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% Amtoreca ROMANICA HISPANICA RAFAEL) LAPESA Dba rox DAMASO ALONSO Til, MANUALES, 45 HISTORIA DE LA LENGUA ESPANOLA PROLOGO DE RAMON MENENDEZ PIDAL & BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA EDITORIAL GREDOS SCOCOOO OOH OOOOH SOO SO OOOOOOOOOCE ©. RAFAEL LAPESA, 168, EDITORIAL GREDOS, §. A, ‘Stachee Pacheco, 8, Madrid, Espasa Nove tees, marzo de T58 ISBN 84249-00725, Riitica ISBN 84249.00734, Tela, Grafean Condor, S.A, Sénchce Pachee, 8, Madr, 158.— S08, star Ala memoria de don Tomds Navarro Toimds, maestro muy querido, Por cuya iniciativa escribt fl primer esboro de este libro. PROSOSHSHOHOHH OHHH SOHHOHHOOOEHHHOHOOLOO COcoeccoccvcccces: PROLOGO > La historia de le lengua espaftota ha sido ya objeto de ‘obras muy valiosas, a las que se viene a sumar, muy bien venida, ésta del senor Lapesa, sin asomo de conflicio entre ellas, Cada una busca su interés én campos muy diferentes, ‘ues la historia de un idioma se puede concebir y se ha con cebido bajo planes mds diversos que cualquier otra historia, debido a la vaguedad con que se ofrece la cronotogla de le evolucién lingilstica, y, por consiguiente, las multiples ma eras posibles de considerar y combinar el estudio de los elementos gramaticeles y estilsticos, ora tradicionales, ora individuates, que es preciso considerar. EI plan que el sefior Lapesa adopta es sencllo y claro, lademds de ser convententemente comprensivo. Toma como hita conductor ta historia externa del idioma expefiol, y sinul- tdneamente, a traves de ell, expone la evolucian interna gra- matical y Iéxica. El lector profano (pues el libro no quiere ser sdlo guia para tos que buscan la especlalieacton) no tro- pieza con capltulos de pura técnica gramatical,y, sin embargo, se inicia en esta técnica, encontréndola bajo forma fact, di lwida en fa exposicién de las vicsitudes mas generales por que idioma atraviesa. Otra eualidad principal que mds puede desearse en un libro de esta indole es ta de reflejar con precision el estado 2 Historia de ta lengua espasiola de tas estudios referentes a tas euesttones tratadas. Bl sefor Lapesa logra este mérito plenamente. No sélo conoce la bi- Dliografia del vasto tema, sino que para manejarla le dan articular aptitud sus trabajos personales, publicados en ta ‘Revista de Filologla Espaiolas, y su préctica en la enseflan- 4, siempre concebida dentro de una aspiracién @ difundir el rigor de los métodos cientficas. Ast, puntos tan complica- dos y diftciles como la sicuacién del lain hispano dentro de lq Romania 0 el desarrollo preliterario det espaol primi tivo, se hallan trazados con todo aclerto bajo los aspectas mds esenciales que pueden hacerse entrar en una Breve his: toria También merece aplauso ta idea de ensanchar el estudio lingstico con et de tos principales estilos literarios. En ta descripcidn de ést0s hallamos ta oportunidad de observacién que nos promettan anteriores trabajos especiales del autor, ——=cotio.su hermoso. estudio consagrado-al.P.-Ribadeneyra, Esperamos que este libro, que sabe decir lo sustanctal sabe decirlo bien, contribuya a difunclir conocimientos tin- Billsticos a que tan poca atencién suele concederse R. Menenoe2 Proat (Madrid, 1942) ADVERTENCIAS PRELIMINARES ‘A EDICIONES ANTERIORES La pretente obra ha sido carta con el deseo de ofrecer, forma compendlada, ona visiin histriea de Ia constituciin y detarollo de Jn lengua expafala como refejo de nuestra evolulén cultural. Dirjo ‘a Intento a todos euantos se Ioteresan por tat custlones flava al fiom, Inclute a lor no expeciliados. Por exo mo he eslorzada. en tatiafacer in eslgenclas dal rigor clentiico sin sbandanar el tone de BL lecfor advertid en Gis Hurcraas_y extenae tapas) en parte eran imputabes al autor; en parte obedecen-a que muchos extras fe hallan asi Inexplorados, Con todo, he eeldo til adelanta sat Sosquelo, eeperando que sur defector sean estilo pare otos faves Mentor constante de mi trabajo han sido las obras de don Ramin Menénder Pidal y de Tos macstro procedentes de su eacutlflldgicn Deo rientacion y sugerenciag a lor Ibrox, 72 clisios, de Kart Vossler, Frankreichs Kult und Sprache, y W. von Wartburg, voir Hon e structure deta longue frangzse, We terido muy en cueete The Spanish Language, de W-1. Entwistle (Landon, 1936) la Iniiacton a ‘studio dele Historia de ta Leng expat, de mi boen amigo Jaime ‘Oliver Asin (Zatagor, 183), Madria, mayo de 192, - ara Is sepunds edicin he consderado ls observaciones hechas 8 Ja primera en Ins resehas del P. Ignacio Errandonen, Ratin 9 Pe, seD- Hombre de 1982; Salvador Ferndnder Ramirer, Revista de Flelogta Peceesceseeeesesesn FSSOSOSHOSHSOSHOHSSSSHORHSSHOHOSESSESCOESCESS 4 Historia de la lengua espanola ‘Eepahoia, XV, 1982, pgs. SB1SIS; Yakov Melkel, Language, XO, 1, pier. 4649, 3. APalteno, Word, IT, 1947, pis. 26225 Henrich Lausberg, Remarische Forschangen, LX, 19, pigs. 29328, y Robert K, Spaulding, Romance Phtoogy, I, 18, pigs. 7227, asi como In Gicaciones verbales de Amado Alonfo y se Manuel Mutor Cortés. A fod elle expreao ago! mi recanoeimiento. He procurado Incorporar f'texo ls aportaclons de la investigation en lor limos abs, be fevlendo mis Pontos de vist en cada cussion y he amplinda lat ctas Uibligrifeas. Suprimo Ia breve enologe fal, oan a plan orghario Madesd ftlo de 190. “viable proyecto refundir por completo la presente Historia para ltteers eicion. No be tenide tempo de hacerlo, y. por To tant, in limite a poner al ia, corregira,eliminar los puntos ms discs {ible completar aos ¥ snlcipar daias de futros estdlos en coer tienes gue estimo importantes. He tendo en cuenta Iasreseas 9 obser. segunda ediclon por m maestro Américo Casto, ntonio Tovar, Anaes de Filloga Clsce, Buenos Ales, 1982, 155157; Yakow Malkiel, Romance. Philofony, VI. 192, 32. Robert K. Spaulding, Hisponie Review, XX, 193, 1086; Bernard Potier, Romenia, LXXII, 152,104; Aranda, Analos de iz Uni fersided de Murcia, ISDS, A148, y Juan M. Lope, Nueva Rev. de Pilot Hisp, VIN, 195, 319323. A todos doy vivarente Is gracis. Madrid, enero de 195. Noevamente be tenido que difrie la refundcion de esta obra y Uimitarme a poneia 1 dia para ls eusrta eden, Las Investigaciones hechas en fom limos aor en el campo de lor substrates precromanos, tal come sobre fos segenes del snd, su propbescn y O05 asec. Ge im dilecologia Ropénice han obligndo » mosifar sobre todo los capitlor correspondintes Ademae, he tenido en cuenta Ins reas hechas a ediciones anteriores por Manuel Muroz Cortes (ClvileRo, 1, 51, nim. 1, Age, 1395, D. 1. Canfeld (Hispana, XXXIX, 16, ‘gs BUI), y Gregorio Salvador (Archivo de Fiofota Aragonese, VIN 19557, pags. 266285), 2 quienes quedo vvamente agredecido ‘Madeid, septiembre de 195 PARA LA OCTAVA EDICION Sale de nuevo, tras peripecias que no vienen al caso, un libre nacido hace mucho tiempo, en circunstancias que sf ‘merecen recuerdo. Corria el aio 1937; en el duro Madrid de Ja guerra, yo estaba encargado de mantener Ia comunicacién centre los restos del Centro de Estudios Histéricos y la Junta para Ampliacién de Estudios, trasladada a Valencia, Con tal ‘motivo sostenia frecuente correspondencia con don Tomés Navarro Tomés, que en una de sus cartas me propuso que cscribiera un breve manual de divulgacién sobre la historia de la lengua espafiola. Acepté y me Iancé con entusiasmo a Ja tarea: en medio de la contienda fratricida se me brindaba ccasién de hacer algo por la Espafia de todos, Meses des- pués, en Ja primavera de 1938, el Nbro estaba east termina 4o; pero hube de interrumpir la redaccién de lo que faltaba, pues, movilizada ml quinta, me destinaron a ensefiar las pr ‘eras letras a soldados analfabetos, quehacer inolvidable como experiencia humana, Cuando terminé la guerra y volvi ‘a mi libro, comprenai que rebaraba los Kmites de la divulga cién y podia ser instrumento util para la inieiacién de fl6- logos. La acogida que: tavo en ambientes tuniversitarios y revistas lnlisticas me hizo incorporar en ediciones sucesi vas los frutos, de la investigacién propia y ajena. Ahora, pasados quince afios desde la sexta, tltima realmente corre gida y aumentada, se imponia una revisi6n a fondo; mientras Ja hala, lef Ia noticia de que don Tomés habia encontrado ‘ Historia de la lengua espaviola lejos de Espaia el eterno descanso, y decidf rendirle home- naje con mi dedicatoria, : La revisién ha sido ardua, como si preparase mi progra sma de oposiciones a la cétedra que desempefié en Ia Univer- sidad de Madrid durante més de treinta afios y que dejé hhace dos al jubllarme. El bro se ha incrementado en més de ‘una tereera parte; aceso haya perdido atractivo para el lector meramente aficionado; me alegraria si, en cambio, ha aumem- tado su interés para el Unglista : ‘Quiero expresar mi gratitud a los alumnos que a lo largo de tantos aflos me han slentado abriéndose a Ia vocacién, déndome su asentimiento o ineiténdome con su perplejidad ‘cuando las cotas no estaban claras; a los jévenes profesores {que colaboraron conmigo en Ia cétedra; 2 los colegas que me : hhan tenido al tanto de sus publicaciones; a Manuel Mutior (Cortés, Manuel Ariza y Félix Martin Cano, que me han sumi nistrado importante bibliografia; a Francisco Marcos y Jestis———~ Cantera, que gentilmente atendicron mis consultas; a la Edi torial Gredos, que con ejemplar diligencia ha compensado ‘mi irremediable lentitud; a sus habilisimos linotipistas; y ‘muy especialmente a u sablo corrector don Miguel José Pérez, gracias al cual se han salvado no pocos descuides rmios y a quien se debe el {ndice de nombres propios. EI libro que en 1942 salié con atrevimiento juvenil reapa- i rege cuando su autor ha entrado en eso que llaman ahora sla tercera edads. Recuerdo inevitablemente la pregunta de la Epfstola moral: «De la pasada edad gqué me ha queda do?s; y me respondo que, por encima del cansancio, queda, fl afin ilusionado de seguir inqulriendo el mensaje que se ‘uarda en el ser y el devenir de nuestra lengua. Madrid, enero de 1980. RL Historia de la lengua espafiota 1 En esta novena edicién he completado Ia puesta al dla representada por la octava, Corrijo algunos errores, amplio Ia descripeién del espafol antiguo, incorporo datos nuevos y aflado referencias a extremos que antes no habia tenido fen cuenta, Agradezco valiosas observaciones y sugerencias a. Fernando Gonzdlez Olié, Francisco Marcos Marfa, Pedro Alvarez de Miranda y José Giner; y a Eduardo Tejero, ef tiempo y esfuerzo dedicados al {ndice de topénimos y antro- 1Pénimos con que ha querido facilitar ef manejo del libro, Madrid, 1 de enero de 1981, RL POOHOHSHSSHSOHSHOHSHHOHHHEOEHH HOO OOOCES SIGNOS ESPECIALES USADOS Las barras (/u/) encundran represntacones de fonemas y twanscrigcones fonolégieas low cochetes (C3) delimit Fe. Dresenaciones de sonidos 0 articuleciones, 9 uanserclo. nes fonéticas: les letras en corsiva reprodusen ‘0 representan Erafias: fantoacio/, (antoyedi@o},aniojadizo, EL signa < pre ‘ede i forma onginara: cho = Beto; > anecede« fa resulante ‘eto > ocho, Con + se da a entender ‘eeuido de haber de Inno. EI parétesis indica que lor conido @fensrns comprendides ‘endl desapareciecon en la uiterior evolucidn de la palabra: OC u)TU3, ‘© también que desoparecen con frecwencla @ en ieras condelones ‘uiser(e, primer(e; el apéstofo marca el lugar donde previameate Ihubo un sonido o Tovemm desapareido ba: o¢'lus Vocal ar, “Vocal patatallzda, coma tas del slemin en Trine, Koni, wird. oy de eeatiz palatal, como en calle, hache co “I Jal de matis velar, como en pause, cafe B10. Wns Vocal aber. FW me Voce! cera, Uiatuh «Ap fap sembvoeses, como en aire, caude 1 O27, fy semlconsonantes, como ea empo, sul cus arena —2 » Historia de ts tenga expaota Signos especiales usados “ ine orem aver nal snow. Consorares om » {nf dental, come en andar, puente, pes Fonema bisa sonore, chien ero! antie fr Fever pina nea! snore, como en boo, pet “ino fst, sein meat, em Pel in Foner alvesir irene snore sel ome toda ar, poe ® (ef ecie,come an tober, ei m (ef fc ¥ asitads sonore, como ent saan a. (a) tea, come en eter, ie © {eh (2 a tna en tae endian aticl a (nF tcaten ¥ asad sore, como ne rolne ‘ibn taco rund ste foi, como en er oir tonsvicines Fonama lvsar vibrant sonro mise, como en ve ovens prepllafcads ord, come on chico, an, coor pera vote 1 eaten, como en eile rev. wr ones dental soner,ocasive © tiv spin a it Tomes sect feat sréa es iar ‘Seen, como i castlann de so, 1a? ec, come en fle, ends ae ms mas ta {at feat, cam ot redo, poder. /n ena oma on ete, Pt i = Fonems anésloprepsatal“rerreso_ (ecm), a In dena @ detour cro! pina ou sro sedge. far * [sf precrtoceta comers, como trance. de a enum wee sonore, eta 0 fran sein 2 ‘avin, pozon CNOMge ne he att entten tbe (ey, - wm Taf ct coo oie ie i Fonemn det tseado oro, como et Haano de i * fa Wate em en elas fore oe lamin te Zee a ‘Arnon cones de sSdana i ttn Rain ™ Fone repantal tv oro, om dl algo “as plear ane JV, come en gets, agit “ere pe Tala ore tis, an Jr 0 () «« Font o ton pep sat sont fein SowisSe we como el nee dea, one o alan de ” enema devia ‘ecasivo sor von nasi ni In etn sos 1, Inv 6 hh wo» Font 9 ston aire fran sero, como i “i siete 9 ahsloprepaata, spel rtroversa Se mur era, mosea one romecion po tar nena vector sec prepa ald tons : putas rrores. im [nt oven sme i etemeta deme, Boi aa . Fonera tpcosiela atreadosord is retorets i Foren seta le nel sonore im Fonome ib! treat toro et ep th Ii aa como on at, fle “rade como (8) MMi S‘AP tte o remind coma ene tin ptt ite einer note ena fon bled nr Tove aaa tr somes ee sale 2, trcaive tnoro, facts vent atone vente Tevo nn promncon ctl wil. a Fonenn past eta soma no tent, ieaig Jos onc blab mas sonore @ acaae cm Fl emordeis, como tn procaine 4 da, o in} tent, come fs caseans de eer, may wh te/ol de mismo, pazmar, nel Mediodla de Es I i COCCeeCeenooeseeoe POSSHHSSSOHSSHSHSOSHHOSSOHOHHSSOHSHSCOSOEES 2 w o we be ne i « Bl m1 Th 8) Bah Jat (0) « wat ti « __ Foner 0 alfono prepaatalfrlcativ sonoro rehi 7) etrcads, come Is eastlians de conyugal o yur _/o] ieatva sorda, como la elena de jefe 0 In ale ‘mans de ich, lechen. zy! abeada sore det bable occidental en mucher, ‘agucha Fonema fricatveslseante sonore. Jil Spicostveolar ciara, como Ia cat 1 dents, como en desde, ls die {af pedorso dental convess, como en ef Judeo spe fol hermexe 0 en el enema denial afreado sonoto, como el italiano de te, coma el portugués de jane, el francés de famas, gen a Sngis de pleasure et Foca inferdental festive sordo ceeante, como el Tatelano de cerca, dec enema 0 al6fono Bilsbia fictive sordo. Ponema velar frietivo tordo, como en ja i, moter cana, sabre todo ante /e/ /i/, gene, Méien. 1. LAS LENGUAS PRERROMANAS § 1. PUEBLOS ABORIGENES, INMORACIONES ¥ COLONLAS, 1, La historia de nuestra Peninsula antes de Ta conquista, romana encierra un cdmulo de problemas ain distantes d ser esclarecidos. Los investigedores tienen que const sus teorfas apoyindose en datos heterogéncos y amblguos: restos humanos, instrumental y testimonios artisticos de tiempos remotes; mites, como el del jardin de las Hespéri- des o Ja lucha de Hércules con Gerién, que, si poctizan al- guna lejana realidad hispénice, s6lo sirven para aguzar mis cl deseo de conocerla sin la envoltura legendaria; Indicaclo- nnes —imprecisas muchas veces, contradictorias otras— de autores griegos y romanos; monedas e inscripciones en len- sguas Sgnoradas; nombres de multitud de pueblos y tribus de diverso origen, que pululeron en abigarrada promiscub dad; designaciones geogréficas, también de varia proceden cia. Combinando noticias y conjeturas, etnégrafos, arques- logot y linglistas se esfuerzan por arrancar espacio a Ia nebulosa, que defiende paso a paso su secreto, 2. Al alborear los tiempos histéricos, pueblos con un idioma comin que sobrevive en el vasco actual se hallaban establecidos a ambos lados del Pirineo. Por la costa de Le- vante y regiones vecinas se extendia, quiz4 como resto de 4 Historia de la lengua espanota st on dominio anterior més ampli, Ia cultura de ts iberos, Ge orien probabemente ortstricano: ellos debié Ta Peninsula el nombre de Toeria, que Te dan Toe esrtres ® . La actual Baja Andalucia y el Sur de Portugal fueron asiento dela civiizain tnresia oturdetana, qe Bubo 8 fectbir tempranaslntenciae de lo navegantss vides de Oriente, So ha tlaconado 2 fos tartesioe con los tsenos de Lidia, en Asia Menor, de fos cles proceden ls tirenot f etriseos de Italia. Tnciso re ha dado como posible uma Cotonzaclén erusca en las costs expats del Meda J Levanto, ya que donde Musi at Piineo abo topssimos Que reapareecn con forma igual o anslogs em Etruria 0 en otras tas Tallanas (Patras, Subur, wn vio Armas, ce tera)? Esperemos a que otras investigacions eontrmen © rechacea les histei i orelmentde-le-ivacidn ares large antigieded nos he transmitid curiosas notices acerca de tia, La Biblia dice que Salomén enviaba ss oaves & Tar fis —al nombre bilico de Tartssor— de donde volian Cargudes de oro, Plata y mari, Tambin los fence soe tenlanrelaciones comerciales con el Sur de Espa el pro feta fssas menciona las nave de Taras como simbolo de In prteitagrandeza de Tiro, Herdoto cienta que Arge onto, rey de Tarteson, roporcon® a lor focsves Pata Tastante para costar n muro, con el que resister a fin tempo los tagues de Ciro, La Tongevided y riqeans 1 Sepin A, Garcia Belo, Los mds remotor nombres de Espata, Astor, IMT, pigs. 32, la denomiecién de Theta procedera de unos ieeres atentaos en Ta 2008 de Hueve, mejor que de ls Soeros del EBste peninsular Vaase Adc Schulte Die Btrusker in Spanien y Die Tyrsener fn Spanien, Kllo, XXII, 190, y X0OXI, 1960 gt Las lenguas prerromanas 15 de Argantonio? se hicieron proverbiales en la Hélade, Estas noticias responden al hecho indudable de que los dos pue- bos navegantes de! Mediterréneo oriental, fenicios y griegos, se disputaron el predominio en Ia regién tartesia, La pugna, que acabé con la desaparicién de las factorias griegas, ba- rridas por los cartagineses, herederos de los fenicios, debi6 de acarrear la ruina de Tartessos. 