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MARTA PENHOS Ver, conocer, dominar IMAGENES DE SUDAMERICA AFINES DEL SIGLO XVI arte y pensamiento BA] sito veintiuno editores | Argentina >I Indice Siglo veintiuno editores Argentina s. a. Siglo veintiuno editores, s.a. de exv. Como noun nine come na. NEO "W cnocr, donc imgnee cde Suda 2 es 11 Agradecinientos Wise hil “teas uenes Aron Sole Eaioree 15 Introduclén ns, 2008 afer” NEY semen: 27 Primera pate Matorras ols gre de a imagen 15a var.120-109 oe 1. tra del Are América Sur Thao 11 Envadesyvusdades 237 areas, el, its 48 Delos mpenetabasbosqus” al peice que delta la visa 2 55 La Relaciny sus fonts 57 a siennin gions 3 Londen de as imapenes Dice: Estuso Lo Bianco {© 2005, Siglo XX Editores Argentina S.A. 75. capite 2 1220-189 ISON 987-12 78. Una obra en tens BI Ratatoyenteectizo Inprego an artes Grin Oats ARE Se atin, atanece, 73 Entre lanoy pasa frei mes de seplerar e205 110 Deintrsionesy as negocios : 105 Autor autres? Hecho dpe que marcas ey 1.723, lpi on Sern. Posen Agente 12 eongrat, devoconeey lancanes eis agen 119 Visinesfagmentades,sgiiccianes mails 123 Segundo porte Azara ee dares de as imgones us 18 ray stiiacén 131 Lanstor atu aucene 144 Represent as précis 150 Ver para conser Introduccién Este libro trata de las relaciones entre los modes de ver, conocer y dominar el espacio sudamericano a fines del periodo coloial por parte de los espafolas: en él se prezentan imbricados un \ariedad de miradas sobre los terrtriosexplorados, diferentes ‘estrategias para acopiar y transmit conacimienta sobre los mismo y las diversas préctieas de dominio que se ensayaron enellos Modos de vsualidad, conacimiente,y dominio poo son tos jes a partir de los cuales se analizan aqui los testimonios escritos y visuales de tres expediciones espaniolas al actual territario argentino y sus Fronteras, en un momento —el tine tercio del siglo xm— en que adqurian especial relieve as nece- sidades de la corona espafla de reformular sus relaciones con las colonias americana: la Entrada enol Gran Chaco comanda- da por Matorras en 1774, os viajes de Félix de Azaro realizados entre 1782 y 1801, la Expedicién Malaspina [1789-1734], Modos de vsuatidad refer alos elements histércos y culturaes que intervienen en el acto de very suponen seleccionesy recortes de lamasa de datos éptcos, puestos an relaién aqucon las preti= «eas de acopio de cnocimiento sobre el eritoco sudamericano y ‘con los macanizmassimbslicos y materiales de su dominio, por medio del anslisis de sus representaciones escritaseicbnicas. Eltama se vincula aun rea de estudios muy ampli y transi~ tada por especialistas como Antonello Gerbi 1993, Tzvetan Todorov 1991), Jean-Paul Duvols (1990), Peter Mason (1990, 1998), entre otros: las relaciones entre Europa y América, las miradas europeas sobre América y su incidencia en as props rmiradas americanas, La “éisputa del Nuevo Mundo" levada a cabo en Europa desde los primeros cantactos, la relacén entre nosotros ylos otros, el papel de los mitos en las concepcio~ nes europeas de América, la construccién de lugares y eres: txétcos desde Occident, son el bsjo continua sobre el que se desarollan las refleviones que se recogen en este libro. Ellas se encuentran alravesadas por la preacupacién que anima a los autores mencionados: la de desmontar los procedimien- tos mediante los cuales las representaciones ~en nuestro cate lat de Sudamérica en el perio considerado— se han consttudo como tales El contenido del bro se halla inserto ademés on otra ters tics fuertementeligada lade as relaciones Europe-América: ft vije como experiencia clave de la adquisicién de conoci- mmienta y elemento constitutive de las dscipinas cientiicas ‘madernas. también retoma cuestiones que han sido objeto de rnuestras investigaciones: las percepciones y valoraciones de los habitants y del espacio de esta zona de América por parte de le sociedad bianca tal come aparacen en representaciones: textualesyplstias, le construccién de un paiaje de a anura nla lteraura yet arte, a activaciény esignfcacin de anti (30s tSpicos sobre elndiayelterritoro‘amercane en diferentes tapas desde el siglo. Es necesario considerar especialmente ol probleme del visje cen relacién can este estudio. Los grandes viajes se encuentran ligados estrechamente al desarrollo de las ciencios en la rmedernidad, El hito de 1492 marca la aceleracién del movimien= to centrifuge que, desde al siglo x1 impulsaba a los europens al resto del mundo. Los factors aconémicos religisos, politicos Y clentficos son partede las tramassignficatias de e805 viajes, en los que la conquista a conversién, a explotacién ya clas ficaciine integracién de terrteros y personas a sistemas de conocimiento, se desarrolaron durante largo tiempo como acciones sisteméticas, Durante el siglo ut se produce un notable impulso exploratario, a favor de una multiplicided de Inlereses desplegads por lot estados europeos, entre ios que {a indagacién cientitia ocupa un lugar relevante y viene & imbricorse con os permanentes propésites de dominio politico yexplotacién econdmica Esta situacion hay que vineularla 2 la creciente difusién, desde el siglo xm, del modelo baconiane basado en la observa- cidnyla experimentaciin, que posbilitars la progresive con tucién de la historia natural como discplina centfica moderna Yu afieracién como modelo pore otfas ciencias. En et sigio “Siguiente se produciria un fenémeno decrcularidad en el que los viajes proporcionaron el material pore el desarrollo de as dsc plinas, mientras que algunas de ellas fueron incorporindolos oma parte ineludible de su prictica cietifies. Lo resultados de los igs que los mismos estudiosos vats habian realizado restos arqueolsgicos, diaros, apuntes, mapas, dibujos— fueron la materia viva sabre [a que se construyeran inventa- Fos, claifcaciones e interpretaciones del mundo. Eneste contexto, af desplazamiento en el espacio se vincule com la adquisicién de conocimiento: el objeto a conocer esté lejos y el viaje es la préctica que permite salar esa distancia, ‘sungue conservindola come condicién sine ua nan. Incivso le ‘bservacién a través de lentes —microscopios y telescopios~ ‘que conacera un impoctante desarrollo a partir del seiscientos, puede pensarse como une operacién paralel la que habiltan los viajes, en el sentido de que acrtan a distancia que separa alobservador de lo observado, La trabazén de intereses en torno al acopio de conccimiento cientitico y de datos para (a optimizacién del dominio politico ‘sobre vastosterritorios pautaron gran parte de las expeicio~ nes eutopeas a lo larga del sige wm. Las comandadas por Cook, La Candamine, Bougeiovle y Malaspina, por nombrar slo algunas de las més relovantes, fueron proyectos enraiza~ dds en a politica de estado, aunque llevaban como bandera el progrese del conocimiento cientiio. En la rama en la que se Tejon los hilos del saber y el poder, La ciencia resultaba un medio itl para sostener la primacia de los estados europeos, ‘mis importantes sobre atras naciones, 0 el dominio sobre territorioe coloniales, ys fue constituyendo en un poderoso MARTA PENHOS: Instrumento ideotigico cuye efectvided se basaba en los pre- supuestos de su asociacién con el progres y el bien comin, y en su aséptica neutral, En muchas de las expediciones diecochescas, la necesidad se plasmar las observacionesrealizadas lle a un despliegue 6e representaciones:daros de viaje infocmes oficiales, bitdco- ras otros testimonios escites aparecen junto 2 mapas, pla- nos, ibujos. Esta asociacién de los dos iveles de regitr, i bien ouede remontarse a ls libros mediavales de maravillag siempre ricamente iluminados, adquiere nueva fuerza por el lmpulso de los estudios de historia natural y medica, que desde el siglo xn se acompafiaron de exactas y minuciosas: imagenes, El papel que se asigné elas imégenes en lo viaine polttico-cientficos, de registr iel de lo vido y observado, asi como el poder que tradicionalmente se les adjudicaba en las sociedades det Antiguo Régimen, las sitia en un lugar central ‘que nos apela a interrogarias en su carécler de representacio- res privlegiadss de las relaciones entra visvalidad, conoci- ‘mento y dominio que pretendemos reconstruc Los tres casos que se estusian en el bro, gracias alacant dad y calidad de eus testimenios, brindan Ia posiblidad de des- entrafiar que y cio vieran ls expedicinarios el espacio los hnabitantes de Sudaméries yqué y por qué dejaron plasmados. Giertos aspectos en representaciones escrtas y plisticas, Asimismo, cud ue el papel d las imigenas ena aduisicion y transmisién de conecimientos sobre el tertoriesudamericano, ara abordar un estudio de esta naturale, fue necessrio poner en juego elemantas tesrico-metodolagicos heterogéne: 2, El centro dela atencién lo ocupan las imagenes. A partir de este lugar central se busca ponerlas en relacién con olros regisros —el discurso escrito, fa cartagratia~ es decir, con ‘otros érdenes de representacién. Partiendo, entonces, de la problemética misma de la representacién, son fundamentales {os trabajos de Roger Chartier (1992, 1936), sus ideos sabre la artculacién entre las representaciones que nos llegan como huellas del pasado, ylas précticas que designen, y que adver- ten sobre las relaciones a menudo poco trensparentes entre los registros escritesyvisuales derivados de la expediciones, y entre éstos yas experiencias concratas de los expedicions- ios. En una linea similar, resultan esclarecedores fos textos de Louis Marin (1981,1989), sobre todo las nociones de “irre- tic significado. 