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DIETER NOHLEN q © SISTEMAS ELECTORALES Y PARTIDOS POLITICOS Ee] ICESI BIBLIOTECA INULIN 075206 ae FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO V. REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL Una conceptualizaci6n sistematica en nuestro campo de estudio no puede desvincularse de realidades y experiencias hist6ricas concretas. Se enfrenta no s6lo a la contingencia de los fenémenos que se analiza, sino también a un trato cientifico diferente segtin paises, culturas e idiomas, que se expresa en una terminologia ae estilos propios. En inglés, la gran alternativa de sistemas electorales se discute en términos de plurality systems y proportional representation. En aleman se distingue entre Mehrheitswahl (recht/-system) y Verhiiltniswahl (-rechi/-system), trade ciones que no corresponden al inglés, sino que constituyen, con mati- ces, términos propios. Asi, el concepto plurality system es mas concreto, dado que indica la mayoria necesaria (pluralidad de votos), mientras que el concepto aleman Mehrheitswahl es genérico y no desagrega el tipo de mayoria que se pide: puede ser la mayoria absoluta o la ma yorfa relativa o simple. Sin embargo, una traducci6n palabra por pala- bra (plurality system = Pluralsystem 0 Pluratwahl) conduciria a una equivo- cacién, dado que la Pluralwahl, en la propia historia electoral de Alemania, evoca el sufragio desigual del siglo XIX, el sistema de votos escalonados segiin el estrato social. Problemas parecidos ocurren con el castellano. :Cual es la traduc- cién mas apropiada de plurality system: sistema de pluralidad, sistema de mayoria relativa? Esta tiltima solucién corresponde a la alemana: relative Mehrheitswall. ¢Cual es la traduccién mas apropiada del concep- to Mehrheitswahl (representaci6n por mayoria) y de Mehrheitswahlsystem (sistema mayoritario, absoluto 0 relativo)? Lo primero indica mas bien el principio (de representacién); lo segundo, su materializaci6n como sistema electoral concreto. Seria posible —como con el idioma ale- man— colocar la gran alternativa en el campo de los sistemas electo- rales en un mismo nivel terminolégico: representacién por mayorfa frente a representacién proporcional o sistemas mayoritarios frente a sistemas proporcionales? La terminologia en uso en ningiin caso es estrictamente légica, sino contingente. Respecto al idioma castellano hay que tomar en cuenta la considerable cantidad de paises donde se habla esta lengua. Detras de lo que se entiende por ciertos conceptos en politica, se halla a veces toda una historia nacional —de conflictos y compromisos que lenan 0 92. REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORGIONAL — 93 modifican el uso colectivo de los términos de comunicacién en estas sociedades. En nuestro campo de investigacién a menudo no existe coincidencia en los términos basicos, como votos vdlidos. Y las estadisti- cas clectorales que documentan los resultados electorales suelen no basarse en los mismos criterios para calcular los porcentajes. A esto se agrega, estudiando Europa y América Latina, la mayor complejidad en esta ultima en el uso de conceptos para diferencias politico-institucio- nales (s6lo se considera este ambito de diferencias y se dejan de lado Jos aspectos evaluativos). El tipo de sistema politico influye en la seman- tica, 0 sea, el elector tiene un voto, es inequivoco en sistemas parlamen- larios pero no asf en sistemas presidenciales, porque cuando coinciden las elecciones presidenciales con las parlamentarias puede significar que el elector tenga un voto para elegir cada érgano (es decir, en realidad tres votos) 0 un voto para elegir conjuntamente los tres érga- nos (voto simultneo). ‘Todo esto hace dificil la labor comparativa. Una tarea imprescin- dible es procurar la correspondencia de términos y datos; asimismo, constituye una tarea para las traducciones de un idioma al otro, En el capitulo que sigue, el problema es atin mayor. Se trata de sistema- tizar nuestro saber teérico en materia de sistemas electorales, materia en la cual no existe en aleman ni en inglés ni en castellano ni nacio- nal ni internacionalmente la coherencia necesaria en los términos del anilisis politologico (véase Nohlen, 1996) PROBLEMAS DE DEFINICION Y CLASIFICACION Hasta aqui se ha acentuado que para el debate acerca de los sistemas electorales y sus efectos politicos es imprescindible tener conocimien- tos sobre los detalles técnicos que configuran los sistemas electorales; pero varias de las equivocaciones y distintas valoraciones resultan de la falta de un marco tedrico generalmente aceptado y de una unidad conceptual. Arend Lijphart (1987, p. 101) habla con razén de “con- fusiones terminolégicas, que caracterizan la literatura sobre sistemas electorales”. Por cierto, existe la diferencia fundamental entre representacién por mayorfa y representacién proporcional, pero siempre queda poco daro qué debe entenderse bajo esos términos. Ademés, se introduce la categoria denominada sistema electoral mixto, una categorfa residual que, segiin cada autor, puede tener una extensién muy diferente. Tradicionalmente, la representaci6n por mayoria y la representaci6n, proporcional han sido definidas de la manera siguiente: se habla de 94 REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL representacién por mayoria cuando el candidato es clegido por haber alcanzado la mayoria (absoluta o relativa) de los yotos. Por otra parte, la representacién proporcional se da cuando la representacién politica refleja, lo mas exactamente posible, la distribucién de los votos entre los partidos. Ambas definiciones en si mismas son absolutamente correctas, pero no son simétricas (véase Nohlen, 1978, p. 48; y Sartori, 1994, p. 4). Por una parte, se refieren a la regla 0 principio decisorio y, por otra, al resultado electoral, 0 