4. Los fenicios se establecieron, pues, en las costas meri- ‘ionates. Ya hacia el aflo 1100 antes de Sesucristo tuvo higar Ja fundacign de GAdir, cuyo nombre equivalia a ‘recinto amurallado'; deformado por los romanos (Gade) y érabes (Qadis), ha dado el actual Cédiz, Otras colonias fenicias eran Asido, hoy Medinasidonia, relacionable con el Sidén asiitico; M4laka > Malaga, probablemente ‘factoria’ y Ab: dera, hoy Adra. Més tarde, los eartagineses réafirmaron, in- tentificindola y extendiéndola con sus conquistas la infer: cla que hablan tenido. sus-antecesores-los-fenicios en el Sur. ‘los cartagineses se debe la fundacién de la nueva Cartago (Cartagena), capital de sus dominios en Espaia, y Ia de Portus Magonis> Makdn, que leva el nombre de un hijo de Asdribal. De origen piinico se dice ser el nombre de Hispania, que en lengua fenicia significa ‘tierra de cone- jor’, asi como el de Ebusus > Ibiza, que originariamente ‘querrfa decir ‘sta o tierra de pines o ‘isla del dios Bes, divini 7 El nombre de Argantonio ha dado lugar a diversas ipétess HL. Muert (Revue Calque, XL1V, D7, pées. 488) ve en l'un ee fico srgentos, hermano dei lis argentum? ye fuse Argaw toni eh nombre elective de un monetce, ya se tratata sSio del soe tantivo que desigaba Ia plata, personiScedo milcamente como site bola de as Havers teresa, revelria de todos modor a presencla fe celts en Tertesor 0 terrax inmeiatas. En eamblo, Schulte (Kilo, XXITT, 1850, pag. 39) cree deseubri en Argantonic un trusco arenti con adiion de un sufjo eelego. Los topdeimos Ar. fande, Argutdote, de otras reglones, spoyan ia hipétsis celtsta Geese 81). OSH HHHOCHH OHHH OOEHOHOOOCHOHOCOOOOEOE 16 Historia de ta tengua espanota st dad epipcia cuyo culto, muy popular en el mundo piinica, se halla atestiguado en monedas y figurillas de la isla‘ 5. La colonizacién heléniea, desterrada del Sur, prosiguié en Levante, donde se hallaban Lucentum > Alicante, He meroscopion (Denia), Rhode (Rosas) y Emporion > Ampurias. Al contacto con las civilizaciones oriental y grie- 4 se dessrrollé el arte ibérico, que alcanz6 brillantisimo orecimiento: las monedas y metalisteria, las figurillas de Castellar de Santisteban, las esculturas del Cerro de los Santos Yel singular encanto de la Dama de Elche, demuestran hasta ‘qué punto acertaron los hispanos primitives a asimilarse fluencias extrafias dindoles sentido nuevo 6. Respecto al Centro y Oeste de Ia Peninsula, las pri- ‘meras noticias claras de los historiadores antiguos y los he. Iazgos de la moderna arqueologia atestiguan inmigraciones Indoeuropeas que, procedentes de la Europa central, comen: zaron con el primer milenio antes de nuestra era y se sucedieron durante varios sighs. Parece ser que las prime- ras corresponden a la cultura de los campos de urnas fune ‘arias. En el siglo v1 pueblos céhicos habian legado hasta Portugsl y la Baja Andalucia, y estaban ya instalados all; “a ellos se refiere, hacia el afio 445, Herédoto de Halicarnaso, en dos pasajes donde por primera ver consta de manera fidedigna el nombre de celtas. Es posible que hubiera otras oleadas célticas posteriores. En este marco hay que enc: ddrar las diversas afirmaciones e hipétesis sobre la presencia < Veanse Albert Dietich, Phinissche Ortnamen in Spanien, Avtandlungen fe die Kunde des Morgenlandes, XXI, 2, Leipig, 136; oud Ms Millis, De foponimia pinicoespatol, Searad” 1,14 J. M, Sole, La eiimologta punice de Toit, Int, XVI, 1885, y Topont feniio inte, «Enciclopedia LingUstca Mispieay, 1, @249. Pare ‘tras eimologis dadas a Hispania, veaee B. Maurenbresher, Za “Hispaniae und Besali (Gerona). De otros tipos tenemos Uxima > Osa, que es probablemente un superlative celta equivalente a ‘muy alta"; formaciones andlogas parecen, Segisimo > Sasamdn (Burgos) y Ledesma (v. § 2). Céltico es cl sufijo -acu superviviente en Luzaga, Buitrago, Sayago y otros. Una ciudad antigua, donde ahora esté La Badeza (Leén), se lamaba Bedunia, como hoy Bedofa (Guiptizeoa), Begonia (Vizcaya), Bedoya (Santander), Bedoja (Gonufia); derivan todos del celta bedus ‘zanja, arroyo" Los celtas adoraban a los rios; recuerdo de este culto son tor nombres Deva (Guipizcoa y Santander) y Riodeva (Te- rel, euya raiz indoeuropea es Ia misma del latin divs, deus. Conuia y Coruna det Conde (Burgos) som resultado del celta Clu ia. Mas al Sur, se atribuye origen celta a Afco- bendas, top6nimo hermano del nombre personal Alc ovin dos ‘corzo blanco’; Caslada, de cosio, costa ‘avella nna’; Arganda, Argandoa, Argance, de arganto ‘metal brillante, plata’; Yebra < AebUra, y algunos mas de la antigua Carpetania, En el Oceidente abundan os nombres célticos; aparte de algunos ya mencionados, hay Evora, pro- cedente de otro Acbara, Braga (< Bractna o Bra efla, variantes de Bracara), el rio Témega (< Ta mage), etc. Peculiar de los Artabros, que habitaban haci Ta actual provincia de La Coruna, es la terminacién -obre de Fiobre, Ilobre, Tiobre y not treinta pueblos més, todos situados en Galicia’ 7 Weonse Ins obras de Artois de Subalnile, Hubert y, Tovar senclonadas onl nota $y Adem, A. Castro y G. Sachs, «Bed ev de Fill. Esp. XXIl, 1935, 147; R, Mentader Pil, Toponimia Drevroménice hspany 129220; A. Tovar, Numerales indocaropeos en Hlspontar Zephyrus, V, B54, 1722; EI sutfo “ho: indowsropes ¥ ir Cloterdocaropeo, Aichinio Glotoloico Talla, XXXIX, 195, S66 Gondnimes con nen Hspanc, 7 ef nombre de Salamanca, «Actes et moires . Cingutme Congres Teterat. de Sciences Onomsstiques», 52 Las lengues prerromanas a 2. LAs LENCUAS DE LA HISPANIA FRERRONARA. 1. En ts época de Augusto el gedgrafo griego Estrabén afirmé que entre Tos naturales de Ia Peninsula hispana habla diversidad de lenguas. Tal aserto ha sido plenamente corre: bborado por los estudios que en nuestro siglo se han hecho sobre las inscripciones de Idpidas y monedas antiguas-La eseritura ibérica ofrece ya pocas dificultades para su lectura, 15 a que don Manuel GémezMoreno, el gran maestro arqucologia hispdnica, descubrié en ella una combi- nacién de signos sildbicos, como los de los sistemas gréficos cretense y chipriota, con signos representativos de sendos fonemas, como los de los alfabetos fenicio y griego. Tam- bign GémerMoreno descifrs la escritura tartesia, precedente de la ibérica y més arcaica’. La ibérica sirvié no s6lo para TH, Salamanca, 1958, 95116; Més coneiones precttcas en hidrénimes ¥ ordninmos de Hispana, Homenaje. al Prof-AlareosGarts, Tl ale," rnin carne iu Tron Sl, Habis I 91, 39, 1. Corominan,Supgsrtions om the origin of some lt piace names in Casiian Spain, sRomanies. Pestcheift fr 0. Ronis, Hale (Seale), 13, 92120, Acerca del nombre del ro sla 9 otros catismon, Nucts Rev. de Fel Wisp, XV, 16), 30,9 Tépea hespéricg, 2 voi Madr, [971972 3. Hubschmis, Topouimta prrro: ‘mana, sEncclopedia Lingistica Hispdnlae, 1, Madea, 190, 482-01; ML Rabanal (y.m.6% A: Moralejo Lao, Topontmia gaiog 9 leonese, Sentago de Compesela, 1977, ete non GomecMorend, Detlef rien EL lomo de Alor ‘Homenaje 2 Mendnder Piss, IL, Madris, 1915, 4547; Las lengua Ipinicas diservo de resepcibn en Ta Re head Esp, Tots La scr: ture iia BLA. "Acad de In Histone CXIL 1th, 1 Dire (Dispersa, emendata, twedita). Excerpta: La escritura ibérica y su TevguafeSuptomanto de epieala toric, Made, 198-9 La eseré, ture béstuoturdtane (primitiva Mpica), Rev. de Areivos, BIS y's, UNIX, I86, 88981, 7. Vallejo, Eo esritwra thin. Estado 2 Historia de la lengua espanola $2 82 Las lenguas prerromanas 2 Ja propia lengua, sino también, lo mismo que el alfabeto latino, para lenguas precélticas o célticas; pero no se ha encontrado hasta ahora ninguna inscripeién que al lado de Ia versién indigena contenga otra en una lengua bien cono- ida, A pesar de ello el antlisis de Jos textos ha permitido reconocer como elementos gramaticales o derivatives ciertas secuencias de caracteres que se repiten en determinadas clrounstancias. Su identifcacién, asi como la de no pocas ralces, es relativamente facil en ¢l easo de inscripciones pre- cediticas y céltieas por Ia comparacién con otras lenguas de {gual rama ode otras lenguas indocuropeas. En bastantes ‘ocasiones s¢ ha llegado a inferir sentido plausible, aunque ppocas veces seguro todavia, Cuando se trata de inscripeiones ibéricas o tartesias, la dificultad es mucho mayor. Aun con festas limitaciones, las principales zonas lingUisticas de la Hispania prerromana pueden distinguirse con cierta claridad. =-2ay-En-el- Centro, Oeste, Norte-y-Noroeste-las.migraciones ‘centroeuropeas dieron por resultado el afianzamiento de len: guas precélticas y célticas, La de los lusitanos, representada por las inseripelones de Arroyo del Puerco o de Malpartida (Caceres), Lamas de Moledo (Portugal, cerca de Viseo) y Cabego das Fraguas (también en Portugal, junto a Guarda), ‘mantenfa la /p/ indoeuropea (porcom) que el celta perdié, Igual conservacién se daba en tierras hoy leonesss y palen- finas (parimi, véase § 6; Palantia > Palencia). La Tengua de los celtfberos se extendia por las actuales provin- Gone de su conocimiento, Emerita, XI, 1913, AIS; A, Tovar, Los Samos sabicosiberleor 9 las peronacions del sascuence, td 20% Sli kengua 9 eseitra on el Sur de Espana y Portugal, Zephyrs, ii, 19s 196, y Revision del tema de las Tenguas tdlgenas de Es ‘ata y Portucal, sncl4nen de Extodot a Joaquim de. Carvathor, Figuita da For, 192, 7996 J. Casares, EI silbismo en fa eset Itvea, Bel, Rr Acad Exp. XXIV, 1985, 1139, U. Schmol, Die sdse tanischen Inechriften, Wesbaden, 186, et cias de Burgos, Logronio, Soria y Guadalajara, Sur de Nava ra y Oeste de Zaragoza y Teruel; a ella corresponden las inscripciones murales de Pefialba de Villastar (Teruel), en cearacteres latinos, y los bronees de Luzaga (Guadalajara) y Botorrita (Zaragoza), ambos en escritura ibérica; el de Bo- torrta, recientemente descublerto, es de considerable exten sidn, El celtibérico era una lengua eéltica, pero arcalzante, con notables diferencias respecto al galo. Las formas pre- rromanas antecesoras del topénimo Ledesma (Soria, Logrofio, y Salamanca) ilustran sobre las divergenclas entre las len- gas celtibérica y lusitana: mientras en Celtiberia se ates. tiga Ledaisama, en Lusitania aparece Bletisama, que supone *Pletisiima ‘muy anche’, anterior © ajena a la caida celta de la /p/. En los wltimos decenios se ha ‘avanzada mucho en el conocimiento de las lenguas hispé nicas prerromanas de origen indoeuropeo: se ha reconstruldo Jn. declinacin,celtohispénica; se han identifiade no pocos ‘elementos Iéxicos y nombres propios de lugar; y Ia onomés. tica personal ha sido cstudiada a la vista de sus relaciones con otras lenguas indocuropeas’. 9 Véase Ia iblogella indicada en tas notas 5, 6 ¥ 7, ast como (c. Meranda Balmert, Sobre la tmacripcin Bllnge de Layias de Mo: edo, Emerita, IM, 19%, T118, A. Towsr, Lar incricionesIbdreas 9 ta tongue de tot cllberar, Bol R. Rend. Exp, XXV, 196, 142) Ca tv prerromaa, Madd, WS; Las iseripciones de Botorrita y de Petatba de Viator 9 toe lites orientals de tos extuberos.Hisponle Antigua, 3, 158, 364408, 9” "Ein neues, Denkmal der Keliberichen die Brovge von Botorrta,Zeteeh. for Cettache Philo BAIs1s, 148, J. Cero Barola, La geograia Unsica de ta Expane antigua’ a la hz deta lectura de las nsriplones monetaes, Bo. R ‘Acad Bop, XXVI, 194, 17288, M. Lejeune, Celtiberte, Salamanca, 198, y La grande inscription eeibire de Botoria, Compter ends de Académie es Tnseiptions et Balls Lettres 1913, 622647, Mf Pa lomat Lapess, La onomdticn pertonal preteina de le antigua’ Lush test sry. Antroponiniaprerromaa,_sEneiclopedia ingtstce Hispéicse, i, Madea, 190, 34.387, ML. Albertos Frm, SCOHSOOSCOH COOH OOCHOHOHOOCOE OOO HOOOO FOSS SSHSHSSHHSHSSHSSSSHSHSHOSSSESSSSCOOOOCEES a Historia de la lengua espaiola 82 3. En el Sur lleg6 a haber nticleos de poblacién painico- fenicia que conservaron st Tengua hasta el comicnzo de la época imperial romana. Independientemente, los turdetanos © tartesios tuvieron sui lengua propia, que, segin Estrabén, ‘contaba con algin cultivo en poemas y leyes versificadas. Parece que el tartesio, hablado desde el Algarbe hasta el Bajo Guadalquivir, era distinto del ibérico®, extendido por el Este de Andalucia, todo Levante y la parte oriental del Valle det Ebro hasta llegar por el Sur de Francia mas allé del Rosellén. A pesar de que cuenta con abundante docu- mentacion y pasan del millar sus palabras registradas, es ‘muy paco lo que se sabe del ibérico: su sistema fonolégico, algunas raices y sufjos, la relterada apaticion de otros ele: ‘mentos cuyo significado se desconoce. Nada hay seguro res- ecto a su procedencia, aunque ciertos indicios la hacen Siponer camitica, norteafricana. Sus coincidencias con ct ‘vasco se reducen a la carencia de /t/ y /f/ iniciales; pose- sién de un sufijo -tar de gentilicios (saitabietar ‘saitabense, de Sativa’, como bermeotar ‘natural de Bermeo'y; existen- de un pronombre -en que parece corresponder a Ia desi- Tr onomdstca personal primitiva de Hispania Terraconense y Béica, Stlamancs, 19663. de Hor y L. Michelena, Le snscripeon celibdice de Dotorrie, Salamance, 97%; Actas del Coloquio sobre Lenguas y itunes Prerromanae de la Peninsula Tbericn.Salamarce 7731 de mayo e097 Solana, 1916, y Actas del IT Cologio (.) Tibingen Tel) {4 junio de 1916, Salamanca, 199 (con comniacions de LFleusiot ¥ it, Eohwertck sobre las nscripconer de Boforita Pefalba de Vil tary sn Gl, Notes los broncer de Botorrita 7 de Lutees, Habs, Vii, 197, tt, ee 1" Aparte de Ios studios de GomerMoreno, Tovar y Selimll cle ose ta nota 8 relerentes la escritura yfengua tatesia © tude tan, bdanse ottos de Tovar, Lenguas prevrom de la Pen. bere {A} Langues no indoeuropeas. Testimonios antiguas, +Bacilop. Ling Mspor' 860, 9,7 El oscuro problema deta tengua de ls tartstos, en sTartesss y sis problemas. V Symposium internac. de Prehistoria Peninsular, Barcelona, 156, 31346, Las lenguas prerromanas a ‘oencia vasca de genitivo; abundancia de topénimos con elemento inicial dk (Tlerda > Léride, 11ei > Elche, T1iberis, etc) que hice pensar en el vasco ir, ull, uri dad’; y'algiin antropénimo como Enneces, identifi cable con Enneko > #figo. Pero el que las dos lenguas com partan estos y otros rasgos no quiere decir que tengan ori gen comin ni que una descienda de otra: el contacto entre Jas dos pucblos hubo de originar mutuo influjo lingttstic, ‘mds activo probablemente por parte de los Iberos, dado el ‘mayor avance de st cultura, El conocimiento del vaseo ha servido poco para interpretar las inscripeiones ibéricas: caro aparentemente positivo es el de un vaso de Liria (Va- Jencia) decorado con la figura de un guerrero y que tiene igrabada la frase gudua deisdea, equivalente a ‘grito de gue- ra’ o ‘llamada a la guerra’ en vasco actual; pero no hay ‘erteza de que gudu y del pertenezcan al Léxico vasco patti rmonial; pueden ser préstamos del ibérico multisecularmente ccanservados en vaseo'! I problema linghfstico se ha mezclado durante largo tiempo con cuestiones étnicas. Humboldt, apoysndose en semejanzas de nombres geogrificos —muchas de ellas recha- zadas hoy—, creyé probar la identidad lingistica y racial GémeoMoreno, Sobre fos eros y su lengua, v. nota & 5. Caro Baroja, Observacints sobre la hipoteits det vascoibertime, Ezra, 2 19, 236286, XI, 198, 13% Sobre al vocabuiario de fs nseripes ins ibdrieas, BOL Re Ach. Expy XXV, 06) La, geografla. tingle tise de ta ip. antigua, n-&) Tower, Estudos tbre lr prim. Teng, The Ancent Languages» La tached lenguass¥ Bloring 83, Lésico de las inscrpcones ibrieas (celbercg e brie), “Estos fetieados x Menéndex Piss, 11, Madea, 1981, 77532: Lenpuas pre- ‘rom de la Pen. Toer. A) Lenguas no tndocurdpeas. Testimonies ante hos, sEnciclop. Ling. Hispo, 1, 198, 1026" Fonolota del ibéico, “Miseatinen Homenoje a Andra Martine. Eetractraliemo e Historan, in, Univ. de La Laguna, 1962, TL; L. Mlchelena, La Tongue tere shctas del Tl Cotogulo sobre Leng. y Cult. reerom. de Ta Pen. Ubi, Salamanca, 199, 2339, ete roweua esreta —3 52 de vascos e iberos, primitives pobladores de toda Ja Penin- sula, y.aunque reconocié Ja importancia del elemento celta, To supuso mezelado con el ibético en la mayor parte de His: ppania. De este modo la teoria vasco-berista amparé Ja idea de una primitiva unidad lingistica peninsular: ast Hubner, fen 1893, titulé Monumenta Linguae Ibericae, con genitive singular, su valiosisima coleceiéa epigrafic, donde hay ins- cripeiones indocuropeas junto a las propiamente ibérica y Schuchardt, en 1908, intent6 reconstruir Ia declinacién Ibérica a base de morfemas vascos", Hoy no parece sos tenible el parentesco —no ya la identidad— entre las dos Jenguas. Tampoco se admite In comunidad de reza: aunque ‘algunos hayan defendido que los dos pueblos son ramas dis- tintas del tronco caucésico, la procedencia africana de los Iheros parece indudable, Luego examinaremos (§ 3:3) la post Dilidad de que en época remotisima, anterior a las invasiones indoeuropeas. ¥ quién.sabe, si incluso preibérica,,el,vaseo,0 Tenguas afines a él se hablaran en regiones peninsulares muy alejadas de los modernos limites del eusquera. ‘4. La ioterpenctracién y superposicion de distintas gen- tes y Tenguas debia de ser grande en toda Ia Peninsul Hasta en Ja Gallaecia, considerada tradicionalmente como céltica, hsbta pueblos de nombres birbaros, probablemente tno celias y acaso relacionables con otros de Asturias y Can- tabria, A su vez, por tierras de Lérida, los nombres de los ‘seaudillos Hergetes muertos por los romanos en el afo 205, ‘denuncian también Ia mezcla TingUstica: Indibilis 0 Ando. 7 W. von Humboldt, Prijs der Untersuchungen fiber aie Ur ‘bewohmer Mirpanent sermitetst der Vaskachen Sprache, Berlin, 162 (end. de F. Echebaela, Prinves pobladores de Espana lengua tase, Madrid 13), I, Sehuchatat, Dee bere Detlneion, Sltranee berchte der k. Akademie der Wist fa Wie, PHILS. Klasse, CLVIE, 1s 1, 150, 53 Las lenguas prerromanas a bales parece un compuesto de elementos celtas e ibéricos; Mandonio es un derivado de la misma palabra ilirio-celta, ‘que subsiste en el vasco mando ‘mul’. ¥ bdrscunes 0 bdsct nes (< vascbnes) ha sido explicado recientemente como tuna denominacién indoeuropea (precéitica 0 céltica) que significaria, © bien ‘los montafeses, los de Iss alturas’, 0 bien, en sentido figurado, ‘los orgullosos, los altivos" 83. Bt VASCUBNCE SU EXTENSION PRIMITIVA. |, Mientras ef resto de Ja Peninsula acept6 el Intin como lengua propia, olvidando sus idiomas primitives, la region vasca conserv6 el suyo, No por eso permanecié al margen de la civilizacién que trajeron los romanos; la asimilé en fran parte, y el enorme caudal de voces latinas que incor- poré,_transformindolas hasta adaptatias a sus peculiares ‘estructuras, es a mejor prueba del influjo cultural romano. Desde nombres como abere ‘animal’ (< habere ‘hacien- da’, ‘bienes’), Kipula y tipula ‘cebolla’ (< cepulla) ‘errota ‘molin’ ( Calahorra y de los hioridos Gracchurris, Cresenturri(v, antes, apartado 3, y § 99). Este mismo elemen- to se encuentra en el nombre de los Gigurri, comunidad Vénmee J. 5. B. MerinoUrruti, Boctin de te Sociedad. Geo- cexSfica, DXOXT 9 VAIL (S319), 9 Revi 05, XXVI (136), La lengua vasa en ‘todo, 19%; . Caro Barola, Materiales para na historia deta lengua Sasea 19; R. Mendndez Pidal, Orlgenes del espfl, 3+ edicion, 1413, Sobre ie toponimia iberovasca de la Celiberia, «Homenaje don Soo de Urguios I, 18 S467; B. Alacos Llorach, Apuntes fobre toponimia viojana, Berceo. Bol. de Est, Riojas, V, 180, 7% Sine, Sanches Albornce, El nombre de Casille, Estadios dec. « 1M. Plato T, 1950, 86 m1 lor trabajos de varios autores reuridos ch lo tomltes «Geogratin Mstrica de la Lengua Vasta, Zara, 199 astur que ocupaba una de las entradas de Galicia; el Fo- rum Gigurrorum se llamaba en 1206 «usllem de Orrees y hoy Valdeorras; Ia evolucién Gigurri o *Gigdrres > Orres esté documentada en cada una de sus etapas. En cl extremo occidental, cerca de la costa atléntica gallegs, Iria Flavia ha hecho pensar, desde Humboldt, en el vasco iri ‘ciudad’. En le meseta, por tierras de Leén, Valle dolid y Zamora, discurre el Valderaduey, rio llamado antes Araduey, y en el siglo x Aratoi; ara-toi significa en vasco ‘tierra de Uanuras', sinénimo de «Tierra de Campos, que ces el nombre actual de Ia comarca regada por el Valdera ‘duey. En el Centro, la antigua Arriaea eoincidia con el vvasco arriaga ‘pedregal; os érabes cambiaron’ el nombre de la ciudad, sustituyendo Arriaca por Wad-al-ha Bara, que significa también ‘rio o valle’ de piedras’ > Guadalajara. Aranjuez (antes Arangues) y Aranzueque (Gus alajara) guardan indudable relacién con aranz ‘espino’, componente del vasco actual Ardnzazu Los nombres. pre rromanos de la cordillera Ibérica, Idubeda, y de Sierra Morena, Orospeda, han recibido explicacién satisfacto- Fla por etimologia vasca (idi-bide ‘camino de los bueyes’ ¥ orotz-pide ‘camino de los terneros’). En el Sut, T1i- deriso11liberis, antecedente de la Elvira inmediata ‘8 Granada, se ha tenido por latinizacién de Triberri ‘ciu dad nueva’; y en Astigi > Ecija (Sevilla), ALOSthgi > Huécija (Ameria) se ha reconocide aspecto claramente vas co, identificando su -t1gi con tegi ‘cabafa’™, 1 Humboldt, Primiswos pobladores, 2, 8, 307, 18, 4210, 17; 1M, Schuchaat, Die ierisohe Deklinaion, Sitzanererichte der K: Aka demic der Wissenschaften in Wien Phios-Hist Klasey CLVIL 1908, TR. Menéadee Pal, Orgenar del espa, §§ ye I,» Mg Tope iia prerrom, 25,28 2, h. Tovar, Contbria prerremna Made, 1955 15 y'IZ, Esp amarraco, vase amar, amal 9 ef fopdnim Arye ‘Eshymetogia. W. von Wartvurg nom sicrleten Geburtsings, Tibi u Historia de la lengua espariola 83 6, En casi toda la Peninsula se encuentran topénimos ‘con et sulijo -eno 0 -én, -ena. Su reparticién no es igual en todas las regiones, tanto por el niimera como por el earde- ter de la base nominal a que se aplica el sufjo. Escasean en el Centro y Noroeste, donde Caracena (Soria y Cuenca), Nav valeno (Soria), Teleno (Le6n), Borbén (Pontevedra) derivan de gentilicios y apelativos prerromanos, y donde son pocos os formados sobre nombres personales latinos, como Vi datén < Vitalis (Orense), Visén < Visius (Corufa), Toreno < Turius (Leén), En cambio, estos titimos abun. dan en Aragén, Lérida, Levante, Murcia, Andalucia y Por- tugal: Lecifiena < Licimius, Carliena < Carinius, Mallén < Mallius (Zaragoza); Grafén (Huesca) y Grae na (Lérida) < Granius; Cairén < Carius, Bairen < Varius y muchos més en Valencia; Villena < Bellius (Alicante); Archena < Arcius (Murcia); Lucainena < Lucanius,-Purchena.