0 bien es posible que César se haya incluido @ sf mfsmo en esa silueta, acupando un lugar que, segin vere- ‘mes, sélo es marginal en apariencia. En este iio caso, la intervencién del artista habria sdo la de relorzar Is identidad de César hacienda eu retrate, Lz otra igure podria correspondera Gerénimo Tomés, secre tario dels entrada ysobrina de Matorras, quien tal veztvo una intervencién directa en la ejecucién de ia obra, ‘Ahora bien, cbservande nuevamente a todos los personajes de a entrevista advertimos que el pntoraplicé un tratamiento tlvergente en los expafioles y en los chaquefios. La tensin se establece enre los personajes més importantes dela escena, los jofes blancos sus equivalentesindigenas, Paykin los dos caciques que flanquean a Arias responden claramente @ un testeretig, formado por un rico bagaje de convenciones visua- les, que se tllad desde los albores del siglo» para representor alos americanos, En electo la gure de torso musculosoy piel oscura, ave lleva por Gnico vestido un faldelin yun tocado de plumas, pro- viene de las primeras representaciones de los habitantes de ‘América, ue Theodore de Bry su taller contribuyeron a difun~ dir en los Grands Voyages y America. Estas obras aparecieron fen tracucciones y ediciones sucesivas, inundando Europa de imagenes que tuvieron un papel relevante en la conformacién de esterectipasvisuales En muchas imagenes los indigenas 22 oe amp. A amt, Note Siractean.ob chp 20 28. Sobre aleretes aspects dea ora desde oy, ase T.Cumin. “De Bryon var, Ages hapa erthe Hane ers hor anna imei" 1994: Halton, The prsence of WheeDe Brae ot Primes MARTA PENHOS aparecen con convencionales restos europeos, desnudos y con taparrabos de plumas, Otras estampas, que circularon sveltas, recurrieron a la misma tipologia, como la aparecid fen Augeburgo y Nuremberg hacia 1805 con una escena de canibales, 0 aquella de 1517-8 debida a Hans Burgkmsie con parte del cortejo de homensje a Maximilano 12° En ambas, personajes con importantes tocados y polleras de plumas representan a los americanos. La pintura pronto se apropié de los atributos plumarios como indice de los habitantes de ‘América: un anénime portugues dels primera década del siglo 1 trae una Adoracién de ls Magas en ts que se agrega al con- junto un personaje de imaginaiva vestimenta, con pulseres y facade de plumes, en un esfuerze por incorporar el Nuwvo Mundo ala histori sacra > Existieron otras representaciones, basadas en la observar iin, que pretencian mostrar més fielmente las caracteristicas de los americanos: las mas interesantes son, sin duds, aque las realizadas por Frans Posty Albert Eckhout, ue acompa- jiaron 2 Mauricio de Nassau a mediados del siglo xm y que plasmaron passes, figuras huranas, fauna flora del nordes te brasleho Sin embargo, estas imagenes no tviern la cir- ‘ulacién suficiente, bien no generaran un interés que podria haber equilibrado et enorme peso que yaen ese momenta tenia tl estereotpo dl indo, Los relatos e imagenes abulosas sobre ‘América “y no las descripciones de os holandeses, fueron las aque sigueron fscinando a Europa” *? ‘Ahora bien, la tipologa dl indio no se debe a la pure imagi- nacién, Fue construida sobre la base de textes, como el de André Thével, cosmégrato del Rey de Francia, quien en (a segunda mitad dol siglo x dio 2 conocer dascripciones de los tupinambs ene los cueles haba vid. Pere antes habian le~ gado a Europa objetos e indumentaria americanos, etre fos ‘que el arte pluratio ocupé un luger destacado. Los locados y faldellines de pluma parecen haberse elaborado a partir de 1.5. Stent, onopraf dein america Sts 7.192 1 Vsus et toa Henour 98.279 27 [6 Eran Son Boog The si progiestclontctyinians inthe eto recordt Ouch eas 65k 190 ap. 269-400: H ono B.S:Algern ob ck. p23 ~4 | | s ‘estas fuentes, y se apicaron, en un despliegue enmicompren- ‘sivo notable, a la representacién de todos los americanos * La corona de plumas no falté en la representaciones alag5- reas de América, dsde el modesto penacho que aparece en \a de Ripa, hasta el tocado imponente pintado por Tiepoo. Y, finatmente, el atribute se trasladaria a a pintura de tema his- {rico decimonénica, encontréndose en al ciclo calombina espaol on las obras de asunto fundacionallainoamericanas, te les ques indies apareceninvariablemente con omamentos plumarios 7 ‘Algo mis: si recordamos que en la tradicién europea el salva~ jes representado cubierto de pelos, figurar a todos los indios con pollera plumada no deja de ser un reemplazoiconogréfico |que compensa la evidete falta de vllo de los americanos.3? No estd de mas subrayar que Ia tipologia del indio conileva valoraciones complejasy hasta contradctorias de los habitan- tes de América. Sus elamentas icanogrétios podianfuncionar para representaraferoces antropstages y, sin mayores modifi- taciones, sera [a imagen del ‘buen salvaje", que tanto pre- dicamenta tuvo en el sig ‘Ahora bien, el tipo de Paykin le vino al pintor del dibujo de César, donde desnudo, con el faldellin y un tocado bastante inmportanta, se destaca del resto de los mocovies, figuras 2 caba- lto que sélo leven targas ianzas en posicién vertical, Pero en el taller donde se realzé Ia obra debieron circular imagenes que conteian el estereotio, reforzando la idea de que para repre- Sentar eficazrente a un indo, los artistas debian acudir a, ya que garentizabe una lectura cara por parte de los espectadores, Yaqui hey que llamar la atencién sobre un dibujo que ecarnpa Iaista de objetos que Matorras trajo al Rio dela Plata en 1757,y ue reproduce una de as obras que le pertenecieron® Es una ‘epresontacién de la Divina Pastora rodeada de Sngoes y santos {fg 7. En ls parte interior, un espacio de certaprofundiéad con fondo ornamentado aloja “quatro estatuas de Indios", Son figo- 26 on hapegen, “Ein bar yo ben alo 25M Partee heres ce una tora annie, ears jpruraedel Mure tietren Navn 96 20. er ob ct 9.2095 3 Tare Rolo sg aracer a iagen en 2 eto “Un eat oo Daina anor Primera parte | Matorra © tos togros de ta imagen cas oscras, de proprcones achaparadss, que sotinen un tarioso tocsdo lean el candnic fldelin de plums. De {cuerd con la inacriplin de la carila a cuye lade estén nds" es una imagen “que conducea a Provincia del uc man, Dh Geronimo Matera destinada ala combersion de los Indios, del ran Chace Gualamba”yde Angel's dice que el fun- nar ibe a ‘colaara ena primar templo que debi ergirse nel Chaco” Es dl asagurar que el cuado leg» Sela, yo {ue o ae conocen méseferencisquela de Angels, quien af tha que en su paca se veneraba an ln Caletal de Buenos ‘Aes2 Sin embarg, el Diario mencona una “imagen dela Santlsme Virgen ue os expdiconai colcaron ene aor improisda Boje evn, junto aun crucify a extola de San Francisco Solano el cuatro dea Pastore quedé en Suenos ‘Aires, os posible que Matorasconserara una cpia de aio ta levereal Chaco, come tena prev, Mas tarde, el pntr fa. {ez se svi de lla junto con otros materiales, parla reaie- chin dea Entrevist ‘Aunque determinado en un primer momento pore dibujo detingeiero, Paykin también tos dos caciques que lo acom- pafan resultan de un trabajo ene taller que implica decisio nes lferentes de las tomados respecto de los espafoles principales, Los rosirs de os tres personajes, i bien seme Fontes, estin lejos de ser igales, como si et artistahubiera boradorelratosmagnarios, Pro le uerze de esteeatpo tmayory a tens ene el Watariento retratstico de los blancosy la ipcacién de los mocovies se mantiene,tevén donos a considerar et papel singular desernpeiado por la tracicidn en ambseleccones. Enel caso de los espafoles, tl alista pudo apatarse dela Iuente grfca grcias a la txistencia de modelos y de Uno prclies artista 9 los que fscudir para abordar el problems de los reralo, mientras Que pare el tratamiento de los indigenas no puto hacero, 2 surah denne ine Pots ur ptaness tere, Causa del peso de une larga cadena de representaciones eee mints tstereotipadae Exist a poiilidad de que ademés algunos de os perso- oajes de a Enrevist.. hayanposado para el pintor Ast, ls unera PeNtios latorras 0 tas togros dete imagen 22 Pde hg, “caret. c 13 | ” 98 HBaradeMatoran 1 MARTA PENtIOS ‘espaioles habrian participadoactvamente en la construccién dela obra, comentando espetos de a expediin, lvando escri- tos e imégenes,sugriendo detalles, posando, Contreriament, los chaquefos son objetos pasivos de una representacién que se atiene a lo ya sabido yo lo visto en otras representaiones,des- echando fuentes més directs de conocimiento de estos hom- bres. Porque el autor del enzo desconae a excutadescripisn de Paykn que apora el Dario: "La edad de este fomaso cacaue, primer caporal del Chaco, seré come de sesenta fos, de bizarre presencia, aspeco sever... Brauela eatiza segudemente une sorprendente comparacién "..y varios que han conocido al Exma. Sefor 0, Pedro Ceballos, Gobernadery Capitan General que fue de Buenos Aires, djeron que imitabe bastante aquela ‘zara y arrogant presencia" Que en Salta se conoceseaigu- na imagen de este funcionare, es