Tarea Integrada 2

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LA RIQUEZA QUE NUNCA SE DERRAMO:TRABAJO SOCIAL ANTE LA ENCRUCUADA NEOLIBERAL™ MARCOS CHINCHILLA MONTES" RESUMEN Una de las preacupaciones fundamentales del Trabajo Social esté relacionada con la ejecucién de la police social. Para mediados del siglo XX esta tenia un importante posicionamiento en diferentes paises latinoamericanos, ampliando las posibilidades de desarrollo social de |2s sociedades latinoamerica nas. Con ia aparicién del neotiteralisme, la idgica de los derechos sociales es trastocada por Is ldgica del mercado, y la politica social se privatiza,focalizay de- teriora, Esto impacta al Trabajo Social y requiere de nuevas comprensiones teoricas, précticas y ético po- liticas, mismas que son desarrolladas en el articula Palabras Claves: Trabajo Social - Nealiberalismo - Po- litica Social INTRODUCCION Con los cambios de decenio, siglo © milenio, en occidente tendemos 2 pensar que de manera au ‘tomatica se da un momento de inflexién que tiende 3 cambiar casi de forma abrupta y magica las con- diciones geopoliticas, econémicas y sociales que le antecedian, obviando la dimension histérica de la realidad social y las Zontinuldades que existen en es- tos procesos. Nada mas errado; la realidad social es un largo continuo histérico en el que los seres hua. ros transiormamos esas condiciones, sea para bien o para mal, de la humanidad y del futuro del planeta. Hsblar de los impactos del neolideralismo en ‘América tina en el siglo XX, en primer lugar, supo- ne recordar que el proceso se expanide por la region a partir de los afios 80, y que las consecuencias econd- y sociales tienen una linea de continuidad mas alld de una dimensién temporal. En otras palabras, adentrarse en la segunda década de este siglo no su- pone per se, que se tengan nuevas manifestaciones neoliberales; las mismas son la acumuiacién de las contradicciones capitalistas que le son inherentes teste sistema de produccién Serin més bien las nuevas expresiones neoliberales y del capitalismo globlalizado, las que renueven 0 generen nuevas manifestaciones de la cuestién social, eategoria con la que histéricamente lidia el Trabajo Social latinoamericano. os rtd recon Sool de Sete: Picks econdmico “sostenido’, asi recurre a la estructura, poder, recursos y legitimacién del Estado para garan tizar esas condiciones econdmicas de reproduceién del capital y de la fuerza de trabajo. Es una accién he- geménica, politica y econémicamente estructurada para poder enfrentar la crisis del capitalismo, y man tener en ei mediano y largo plazo, la scumulacion de riqueza y la extraccién de plusvalia. Para comprender cémo llegamos al neolive: ralismo y las manifestaciones sociales y econémicas que el proceso asume, primero es necesario reflexio- nar sobre las condiciones que llevaron a la instala- cién del Estado de Bienestar en la mayor parte de los paises de la regién. Por eso, Estado de Sienestar y neoliberalisma son las primeras dos espalas que se desarrollan en este documento. La tércera esca la reflexiona sobre los desafios profesionales que el neoliberalismo le implica al Trabajo Social, tanto en su base te6rica, practica, académica, profesional, gremial y estudiantl, Este documento dard algunas pistas al respecto, sin pretender agotar la amplia po- sibilidad de debate que est anclada a la compleja, cambiante e injusta realidad social. Ls y los profesio- rales interesados y comorometides con el tema, ten- ‘dram que avanzar en la ampliacién de estos desafios, ecurriendo siempre a la compleja comprensién dela realidad social que caracteriza a nuestro continente, Para la mayoria de los paises de América Latt na, el largo periodo que va de finaies de los afios 40 a mediados de la década de los 80, fue una époce de (oro en términos de consolidar un sistema econdmico en el cual la seguridad social fue un pilar relevante para el desarrollo del primero. En el marco del désa- rrollo capitalista, el Estado de Bienestar irrumpe con una fuerza inusitada, favoreciendo la actividad eco inémica y reduciendo brechas econémicas y sociales ‘que eran caracteristicas de la regidn. Los indicadares econémicos y sociales previos a ese periodo mostra~ ban una aguda profundizacién de la pobreza, los mis ‘mos ue comienzan a revertirse con el desarrollo de! Estado de Bienestar, y l2 consecuente expansin de Cupgo.de i eist econdmica! del ate 128 los sistemas de seguridad social que en muchos ca- deFiniquiads Ieseaundnmverramensialssn shat 08 “universalizaron” el acceso a los servicios de sa 3a6j:te Ieetistung/suerteide sansenso ayiel gyal lud, educacién, cultura, mejores condiciones de em- el papel del Estado se revitalize tanto en la esfera pleo y remuneracin, pensiones, atencion