<-Poreius (Almeria); Canena < Canus, Jomilena < *Samellus (aén); Lucena < Lu- cius (Cordoba y Huelva); Mairena < Marius, Marche- na < Marcius (Sevilla; Lucena y Marchiena en”Por- tugal, juntamente con Galiena < Gallius, Barbacena < Barbatius, etc. La vitalidad del sufijo no sélo se man- fen, 168, 421824, R.Lafon, Noms de iews daspect basque en Ander Towie, «Ve Cong Intern, de Toponyiie et dAnthroponymie. eter et Mérseices, Salamanca, 1988, 18138 J. Habschmid, «Encllop. Ling Hisps, 1, 44shy 1. Coromina, Tépice Heapéres, I, 1812, 74%, De lon mchos topénimon a Ton que estoy ottos autores atribuven orgen vatce, eto sélo squclos que me patecen mls probaber 9 més Te Dresentativos, Para los Gigueri, x. J- Mauger, Los puchlow cls Hist de Espata dit por M. Pidsl 1) vol Itt, Madr, 1%, FR. Menénder Pidsi y A. Tovar, Los sufjos con ren Espa fuera de lla, especialmente et la toporinda, Bol. R. head. Esp. XLVI, 19s, USit6, A. Garela y Bellis, Le ltinlscin de Hispania, Archive Esp. de Argueslgta, XL, 187, a, 6, ¥ Hubechmid, «Eecciop. Ling Hisps, 1 466409 9 4 63 Las lenguas prerromanas 3s tuvo durante la época romana, sino aun después, ya que Requena (Valencia y Palencia) parece derivar del germé nico Richkis. Geogréficamente el mayor arraigo corres onde al Oriente y Mediodta peninsulares, lo que esta en Armonia con el hecho de que topénimos y gentiiclos -enus , tena se den en etrusco y se extiendan por todo el litorel, mediterréneo desde Asia Menor, En la onoméstica latina existan Gallienus, «Luciena gens», Bellienus, tc, y gentilicios en -@nus estén muy atestiguados desig- nando pueblos y gentes de la Hispania antique, De otra parte el vascuence posee un morfema -en (nia con el articu 1o -a; variante -enea) para formar derivados de apelativos oarrena, de ib a® ‘vale, vega’) o°con valor posesive (ME helena, Simonena, Errandoena ‘de Miguel, Simin o Fer- nando’; en la toponimia aparece en ocasiones aplicado nombres latinos antiguos (Manciena < Mancius, en Vir- aya; -Urbinlenea-<-Urbinius ; en Guipizcoa). En et st fijo -én, -ena de los topénimos peninsulsres de base antro- pponimica parecen haber confluido factores de diverso origen: uno de ellos ha debido de set vasco™. 7. Es innegable que, cuando se trata de topénimos si tuados lejos de! Pats Vasco, Ia atribucién de vasquismo ha de hacerse com reservas tanto mayores cuanto To sea la dis tancia. Lo mismo cabe decir de elementos compositivos ‘0 derivatives extendidos por Areas de amplitud difuss. Uno de los estudiosos que con mayor cautela ha abordado Ia BR, Mendader Pidl, Ef sufio wenn, a difsion on ta onomds- tice hispana, Emerita, VIL, 1810. ©. Rohifs, Aspecos de. tononiia ‘spotola (Boletim de Plog, Lisbos, XI, 1381, 2) J. ML Paben Sobre ts nombres de la wilas romana on ndalucia (Estudos Sede f¢ Menénder Pidte, TV, 18, 16L4) creen que lor topimos meritions des en dn, vena pueden proceder, en perte al meno, del slo atin “anus tahsformado. por In mela arabe, Veasosépicn de: Monénder Pidal a Roblls en Toponinia prerromdnica Wspana, 15 PSSOSHOSOHSOHSHOHHHOHOHH OOOOH HOOHOOHCOOOS PEOHOSHSHOHSSHHOSHSHSHOHOHSSOHHOHHSHOSOHOHSEOOES 36 Historia de ta lengua espariola 4 ‘cuestién da como posible que la lengua vasca shace poco mas de dos mil afios se extendiera a fo largo de os Pirincos hasta el Mediterrinco», y reconoce que elementos topont: rmicos vascos aereditan que hace tres mil afios esta lengua 1U otra afin se extendia por los montes y valles de Santander y Asturias», Otro investigador, tras explicar por semejan- 2as con el vascuence nombres de lugar de regiones aparta: das, se pregunta: «gVascos en In Costa Brava, en Valencia, fen Andalucia, e incluso al Occidente de esta ultima region? No, sin duda eran iberos y nos hallamos ante elementos co- runes a fas dos lenguas. En consecuencia, més vale no decidirse entre vasco e ihero cuando se trabaja en toponimia, *roménica, y limitarse a hablar de iberowasco, De manera totalmente provisional un nombre explicable mediante ef | vaseo podré atzibuirse al vasco o al ibérico basindose en razones geogrificas»". A estas consideraciones ha de alia: dirse que tanto los indoeuropeos preceltas y celtas como tos iberos se impusieron a habitantes previos cuyas lenguas ppudieron tener conexién con el vaseo e influir como subs trato en las de sus dominadores, 5 4. SuosraaTos LINOUISTICOS PRERROMANOS. EN LA FONO- tocth ESPATOLA 1. La romanizacién de 1a Peninsula fue lenta, segin ve- remos, pero tan intensa, que hizo desaparecer Tas Tenguas anteriores, a excepeién de la zona vasca. No sobrevi sms que algunas palabras especialmente signi BA Tovar, BI Euskera y sus pariete, 199, jeciones setpecio. al vaoqulsmo de Aratol, Tria Plavia, Ill Deris y én, ena, Anales de Tleogia Clsia, V, 198, 15 2 T Corominas, Estas de Toponimia Cala, 1,58 84 Las lengues prerromanas Ea arraigadas, y unos cuantos sufjos. Cuestidn muy discutida, 5 si, a través del lati, subsistieron habitos prerromanos en Ja pronunciacién, tonalidad y ritmo del habla, y si e308 res: coldos primitives influyeron en el latin hispénico hasta Ia poca en que nacieron los romances peninsulares EI historiador Espartiano da una noticia interesante so: bre las diferencias entre ol latin de Roma y el de siendo cuestor Adriano (emperador de 117 a 138 d. de C3, higpano e hijo de hispanos, ley6 un discurso ante el Senado; y era tan marcado su acento regional que desperté las risas fe los senadores. Si un hombre culto como Adriano con- servaba en Ia Roma del siglo 1 peculisridades fonéticas provincianas, mucho més durarian ésias entre el vulgo de Hispania. Sin duda, Ja jnfluencia de los substratos primi: tivos no es el nico factor en Ja formactdn de los romances Ja penetracién de la cultura latina hubo de reducirla mucho, Pero cuando un fendmeno propio de una regién es muy raro 0 desconocido en el resto de la Romania, sl en el idio- ma prelatino correspondiente existian tendencias, parecidas, ‘debe reconocerse la intervencién del factor indigena, Vea. mos algunos casos B Véanse A. Alonso, Substrata, supestratm, Rev. de ll lap, IN, 18h, 821K, RL Menender Pah, Modo de Obrar el Sube- fo tneisice, Rev. de Pol. Esp.. XXXIV, 195, 16s y F, H. Jon semana, La teorla del sustrato los diaectos hispanoromances fssconer, Madi, 156 ‘Hasta medlados de nucstro siglo se vno admitendo ave Is // {picoatvelar del Norte y Centro de la Peninsula erm dine da Inti y procoiia del strato pretromano asco 0 Tberic, Pero Toe ‘Studios de A. Martinct (Concerning some Slavic and. Arjan Refleses of LB. s, Word, Vil, Wi, 9192), M. Joos (The Medieval Silane, Language, XVII, 192, 22528), FH Jongemann (Le teora de sue rato, {1} y Alvaro Galmés do Fuentes (Las sbllanies en la Rome rig, Madrid, 1962) cigan a eceptar que I /8/ dplcoalvealr exstle ‘nginartamente en lati, 2 Historia de ta lengua espanola $4 2. La /A/ inca latina paso en castellano a (h) aspic 4a, que en una etapa mas avanzada ha desapareci¢o (fa zea. > [haya] > (aya) El foco iniclal del fendimeno se Timitaen tos sigos me al xt al Norte de Burgos, La Monta Yy Rioja. Al otro ado del Prine, el gascén da igual trata, miento a la /f/ latina (filiu > hith [hil]). Son, pues, dos Fegiones inmediatas at pals vasco, Cantabria y Gaseu, ls que colnciden. Gascufa (< Vascomia) es la parte ro ‘anizada de Ia primitiva zona vasa francesa, ¥ el vascuence parece no tener /{/ orjginaia; en os ltinismos suste om tinla (filu > ira: flew > iho) 0 susitirla con /b/ 0 Jol (tagu > bogo; festa > peste) Ademis, el vasco incluso el vizcaino durante la Bad Media pose una Taf aspirads que pudo sustitir también a In //, con Ta cual altcrna a veces. Cantabria, la reglin espafola cuya ro- ranizacin fe més tarda, debis de compartir Ix repugnan- a. vasea, por Ia_/f/;-es.clerto. que los céntabros eran oe crigen indocuropco, pero el substrato previo de la regién parece haber sido semejante al vasco; por otra parte, los Citabros aparecen constantemente asociads con los Yascom durante las Gpocas romana y visigoda, La hipétesis de un substrato cdnlabro que actuara desde los tiempos de la ro manizacén cuenta con el apoyo de un hecho significative fn el Este de Asturias y Nordeste de Leén In. dvisoria dctunl entre In /{/y In 7h/ asprada coincide con Tos ent guos lnites entre astures y cinabros™. Este substrato cine {nbro ae vo felorzado decisivemente en Ia Alta Edad Media por el adstrato wasco en Is Rioja, In Burebs y Juaros, donde, BR. Mendader Pidal, Orlgenes del espofol, § Aly: 1, Rodriguer ‘castellano, La aspiracién de ta she onl Ovente de Asturias, Oviedo, Inaitte, do Estudios Astoranos, 146, yA. Galmés de. Facntes 1. Catalin Menéndes ial, Un finite lingiitico, Revista de Diseeto. Togln'y Tradiiones Populares, I, 1946, 19625. o4 Las lenguas prerromanas 2» sepin se ha dicho, subsistian en el siglo xttt micleos vascos, no romanizados ain 3. A causa ansloga se ha atribuide Ia ausencia de /v/ labiodental en la mayor parte de Espatla y en gascén, siendo as{ que el fonema existe en los demés palses roménicos, en zonas laterales del Mediodia peninsular, y existid en espa: fiol antiguo, aunque no en las reglones del Norte. El vasco rho lo conoce, al menos desde Ia Edad Media, y en Ia pri- ‘mera mitad del siglo xvt la pronunciacién bilabial indistinta para /b/ y /¥/ roménicas se atribuia especialmente @ gas- cones y'vizcainos®. Ahora bien, In ausencia de /v/ tablo- ™ Veance $8 3 y 46, Fueta de Castiia y Gasca, A cambio (1 > Uh) 0 1a ena de in 1) slo aparocen gn cates o'lugates ise fades. s cierto que el Inercambio entre ¥[B) se ¥6 fjemplos dlalecales IsGnos (hireus-firces, he! eum, ete): pero sempre habia gue pregvotstse por ‘undio tea "y precisamente = smobow Tndos de’ Vastonin, Vesne .'Mentodes Pida, Ovieones del expo, 8 fy y Manual de Gramarica Htried Espanol Jclones de J. Ort. Tami las combate F. Lazaro Cartelen FF ePenomeno ibésica 2 romance. shcias de In ‘Toponimia Prenseas, Zaragoea, 198. 7 "Conrendré aclarar concepios desde el princia: ta. semicon sonante que el ltln Uanserbia'con uo v (wenloe venient num, vinum: lewis, levis) y que se pronuachba {wl en Ulan cisco, paso a avicutarse come (8) friction, Billa dense ta época ‘det Tmpero,confuyendo ct con in (0) retultante de heberse sojado ta fo/ intervocdica (habere, eaballuss provare), Antes cctasve, Este fonemse /8/ de dobie eigen se hice mie trae Je Ibiedental en seas zona del dominio romeo, pero se manta bilabiaten ‘otras. Parece ser que en In Penfneul fa arictacen fo} artalg6 princpalnente en la Yegiones ras romanizades, Levante 'y Ia mltad meridional, lente gue en ol feito abel f(D) Et ‘espaol antigua transttbia con 0 el foncmm ficatvg (een sue ‘alo, wino © venir, aver, eavllo, vin), cxva pronncsclen’ desis ‘de sero] en unas regenes, (B] en otras, en cambio transertba con bl fonema oclusivo bilabial /2/, procedonte de /o/ lating, tical, (bene > bien, bracehtum > brags) edo /p/ tlina tntervoce lice (sapere > saber, Lupus > fobo); pero fas contstones emt pezaron muy Pronto en el Norte, y ee correron al Sut Rata cinioey POOSHSHSHSHSSHSHHSHSHSHSHSHOHSSSHSOSHHSSOSEEESOEESE 0 Historia de ta lengua espaiiota sa dental se extendia a fines de la Edad Media desde Galicia y Norte de Portugal, pasando por Leén, Castilla y Aragén, hasta la mayor parte de Cataluéa y algunas zonas del Me: diod{a francés, aparte del Rosellén y Gascufa®. En este ‘caso el vasquismo parcce manifestacién parcial de un subs: {rato més antiguo y extenso que et representado por Ia as- piracién © pérdida de la /*/ inicial latina 4. Aparte de los casos més seguros de influencta, se ‘observan signifcativas semejanzas entre 1a fonologia vasca Yy la castellana: En ambas, el sistema de las vocales consta e sélo cinco fonemas, repartidos en tres-grados de aber tura; dentro de los Mmites de estos grados, cada una de las vvoeales, firmes y claras, admite variedades de timbre segtin cel cardcter de Ia silaba y de los sonidos circundantes®. Los (0 en la seganda mitad del sglo x0 salvo en Portugal, Levante » alates (e655 ¥ 92). Aa! fo he demstrada Dimaso Alonso, La fragmentaidn fontica ‘peninauar, Suplemeato al tomo I de Ta sEnciclog, Ling. Hisb, Mat rig 1962, 188202. I betacemo del Norte penasular ha sido reac fin surtdicn (ease desputs, § 22), por IE Likdike. (Sprachliche Detiemargn der apulschen Dilebie ‘om Rumdnischen, Reve des tudes Roumsines, II. 4, 1957, M6) y P- lamenthal (Die Batwckung der romanischen Labialtonsonanten, Romanistoche. Versuche ind Voracten, 3, Bonn, 197, 6081). Sera necesaso un examen mas ete de estas analogs, scentundas 79/9 de latin vol bien, Bonu > bueno) y poraue lore Aiptongos se ientieaton con Tos fon orach, Fonalogte expat aque i diptongecién.surgiia coando.hispanos acostumbrados © Sivtema socdlico de una sola /e/'y dou Soin fof trataron de adoptat Ie dlstncn latina vlgareatce fey J, entre fy fe. bimatirando tiamente las dos vocales bieras. sta hipétsis merece total Sentiiento si st lege a probar que lor hispanor po vassoe del Centro peninslar hablaban lenges ean eealismo de clnco fone, ‘Soma el sarco, no de des, como el tain lisico, o de siete, como ft ata vulgar de Hispania. Vase luego, 4 1h om (el, (we) (bene > entor consitutvor de sles s4 Las lenguas prerromanas a tres foncmas /6/, (4, Je/ pueden ser oclasvos (bl, [2 {el 0 frcativos [b, (4),(e].sentin condiciones iguales en fas dos lenguae. Tanto en vatcuence como en los romances peninsulaes In /r/ de una sla vibracon y In /f/ de doe { més son fonemas distintos que se oponea en posiién inervoclic; en poscién inill, donde nuestros romances tienen s6lo Fel vaso exige prétesis de una vocal (erate trvege.§ 3 arraca ‘Taz’ rosa ‘rosa, que también se da fn espaol prelterario (erroturas ‘otwrss, rturacione), 4ej6 sella en topdnimos y apelides (Arriondas, Arredondo), y aparece como prefio en multitud de dobletesIéxicos (rage 1 arruga, antigus roncer, raster, repentir junto & arancar trrastrar, arrepentr,rebatar [ arrebaar,rebouar / arrebo Zar, eto) ® Latinsmos como plan at han perdido la con- fonante ical en sw adapteciin vascuence (tandtu); coma fniloga sucedié en ln evolucién castellana de los grupos Iniciaes latinos /pt/, /et/, /-/ (planu > “Cplenu) > {lano])*. Estas y otras coincidence mo parccan casuals 5. En el Alto Arapin, las oclsivas sordas intervoclicas Intnas se conservan frecuentemente sin sonoriar (ripe, fo retar, lacuna). En algunos vales de Ta misma reqién (Fenlo Y Secu) se sonorizan las oclusivas que siguen a nasal 0 Uiguida (combo “ampo’, puarde “puente’, chungo “unco’ aldo ‘alte’, suarde‘swere) restos dspersos en otras loca Tidades denancian que el fendmenoalcanas antato a todo el Pirineo aragonés En la Ripjn de los siglos x y xt fas Glo Enilinnenses conservan de ordinaio las srdasintervocdicas (lueco, mouetura, et), mientras sonorizan tes a ia /s/ de aliquantas > olguandas; en documentos rijanos de Ia cen Pia, rice, § M; Michena, Fon Mit. Vasc, sa Menénder Pidal, Orlgenes det espaol, § 102. F. H. Sungemson 1a teora dal sustrate, pgs 177 1, rechara, sin arguments com asous eno, 4 2 Historia de ta lengua espafiota sa poca hay otros ejemplos semejantes. Los dos rasgos se dan fen beainés y colnciden con el tratamiento que da el vasco a Ins oclusivas de los latinismos que ha adoptado: el vasco no Altera las intervocdlicas (tipula ‘ceboll’, kuskula ‘cogolla, fapatha ‘espada'); pero sonoriza las que van tras m, 1,7 0 [, tanto en los latinismos (temp dra > dembora fronte > boronde, altare > aldare) como en formaciones indigenss (emenkoa > emengoa, Iruntik > Irundik). En vasco, el earde- ter sordo © sonoro de una oclusiva depende de los sonidos vecinos, sin constituir rasgo fonolégico diferencial; y la es- critura ibérica empleaba tun mismo signo para sorda y sono- ra, meras varlantes, sin duda, de un mismo fonema®. 