improbable: pocos afos més tarde, en 1777, el cabildo de Buenos Aires encargé a pintor Miguel Aucell un retrato de Cevalls que no legs a reaizarse Pero el testimonio de quienes armaban et parecdo entre el encumbrado personae ye jee macov,pudo haberle serio @ ‘west pintor para abordar ia reprsentaidn Sin embargo, nolo 1s. En ol cua, Paykin es un hombre mucho més joven que el {anciana de sesena sos del que hablanlos textos. Denise do la condensacién temporal del cuaco, ta desnudee de Popkin los otros eaeiques indican el momento de liegada de los mocovies, ain bérbares incvizados, un memento ideal enverdod. ya ave, segin l Diario, los personajes no aribaron at cempamento al mismo tiempo, La desnudez también imali- ‘a decldady cisposicin ale conversién, segin el vig pico de Colén de las “gente sin eligi”. Nada ta composicisn ‘muestra lapreecupacién por vest a estos personajes que apa- rece en el Diario yen los documentos. En la imagen, la des- rnudez es un indice iconogréfco que mantiene ls indios como indios ~salvaes pero dispuestos asometerse—, mien tras reserva la funcion de representare otro término tempo- ral dete escena yelésito dela misin al arbol de vinaly ta inseripeién en &. ‘3 Die Maar. p.1E exesbanaSéncherhae na deecrinin emia toon 0 UIST A era, ob cl. p57, Le identfcacién de Paykin nstla,entonces, una nueva ten= sn: por una parte esta vinculada al lugar que ecupa en La composicién en relacién con los demis personajes y a a indi- cacidn numérica, elementos que juegan a favor de su cepre~ sentacidn como un india particular. Pero, por otra parte, el tra~ tamiento tipoligico hace del mocovi un india en general, poniendo en imagen —y gracias @ una notable economia de ‘recursos una categoria que define a todos los americanos. ‘Se ha sefalado que Paykin y sus hombres “fueron repre~ ssentados como indios dealizados |. baj la visiin del “buen salvaje", acorde con el pensamierto europeo" del momen- 137 Es cierto que s imagen sigue las indicaciones del Diario ‘acerca de la buena dispasicién de os chaque’iosy colabora ‘ena reconversién del "temibla Paykin en un ser pacifico y conflable Es evidente que Briauela no se basd en los péra- fas que Lozano desis 9 los distintos grupos que habitaban el Chaco. En ellos, diferencia alos indios de los espafiles por sus facciones y calor de pel, y agrega que “cuando se tien de colores, que es muy de ordinaria, y acé llaman embijarse, testin sobremanera feos, que parecen unos demmonios,.. El Diario tampoca recoge los apuntes lozanianos sobre el ractery habtos de los chaquefos. El jesuita se refiere ala “costumre de comer carne humana” de algunos grupos, al terror que causaba el asedio de los guaycuries en Asuncién, yal ejercicio continue de la guerra, que los hacia valerosos ‘combatientes. Si reconace cieta armonia fisiea en algunos, Su desnudez queda asociada ala desverglenza, y pesan més le perfidia ta lujuria, el interés, la desconfianza, la pereza y la ferocidad que les atribuye Brizuela deja entraver algo de la valoraci6n negative de los mocovies al describir la escena fen (a que Paykin y sus hombres hacen adoracién del altar instalad en la selva Esta devote diligone, yal var aguellascaciques tan humana dos, postrados de redilas mas de una hora, yal ver adorar at 1 Hay eee de at ego ee price universes en ef Carts Imagen de Pec Surat a personae det ae Fagus ad sig nt Les maos ob op 7 Braceioy 6 tac oh tp. 2 38 Prtazno 0 cpp. 6.678, ” MARTA PENHOS famoso, cruel ysangriento Paykin at Sehr Cructcado,& su ‘Samtisima Madre la referida esol, caus tal gusto yternura 1 Seior Gobernadory demas de a comiine, que de todos se vieron caer copings lagrimas” Por otro lado los macoves de la Entrevista. haan muy lejos de aquellos que eljesuita Florian Paucke aibujé pare lus- trar las memorias de su experiencia misional entre 1749 y 1761-La mirada curiesae inquisitive de Paucke expone inten- cionalidades cercanas alo etnografic. Los rasiras de fuertes *asgos,taluados y perforados, los everpos desnuds en accion, las vestimentas de hombres y mujeres, los gorrs, tocados, pulseras, contrastan con as earas casi neuras, los everpos sin ‘edd, ls posiciones esttica,y las plumas unversales de los Indios de nuestro cuedo fig. 8. * Paucke de, ademés, testimonia de un aspecto interesante {el propio Paykn ‘ocurrié que me vist un cacique sata de nombre Paykin, {ue misincios acompararon hasta mi choes, ole hale en vor tan clara como pude, pero et adi mira tan pronta hacia un {ado,tan pronto hacia otro, como busca alga en mihabla- ‘ln, Pero no buscaba nada e molstaba simplemente ido \demivor Yo cei qu haba enters todo lo que le habia dicho, per estabsequiorado [no bia enero una sla palabra Paykin pias al jesuita que no eleara tanto la vor para hablar con él No deja de chocar este vvdorelata conta aceptacin ‘comprensiva con que el cacique escucha, gin el Diario, los largos discursos de Matorras,"y queen ta pintura se muestra len su gesto de brazos abiertos, 39. Dato de tors. pS, “Labs dePauce se pueda ata en Tuco 192 come ‘sat prs ac ia ead ene eines Moco 7-107 dca gor trneks El maruseto rigs do finund Par, we ceaar ‘enelmoneserade ea ears dla aparece dol chu. ase.) Scheie Sege. covet pp a8, 12 Gio ge Ba Cae. Latino. 9p 18. Segin Buca en el primar reba Hares sigs = Paka “one larga confrana sobre os vets de er cms cera : ig | | ave & Mace, so nd un ere Florin Poe Entre plano y paisa) El horizonte de lo escens de la entrevista, igual que en et dibujo de César, estécutierto por vagetacién y persongjes.y nos lleva al plano que s eleva yocupa ta parte central del ien- ze, El rebatimante dz los planos es un recurso clave que per mite incuir en un escenario asta una multiplicidad de ele- mentes. Por ello fue utilizado preferentemente pare reprasentar batallas —come en La Rendlcién de Breda~ yen las vistas topograficas —Las del atlas de Braun y Hogenberg pueden servi come ejemplo. En América, este recurso apare ce en los dibujos de Guamén Poma de Ayala, quien segura- ‘mente lo conacié por va de os grabatos europecs, eral apli- 5 de acuerdo con su particular concepciénpléstics. La pintura dela regibn andina transits receta allernatnas ala perspecti- va albertiana para representar el espacio, de mode que no es raro encontrar el rebatimienta como una de ellas, Presentan ‘al crsianinmo, tea errr dr as de ds hares", Doi do Hsia 98 ch Ii planes rebtides muchas vistas de cludades americanas, pinta as tanto en Nueva Espaia como en Per ‘hora bien, ademés do la uilizacién del rebatimiento del plano, nuestro cuadre presenta otras particularidades. ya que 8 pintor reemplazé el mapa diseAado por César por el esque- ma del campamente gs. Jy 4). Como se sefalé con respacto a dibujo as tlendas tienen el mismo tamafo y no dan cuenta de la distance que as alaja del espectador Lo que Seria, 2p3- rentemente, un punto de vista ausent, es en realidad la suma de todos los lugares, producto de una mirada absoluta que se istribuyeunitormemente sabre el teritorio presentada, inclu indole an un campo de visiénunitario El pintor ubica las tiandas en un paisajee incluye el hori- zonte en la parte superior, transformando el plano del camn- ppamento en una vista topogréfica. Los elementos que com- ponen el paisaje —vegetacién, érboies diversas si marcan [a presencia de un espectador, ya que disminuyen 9 medi (que se acercan al horizante, sobre cuya linea se recortan algunos. Pero, claremente, se trata de un espectador dife- rente de aquel que contempla la entrevista, videnciando un aspecto de la tension entre ts manera narrativa por medio de la cual el pntor esalvié la parte inferior y la manera descrip- tiva del registro centrat# La inclusin del paissje plante ademas, una nueva tensién entre descripeién y narracién dentro del mismo registro, ya que, por una parte, mantiene el caracter presentative del esquema original en (as tiendas y las armas, mientras que por ao introduce las indiaciones espaciales de un panorama El artists logra articular parcial- mente contenida y continente como partes de un todo, uti endo las sombras propias y proyectadas de as iendas, pre- ‘sentes en el dibujo original, en combinacién con detalles del terreno ‘= etnran wits endef cere igura prt eames oncepo dno a 6 ares” pte opal esa secon Ln ‘aM Panboty 6 Scone, 0 cp 19 La rctones dC Sash reper clos maces dee carga apron malar aoa et curation, ob chs p.1, Aeman ew cen ab pede estar contodetrie rape erat dela rgrentcn 465 Mantes 76 sracisne ob tp. ik {0uSl es el espacio que nos muestra la abra? En qué medida funciona, a la manera de un plano, came una descripcién del terrtorie chequeio? hasta qué punto resulta la evecacién de un escenario cuyo sentido es el dele que allsucedis? En dfini- tiva, cen lugar de qué cosa pretende estar al espacio pitérico? ‘Son varias las sefales que nos evan a relacionar el paisaje pintado en Salta con la trasicién ertstica dela regién El folla- je dels érboles, con hojastrabajadas en forma de escamas, a inlusion de pajaros de plumas coloridss, yal detallismo con ‘que es ratado cada elemento, recuerdan la manera de la pin- tra peruana y alteperuana. Dentro de los limites de trabajos de indole general Mesa y Gisbert han aportad valiosainforma- ln sobre el pasaje en ta regién andina, Nos hacen saber que existié une pintura de paiseje come género independiente que '5e practi en Cuzco, ero de la cual se conocen escasos ejem- los“ Lo que ha legado a nosotros es una considerable cant- dad de cuadros de tema relisioso ambentados en licos espa- cos verdes con grandes drboles de folie espeso, araytes 0 Fiachos, flores y pijaros mullcolres, ylejenfas brumosas de tonaliades azuladas, Se ha observado ol caréeter ideal de estos pasajes, en los que a menudo encontramos elementos straidos directamente de los grabados, como edifcaciones con chapiteles flamencos, y el contraste que suponen con el hbitat de los artistas dal virrinalo del Per, sobre todo dela sierra, Mesa y Gisbertariesgan la idea de que estos paisajes suponen “un escape hacia formas naturales ensofiadase int as, come evasiéa de un mundo que era host a sus gustos, intereses y forma original de vida" 7 Gisbert se ha ocupado, ‘ademas, de a relacin entre et paisa pctrica de la regién en siglo nm y certs ideas sobre la ubicaién del paraiso terre- nal en América, ditundidas por Ios escrtes de Antonio Leén Pinel, en conuergencia con las creencias andinas en una ores- ta vinculada con a felicidad que se encontraba en el Antisuyu, ¥ la identificacion de tos eves parlantes con seres magicos, similares alos dngeles.