ata nifier econémica como social, Seria el Estado et encarga- Tf itaaas a ninleres euqnanilades Caines do de impulsar la produccidn capitalista y a su ver ene pe i de atender las necesidades sociales de Is clase tra bajadora Inecesarla para mantener la reproduccién de la actividad econémica). E1 mercado no tenia las, Toma condiciones materiales para impulsar el desarrollo son aerneanacte ESTADO DE BIENESTAR Y DERECHOS SOCIALES entre otros, En materia econémica el Estado desarrollé reas estratégicas como la generacién de electrici- dad, telecomunicacianes, puertos, refinamiento de combustibles, banca, seguros, transporte (carrete- ras, ferrocarriles, aviacién), construccién de infraes. tructura, y especialmente la planificacién econdmica a largo plazo. En suma, el Estado se conyighé en un motor de desarrollo social y econémico, asumiendo funciones para las cuales el mercado de aquel mo- mento no tenia la suficiente capacidad econdmica para hacerlo. Desde, ja légica marshiana de la ciudadania, se avanza de forma sustantiva en el reconocimiento de derechos civiles, politicos, econdmicos y socia~ les (Roberts, 1998), forientindose el “principio de igualdad de participacidn en un Estado”. Aunque se reconacen contradicciones en materia de igualdad y desigualdad, estas se pueden explicar por la misma logica articuladora del capitalismo. En otras palabras, la pretensidn del Estado de Bienestar en términos de impulsar politicas sociales signadas por la igualdad, la solidaridad y la universalidad, no contaba con con: iciones poilticas y econémicas que permitieran que Estas se cristallzaran desde esa aspiracion, Es precisamente durante buena parte de ese largo periodo de pujanza del Fstado de Bienestar, {que surgen en América Latina fa mayor parte de los centros de formacién de Trabajo Social sean de ne: turaleza universitaria, técnica, publicos o privados) Estarian abocadas a la elecucién de la politica social pero en la mayor parte de los casos, desde una pers- pectiva asistencialista y amparada al Trabajo Social que hoy en dia denominemos clésica y que en su mo- mento tuvo una fuerte influencia del Trabajo Social rnorteamericano, lo mismo que no suponia condicio- nes de superacién de las condiciones estructurales, ‘que generan la pobreza, la exclusién social yla deno rminada cuestién social Si bien fa aparicin y desarrollo del Estado de Bienestar se debe entender como un esfuerzo del ca: pital para garantizer su propia reproduccién y paliar la crisis capitaliste, no se puede obviar que ese con~ texto politico fue apravechado por los movimientos sociales -particularmente el de los trabajadores- para posicionar una serie de demandas sociales que esta~ ban en su agenda politica desde décadas atrés. En ese sentido, el Estado de Bienestar no puede enten- derse exclusivamente como una concesién capit ta. En su cristalizacién {uvieron un peso importante os movimientos sociales, particularmente aquellos de izquierda 0 con un cardcter progresista Quizés el tema medular en este largo perio do de casi 40 afios fue la comprensién de la politica social como un derecho, viniese ono desde la ldgica capitalista 0 mediada por los movimientos sociales. 33 Nopodemos pasar por alto gue una de las cualidades sds sobresaents del Movimiento de la Reconceptualzacion ue buscar cxmins tedricos, metodologics y prcticos orienta ddosa superar ests contradiccionesestruturaes que generaban pobreza yexclossn socal Eso, determinaria para el caso de nuestra profesién, formas concretas de Intervencién, de desarrollo de la politica social, de expansion de los derechos so- ciales, de poblaciones y expresiones de la cuestién social con las cuales trabajar. NEOLIBERALISMO Y EL DERRAME..DE LA,CRISIS Durante los afios 80 y 90 a crisis capitalista de Inicios de los afios setenta habia estimulado una se rie de critcas alrededor de lo que se consideraba un texcesivo intervencionismo estatal, a cual se caracte- rizaba por el tamafio del Estado, las regulaciones que imponia yla diversidad de areas de intervencién; esa critica recurrié “a los postulads clésicos de la teoria liberal” [Bordn, 1992: 7), de ahi que el movimiento feconémico dominante hasta la fecha, sea conocido ‘como neoliberalism En el fondo de esa critica, lo que realmente le preocupaba a los detractores del Estado de Bien: estar era su incapacidad para garantizar una tasa de ‘acumulacién de riqueza que le fuera satisfactoria al capital y que permitiera su reproducci6n constante, Este habia sido exltoso durante varias décadas para cumplir con ase proposito, sin embargo, ante su in capacidad se acercata el momento de prescindir del mismo, 0, eciciar su fiqueza e inyectarla en otra légi- cca de acumulacién de capital. El primer esfuerzo en esa direccidn