6. Otros cambios fonéticos espafoles pueden atribuirse 1 substratos distintos del vasco. La sonorizacién de Ias och sivas sordas intervocdlicas Iatinas parece coincidir origina riamente en Ia Peninsula y en la Romania con Ia existencia -de-un-anterior. dominio-céitico--Entre-los-celtasrhispanos-la indiferenciicién de sordas y sonoras debia de ser grande, ‘8 jurgar por grafias alternas como Doitena y Doidena, Am. atus y Ambadus, Arcailo y Argacta, Ataecina y Adaegina, sbriga y -brica. Estas vacilaciones se extendian por todo el 7] Véanse ls distinas opiniones expuestis por Sarsinandy, Ves tices de phondigue Weriewre on teriteire roman, Revista Tnteraais. ‘nae. Estudoe’Vaseon, Vi, 1913, R. Meoencer’ Plat, Orfener det Cipahol, Hey 55, G. Roblls, Le Gascon, 138, 337, A Ber hocharegaveteche Dialekt, Revue de’ Liegisique Romane, i, Ns, TOT W. B, Bleork, De quelgues afonuds phondlgues entre Ferogonaie et te bdarnois, 83 reseba de esta obra por T- Navarro ‘Toms, Revista de Flotogla Hispénes, 1, 199, 178176) A, Tovar, Les Signos slihicertbércos Tas permatacones del version, Emerita, XU, 20 y sina, y A. Martinet, De fa sovrtsaton des occusives {nits en basque, Word, VI, 50,2433. Para las Gloss ¥ documentos FHejanes, winse F- Gonzi Ole, La sonorizociim de las comonanter ordar tras ronante ana Rioja. A propésito dl lomento etco em Iat Gioses Enlanenss, Cand. de Tovert. loi, Logrono, 1V, 1979, 11s im a4 Las lenguas prerromanas 3 Noroeste peninsular a partir de In Moea LisboaMedellinstie- ras de Soria; en las mismas regiones alcanzaron también 1 palabras latinas (imudauit por immutauit, per- peduo, Perecrinus, Aucustinus en inscripciones de la época romana); y hubleron de constituir base favora- ble para la sonorizaciin de las oclusivas sordas intervocd- licas, que en fos siglos 1X al xr aparece especialmente arral- fgada en Galicia, Portugal, Asturias y Leén®, 7. En casi todos los paises roménicos donde estuvieron asentados fos celtas, el grupo latino /kt/ evolucioné hasta Hegar a /it/ © /¢/, soluciones en que se reparten los roman- ces occidentales (lat. nocte, factu > port. noite, feito; csp. noche, hecho: ea. nit, fet: prov. muech, fack; fe. nut, {ait La primera fase del fendmeno (relajacion de Ia /k/ en [jc sonido igual al de la jcastellana moderna) aparece en ins- tipeiones galas y es general en irlandés. En inscripciones ~eeltibéricas-consian Rec tugenus~y-sucreduccion= Re tugeno, que probablemente habré de leerse *Reituge no; el nombre es el mismo de Rhetogenes, héroe nus mantino mencionado por Appiano *. Como el grupo /ks/ ha sequido una transformacién andloga a Ia de /Kt/ (lat. 1axa re > port. leixar; esp. lexar; fr. lesser), con igual exten: sién, podria ser también de origen eéltico, FA Forse, Le sonoritaciin 9 calde de lar intervoedins y ts ‘rats indocntopeos on Hispania, Bolen de a R. head Exp, XVI, Sobre le eronalogia de le sonortacs.. ala. Romina Ove. i aMlomenafe a Fritz Keogers, 952, 918; The Acent Lang: of ‘Port, 1981, 95; La lace de tnguar. 1968, 7 Einfhrane Wt die Sprachgeachichte der Uber. Halbinel, 197, MAI. 8. Ste eto, tara da Lingua Portugusa, Rio de Taneeo, 12, 164151 No echazan Ia posibllidad dl subseato ello A. Marne, Care Lent fon and Wevters Romance Consonants, Language, XXVith, 1992, 192- 217, a Jungemana, op. cit 159 1 uP Ww MeyerLUbie, Inroduccén « lx Iingitstica roménica, Madi 1816, § 2st: Tovar, The Ancient Lane. of Sp. and Port, Bi, Siva Neto, Historia, 6. ¢ POOOOOHHSHOOHOOHOEOOHSCHSEEOCOCOEOCOOOE “ Historia de ta lengua espaiiota 85 8. Por witimo, en el Centro y Noroeste peninsulares y fn otras zonas occidentales de Europa hay testimonios edt ticos de vocales inflexionadas por la accién de otta vocal siguiente; por ejemplo, a un nominative Ancetus corres ponde un genitive Angeiti. En este fenémeno se ha visto tun anticipo de Ia metafonia que con diversa intensidad y aleance se da en la Romania occidental: lat. f8e%, vEni > fr. fis, vins, esp. hice, vine, port. fiz, vim. Sera necesario precisar las’ condiciones en que tal inflexién se produce en Is Tenguas célticas y en los distintos romances, S75. HUELAS PRERROMINAS EN LA MoRFOLoGiA. EsPAROLA 1. En lenguas célticas de Hispania —al menos en Ia celtibérica— los nombres de tema en /-0/ tenfan /-08/ como desinencia de nominative plural: en inscripelones aparecen araticos, calacoricos, lutiacos, etc, en funcién de sujeto. Ello pudo contribuir a que el nominative plural latino en /4/ desapareciera en Hispania y quedase tna forma Unica -os para nominativo y acusativo. Véase § 18,. 2; En espafol se conservan algunos sufijos derivatives nominales de abolengo prerromano. De ellos, los que tienen hhoy mayor vitalidad ‘son los despectivos -arro, -orr0, «urro (buharre, machorro, baturro), de origen mediverrineo pri mitivo¥. Por los siglos x1 y x11 subsistian eco y -ueco (Kart nariecas, pennueco), procedentes de -8ceu y eeu no latinos; ahora sélo se encuentran, con pérdida total de si nificado, en palabras sueltas (muiiece, morueco) y en nom bores de lugar (Barrueco, Batuecas)”. En peasco, nevasca, A Tovar, The Ancient Lang. 95; Einfhnong, 2, bs R. Menenden Pidal y A. Tovar, Lor zufjor con -rr en Espo 1 fuera de ai, Hol dei Reads Esp, RRAVIT, 188, L2H. ‘oem Pid, Origenes, #6 55 Las tenguas prerromanas 4 borrasca parece sobrevivir un sufjo ligur -asco%. Acaso tenga el mismo origen el patronimico espafiol en z (Sducher, Garciaz, Musiz, Mutioz, Ferru2); las tesis contrarias a su abo- Jengo prerromano no han logrado ofrecer ninguna solucién, satisfactoria, mientras que las terminaciones -at, -e2, -02, ‘bundan en toponimia peninsular y alpina presumiblemente ligur; este sufjo -2 fue incorporado por el vasco con valor posesivo 0 modal®. Del precéitica 0 eéltica -aiko,-aecu¥ ‘muy atestiguado en inscripciones hispanas, proviene -iego, bastante activo en otto tiempo, pero apenas empleado hoy fuera de los derivados antiguos como andariego, nochernie. 80, mujeriego, solariego, palaciego, Jabriego, etc. °. 3. Aparte hay que sefislar I extrafia afcién del espatiol a formar derivados mediante la afadidura de un incre: mento inacentuado con vocal @ (reldmpago, eifnage, méda no, edscara, agéllara, de lompo, cieno, meda, casca, agalla). Las consonantes del suijo son indiferentes, segtin se ve en Imurciégano y murciégalo > murcidlago, de murciego, © en 1B Meninder Pil, Teponinta prerom. hips, 7, OLED y 12165 ‘Supone orgen no Hgut J. Hubschmi, saci Ling. Wisp 1 S283, Die askousko.Sufie iid das Problane des Ligurzehen(v:. 6) ‘o"Aenendex Dida, Toponimia prervon: his, Ter I. Mentnder ty A, Tovar, Dos suljos espatoler en wt 9 expectalmante for pstrontnicos, Bl. R. Ae- Esp, XE, 1962, 714. Pore ores eaten, ‘ance Balt, Grindrss der’ fons. Pay Se Grier, Ty Bo ede 308 Cornu, Mid, 92: Carney, Le latin Espagne stapes ls inscriptions, 22285, W. MeyerLibke, Romanuche. Nomenstadien, Sitangsberts ‘er k Ad. in Wien, 108191751 9 Die beroromanchen Patrons ‘Spanish patrargmies i, Revie Wispansqe, LAVI, 1935, 166178, LW. Gray Lortgie de le termination hipono-portugase ee, Balen de Ia Soaité de Lingustigue de Para, NRVIL, PSS bios; 7 Caro ‘Boro, Haterisies pare wna historia de Te lengua vasea en ou rlscion on fa Tain, 182, ND118, E- Garin omen, Hipocorsicr érabes 9 Detrontmicos Nspinizes, Acabics, 1934, B35 oy Mattel, The Hispanle Suffle (ess. A Morpholoicel and Lexical Study based on Histocat end Disecal Sources, Berkley ‘ish “ Historia de ta tengua espafiola $6 Jas alternancias sétano y antiguo sdtalo, Huéreanos y Huér- cao) Overa. A veces sélo se conoce la forma derivada y no Ja primitiva; ast ocurre en rdjaga, bdlago y tantos otros Los esdrijulos latinos que se han conservado no bastan para explicar un fenémeno tan amplio; en cambio, la topo- hhimia prelatina abunda en nombres como Nai&ra y los ya citados Tamagay Brac&ra, con sus variantes Bra cana y Bractla, semejantes a lot actuales Huéreanos, Nuévaios, Soléreano. El sustantivo paramo es indudable- ‘mente prerromano, y probablemente lo es también légamo © légana, Parece tratarse, por lo tanto, de un habito heredado de Ias lenguas peninsulares anteriores al latin“, § 6 VocAnULARIO ESPAFIOL DE ORIGEX FRERROMAND, 1, Son muy numerosas las palabras espafiolas ‘que no encuentran etimologia adecuada en latin ni en otras lenguas ‘=comocidas, No=pocas, exclusivas- de I Peninsula; son” tah— viejas, arraigadas y caracteristicas que invitan a suponerlas ms antiguas que la romanizaciéa: por ejemplo, abarca, artiga, aulage 0 aliaga, barda, barraca, barro, cueto, charco, ‘galdpago, manteca, perro, rebeco, samarugo, silo, ima, tamo, toca, foj0 %; pero no se ha encontrado fundamento sufciente © R Mendader Pidsl, Manual de Gramdtica histérice espateta, 44 Origenes del espanol, 61 y 61 bs, ¥ Suiosdlonat en ef Mede derrineo Oeciavial, Nowra Rev. Ga Fil. Hip, Vil, 1S). S455, J. R “Graddoek, Latin Legacy versur Substratum. Residue. The Unsiressed “Derivationat” ‘Suffer in the Romatce Vernsctars of the: Western Mediterranean, BerkeleyLow Angeles 16, ‘2 Veanse, ante todo, el Die erl. etm. de la logue castellena de 4, Coromins, Magra 1984, y ta Tépioa Hesperia, ly Medeldy It 18428, R. Menéodex Pidal, Ofgenes, $51) 9 8, 9 Toponimia yrerrom. isp, 02M Siva Neto, Mistria, 27.308, Hubschod, sence. ing isp, 12446 y LULL 'y A. Tova, Les traces lingitiguescetgues dana fa Pninete Therigu,eCeltioun Vi- Actes dt Toishme Calogus Intern, 'Etudes Gaulolses, Celgues et Protcetiquees, Rennes, 158, Hua 96 Las tenguas prerromanas a para sefalarles procedencia concreta de alguna lengua pre romana conocida, Mayor es la probabilidad de acterto cuan- do entre la palabra espatiola y una de lengua prerromana hay afinidades fonéticas y signiicativas suficientes para su poner entre ambas parentesco o relacién no explieables por ‘ia latina o posterior: vega tenfa en los siglos X y Xi las for. mas beica y vaiga, semejantes al vasco ibaiko ‘ribera’; arto ‘eambroners’ corresponde al vasco arte ‘encina’; igiteda y fl vasco akefo ‘macho eabrio’ postulan un étimo comin Tekoto; vilorta significa lo mismo que el vasco bilur; pestafa vale igual que el vaseo piztule, en conexién con pitta ‘legafia; 10s altoaragoneses ibén ‘laguna’ y sarrio ‘es pecle de gamuza 0 cabra montés’ parecen relacionarse con Tos vascos ibai ‘rf! e izar ‘altura’ etc. Tal vez sea de origen Tibio tamujo, port. tamuge, planta que sélo se da en una franje de la Pengnsula y en una zona de Argelia donde estuvo ‘asentada Ia antigua, locallded de Tamugadi®. A. juzgar por I geografia de sus posibles parientes parecen tbéricas, rediterraneas 0 aceso ilitioligures barranco, carrasca, gn. dara ‘pedregal’, lama "barro’, etc. Nava no sélo se extlende por todo el dominio castellano y vasco, sino también por zonas alpinas y en el celta insular. El Iéxico de origen pre- fella o celta comprende sustantivos referentes al terreno: errueco, légamo, sera; nombres de Arboles y_ plantas: abedul, liso, dlamo, belefo, belesa, erro; xo6nimos garea, puerco y toro (en Ia Inscripeién de Cabeso das Fraguas poreom y taurom se anticipan a los latinos porcus y taurus); terminologia relacionada con los Guehaceres risticas: busto ‘cercado o establo para bueyes’ Cboustom en el bronce de Botorrita), amelga o ambelga, ‘colmena, gancho, gorar ‘incuba’, gilero, huero; y otras pa: TV, Bertldi, Romance Philology, I, 171, 8 Historia de 1a lengua espaiiola 56 labras de campos seménticos diversos: baranda, basca, be- rrendo, cantiga, tarugo, los verbos estancar, atancar, travcar, virar, ete. El calzén era prenda caracteristica del vestido celta, y el término correspondiente, braca, ha dejado el espafiol braga; el uso de braca en Ia Peninsula est ase gurado por la existencia de Brackra y los bracari, Pueblo que habitaba la regién de Braga. El compuesto la tinocelta Octavioles (ciudad situada entre Reinosa y Aguilar de Campoo) atestigua el empleo de olca ‘terreno cereado inmediato a la casa’, de donde el espaiiol huelga (hoy casi olvidado; recuérdense nombres geogréticos como sas Huelgas y compérese el francés ouche), 2. La epigrafia latina de la Peninsula no proporciona ‘muchos datos. En el ara votiva de Leén (siglo 11 d. de C), Tullo ofrece a la diosa Diana los ciervos cazados vin pa rami acquores; péramo no tiene aspecto ibérico; debe pertenecer a la lengua precéitiea © protocéitica de los puc blos que habitaban el Oeste de Ia meseta septentrionl, Balsa figura como nombre de una ciudad lusitana encla- vada en terreno pantanoso; es la primera muestra del es F panol y portugués balsa, cat. basse, El bronce de Aljustrel “Portugal, sigio 1) da «lausiae lapidese; de *lause vie ren el espafiol l0sa, port. louse, cat. lose, 3. Los autores latinos citan como hispanas 0 ibéricas hhasta unas treinta palabras, que en su mayoria no han le. fgado al romance. De las que han perdurado, algunas no son originarias de Espana, sino latinismos provinciales o voces extranjeras®, Quedan, sin embargo, ciertos testimonios in Veanse Cornos, Le ttn Espagne dprés tes inscription elles, ts, y J. Une, Insericioneserstionay de la Espa ro ¥ vsigod, Bateslon, 2 ed 188 ‘Por ejemplo, can thus ‘Alero con que se ce el borde dele reat, african © espafal segin Qulotiane, e& el orien del cap 56 Las lengues prerromanas ” teresantes: Varrén afirma que Lancea (> espafol lanza) no ern voz latina, sino hispana; podria ser, en efecto, un celtismo peninsular, Plinlo recoge arrugia ‘conducto sub- terrénea’, antecedente de arroyo; da cusculium (> esp. ‘coscojo, caseoja) como nombre de una especie tbérica de encina;_y atribuye origen hispano a cuniculus (> esp. conejo), Quintiliene sefiala como oriundo de Hispania el fdjetivo gurdus ‘estélido, necio’ (> esp. gordo, con car ‘bio de sentido); la palabra se usaba en latin desde varias generaciones antes ®, Y en el siglo vit San Isidoro mencio- nna en sus Etimologlas cama, sarna y stipa, variante de stippa > estepa ‘mata resinosa parecida a la jara’. Fs probable que el Iatin tomase de las lenguas hispénicas Jos nombres de algunos productos que se obtenfan, princk palmente en la Peninsula, como plumbum (> esp. plo- mo), galena, minium (compdrense el nombre fluvial Mino —en Galicia, tieréa de donde se extraia abundante {xido de plomo— y el vasco min ‘vistoso, encendido’). His- pania era ya gran exportadora de corcho: el latin suber ( esp. sobral, cat. surer, port. sovre, sobreiro, it. sughero, sovero) parece ser una vor peninsular adoptada*, poset i a ree Sip sasha av Notas ee den ao eee igeteha a io ES we nea CH vpn Aum, XY, 2 He READS Manat 2 Sia el nts Hm Pp 28 Ce a it Re wba ee uo ma enn a at suns eB i __ de carpintero so Historia de ta’ lengua espatiota g7 4." La influencia de tas lenguas prerromanas en cl voca: bbulario romance de la Peninsula, segin lo que podemos apreciar hoy, se limita a términos de signifeacién sume. ‘mente concreta, referentes en su mayoria a la naturaleza ya la vida material. No pervive ninguno relativo a la orga nizacion politica y social ni a In vida del espiritu, 87. Cmmiswos pen carte, [No son pretromanos muchos celtismos que, tomados de los galos, adquirieron carta de naturaleza en latin y pasaron f todas o gran parte de las lenguas romances. Ast ocurrié con un nombre caracteristica del vestido celta, camisia (> esp. camisa), La vivienda celta dejé al latin capanna (© exp. cabana); 1a bebida tipica de los galos se llamaba cerevisia, origen del esp, cervera. Medidas agrarias de inual,procedencia.son.are pennis->varpende-y lewea 3" legua. Los romanos aprendieron de tos galos nombres de Grboles, plantas y animales: alauda y salmo son en espatiol alondra y salmdn. La habilidad de los galos como constructores de vehiculos hizo que los romanos se apropia ran los celtismos carrus > carro y carpentum ‘carro de dos ruedas; carpentarius ‘carrero’ amplié su sem. tido hasta hacerse equivalente de tignarius, yes el igen os términos celtas que lograron gran difu- % W. MeyerLibhe, Introd. @ Ja Ling. Romdnies, Madris, 1928, ssa Bl wo de carpentarius con cl valor de tlenarius apa race yen Palaio (Therouruslinguae ltiaee Ts 190 ets 48), Car Dintero no es un galicismo evidente, com pretende HW. Lausbery (Ro. Imanische Forschungen, LX, 17, 2H); antigiedod ea Espat td Ssemurnda por la del derivado arpencerla, que figura ean docimento ovetense de os sigos ix © x (Moz ¥ Romero, Colcclin Ce Fuerey Meats, 187, 1) s8 Las lenguas prerromanas st sidn en el Occidente de la Romania son *brigos ‘Tuerza’ (> esp. brlo) y vassallus (> esp. vasallo), que sirvié para designar una relacién social que los romanos desco- noclan, . 58 Vasoutsuos. Después de la romanizacién el vascuence ha seguido pro- porcionando al espaiol algunos vocablos. En la Alta Edad. ‘Media el dominio de Ia lengua vasea era més extenso que en. Ja actualidad, y of crecimiento del reino navarro favorects Ia adopcién de vasquismos. En el siglo x las Glosas Emi ianenses mezelan frases éuscaras con otras romances; en Ja onomdstica espafcla entraban nombres como Garsea > Garcia, Enneco > ffigo*, Xemeno > Jimeno: y snwel-x1tt-elriojano- Berceo- empleaba-humorfsticamente bildur ‘miedo’ como términio conocido para sus oyentes, Por esta época annaia ‘hermano’ y echa (< vasco aita “padre’) formaban sobrenombres honorifics o afectivos («Minaya Alvar Fafiers en el Poema del Cid; «Miecita don Ordonio fen documentos del siglo x11)®, Siniestro, de origen latino, contendia con izquierdo (< vasco ezker), que habla de Imponerse. De zati ‘pedazo' y su diminutive zatiko, vie- fen zato y gatico ‘pedazo de par’, ‘pequefia cantidad’, usado or Berceo; en las cortes medlevales se llsmaba gatiquero al eriado que levantaba la mesa de los sefiores, El vocabulario espafiol de origen vaseo seguro 0 proba ble incluye adem&s términos alusivos a usot hogarefios, 3 GM. Verd, 5.3, thige,Iigues, Hustega Mistorla y Merfoogta, Miscolinea Comins, NXXIL. 194, $61 y 20733, BR Menéader Badal, Centar de Mo Ci, TI, 16,1211, y Chamer tin, en Toponinia rer. isp, 2. PO SOOO OS OOOO H0OCO8O0OHCCCOOO CEES POSS SHSSSSHSHOHSHHSHHSSHSSSHSHHSSEOHOHEOEHEES 2 Historia de la lengua espafola 58 como socarrar; nombres de minerales, plantas y ant ‘males, como piearra, chaparro, acaso tumaya; prendas de vvestir, boina y zamarra; agricultura, treecién y- ganade. ra, faya ‘pala de labrar’, narria, cencerro; navegacién, ge. ‘arra; metalurgia, chatarra; supersticiones, aquelarre: juego, Srdago, etc. Del vasco buruz ‘de cabeza’, cruzado probable. ‘mente con una vor Arabe, vienen los espafioles de bruzos, de bruzas, de bruces, y el port. de brugos™, En ocasiones Ia palabra vasca es, a su vez, de origen Iatino @ roménico: ast, del latin augurium proviene la interjeccién vasea de sm Judo o despedida agur, de donde el espaol agir, usado como ddespedida a partir del siglo xvzt por lo menos: el latin cs. tells dio en vasco tristera, que ha pasado al castellano en In forma chistera: nuestra chabola es adopcion reciente del vaseo tsabola, pero éste procede del francés antiguo jaole ‘jaula 0 c&rcel’. A cambio de estos y otros escasos présta- ‘mos, la influencia léxica del espafol sobre el vasco ha sido, Y sigue siendo, enorme. 35. Corominas, Revista de Flo. Hispnica, V ply. & 4,8 A. Tovar, Boietio de Flog, Vill Lisboa: fat, 267 A, Castro, Rev. de Filo. Esp, XX, 185), G04) 3. Corominas, hee. ert etm TT, LA LENGUA LATINA EN HISPANIA 9% Romanazacron ow Hiseansa 1. La segunda guerra piniea decidié los destinos de Hispania, dudosa hasta entonces entre las encontradas in fuencias oriental, helénica, celta y africana, En el afio 218 antes de Cristo, con el desembarco de los Escipiones en Am Purias, empfeza la incorporacién definitiva de Hispania al ‘mundo grecolatino. Gades, el ultimo reducto cartaginés, st ccumbe el 206, y Jos romanos emprenden la conquista de la Peninsula. A principios del siglo 11 les quedaban sometidos el Nordeste del Ebro, ef litoral mediterréneo y la Bética, La contienda sostenida por lusitanos y celtfberos duré més; ‘aun después de la destruccién de Numancia (133) se regis- ‘tran nuevas insurrecclones, En el siglo t repercuten en mes tro suelo las discordias civiles de Roma. La paciicacion del territorio no fue completa hasta que Augusto dominé a cén- bros y astures (aio 19 a. de Jesucristo, ‘Mientras tanto el seftorio romano se habia ido exten- diendo por todo el mundo entonces conocido: a Italia y ' Véanse A. Garcia y Bed, Le ftintzacén de Hispania, Archivo Esp. de Arqueclogta XL, 197, 9 la bibliogratinctada por K. Baldinger, {Le formacisn. de los dominion lingilicos en la: Peninsula Toone, Madri, 197, 104106. 