*® beeps de esoyT Bsr. et pp. 208.2 ier p28 1. het Para dirs pararies. La rage de ten catrs z Peralelomente, en pinturas con la imagen milagrose de ta Virgen en advacaciones locale, se hallan representaciones del pueblo sue alrededores, Estas obras, por ejemplo las dedica das al santuario de Cacharcas, muesiran una intencién dife- rente que las distancia de los paisajs ieales, ya que buscan una ideniicacién del lugar donde suceden los milegros y donde se venera la imagen, a menudo tratade con gran deta~ Uisma y con la inclusi de escenas anecdéicas, [Nuestro paisa bascula entre estas dos verlientes, Acude & un tratemiente minuciose de los elementes,indieando (a per tenencia del autor a una tradicién artistica comin a une ampliaregién que incluia el actual Noa. A la manera de los scenarios ideales de la pintura rligiosa, llena el follaje de los drbotes de aves multicaloras y dstribuye sobre el plano verde del campamento una variedad de formas vegetaes. Como tas escenas cotidianas que rodean las imagenes de la Virgen, pinta aquiy allé pequefas narraciones protagonizadas por figuras de hombres y animales. La imagen parece buscar ‘una combinaein entre elementos familiares alas espectado- res y otros que vinculan lo sucedido —la entrevista y las mar- as dejadas en el teritorio— con un espacio particular. Los pjaros pueden implicar lecturas simbslica, 2 la ver que constituyen un lugar comin de las descripciones del Chaco, en las que aparecen earacterizados tanto por su plumsjevis- toso come por su capacidad de hablar" Los érboles se atie~ nen alas convenciones pitirieas andinas,incluyendo as pal- meras, que tanta consttuyen un t6pico iconogréfico jonado con el desierto como una representacién de le vegetacién de la regién chaquefa. La dialéctica entre Io visto Yo sabido acta esta vez pars ancar ta narracén en Un lugar cxistenle, la Cangayé, representado por medio de unversales vales 9 ‘Sc itadeuntpes pj chaste cu agarrbenyptmera= fe taln el cnmenta esa. stars el rte pane rates ssn 195. 237. Pea dieu cont ‘escrit ctnl prersnaturlna delve vee 98 pages de leenes amaony ‘eleaciue Pops anc Nana eos Are Respecto de los hechos anecdsticos que el pintor incluyé en cl registro medio de la obra, indican la utilizacién del Diario come fuente directa, ya que casi todos tienen une exacta correspandencia con él, aunque no hay que descarter Ie trans- ‘isin oral de la alternativas de la expedicin, Descubrimos entre la vegetacion al hombre que lucha con una serpiente: “se viron varias clases de viboras, el cabo Corbalan trajo ‘eniazada una tarde una de mas de res varas do largoy corres ppondiente grueso" 5! Cerca, corre un animal de gran tama, ‘el anta”o gran bestia" descriptaen ol Diario y en su antece- dente, el texte de Lozana.*2 Ala derecha se hallan también los rios benétices, en los que dos paquefios personajes parecen dispuestes a beber oa tomar un baho.® Un poco més arribe, #9 encuentra una laguna, con un pascador y un hombre buce- ‘ando, que ha dsjado su ropa en la ola. Recordemos que, si bien el Diario es escueto con respecte ala exstencia de perlas fen aguas chaquefs, el informe de Matorras a Vrtiz dabe cuenta de ellas, mencionando ta falta de Buzos que recono- ciesan su fondo” El cuadro parece seguir en este detalle los relatos de ls expedicionarios, asf como laindicacién del mapa realizado por César, que mastraba, entre otros pocosaccide tes geogralicos, la laguna de perlas. Su inclusin en el éleo no fs una mera traslacién mecdnica, si pensamos en ta necesi- dad de representar en términesvsualescisrtas calidades par- ticularmente atractivas del terrterio sobre al que se habia avanzado, ‘Muchas de las esceritas funcionan como articulaciones espa co-temporales. Un hombre que hace fuego /los personajes que, etre de las tiendas en la entrevista, se insertan en al pasaie del campamente, suponen rrupeiones narratvas en uncontesto ‘descriptva. Lo misme sucade con (os soldedos que el pintor ‘agrega junto 2 las liandas, Sie dibujo de César ponia ante los fj08 un campamento casi atemporal, delineado sobre una superficie neura, la pintura lo data en un tiempo precisa y lo ubies en un lgar dado, tiempo de la presencie de Matorras y 1. Diode aarp 11 52 fe. 2 Paranoia dl tnt 53 Dare eaters, ph 5k re de Matera Var, 0.3742, 18Pr a MARTA PENHOS ° sus compaferas y el lugar donde el encuentro con Paykin le tio sentido, Diferantes detalles nos brindan nuevas pistas sobre los pro- cedimientos uliizados por el pintor. En su relato de la legada Ge La comitiva mocov al campamento espafiol, el Diario men ciana a un soldado “que estabe puesto de mangrulo” vied que “ee hvisaba por las orilas del Rio Bermejo mucha polvareda’. En el cuadro, el vigla se ubica sobre la cope det ‘ina, en una linea diagonal que atraviesa el registro medio, diige au viata hacia un grupo de pequeias figuras que cabs ‘gan desde al extrema superior iquierdo, Un poco mas absjo, vemos el “chasque”, 2 eaballo con rope colarads, que segin ‘el text legé poco después, “avisando que [Paykin]estabe ya ‘cerce’ 5 Ora vez nos encontrarnas ante una condensacién de Uiferantes momentos de la narracén, La imagen propone un Feeorrdo inverso al dal texto retrospect, si partimos miran= do la entrevista y sus protagonstas, pars detenernas luego en el dosel rojo y notar al centinela, que nos lleva al momento inmediate anterior en que Paykin y sus hombres se acercan a lugor donde esperan os espafols. El espacio panoramico del campamento y todo (o que con- tiene remite al texto del Diario y a su fuente lozaniana, 2 quella mirade abercadora, interesada on describir las ‘iquezas que este paraje prometiaa quien lograre sometert Las largas enumeraciones de vegetales, paces y aves, lz referencia a virtudes curativas de aguas y drbotes, que el ‘crite de Lozano despliega 8 lo largo de sus capitulos y que al Diario de Matorras recage, encuentran su correlate plésti= 9 en un palsaje que en su multipliidad de detalles pretende dar cuenta del espacio chaquefio en términos cualitaivos y valoratives. ‘Prestemos atencin nuevarnente al conjunto formado por et campamento Ia entrevista, En Ia escena de la parte infe- Flor el artista condensé los dos momentos claves del fencuantra: el arribo de Paykin ye inal de [a jornada, indica dd por ia calebracién de su reduccidn y (a inscripcién de la 5. Lo us hacen fete un slag esa puta de cela br un frst ronnie nor, 15, 56 Danese nara. 1 | 1 leyenda y a cruz en ol vnal. Ademés de diferentes tiempos, ‘combiné y superpusodistntas miredas. Al observar el ltime plano det espacio anol que se desarali a entrevista, formado por la vegetacisn de la derechay las tres tiendas que acompa- ‘ian la timida perspectiva marcada por la fila de soldados, 28 ddescubre otro procedimiento complementaro dela condensa- cin. Por medio de un desdoblamiento espacial, la eseena no sucade ya en esa caja poco profunda en la que se insertan los personajes, sino precisamente en el Ambito del campamen- to, Las tres tiendas de campaha que avanzan hacia el interior del cuadro se repiten en aquel paisaje de fondo aparente- mente secundario, que cobra mayor jerarquiey lama nues- ta atencién, al dominar subrepticiamente uno de los eja= seménlicos de la obra. Esta “suma de todos los lugares” adaviere varias capas de sentido: podemos comprenderia ‘como una representacién en términos pldsticos equvvalente a la vista det Chaco de los textos: un espacio vasto, rico en lbundantes recursos naturales, que se muestra en los deta- les dal plano rebate, Pero vs més allé dela plasmacin en imagen de la mirada interasada que observa desde un lugar Privilegiado, al plantar en aquel teritario incanmensurable las marcas de la presencia blanca. La ineercin de las tien- das y demds elementos del compamento transtorman (sves- ‘edad dot espacio chaquefio en la porciin de la Cangayé, poniendo ante os ajas su dominio elective Otra pista nos revels la importancia yal sentido del registro med. La ilacteria que de en forma horizontat la gloria del resto de la composicisn contene un texto que articula ambos espacios. Hace referencia al dibujo de