sea, al modelo de representacién. En un estudio chileno se hizo otro intento de definicién —apo- yandose en Blondel (1969)— de una caracteristica particular, la ci cunscripcion electoral: “En los sistemas electorales de representacién por mayoria se elige slo un diputado por circunscripeidn electoral, mientras que en los sistemas de representacion proporcional se elige mas de un diputado por circunscripcién electoral” (Ferrer y Ruso, 1984, p. 142) Aqui, un elemento técnico, el tamaio de la circunscripcién elec toral, se ha tornado criterio de definicién, lo que histéricamente y desde una perspectiva de sistematica electoral resulta muy limitado, porque la circunscripcién uninominal aparece en sistemas de representaci6n pro- porcional (por ejemplo, en el sistema electoral de Alemania) y, por su parte, las circunscripciones plurinominales surgen en sistemas de mayo- ria, La elecci6n en circunscripciones binominales 0 trinominales inva- riables corresponde incluso a un sistema mayoritario. Pensemos sola- mente en el desarrollo histérico del sistema electoral britanico: en él, la circunscripcion electoral uninominal se impuso por completo en 1948. Nadie puede afirmar que el sistema electoral britinico del siglo xix, cuando la circunscripci6n uninominal estaba atin en minoria, consti- tufa un sistema electoral proporcional. También los sistemas de voto restringido (por ejemplo, en Espaia en el siglo XIX y bajo la segunda Reputiblica) descansan en la cireunscripcin plurinominal y son sistemas de representacién por mayorfa, que permiten una representacién de minoria. Ante todo, se presentan dificultades para clasificar un sistema elec- toral cuando éste contiene elementos contradictorios, cuando elemen- tos del sistema por mayoria de alguna forma se asocian con elementos del sistema de representacién proporcional. En esto, Alemania es el ejemplo mas conocido (véase “Reptiblica Federal de Alemania”, p. 255), pero el sistema de representaci6n proporcional personalizada no es el tinico caso. Sistemas electorales similarmente construidos “en forma contradictoria” son aquellos en los que los escafios se asignan en varias circunscripciones pequeiias, segtin el principio proporcional. [ACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL — 95 REPRE! La barrera factica y natural es tan alta en las circunscripciones peque- as que provoca una considerable desproporcionalidad entre votos y scafios. Entonces, los resultados electorales ya no corresponden a una mn proporcional. Si los escafios se asignan segtin el principio proporcional, sin que dé representacién proporcional, :podemos seguir hablando de epresentacion proporcional?, zcudles son las caracteristicas que de- n al sistema por mayoria y al sistema proporcional? La respuesta a estas interrogantes es fundamental para discutir los basicos de sistemas electorales y decidir entre representacion por yoria y representacin proporcional, ya que con esta definicién es relacionadas funciones que, a su vez, se vinculan estrechamente valores y valoraciones; por ejemplo, en la definicién de “represen- acion proporcional” puede tener gran importancia la voluntad de establecer una representacién proporcional de las fuerzas politicas. na evaluacion en favor de la representacién proporcional puede, por ma parte, estar relacionada con las expectativas funcionales que se en de ella y, por otra, depender de la medida en que un sistema proporcional determinado cumple con los objetivos de la representa- 6n proporcional. Ademas, también existen muchas diferencias en la clasificacién de los diversos elementos de los sistemas electorales dentro de los. dos tipos basicos y en su importancia. ;Constituye una barrera legal 5% un elemento “fuertemente no proporcional” dentro del siste- de representacin proporcional, como sostiene Giovanni Sartori (1984, p. 16)?,20 mas bien sirve como un equivalente funcional para (falta de) distribucidn de territorio en circunscripciones electora- 2, zacaso es tal barrera, en consecuencia, totalmente incompatible con el principio de representacién proporcional?, zconstituyen en- ces los sistemas electorales de representacién proporcional con arrera legal sistemas proporcionales? El hecho de que la mayoria de los intentos de clasificar los diversos emas electorales descanse en supuestos de cardcter normativo se ede ilustrar con la distincién propuesta por Sartori entre sistemas “fuertes” y “débiles”. Fuerte y débil constituyen una pareja de términos, ‘euyos pares tienen connotaciones muy distintas: fuerte sugiere una con- notacion positiva y débil una connotacion negativa (Sartori, 1986, p. 54; ori, 1994, p. 37). La terminologia escogida (strong vs. feeble) ya supo- ne, aunque Sartori no se da cuenta, un juicio valorativo, el que, sin embargo, no representa el punto clave de mi critica. Sartori clasifica los sistemas electorales segtin el efecto de manipulacién sobre el elector, que puede ser constraining (restrictive) 0 unconstraining (no restrictivo). 