa de los antiguos druidas de Albién.» Por consiguiente, Albin, como héroe de la cultura universal, podria repre- sentar a la raza humana, tanto cotectiva como individualmente. En Jerusa- én la historia de Albién habla de una humanidad que cae dividida y de su resurrecci6n en unidad. Debido a que los sabios primitivos traicionaron su confianza, su época dorada perecié. El Albidn del poema, por culpa de sus cerrores, cae en un suefio mortecino. Fl mundo que conocemos por la histo- ria, con sus guerras, su falsedad, su opresién y su corrupcién, es la conse~ ‘cuencia Logica: una especie de creacién perversa, Pero al final despierta, es decir, Britania recupera su verdadera identidad y vocacién; entonees todo ‘queda restaurado, transfigurado en un apocalipsis. Resulta evidente por qué Arturo es el reflejo de Albin. Blake se centra cn sti més profunda naturaleza mitolégica. Citando cl catilogo deseriptivo, la leyenda habia de «una muerte, o un suefio, con la promesa del retorno» de Arturo. El Arturo de la leyenda, el que preside la época dorada y des- aparece, no esti muerto, Como el Aibién del enfogue histérico de Blake, se hia ido, pero volverd: esta dormido, pero despertard, En las tradiciones populares se habla de su supervivencia sin referirse a Avalén, afirmando que esté dormido, Su retiro oculto es una cueva. A veces s¢ dice que algunos eaballeros le acompaiian, o que guarda con él su tesoro, o ambas cosas. Un dia resurgira para restaurar la justicia y la paz en toda Britania. La leyenda sostiene que la cueva se encuentra cerca de Cadbury, el Camelot de Somerset, aunque también se mencionan otros posibles lugares, Normalmente, la cueva esta cerrada. Se abre por medios magicos a intervalos de tiempo, y si alguien pasa por alli en uno de estos momentos, podra ver al rey durmiendo, Un misterioso guia —el mismisimo Merlin, 0 el poeta escocés Thomas el Rimador, que mantenia relaciones con el reino de lo magico— pueden conducirle al interior a través de un pasadizo o puerta que hay en la ladera de una colina, Fn general, se afirma que el visitante tendra motives para arrepentirse de su suerte ¢Cuai es el origen de este motivo? Es de suponer que se originé en algin lugar, de alguna manera. En Europa hay gran variedad de leyendas simila- res, sobre Fedetico Barbarroja y otros héroes, pero no parecen tratarse de leyendas tan antiguas, y podrian ser el eco de la propia leyenda artarica, La leyenda de la cueva de Arturo pronto se difundié por el continente. El nico caso paralelo que parece totalmente independiente es el del guerrero budista mongol Gesar, que, al final de st vida de hazaias épicas, desapare- ce en una cueva de las montafias del norte, Pero en este caso, no se habla de que Gesar esté dormido, sino de que vive en un lugar paradisiaco y seereto llamado Shambala 4 Avalén Hace casi un siglo, se planteé un posible origen de la leyenda de le cueva de Arturo, que probablemente sea el verdadero, ya que considers también la otra forma prineipal de su inmortalidad. Algunos dicen que sand de sus heridas en la isla de Avalén, y que todavia se encuentra alli. Su doble inmortalidad parece como si se derivase de un dios britano que re- cuerda a Cronos, el jefe de los Titanes, euyo mito se aplico, segiin afirma Blake, a un principe del siglo V. Este es uno de los pocos mitos de los celtas britanicos de la época pr. cristiana que ha legado hasta nuestros dias, y fue posible gracias a us centurion romano llamado Demetrio, que estuvo en Britania en el afio 82 Su informacion esta recogida en dos obras de Plutatco, escritas pocos ais después. Los britanos le hablaron de la existencia de una isla que se encon- traba perdida en el Atlintico, en Ia direccién en que se pone el sol er verano. Le facilitaron, seain alirma Plutarco, numerosos detalles geograt.- cos. La isla, segin le dijeron, era hermosa, de clima suave, y en ella habis tuna profunda caverna en la que dormia un dios exiliado, sobre una roc que parecia de oro. A su alrededor habitaban los espiritus de los que hs bian sido sus sirvientes cuando él era poderoso en el mundo. Tenia suefies proféticos que sus sirvientes interpretaban. El viejo dios se encontraba ai porque otro dios mis joven habia ocupado su lugar. El suplantador le ha- bia concedido este destierro honroso, condenandole al suefio en lugar de = cautiverio fisico. Tso es, por lo menos, Jo que se supone que le contaron los britanos Desgraciadamente, Plutarco hace lo que los autores clisicos suelen have cuando escriben sobre dioses y mitos ajenos. En lugar de facilitar los nom bres y los detalles verdaderos, recurre a otros paralelos, suponiendo que = mito britano coincide con el que los griegos tenian sobre Cronos, que ics esterrado por su hijo Zeus a un Eliseo de Occidente. En consecuenc. Plutarco presenta al dios como el jefe de los Titanes en