César que sin de fuen- te, al pati “Plan de los Acampamentos"y alare que el éxito de la expedicin se dabié a Ia intercesiin de la Virgen de la Merced y de los Senios Bernardo y Francisco de Paula, reacio- nando intervencién dvina yla eedencia material de a exped- cin. El campamento todo lo que contene: armas, medics de transport, ‘bastimentos", se consierten en et centro de aten- clin, su "costo", mancionade en el itujo de César el motva de festa jeranquizacibn composi. Veamos un poco més de cerca esta cuastisn 10s togros de I imagen Matorr Primera par ° De inversiones y otros negocios como vimos en ol capitulo anterior, tanto el Diario de Matocras come algunos informes de la expediciéninsisten en las bondades y dito de ésta,Brizuela se ocupe especialmente ‘de ensalzar la figura del gabernador, que d el ejemplo a sus ssubordinados Ihace guardia, sale « explorarl, meneja con gran solvoncia stuacionesdificiles (motines y deserciones,yejecu- ta con decision su police reduccional. Sin embargo, otros documentos revelan la existencia de un conflcto en torne al papel de Matorras en la entrada de 1774. Recordemas que el contra firmade con la corona estableca el compromiso de emprender la expedicién para penetraren el Interior del Chaco, lundar una serie de reducciones y asegurar ‘su mantenimient Ea una de sus clausulas cisponia que para equipar de lo demas que sea necessary poner con oe ‘expresadas Armas Doscientos hombres montados en cama fay nacer una nub Poblacion destinads als conversion de los mencionsdes Indios, olcece Vd. (Matorras] dar lademas {ene enunciadas armas) desu propio caudal Doce mil pesos fuertes.27 El depésito de este dinero en la Caja Real de Cérdoba en 1769.5 fue el punto de partida de una serie de cuestionamien- tos parla distribucién de los fondos destinados a la expedicién e 1774, que en parte pueden explcarse por el enfrentamiento de Matorras con su anteceser Campera y con el gobernador Bucarelli, ue moti’ muchos de sus avetores al frente del gobierno de Tucumin * 57 Cd ecere dela Rel Conrad 77, cade Ao Seaton du tes aos sobre Funda dun mse Puls indir enon Pays el Cac, de Sn ean ce Line 2 S08 58 Cara lrna de Matra, Ie rarand 17204 Sea 7-42. [A Galt Abo’ ob pp. 87.38 Bacal a astro Maras acer cage dela goberacién Ely Carpe terpusiran oe cass ‘ontrafqe ts uttnes de Li arts favre Mstores on 77, ‘Ease A Guam, “Cesnme Motors tte congo spatter tli ete Plata. Easy bogie 1,6 Fung, Un abc, [ Matorras se vo obligado, ante la solic de las autoridades reales yvrreinsles, a ustlicar los afs transcurridos entre la firms det contratoy (a electvizacién dela expedicin En una carla al Rey de 1772, argumenta que Bucarll ha retenido en Buenos Aires el armamento que habia encargado en Ca, y se ‘quoja de los manejos dudasos de Campero en la administra ion de las termporalidadesy del rao de sia, ® Puede asegurarse que, a pesar del beneplécito de la corona por los resultados de la expedici, las autoridades locales no se manifestaron del todo satisfachas con ellos, Une cantidad de pedis de informes de a corte o del gobierno de Buenos Airs, cartas al Rey y olros documentos demuestran que durante veinteafos Matorrasy, después de su muerte sus represen ‘antes legales, tuveron que explicar en detalle el destino de los 12.000 pesos.*? Una de las cuestiones que aparece en los docu- imentos previos ala entrada es la puja ene las eiudades dela gobernacién por la administracién de los fondos. En varios informes elevados a Vertiz para decidir sobre el apoye de la lexpedicidn, se establece el uso que debia darse al depbsito de Matorras. Por ejemplo, Jujuy condicioné su acuerdo 2 que parte dal dinero se destinara ala asistencia de una reducciin loba que estaba en malas condiciones. En la dispasicidn que: ‘utoriza La expedicin, Vértiaaclaré que Matorrae debie dar ‘cuenta dela distribucign del dinero “aesla Capitania General fen todas ocasiones..“. 11 Enna mila lo Ret Gren ara goisna de Turn, parcpa areas "Tara atisaconn Qo hae eno’ tanh tes bares estar dea pein a aca doles paces seas oneleneqee apy ama ut. tanuc&einnge TTS {aioe se ecrmnton del rho de inden See tren 3 ‘stra Rei pena, 51-1810, 9-192 £2 wether ir ry {spor ese sparred para un thesia’ vaso ann Slam SP 2 ldorsmentomas esiaraenss con ane ue ev ane Rel Gaul on le frme chaos jade OE Reis Cala Teme 2 je 208, (5 Documentos aqupator ene de 179 Tetimnia de on Peionto ‘el Protects de Natretes sobre a eges de na clamor Fay Votre Casigues gel Gren Grace, pienso Reducion, ob, Sl free wo Se comprende el cele de les autoridades en este asunto, yo ‘que el cost total de [a entrada ve de 26.700 pesos gastados en ‘armamentos, ganado, alimentos, herramiantas yregalos pars los indias la diferencia entre el aporte del gobernador y 2 cia sali dela caja de sisa* : ‘Como respuesta 2 los cussticnamientos, Matorras intents ‘demestrar su buena gestisn financiers al ented la goberna- én, ylasdilerencas respecto de Campero, erumerando y des- ‘cnbiendo en detalle cada una ds os elementos que selievaron 2x la expeicisn Este sosgo est claramente presente one texto de Brizuela: recordemos que al Diario realiza un contrapunto entre Ls intentosfaldos, dos de ellos comandados por Campero, los logos dela entrada de 1774, yhace permanente mencién de [aversion de Matorras "..&cafones de carnpana, armamento y musiciones pare 200 hombres, con més de 2.000 pesos pare ‘quiparos de lo demés necesaro.," "anal establecimiento dela raduceién de Santa Rose de Lime, hebria gastado su SS. mis de 53000 pesos, y en los costos ée armament, caballadas, mules, reses todos pertrechoa de guerra y demas bastimenta, mis de 30,000 pass.” En al texto so elogia “el valor, aabilad yreso- lucién’ de Aris, ai coma “la mas ciege obedencia que tuve Las frdenes de S. Spero se calla su intervencién econémica, que consité en dinero insummos para ta expedicin ‘La desconfianza del gobierna respecta del manejo ecanémico de las entradas parece haberse acenluado en la segunda rita dat sigla sa. Los mangios en [a adminstracin de los aportes personales en dinero aspaces, de os fondos provenientes del Fame de sisa que debian aplicarse ala defense de la fronters,® 14 Aes dela cre, deed atria entrada sou {ener amo, Segnun eto eva Vera eta np ‘hn Saar ongacnan acne lino. sain sito elds prt el J ee erste tate supolenet one ade Rama de Say te ar {atuiod as py yas eee reer en coacelamome ae. 65. ise tsoran oe p16 8 Ieemepp 1-0 19 fe: p15 Sep a Relain do Mbios de Arie te pet 00 (grsis wane 0 peson 0 cabal, $0 rues cabesne 8 Latatun creas on pare cba guts e dele oTctnén, Inpontndese 9 conerce se muss saan eta yabacguecieraan | | | frecuentemente engrosaban los bolsilos de los gobernadoresy su cireulo. ¥3 en 1766, durante el gobierno de Campero, un documento de la corte afirmaba que los gobernadares edi nistraban ls sia “por medio de tesorerosy veedore, sus can- fidentes,f]utlizan todo o lo mas [del su imports. sendo Ia defen de la provincia un pretesto para enriquecerse.© Pocos, ‘fos més tarde, la Contaduria General informaba al Vrrey (que “el Unico espiritu que agite les entradas, salidas, reduc- cones, visitas, conquistas, descubrimientos,fortificaciones y dems proyectos, y lo que es peor, (o que sostiene (a turbu- lenci ¢inguietudes entre aquel gobierno [de Tucuménly us vecinos es el grueso ramo de sisa y su mala vereacién’." Esta situacién llevé 2 Amst a redactar un nueve reglamento, fen el que establecia la necesidad de un acuerdo entre los ciudades para la aplicacién del dinero destinade ala frontera y otorgaba el control de las cuentas a la Audiencis de Chareas. AL asumir la gobernacién, Matorras propuse otro sistema, pero esto no le puso a salva de ae acusaciones por maiversacin. En abril de 1774, poco antes de emprender la entrada en el Chaco, los alcaldes y procuradores de Salta cdenunciaron que Matorras habia sustrad fondos, “poniend ‘uarbitrio sin fionzas la caja dela dicha sisa en las perso- ‘nas de sus adictosyfavorecidos para paliar el manejo que ha tenide de dicho causal”. En enero de 1775 el cabilde de Jujuy también present6 una acusacisn al Rey, en (2 que alirmaba que Matorras se habia llevado la caja a su vvienda yadminis- lraba desde alli a su anloja. Ya musrto el gobernader, en 1776 ta corte embargé sus bienes, “por los Cargos que le resultaron de le Olosa y Fenecimiento de las Cuentae de los tha- soreros particulares del Ramo de Sise de le provincia del Tucurman... Varias causasabirtas por una larga lista de acree- ores en el Rio de la Plata yen Espa, asi como reclamas de 1 Peri Eero ea vase el mantnimiet eos ets oxpusion deta Compati € 0 Acne lramo ge, 7. ip 120130 Martine Tina ea de apes acd etastaseeéyeuicensusropismgncce chen Biss Goarey Imseren 1, Cha i 64, Primers parte Mi una ijastra por su ote, completan el panorama” Ne eral pri= mera vee que Matorras se vela vuelto en problemas 2 couse del entrecruzamiento entre sus cargos pdblicos y sus negocios tentre 1763 1771 se le acusé de dalito contra el estado por aco pio yventade rigoy armas destinadas a a civdad,yporaquelos fafos se negé devover un dinero perteneciente ls hermandad Ge os Dolores, dela que era tescrero."