96 REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL Un sistema electoral que sin la menor duda ejerza una influencia mani- puladora se clasificara como sistema electoral fuerte. Por el cont un sistema electoral no ejerce esa influencia 0 lo hace sdlo en medida minima, propongo clasificarlo como sistema electoral débil (1984, p. 16). rio, Si egiin esta conceptualizaci6n, los sistemas de mayoria absoluta o relativa pertenecen a la clase de sistemas electorales “fuertes”, mien- tras que los sistemas de representacién proporcional se clasifican, en. general, como sistemas electorales “débiles” y “un sistema de RP (re- presentacién proporcional) puro es un sistema sin efectos” (loc. cit.) Con referencia a los efectos de los sistemas electorales, Sartori sostie- ne que todos los sistemas electorales, en general, tienden a generar un efecto reductor en la cantidad de partidos y afiade “que el efecto multiplicador del PR es s6lo una ilusién Gptica producida por la se- cuencia histrica de los sistemas electorales” (1984, p. 21) En consecuencia, la interpretacién de Sartori sobre los efectos de los sistemas electorales se fundamenta en la concepcién de un continuum unipolar en el que se pueden situar todos los sistemas electorales, un modelo analitico elaborado en el contexto del debate germano occidental sobre sistemas electorales a fines de la década de 1960 y comienzos de 1970 por Wildenmann, Kaltefleiter y Schleth (1965), y por Meyer (1973, retomado en 1987). Segiin esta conceptualizacién, un sistema de representacin pro- porcional “puro” que produce un grado de casi proporcionalidad exacta entre los votos y los escaiios ¢s el punto de partida (0) del continuum del que se alejan todos los sistemas “no puros”. Los sistemas por mayoria son los que mas lejos estin del “punto cero”. Meyer (1973, p. 189) describe esta conceptualizacion como sigue: La influencia de los sistemas electorales sobre las posibilidades de los partidos politicos se extiende desde un grado casi exacto de proporciona- lidad entre los votos obtenidos y la cantidad de escaitos hasta un grado de desproporcin que aumenta mas © menos continuamente y que restringe las posibilidades de los partidos menores y conduce a una situacién en que practicamente s6lo dos partidos tendran posibilidades de obtener escanos. E] factor esencial de esta diferenciacién de los sistemas electorales descansa en la distincién entre un sistema proporcional “puro”, por un lado, y todos los demas sistemas electorales, por el otro. Sartori subdivide esta tiltima categoria en dos clases de sistemas electorales: aquellos a los que Hama sistemas electorales fuertes y aquellos a los que denomina sistemas electorales fuertes-débiles, una clase mixta que contiene REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL 97 mas clectorales no proporcionales o de baja proporcidn, El aspec- fundamental de la concepcién de Sartori reside en el hecho de que categorias principales de su clasificacién estan basadas tinicamente una funcidn, o sea en la distancia del punto cero pensado como ‘oporcién exacta entre votos y escanos, provocado mediante el training effect (efecto restrictivo) sobre el elector o (y este aspecto es rado de modo estricto por Sartori) el reductive effect (efecto luctivo) sobre la cantidad de partidos (1984, p. 17). Dado que el esto de no efecto se aplica solamente a un principio de represen- iGn, toda la gama de sistemas electorales se valora desde el punto de ta de la divergencia de esta “situaci6n sin efecto”. Obviamente este 10 de vista conduce a juicios basados en un concepto unidimen- sional: cuanto mayor es la distancia de este punto de partida, mejor se mplen los requisitos de la conceptualizacién y mas “fuerte” es un tema electoral determinado. Pero zacaso los estudiosos como Meyer ‘Sartori presentan argumentos convincentes que sostengan el supues- fundamental de que todos los sistemas electorales han de concep- ualizarse como situados s6lo en un continuum unipolar? ‘Te6rica y empiricamente, los datos indican algo diferente. No hay duda de que existen dos principios de representacion: el de represen- tacién por mayoria y el de representaci6n proporcional. Ambos deben considerarse principios antitéticos de representacion politica, desde un punto de vista politico, sistematico y en relaci6n con la historia de las ideas politicas. En consecuencia, partiremos de un modelo bipolar. La controyersia con Sartori no existe, por lo tanto, en la negativa a conceptualizar los sistemas electorales como situados en un continuum, como suponen Taagepera y Shugart (1989, p. 53), sino en la unipolari- dad o bipolaridad del modelo. La representacion por mayoria, asi como la representacién propor cional, estan pensadas para alcanzar determinados objetivos politicos yambas se sittian en los extremos opuestos de un continuo bipolar, en cuyo centro se halla un (ficticio) punto neutro. En primer térmi- no, al examinar la historia de las ideas politicas, se recuerda que los principios de representacién son mucho mas antiguos que los siste- mas electorales. Esto es bien cierto en el caso del principio de repre- sentacién proporcional que se elaboré principalmente sobre la base de dos ideas: la de la concepcién de Mirabeau de la representaci6n como “espejo de la nacién” (Cwores Complites, 1834, vol. 1, p. 7) y la de la “mejor” opcidn, un proceso electoral preferencial y graduado, con el fin de encontrar el véritable voeu de la nation. Estas ideas de represen- taci6n fueron elaboradas por los racionalistas franceses del siglo XVII y, en consecuencia, estaban bien establecidas mucho antes de que se 98 REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL inventaran sistemas viables de representacion proporcional. En segun- do lugar, si tratamos de encontrar los requisitos para la aplicacion de la representacién proporcional, es necesario considerar las condicio- nes sociopoliticas que precedieron a su aplicacién histérica. Como ya hemos afirmado, la demanda de representacién proporcional surgié en el contexto de cambios sociales profundamente arraigados a finales del siglo XIX y se mantuvo en conexi6n con el ascenso de los partidos obreros; su aplicacién tuvo lugar conjuntamente con la democratiza- cién del derecho de sufragio y la introduccién del sufragio universal. Hablando en términos hist6ricos, jamas se pretendio que la represen- tacién proporcional fuera un “sistema sin efecto”; todo lo contrario, la representacién proporcional se utiliz6 deliberadamente en funcion de intereses politicos concretos como un instrumento contra aquellos inte- reses que trataban de conseguir sus propios objetivos sociopoliticos (véase “Génesis y reformas de los sistemas electorales”, p. 381). Con el fin de demostrar