proviene Gel “ensayo” y puesta en escena en Chile -una vez Sociol de Scbaves Palesionale Peasondo y Reward derrocado y asesinado Salvador Allende y éepues- ta del poder la Unidad Popular en 1973- por parte ide los denominados Chicago Boys, de un modelo Seondmico que puso su acento en un conjunto de Feformas estructurales que reducian las competen- ‘Gas del Estado, la preeminencia del mercado en las felaciones econémicas y sociales, la privatizacién de bpetivos pilblicos y la reduccidn del gasto fiscal entre tras medidas econémicas, Estas medidas enfrents pan las inicativas socialistas del gobierno de Allende ‘en materia econémica y social, y particularmente €! papel que su gobierno le estaba dando al Estado. tn segundo esfuerzo por consolidar la orto- doxia neoliberal provienen de los gobiernos de Mar. garet Thatcher en Inglaterra (1979-1990) y Ronald Reagan en Estados Unidos de América (1981-1989), quienes impulsaron medidas como fa desregulariza Gian financiera, flexibilizacién del mercado laboral, privatizacion de activos publicas, el enfrentamiento Pon los sindicatos, reduccién del panel del Estado en. ja produccién y en la administracién de servicios 50: ales, entre otros Las politicas asumidas por Thatcher y Ree: gan®* representan [a afirmacién del neoliberalismo e nivel planetario: las principales potencias cepitalis tes, las transnacionales, las burguesias criollas y las organizaciones financieras internacionales terminan {oliamente casadas con el neoliberalismo como mo- delo de desarrollo, En el caso letinoamericano hay un tercer as pecto fundamental para comprender la expansién el neoliveralismo en la regién: el denominade “Consenso de Washington” (1989)"*e4 mismo que planteé una serie de politicas econdmicas y socia Jes que fueron asumidas por la mayor parte de los gobiarnos de la region y que supusieron un cambio radical, o sino la desaparicién del Estado de Bienes. tar” El cansenso realmente no fue un consenso, fue ‘una imposicién orquestada por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Inierame ricane de Desarrolio y otra serie de arganizaciones econémicas multilaterales. Entre sus principales politicas interesa desta cars la liberacién del comercio; la reforma del Estado [en general menos Estado, menos intervencién); ta preeminencia del mercado; y la privatizacion de acti- vos publicos, fuera de instituciones, infraestructura, servicios sociales, ete. Los idedlogos del neoliberalisme acufaron luna expresiOn para legitimar la imposicién de las chon en resin iting politicas neoliberales en la regién, la “teoria det de- rrame"; que supone que al expandirse la actividad econdmica producto de las reformas econémicas, se generaria una cantidad tan importante de rique 2a que finalmente se terminaria derramando hasta llegar a los sectores mas pobres de las sociedaces latinoamericanas; sin embargo, el pregonado de- frame nunca se terminé de dat, y en su lugar lo que se produjo fue una impresionante concentracion de Fiqueza en pocas manos, y una ampliacién de la ex clusién social y la pobreza para la mayor parte de poblacién, EI neoliberalismo fue un absolute éxito para las compafifs transnacionales, para el sector finan. ciero, para los grupos exportadores. Un total fracaso ppara la mayor pate de fa poblacién en términos de fexclusién social, fexibiizacién laboral, pérdida de derechos sociales como la salud, educacion gratuita, ‘acceso a las telecomunicaciones. Si durante el Estado de Blenestar le ldgica que prevalecié fue la comprensién de las politicas soci les como un derecho, con el neoliberalisma se llega rian a entender como un servicio de compra y venta, reguladas por el mercado y la capacidad de ingreso econémico de cada persona, La politica social se con- virtié en un negorio del cual generar y extraer rique- za, yen el marca de este proceso la intervencidn pro: fesional del Trabajo Social también se vio afectada, LOS DESAFIOS PROFESIONALES EN EL SIGLO XX! Los desafios que se presentan en esta seccién Jos comprendo como retos de naturaleza global para la profesién, y no toman en cuenta otros de nature leza especifica que estan relacionados con contextos particulares de intervencién profesional. La persona lectora de este documento podrs, segtin su expe: riencia, determinar nuevos retos profesionales, bajo la perspectiva que la realidad social e$'Cambiante y que la profesién no esajena a esa dinamicidad que la hha caracterizado histéricamente. DESDE LA COMPRENSION DE LOS GRANDES CON- TEXTOS LOCALES, REGIONALES E INTERNACIONALES Con e! movimiento de la reconceptualizacién se Incarpara de manera definitiva un debate relacio- nado con la necesidad de comprender de manera, amplia la compleja realidad social en medio de la cual, se desenvuelve la profesién. En equel momenta, esa posibilidad de camprensién vino de la mano del mar xismo, el mismo que planteaba una basta compren: sidn de la totalidad concreta!