= {Estos aspectos econémicos relacionados con as entradas nos ‘orientan pare esbozar una de las lcturas del cuadio. El pinto. {ue pu haber reproducdo el mapa bien selecionado el dibu- | da tropa, eligi, sin embargo, el camparnento, Ni a informa~ fin cartogratca del teritorio chaqueho nila representacién feaquematica de su penetracién y contr, sino et compendio ‘sual de las baterias con que Matorras contaba, es decir su inyersin, El sector meso, con su tratamiento en el que se com= binan diferentes modalidades de representacién,expone pers amente el producto de a inversion, una de las claves del éxito de la empresa. Esta parte de la obra, cuyo lugar central no es atbitrario, habria funcienado como una puesta en imagenes de las strategize revindicatoris desplegadas por al gobernadory luego de su muerte por sus allegados, para afrmar sus derechos, poderes y contra sabre al teritoro del Chaco, eintentarconjurar los juicios adversos sabre su gestion. El autor del Diario hebie apelado yo al reconceimienta del gobernaor, poniendo de relie= ‘ye en un solo pérrafo su generositad y desprendimiento, Segin Brizuela, alas aciones de Matorras ol Rey responderia premiando también la cristana conductay plausible celo del Se Gobernaor que, 4 expensas desu caudal, con ejemplo onstancia de cuantos hemos visto sus operaciones, ha con- seguido fuerza de inmensos gastos, cuidados y desveos, el. ddaseubrir mas de 80 legues. en que no hay memoria que hayen transitao les armas de nuestro CatSlico Monarca, Cerlos Il, Rey de Espana: extendiendose su liberalidad & tos sy, ecesone, 758, 3 Se aman ura le docamants qu 2 Ira ec cand Tana Papen oc ndadegg Rebel or avmathegoar: Foner Ura cos ‘rena srtanny oa taaten Suenos rea es del poids cen 20m. 88 Bic in rmayores obsequies para grangear las voluntades de estos ‘rharas naciones;provayende de abundanteswiveres, ropa, yfode o demas que han necesitado, todos cusntos han teni= oa honresa gloria de acompafare,remediando su carided Piadosa las necesidades do todos”? or medio de sus propios mecanismes pictricos el cuadro acompafa el sentido del Diario, ycontraiciend las fuentes docu rentals, nos muestra ol aspecto material de la entrada como luna de as vias de legitimacin de Matorras, Pero noes la nica, {Autor o autores? ‘Yavimos que a dimensié relgisa, parte sobresalient de las ‘empresas de conquitaycolonizacin det Chaco, fue representa- {dade civarsas formas en textos e imgenes, Nuestro cuadro nos ‘2pela e nuevos interrogantessuscitados pore registro superior, la gloria. {Qué relaciones se establecen, a pesar de la dvision marcada por i acter, entre esta parte dela obra y e esto? UNE elecciones y seleccones implica esta seccién? ZEn qué edie contene otras claves deinterpratacibn del cuadto? La Virgen de la Merced con el Nifo ocupa et lugar central. flangueada por San Bernardo y San Francisco de Paula. Las tres figuras se hallen envueltas en nubs. cabectas de ange les rodean ala Virgen, mientras que dos angeles rubicundos ‘acompafian a los santos y llevan algunos de sus aributos.’* Otro angel sostiene la filacteria, asomandase por encima de ella al espacio terrenal del campamento. Es un tépico de la bibliografia que la parte superior del dleo permite vincularto con olras obras atribuidas a Tomds Cabrera, todas ellas do tema raligioso. Ya Trostiné anotabe que seria la dnica parte 173. Dare de Matera. pp. 152-158 7h nto cor apeniad x acronis eenogra asin ‘Er Berge con cate cy el Cor brandon Ses ‘user coraan ane eps Engel les ne rie yan els Ciao lovete ac apes ig aa mito on care pe kan rans dP specs cen omar er yetslcais alas rites pec. easel nar Sehonanm obese vp i914 C0405 é e 108 ‘completemente orginal’ del pintor, dada le dependncia del resto de a obrarespecto dels dibujo de César, y ques atin- {ue mas particularmente su meno comparanda esta obra con las piezas conocidas de su produccién’. En ralaciin con una Virgen del Merced entregand el escapularioa San Pedro Nolasco, firma por Cabrera en 1785, Tostngindicabe semejanzas en el tratamiento de es patos y “las mismas deiienciae en el cbujo e as manos yas narices" Gori y Barbier, por su part, idan- titearon varias obras de artista, aportando ademas, datos eabre su vid y su actividad: Cabrera habria nacido en Salts hacia 1721 1 murs en 1801, alcanzando ciertanoteriedac. Seginconsta en las actas captures dela cud, en 1789 ue nombrado maestro mayor de pintura. Estos autors enumeran come de mano de Cabrera una imagen de bulto de Sen José, con 2 firma, en el Pilar de Buenas Aires, de 1782; (a pinlurafrada dea Virgen de la Merced, y una Piedad de 1786, aderndz de una Virgen del Rosario pinta y varias imagenes de vest realizadas con pasta yy tela encolada. En 1795 encarné la Virgen del Milagro de lo Catedral de Satta, dejando su firma en una inscripeién en el pecho dela figura, En 1801 aparece encargade de retocar imége- nes para la iglesia de San Carles de las Valles Colehaquies Debemos considerar. ademés, otras pinturas atribuidas 2 Cabrera: una Virgen de Rosario en ia iglesia de San Francisco de ta capita jjata, une Virgen del Carmen en aigisia de San Pedro fen esa cudad,y dos con a primers iconograiy otra de a segun 4a, todas enol Museo Sobremonte de Cordoba lig 9.” Seginde Angelis, ena Entrevista... rma de Cabrera estaba lela cartels abajo a la derecha.” Para la época an que Trelles tv cuadro, ya no ra visible, to ism que la fecha complete Ie Angelis] lo atribuye at pincet de un Toms Cabrera, cuyo 175 RTs, Tomé Cavr. Pinta cll sate, 10.96.79 1 Aeasemip Hasan te Seles Aree Pattmone Arie. Invenio oe Benes Mee Pronto St 198 10-1 Aeaera Inopteraen osroz ren Wah 9p. 58 ems coochni s sursowmiens yess 76 Poe sagt orale de Char’ en ecto amen Four Ts Cabrera gun dt sari con San ransizsy Sunt ‘Dominga Mors Sevan, Caos gra Primera pare | Malotras 6 os togros dela imagen 18 nombre tal vez lo tomaria del cuatro antes que desapsreciera fel lugar en que indudablemente estuvo principiando la ins cripcign siguiente que se lee trunce en el éngulo inferior dere tho del cuadco: {frma?l pist in Urbe Sattensi; anno DM Mllesimo septinigesimo septuageno quinte””® Partiendo de ‘estos datos y de acuero con el erammen de tas obras relaciona~ das con Cabrero, es posible apuntar algunas observaciones y Plantear varios interrogantes sobre la intervencién del pintor salteno en la ejecucin de a Entrevista. Sinos atenemos @ la Virgen de fa Merced, que por su icono- rata se acerca a la parte del leo que estamos considerando, se trata de una obra de menor calidad que la Entrevista... cos8 lvidenteen la figura desproporcionada de Pedro Nolasco, cuya posicién resulta ademas algo forzada, El mismo Trosting adm te que el colorido es “inferior” al de nuestro cuadro® Estas diferencias se acentan respecto de la otra obra mencionada por el mismo autor, una Piedad, que incluso no parece de la misma mano que lade la advacacién mercedaria. Entre otros detalles, el resto de la Virgen difere, no sé del dela Merced, sine tambign del que Cabrera piné en otras obras que se le atribuyen. En estas se repite la tipolegia de cara redonda con mantén fino, boca muy pequeia y pérpades entornados, que responde al canon andino vigente entre la mayor parte de los artistas dela regién en ol siglo x1 La Virgen dela Entrevista. también responde a este modelo, tan difundide que por si sola no puede considerarse un elemento para idenificarel estilo de ‘un artista, como nolo es tampoco la afcutad para resolver las ‘manos o (a forma de tratar las nubes, que encontremos en Gran parte dela pinturaandina en el periogo. Por lo demés, las pinturs relacionsdes con Cabrera repiten temas iconogréticos on muy pocas modificaciones —distintas advocaciones de la Virgen, a veces con santos~ indicando une preduccin serada dentro doa que cada obra est resuelta a pactr de un reperto- rio limitado de recursos: paleta de rjes, azules pardos, ade- 7 Tras, bc, 13, En au transcrip 6 ec carla, Crt reps esis leenda, con fs rsmos fantes Monsen Icaegraphe, Pass, cds, ipa, uss cstnbres lagen, T2361 14 pe hetatent a cmuns depres ete trump ares Rinse siciiancinaaitiia mis de negro y blanc, figuras tpolégicas, espacio neutro. Lo \vestimenta de la Virgen es trabajade con cierta atencién,siben 126lo un ejemplo presente movimiento de pafos. Este tipo de ‘obras que repiten modelos, con escasa huella de una participa ‘lén individual, nos penen ante uno de los problemas ms int resantes de la pintura sudamericane dl periodo colonia, el de las atbuciones. ‘i cansiderames de une misma mano —la de Cabrera tos bras mancionadas, en comparacién la glria dela Entrevist. se presenta coma una pintura de mayor envergadura enlo que ata al dibujo, al colorido yale luz. Ya Gori y Barberi notaban ‘que, 2 pesar de ser la primers pintura conecida que se adjsi- ta al saltefo, no puede penserse como la primera obra ealiza~ por 1.9" En 1775 Cabrera era un hombre de ms de cin- {cuenta afos y no podria haber abordado un encarge de este carécter sin una experiencia anterior esulta un hecho curioso que el pintor yescultor de imége- nes raligiosas sea ol autor individual de todo el lienzo que, sin lugar a dudas, pertenece a un género dverso y muy peculiar, ‘Ademés, hay que preguntarse cémo es posible que, lejos de Jnerementar en sus obras posteriores la calidad de composi- cidn y ejecucién, ya bastante alta en la Entrevista... Cabrera haya mermado en forma lamativa su dasemnpeno, A falta de respuesias precisas a estos interrogantes, otros datos que se cconocen