4 Historia de la lengua espariola 59 sus islas circundantes se afiadian en el siglo 11 Wiria, Mace onia, Grecia, el Norte de Africa y la Galia Narbonense; en el, Asia Menor, Galia, Egipto, el Sur del Danubio y los Alpes. ‘Ast el Oriente, colosal y refinado; la Hélade, cuna Gel-saber y la belleza, pero incapaz de unificarse politica: mente; y el Occidente europeo, habitade por pueblos dis cordes en mezcolanza anérquica, quedaban sujetos a Ia dis ciplina ordenadora de un Estado univers La primitiva Roma quadrata se habia engrandecido gra cias a virtudes supremas: ruda en un principio, como puc- io de agricultores y soldados, posela un sentido de energia viri, de dominio, que le sbrié el camino para cumplir su ‘excelsa misién histérica. La cultura romana traia el concep: to de Ia ley y la ciudadanta; pero el Estado no representaba ‘slo garantias para el individuo, sino que era objeto del servicio més devoto y abnegado. Al conquistar nuevos patses, Roma acababa con las luchas de, tribus, los desplazamientos. ‘4e"pucbios, las pugnas entre ciudades: imponia a los dems cl orden que constituls su propia fuerza, Consciente de esta providencial encomienda, Virgilio la hacia saber a sus com- patriotas Tu retere imperto poputos, Romane, memento (ae fb runt arts), pactsque tmponere more, Darcere sicctis et debllare superbos EE sentido préctico de los romanos los hizo maestros en “1a administracién, el derecho y las obras piiblicas. Roma tent6 la base de Ins legislaclones occidentales. Calzadas, [puertos, faros, puentes y acueductos debidos a sus técnicot Ihan detafiado el transcurso de los siglos. Y si, por natura lez, el romano no sentia aficién hacia et escape desintere, sado del espititu y de la fantasta, acerté a aproplarse Ia ccultura helénica, bebiendo on ella lo que le faltaba, De este ‘modo, Ia escuela romana Mevaba a las provincias, a la vez 39 35 {que el nervio latino, et pensamiento y las Jetres griegas, la cereacién més asombrosa del intelecto y arte europeos ‘Como consecuencia de Ia conquista romana hubo en His pania una radical transformacién en todos los érdenes de Ja vida: téenica agricola e industrial, costumbres, vestido, lorganizacion civil, juridica y militar. La religién de los con. quistadores, con sus dioses patrios y los extranjeros que {ba cobijando, convivié en la Peninsula con el culto a divi- nidades indigenas. La mitologla clisica alz6 templos con segrados a Diana, Marte o Héreules, y poblé de ninfas los bosques hispanos. Atin hoy subsiste en Asturias Ia supers: ticidn de las xanas, hermosas moradoras de Ias fuentes, que tejen hilos de oro y favorecen los amores; sana es evolucion fonética y semantics de Diana, Is diosa virgen de los bos ques y Ja caza, 2, La romanigacién més intensa y tomprana fue Ia de -=la-Bétlcarcuya'culturarsuperior-avla'de las demés'regiones, facilitaba Ia asimilacién de usos nuevos. La feracidad de las comareas andaluzas atrajo desde muy pronto a Jos colon! zadores; ya en 206 a. de J. C. tuvo lugar Ia fundacién de Itdllea, pare establecimiento de veteranos; leplonarios casa- ‘dos con mujeres espafiolas constituyeron 1a colonia liberta de Carteya (17), y Cérdoba, més sefiorial, fue declarada colonia patricia (169). En la época de Augusto efirma Es ‘rabiin que los turdetanos, especialmente los de las orrillas del Betis, habian adoptado las costumbres romanas y ha- bian olvidada su lengua nativa. Esta noticia ha de referirse a las ciudades importantes, pues en los pequefios miicleos de poblacién y en el campo el apego a las costumbres y Tenguas nativas hubo de ser mucho més duradero. ‘Alas costas mediterrdneas y al valle del Ebro acudieron también muchos colonos. La politica de atraccién dio ex: La lengua latina en Hispania PSCOSHHHOSHHOHHOHHSSOOCHOOCOOHO HOO OOOEE p Occccccceccececccccoeccecoeoneecoes 56 Historia de la lengua espatola 59 celentes y tempranos resultados con los indfgenas. En el ‘fio 90 a, de J.C, durante la guerra social de Italia, com- batian en las filas del ejército romano caballeros nativos, de Salduia (Zaragoza), quienes merecian por su valor Ia ci adanfa romana y otros honores. Sertorlo fundé la escucla de Osea (Huesca) a fin de dar educacién latina a los jévenes e la nobleza hispana, preparindolos para la magistratura, a la vez que se procuraba rehenes. Segin Estrabén, la roma: nizacién de levantinos y celtfberos no estaba tan avanzada, hacia el comienzo ide nuestra era, como la de los turdetanos, ‘Mas retrasada se hallaba todavia la de Lusitania; y los pueblos del Norte, galaicos, astures y efntabros, recién do- minados, seguian viviendo con arreglo = sus rudos hébitos seculares 3. Con la civilizacién romana se impuso la lengua latina, importada por legionarios, colonos y administrativos, Para ‘su difusién no’ hicieron falta coacciones; basté et peso de las cireunstancias: cardcter de idioma oficial, accién de le escuela y del servicio militar, superioridad cultural y con- veniencia de emplear un instrumento expresive comin a todo el Tmperio. La desaparicién de las primitivas lenguas peninsulares no fue repentina; hubo un perlodo de bilin: flismo mAs o menos largo, segin los lugares y estratos so- Ciales. Los hispanos empezarian a servitse del latin en sus relaciones con los romanos; poco a poco, las hablas indige- nas se irfan refugiando en Ia conversacién familiar, y al fin Negé la latinizacion completa, 4. Son interesantes a este respecto algunos nombres de Tugar que mezclan elementos latinos con otros ibéricos 0 celtes. No es de extrafar que en Gracchurris (Alfaro) se jumte al recuerdo de su fundador, Tiberio Sempronio Graco, la palabra vascona urri, integrante del native y re) La lengua latina en Hispania 3 cerceno Calagurris, hoy Calahorra®: la fundacién de la ciudad ocurrié en el afo 178 a. de Jesucristo, muy al prin- ciplo de Ia conquista, Pero Juliobriga (cerca de Reino sa), Cacsarobriga (Talavera), Augustodriga (Clu dad Rodrigo), Flaviobriga (Bilbao o Portugalete), Tria Flavia y otros, demuestran que en tiempo de César, de ‘Augusto 0 de los Flavios el celta briga y el iri conservado ‘en vasco guardaban su valor significative. Para Octaviol= ca, véase § 61, Coinciden con esta deduccién los testimo- nios de escritores latinos y griegos. Cicerén, en su tratado De divinatione, compara el desconcertante efecto de los suc- fos incomprensibles con el que producirfa oft en el Senado cl babla extrafia de hispanos o cartagineses. EI historiador ‘Técito (852-120) refiere que un aldeano de Termes, en 10 ‘que hoy son tierras de Soria, acusado de haber intervenido fen el asesinato del pretor Lucio Pisén (afo 25 d. de J. C.), se neg a declarar quiénes eran sus cémpliees, dando grandes ‘voces en su idioma native, Plinio el Mayor (2379), al des- cribir las explotaciones auriferas de la Peninsula, registra fabundante nomenciatura minera prerromana. Recordemos ‘que, segiin Estrabén, en la época de Augusto sélo estaba préxima a consumarse Ia latinizacién de la Bética, En Le- vante el alfabeto ibérico sigulé empleéndose hasta muy en trada la época imperial, 1o que implica supervivencia de las lenguas nativas, Mas tarde un tratado De similitudine ccarnis peceati, atribuido a San Paciano, obispo barcinonense del siglo 1v, o a Eutropio, que lo fue de Valencia en el vt, falaba Ia caridad de una dama que hablaba en Iengua ver nécula a desvalides paganos que no sabfan latin’. Bs de suponer que en el Centro, Oeste y Norte Ia latinizacién no Vests $3555 3 Garcia y eld, at eit, 2028 iva arena —S 38 Historia de la lengua expafiola s10 se generalizaria sino més tarde ain, La toponimia asturl nna abunda en derivados de nombres Intinos de terratenien: tes (Antofana, Cornellana, Jomezana, Terenzana, de Anto- nius, Cornelius, Diomedes, Terentius); pero 1a epigratia de Ia misma regién ofrece nombres indigenas de dioses, individuos y gentilidades hasta fines del siglo 1v por Io menos’ $10, Be arte, Entre las lenguas indoeuropeas, la latina se distingue por su claridad y precisidn. Carece de Ia musicalidad, rique- za y finura de matices propia del griego, y su flexién es, comparativamente, muy pobre. Pero en cembio pose jus teza;,simplifca el instrumental expresivo, y si olvida dis- tincfones sutiles,-subraya-con firmeza:las-quevmantiene o crea; en la fonética, un proceso paralelo scabs. con cast todos los diptongos y redujo las complejidades del conso- nantismo indoeuropeo. Idioma enérgico de un pueblo prée- tice y ordenador, el latin adquirié gracia y armonia al con- tacto de Ta literatura griegs. Tras un aprendizaje iniciado en el siglo 11 antes de J. C., el latin se hizo spto para la poesia, Ia elocuencia y la flosofia, sin perder con ello la Concision originaria, Helenizada en cuanto a téenica y mo- elos, pero profundamente romana de espirity, es Ia obra ide Cicerén, ¢ igualmente In de Virgilio, Horacio y Tito Livio, los grandes clésicos de la época de Augusto, + Masia del Carmen Dobes, Le toponimia romana en Asturias, Emerita, RAVIIL, 19, M128, 9 XXIX, 18, 12) F- Diego Santor, Romanicacion de’ Asturias e travls deou epigrafia romana, OvieSo, we 9 su Hispania contribuyé notablemente al florecimiento de t letras latinas; primero con retdricos como Porcio Latrén y Marco Anneo Séneca; después, ya en Ia Edad de Plata, Con las sensatas ensefanzas de Quintiliano y con un bri ante grupo de escritores vigorosos y originales: Lucio ‘Anneo Séneea, Lucano y Marclal. En sus obras —especial- ‘mente en las de Séneca y Luceno—, espafioles de tiempos modernos han crefdo reconocer alguno de los rasgos funda: imentales de nuestro espiritu y literatura a lengua tatina en Hispania 11, Havextsaos§ 1, El influjo cultural de ta. Hélade se dej6 sentir sobre Roma en odes los momentos de su historia. El contacto con far cludades griegas del Sur de Italia —ia Magna Grecia— _fue-decisivo. para, la evolucién_espiritual de Jos romanos. Un cautivo de Tarento, Livio Andrénico, inaugurd en él siglo 11 fa Uteratura latina, traduciendo o imitando obras rlegas, La conquista del mundo helénico familiariz6 « Tos Fomanos eon une civilizackén muy superior. Grecia les pro- porcioné nombres de conceptos gezerales y actividades del Copirity: idea, phantasia, philosophia, musi- ca, poesis, mathematica; tecnicismes literarios: {ragoedia,comocdia,seaena,rhythmus, ode, Thetor: palabras relativas a danza y deportes: chorus, palaestra, athleta; a ensefianza y educacién: scho- Ta, paedagogus: en suma, a casi todo lo que repre senta refinamiento espiritual y material + Vase M, Fermfader Galano, Helenismos, nce Ling. Hap. Sie S177 (excelente isin de confunto). PO HOOSOHCHOHHHHEHOHOHOCOOOOROOOOOOROS SOCOCOHSSOHOSHHHHSHOHHHASHHOHOHHOOOHOOES « Historia de ta lengua espariota su 2. La lengua popular se llené también de grecismos mas concretos y seguramente mds antiguos que los de introduc- cién culta: nombres de plantas y animales, como ori g&- num, s8pia(> esp. orégano, jibiay; costumbres y vivien- da: balneum, caméra, apothéea (> bafta, eda 1a, bodega); utersilios e instrumental: amp Ora y el dim nutive ampilla (por amphora > dnfora), sagma, chrda (> ampolla, jalma, cuerda); navegacién, comer. clo, medidas: ancéra, hemina (> ancia, dicora, he mina); lnstrumentos musicales: symphonJa, elthira (> zampora, zanfona, cedra, eltara), ete. fs Durante el Imperio, nuevos helenismos penetraron en el {atin vulgar. La preposicidn katé tenfa valor distributiva in frases como kata duo, kata treis ‘dos a dos’, ‘tres ‘a tres; introducida en latin, es el origen de nuestro cada, EL sufjo verbal -izein fue adoptado por el latin tardio en las formas -lzare, -Idare; la primera, més er dita, sigue siéndolo en el espafol -izar (autoricar, realizar, “Fiaiculizar), mientras que -1dtare ha dado el sufijo po- ular -ear (guerrear, sestear, colorear), mas esponténeo ‘prolific. El adjetivo macarios “dichoso, bienaventura do’, se empleaba como exclamacién en felicitaciones; de su vocativo macarie proceden el italiano magari y la antix sua conjuncién espafiola maguer, maguera ‘aunque'®, Luego G13) veremos le importantisima contribuciéa del griego al vocabulario y terminologia cristianos. 7 Para el cambio de sentido, compdrese In equivalencia entee sthlgalo_enhorabuens; no 10 aprabaite no Io aprobere iengue to Inna. El portugués ermbora“aungue’ es Grgiariamente emt ea here, ‘cahoraboena. El italiane tagartofrece mtn los sinew grades de st evolucdn. En espaol dl plo X macare ke era ya eaulvaleate fe quamuts (Gloss Sllenses 28). Sin embargo doe sigan det pots Ben Quzinin emplee mathar con el sigifeado de ‘oj’ que {mbién et ital. mopar poses (Gareta Gomes, Todo Ben Quam, HH, Masia, 172, 43) ou La lengua farina en Hispania a Las datntas épocas en que se introdujeron en Tati tos Helnismos enumerados se Fevelan en las adapaciones fSadtean que sufreron. Los primeros y mis populares fueron (erkidos al otto, Como el grego possia fonemas extrafos Ai'inin, fueron veemplazados por ios sonidos Iatnos mis 2 edoe: In era aenejente 2 laa franest, pero en Ita yard a welary Ios spiradas 9, 0, xs transformaron © Pee GAR, wa dlo mints, de donde el esp. mente Qeyoe > “tamum > exp tml; nope Opa > PAr” eet See rccuente em el latin araicoy desputs en el wih aa gue la ccTunva soda a8 converta en gen har d° Be Scherpondiente latina: xopepvay > gabermare > Si Gobermar; xeqyapog > gammatus > esp. gdmbare, Si ado de edmaro y camardn. eeado ee Intense) Te heleniaacin de Ia sociednd le sade, Tos hombres cults Intentaron reprodueir con is Tatad la promuncicion griege. La o se transrbié 9, ¥ tee osu soni dew france, 6, 6 representa san th, ch, reapetivamente. Esta costumbre s© gener Wed durante el perodo cisco, eatenddndose of Iti vu Pero en boca del pusblo ny a8 pronuncio como f, 18 pt rey try ok como t De esa manera xO wa > °Y set ma dio en espaol cima; yogos > EYPSUM > ipsum. > 70m; mos, > copa > cae Spoons > orphanus > fuérfro tant reismos mais velentes adoptads por el atin mucs tran Tr cambios fndens ppl dl glee moderne La sen griegoclasico equivalia «ese cetrd en fs inBla ‘Yordeiea spercra dwodfyn, a través de apotheca, haba ‘reado a bodega, peso sep ix pronunciaion grlega moder rey probublementc, con erolulén sracut, result tam thea botcn. Las oclusvassordas x, x sonaizaron des pase de macy neq hubo de dare latin no slo cama a Historia de la lengua espantola su sino también camba, gamba, exigldos por el esp. ant. y cat, cama ‘pierna it. gamba, fr. jambe; de ovtadov Pro nunciado s4ndaton, viene el espafiol séndalo, 4. La influencia del griego sobre el latin no debié de imitarse al vocabulario. Se han seftalado parslelos sintéc- ticos muy significativos entre el latin vulgar y el griego mo- derno: las peritrasis verbales dicere habeo y serip- tum habeo, origen del futuro y del perfecto roménicos (G 179, corresponden exactamente a fyo elneiv, Eye yevpaite iévov; las romances estoy diciendo, va y dice, tomo y me voy tienen igualmente precursores griegos. En las oraciones subordinadas las lenguas roménicas se apartan del latin y coinciden con el griego en el uso de los todos verbales, in- finitive y gerundio. Estas y otras muchas semejanzas, toda via no estudiadas a fondo, parecen responder a que tanto ~construcciones, ya existentes.en.griego,clésico.o.helenistico—— ‘como las que actuaban en é1 para transformario en el mo- @erno, penetraron como fermento en el latin hablado y ast Negaron a las lenguas roménicas 5. La introduccién de grecismos continud tras 1a cafda el Imperio Romano. La dominacién bizantina en el litoral mediterrineo de nuestra Peninsula durante Ia segunda mitad Gel siglo vr y buena parte del viz hubo de ocasionar la adop- n directa de algunos, A esta época parece corresponder “TE Conary, Das Problem dee griechischen Einfluses uf das Vulpiriatein, Sprache und Geschichte. Festschrit fir Harr! Mele Munchen, 197), HSI; Toro y me says. Ein Problem vergleichen: der europdtcher ‘Syria, Vor Romania, XXV, 1966, 1838. ©. Bor: {ante (au e Greets, «To honor Romoan Jekabrone, The Hague Pars, {be1, S637) ‘relaconn tambien con el gileyo transformeciones scen. tual y voces en a latin vulger, a como ln redaccn de os enon ‘Veanee edemss W. Dietrich, Der periphrarizche Verblaspekt in den scher Sprachen, Beiette nur Zetec rom Philly CXL, Ti 908, y resela de H. y Re Kahane, Rom. Pile, XXX, 197%, ‘Vesse C. B, Duble, Sobre la erdnica ardbgo-bicantine de 741 _G 3g) veremos ng poves aie vinieron a au La tengua latina en Hispania 6 tn entnda de Grog, cela lat. ardlo thins, thin, que re Guplataron a avoneulus, patruus, matertera y Sites (csp lo ta); thiws era todavia grepo para San Isidore Bntada la Edad Media o ya en la Modern el comer fio y ie navepacén trajeron (Bgéytg > set, xdmed (tis de sede tl ver ouvbdy > lat cendalum, con Cibin 2 sj, > esp endl) yohés > a8 een de ler; xatye. “quemadura, valor’ > calm, que de ented boshoms paso tora el de ‘Donanaa xPAeuoye ‘Stders mandeto ‘canto del cite para acompasar el mov wists de lon remeros’ > at tardio "elusima.> genovds Bie aldgma > esp. chusma ‘conjunto de galeotes; vaxhnov Scant tapie > esp. tapi, el. La historia de estos presi Zee inedieraes es muy compleje, por tratarse de voces au, Th gran mayort,legaron por va indrecta™ Més adelante ds del babe ei lea yt acentsas'y mo- dernat totrleron ¥ nutren s termisologla con sbundante ‘oporactén de helenismos: unor, fomadas ya por el Itin we iP antigledad: otros, dirctamente del lego; muchos son compucstos y derivados de muera formacién, que nt el Sieg clisice ni el Bizantno conocleron (efalépodo, tat vrogla:anafilsi, megalomano, dlacrona, tecnocaci, re ey eaniumo literal, exisente ya en In Edad Media, Fie tluencie bleantina en fa Pentnsute Tbérica, ALAndalus, Xt, 16 ae ee Hy Ratan, Abend od Bran: Sorat, Ra vel Blatt e ea fora, a Ieee ria alchonins homenae « FDolger, Helder. Ne ee ret iene a toor BL a I team yne creak someml Se aia DOCOSOHHSCHOSSHOHOSLEHOHOOOHCECEHOCOOOOESE PHOSOSHSSHSSHSHSSHOHSSSSHSHSHOHSSOSEHOOOEES 64 Historia de ta lengua espariola sa pero de importancia estilistica desde el Renacimiento, seré estudiado al historiar cada periodo de nuestra lengua, junto con las restantes manifestaciones de las tendencias cultas. 