®: del modelo de pro: duceién capitalista, de la ideologta, de las relaciones sociales, de los movimientos sociales, det poder, de la lucha de clases y del Estado entre otros aspectos. En la actualidad se establece una linea de continu dad en esa intencin de comprensidn ce ta realidad social desde los enfoques criticos® y del denomins. do "Trabajo Social contempordneo brasitero”, el cual desde una fundamentacién critica” propone que es necesaria conocer el movimiento de la realidad so- cial lamamoto, 2003) como forma de comprensién de la misma Esa pretensién es fundamental para el Traba- Jo Social latinosmericano en la medida que permite comiprender el tipo de sociedad en la que vivimos en términos del medelo de desarrollo econémico, las contradicciones que genera, la forma como impacta ia cuestion social, ambiental, y la forma como deter- rina la constante evolucién de la profesin y Ie res- puesta que se le da ala cuestién social La comprensisn critica de la realidad social le permite al profesional en Trabajo Social no solo una ‘propiacién del contexte politico, econémico y legal que puede denominarse de naturaleza estructural, sino también enmarcar la particularidad de sus inter- venciones. La problemética de un adolescente que es excluido del sistema educative no debe entenderse desde una perspectiva individual; es cierto que el adolescente o su familia tomaron la decision de no continuar estudiando, pero existen conditfones es- tructurales que los ebligaron a tomar esa decisién: educacién bancaria y poco motivadora, falta de re- cursos familiares y piblicos, lejania del centro educa- ttvo, carencia de proyectos de vida. Una lectura mi ruciose de esas condiciones facilita entender que la decisién que tomé el adolescerte o su familia, estu- vo mediada por condiciones en las que poco o nada podian ellos intervenir. De la misma manera, una beca que se im- plemente desde un servicio de Trabajo Socal, debe comprenderse no salo como un mero estudio social, sino como un derecho econémica que potencie el derecho a la educacién, que puede colaborar con la ‘movildad social, con un mejor empleo, Peroa su vez, ‘esa beca debe entenderse en la légica capitalista de fomrientar condiciones que mejoren la calidad de fa ‘mano de obra y por lo tanto la competitividad pro: Guctiva del capital; y porque no, esa beca jgualmente puede ser comprendida desde las luchas desarro- lladas por los movimientos sociales que en un mo- mento determinado lograren el triunfo historico de fortalecer el derecho a la educacién con esa clase de apoyos. Una beca podria incluso ser frute de Ta neo flantropia empresarial que no articula ese derecho @ tun proyecto nacional de desarrollo, La comprensién de la realidad social no solo permiti conocer y analizarcrticamente la dindmica Be los contextos particulares de intervencion profe sional, sino también fa dindmica local, regionsl, na~ tional e internacional, todas interactuando de mane ra compleja y contradictoria DESDE LA FORMACION Y ACTUALIZACION PROFE> SIONAL El tema de la formacién y actualizacién profe: sional es de gran relevancia y esta hermanado con el primer desafio expuesto en este documento En pocas palabras, tiene que ver con {os cone cimientos y experiencias que deben desarrollarse y Construirse con estudiantes y profesionales para que tengan las capacidades para poder ejercer profesio- rialmente. Algunas de las cualidades sobresalientes de esos conocimientos y experiencias son’ + Sentide y perspectiva critica de la teoria, esto es, capacidad de comprensién del movimiento de I realidad social, tomando como referente central fl funcionamiento de la sociedad capitalista, €! papel del Estado, de [os modelas de produccion, te las relaciones sociales, de los conflictos polit- ‘cos, de la cuestion social, del poder, ¥ de las con- indies por tradiceiones sociales que ponen por delante al capital antes que al ser humano. La teoria critica tiene que faclitar una comprensién que vaya de lo estructural alo especitico y viceversa, La formacién y los conocimientos deben ser crit cos, problematizadores y provocadores; se debe estimular en las y los estudiantes [2 pgsibilided de hacerse preguntas constantementé; estimilar Jos nuevos conocimientos, incluso més alla de los aque el/la docente desarroliaen clase sin que es0 afecte al estudiantado; insistir en la necesidad de tener acceso a una diversidad de teorias sin caer en el sincretismo, fornentar el debate en el aula mas alld de la mera repetici6n mecinica de conocimientos. Una apuesta por una formacién constructivista ta tensién con conocimientos