la bipolaridad de los sistemas electorales y de concebirse como principios, es precisa una demostracién mas deta- llada. Esto conduce a la parte constructiva de mi critica a la idea de un continuum unipolar que parte de la representacién proporcional pura y donde la disproporcionalidad de votos y escafios aumenta de modo continuo (véase Meyer, 1987). Esta parte se centra en la distincién basica, por un lado, entre dos principios alternativos de representa- cin (representacién funcional /politica vs. representacién social/pro- porcional) y, por otro, dos tipos de formulas para convertir los votos en escaiios (fSrmulas de mayoria vs, formulas de proporcién). A menudo esta distinci6n se ignora en los trabajos comparativos sobre sistemas electorales, con lo que se da origen a equivocos graves y se suscitan muchos problemas de clasificacion. Respecto a la conceptualizacién adecuada, cabe establecer lo si- guiente: en la controversia sobre un modelo unipolar o bipolar no se trata de discutir acerca de las categorias “correcto” 0 “falso”, sino de determinar la mayor utilidad de uno de los dos conceptos con los que se busca explicar este problema. FORMULAS DECISORIAS Y PRINCIPIOS DE REPRESENTACION Los sistemas de mayoria/de pluralidad y de representacién proporcio- nal se pueden definir segtin dos criterios: el principio de representacién y la formula de decisién, esto es, la formula que se utiliza para conver- tir los votos en escaiios (véase Nohlen, 1969, p. 39; Nohlen, 1978, p. 49; y Lijphart y Grofman, 1984, p, 7). Consideramos en primer lugar los REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL 99 tipos de formulas de decisién: bajo la formula decisoria de la fayoria, el hecho de ganar o no un escaiio en el Parlamento depende que un candidato o un partido gane la mayoria absoluta o relati- de los votos. Las leyes electorales dicen lo siguiente: sera clegido el indidato © partido que obtenga la mayoria absoluta o relativa de los (os emitidos en una cireunscripcién electoral. "En el caso de la f6rmula de representaci6n proporcional, el hecho e ganar o no un escaiio depende generalmente de la proporcién de § que obtengan los diversos candidatos 0 partidos politicos. Los andidatos 0 partidos que hayan sido capaces de conseguir la canti- d/proporci6n necesaria de votos (cociente) seran elegidos, por ejem- en los métodos de cociente, cada partido politico recibe la can- ad de escaiios como veces esté comprendido el cociente en la ntidad de votos obtenida por el mismo. Lo anterior permite esta- er la definicién siguiente: la formula de decisi6n (que se utiliza el proceso para convertir votos en escaiios) determina el ganador perdedor de una eleccién, Contrariamente al principio de repre- ntaci6n, que se refiere a los resultados nacionales, la f6rmula isoria se refiere a la situaci6n en las circunscripciones electorales: la f6rmula de mayoria absoluta, el candidato o partido que ya obtenido mas votos que todos los otros candidatos 0 partidos untos ganaré ¢l escaiio, De acuerdo con Ia formula de la mayoria fativa, el candidato © partido que haya obtenido mas votos que el indo competidor obtendré el escaito. Segiin la frmula de repre- entacin proporcional, la cantidad de escanos obtenidos por un par do sera igual a la proporcién de votos que aquél haya conseguido. Vamos a considerar ahora los principios de representacién inhe- ntes a los sistemas de mayoria/de pluralidad y a la representacién oporcional. Al definir los principios de la representacion, se plan- “a Ja cuestion de los objetivos politicos de la representacién politica ‘lativos al resultado general de las elecciones a escala nacional. eOudl es el objetivo politico de los sistemas de mayoria de plura- iidad? En el caso de la representacién por mayoria, el objetivo es aleanzar una mayoria parlamentaria para un partido o una alianza de idos. Esto no excluye la posibilidad de introducir otros puntos de referencia para medir la eficacia de un sistema mayoritario/de plu- ralidad; sin embargo, el primordial es cumplir con su funcién sustan- tiva. Lo importante es que un partido (0 una alianza de partidos) que no haya alcanzado la mayorfa absoluta de los votos pueda formar una ‘mayoria de partido en términos de escafios parlamentarios. En este mismo sentido concibe Hans Meyer (1987, p. 37) el objetivo de la representacién por mayoria: “Hoy no reside, primariamente, en que 100 REPRESENTAGION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROFORCIONAL la mayoria (relativa) de los votos se transforme en un escafio en la circunscripcidn electoral, sino en que posibilite a un partido la mayo- via (absoluta) de escanos en el Parlamento, y particularmente en el caso de que no exista una mayoria (absoluta) de votos”. El objetivo politica del principio de la representacién por mayoria es que el gobierno (mayoritario) de un partido se apoye en una minoria (ma- yoria relativa) de votos. La funcién basica de-un sistema de mayoria relativa (el criterio para evaluar sus efectos) es su capacidad para producir gobiernos. :Cuail es el objetivo politico de la representacién proporcional? La idea clave de este principio de representacién es reflejar, con la ma- yor exactitud posible, las fuerzas sociales y grupos politicos en la poblacién. La cantidad de yotos y la de escafios de los partidos debe corresponderse de modo aproximado una con otra, Esta es la funcién basica del principio de representacion proporcional y el criterio de eficacia de un sistema proporcional. Esto no impide la inclusién de otros puntos de referencia para medir la eficacia de un sistema proporcional; sin embargo, ¢] primero es la conformidad con el ob- jetivo de representacién proporcional, que consiste en el efecto pro- porcional ejercido sobre la relacién votos/escaiios. Un criterio adi- cional podria ser el grado de equivalencia entre el valor numérico