sobre la actividad artistica en la regién yen Salta en particular, pueden ayudarnos.a aproximar algunas pists. Es eabido que, desde finales del siglo, el aumento y dive sificaciin de la demanda de pintura en la regién andins motivé la prolifracién de talleres en les que, bajo la direccién de un rmaesir,trabajaben oficiales y aprencices que posi legar 2 decenas. Grandes encargos del clero regular y secular, asi ‘come demanda de pintura devecional por parte de una arpa variedae de comitentas —funcionarios espafioles, miembros de {a elt cilia, colradias,curacasy madestas parroquas- eran salisiachos por media de une produccién seriada que segule procedimiantos de division del trabajo Los tllres ms impor= fantes funcionaron en Cusco yPotesy abasteceron, gracias un Mluigo comercio de imagenes, alas ciudades de actual teritorio sat Sata bop Matorras 6 lor logros de is imagen Primera 10s Marra PeNios 10 ‘argentina. Enel siglo xm, comitentes del No, Cérdoba y Buenos Aires encargaron obras a los cenros de Petty Alto Perio que ‘marca tendencias muy acusads del gusto? Pero también se desarrollé una sostenida actividad artistica fen ciudades de menor importanca,y noes sorprendente que en el ltimo tercio deciochesco Salta funcionara come centro proveedor de imagenes para otros sitios de nuestra actual territario. Gory Barbieri han establecido que contemporsnea- ‘mente trabajaban en la capital de la gobernacidn de Tucumén varios indviduos de apelide Cabrera lara, autor de una cabe- 2a de Jess Nazarena frmada, y que también habri sido pin- tor: Francisco, imaginero activo a princpios det sia a y Miguel, quien firmé un éleo en 1780. La dispersin de ta obra ‘conocida de estos artistas nos leva ala existencia de un taller familar dedicado la preduccién de imégenes pintads y de bullo que abastecia a una zona bastante amplia.s* Si agrega~ mos la tarea de Tomés como “restaurador” en la Catedral de Salta y en San Carlos tendremos un panorama bastante claro Ge a actividnediversiicada de estos tallees. Es ligico que siendo el de los Cabrera el taller mis impor= ‘ante de La cided # se hubiese encargado a ia realizacién de la Entrevista. Pero ain pensando en Tomés como el “autor” {que concibié frm la obra, no pedemos dejar de considerarla Pattcipacin de varias manos. Un examen atanto basta para ‘comprobar as diferencias de ejecucisn entre eltercio superior yylaseccién terrenal, aunque a primera vista el cuadro presen- te cera unidad. Se mantisne entonces la ineégnita acerca dela calidad de lo obra, que la diferencia de las otras salidas del nsuanariea yr) MesoyT Geter opp. 201-208 A uray Parkas, Lasinspees ene pends coon Eta la deen are 15, Sa, 0.0.10 Be at descr my ind rc orgs Swrminte un "Migual Angst american’ un ste de ater, ectar, rte ptr fal en das pres ha pte sumang” Las obras qu Srieno nombre San lus prebaimen Ue 4 hajonporedo onl lerverola ge 1964, Vase Recuerdos de Provincia 1, Se conceded 2 Felipe de era, autor de un cus de Ding festora cn ne eit on Sas eT aes eae ipanarians de snes ce) si nn at nenittnauaarmenici atc / | i | | mismo taller Sea quien haya sido el comitente el propio gobernador 0 alguien muy allegado a él, el encargo estaba Fevestido de un carécter ofa, lo que seguramente leé alos “artistas a poner especial cuidado en su ejecucién. Y no hay que ddescartar Ia existencia de algdn artifice que sélo haya partici- ado en este deo, aportando una atencién particular en delo~ les de acobado que estén ausentes en las demés pinturas rmencionadas. Es decir que, 9 despecho de una historiogratia que insiste en la autoria individual de nuestro lenzo, hay que interpretarla como una obra colectva, propia dl sistema de produccién de imagenes vigente. Ademés, es necesaria pensar las seleccio- nes de material, as decsiones compositinas las intencionali= ddades implictas como intervenciones de varios actores.Lo que ros leva al papel de los comitentes, Se a afirmado que el sobrino de Matorvas encargé Ia pinta. Trallas le da una par- Uiipacign activa en la realizacin dela obra {Gertnimo Tomas] we parte an la confeccién de un cuadro a. Glee representande sl campamente de la expedicién, con el episodio de Ia entrevista, ‘ribuimes una eolaboraciéo muy prinelpal en la composicién {al cuadro al captin Matoras, porque la firma en et éngulo inferior inquierdo, en esta lerma: Hiéronimus Thomas Matoras, scrisit No deja de ser sugerente esta inlerpretaci, si bien, como indica Trosting, ta intervencin del sobrino pudo limitarse = tescritir las leyendas, o 2élo a redactarias. Come vimos, tal ‘ez tambidn otras intagrantes de a expedicidn twieron alguna participacion en el éleo, come César, Cantilana y Lapa, spor~ tando informacién y pasando en al talleF de los Cabrera, Por ‘otra parte, 2s posible que, deregraso del Chaco, una persona allegade 9 Matorras como Gerdnimo Tomas quedase a cargo de 84 Wat sgulate de a etravt, 715, eatin Gesinne Tie Nasa, bin del gobarnador td asuengs etre hoe tere cadre lo comomortdo el hecho" Be el Car 8 Inde ob MARTA PENS mm superisar ta ejecucin dela pintura, ya que al gobernador habia pasado. las reducciones de a frotera para cotinuar-las mejo- ras edilicas iniiadas antes de la expecieién®” De hecho, lo muerte o sorprendié en la misin de San Joaquin de Ortega en ‘octubre de 1775, Sin embargo, la idea y concepcin de le obra seria del propio Matorras quien, hombre de su tiempo al fn, parecia conocer yuilizarconvenientementecertascapacidodes de las imagenes, lconogratia, devociones y funciones de la imagen En este punto debemos preguntarnos acerca de las elecio- nes implicadas en la iconograia de la gloria, Sin lleger a ar= ‘mar, como Trosting, ue esta parte es ‘original’, es certo que para su realizaciinios artistas ycomitentes no contaron, por lo {ue sabemes, con una fuente visual similar a los dbujos de Cesar La presencia de San Bernardo de Claraval se explica fécil- mente, ye que el abad dol Cister era patrono de Salta, donde ‘sti un monastrio bajo su advacacibn, Dentro del recorrido ‘eligiono marcado por el Diario, la noche anterior a la egada 4e Paykin, Matorras “dio por santo al Glorioso San Sernardo, patrén de estos paises del Chaco’, geste con el que se incorpo- ‘aba el teritori chaquetio ala provincia del Tucuman, que Arias, ‘2cept6 con entusiasmo “por la devocién que le prefesaba’ * Esto queda referzado al nombrar“Potreros de San Bernardo” un paraje cercano, sefalado ademés en el mapa de César” No sorprende, entonces, que su igura se hay trasladade a enzo, formando parte de dmbito celestial. Mis problematica resulla la presencia de Ia Virgen de ta Merced y de San Francisco de Paula, Nuevamente, es st Diario ‘vel que nos provee depistas acerca de las inclinaiones devocio- Sores ora Metra en sagas reduces ora, vane ein urn yao de een Sane Ee suoarcmaens ness pps por ae, 0. Dario de aaras 08 p12, ep. 148 Enel apa lugar le te, | rales de los actores principales de le entrada, Ademss dela pre- ferencia ga Aria por San Bernardo, Brizuela nos die que e 16 {de julio emprenden la marcha “despues de habornos encomen- ddado a Nuvstra Sefora del Carmen, por ser al cia en que se colebra su festvdad”, y que los expedicionarios celebraron los dias de San Pedro y Santiago, asi como manifestarop especial ‘yeneraciin por la estola de San Francisco Solano, Sabemos, ‘dems, que probablemente la imagen de la Virgen, bajo la ad- ‘Yocaciin de lo Divina Pastors, haya estado prosente durante a entrada, Matorras manifesté constantemente su devocién y su com- promiso can la conversién de los chaquefios por medio del uso ‘de imagenes. Por ello a parafernalia visual que acompan la fapeciciin. A nuestro personaje se lo considera “un caso fercepciona” entre [os funcionarios del Ro dela Pata “por st sficin a ae bellas artes” Es cierto queen a documentaciin se evidencia su actitud de Irance confanza en los poderes y funciones de las imagenes en los tbrminos dela cultura barro- ‘a iberoamericana: importantes] instruments de transcultu- ‘cin, vehicules ge transmis de jorarquas valores plasrne- im visual de una concepein dl mundo” que, prverionte de Europa, sufriéelaboraciones y resigificaciones en América. Sabemos que al llegar 2 Buenas Aires por segunds vez, Matorras trata, ademas de la imagen de [e Divina Pastora, un ‘San Martin de Tours de bulto para donar a cabilde portefo.