conservadores 0 que devienen de la clencia positivista o del Tra- bajo Social norteamericano debe ser puesta en su real dimensién. Es comin escuchar eriticas contra la intervencién terapéutica, la gerencia social, la psicologla 0 le clencia dura en nuestra isciplina. Estos conocimientos tienen muchos elementos positives para comprender 0 solo las manifestaciones de ta cuestién social, sino también metadologias de intervencién; debe realizarsele una critica rigurosa para determinar aquellos aspectos que estén orientadosa la mere Feproduccién del sistema, y orientarlos en fun: cidn de crear condiciones de emancipacién social y disfrute pleno de derechos sociales, econdmi- cosy ambientales”. + Un punto sensible en esta discusién tiene que ver con fomentar el desarrollo de relaciones horizon tales y respetuosas entre estudiantes y docentes. Le verticalidad que generalmente se establece cn estas relaciones hace del conocimiento une suerte de torre de marfil que se deposita en el/ la docente y que no puede ser cuestionado, dis- ‘cutido o criticado por las y los estudiantes; eso @ su ver reduce la posibilidad de generar debates Tespetuosos en el aula y ampliar asi Ios alcances de la teoria y la préctica, El primer esfuerzo por generar democracia, tolerancia y participaciin Social desde el Trabajo Social tiene que darse en las aulas y otros espacios de conocimiento. + Tanto estudiantes como profesionales deben es- tar al dia con los principales debates profesions~ Jes que tiene nuestra profesién. América Latina es un hervidero de ideas, tendencias y propues- tas profesionales que no pueden pasar desaper- ibidos en nuestra profesién, Cada pals, e incluso fas escuelas o facultades de Trabajo Social a nivel rracional, alimentan de manera sobresaliente los debates profesionales y las compresiones sobre Ja realidad social. El papel de las universidades y colegios profesionales es fundamental para elo, y fequiere de la constante actualizacién de sus cuadros docentes y de las personas que integran fas comisiones ée educacién continua Avanaar en la comprensién de la realidad so- cial permitira conocer las expresiones que asume el neoliberalisma en nuestras sociedaces, la forma ccémo impacta en las manifestaciones de la cuestién social, y en especial, las acciones profesiongles que podemos impulsar para implementar politicas socia- Jes que puedan revertir esas manifestaciones de la cuestién social, y, por qué no, hasta el mismo neoli- beralismo*. DESDE EL RECONOCIMIENTO DE UNA PROFESION POLITICA Y CO-CONSTRUCTORA DE PROYECTOS ETIco-POLiTICOS Uno de los grandes aportes que desarrolld ia ceconceptualizacidn fue el reconocimiento de que el Trabajo Social tiene una dimensién politica, que no se limita solo a una profesion técnica que aplica co- rnocimientos y resuelve problemas, ajustando a las personas al medio. En el Trabajo Social clésico norteamericano del cual somos herederos la mayor parte de las es- cuelas y facultades de Trabajo Social, a premise fun- damental era ajustar al individuo al medio. Se ponia sobre la persona la responsabilidad de sus proble- mas, obviando la responsabilidad que el sistema tie- ne en la colectividad. Desde el paradigma positivista y conservador que signabs de forma dominante a la profesién antes del movimiento de la reconceptualizacidn, la realidad social no se podia transformar, era inamovible, no habia necesidad de transformarla; el “orden” 0 des- orden social esta establecido de esa forma y no hay mas remedio que vivirlo asi y agradecerle a la vida por vivir en esas condiciones. No abstante, al inicio de este documento se expuso que existen determi- antes econdmicas y sociales que configuran fa reali dad social, que se orquestan de tal forma que le sean funcionales al sistema de produccién capitalista. Sila realidad social no se podia transformar, era porque al capital no le convenia ni le conviene hacerlo, ese la ontologis marxista, se comprende al ser humano como histérico, 0 sea, éste transforma ¥ Construye constantemente la realidad, y desde ¢s2 perspectiva, el “orden” capitaista puede ser trans: formado. Ese argumentacién sirvid de sustento para {que el Trabajo Social asumiera en los aftos 60y 70 -al ‘brigo de la reconceptualizacién y de todo un movie fmiento tercermundista signado por la emaneipgcion Ips banderas det camaio social y [a revolucion. Este movimiento fracas6 en ese propésito, en la medica fen que concibid que desce el seno de [a accién poll tica del 7. abajo Social se podia materializar esa pre~ tension, de ahi el sugerente titulo que Castro (1982) Je brinde 2 uno de sus libros “De apéstoles a agentes de cambio: el Trabajo Social en lz historia latinoame- ficana’, ; en el cual se evidencia esa preocupacién politica por el cambio