y el valor de logro del voto, UE SIGNIFIGA REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTAGION PROPORGIONAL? Antes de ocuparnos de los efectos politicos de las {6rmulas decisorias y de los principios de representacion, aclararemos los criterios de defi- nicién de los tipos basicos de sistemas electorales, ya que sélo una de- finicién clara permite analizar comparativamente los efectos politi- cos de los sistemas de representacién por mayoriay de representacién proporcional. Esto se puede resumir de la siguiente manera: Regla Objetivo de ta Tipo basico Férmuta decisoria representacion Representacién por mayoria Gana la mayorfa Fermacién de mayorias Representacion pro- porcional El porcentaje decide _Reflejar al electorado Parlamento Partide Partide: A B tt cies Uninominales @ A Biectons fy Goreamvenpestin 1 Cheansenpetin 2 Cireumseripenin 3 Girewnseaypeinn ¢—— Cireunsernpesin 5 Partie 1b: 60% Pavtidy A: SDM Uhuidy AL 25] Partly AS a5 Partial Be BEE Partido A: 40% Partido B: 35% Partido B. 37.5% Partido Br 43% —-Partida A: 33% Partido €: 17% Partido C: 125% Partido C: Partida C2 17% Partido D: 25% La yrifica muestea el efecta de constitacidm dv mayorias paramentarias que tiene la aplicacién de la féxmula mayoritaria con cireunscripeiones uninaminales. Sélo dos de lox cuattro partidos absienen exeaiios prarlanentarios, EI partido Baleanca la mayoria alsoluca dle Jos escanos (60%), aunque conquisté una neayoria absoluta de yatos en: tuna sola creunseripcian (11. En ht circunscripeidn 3, can cuatro eandidatos, basta 40% de los votos para ganar, Lo decisivo de este sistema es ganar la cireunscripeidn, electoral. Salo les partidos que ganam tna circunscripeisn, por lo menes, tener representcisn parkanentar FIGURA VL, Representacidn por meyoria Escafios parlamentarios Lista de partidos AA AAAA AS wit ry! ty ts 4," "1 th af , tt f Electorado La grifica muestra que la eleccién proporcional produce un reflejo a nis c tario, de la pluralidad de opiniones y agrupaciones politicas a nivel del electorado. E el ejemplo, los ocho partidos que se reparten los votos del electorado tienen represen- tacion parlamentaria. FIGURA V.2. Representacién proporcional REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORGIONAL 103 Tanto la formula de decision como el objetivo de la representa- cién pueden servir como criterios de definicién. Es importante hacer uso de ellos por separado, sin confundirlos, como ocurre frecuente- mente en la bibliografia. A los efectos de la definicién, nos decidimos por aquel criterio de mayor relevancia politica. Sin duda, el principio de representacién tiene mas importancia politica, es decir, el resultado de la represen- tacién buscado es mas importante que la aplica. Los sistemas electorales se clasifican aqui entonces de acuerdo con los principios de representacién. Las formulas de decisién son secundarias en importancia y no determinan el aspecto de definir y dasificar los sistemas electorales. Los principios de representacién y las f6rmulas de decisi6n se relacionan unos con otros como fines ¥ medios; mientras que existe una amplia gama de posibilidades para los medios, solamente se da una alternativa en cuanto a los fines. La comprobacién de que los tipos basicos, la representacion por ma ria y la representacién proporcional se diferencian segtin los prin pios de representacion, tiene asi una gran legitimidad, ya que la for- mula decisoria y el objetivo de la representacion se pueden combinar, por ejemplo, al relacionar la formula de decisién por mayorfa con el principio de representacién proporcional. Por una parte, en el caso de la candidatura tinica (como se ve en Finlandia, Dinamarca y Alemania), la formula de decisién por mayo- ria puede combinarse con otros elementos en un sistema de repre- sentacion proporcional. Por otra parte, cabe pensar en un sistema en el que los escafios se adjudican mediante una férmula de representacién propercional, como la cuota en el single transferable vote (voto tinico transferible) y que, sin embargo, produce resultados electorales que reflejan el ob- jetivo de la representacién por mayoria. Generalmente, en los sistemas electorales empiricos, la formula de decision y el principio de representacién se corresponden: en el siste- ma de mayoria relativa en cireunscripciones uninominales se decide segrin la formula de pluralidad y se persigue el objetivo de representa- cién por mayorfa. En el caso de la representacién proporcional en circunscripciones clectorales grandes se decide segiin la formu porcional, posibilitindose una representacién propercional de los partidos politicos en el Parlamento, Sin embargo, en algunos sistemas electorales, la férmrula de decisién utilizada no afecta la forma de re- presentacion, es decir, en determinadas condiciones, la formula de 104 REPRESENTACION POR MAYORIA ¥ REPRESENTACION PROPORCIONAL decisién mayoritaria se aproxima a los objetivos de la representacion proporcional.! En las circunscripciones pequenias se considera, sélo de un mode imperfecto, a todos los partidos politicos en la asignacién de los ¢s caiios, ya que se deben adjudicar s6lo pocos escafios. Los partido grandes son fayorecidos en cada circunscripcién. De este modo, pecto al territorio nacional, existen diferencias considerables entre porcentaje de votos y el de escaiios, en perjuicio de los partidos pe quenios. La formula proporcional, utilizada en pequenas circunse ciones, no conduce al objetivo de la representacién proporcio sino al de la representacién por mayorfa. En esta conceptualizacion no existe el tipo de “sistema mixto “sistema electoral mixto” que podria referirse a los principios de sistemas electorales. Solamente existen sistemas de representaciél por mayoria y sist de representacion proporcional, y entre esto dos tipos hdsicos hay sistemas que se corresponden en mayor © mi nor grado con