del cual queremos escapar, para tener un destino distinto y as tanto problema evitar. Problemas que a diario nos aquejan, decisiones que debemos tomar, las cuales en nuestro actuar se reflejan y a veces estas nos hacen dudar. Porque no sabemos si es la correcta, no medimos sus resultados, nos conducimos de forma incorrecta pensando con el hgado cuando estamos enojados. Entre el cielo y el infierno nos sentamos, no meditamos lo que hacemos, soluciones prcticas encontramos, aunque a veces herimos a quien queremos. En esos precisos momentos la razn no es parte de la conciencia, cambiamos nuestros nobles sentimientos por oscura y absurda negligencia. Nos transformamos en seres irracionales, no escuchamos lgica ni razn, nos dejamos llevar por sentimientos bestiales, nos importa poco el corazn. Se olvida que se cosecha lo que se planta, y que nadie es dueo del futuro, la bilis nuestro pecho atraganta convirtiendo en pual an el ideal ms puro. Se requiere ms que nobles intenciones o palabras dulces al odo, no es necesario tomar rusticas decisiones, cuando un actuar bien consensuado ha sido. Claro est que existen ocasiones en las cuales debemos actuar con firmeza, pero en tales situaciones no olvidemos conectar bien el cerebro a la cabeza.
Angel o demonio puede ser nuestro corazn,
dependiendo la actitud que tomemos, si hacemos uso o no de la razn, su resultado con el tiempo lo veremos. Cierto es que errar es de humanos, pero nunca debemos de olvidar el ser sinceros y no villanos para que nuestros actos no nos vallan a avergonzar. <a href="http://www.safecreative.org/work/1209172358271" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><img src="http://resources.safecreative.org/work/1209172358271/label/bar code-150" style="border:0;" alt="Safe Creative #1209172358271"/></a>