social La estrategie fue incorrecta para un momento ‘que parecia el correcto. Transformar el “orden” social solo con [a iniciativa del Trabajo Social es un absurdo, se requeria de la participacién de los movimientos Sociales, ée las fuerzas politicas progresistas, de las comunidades, de otras profesiones igualmente poli teadas, no estaba a la vuelta de fa esquina el proceso ie transformacién social, era un proceso que deb/2 sostenerse, que se extiende hasta el presente. Desmantelado el mamento correcto gracias # fa intervencidn violenta de las dictaduras militares Ge tos gobiernos norteamericanos y de las burgue- Sas crillas, 2qué esperanza le queda a América Le tina, especialmente cuando el neoiiberalismo se ha conversido en amo y sefiar globalizado? implica esto que el Trabajo Social debe quedarse at margen de los grandes procesos. en te que se definen los proyectos éticos politics Reictales? En los aftos 60 y 70 existia la firme Serwicckn de que el Trabajo Social debia participar Se forma activa en esa transformacion social, sin oe spargo, poco s¢ reflexioné sobre sus posibilidedes fora materalizaro, je” Particular, si todas les y pare rotesionales y_esw'lantes,compartian ese aspiracion politica No seré el Trabajo Social en tod su basta complejidad de tendencias y tensiones profesion2: Tes, poiticas, tebricas y metodolégicas el que impulse y lidere ese cambio; seran los movimientes sociales ‘las comunidades en conjunto con ctores profesio ales y estudiantes los que puedan impulsar la cons- truccidn de una sociedad donde se promocionen defiendan y disfruten los derechos hurmanos, donde construya eiudadania y se empadere @ las persones. El suefo e inteneién por construir un mundo mejor no esta muerto; si bien la coyuntura politica no es tan favorable como la que se vivid en tos afos 60-y 70, muchos hombres y mujeres se atreven a S0- ar y lucher por un mundo justo, solidario y digno, Desde la intervencidn profesional y a accién politica del Trabajo Social existen amplias postblidades de abonar a esa causa! + En et disefio de politicas sociales inclusivas y con enfogue de derecho. + En la ejecucién de politicas que permiten acercarse a Ja cotidienidad de los sectores més desfavorecidos del desarrollo neoliberal, introduciendo y direccionando cambios per sonales, colectivos y estructurales, + Enel trabajo socieducativo, en la Interven- ign pericial y terapéutica, en la organizacién camunitaria, ete En cada uno de esos espacios de accidn pro: fesional, siempre es posible aportar ala construccion de esa sociedad justa e inclusiva, con ideas creativas ¥ propositivas, recurriendo a nuestra autonomia re- lativa y al compromiso étteo-politic. DESDE LA ARENA DE LA POLITICA SOCIAL. EI tema de la politica social es fundamental pare nuestra profesién en la medida que le mayor parte de las intervenciones de! Tratijo Social se dan en el espacia de la politica social, sea en ambitos pt blicos 0 privados. EI desafio central de este compa nente esté relacionado eon la capacidad que debe te ner la politica social para distribuir riqueza, construir ciudadania, empoderar @ las personas, y garantizar riveles de calidad de vida dignos para la poblacisn que fomenten el disfrute de los derechos humans. En el campo del andlisis de la politica social, que dicho sea de paso no es muy comin para las y jos profesionales de Trabajo Social, debe realizarse tn esfuerzo de comprensién de: a- los referentes teorico-criticos sobre el Estado y la politica social, b- el contexto politico nacional e internacional que determina el desarrollo de la politica, las condiciones prospectivas y financieras que median la politica en todos los niveles de ejecucién. Este es un esfuerzo ‘que debe articularse desde la academia y los colegios profesionales®, y nuttir el trabajo de las instancias de decisién del Estado. El disefio, ejecucién y evaluacién de politicas sociales debe incorporar varios elementos que le brinden una direccionalidad politica + Las pricticas de administracién de los servicios sociales no deben limitarse a la mera gevencia ‘social como lo han propuesto algunas organiza ciones financieras internacionales; deben privar tuna naturaleza de planificacién prospectiva d= mediano y largo plazo, orientada no solo a ad- rministrar un servicio, sino también 2 imaginar y desatrollar experiencias de polities que puecan impactar desde una dimensién estructural, 1a zénesis de la manifestacion de la cuestién social con la cual se trabaja. Estos componentes son viteles para nuestra profesion precisamente gra: cias a ese esfuerzo de comprension critica de la realidad que hemos venido forjando a lo largo de décadas®. + Enfoque de derechos, La politica sastal no es ex clusivamente una concesién de la clase dominan= te