los principios respectivos. Ademas del argumento de la utilidad, otro argumento pragmatics en favor de esta conceptualizacion reside en el hecho de que, muy. menudo, el principio de representacién esta plasmado en la Cons! tucién. En consecuencia, qué principio de representacién debe ese gerse es un asunto de derecho constitucional, mientras que en strati minimos de representacién para i s cireunscripciones (provincias, tados), 0 sila participacidn de los partidos en Ia asignacion de escano esté condicionada al logro de cierto porcentaje de la toralidad de votos emitides (véase “Barreras legales”, p. 69). No obstante, la decisién politica mas importante se relaciona con el principio de representacién, que incluye necesariamente la decision por un concepto especifico social y/o funcional de la representacién nacional. Este concepto resulta ser un legado histérico 0 lo han esta blecido los legislacores constituyentes para el respectivo sistema po litico. “EI métado decisorio proparcional se aproxima en determinadas condliciones a los fvos de la representacién por mayorfa. En cireunscripciones clectorales pequeiias (sist binominales, trinominales. etc.) encontramos esas condiciones determinadas. REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORGIONAL 105 CONSECUENCIAS PARA LA VALORACION Y EL ANALISIS DE LOS SISTEMAS ELECTORALES La conceptualizacién que aqui se sugiere, ya expuesta en otro lugar (Nohlen, 1978, pp. 57 ss.), valora los sistemas electorales sobre otra base: en virtud de que los sistemas electorales se orientan en dos principios de representacién, distinguidos claramente, su valoraci6n se basa no s6lo en un criterio, sino, en primer lugar, en el criterio de cada sistema electoral. De esta manera, la valoraci6n de sistemas de re- presentacién proporcional se hace ya no s6lo segtin el criterio de los sistemas de representacién por mayoria (por ejemplo, “cl sistema de representacién proporcional impide la formacién de mayorias par- lamentarias”), como tampoco se juzga a los sistemas de representa- cién por mayoria sdlo segiin el criterio de la representacién propor- cional (por ejemplo, “el sistema de representacién por mayoria no produce una representacién justa”). Esta reorientacion de los criterios impide las interpretaciones que evaltian ciertos sistemas electorales inicamente por el principio opues- to de representacién y que (aunque fue muy frecuente en el pasado) no pueden producir resultados importantes, pues cabe esperar que un sistema de representacion proporcional no pueda cumplir con las expectativas funcionales que se deben alcanzar mediante un sistema de representacién por mayoria. En lo que se refiere a los efectos “restrictivos” 0 “reductores” de los sistemas electorales, generalmente estos efectos son mayores en CUADRO V.1. Principio de representacién y sistema electoral en 18 paises europeos occidentales Paises en que se especifica el principio Paises en los que el sistema electoral de representacién en la Constituciin es regulado por legislaciin ordinaria Articulo de la Constitucion Austria 26 parrafo. 1 Alemania Belgica 48 parrafo Finlandia Dinamarca 31 parrafo 2 Francia Espana 68 parrafo 3 Gran Bretaia Inlanda 16 parrafo Grecia Islandia 31 parrafo 1 Italia Luxemburgo 51 parrafos 5 y 6 Suecia Noruega 59 parrafo. 3 Paises Bajos 92 parrafo 2 Portugal 151-155, Suiza 73 10% REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL los sistemas de representacién por mayoria que en los sistemas de representacién proporcional, Para utilizar la terminologya de Sartori, se uataria de sistemas electorales “mas fuertes”; pero no son tales si el objetivo (segtin la Constitueién) que se pretende conseguir es el de la represeniacién proporcional. En tal caso, los sistemas de repre- cién_proporcional suclen ser los “mas fuertes", En una perspectiva mas sistematiea. esa conceptualizacién condu- ce a dos consecuencias: I. Primera consecuencia; los sistemas electorales deben juzgarse primordialmente de acuerdo con el grado de cumplimiento del prin- cipio de representacion buscado, A menudo se observa que el analista empieza su examen de un sistema electoral confrontindolo con el principio de representacién opuesto al suyo. Se afirma, por ejemplo, el sistema electoral de mayoria relativa no atiende criterios de cntacién proporcional, y que el sistema de representacién pro- porcional no respeta criterios de cfectividad del voto. Muchas veces la valoracién de un sistema electoral se basa en la aplicacién exelu- siva de criterios del otro principio de representacién. En primer lugar, me oponge a la unidimensionalidad del juicio y en segundo lugar, me opongo a que —en una situacién dualistica de las categorias— el objetivo de uno de los principios de representacién sea el criterio para juzgar a los clos, Seria trivial constatar que cada uno de los principios de representacién que se definen como clasificatoria- mente opuestos, no cumple con cl objetivo del otro, Esto se entiende por definicion. Mucho mas importante seria averiguar empiricamente en qué medida un sistema electoral cumple bien con el objetivo del principio de representacién al cual obedece. Lo primordial seria com- probar si existe correspondencia entre los proposites de un principio normativo y Jos resultados que s¢ alcanzan en la realidad. Esto levaria asimismo a. propiciar un conocimiento empirico que incluye saber en qué condiciones determinadas el principio aplicado a la realidad ten- ga el funcionamiento previsto. Se trataria entonces de una postura empirica que pone el énfasis en el hecho que el principio funcione conforme a lo previsto. 