persona, adornac. con algunas florituras tipicamente griegas y solo afiadidas con una inter ion literaria, Aun asi, no hay raz6n alguna para poner en duda lo esenc de la leyenda ni su origen briténico, Seguramente, esta es la fuente ult ma de las dos versiones principales de la supervivencia del rey Arturo: 3 dios de la época dorada que partid hacia wna isla occidental, durmiendo = tuna cueva ¥ rodeado por sus compaficros. Los britanos paganos transm: tieron este mito a los narradores artiricos, algunos de los cuales se inclins- ron por la isla mientras otros preferian la teoria de la eueva. Mientras la tradicién popular opta por la cueva como lugar de retiro Arturo, la imaginacion literaria prefiere la isla, con un Arturo despierto lugar de dormido. Monmouth menciona Avalén dos veces en su Historis afirmando que la espada del rey fue forjada alli, para hablar después de = isla en su concepto mas conocido, como cl lugar al que Arturo fue levac: después de la batalla «para que sus heridas pudieran ser curadas», Se c1 {que Avalon, que tiene su equivalénte galés en la palabra Avallach, se dens = del término empleado para designar la «manzana», Monmouth lo interp:2- ta en este sentido en su poema Vita Merlini, en donde el bardo Talies-- relata como el, junto con otros compaiieros, condujeron al rey herido & 2 isla de las manzanas, Este es el pasaje en que Morgana hace su plicis aparicién, como gobernadora de Ia isla en donde tiene bajo su mando ur.« hermandad de nueve damas. Ella dispone que Arturo sea recostado en u lecho de oro, examina sus heridas y se compromete a curarle si se quecs alli el tiempo suticiente Morgana, como ya se ha dicho, es agué la figura de una diosa, suaviz da por el frivolo cristianismo de los eeltas. Su comunidad consta det total de nueve sacerdotisas que, en tiempos de los romanos, habitaban urs isla frente a las costas de Bretafa, Se habla también de las nueve donce!: ‘que, en el trasmundo galés, vigilan el caldero que Arturo busca, como pr= sagiando la buisqueda del Santo Grial, Layamon, autor de un poema narrativo inglés basado en la obra de Monmouth, es el primero en describir cdmo la mujer se llevé a Arturo por Jas aguas, y no simplemente recibigndole a su legada. Morgana (aunque este autor [a llama Argante a pesar de que es evidente que tiene a la misma mujer en mente) es el chada més hermosa» de tas que habitan Avalén. Malory mejora el relato de la partida. A pesar de que asegura creer en el retorno del rey, guarda una actitud muy cautclosa al respecte. No existen fundamentos suficientes para la tcorfa de que Avalén es el lugar que la cultura celta atribuia como residencia a los muertos. La natu- raleza del otro mundo es mucho mas parecida al pals de las hadas y, cua lesquiera que sean los espiritus que alli hayan desembarcado, el lugar en el que Arturo permanece tiene que ser un lugar para los que, como él, no han muerto, Pocos fueron los poctas que realizaron aportaciones a este tema, y los que lo tocaron, lo hicieron de una forma extravagante, situando incluso Avalon en el Mediterraneo. La creencia de algunos de que esta isla no era ‘otra que Sicilia explica que el fendmeno de espejismo que se produce en el estrecho de Mesina se conozea con el nombre de fara mrorgana, recordando a la hechicera Monmouth no garantiza la veracidad de semejantes fantasias, a pesar de encontrarse todavia en contacto con la auténtica mitologia. Trata de conferir credibilidad a Avalon incluyéndola en una relacién de islas, algu- nas de las cuales son verdaderas y otras proceden de diversas obras litera- rias. Habla de una isla Afortunada, tomando el epiteto de la leyenda clasi- ca, Las islas Afortunadas se identificaban, a veces, con el Eliseo occidental, donde vivia Cronos en una época dorada ain vigente. Los héroes preferi- dos de los dioses habitaban alli, sin morir jamés. El Avalon similar de Monmouth se encuentra hacia Occidente, en un lugar indeterminado. Ademis de sus antecedentes clasicos, estd vinculado a los celtas, no sélo de Gales, sino también de Irlanda, Nos encontramos ante una leyenda mitolé- sgica, parte de la cual es muy antigua Los irlandeses tenian la idea de un enorme paraiso occidental. Alli ha- bia una isla de las manzanas de su propiedad, Emain Ablach, el dulce lugar donde habitaba el dios de los mares Manannan, Emain Ablach sélo era una de las islas del archipiélago atldntico, que se extendia hacia el sol sin limites conocidos. Alli se encontraba Tir na nOg, la Tierra de los Jévenes, habia también una Tierra de las Mujeres, habitada por hadas parecidas a las de la hermandad de Morgana. En los romanees irlandeses se habla de Viajeros —Bran, Mael Duin y otros— que visitaron alguna de esas islas y {que corrieron aventuras extraordinarias. El mas famoso de estos romances es uno cristiano, el Viaje de san Brendan. En la Edad