912. Hispaera a430 EL Isrenro, La dlvsién admiistratva de a Penowule sues vain ciones alo largo dela domioaion romana A ls dos pt Imeras provnis,Citerior y Uleroe, scedié la repartison ds Agipa (27a. de J.C) en Tartaconense 0 Clerion, Blea Y, Lusitania, En ttypo de Caracalla se consituys come Frovinca aparte la GalneciaAstrin, que comprenia Noroese basa Cantabria Dioceclane ceil Tattace: sense, separando de ela Caraginense, con ia fan com tral de Buros, Toledo, Valencia ¥ Cartagena, Desde Diss cin es provi penises, ona Basra 9 ingtana, formaron la iscsi de Misania, que dependia de la prefectura de las Galias. * ne IA principio det Impero, Roma gozaba de una serie de privieios que no slenzaban a las provincspers a ces lene Incorporacién activa de ésas a a vide Toman exe fue disminuyera In desigialda. El darech latino, y nee fin Ia cludadania romana, slo eran ctorpador ses de Tala come honor 0 zeconipenea, Pero cuando Mspanis era ya —sepin Pinio~ ol segundo pals del Imperl, Vspacone Extend a tds los hispanos el derecho latina. tas dst de Clsares Favon eran rovtanay; con ln de lo hatotnos comicnan ios emperadoes provinces. Migpas ea Tet Jno y Adriano, lv priniper que deren mayor prospered a Imperio: despues siguen otros aeanos © lion, Roma fede sus prerrogativas¥ Caracalla (212) converte en che anos romanos # ties Tov sibitos Imperes, 52 La lengua latina en Hispania 6 513, Et Crrsrianssuo, Conseguida la unifcacién jurfdica, faltaba a espiritual. [No bastaba el culto al emperador como sfmbolo de unidad suprema, Se Sentia el ansia de una comunién universal, y encia de Ia vida interior, desdefaba las grandezas terrenas, equiparabe el alma del hombre libre y Ia del es: clavo y abrazaba a toda Ia humanidad redimida, por encima de los limites del Estado, Hispania ofrendé a la fe salvadora da sangre de sus numerocos mArtires, Ia enérgica actitud de Osio frente a la herejia arviana, y 1a obra del mayor pocta cristiano del Imperio, el cesaraugustano Prudencio, E] Cristianismo ayudé eficazmente a la completa Iatini acién de las provincias. Muchos latinismos del vasco se ddeben indudablemente a las ensefianzas eclesidsticas. En los romances, la Influencta espirltual del Cristlanismo ha dejado innumerables huellas. El andlisis de Ia propia conciencia, fda por ver en los actos la intencion con que se realizaben, cexplica el crecimiento de los compuestos adverbiales bona mente, sana mente, aunque hubieran empezado a usar. se antes ®, El griego, como idioma més extendido en Ia parte friental del Imperio, fue en los primeros tiempos instru mento necesario para la predicacién a los gentiles; en él fueron escritos casi todos los textos del Nuevo Testamento. La doctrina y organizacién de la Iglesia estin lenas de tér rminos griegos, que constiuyen Ia éltima capa de helenismos scogida por el latin; evangelium, angélus, apos- tolus, diabolus, ecclesia, basillea, episcd: pus, diacénus, catechuménus, asceta, mar- K Wossler, Metodooglefoléice, Made, 193. 3. “ Historia de ta lengua espafola 5 su La lengua latina en Hispania a tyr, efemita, Daptizare, monasterium, coc- meterium, Muchas de estas voces grecolatinas han tomado un sentido especial al emplearias la Iglesia: Logos Verbum, charitas, angelus (en griego ‘mensajero’), martyr (en griego “testigo), asceta (originarlamente ‘el que se ejercita en algo, sobre todo el atleta), ete. Es pecial difusién tuvo parabolare, formado sobre el grie- go parabdla ‘comparacién’: el vulgo lo tomé del lenguaje teclesiéstico y le dio el sentido de ‘hablar’ (fr. parler, it. par lore); de parabola vienen el esp. palabra, catalén paraui, fr, parole it. parola. Un simil del Evangelio (San Mateo, 25, vers, 140) habla del sierva que no supo obtener provecho de la moneda (talentum) que le dio su sefior; la imagi nacién popular sustituyé la acepeién directa de ‘moneda’ por la alegorica de ‘dotes naturales, inteligencia’: y en una —~época afectiva, como-la.Edad. Media, talento.y.talante valie- ‘ron como ‘voluntad, deseo’, En la terminotogia militar ro- ‘mana pagans ‘paisano, civil’ se contraponia al miles; ¥, como los cristianos primitives se consideraban milites Christi, paganus vino» significer el no adepto a la nueva fe! = $14 LA pecapencta oa. Ihr AA partir del siglo 1tt empiezan a asomar en el Imperio sfntomas de descomposicién. Las legiones eligen emperado- tres y se convierten en mesnadas personales de sus caudillos. {as exacciones tributarias, cada ver més duras, resultaban Insostenibles para los terratenientes modestos, quienes te- W Vane H, Rheinfelder, Kultsprache und Profansrache tr den reimanischen Landon, 136 pag. ‘ofan que vender sus predios para defenderse del fsco, 0 se procuraban el amparo de los poderosos mediante Ia ce- sién de Ia propiedad. De esta manera aumentaban 10s lati fundios, sparecta la adscripcién del hombre a la gleba y se iniciaban formas de relacién social que habfan de conducir la servidumbre, encomendaclones y behetrias. Senior wnciano’ adquirié el sentide de ‘amo, sefior’, en oposicién al junior ‘mozo, siervo'. ‘Cuando la invasién germénica amenazaba ya las desmo- ronadas fronteras del Imperio, empez6 a cundir el nombre de Romania, que designs el conjunto de pucblos ligados por fl vinculo de Ia civiizacién romana, POSOHHSHOSSHHSHOHOHOHOHOHOHOHSCOEOCOOOEEOS POCO COCO COE OE CELE OEOOOOOOEOOOOLOEE IIL. LATIN VULGAR Y PARTICULARIDADES DEL LATIN HISPANICO 15, ‘Lartte urranamio ¥ atin vuLcaR, Desde el momento en que Ia literatura fj6 el tipo de la lengua escrita, se inicié la separacién entre el latin culto, que era el ensefado en las escuelas y el que todos preten- ‘ian, escribir, y el latin empleado en la conversacién de las geentes medias y de las masas populares. Mientras ta len- Vaan, eno otros, E, Bourcen, lémente de Linguistique Ro- mane, 20 ed Pass, W24; We MeyerLibhe,Inivaduccién a fa Ling leu Romdnica, wa,,adiclones sols do. A, castro, Madrid, 126 Ce. Grandgert,Introducidn af Lar Vulgar, 1a. de i, de F. de B. Noll, Madrid, 198 HF. Malle, A Chronology of Vulgar Latin, Balhete ear Zeltch, from, Philo, 78, Halle, 198 S. da Siva Neto, Histor de Lingua Portngudsa, Rio’ de Danco, 1882, 16S, © Mistria fo tari algo ely 1, Vosset, Einfhrang ins Waledrettn, fRerausgeeeben tind Bearbeitet von A. Schieck, Machen, 1984, 1. B, Hotman, Elfen familar, 1d. anotedo por 3. Coreminas, Madrid, MSH BYE. Vides, Manuel de Ling” Rome, Madsd, 196; H. Lausb Lint. Romy 2 vole, Maria, 1965196; V. Viananen, Introduction {etin‘Valgcire Pat, 16) (Trad. exp. de Manuel Carign, Mads {sii FTordon y M. Manolis, Manuel de Ling. Rom, rovsion,relabo- Pid parcaty nolan de M- Alvar, ? vols, Madea, 1972, as como Ta ‘Antotona de Lata Vulgar de Mi Diae Dice, Maria, 18, el Sermo agers Lavi, Valiratensches Lesebuch eG. Robi, Hallef Seale 951, W. Mianceak Le problome dela langue romane commun Sit xv Congress Intezoas Linguistics Fl. Romanza Napol TA 6th, E. oseriay Der sogenonnte Vulgate and” die fren Diferancerang. in der Romania, Zor’ Enlstehung de rom. Sprachen Dorinstact, 176, 27291, A. Niculesc, Elfin vulgar. Com SUrrecioncs sobre wn concept, Anwario de Letras, XVI, 1919, 20 288, ete a5 Latin vulgar y latin hispanico @ fgua literaria se depuraba hasta llegar al refinamiento de tas fodas de Horacio o la prosa de César y Técit, el habla vulgar ‘seguia apegada a usos antiguos; pero a la ver progresaba en sus innovaciones, desarrollando tendencias existentes en el idioma desde el primer momento, aunque repudiadas 0 ace tadas tan sélo parcialmente por la literatura ‘Durante el Imperio, las divergencias se ahondaron en= grado considerable: el latin culto se estacioné, mientras que fl vulgar, con répida evolucién, prosegula ef camino que habia de llevar al nacimiento de las lenguas romances. Las gentes extrafias que iban romanizindose no pereibfan bien ‘istinciones de matiz antiguas en la lengua que aprendian; fen cambio, se percataban del valor significative encerrado fn las expresiones que entonces empezaban a apuntar; ast fgenaban terreno los us0s nuevos. Al fin de la época imperial, | fas invasiones y Ja consiguiente decadencia de la cultura ace- teraron el declive de la lengua literaria, Desde el siglo vit | 610 1a emplean eclesisticos y letrados: pero su lenguaje revela inseguridades y admite vulgarismos, fabrica multitud de palabras nuevas y acoge, barnizéndolas ligeramente, nu Imerosas Yoces romances 0 exétleas. Es el bajo tatin de ta Edad Media. ara el conocimiento del latin vulgar ts documentacién es escasa: fragmentos de una novela realista de Petronio (Que reflejan el habla ordinaria; textos descuidados, anénimos 0 de eseritores de la decadencia; inscripciones lapidarias Incultas; citas de graméticos que reprenden incorrecciones del lenguaje: a esto se reduce el testimonio de la antigiedad. Pero, en cambio, dlsponemos de Ia comparacion entre las engues romances, cuya evolucién podemos seguir paso a ‘paso, 9 que obligan a suponer base latina para muchos de fos cambios comunes que hay en ellas. Veamos en qué diferian el latin literario y el vulgar: n Historia de ta lengua espafola S16 16, ODEN bm FALABRAS 1. La construccién clésica admitia frecuentes transposi ciones; entre dos términos ligados por el sentido y la con- cordancia podian interponerse otros. Los poetas extremaban cesta libertad; sin duda no pertenecfan al habla normal frases ‘con hipérbaton tan extremado como Ia de Virgilio esitves trem tenwi musam meditaris a vena; pero eran corrien- tes otras m&e moderadas, como In de Cicerén efuit ista ‘quondam in hac republica virtuss, El orden vulgar preferfa situar juntas lag palabras modificadas y las. modificantes. Petronio ofrece aiin alter matellam tencbat argenteams, quonam genere praesentem evitaremus. procellams, pero tHenden a imponerse «follem plenum habebat», «notavimus etiam res-novas».-Tras-un-lento proceso,el-hipérbaton acabé— ‘desapareciendo en la lengua hablada. 2. En el latin clésico, Jas palabras determinantes solfan {quedar en el interior de la frase: +Castra sunt in Italia contra populum Romanum Etruriae faucibus conlocatas, Entre sunt y conlocata estén encerrados los complementos; cl orden es curvilineo, sintético. El latin vulgar propendia tuna marcha en que las palabras se sucedieran con arreglo ‘una progresiva determinacién; al mismo tiempo el perfodo “fe hacia menos extenso: eapoculamus mos circa gallicini, funa lucebat tamquam meridie; venlmus inter monimentae (Petronio). AL final de In época imperial este orden se abria ‘camino incluso en Ia lengua escrits, aunque sobrevivian restos 17 Vianse Hse Richter, Zur Entwlchune der romanischen Wortste- tung sus der lateinischen, Halle, 193; J Maroureay, Lordre des mots dan fa phage letin. 1. Les groupes nominons, Pais, 12%, La phrase SSverbe nial en lain, Rev. des Bhides Laties, XV, 195, 735, {phrase verbe intéteur en Tain, Ta, XV, 1938, 7638, a Latin vulgar y fatin hispanico n del antiguo, sobre todo en las oraciones subordinadas. Frases ide la Regla. de San Benito (siglo vt) dan idea de Ia transfor- taciéa realizeda: «Ad portam monasterii ponatur senex sa- jens, qui sciat accipere responsum et reddere, et cuius ma: turitas eum non sinat vagaris, 517, Monrovocta ¥ sintaxts 1. Un cambio paralelo alter6 esencialmente la estructura rmortolégica. En latin cada palabra Dlevaba en su terminactén fos. signos correspondientes a las categorias gramaticales: fe desinencia -um de ho min ua afiadia a la idea de «hom- bre, representada por el tema homin-, las notas de gent tivo y plural; ef tema ama- quedaba atribuido a In tercera persona del plural y recibia valor pasivo gracias a Ia adicion we Ios inortemar>n t-y ur pospuestos-(aman tur). No bstante las desinencias casuales no bastaban para expresar Con precisién las distintas relaciones encomendadas cada tuna, 7 ya desde el latin més arcaico se auxiliaban con prepo- siclones especificadoras, Incluso en el lenguaje literario con endian el genitivo y el ablativo con de para indicar relacio- tes parttivas, de materia, de origen, de referencia, ete; ast ahermaban «paucl milltums y «pauci de nostris™, Upicis glebase y «templum de marmore», «generis Ghaccir y «hrgolica de gente», sndignus auorum> y cidigni de eae Lo + Igual ocurria en muchos contextos con el Gativo (eaccidere anime, saccommodare cor pori ves tems, edelegata primoribus pugnas) y el acusative con ad (eaceidere ad animums, eaccommodare rem ad tempus, estudiosos ad i1ium volumen delegamusy). Las construcciones con de + ablativo y ad + acusativo in- ‘radicron los xestantes dominios del genitivo («de Deo munis, «de sorore nepls») y del dativo (chune ad €ar- SOCHOHHSHSHSHSSHSHOSHSOSSHSHSHSEHSEHOEEEE DSSOHSHSHSSHHSHSHHSHSSSEHOHHSHHHSOTOSOOOOOS n Historia de la lengua espaiiola sa nificem dabos, Plauto; ead me magna nuntiaults), El Acusativo se empled con preposiciones que antes eran exclush vas de ablativo: inscripeiones pompeyanas dan «cim ium en. tum», «cum sodales» en ver de «cum iumenton, scum sodalibus»?, Por otra parte, la evolucién fonética suprimia Ia /-m/ final, mancebo, tempus > tiempo) o femenines (5 ag 7D, Gandary, Prejuisie persitentes en la morfosintsis romnica, Romanica, 1968, S115, defende Jostieadamente la necesidad de fener en cuenta es nomiativar /-08/ 9 /-o8/ al expeae el paral ‘dnc, Pero em el singular, eevo en francts y occitano agus Jem calismos o semicultiemos de etfs romances, con excepionales fos tetarinequlvocos de nominativo ots sana —6 " _ Historia de ta lengua espaiiola a7 ma > jaima), con no pocas vacilaciones y ambigledades, sobre todo para los que terminaban en -e o en consonante (mare > el mar y la mar; lac > fr. le lait, port. o leite, esp. la leche). Muchos plurales neutros se hicieron femeninos singulares a causa de su a final: folia > koja, bracchia > braxa, rama > rama, ligna > tefa, De abi el valor colectivo que conservan a veces, patente en sla calda de a hoja» y en el contraste brazo / braze, leo lei, ete. 3. En la lengua clasica los comparativos en -ior y los superlatives -issimus alternaban con perifrasis como ma- gis dubius, maxime idomeus. Fi latin vulgar re emplaxé formosior, grandior por magis formo- sus, plus grandis, y altissimus por multum altus. 4. La influencia del lenguaje coloquial, que daba amplio margenval-elemento-delctico orsefialador, originé un profuse empleo de los demostrativos. Aumenté, sobre todo, el ni mero de los que acompafiaban al sustantivo, en especial haciendo referencia (anéfora) a un ser u objeto nombrado antes. En este empleo anaférico, el valor demostrativo de ille (0 de ipse, segin las regiones) se fue desdibujando para aplicarse también a todo sustantivo que indicara seres 1u objetos consabides sin mencién previa; tal fue el punto de partida en Ia formacién del articulo determinante, ins- ‘trumento desconocido para el latin clasico y que se desarroll6 al formarse las lenguas romances, A su vez el numeral unus, templeado con el valor indefinido de ‘alguno’, ‘cualquies cierto, extendié sus usos acompafiando al sustantivo que designaba entes no mencionadas antes, cuya entrada en el die- ‘curso suponia novedad o conllevaba carga expresiva. Un per- sonaje de Plauto dice «dum edormiscam unum somaums, frase traducible por ‘mientras echo un suefiecto'; y Catulo Ihabla de un poetastro que cuando lee sus propios versos se a7 Latin vulgar 9 tattn hispanico A revela como «uns fossor aut caprimulguse ‘como un cx ‘vador o un cabrero’. Ast se inicié Ia ereacién del articulo in- defnido’. 5, En Ia conjugactén muchas formas desinenciales fue- ron sustituidas por perifrasis. Todas las formas simples de ‘vor pasiva fueron eliminadas: aperiuntur, amaba- tur, dejaron paso a se aperiunt, amatus erat. Se olvidaron los futuros cantabo, dicam, mientras cum dian cantare habeo, dicere habeo, que en un prin- ‘ipio significaban ‘he de cantar, ‘tengo que decir, Una ex: presién semejante, cantare habebam, dio lugar a la formaciéa de un tiempo nuevo, el postpretérite o condictonal roménico (cantarte, amarta). El verbo habere con el par ticipio de otro verbo servia para indiear la accién efectuads, pero mantenida en e{ 0 en sus consecuencias, como en espa Bol tener-(tengo estudiado-el-asunto’); mas tarde adquirié cl valor de perfecto, y al lado de dixi, feceram surge ron habeo dictum, habebam factum 6. El desgaste que tuvo el significado de las preposicio- res al aumentar sis usos hizo necesaria la formacién de particulas, compuestas, como dex (de-ex), abante, Inante, deintro, de trans (> esp. ant. des, arag. avant, esp. ant. y vulgar enante, enantes, esp. general de ante, dentro, detrds) Remito Del demosirativo al ericulo, Nueva Rev. de. File isp, HEV, 186, 24h y Dos etadios robre ia atuallneiin del sus Tesi ew expat Ts Une ntnar como arte indefinido en expat, ‘dela Come Perm. de ln hago. e Aeademlas, nde. 21, 198, 3948 PESOHSSHSHSHHSHSHSHSSSSHSHHSHSHHSHSOHOHEOOOSEEE 16 sis § 18, Cantos Foxticos. 