* ‘come agradecimianto a la ciudad donde habia sido alféez real yalavee parte de sus estrategia para seguir escalando posi- Cones en el gobierno colonial. Matrras, ue habe hecho fortu- na gracias al comerco da “géneros de Casilla” y ala dotede su ‘matrimonio, no eseatiné esfuerzos en demostrar su posicion 2. Tare Reals, “Un evade." ot 9.78 Braco y Tuco rept fate Cancterico, aunque anrecomiands "ells we Ser Parc 9 ot p20 (2. arty Pens. ob ct. 1 aweRabr de oslo yArmameta gue Op Gerenne Moras ‘cra yas Rel Bars Ayer tone cons ier cored rt ‘ona ae Prove dt Tcionan Gel Roa el Peru estado oe Gros tomberoon dle Indios ue tata le Paes ct gran Chaco ‘est cotanes a he Prownc an Catsogo acres sreodetndas Seva treet do pin eget ‘Sie ret 1901-2 wa MARTA PENHOS: nto de a sociedad de Busnes Aires. En su Relacéin de Méritos se puntualiza que en 1759 pagé de su bolsilo la limpieza dela imagen del patrone de a ciudady repuse las piezas de plata que le faltaban, Alf mismo encontramas datos acerca de su partic Pecidn en festvidades en tas que et despliegue de elementos, visuals er clave pera transmit eicazmente los mensajes paiticesyreligiosos sacé dicho Estandarte[Reall en la proclamacion eS. M. Feinante, @ hizo la proclama en ses distintas parages, y con ‘tanto lucimlonto en es actos pibliosyfuncones, queen tales ‘casos se ojecutan, que no dejé qué apetecer & todo aquel vwecindario, yal ureroso concurs de forasteras que concu- ‘76 elas: manifestando su generasided y esplendidr,cos- tedndolas de su propio caudal y sin recibir ninguna ayuda de costa, sole poral ardientecelo con que tributaba sus obse- |quios tan eleva Soberano, pues cedié la ciudad todas las ‘méquinasy adornas que con este motivo habia cstesdo, fin de que sirviesen an las solemnidades del Corpus.” ‘Adoris, para la proclamacién de Carlos, Metorras acon cioné su propia casa, de manera que se integrase alas ara tecturas etfimeras instolades en los espacios piblicos. Modificaciones en el recorrido de la casa, profusién de orna- ‘antes yuna galeria de retratos de los monarcas esporoles”® formaban parte de esta iniclatva quo lo muestra paticlarmente ‘compromatide con la maquinariabarroca de la representaciény Ia autorrepresentacién ‘ay mas indcios dela personaidas piadota de Matorrasy su relacign con las imSgenes en sv actividad como tesorero de la cofradia de Nuestra Senora de los Dolores y Sulragio de las Bencitas Animas del Purgatorio, creada en Buenas Aires €0 1750, Para ella doné una imagen de la Virgen de los Dolores que hz traer de Cadi, de tipo de vestir. que reproduce la que se veneraha en Ia hermandad de a ciudad expafola, y aporté 5. Rolain de Mstosy Snide Cano Matera dlr eae ‘dod ee Bueos: Ares, ens Prone del ase Pla sen Pe Angels ob ct 136 9. croc une dese as rage dla con Matar Dewues del abc de Buona reo 9. ‘ademas una diadema, un toile para aseguraria, un corazéay os escapularios, todo de plata Sus prelerencias devocione- {es se orientaban claramente a dos advocaciones marianas, (a e los Dolores y la Divina Pastora, En los documentos vincula- dos con su sucesin se encuentra una raxén de biones que ori inalmente le pertenecieran y que habla legado a su esposa, All figuran, hen dos quadros grandes el uno can su marco en parte dora do, yl otro de media caha su adbocasion nuestra Sofiora de las Dolores que tuvieran de costo treinta pesos ten dos retrats del Sahar On Carosterero con sus marcos lores, pntedoe,y oto de la Reyna Maria Amalia que os taron 4 quince pasos hen ote dela Divina Pastora sin marco su costo quince pesos Then quatro laminas pinture Romana con sus marcos madera de evan en cien pesos cada una rece, entonces, a incégnita acerca dels eleccién de Maria ‘en la advocacién mercedaria para la parte superior del deo, ya que no se encuentran relerencias a su veneracién por parle de Matorras ni de olros miembros destacedos de la ‘expedicién: el franciscano Lapa levaba por guis en su entra- da de 1776 “6 la Purisima Concepcion de Maria Sma, al ‘Arcangol Sn Miquel, & Nio. Pe. S. Fran.coy 8 Sn, Antonio de Pada.” Mientras mantenemos este interrogant,sigamos consieran~ doa relaciin del gobernador con las mgenes, También pare la hermandad de las Dolores, Matoras hizo traer de Espa otros ‘elementos, como “cien escapularos para. uso de los hermanos hermanas, cien estampasy cin isos de novenas, uns medalla de metal, seis mas pequeris y 18 medallas de plata", donacién fue constituyé un importante capital econémico y simbélico 17 arse A Riters y HSeheone, Late dee imagine eR Pats, 9 529 Fageean, ob cp 1 vase "aon des es gue Gernimo Motors do 92ers Nanuet fe Larazibay que mame eposs ae 5 ae Irena con su especies pecs aan Scenes, TID. 6, Fteratecercernens lost eels ees p37, MARTA PENNOS: pore te cotradia. Es interesante detectar la multfuncionali- dad de estos objtos, que encontraros afos mas tarde como parte de (a paraternalia visual desplegads en la entrada al Chaco, Junto eon Cantillana, Matorras también se preacups particularmente de dotar de imigenes y omamentos alas ite Sins de las reducciones de afrontera, ‘para maior cultoy vene~ ‘acion @Dios nuestro Sefor a los Santos] parala devotion de {os Fetes." De operar como vas de demostracin del pres- tigi social enol rbito porte, imagenes y abjetosreligiosos ‘pasoron a ullizarse coma instrumentos eficaces en la conver= sién de los chaquefios, fciltando el dominio de su territory coneolidando la poscién de Matorras al frente del gobierno de Tucumn Este recorride por aspectos de a personalidad del goberna- Gor contribuye caracterizarla mas como un intligente pro- ‘motor del uso de imégenes y de sus diversas capacidades que como aficionado alas bellas artes" Por otr lado, prablerati- za.ain mis la inclusin de la Virgen de la Merced en lz pinturs Paria penssrse en una relacién entre la imagen pintaday el papel de los mercedarios en la evangelizacién del Chaco, pero no existen muchas pistas al respecte. Desde finales del siglo 2, el actual terrrio argentino quedé bajo la provincia merce- daria de Santa Bérbara del Tucursén, separada dela de Cuzco. La onden de ta Merced, que tenia por objetivo principal la redenciin de cauthes, fund entre 1711 y 1763 unas pocas misiones en los mirgenes del rfo Salado, que no prosperaron, yytom6 bajo su cargo algunas reducciones que haban sido dela Compafi, como las de San Jerénimo y San Javier, esta sltima de mocou Esta actuacién pocarelavante de los mercedarios wn tel aspecta misional se cantrapone con el aumento de la devo- cidnde Nussira Sefora ds la Merced en ia cludades de norte, notable durante et sgt wi? Ya hemes visto que Lapa y Suarez de Cantillana fueron los rmisioneros de la expedicién, de modo que no hay vinulacién 100, Fopetan op. 101 ler al et reel Goer a Very et Peri Gnbetnader de Sto Brea ae es ors Spl 173, a, 102 Weae Tle, Ets Natncos Princl Mere de Sone Bare ‘tesa 100 a 1 Tt ae directa entre la entrada de 1774 y los mercedarios. En 1780, para acompafar I entrada de Arias, os mercedaros propusie- Fon un cura dectrinero,"® aunque nuevamente esa tarea lo ccumplieron Lapa y Cantilana, Un fralle de la orden de le Merced, José Bernardo Scena, se adelant6 alos expeticiona~ ‘ios, pero pronto se pardieron nticias de 6" ‘Nuestro misterio iconogréfico permanece sin aclararse. Es ‘bvio que los comitentes no pudieran haber dejado al azar un factor tan relevante de la obra como es la gloria. No olvide- ‘os que la inscripcién en a flacteria asegura que el éxito de la entrada de Matorras se debi “aa intercesién” de las figu- ras sacras.:Por qué no se eligiSala Virgen del Carmen, cuya proteccién se invoca durante la empresa, o 2 algunas de las advocaciones prefeides por Matorras? Oe Angelis asegura incluso, que ot dela Divina Pastora “era el nombre que debia UWevar to nueva provincia del Chaco". El problema quada abierto, y quizds haye que volver a prestar atenciSn al papel de Gerdnimo Toms, quien intervino en as inscripciones del cua- droyya quien encontramos también a carga de los textos que se esculpieron en tas iglesias fundadas por Arias. Tal vez la explicacisn de la presencia de ta advocacion mercedaria sea simple, por su relacién con las frnteras y la lucha contra los infclas, De hecho exitian en nuestro actual teritorio une serie de eontuarios en sreas limiroles. Enel cvadro, la Virgen dela Merced significaria la avanzada del crstianismo en terras de infeles, incluso la redencién de los chaquefos,cautivs de su propia renuencia secular a aceptar laf cristana, La otea figura del espacio celeste es San Francisco de Paula, que en principio también resulta una eleccén curiosa, sobre todo teniendo en cuenta el protagonismo de San Francisco Solano en tos textos, con el sjemplo desu tarearisionalyla veneracién desu estola. La imagen de este santo, frecuente- 104 Vése Dare de is, ob tp. 1428, Teed, ob hp. 26-285 9 23 tos Pde gee ct 104 “Cdesecamiresepureiaumbralad de apuna rinepa deacon Ua ensuite seas ners Domos Os Sr pos en Aad OL Son Bernsen ever Se rset ergo url Soar Coronal. Comandante Genes. Fenescs Gating Nas ent por beset Matar Dine Aas ct 78. le Matorras 0 os logros de Is imagen mente representado entre indios, hubera resultado, sin duda, tina importante legitimacién de la empresa de Matorras. En cambio, aparece of fundador de la orden de los Minimos, recordado por su huritdad y la disciplina que impuso a sus seguidores.™” La devocién de San Francisco de Paula estuve ‘muy difundida en Sudaméria, donde se encuentra gran centi- dad de imagenes de bulto y pintadas. Este carScter popular, derivado de la pobreza en la que via et personaje, que perm tia 6u identficacign con ampli capas de la poblacin, tal vez hhaya orientado a los comitentes a incluelo en el enzo de le Entrevista... dems, nada menos que una hija de Paykin fue bbautizada, durante la expedicii, con el nombre de Francisca dde Paula, seguramente en alusién a la condicién humile de los nedttes 0° Pero ademis encontramas una asocacin entre ambos santos Franciscas que pudo haber funcionado als hore de componer la sloria. Por un lade, al nacido en Packa de Calabria se le reconori- an dones profticosy virudes taumatirgicas, Por otr, Lozano imenciona tanto la incansable taree desarrolada por San Francisco Solano y sus intentos en el Chaco, como la existencia

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