Media, la leyenda de san Brendan se dif undié més alld de tierras cetas, como sucedié con la del rey Ar turo, considerandose a veces como una ramificacién de la materia de Bretafa. También los chinos tuvieron su ista de la inmortalidad. Su nombre era Preng-lai, y se encontraba en el Pacifico, no muy lejana. Aparece en los textos de alquimia taoista. Los alguimistas, que buscaban el elixir de la vida, creian que P'eng-lai era el lugar donde vivian los sabios inmortales que poseian el secreto, ‘Avaldn tiene un segundo significado que parece estar en contradiecién con el primero. En sus resultados, sin embargo, los dos significados pueden no diferir mucho. No todos los galeses estaban seguros de la pervivencia de Arturo, Tal como se aseguraba en los versos de un bardo, su tumba era un misterio. Esto podria significar que todo lo relacionado con su muerte era misterioso, por lo que muy bien podria estar vivo, Pero también se puede interpretar en el sentido mis estricto de que Arturo esta muerto, si bien se desconoce o se guarda en secreto el lugar en donde fue enterrado. La se- gunda interpretacién surgié a finales del siglo XII. Se cuenta que un bardo Te dijo a Enrique II que el rey Arturo estaba ciertamente muerto, y que sus restos reposaban en el cementerio de la abadia de Glastonbury, entre dos ‘mausoleos, enterrados a gran profundidad. En el afio 1190, 0 a principios de 1191, tras realizar excavaciones, la abadia anunci6 que, gracias a la clave dada por el bardo, se habia deseu- bierto la sepultura. Los excavadores habian topado con una losa de piedra impregnada de tierra bajo la cual aparecié una cruz de plomo con una inscripeién en latin, en la que sc leia: «Aqui yace el renombrado rey Arturo en la isla de Avalin.» Continuaron excavando y desenterraron un ataiid hhecho con un tronco hueco, En su interior se encontraron los huesos de un hombre alto, que evidentemente habia recibido un golpe en la cabeza, pues- to que el craneo estaba dafiado. Junto con éstos, se encontraron los huesos, mais pequefios, de una mujer, que se supuso Ginebra. Estos restos fueron ‘guardados como reliquias en la iglesia de la abadia. Cabe sefialar que, de los textos de dos romances en os que se menciona el supuesto enterramien- to de Arturo, se pucde deducir que le enterrd, si realmente era él, una comunidad muy probablemente cristiana, de forma que sus huesos habrian sido transferidos al cementerio de la abadia cuando la comunidad abando- 1 la colina, Pero el emplazamiento primitivo tiene muchas probabilidades de ser cierto, exeluyendo el asunto de la tumba, de manera que no tiene por qué haber incoherencia alguna. En la actualidad, muchos aceptan Glastonbury, mejor dicho, et maci- zo de colinas donde se encuentra enclavada y que en tiempos remotos fue practicamente una isla, como la verdadera isha de Avalén, lugar de destino de Arturo, Robert de Boron, el primero que relaté la primitiva leyenda del Santo Grial, afirmaba que poco después el Grial se habia llevado a los walles» de Avalén, o sea, ala zona del centro de Somerset, donde se alza- ba la abadia. También contribuye a afirmar esta suposicion e] hecho de que se dan manzanos en toda la region, todavia en nuestros dias. En la historia. Morgana es la dama a quien pertenecia la isla y que infructuosamente traté de curar las heridas de Arturo. Algunos historiadores han argumentado que la tumba era falsa, un mo= tivo de publicidad por parte de los monjes, cuya supuesta pretension con- sistia en recaudar fondos para reconstruir la abadia, que habia sufrido un incendio. No hay, sin embargo, ninguna evideneia de que los monjes trata- ran de explotar ia tumba para obtener dinero. Los galeses la aceptaron come auténtica —uno o dos autores galeses le prestan bastante atencidn Y nunca surgié otro posible enterramiento que desatase la potémica, ni si- Quicra por parte de personas con motivos para desear el descrédito de Glas- tonbury. Parece probable que al menos existiera una tradicién galesa que reconociese dicho lugar como el de la verdadera tumba de Arturo, que ya no podria negar nadie una vez que el bardo lo habia divulgado y los mon- jes, aparentemente, lo habian verificado. Las excavaciones modernas han permitido demostrar que los monjes efectivamente cavaron en el lugar indicado y que encontraron un enterra- miento antiguo, con signos de que, quienquiera que fuese el cadaver, debio haber gozado de cierta impostancia. La imica pregunta que queda en el aire es saber quién era, y la respuesta depende de que la cruz que se encontro con el nombre de Arturo fuera auténtica o falsa. Aunque la cruz desapare- «id, se conserva un dibujo en el que aparece representada, pero no permite extraer conclusiones definitivas. Por un lado, la palabra «tenombrado: inclitus, es una de las que emplea Monmouth al relatar la desaparicién ¢: Arturo, de forma que la inscripcién de la cruz podria haber sido producto de la maquinacién de alguien que hubiera tenido acceso al libro de Mon- mouth. Por otra parte, el estilo de la escritura y la inregularidad de la letra junto con una peculiar caracteristica ortogrifica, desmienten la posibilidac de que pudiera tratarse de una falsificacién. Tanto siel macizo de colinas se llamé Avalén en tiempos remotos come sino, indudablemente gor de un aura de otro mundo que hace la identit.