4 cvilar cualquier malentendido. Por cierto, no me opongo al ario. La comparacidn es la herramienta mas fructifera del analisis cientifico en la ciencia politica. Mas adelante me referiré a los diversos criterios de evaluacion que existen para exa- minar los sistemas electorales, los que individualmente y en su conjun- to tienen que ser tomados en cuenta a la hora de formar un juicio sobre un sistema electoral, 2En qué medida se corre analisis comparativo. Al cont ponden los denominados sistemas pro- porcionales con el principio de la representacién proporcional? Al REPRESEN’ AGIQN POR MAYORIA Y REPRE! TAGION PROPORGIONAL — 107 examinar esta pregunta, obtenemas como resultado que los sistemas electorales proporcionales existemtes camplen de manera muy diferente con el objetive de la representacién (proporcionalidad entre votos y escanos/igualdad entre valor numérico y valor de logro de los votos). Por ello, desde una perspectiva analitica existe la necesidad de distin- guir entre diferentes tipos de representacién proporcional (véase “Ti pos de sistemas de representacién proporcional”, p. 109), Cabe: pre- guntar también si determinados sistemas electorales, denominados de representacion proporcional, atin. concuerdan en realidad con el objetivo de la representacion exp do originalmente. Esta duda surge en los casos de Grecia ¢ Irlanda, Algunos autores clasifiean estos casos de representacion proporcional entre los sistemas de representacién por mayoria, Implicitamente surge la pregunta, en primer lugar, de si (yen qué medida) los sistemas electorales reflejan las caracteristicas posit vas que se les atribuye al estar clasificados dentro de un principio de representacion. Asimismo, surge la pregunta sobre sus delicien: oportuno enfocar esta cuestion de modo comparativo, preguntando por ¢jemplo: zhasta qué punto un sistema proporcional conereto (como el sistema proporcional personalizade) puede llegar a equilibra pensar o acercarse a las caracteristicas positivas del modelo contra del sistema de pluralidad (de mayoria relativa en circunscripciones uninominales)? Por consiguiente, la comparacién tienc diferentes di- mensiones: en el andlisis conviene realizar la observacién siguiendo un orden determinado y en la valoracién conviene respetar cicra jerar quia de criterios. Como ejemplo sirve la comparacion entre los mencio- nados sistemas electorales por la Royal Commission on the Electoral System 1986 (véase "Comparacién empirica de los sistemas electora- les”, p. 127) La utilidad del procedimiento propuesto se esclarece, particular- mente, si se considera que las reformas fundamentales de los siste- mas cleciorales resultan no s6lo del cambio de los objetivos de la representaci6n, sino también del cuestionamiento sobre la capaci- dad del sistema electoral existente respecto a las caracteristicas posi- tivas del principio de representacién, Asi, se puede sostener que en Gran Bretaiia se impondra la nece= sidad de introducir la representacién proporcional no tanto por las conocidas ventajas de este sistema (y que hasta ahora no se han con- siderado suficientes), sino como consecuencia de anomalias en los resultados clectorales segtin el sistema de mayoria relativa en cireuns- cripciones uninominales; por ejemplo, declive del sistema bipartidista, problemas en la formacién de mayorfas (0 mayorias extremas), asi como en la alternancia en el ejercicio del gobierno, La eritica inma- 108 REPRESENTAGION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL nente a la representaci6n y al sistemaelectoral introduce en la discuz sin el principio de representacién alternativo. A partir de esta primera consecuencia es posible debatir fructifera mente si las barreras legales en sistemas de representaci6n afectan al principio de representacién proporcional en general o s6lo a partir de cierto nivel 0, dicho en términos mds categéricos, si un sistema clectoral debe seguir su principio de representaci6n sin excepcién alguna. El Tribunal Constitucional Federal de Alemania, por ejem- plo, ha considerado la cuestién de si la barrera de 5% de representa cién, contenida en el sistema electoral de la ex Alemania Federal, es: compatible con el principio de representacién proporcional; sim embargo, en su juicio afirmativo, el tribunal argumenté que una barrera de 5% debe ser el limite superior de este umbral, y prohibié cualquier cambio posterior que fortalezca el “efecto restrictivo” del sistema electoral como algo incompatible con el principio de repre sentacion proporcional. En consecuencia, el legislador deberia optar primero por el otro principio de representacién y tendria asi la liber tad de introducir elementos que fomenten mas la formacién de mayorias en el sistema electoral. (Comparese BVerfG, E 1, 208, 246- 248; véase comentario critico de Meyer, 1987, pp. 258 y ss.). Por otra parte, los efectos desproporcionales en el denominado sistema reforzado de representacién proporcional en Grecia son casi incom patibles con el principio de representacién proporcional. Estas con- clusiones acerca de los limites constitucionales y legislativos de los sistemas electorales son de maxima importancia para cualquiera que é interesado en la reforma de un sistema conereto y no quiera dar Ja sensacién de estar manipulandolo. 