1._En Ja fonéticahay que sefalar en primer término los cambios referentes al sistema acentual y al vocalismo’, El Jatin cldsico tenia un ritmo cuantitativemusical basado en la duracién de las vocales y sflabas. Desde el siglo 111 em pieza a prevalecer el acento de intensidad, esencial en las Tenguas romances. Combinada con Ia transformacién del acento, hubo también radical transformacién en las vocales. En un principio las diferencias de duracién estaban ligadas a diferencias de timbre: las vocales largat eran cerradas, y de timbre medio o abiertas las breves, De este modo, el limbre de una /o/ breve (abierta) se aproximaba al de la 4/8) larga (cerrada), y lo mismo ocurria con la /I/ y la /8/. Desaparecida la distincién cuantitativa, se confundieron // y /o/, fil y /e/- En Hispania, Galia, Retia y casi toda Italia las diez vocales clisieas quedaron reducidas a siete, segtin cl esquema siguiente Trge aap eag Phidwrdge iige “@ p\2f t f Mee PY eae Fe 7-H, Schuchardt, Der Vokalismus der Vuledrtreint, 3 vole, Lele aie, 068 Los romances de Cerdeta, Calabria, Lucania, Sieia y Dacia parten de"oltes sistemas vocdlicos Iatinovalzates H. Lhe’ (Die Erubturelle Entwicklung det romanischen Votaismas, Bonn, 1926) rey6 encontrar vestiges de estos sistemes en espafel y portugues; Dero fo rechard convineniemeate Démaso Alonso, La fragmontacén Fontica pennsdar, wack! Lig Hisp», 1, Suplemento, Madrid, 1982, os Latin vulgar y latin hispanico n Por ditimo se pronunciaron largas las vocales acentuadas ‘que terminaban sflaba y breves las que estaban en sflaba fcabada por consonante, En Hispania estas diferencias de Guracién debieron de ser menores que en otras zonas de la Romania, pues la misma suerte han corrido /e/, /5/ en pe-dem, no-vum, que en sep-tem, por-tam lungs y otras han dado /ié/, /ué/ (pie, nuevo, siete, puerta) En cambio, en otros romances ha habido evolucion distints semin fuera libre o trabada la sllaba (fr. piedsept, neuf- porte; it. piedessette, nuovo-porta). El problema de la dip- tongacién es uno de los mis controvertidos en el devenir de las vocales latinas’; Tas més afectadas, aunque no en toda Ja Romania, fueron la /&/ y la /6/, cosa bien explicable: mientras lot cambios acentuales y Cuantitativos recién ex. puestos condujeron a resultados /{/, /#/, /8/, /¥/ que per~ petuaban la doble condicién de vocales'largas y cerradas, ‘esas mismas transformaciones convirtieron la /8/ y la /@/ acentuadas en /¢/ y /6/, fonemas que rompfan los hibitos del sistema al ofrecer insitamente asociados los rasgos de largns y abiertas. Ya en el siglo de nuestra era el originario cardcter breve de In /¢/ no fue obsticulo para que se con Meander Pida, Oigotes, $8 2, My, 25 y 26, F. Scher, Ulan tind Diphihongleran, Rom Forsch, L, 03, 25316 La dipiongcion Iberorromnia, Rev. de Disc § Teed. Pop, VIL, 1951, 39030, La fiphtongeizon romane, Tebings, 191 (sstesis de ‘otros varios ext ‘tions Epa ala decusone sulle ditongatione omnes, Rey. de ing, Rome XXXVI, 2, 51321; La metofonte 9 sus ftones onsidicasilomensie a V. Carcla de Diegon 1, Madi, 18, 3 Shy ren eprint so) terran, Tere ‘So 0h oy B. Weinrich, Phonologitche Studie tur rm Sprachgeschithte, Minster, 958, 175103; E- Alareos Llorach, Fonotoa pula, ed 196, 85 1 1H; Démaso Alonso, Le fegmentactn orat pevinsdar, “Bac Ling. Wisp, 1. Suplemento, 162, DS G"Boafante, Telia ¢ Greia, “Fo honor Kakebsone, The Hague Paris, fer, SLMS) G. Hy, Zur Diphihonelerang im Galloromantschen im Tberoromenischen,«Ptillosache Staaten Fir J. M. Pie, Heidel ‘ere 80,9510, B. Spore, La diphongason romane, Odense, 172, et, 3 Historia de ta lengua espafiola S18 fundiera con el diptongo /ae/ monoptongado en /€/: una inscripeién hispana de los aflos 9698 presenta Nacrvae por Nervac, y otras del siglo tribunicie, ques. tus, por tribuniciae, quaestus® Lo desacostum. bbrado de estas dos nuevas vocales /6/ y /6/ fue sin duda tuna de las causas de Ia inestabilidad y pronta bimatizactén de su timbre, mediante articulscién cerrada de su momento inicial; poco antes del 120 d. de J. C. se registra niepos por n& pos, y en Africa, también durante el Imperio, Dieo tor Deo, aparte de elemplos menos sesurot y_posibles 2. Desde fos tiempos més remotos del latin hay casos de vocal posténica perdida. Ya en Plauto aparecen ardus, domnus,caldus por aridus,domtnus,calldus. ‘como consecuencia de la fuerza con que el latin primitive habia. acentuado. la. sflaba-ioicial-En el latin. vulgar,-bajorel— Imperio, el nuevo acento de intensidad renové la tendencia 2 omitir la vocal: oclum, triblum, auca, de ocd. lum, tribilum,avtca, ete, En casos como vetdlus, vitdlus, la calda de la posténica dio lugar a la formacién del grupo inusitado /tl/ (vetlus, vitlus), que pasé a Fel (veelus, vielus) por analogia con los numerosos clus procedentes de -ucilut, -icdlus (auricla, gvicla, ete.) En menor grado se debillt6 también Ia vocal ‘Proténica, que en algunas reglones, sobre todo en Galia, Megaba a elidirse: frigdaria < frigidaria, vetra bus < veteranus!, ‘ML Dix y Dis, latin de te Pen. Ubér, I. Restos bnglsticos, sBncie Ling, Hop, 196 1. angbaicce Elis 91k; Grandgnt nro. § 7; A Tor braves, eBstadior frecidor a E Alareor Llorace, 1 Oviedo, 197%, 3a WS, Kis, Les transformations de le structure sylabique en s18 Latin vulgar y latin hispanico y 3. Ta searacin sifbeatavo un cambio de gran impor tancat ticity viené-a y sus similares agruparon en ton sola slabs las vocales en contact, con fo que a esa Son fue Fi-iiu, vienea > vieniat En casos como riro-ta, mo-lict-re, ls sincis acared ol chm et scento'a la vost ins abiorta (Wa-ri6-1a, mu- Tre-re), Bos //,/f Stonas, at conertidas en semicon ronanen, riinaon iulitd de alteraiones fonéias; sm "Stmentorevtuconaro queen fo suri lanes 1 La yo. fondiéndose con Ia consonante que prced, R'paimatiss mutiere > Cmsjre}, (itu > ie), vic BiE'S tvipalAst macoron Tor fonemas palatates / al (epresentador con ty R respectivamente en. nesta PMograin stun), desconacdas por el Intin lisic y cara teracon e las lengons romfnica. EL grapo /t + od! $= ISiss en fase-yode simplemente en 108 dos gras teihalan ceertos por gramatiosfatnos®)y una inserp- ion da Vincenteas por Vincentius. Evolucléa pe Seeidn sigue grupo fe 30d), con resultado, ya que no Tatntice at de [t+ yd/, alo bastante coreano para que seam ll, Siti Raman, Sere, Ung, ts. 1, Debrecen, i i Beem eyode desonak tambien Is (1 semivcat que rac an Seasons pes so fe ea fete Tel 9 66 Amar ctaeen aaa (/ oe" > lal "> Pt. Ste ot en eatclaae sagt neta] > tye) > Wace RAST, etal clo; lewis > tyes) Sts a) 2 te 2h a soe owen) > Coane > Te retin Pago: «Tus titia cm scttur teri, sll ee ee ee ot des tad eset om Beat Sha SU Stren fa i i: Oe arma, Be se Groped ene po fe ted a eas Fe? eed sone suum eset aus (bid, V, pAb: 108. e e e e e e ° e e o e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e@ e e e e ° DOOSSHOHSHSHSOHSSSSSHOSSHOHHOSOHHOCHSEELOOEOS 0 Historia de la lengua espatola sis hubiera grafias como Mapot&vos y mendatium par Marcianus, memdacium. Los grupos /d +. yod/, Je + yod/ se redujeron a [j] 0 [y] (adjutare > ayu- tare); pero /d + yod/ se asibilaba frecuentemente, equi. Valiendo entonces a /2/, y en esta alternancia, el sufjo verbal fariego -1tecy dio en latin el doble resultado -TdTare € -izare (véase § ip. 4 En latin elésico, /ee/, /ei/ sonaban /ke/, /ki/ y el valor de /ge/, /gi/ era el que nosotros damos a sue, zu, Durante Ja época imperil las oelusivas /c/, /e/ situadas ante /e/, /i/¥ sufrieron um desplazamiento desu punto de siculacién: las vocales palatales las atrajeron hacia la parte elantera de la boca. La [6] llegé a pronunciarse de modo semejante a /é/ (nuestra ch), grado que ofrecia el romance de In Espata visigoda y que conservan el italiano, retorro- mano, déimata, rumano y picardo; y avanzando més ain, se hizo /8/ (esto es, como #3) alveolar © dental; desde fines el siglo 1m hay ejemplos epigréficas (page, paze, int. citamento, fesit en vez de pace, incitamento, Fecit) que revelan claramente Ia asibilacién. La {é) pas6 a:{j) 0 [y] (etévn por viginti) y era frecuente su pér. ddida entre vocales (fridum por frigidum)?, 5. Las consonantes'sordas intervocilicas empezaron a contagiarse de la sonoridad de las vocales intnediatas. Ine cripeiones hispénicas de la época imperial dan imudavit yPerpeduo por immutavit, perpetuo (véase § 4). Segiin veremos, la sonorizaciéa no fue general en Ia Roma, nia, y en Espafia tardé muchos siglos en eliminar por com. pleto la resistencia culta % tas repeat on adn conto sins ey 8 m1 Vac R Menener Mosh Moa de antics Na i sexta edicion, 1941, § 4, me fa Latin vulgar 9 latin hispanico a 6. Otros fenémenos de asimilacién y absorcién: el grupo ‘Ins/ solia pronunciarse como simple /5/: mensa, ansa > mesa,asa; /rs/ pasaba.a /ss/ y aun /s/: dorsum > dossum; sursum, deorsum > sasum, de- ‘osum (de donde vienen nuestros adverbios medievales suso ‘arriba’, yuso ‘abajo’); en la Romania occidental y en Italia, It dio /t/, luego reducida en espafiol a simple /t/; «p= tare > attare > esp. atar; septem > settem > es ppahol siete; y la /v/ seguida de /u/ desaparecié frecuente- mente: rivus > rius; flavus > flaus, § 19. Vocanuranio # 1, EI Iéxico del latin vulgar olvidé muchos términos del clésico, con lo cual. se borraron diferencias de matiz que Ja lengua culta expresaba con palabras distintas: gran- Is indicaba principalmente ef tamaoo, y magnus alu- ia con preferencia a cualidades morales; el latin vulgar conservé sélo grandis. Alius era ‘otro, diferente’; alter ‘otro entre dos, el otro’; pero alter asumié el papel de alias. Muchas voces clésicas fueron sustituidas por otras ‘que al principio no eran sinénimas de ellas: jocus “burla’ reemplazé a Tudus ‘Juego’; casa ‘cabal’, a domus; aprehendere ‘sir, coger, a discere? caballus ‘caballo de carga, rocin’, a eq ulus: Son frecuentes las met foras humoristicas: perm. ‘jamén, pernil’ se aplicé a miem~ bros humanos en lugar de crus; testa ‘cacharro, testo! se empleé para designar Ia cabeza (> fr. tte, esp. ant, ties: ta), al lado de caput (> it, capo, eat. cap); junto = co- ‘Vins H, Like, Historia del Usico roménico, Madrid, 1914, as, 2 Historia de td tengua espatola sy medete (> esp. comer), que sustituyé al clisico edere, cundid manducare (> fr. manger, prov. manjar) forms do por derivacién de Mandweus, personaje ridiculo de la comedia. A veces Jos términos vulgares eran extranjeros: gladius sucumbié ante el grecismo spatha (> esp. es pada) y dives ante el germinico riks (> rico) '2. El latin vulgar fue muy aficionado a Ia derivacién. La expresividad afectiva preferia usar diminutivos como au~ ricdla, gendctlum, solictlum (> esp. oreja, hi ojo; fr. soleil), en vez de auris, genu, sok. Muchos ‘vocablos con suijo étono lo eambiaron por otro acentuado: as rotdla pass a rotélla > esp. rodilla; fibala s *HbELla > esp. hebilla, Adjetivos derivados de nombres se sustantivaron: diurnum (> fe. jour, it. giorno) ous el puesto de dies en gran parte de la Romania; mane (Ia man en el Cantar, de, Mio, Cid) decayé_ante ‘“maneana o matutinum (> esp. mafana, ant. ma. tino, fr. matin, it. mattino). La formacién verbal fue muy fecunda también: se crearon verbos derivados de nombres, como de carrus,-*carricare (> esp. cargar), y de follis, follicare (> esp. holgar); derivados de adje- ‘vos, como de altus,*altiare(> alzar)y deamarus, amaricare (> amargar); y derivados de otros verbos. Estos ltimos, en especial los frecuentativos formados sobre ‘participios, tomaron tal incremento que en muchos casos Feemplazaron total o parcialmente a los verbos de que pro- cedian: *ausare (> esp. osar) sustituyé aaudere; ad- jutare(> ayudar), aadjuvare; *figicare (> port. ficar, exp, hincar), a figere; *usare (> usar), auth; *acutiare (> aguzar), a acuere, etc $20 Latin vulgar 3 latin hispénico a § 20, EL Lavin) VULOAR DB HISPANIA ER’ RELACIGN CON BL nL RESTO DB LA ROMANIA. 1, El latin vulgar se mantuvo indivito, y en cierto grado uniforme, durante la época imperial; pero esta fundamental uunidad no implicaba falta de diferencias regionales. Indu. dablemente las habia, aunque frenadas mientras se mantu- jeron la cohesién politica del Imperio, la comunicacion entre diversas provincias, el influjo unifcador de In adminis. tracién y el servicio militar. Deshecho el Imperio en el sk ‘lo ¥, las provincias, convertidas en Estados bérbaros, que: daron aisladas unas de otras; Ia decadencia de las escuelas dejé al Iatin vulgar sin la contencién que antes suponia cl ejemplo de la lengua clisica. En cada regién se abrieron ~--camino-innovaciones.fonéticas:y-gramaticales, nuevas cons- trucciones de frases, preferencias especiales por tal o cual palabra, Y legé un momento en que Ia unidad lingllstica Veanre J. Jud, Problemes de séogrephie lingustigue’romane, Be. de Lingusigue Romane, i, Introd one alla Mealingustien, Gebra, 125; Pe ‘Archivio. Clotaiogico Tallano, XXI, y Ceraferl fondamentall delle Tingus nationale alana dele lingue sorelle Torive, 136, O. Trager, Clasciction of the Romance. Languages, Rom. Rev, Quart, RV, 1982, 29136) W. von Wartburg, Evolution ef structure def ange irangalse, 1984 (Trad. exp. de Carmen Chose, Madrid, 108), Die Aus. ‘hederang der romanichen Sprachrdume, Zaltsch. trom. Phil, LVL Gad. por M. Mor Corts con el titulo de Le fragmentoctén le {llstica de la Romani, Medi 192); Die Entstehane dr romanschen ‘Wathen, all, 99; La posite dala tingua italiana, Florencia, 1, meso Alonao, resefa de los trea ltimor extudios’ de Wartburg en 4a Rev. de Plo: Esp, XXIV, 150740, 384996, Hal Meer, Die Ent Hehe der romanischen Sprachen und Netionen, Franktutt (9M; Serafin de Silva Net, Huiéria da Lingue Portuudse, Rio de Janeiro, 195254, 1H y sgt y Fontes do Lat Vulgar. Appendix Probi, io Ae Janel, 856) A. Tomar, A Research Report on Vulgor Latin and lis Loca Variations, Kratos, IX, 194, 11313, serccccccccccccceccccscoccecccccoce PHOSSHHSHSHSHSHSHOSHOHSHSHSHSHHSSHSHOHOCHOHSSEEHEES a Historia de la lengua espanola 520 latina se quebré, y las diferencias locales constituyeron dia lectos e idiomas distintos. Bs dificil precisar cudles de estas diferencias habian apa- recido ya en el latin imperial y cudles corresponden a la época roménica primitiva, pues no alcanzaron pleno des arrollo hasta mucho después. Aun asf, cabe distinguir en la Romania dos grupos linglisticos bien caracterizados: cl oriental, que comprende Ia antigua Dacia, cuna det rumano, Dalmacia y los dialectos de la peninsula itdlics; y el occi- dental, constituido por Hispania, Galis, Norte de Ttalia 0 Galia Cisalpina, y Retia. 2. En los romances oceidentales el ritmo del lenguaje tende a concentrar la fuerza espiratoria en Ia vocal acentua- dia, detrés de Ia cual no suelen tolerar mas de una silaba En consecuencia, ha desaparecido 0 se ha reducide mucha Ia acentuacién dactilica. En cambio, los romances orientales conservan gran miimero de esdrijulos. Asi, fraxtnu, ta- bala, pectine dan en francés fréne, table, peigne: en provenzal, fraisse, tqula, penche 0 pente: en catalan, frei, taula, pinte, y en espail, fresno, tabla, peine; pero en ita: liano frassino, tavole, petine, y en rumano, frasine, piep- tenfe)®. 7 tas diferencias no han de entenderse como hechos cumplides ‘en el latin vlgat. ni siguera en ef de los siglor' al vt, sno corsa fendencias apuntades entonces y que se fueton desaeoliando en el ‘ranscuso de varias centurias. ELexpsfol de os sgios X'y 81 deca sin idbole, cutmpete, polfero “pote, ef alteancia con tla ‘empret, polio, cadaver mks favoreidoe (Menénder, Piel, Orie tes del eipanol, 9 32y 38, La conservaién o sineapa de la vocal pes {anlca es uno de los aspects dl fendmneno, pero'no el unio; el expat ths tranaformado veces dactiies en trocaicas mediante ia spécope 3e 1 vocal final (mdrmol, bol, eésped, hudsped, pamet, able, el) Procedimlento. que’ se a también en ofror’romancer occidentale? et portuguds Tega a toa! resultado itmico eliminando tay inte. ‘oulliear 7 dehaclendo us histor subeiguntes (macals > me $20 Latin vulgar y lati hispanico 4s 3. En Occidente las oclusivas /p/, /t/, /e/ situadas entre voeaies se sonotizaron por Ja accién del substrato céitico ropicio (véanse §§ 44 ¥ 18), sufrieron ulteriores relajaciones Yy han desaparecido en clertos casos: ripa,lactuca, mu tare, spatha, spica, catena, caput, focus, amica dan, por ejemplo, en espafct riba, lechuga, mudar, tespada, espigo, cadena, cabo, fuego, amiga;’en frances, rivigre, faitue, muer, épée, épie, chaine, feu, amie, En Oriente las cclusivas sordas se mantienen inalteradas: rumano rip, Ripe tcl, muta, spata, spied; ddimata de Veglia raipa, spuota, ‘spaica, kataina. En Italia los dialectos del Norte sonorizan Yy Hlegan con frecuencia a la omisién de la consonante (riva, Spada, cadena y kena, fogo y 18. amiga y spia), mientras los del Sur conservan por lo general la sorda; las dos ten- dencias contienden en toscano y en la lengua literaria (riva, Tattuga, spada, redina < ret¥na, pero mutare, catena, capo, ioco, amica, con dobletes como spica / spiga)™. AfiAdase {que en Oceidente, también por probable influjo del substrato elta, los grupos Jet/'y /es/ han pasado a /it/ 0 /8/, lish. 138] 0 /8/ (v. §§ 4: y 18 n. 14), To que no ocurre en el Centro y Sur de Italia, ni tampoco en la Dacia gos, nebals > neve, Ceaxtne > fresco > freito), Por otra erie ta peedide de lar voces Safes eo rumano, transforma des Dots en tossleas muchas formes eriginariamente dociicas. © Ta onservaclon de las oclusvar sordatlnteroclcas en ars gonts prcnsea debe eonsiderarae come fendmeno local de substato wees REE), porto gus po alters el hecho general de que Ia sono {olin domite en toda'el Ocldente romnlo, ara el tliano, ange Go Renita Msterisehe Grammatik der Talenischen Sprache, i, Ber, {51p 1e20 9 212 R. G. Urclolo, The Intervocaie Posives i Tus an PLC, Bern, 15 9 TeteSa do H. Meir, Rom, Forsch, CXXVI, {9th 40418. Replanes probleme general en sérminos fondticos Toran, Evasion des occlusive tafines en romen, Rev Ling om, XXOXVIMT, 19, 2730. 6 Historia de ta lengua esparola $20 4. En italiano, retorromano, délmata y rumano Ia evo- lucién de la (4) (§ 18) no rebasé et punto de articulacion prepalatal: caelum, cervus, vicinus tienen /e/ 0 181 en tos ital. cielo, cervo, vicino, retorr, eel, tierv 0 2erf, ‘fin, veglota 2il, vidain, rum. cer, cerb, vecin. En Oceldente, salvo en mozérabe, pleardo y wal6n, prosiguié el desplaza- miento hasta alcanzar articulacién dental o interdental: fr ciel, cerf, voisin, esp. cielo, ciervo, vecino, port. ceo, cervo, vizinho. 5. En los plurales de nombres y adjetivos hay divergen- cias muy caracteristicas. En retorromano, catalén, espatiol ¥ gallegoportugués los de tema en -o adoptan como desinen- ‘ia inica 1a del acusative “05, apoyada en Hispania por 1 nominativo celtibérico -0 (§ 51 y 17,); a igual resultado Iegaron el francés y el occitano al abandonar Ia declinacién Dicasial. En cainbio el italiano y ef rumano prefirieron el ominativo -1 (it. lupi, muri, alti, buoni, rum. lupi, tna), euya /}/ final coincidié con et resultado fonético de los pli. tales en -es (hominés, clavés, mulieres > it vuomini, chiavl, ram. oameni, muieri)™ 6. El futuro romfnico se ha formado con el auxilio de habere en Occidente € Italia: esp. cantaré, fr. chanterai, 2 EL plural de los temas en a se form en tx Romania ecidentl in deainenla {apre, ete 46 ban verde Teconoclende coma contlnusdorss. Ge 10s ‘tetguan profusamente plurals “ar > et, que con te perdiée Ge te ‘S'la! pudieron dar origen a Ie formar‘con ve fenericades en eh fas dloectales en a: le sorta “las hermanet, ete (Le plural = as de ln premibre déclinason latin of ee restate daa es langues romanes, Zetec from: Pio, Boot, 1, 269). 21 Latin vulgar 3 latin hispdnico a ie canter de cantare habeo. Ea Orent, el auxlar te velte: rum. Wil chia, de volo cantare. 