- cacién posible y ereible. Su nombre celta, Ynis-witrin, la isla de Crista. favorece el ambiente de reino de la magia y de las hadas. A su vez, esto hs tenido algo que ver en su relacién con el Santo Grial, y con la afirmacic: Ihsrracion medieval en fa gue “aparece el Laberinto le Crt fa Teseo dando mere a! motor Esa sien reste las eepresertactones {rvegas romonas, pero es mas Compe, con un maver miner dere, (Mraciin de wn Imanuscrte siglo NIL) de que la primera iglesia que hubo en el lugar (la primera de Britania, segiin los monjes) fue erigida por José de Arimatea, el portador del Grial Detris de la mitologia de Glastonbury —en la que hay mucho més, con ingredientes antiguos, medievales y modernos— esta el hecho de que el lugar fue un santuario pagano antes de ser cristiano. Una de las razones que apoyan esta idea es la dedicacién de la primera iglesia, que se lamé Iglesia Antigua, No hay datos disponibles sobre su fundacion; de aqui las leyendas sobre José de Arimatea y otras. Pero parece que existe desde la primera mitad del siglo VI, Estaba dedicada a la Virgen Maria, objeto de consagracién poco frecuente en la Europa occidental por aquellas fechas, ¥ nico en Britania, La Iglesia Antigua podria haber sido la tinica manifesta- cidn de la primera oleada de fervor mariano, de finales del Imperio roma- no, La Virgen, en aguella época, ocupaba el lugar de alguna antigua diosa pagana, como ocurrié en Ffeso, la ciudad de Artemisa (la «Diana de los efesios»), en donde el culto a la Madre de Dios fue reconocido por un concilio eclesiistico que se celebré en el afio 431, Nuestra Sefiora de Glas tonbury podria haber tenido un origen similar. Sin embargo, el interés precristiano se centra principalmente en la Tor, la colina més alta del macizo. bien conocido por las ruinas de una torre que hay en su cima, Esta torte es lo que queda de otra iglesia, una medieval, dedicada a san Miguel. La razén podria haber sido su papel de conquista- dor de los poderes infernales. Seguin una creencia inmemorial, la Tor es hueca, una entrada a Annwn, el otro mundo, adonde Arturo fue en busca del caldero que guardaban las doncellas, Cuenta la leyenda que san Collen, Un errante hombre santo gaiés, se introdujo en el interior de la Tor y tratd de exorcizar al gobernante de Annwn, Gwyn, con su corte de hadas. Una de las posibles claves de estas ideas puede encontrarse en las terra- zas de las laderas que rodean la colina, La explicacién de que se tratase de linderos de demarcacién de campos agricolas no es sostenible. Una teoria {que cuenta con un respaldo arqucolégico. si bien extremadamente cautclo- so, afirma que son los restos de un camino ritual prehistdrico, que da siete Wueltas, adelante y atrds, siguiendo un esquema laberintico muy frecuente. En las monedas cretenses aparece representado el famoso Laberinto. Hay un texto eretense que se refiere a una diosa como la sefiora» del Laberinto, Ariadna, la que guia a Teseo, es indudablemente una de sus personificaciones. En otros lugares se repite el mismo tema, pero el perso- haje parece tener un sesgo mas masculino, convirtiéndose entonces Ia diosa en una mujer encarcelada a la que el héroe tendré que liberar Ilegando al final del Laberinto. En la epopeya hindi del Ramayana, Sita, esposa de Rama, es encerrada por su captor en su fortaleza de Lanka, y en una ilus- tracién del siglo XI aparece la mujer dentro de un laberinto con el mismo trazado. Volviendo a Britania, en la versién més antigua del relato recu- rrente del secuestro de Ginebra, su raptor la lleva a Glastonbury y Arturo se ve obligado a ir alli para rescatarla; mediante una excavacién realizada en el lugar, se han descubierto indicios de lo que debid haber sido una fortaleza, situada en la cima de la colina de la Tor, en el centro det hipot: tico laberinto, y cuya antigtiedad se remonta al periodo artirico. Los mitos de Glastonbury, tanto los eristianos como los aparentemente precristianos, aseguraban que la tumba de Arturo no representaba su fin. Fue absorbido por una mistica avaloniana basada en su supervivencia y resurreccién, La congregacién de la abadia se disolvié en 1539 y cl edificio fue convirtiéndose progresivamente en un montén de ruinas. Pero se dice que Austin Ringwode, el ditimo monje 0, més probablemente, un laico al servicio de la comunidad, predijo desde su lecho de muerte