2. Segunda consecuencia: todo debate acerca del principio de repre- sentacién debe Ilevarse a cabo, en primer lugar, vinculado con la teoria democratica, y, en segundo lugar, debe considerar la situacién hist6ri- ca y sociopolitica especifica bajo la cual tiene que funcionar el sistema electoral. Si se soslayan estos dos aspectos, la discusién acerca de las ventajas y desventajas de los sistemas electorales sera mas bien inutil, porque —como se ha visto— las respuestas a las cuestiones normativas sobre la evaluacién de los sistemas electorales dependen, hasta cierto punto, de las posiciones democraticas (normativas) del analista; por otra parte, estas cuestiones son contingentes y se hallan vinculadas a factores espaciales y temporales. A menudo se soslayan inconsciente- mente 0 se olvidan de modo consciente estas dos premisas metodolé gicas; sin embargo, los requisitos tedricos € histéricos han de tomarse en consideraci6n, sobre todo si no s6lo se estan debatiendo las cuestio- nes técnicas de caracter menor de los sistemas electorales, sino que la REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL — 109 alenci6n se centra en euestiones relativas a los principios de represen- ci6n (véase “Comparacion de los efectos politicos de la representa- cién por mayoria y la representacién proporcional”, p, 124). ‘TIPOS DE § ISTEMAS DE REPRESENTACION PROPORCIONAI Las explicaciones precedentes sobre la representacién proporcional, y los sistemas electorales que se clasifican como tales y en los que aparecen elementos con efectos no proporeionales llevan a distin- guir subtipos cle sistemas electorales de representacién proporcional. Con ello surge el problema de encontrar criterios convenientes. para emprender esta necesaria diferenciacion. En el marco del deba- te sobre barreras legales, Sartori (1984, p. 16) muestra su preferencia por les elementos técnicos come criterio. No considera si el sistema electoral —comparando entre porcentaje de votos y porcentaje de escaiios obtenidos— provoca un resultado relativamente proporcio- nal. Por lo contrario, Rose (1982, p. 411) hace que la valoracian del istema clectoral proporeional dependa de la relacién votos-escafios mediante su index de proporcionalidad De lo anterior resultan valoraciones totalmente distintas de los temas electorales: mientras que para Sartori el sistema proporcio- nal personalizade de Alemania es “sumamente desproporcional’, aparece el mismo sistema electoral en el index de proporcionalidad de Rose, en el segundo lugar del rango proporcional-desproporcional (véase cuadro V.2). Este index sélo considera Ja situacién posterior a la exclusién de los partidos pequefies. No abarca @ todos los partidos que compiten, GUADRO V2. “Index” de proparctonalidad® segiin Richard Rose Pais Pais Pais Austria 39 96 Portugal 94 Alemania 38 Suiza 96 Belgica a1 Sueeia 98 Espana 83 Noruega a1 Dinamarea 97 Finlandia 95. uxemburgo 90 Holanda 36 Talia 95 recia a8 Irlanda a6 Israel 4 “El index se calcula mediante las suas de las diferencias de los votes y escai por cad partida, dividido entre 2 y restado de 100, Fuente: Mackie y Row we también la 3 edicidn, 1991, p. 510, 110 REPRESENTACION POR MAYORIA Y REPRESENTACION PROPORCIONAL ni incluye aquellos efectos del sistema electoral en la representacion politica que no se reflejan en la relacion entre votos y escafios. Como ninguno de los criterios se basta a si mismo, para lograr re- sultados respectivamente satisfactorios es necesario aplicar varios crite- rios con el fin de diferenciar los sistemas de representacién proporcio- nal en distintos subtipos. Por un lado, buscamos elementos especificos que integran el sistema clectoral proporcional (por ejemplo, barre- ras naturales o artificiales, es decir, el tamano de las circunscripcio- nes electorales, o barreras legales); por el otro, nos preguntamos por cinco efectos diferentes que los sistemas electorales de representa- cién proporcional pueden o no lograr: a) exclusion de partidos pe- queiios; b) ventajas para los partidos grandes; ¢) ventaja para el parti- do mas grande; d) efecto de concentraci6n en el sistema de partidos, y ¢) promover la formacién de mayoria partidista por un partido. Distinguimos tres subtipos de sistemas electorales de representa- cién proporcional: a) Sistemas proporcionales que aspiran a una proporcionalidad lo mas exacta posible (“representacién proporcional pura”) sin ba- rreras naturales o artificiales (tamanos de las circunscripciones electorales 0 barrera legal). b) Sistemas proporcionales que dificultan el acceso a los escaios par lamentarios, por lo general mediante una barrera natural (circuns- cripciones electorales pequenas) y que provocan resultados electo- rales desproporcionales, de manera que, entre los partidos que logran escatios parlamentarios, se ven favorecidos los partidos gran- des en perjuicio de los pequenos (representacién proporcional imperfecta). ¢) Sistemas proporcionales que dificultan lograr escafios parlamenta- rios, por lo general mediante una barrera legal o un limite de escafos; sin embargo, luego de eliminar la multiplicidad de parti- dos, los escaiios se distribuyen proporcionalmente entre los parti- dos que quedan. El cuadro V.3 muestra los efectos diferentes e incluso opuestos que pueden tener los sistemas electorales de representacién proporcional. Este hecho se debe considerar también, sin excepcién, en la discusién acerca de los efectos politicos de los sistemas de representacién por mayoria y de representacién proporcional (véanse capitulos IX y X, pp. 381 y 424). Teniendo en cuenta este hecho, se deberia evitar que en el debate sobre representacién proporcional se confronten las ventajas de un subtipo con las desventajas de otro subtipo. No tiene sentido, por ejemplo, confrontar las ventajas del sistema proporcional de Ale- mania con las desventajas del sistema proporcional en Italia (véase ]ON POR MAYORIA Y REPRE REPRESED NTACION PROPORCIONAL LI CUADRO V3. Funciones y efectas de los sistemas electorates de represeniaciin proporcional Buncién/n) eco 4 Ventajas dfrcta con Exclusion Ventajas para ef centraitor — Kfeeto. de de los para tos partido sobre ef —“farmacin partidos partidos mds —sistomin deh pequemos — grand’ grande — fiecrlidas — amayurias” Paises: Bajos no ne no no no 1 tipe Israel no no no ne no Espaiia bysi b) st si bp st sf 2 tipo Portugal si ai si i sf Alenvania si no no si no tipe Suecia si ne no sf no ANOTACIONES: «) De La 2 yy luego ay 5 disminuye la importaneia del sistema electoral como eausa del elecia sefialade, Asis la exclusion de lox pariides pequeios ex uma hincién y simultineamente un efecto «irecte de la

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