materializada por el Estado como plantean al unos especialistas, ante todo, ésta es producto de la movilizacién social y del enfrentamiento de intereses politicos entre diferentes actores. Des de la politica social se articulan y garantizan de. rechos sociales. Las personas y profesionales in- volucradks en la gestion y ejecucién de la politica social deben comprender que en ella es posible vehiculizar el enfoque de derechos, el cual es: Elestuerzo orientadea articular una nue va ética con politicas piblicas a nivel so- cial, judicial y privadas (..) este procura construi un orden centrado en la crea cién de relaciones sociales basadas en el recanocimiento y respeto mutuo y en la transparencia, de modo que Ia satisfac cidn de las necesidades materiales y sub. jetivas de todas las personas y colectivi- dades, sin excepcién alguna, constituya luna obligacion juridica y social (Giiende|, 1998: 3) + La politica social no debe limitarse solo a con- tener pobreza; debe distribuir riqueza; generar inclusién social; apoyar la justicia, la solidaridad yy la igualdad; debe fomentar el reconocimien: to pleno de todas nuestros derechos; potenciar hnuestras capacidades en un proceso sinérgico, La politica social debe impulsar la construccién de iudadania, la participacién social y el desarrollo sustentable. La politica social no debe ser mas un negocio eve luera con la vida y con la muerte. En!s mayor parte de los paises de la regién, la politica social perdié su carécter solidarioy universal, se convirtié en un servicio que oferta el mercado, y el cual se extraen jugosas ganancias para benefic de Jos empresatios de la seguridad social. No solo el ‘Trabajo Social, sino que toda la sociedad latinoameri- cane se enfrenta al reto de reconstruir un sistema de seguridad social de naturaleza publica que sea igual 0 alin mejor que el que se desarrolld con el Estado de Bienestar; la tarea es titénica pues el neolibera lismo encuentra en la politica social una forma mds de extraer riqueza de todos los sectores sociales, sin embargo, como en toda lucha social por fortalecer fo recuperar derechos sociales, siempre en necesario medir y enfrentar poderes, poner en la agenda poll tica las necesicades de [a mayoria y problematizarlas con la intencién de conquistar o reconquistar dere- chos sociales. DESDE LA CONSTRUCCION DE CONOCIMIENTOS ¥ EL RECONOCIMIENTO DE LA EXPERTIS PROFESIONAL Una de las preocupaciones de Mary Rich mond estuvo vinculada con darle al Trabajo Social un earacter cientifico, tanto por la dimensién de los métodas como por la incipiente incorporacién de ‘eoria social. Esta aspiracién también fue parte del ‘movimiento de fa reconceptualizacién, el que inciu- 50 desarrollo varias propuestas metodoldgicas pare superar la herencia narteamericana, y en el campo tedrico aproveché el marxismo y Ia teoria de la de- pendencia para darle un cuerpo tedrico @ ls prot sidn en términos de comprender la realided social Una de las cualidades sobresalientes de nues- tra profesién es su dimensién interventiva, sin em- bargo, esto limita las posiblidades de realizar investi- gacién, la que tiende a concentrarse en los espacios de formacién profesional de naturaleza universitaria Pasado el periodo de farmacién en la univer- sidad, nuestro contacto can la investigacion ¥ la pro- duccién de conocimientos es muy limitado, y ni se diga con la actualizacién de conecimientos. este sentido, los centros de formacién en rabsjo Social, los colegios profesianales y las mismas jefeturas en Trabajo Social, deben avanzar de forma onjunta en la creacién de redes de construccién y sistematizacin de conocimiento. Sea que se reali- cen proyectos de investigacidn, 0 que se sistemati- cen experiencias de intervencién profesional, todas deben apuntar a incrementar nuestra capacidad de comprensién de la realidad social, las formas como se atiende la cuestién social, y experiencias de natu- raleza metodoldgice que se consideren innovadoras. Avanzar en esa via, permitird fortalecer el re conacimienta social de la expertis profesional que hemos desarrollado a lo largo de décades. DESDE LAS REDES PROFESIONALES Y LA DEFENSA. DE LOS ESPACIOS DE INTERVENCION PROFESIONAL Existe en toda la regién una relacién conflc- tiva entre agremiados y colegios profesionales, una suerte de abismo que separa intereses profesionales Y¥ que produce fisuras que debilitan la organizacién politica del Trabajo Social latinoamericano, Se identi- fica también una puja generacional en la cual profe- sionales jévenes intentan posicionar debates prote: sionales que no sen bienvenidos por los grupos que han asumido desde hace varios afios posiciones de lidera2go en los colegias profesionales, Mantener ese contcto es un sin sentido que més bien es