que tras la desolacién Glastonbury resurgiria de nuevo y que entonces «vendrian lar- 105 afios de paz y de abundancia». E! redescubrimiento de esta profecta, va sea auténtica 0 espuria, ha tenido mucho que ver en el resurgimiento del lugar: no s6lo del Glastonbury cristiano, sino también de su consideracién como centro mistico y de culto, una especie de capital espiritual alternativa, ® E] retorno del rey Aungue se ha calificado al Glastonbury contemporneo como el «iltimo bastion de la cultura hippie», «la meca del estilo de vida de la Nueva Eran, hay algo mais que manipulaciones periodisticas. Una de las muchas mani- festaciones que se han celebrado alli, adoptando formas artisticas y dramé- ticas serias, ha sido un intento de reinstaurar el culto de la diosa original. Fl germen de la creencia de Ja continuidad de Arturo fue un fendmeno {que se encuentra en otros contextos. Lo que tiene de especial no es lo que se cuente, sino el hecho de que adquiriera semejante dimensién mitologica A pesar de que el punto de origen de la leyenda no se ha podido documen- tar, parece que indudablemente fue el reiterado rechazo a aceptar la des- aparicién de una persona a la que se consideraba importante. Y esto no es una simple supersticién pasada de moda. James Joyce menciona un infor- ime de los patriotas irlandeses segiin el cual Charles Stuart Parnell, lejos de haber sido perseguido y muerto por sus enemigos, habia huido @ Suratrica Durante la primera guerra mundial, la opinién publica britdnica no acept6 el hecho de que lord Kitchener, el arquitecto de la estrategia de guerra, desapareciera en el mar, y se invents una mision secreta en Rusia. Pero los protagonistas de estos rumores no tienen por qué ser necesariamente «bue- nos», Se han difundido leyendas parecidas sobre Nerén y sobre Hitler. De todas formas y a pesar de esto, el superviviente suele ser alguien en quien a muchos les gustaria poder creer. Un caso historico reciente, que llama la atencidn por su similitud con la leyenda de Arturo, es el de John F. Kennedy. Su conversién en un rey Arturo a la americana fue retrospectiva, Fn su breve periodo presidencial adquirié un aura de juventud, atractivo y esperanza, pero sin ninguna rela- cién con la leyenda artirica, salvo haber asistido al musical Camelot. La construccidn del mito comienza el dia del magnicidio en Dallas. El histo- riador Theodore H. White (otro T. H. White, curiosa coincidencia) pronto acudié a Camelot, en su articulo de la revista Life, citando el verso de la filtima escena de la obra musical, en la que se cantaba sobre «un fugaz momento de esplendor», La leyenda de la supervivencia de Kennedy le convirtid, con mayor motivo, en un nuevo Arturo. Durante los afios seten- ta se seguia afirmando que la bala asesina no habia llegado a matarle, sino ‘que habia mermado sus facultades mentales. LLos médicos le habjan insta~ Jado en una maquina que le mantenia con vida y abrigaban la esperanza de ‘que, al igual que Arturo, curase de sus heridas. La leyenda fue perdiendo fuerza gradualmente, y con ella fue desapareciendo su encanto también, aunque nunca se perdiera del todo. A finales de los afos ochenta, los nor teamericanos descubrieron un nuevo superviviente: Elvis Presley: hubo ‘quien aseguré prosaicamente haberle visto en el supermercado. El rey Arturo fue mis que cualquiera de ellos. Fue mas alld de la simple supervivencia, Para empezar, él se convirtié en inmortal a diferencia de los demés. Tanto Parnell, como Kitchener o Hitler podrian no haber muerto ‘cuando se dijo, pero es de suponer que ya estarian muertos en la actuali- dad. Hubo otros casos en los que esta suposicién no se llegd a aceptar del todo; entre éstos hay uno que podria proporcionar la clave por la que el auténtico Arturo logré saltar la barrera. Se trata del rey portugués Sebas- tin, que mandé una expedicién contra los sarracenos en 1578. Se le dio por muerto, despues de lo cual Espatia se anexiond Portugal. Comprensi- blemente, no tardé en difundirse el rumor de que nadie le habia visto mo- rir. El rey seguia vivo y volveria para liberar su pais. La esperanza persis- id, a pesar de ser desacreditada por las aspiraciones sucesorias de los ‘cuatro pretendientes al trono. Cuando Portugal recuperé st independencia ‘en 1640, la memoria del rey Sebastian no quedé postergada. En 1807 se le esperaba para que dirigiese la lucha contra Napoleén. Incluso en nuestros dias, las tribus aborigenes de la antigua colonia portuguesa de Brasil consi- deran a Sebastidn un semidids que un dia atravesard el océano para liberar- Jes de la opresién y de la pobreza. Este caso se aproxima mucho més al de Arturo. Tal ver su muerte se considerd incierta desde siempre. De cualquier modo, en su inmortalidad, al principio fue como Sebastian: un inmortal mesias celta que recuperaria las fortunas de los