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EL ESCRITOR Y LA REALIDAD ACTUAL Por DOMINGO M&EIFI EL PERIODO actual es rico en suflictor para el escritor; pero se suado ia idea de decaden- literatura chilena. Mejor Yar de expectacién ante d} ante Jo complejo de as sociales. Expectacion tra por mucho el temor sabilidades, En lo que fh Phile el escritor parece ©! pidamente a la -fron- P mundo desconocido. Se tera (> encuer* > -rmo desorientado por- que ni Yo com) uc “guesia’ ni el pueblo Se ha dicho ya que el ezsritor es el hombre sin clase. Por lo.menos en Europa, oseila entre una burguesia agoni- zante en cuya cultura se formé y una clase social nueva a la que no pertenece ni por la educacion, ni por Ja ~tura, ni vor las ideas, Su destino es vivir entre los dos frentes en lucha, “sintiéndose so- lo, huérfano de toda sociedad, en riste Independencia.” Lo que im- porta, es decir algo con la mayor tlaridad. Crear no por medio ‘de simbolos caduces sino ‘de acuerdo con la realidad que forma los da- tes viyos de la personalidad. E) vuelco que ha dado. el mundo es audaz y terrible. El. foiletin o la novela de aventuras, o el poema supratrealista, serviran para en- tretener algunos ocios efimeros o catalogar algunos estetas inertes, No dirén nada, de fundamental, de trascendente. pare orientar las energias yacilantes. No lo han _di- cho desde luego, puesto que Chi- le cuenta con algunos estetas que ya han caducado y en cuyas obras la inquietud de hoy no acier a en* encontra. Ja note cordial. Las obras arias, como el organismo hu- ano, tienen coragén. Y_ ese museulo palpita toda la vida, a despecho de la extincién defini- tiva o aparente, del creador. Para iim fazonador simplista, todos los sHbros acaban por convertirse en materia muerta. en las bibliote- eas. Sin embargo, qué poderoso soplo de estimulo nos sobrecoge al abrir los libros yvitales. En cam- bio, hay tantos que como e! hue- co de los nichos, sélo muestran una hendidura negra y yane.. La posicién de] escritor es a del hombre que cava profunda- mente la realidad. La realidad de hoy le exige el maximum de va- lor y de responsabilidad, Y sobre todo, independencia en la inter- Pretacién de los fenédmenos socia- les oO morales. Porque la tenden- cia de hoy en los estadas pol{ticos €s a borrar individualidad la libre Yoluntad humana. Asi como social .© politicamente, en otros sectores, ho se toleran las energias'o los {mpulsos de rebeldia indidual, en el arte se quiere nivelar la crea- cion, asi como el estado colecti- Vo no tolera las pasiones o las ale- grias sino en comunidad. Obsér- vense las relaciones entre los in- dividucs: son ricidas y tiranicas, sujetas a la sesrecha y al equi- co, El menor, intento de indepen- denoja es luego sometido al dia- Pasdén comin. Las leyes estan cal- Culadas parva niyelar las cifras hu: Manas. enyolyerlas en una turaleza blanda y_conformista. No piensa en el mafiana, por miedo a la responsabilidad, por temor a Ja vida, de la que no obstante, ex- trae «» el minuto, todo el sz todo el frenesi que puede. En este punto es grande la mi- sién del escritor que se siente sa- cudido por el imperativo angus- tioso de la realidad. Porque no conviene hacerse ilusiones, Los escritores viven para la juven- tud. Los equilibrios de frases no Mevan a ninguna parte. Lo esen- cial es la energia de la creacién, y esta juventud de hoy quiere co- Sas més fundamentales. Quiere una fuerza interior que la aboque fa una esperanza. Quiere creer en algo; quiere un arte articulado, fuerte, de salvacion. No una ron- da puramente estética— amor de narciso — en torno a los escom- bros de prejnicios y de errores de qué est? sembrada nuestra reali- gad. Suponer oue aun debemios ‘cantar a las madamas Boyary que 4 suelen verse por ahi, es imposicién de estetas trasnochados que no han visto cl alba. Esas madamas son accidentes: pero hay realida- des més hondas y compleias. Pa- ra algunos, el mundo no marcha. Fst detenido en 1910. Error. Ano del centenario; especie de liaui- dacién con et pesado, material. Existen muchas ‘iguras intelec- tuales, anteriores a esa fecha, aue no pueden sernos extrafias, Mu- chos de esos hombres cijeron co- sas fundamentales, y la tarea de traerlos hasta nuestra realidad, provectando sobre ellos la lua del examen o de la fe,ces empresa que esta generacian no puede elu- dir. Desde luego, cuando se reali- za. el viaje al pasado literario de Chile. se busca en los autores lo esencia]. el don de interpretacidn, el sentido. con que enforaron los problemas de la realidad que vi- vian. la claridad con ave supieron penettar Jas caracteristicas de nuestra nsicologia, Con el crite- vio de hoy, se asvira a encontrer los instantes en que el alma chi- Jena he dado sus mejores latidos. No sélo ensalzaron, Condenaron eon enersia. Supieron ver los de- fectns y las virtudes. Muchos de- fectos narecian cer universale: nero colocadas en e} medio nu tro. en el ambiente v personifica- dos en tinos criollos. dahban una nota enteramente nuestra. Teal, Jas virtudes. Oniz4 sea esto Ja chi- lenidad. Ruecev Jos datos nagati- vos o afirmotivas. vara wna in- terpretacién integral de Ja raza. Y¥ en toda literatura hay puntos de_partida. = Pero hoy. el escritor esta frente a un mundo nuevo. ¥ su respon- sabilidad es inmensa. Mucha par- te de la indiferencia publica ha- cia el escritor, debe c: en cuenta de Jos aue no han sabido ser fuertes consigo mismos. Norte América presenta el caso tipico de inconformidad del artista creador con el ambiente. Quizé en ningi- na sociedad existe como alli 1a multitud gregaria, la tirania ab- sorbente del medio que ata: a los individuos a la cadena de la me- diocridad. La materia es alli den- sa y tragica. como que esta ama- MO,

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