aprovechade por el capital para seguir repraduciendo sus Iniereses y continuar acumulan do riqueza a expensas de a mayor parte de la po blacién. Encuentra al gremio dividido, con respuestas asistenciales y una incapacidad tremenda para gene- rar respuestas constructivas e integrales ante las ma- rifestaciones de la cuestién social De manera modesta y sin intentar imponer formulas que terminen violentando la autonomia de las organizaciones profesionales, es prudente avan- zar en: “ + incorporar en el seno de los colegios profesions: les las diferentes *endencias politicas que asume \s profesién com. una forma de generar deba- te, demacracia y participacidn, pero ante todo, capacidad de generar propuesta politica ante 1a compleja dindmica que viven nuestras socieda- des, + Fortalecer el andlisis de la realidad social y con- secuentemente la actualizacién profesional, me- dios que permiten un mejor posicionamiento de las profesionales en el mercado laboral y una clo ra directionalidad politica en la ejecucién de las politicas sociales. + mpulsar la ereacién de redes profesionales te- imaticas, 0 locales, desde las cuales se pueda im pulsar un trabajo de reflexion que de respuesta 2 fas necesidades especificas de esas redes. Ello no implice que se deban desmarcar de los grandes desafios contextuales nacionales e internacio- rales, asi como de los tedrico-metadoldgicos, y etico-politicas, + Desarrollar un espacio de interlocucion entre to- dos los actores profesionales de Trabajo Social: estudiantes, profesionales, redes, colegios profe: sjonales, centros de formacidn, pensionados. No necesariamente se debe llegar a consensos pero sia puntos de encuentro, reconocer que los de ‘més existen y que aportan a un proyecto profe- sional que es diverso y dinémico. = Dar una lucha por la dignificacién del trabajo profesional; una de las herencias perversas del ‘eoliberalismo y la desestructuracién de la poli- tica social, ha sido la flexibilizacin profesional, aspecto que afecta el derecho al trabajo de miles de colegas, y qiie ios deja en una condicién de indefensién treimenda de la cual se aprovechan, las ONGS e inclu 9 las empresas 0 as rismas ins~ tituciones puiblicas. Esa indefensién repercute en sus proyectos piofesionales y personales, y afec- ta a miles de profesionales en el corto, mediano ylargo plazo. Segtin los céleulos de la CEPAL, para el afio 2010 se estimaba que en América Latina habia 180 millones de pobres. EI nealiberalisme ha sido incapaz de derramar su prometida riqueza, ha sido un fraca~ so absoluto; aunque sigue apostando por Ia glob- lizacién, el libre comercio, la flexibilizacién labors}, ¥y aiin més reduccidn y focalizacién de lo poco que ‘ueda de politica social, EI contexto geopolitico no ts e! més favorable para seguir luchando en pos de una sociedad justa y solidaria, pero ello no nos roba 419 Ja asplracin e intencién por seguir eportando en la consttuccién de una sociedad en la que toda la hu manidad pueda desarrollarse dignamente. Ei Traba~ je Social, tlene muchas herramientas y capacidades para avanzar en esa senda. BIBLIOGRAFIA Borén, Attic, (1992). ta critica neoliberal y el Esta- do. Cuadernas de Ciencias Sociales. Privatizactén del Bienestar. No. 48, Facultad Latinoamericane de Cien- cas Sociales, Costa Rica. Castro, Manrique. (1982). De opdstoles a agentes de ‘combio. £1 Trabajo Social en fa historia latinoomer- cana, CELATS. Pert. Giiendel, Ludwig, (1999). Le politica y fa ciudadania desde of Enfoque de los Derechos Humanos: fa aus ‘queda de una nueva utopia, UNICEF. Costa Rica. lamamoto, Marilda, (2003). Ef Servicio Social en la contemporaneidad. Cortez Esitora. Brasil Roberts, Bryan. (1998). Cludadania y politica social en Latinoamérica Facultad Latinoamericana de Cen cias Sociales. Costa Rica. leseatiererrearnniceinnes CONSTRUCAO DO SABER PROFISSIONAL PARA O DESENVOLIMENTO REGIONAL SUSTENTAVEL: O (CASO DO BANCO DO BRASILS/A.** ‘ANDRE RUWER’™ MeuSSA CAVALCANTI BANDOS™ RESUMO: Este artigo aborda a canstrucdo do saber profissional Voltado a0 Desenvolvimento Regional Sustentave! DRS) promovida pelo Banco do Brasil S/A. O desenvolvimento € um fenémeno complexo, com inferéncias econémicas, soctals, politicas e culturais. E, nesse contexte, o Desenvolvimento Regional Sustentavel (DRS) insere-se como resultado da acdo priculada endégena de diversos agentes sociais politicos e econémicos, publices ou privados, 2 regido em andlise, voltada ao alcance de um Sivo comum. © Banco do Brasil S/A é importante agente de desenvolvimento nesse cenério, assim, © presente artigo tem o objetivo de analisar 3 atuiagdo desta instituigdo financeira de destaque 0 pais, ne canstrugso do Desenvolvimento Regional a2

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