descendientes de los britanos de Gales, Cornualles y Bretafia. Fue muy posiblemente debido a su fama literaria por lo que la leyenda de la cueva se relacionara en la Edad Media con otros héroes, tanto si se dudaba del fin de una figura como el rey Sebastién, como si simplemente se le esperaba, El ejemplo mas conocido es el del emperador ‘leman Federico —primero Federico II y después Federico | Barbarroja gue duerme en la montafia de Kyffhauser. Segiin la folctorista Jennifer Westwood, la mayoria de estos héroes durmientes son historicos. Indepen- dientemente de la mitologia que en tiempos pasados los haya podido inspi- rar, el motivo raramente, 0 nunca, s¢ aplica a personajes de cuentos de hadas. Por lo que la leyenda arturica de la cueva habla en favor de su existencia real en cierto sentido. ‘A uno o dos de los durmientes de las leyendas europeas se les imagina vagamente volviendo algin dia, como a Sebastian y al mismo Arturo, Aun asi, el retorno de Arturo es mas grandioso que el de los demas, Otra vez se encuentra un paso adelante. Debido al aura de su época dorada, su retorno implica un cambio sustancial en ef mundo. Su adopeién por parte de los ingleses y de otros, le convierte en algo més que el paladin del pueblo celta. Dice la profecia que reaparecerd en el momento en que Britania le necesite, y su reapariciOn, si es que se puede imaginar, dificilmente se limitaria a la accién militar. Como minimo, él traeria consigo otro fugaz momento de esplendor. Es acertada la idea de Blake de convertir a Arturo en reflejo de Albién, cuyo suefio representa la caida en la diseordia y en la oscuridad, y cuyo despertar es un renacimiento apocaliptico. No se trata de imaginaciones abstractas. Fl mito de la época dorada de Arturo representa una forma de pensar y de actuar, un sindrome o un arquetipo que se da en la actualidad Mientras que las palabras «época dorada» frecuentemente se aplican 4 cualauier periodo bueno, creativo 0 préspero, la historia muestra una per- sistente compulsion por resucitar su sentido antiguo y més exacto: el de creer en una época dorada perdida, de hace mucho tiempo y con una signi- ficacidn Gnica, Y esto se presenta de muy diversas formas. Como ya se ha dicho, una de las principales razones de la fascinacién de Arturo ¢s la ma- nera en que la leyenda da forma y sustancia a un sueflo perenne. En China, los primeros ticmpos de la dinastia Chu; en la India, el Krita Yuga; en Grecia, la era de Cronos y los Titanes: todas tienen en comin una misma idea, Pero éste es algo mas que un antiguo tema mitoldgico. Es una actitud, uuna forma de ver las cosas, que puede tener unos poderosos efectos. Una y otra vez, la «época doraday es el término adecuado para definir algo en lo que se tiene una gran fe, una gloria perdida hace mucho tiempo 0 una promesa: y una y otra ve7, el retorno de Arturo es la elocuente metafora de algo més en lo que también se cree:“que esa gloria perdida hace mucho tiempo, o esa promesa, no estan realmente perdidas y es posible recuperar- las para empezar de nuevo, eliminando todos los mates. Arturo {ue explotado en este sentido por Enrique Tudor, que se conver- tiria en Enrique VII en 1485 tras derrocar a Ricardo III, y que restaur6 una paz relativa despues de la guerra de las Dos Rosas, De ascendencia galesa, su arbol genealdgico se remontaba a tiempos muy remotos € incluia a algu- nos parientes de Arturo. La propaganda asegurd que el rey Enrique acaba- ba de restaurar la verdadera monarquia briténica, durante mucho tiempo interrumpida. Dio el nombre de Arturo a su primogénito, con la intencién de que reinase con el nombre de Arturo IT y asi se cumpliese la profecia. El plan fracasé porque el principe Arturo muri a una edad temprana. Pero este mito de los Tudor perduré y fue tratado por Spenser en su obra La reina de las hadas. Mas interesantes, sin embargo, son los casos de activistas que no tenian 2 Gant cl punerdet Impero Pitan on desea fimo amis sora wr (que ernie er eid foblegar (Mustracion alemana publicate vriginamente on Simplicisimus, 1931-) x0 conocimiento de Arturo, no habrian sofiado con invocar su leyenda y, en algunos casos, podrian no haberla conocido jamés. En el siglo XVI, los reformistas cristianos se pusieron de acuerdo en que la Iglesia estaba corrompida, pero catdlicos y protestantes no coinci dian en la solucién, Sin embargo ninguna de las dos partes hablaba de desarrotlo ni de liberalizacién, como hacen muchos cristianos en la actuali- dad. Ambas partes se remitian a la época dorada de la pureza de la Te al tiempo de los apéstoles y quizd a unos cien aitos después, y clamaban por recuperarla, Enel siglo XVIII, Rousseau aporté la mistica necesaria para la Revolu- cidn francesa, El concepto de progreso estaba presente, pero sus doctrinas no eran progresistas. Propugnaban una naturaleza humana primitiva y pura, y una sociedad buena, libre ¢ igualitaria en la que vivir, que, senci= Hamente, existia desde tiempo inmemorial. Habia sido corrompida por el abuso egoista de la mente del individuo, por la acumulacién de riqueza, por Ia eivilizacion tal y como se habia desarrollado hasta entonces, y por diversas plagas como la de los reyes y la de los curas, Lo adecuado era restaurarla en la medida de lo posible, cambiando totalmente las institu- clones y liberandose de las plagas. Esto se podria conseguir no a través de la reforma, sino mediante un titdnico esfuerzo de una «oluntad general» misticamente concebida, el profundo instinto de sabiduria de una sociedad. incluso de una sociedad equivocada y corrupta. Para los discipulos de Rousseau, la Revolucién no era evolucién, sino el apocaliptico comienzo de cero. En el siglo XIX, Marx y Engels desarrollaron sus teorias sobre la base de una particular interpretacion de la historia. Las proclamaron en su Ma nifiesto comunista, En el principio, 0 hubo época dorada alguna. La so- edad simplemente iba evolucionando a través de una serie de oligarquins y conflictos de clases. Mas tarde. sin embargo, Marx ley6 un estudio sobre los indios iroqueses del antropélogo Lewis H. Morgan, y llegé a la conelu- sin de que el «omunismo primitivon, que equivalia a la sociedad natural de Rousseau, ya habia existido en algun momento de la historia, Engels desarrollé las notas de Marx en un libro que firmé con su nombre, en el que afirmaba la existencia de un «comunismo primitivo» al principio del proceso historico de la humanidad. Asi, incluso el marxismo, una doctrina de corte cientifico, implicaba necesariamente la existencia de una época dorada, Lenin desarrollé la idea, con el argumento de que, después de la revolucién, las opresivas estructuras del poder desaparecerian, aunque qui 74 no inmediatamente, y el petdido idilio de los desclasados volveria a fencer a un nivel superior. En el siglo XX, los nacionalismos africanos y asidticos empezaron con el levantamiento de la India contra el dominio briténico. Los hindiies occi- dentalizados deseaban una India industrializada, parlamentaria y progresis- ta, Con esta idea no lograron enardecer a las masas lo mas minimo, El lider gue lo consiguié fue Mahatma Gandhi, que rechazaba todas esas cosas considerdndolas corrupcién, apelaba a una India oculta de santos y sabios, comunidades rurales y utensilios artesanales, y traté — con su programa de la rueca, por ejemplo — de recuperar por lo menos algunas de esas cosas. Logré un mayor éxito a nivel de inspiracién que en cuanto a grandes resul- tados. pero la inspiracion fue lo suficientemente fuerte como para propiciar la eficacia de las acciones politicas. Otro ejemplo mas, y mis reciente, es el auge de la idea de la época dorada en el movimiento de liberacién de la mujer. Recordando la inspira- da poesia de Robert Graves y las teorias arqueoligicas de Marija Gimbu- tas, se podria decir que kas feministas han recuperado la nocién de la anti- ‘gua sociedad matriarcal, en la que se rendia culto a la diosa mas que a los dioses, y en la que los sexos estaban en el equilibrio correcto y a mujer gozaba de un estatus propio. Esta sociedad fue destruida, segtia ellas ase- guran, por los conguistadores que crearon ‘una sociedad patriarcal, gober- nada por hombres y sostenida por la supremacia de las deidades masculi- nas. Es posible restaurar el equilibrio y la justicia mediante un movimiento feminista informado y la reinstauracién del culto a la diosa, Estos son casos muy claros, y se podrian seguir poniendo innumerables ejemplos. Incluso el frio Confucio se referia a fo mismo cuando hablé de revivir la «via de los reyes anteriores», y también Virgilio, cuando saludé a Augusto como restaurador de la Sarurnia regna. ;Por que esta persistente ¥ menudo irracional compulsién? Un psiedlogo podria no ver nada més que una forma de nostalgia, una proyeccién de la dulee infancia y del anhe- Jo de recabrar la juventud perdida. El mismo Arturo, como simbolo de esta forma de ver las cosas, podria ser clasificado como extraido de ese molde. Pero a pesar de que ninguna otra mitologia tiene exactamente a un Arturo, en muchas de ellas hay dioses y seres sobrehumanos lo suficientemente parecidos a él como para que sea preciso establecer unas diferencias con- eretas, Tomemos. por ejemplo, el dios mexicano Quetzalesatl, la serpiente em- plumada. Tiene forma humana. Bajo esa forma, sean la tradicion azteca, atravesé el golfo de México y llegé a tierra firme a principios de la era al norte de Ja actual ciudad de México, donde ejercié de rey, sucerdote y profeta, y ensefié a las tribus de la region a cultivar Ia tierra y a fundir los metales, a construir casas y a utilizar el calendario. Un dios rival, Tezcatlipoca, le expuls6. Se fue entonces a Cho- lula, luego a la costa, a'la zona de Tabasco, y se hizo a la mar en una balsa... 0 quiza las aguas se separaron para dejarie pasar. De cualquier forma, él dejé claro que volveria. Cuando los conquistadores espaitoles Iegaron a tierras mexicanas en 1519, el emperador azteca Moctezuma ere- yo que Hernan Cortés era Quetzaledatl, por lo que se le debia adorar mas ‘que presentar resistencia. La conguista se desarrollé en la zona de una forma mucho mas facil. Hay otra version de la leyenda ambientada en Pert, en donde el dios se llamaba Viracocha. La época dorada del hinduismo, el Krita Yuga, paso como lo hicieron las demas. Pero cuando un periodo se termina, Visnii adopta la forma del mesias Kalki, procede a abolir el degenerado mundo y da paso a un nuevo Krita Yuga. Su manifestacién se produce en un lugar llamado Shambala, Esto es algo en lo que las ensefianzas del hinduismo no han hecho mucho hineapié, pero que paso a formar parte de la tradicién de una escuela bu- dista hind que lo difundi6 por el Tibet y por Mongolia, El nombre co- rrespondia a un importante centro espiritual y de sabiduria situado en un valle paradisiaco entre las montafas del norte. Fl motivo mesianico fue trasladado. Asi es como entramos en contacto con un héroe mongol budis- ta que guarda analogias con Arturo. Tras sus gloriosas proezas, Gesar des- aparece del mundo, pero estit destinado a resurgir en Shambala como pa- ladin del pueblo mongol. El paraiso secteto de Shambala probablemente inspir6 a James Hilton su Shangri-la. Nos encontramos ante un buen niiniero de temas con la suficiente afini- dad en muchos aspectos como para ocasionar solapamientos y dobleces, pero que no se pueden reducir de una manera simplista a un solo mito relacionado con la infancia o algo por el estilo. Arturo es la figura en la que todos convergen con mayor intensidad. Para centrarnos en la época dorada tal como se conoce en Occidente, y en el sindrome que lleva implici- to, hay que prestar un poco de atencién a Dante cuando afirmaba que detris de esas leyendas y fantasias esti la tradicién del perdido Edén de una humanidad sin pecado, Podria hablarse de una mitologia de tipo Gé- resis como fuente, & incliso reconocer su influencia en Asia también, El sustrato del sindrome seria, en esencia, el Paraiso perdido y recobrado, tanto si viene de la cristiandad como si se debe a los restos de un resplan- dor crepuscular cristiano o a algiin otro elemento de la mitologia 0 de la prehistoria al que la doctrina cristiana hubiera dotado de una forma con- ereta. En términos cristianos, los que urdieron la leyenda y sus idedlogos se 31 estaban refiriendo a una forma de pecado y redenci6n, o de beatitud pasa- da y posible muerte y liberacidn, que es inherente a la condicién humana. ‘Esta es una de las razones por las que cl retorno de Arturo no es el €co de la resurreccidn de Jesucristo, Cristo, en su primera venida al mundo, no tes como Arturo, una figura de época dorada, Carece de poder politico Solo es conocido en una pequefa zona. Fl rechazo de los honores terrenales forma parte de su mision, como s¢ afirma en ¢l relato de las tentaciones. Estableciendo un paralelismo con ia Biblia, la manifestacion dual de Artu- ro cortesponderia mas bien a sus primeros capitulos y al wltimo. ‘La época dorada cristiana es, tal como eseribié Dante, el estado de felicidad de Adan y Eva en el jardin del Edén. En él erece el drbol de la vida (Genesis 2:9) y ellos son libres de comer sus frutos y vivir eternamente. Pero un ser maligno los corrompe, acabando con su pureza. Su pecado de comer la fruta del arbol prohibido, trae la muerte al mundo, porque ellos Son expulsados del Edén y privados de comer del arbol de la vida (3:22-4), AL final de la Biblia, en el Apocatipsis, capitulos 21-2, la Nueva Jerusalén corresponde al Paraiso recobrado. La restauracién queda afirmada por el hecho de que el arbol de la vida crece all, tal como se habia insinuado al principio del libro (2:7) y como se afirma explicitamente hacia el final (22:2, 14, 19). Los redimidos tienen libre acceso a lo mismo que Adin ¥ Eva antes de pecar. Sea cual sea el origen de las fuentes uiltimas, Arturo es el simbolo de algo profundamente enraizado en la naturaleza humana. Buena parte de su atractivo se debe a que representa una época dorada, un potente motivo en cualquier caso, Pero debido a su inmortalidad, la época dorada, aunque eclipsada, goza de la cualidad implicita de seguir todavia potencialmente ahi», como a muchos les gustaria que sucediese con sus épocas doradas: ¥ la prediccidn de su retorno expresa su fuerza para volver a despertar. Hoy dia, pocos crecrian literalmente en la supervivencia del rey Arturo y en su Epoca dorada. Pero él ric, porque esa ereencia literal no importa demasi do, y el eco de su risa llega mucho mas lejos que su propia leyenda,

Você também pode gostar