1 pent. de Te Romania oscidental unas lengas se cst mis Tevolulonaias y ott ms conservedors. El francts ha Nevado hasta el itimo exremo ls tendencins fencrais, No Sena contentado con supine ln acentuacin Ceara, sino que, dbiitendo toda vod! posterior al acen- to. ba genealzag el ritmo agi. Despues de sonorizar Tl, Is Te, ba suprimido ta sonora Teltante de /\/ 3 Cachan cass inde fe/ Capatha > espee, épee: Jo- Care'> jouer, ets) Bn cambio, el eapaiol es mas lento fa ou evolci, En et domina acento lane 0 tocaio, tntermaio ene fob abunantesproparontonos del Orient J el ritmo ontone del frances, incluso conser la vocal Desténicn en relative frecuencia (pope, hudrfano, of Taro, tebece vor) tantou ots). La relaacion de ins ‘sonoras intervocilicas procedentes de /t/ y /c/ Intinas no a egaco a una plrdidn tan extensa como eo francés (sp tapade ger) a erin generales pede delse que los primeroe tenon francess eatin yo mip lejos el ntn fue el espaol eta § 21. Ancafswos au LATIN: MISPANICO, Ha sido frecuente entre los romanistas relaclonar esta evolucién reposada con el caricter espafol, apegado a trac ‘clones y poco amigo de la expresién plebeys. Dejando » un Indo estas razones peicoldgicas, poco seguras refiriéndose 1 época tan lejana, otros factores debieron contribuir a que latin hispénico tuviera aspecto arcaizante en relacién con el de Gala y, en muchos rasgos, con el de Italia, SOOO CHOHSHOHOOHOOSOHHOHOSHSOEOOOOOEOEE®S 38 Historia de ta lengua espariola sat 1. La romanizacién de I siglo mir antes de Cristo, al ppezaban a claborar liter Feninsula comenzé a fines del jempo que Ennio y Plauto em- smente el Tatin. AS{ como en Amé rica sobreviven utos que en los siglos xvi y xvit eran co- lentes en el espafiol peningular y hoy no existen en él, de gual modo el latin de Hispania retuvo arcaismos que en Roma fueron desechados. Por ejemplo, el esp. cueva, cata- lin y portugués cova, exigen un latin ¢Ova, anterior a la forma clisica cava. En el latin arcaico existia un adjetivo relative culus-a-wm, que Nega hasta Virgilio, pero que después no se emplea sino en el Derecho; de ese adjetivo, provienen el espafiol cuyoa y el portugués cujoa; los demas romances Io desconocen; s6lo se ha conservado en Cerdefia, romanizada antes que Hispania. En Nevio, Plauto, Ennio y ‘Terencio, contemporineos de las primeras conquistas roma: nas en Ja Peninsula, se encuentran fartus con el sentido de nuestro harto; perna con el valor de pierna; calli ‘certa parte comestible del buey’, probablemente los calls: campsareocansare > cansar; sarrare > cerrar: Fes nata ‘las circunstancias, las cosas como estén’ y natus nemo, antecedentes de los medievales cosa nada, homne nado y de los indefinidos nada y nadie. En el ningulus de Ennio, formado sobre singulus y equivalente de nullus, parece configurado el elemento inicil de ninguno. Terencio usa quaerere con el significado del espafol (querer, y en el latin del siglo mt son comunes fabutari y Percontari > esp. hablar, preguntar, port. falar, per: ‘guntar, Tres autores que intervinieron en las guerras his. pénicas emplean en sus obras vocablos que sélo han tenido descendencia en los romances peninsularés: entre los tér- rminos referentes a la vida agricola usados por Marco Porcio Catén (234149) figuran labrum > lebrillo, trapetum > trapiche, pocilium > pocillo, vervactum > bar sa Latin vulgar y latin hispénico ® deco, materies y materia > madera, mustaceus > mostackén, y en otro campo seméntico lacerare, que Inaba de perdurar en lezerado ‘lastimado' y lazrar ‘padecer’ del espafil antiguo; en las sitiras de Lucilio (180-103) cons- tan voces expresivas 0 jergales como rostrum ‘morré, jeta! > esp. rostro, port. rosto, bao, -omis ‘ganapan’ >_ vardn, gumia ‘tragén’ > gomia, comedo,-onis > com mmilén; también el adverbio demagis > cat. demes, esp. ddemds, port. demas. Vareén (16H. 26) atestigua capitium ‘eabezén de la Winica’, precedente de capitia > caber asimismo menciona la Tucana ‘cierta.clase de embutido’, de donde deriva la lucanica de Marcial y otros, origen a su vez de *Iucanices > longanize, cat. longanisa. Més joven que Varrén y muerto antes que el, Lucrecio (97 6 96- 55 6 53), aunque munca estuva en Hispania, emplea salire fen la acepcién de “brotar una planta’, sélo conservada en el espaol salir. Mas tarde escritores de la Edad de Plata naci- ddos en Ia Peninsula prueban que en el Jatin hispénico segufan vigentes antiguas voces que han sobrevivido exclusiva 0 casi exclusivamente en espaol y portugués: Séneca el fildsofo muestra gran apego por aptare (> esp. ¥ port. atar), ¥, lo mismo que Quintiliano, se vale de pandus ‘curve! (> esp, pando}; lax dos palabras corrian desde Plauto y Ennio®, El repetido uso de triticum por Columela y el de «tr: ticeum frumentum» por Marcial anuncian Ia superviven- cela de Ta palabra (sobre cuya etimologia habia discurrido Varrén) en el esp. y port, trigo (véase el apartado siguiente). TS da Siva Neto, Histérla da Logua Portugntsa, 116 $7: |, Tovar, Latin de Hispania: aspetos Uesicos de. ta romaniacin, Uiscrse de rcepetin ents R Acad. Bop, Made, 1968, 1098 9 4546: terre tod, Romwnick; “sarrere, meM sardare, Glott SLT 6. 2672089 Caton y ot latin de Hipanie «Philolace St tien fe Joseph Mies, Heietberg, 198%, 201208. %0 Historia de la lengua expanota 92 2. El distanciamiento geogréfico de la Peninsula respecto ‘al Centro del Imperio fue otra causa para que su latin cam. bara con menos rapidez. Las innovaciones partian de Roma, foco principal de la Romania; allf conflula 1a poblacién dis. persa de las provinclas y se emitian las modas de lenguaje. Galia era otro centro irradiador: su comunicacién con Ia metropoll, més estrecha que la de las demés regiones, ef establecimiento de sede imperial en ‘Tréveris y el carécter revolucionario del latin galo favorecfan alli la difusién de las novedades procedentes de Roma, a las que se afiadieron ‘otras. En cambio, comareas més alejadas, como Hispania, Cerdefia, el Sur de Italia, Sicilia, Jos valles alpinos, Dalmaci y Dacia, ignoraron muchos neologismos y conocieron otros ‘en grado Insufictente para que pudieran enraizar, Ast se explican las coincidencias Iéxieas entre el espafiol y-los-romances-meridionales; otientales y-de-zonas aisladas.~ ‘AL dessparecer el clésico Toqui, trunfé fabulari o ‘fabellare, que subsisten en el esp. hablar, port. falar, sardo faeqldare, retorromeno favier; pero Italia y Galia adop- taron el tardfo *parabolare (fr. parler, it. parlare). Las colncidencias del espafol con el rumano son especialmente abundantes; y como la Dacia quedé separada del resto de Ja Romania a partir del siglo us, revelan una etapa lings: tca anterior a ta escisi6n, En lugar del latin clésieo in- Venire, el lenguaje vulgar acudié a una metéfora propia af flare ‘resollar el perro al oler la presa’ pasé f significar ‘encontrar’ (esp. hallar, port. achar, dialectos meridionales de Italia aMiari, até, sicliano atari, retorr. obvaldés unflé, délmata aflar, rum, afla); después surgio *tropare, de origen discutido, que ba dado el fr. trow ver y el It, trovare. De los adjetivos puleher y formo- sus, el primero, més selecto, no subsistié en el latin vulgar: formosus, més popular, queda en el espafiol hermoso, 21 Latin vulgar y lathe hispdnico ot port. fermoso y rum, frumos; pero bellus, netamente ‘vulgar y més reciente, prevaleci6 en el Centro de Ia Romania, (fr, beau, i. bell; o espafiol bello ha sido siempre literario, 6, al menos, poco general). Fervere se mantiene en el esp. hervir, port. ferver, pullés ferve, rum. fierbe: pero Dullire ‘echar burbujas’ se propagé por casi toda Italia, (boltire)y Galia (bouilir), desplazando a fer vere. De modo similar latrare (esp. ladrar, rum. latra), mensa (esp. mesa, rum, masa) y arena (esp. arena, rum. arin) son ims antiguos que *baubare (fr. aboyer, it, abbaiare) tabula (Fr. table, it. tavola) y sabulum (francés sable, 4. sabbia, sabbione). Triticum, cuya presencia en escti- tores hispanorromanos acabamos de mencionar, s6lo se ha conservado en el esp. y portugués trigo, en el sardo tridicu y en valles de los Alpes réticos (tridik, tredi); el resto de la ‘Romania-prefirié-frumentum-(>-it.frumento).o adopts *blatum, tomado del fréncico (> fr. blé, prov. y cat. blat). ‘A estos ejemplos se podrian afladir bastastes més™. "3. Igual ocurre con fenémenos de tipo gramatical. Entre los sustitutos del comparativo clésico brevior,longior, la perifrasis ma gis longus era anterior a plus longus y estaba més admitida; magis es Ia particula comparativa ‘Que sigue usdindose en los romances peninsulares y en mi mano (port. mais, esp. mds, cat. mes, rumano mat); ta Ro- ‘mania central prefirié plus (fr. plus, italiano pid), 7H Véant los esudios de Rartllcitador en Is nota 1; S. da sien Neto, Histdra da Lingua Portuguts, LIM ©, Rohlf Die fexial- Jone Differenirung der romariechen Sprachen, Manche, 194 (teed. Feta nia, Diecast dea ong ord asta Shays ences ete ion romances Ntncon ara coe Ulogais eu Rellnge, a frmeclon de tor Gomes ing one om be 1m 1 45 “tteatatecln ton pts no fae deconoca en Espa: ls coun dcr taducn, ap etlvs yor eres axpero, ao See Meal esi chs 9 Derlo'ooe pus 7 Os cae PSOOHOHHOHOHOOOHOHOOCO OH OOOO OEE OOCOOEOCE peccccccccccccccccccsccceccccoceecee 2 Historia de ta lengua espafiola 21 ‘Los demostrativos hic, iste, ile indicaban en latin Ja gradacién de distancia en relacién con las tres personas gramaticales; al perderse hic, el latin peninsular express la triple gradacién con iste, ipse y eceu(m) ille o atque® (eccum) ille (esp. este, ese, aquel; port. este, esse, aquele); en los demés paises roménicos, salvo Sicilia y el Sur de Italia, los demostratives se redujeron a distinguir Ja proximidad y la lejania (fr. celuicd, celuila; it, questo, quelto*, rumano acest, acel). A igual polarizacion en dos categorias ha llegado el catalin moderna; pero el medieval iistingue los tres grados como hace todavia hoy el valencia- ‘ho (est, eix, aguell)”. = En espaiiol, portugués y catalén (sobre todo catalén anti Bo y valenciano) se conserva el pluscuamperfecto latino ‘@maveram, potueram, total o parcialmente con. vertido en subjuntivo (esp. amara, pudiera; portugués amara, ppodera, dormira: cat. amara, poguera, dormira), fuera de Ja Peninsula s6lo existe en provenzal y en dialectos del Sur ie Italia; el francés Jo olvidé muy pronto. Fl futuro ama~ “yero solo queda precariamente en Espasa y en Ia Romania Sriental (port. cantar, dormir; esp. cantare, durmiere; dsl ‘mata kanturo, con valor de futuro imperfecto; rumano de Macedonia cintare, dormire), {atin ant y dalctal hay pus. Pero tles restos no Javlidan In generat referencia do los romsinecspeninmlares por mats "Como Inteducior enfo mtque aparece freciantemente ante emouttativos y sabre todo ante ec cum, eceam (Thesaurus Lit ‘pute Latina, 1, 10), Vease F. Gonasies ‘CO, Precsiones sobre te ‘timologa de saguels, «Homenaje a MuGoe Corte, Merci, 177, Th {S40 En gallport. ant hay ague “he aqut (Dsineso Alonso, Etim: Ioglashspanica, Rev. de Fl, Esp, XVI 148, M0), "T" Véase A Dadi, Los demostatvos » lo verboe de movimiento ‘en iberorromirico, wEstudis dees.» M. Pidae, Il, 1852, 341. En Satiano central Ja'tiple Telerencia te mantuvo mediante Ix ereacon Ae cotesto, codesio (ec eceu(m) tibl stum); pero 3a en a fino nv te extendia'a costa suya questo, y hoy exh en detadencl 63 Latin vulgar 9 latin hispanico 9 Ora veces os romnncespeinrolars concuerdan 6 tox de rinconesaiines, Cerdeiar¢ Dacia, en uso anos al Intin else, que ha mantenido Tos suyos en Gain ¢ Tali En'estos casos hey que suponer ue las esincideni son Fuultado forte de eveicones Independents ents orem que ae trade innovaciones generals toda Ie Ro nana en un tempo determina, pero depechads ms tarde> Tenia y Cala, tents se conseraban en oponcs ltrs Tes aldades. Esto timo pares haber ocurtdo con ger Sanus esp. Nermano port tm, eatali germa) qe rapid cn Eopoa cisco Crater (> fe. fe fae foycosa que cvare también en low dalectos de Bergamo y Inve’ lates son los sestos de un domino anterior mds tmplio pues germans aparece susttuyendo a frater tn texton meron, prevalecis hasta el seo XI en toda Tali, a exepcén det extremo Sur®. Ea elf. vouoi it toler cau ole, pervve vette, wuig. volere, mientras {heal Conroy Ocstente dela Penna as como Crded, Mopiaron querer butear, gue Teencio(- aariado 3) hata‘come expresin de noted (> ep. 9 por. queer, Togudoreskerere, per ol francés agua conocd a then guerre “ster, voulie, despues eiminado®. Ea Sins elisa. passer sigiaba proplamente‘porcn pardl pero ev algin pasaje de Cero parece tener el endo ampto que bu prevelesido en el es. par, prt BP. Aebischer, Liteon préitirtre etl dit epermanon et aser marae aur offen ot ssosure) Bude de staigraphte Inpustigue, Yetech’t fom, Philo, LVM, 21239. ‘Ein el rgio 1 Adam de in Halle alterna Tos dos verbos: «De bien amer ve maltenir sage" / plus dovchement ne quer enon tans weer» (Doric, Chrestom, 76, 2122). Los dnicos restos de Volere'ta exyatol elsn fosizadoe en pronombres indefaldes ar “sis ‘el prelcraio quabis (Menéader’Pidal, Origenes, 8-0-9 Siwclowe, svwetgual, quarvuel“cualguers, shuelguandd “etando 4 sn péssaré y ram. pastre®; el Festo de la Romania prefirié aviceliu (fr. olseau, it, uccello, prov. aucel, cat. ace!) 5. Sélo en el Centro y Occidente de la Peninsula guards cl latin hablado ciertos rasgos de época clisica que desapa: recieron en el uso de las demés provincias. Los numerales de decena mantuvieron la acentuacién cldsica -aginta, ase- gurada por una inscripcién hispana del siglo Vi (septua- 8) y por los derivados romances sessaenta, sefaenta (> port. modemno sessenta, setenta; esp. moderna sesenta, setentay, en el resto de ta Romania Ia terminaciéa -aginta sufrié un cambio de acento y se contrajo en -anta (fr. qua ante, soixante; it. quaranta, sessanta), Estas y otras particularidades, unidas a los demés arcals- mos sefalados antes, debfan de dar al latin de Espafia cierto dejo de vetustez, compensado por la originalidad y abundan- cla-de-sus-innovaciones-(e-§-23) $22. Diauecrantowos rrAtcos £8 mL LaTie 96 Hispana %, 1. Por testimonio de los historiadores antiguos se sabe {que entre Ios legionarios venidos a Hispania durante el si- % De Finibus, 2, 2% eVoluptas, que passeribus ola est omnibus, a nobis, «noble tntelig ow potest 3" Véanse R. Menéader Pla. Orlgener, 85255 3 56; A propdsito de yl letinae Colonizciom suditdicn en Expat, Bol. R. head. Psp XXXIV, 195 15216) 9 Dor probleme niles relative Toso: ‘mance Mpineor, +Enele Ling. isp. Ie 1 aceon Meter, Enstas de Pitopla Romanica, Lisboa, 188, 1116 8 da Sila Neto Histéra da-Lingua Port iiett, y Fontes do Latim Vulgar, Rio ae Janel, 30 ed, iS, Webde, W. Becoll, Epivdt dialect ella Stone det latino dalla ‘edatbers, Et. dedi nM Pil Ut, 18, 5885) Damoso” Alonso, Metafone') ewro.de materia er Espota (sobre un fondo Walla), Zeltach. f.'rom, Phas XIV, 1984, 124 Le frapmentacidn fondtica pester, “Encil, Ling. Hisp, 1 Supl, 1962, 108154, A: Tovar, Late de lope, T58, 346, Hoes lox coniradiciores de In tesis surtdca destacn Gy Rohl, Le fap tancia del gasedn a lor etadios de tot idiomas hispnicon, a” on fs Se 1 Gt rn i i et sin ttn co rey ec shale mast a a ra nt Stoe e we St aa aoe tn es ree eae om ote ei es ome Se ae oe ora Fr A, ac ntact ian Ostische Lavine ix Spanien?, Reeve de Liog. Romane, XIX, 1985, PSSOSSHOSHHSHHHSHSOHHOHSHOHOSOSESESOEOOS Seeeoeeeesesese 0.0. 20000000 OSSOHSCEOS % Historia de ta lengua espaiola 52 ctipcién pamplonesa del afio 119 dé octuber por octo- ber, pues el vocalismo osco tenfa /a/ donde ef latin /0/; de octaber proceden el esp. octubre, ant ochubre, port. outubro, cat, ustubre; en igual caso estin el esp. nudo y of cat. nu, que presuponen *nUdus en vex de mOdus., Tane bien los exp. pdmez, esteva y clerze, port. omes y ca. cee provienen de formas dialectales pomex, stéva y cer cis (este ultimo, usudo por Catén) y no de Jas latinas puras pamex, stiva y clreius 3. La hipétesis del info suritlico en ef latin traldo a Hispania se fortalece en vista de una serie de colncidencias fue se dail entre los actuales diatectos del Mediodia ital zo, Sica y Cerdeta de una parte, y ls romances hispénicos de otra. En el italiano meridional, sicliano y sardo le /=/ inicial de palabra se refuerza hasta pronunciarse /F/, esto es, como rr, igual que en catalén,espatcl, portugues y gee 6m. En zonas de ambas penfasulas se refuerza también la ‘11 iniciaque, equiparada a la /il/ interior, da en'unas éreas resultado Balatal (/IV,/5y/ 0, smplificado, /I), /y/), y resuk tado cacuminal® en otras (/dd/, /M9/. (8. IV. ete); ash Jos suditticos actuales Muna, Tuna, dune, yupo, dana, ‘édenqua tienen su paralelo en los eatlanes Hina, top, lana, itengua, en los asturleoneses tune, Hlobu, Hana, lingua © na, guna, tobu,fsana, tsingua, en los mozirabes yengue, liancas “lanza, etc, y en otras mumerosas mucstras en tex tos y toponimia. del Centro y- Sur peninsulares (w, § 46) 1a cacuminalizacién de /1/ interior y no de [1 inielal ocurre en la mayor parte del Mediodia italiano y en Slilia, Cendefa, 1 Pirineo aragonés y Gascufa®, Menor pujanza que el fuer ci Semin, strove 9 son ee sonkoe gS gt io oy cn ure mnt pes = echo 'de'tur el lata acing pronuncae IVa gas” lies ee 52 Latin vulgar 9 latin hispanico a zo de /r/ y jr] tiene el de /t/ inicial, manifesto sdlo en astureonés (fo, fariz) y esporédicamente en Italia (nnutit hnida en Apulia, fgnudo dol italiano general, ete.) *™, ‘4. Caso més prablemético es el de las reducciones /mb/ > fm/, que se da en catalan, aragonés, castellano y gascéa. (Clumbu > lomo, eat. Hom; *palumba > paloma, co- Tumba > catalén coloma); /nd/ > /n/, general en catalém: (demandare > demanar) y gascén, frecuente en aragonés antiguo: y /Id/ > /lV, i) o /if (soldata > sollada), ‘que se ve en ejemplos dispersos, pero numerosos, de Aragén, Castilla, Leén, Toledo y hasta de Sevilla y Cédiz, en la Edad Media, Las tres asimilaciones ton normales en los dialee- tos del Centro y Sur de Italia, con las mismas diferencias de cextensién ¢ intensidad que en Espatia; al guardan innegable relacién con et substrate lingllstico osco-umbro® Tam bign Ia sonorizacian de /p/, /1/, /k/ tras nasal, /r/ o /I/, prac: ticada en valles altoaragoneses (cambo, fuande, por campo, fuente) es corriente en el Centro de Italia y existfa en imbrico. ‘Aunque esta sonorizacién alto-ragonesa se halla en estrecha, relacién con Ia habitual en vasco (¥. § 49), la influencia de los colonizadores itélicos pudo reforzar las tendencias nativas. Los cuatro fenémenos, aunque /mb/ > /m/ alcance mayor di- fusién, se congregan en Espafia hacia Ia regién pirenaica, “iepuran el pramético Pompeyo y San Tsidoro (HL Schuchardt, Vor eters der Valparateisy, I, SOs, Sil Neto, Mitoria de Lingua Portugués, 120, ‘Hay ejemplos aragoneses medierales y slguno actual alslado; ‘ease Mendoder Pid], “Enclel, Ling. Hip 1 xxix ‘Mia tog ejemplos edveldos por Menendce Pal (Origenes, § S#) nade B. Poet los de slclle, eal, que leg a Superar en fee. Stenctao fs e alee cabitio en e sgl a0v'y decaen ses tarde (Geografla aialcta antigua, Rex, de Pol. Espy XLV, B62, 26257) ‘seer {conkers e-mb yonde en in esrtora yen el uso culto o urbano durante la Edad Media y siglo iv, vease Alberto Varro, Capital por la storie linguistica dell Tela’ Meridionale « dela Sicilia, Mesioevo Romanzo, (0) 98 Historia de ta lengua espafota a2 fen torno a las cludades sertorianas Osea e Ilerda; el nombre de Osea (> Huesca) alude a la procedencia de sus colonos 'S. En el Norocste peninsular ta /d/ tatina en posicién final, articulada en romance como /u/, cierra la voctl t6nica. El fenémeno esté registrado en Portugal, el centro de As: turias y el valle del Pas, en Santander;\ falta exploraciéa Suficiente respecto de Galicia, En portugués la metafonia provocada por Ia /u/ final (escrita 0), aparte del caso excep. clonal to tu > tudo, afecta casi exclusivamente a la /e/ ¥ Ia /of procedentes de /&/ y /9/ latinas: ambas vocales se clerran ante la /y/ de nombres y adjetivos masculinos en singular (coro, horto, sogro) peto se conservan abiertas ante Ia /a/ del fernenino y ante el resultado del plural lating 18s] (cornos, horta, hortos, sera, spgros). En el asturiano 2 Mandider Pil (07a, 5 bie ysl” Ling” Hie txurnm) avienta que Osea ce el nombre dado. por los romanos fle cludad, mientras Ins nscripctones monetales mls antiguas en Ceriturs thérea Ie flaman Bots ‘unas pocat de Ine mis moderns Holsean’u Olsca tibuldo « vasaul- éedida de in 7o/ Incl, pero es Mpdteis carte de funds TL Michelena, Fongtca'Histvica Vasc, 19, no rencons emejante Cendmene, Por ots parle Olean cx demariado tarde: fen dice Menénder Pidal- erh coriente en latin cwando toda fas monedes declan Bolscan y 7 fa supuesta re duccldn de Olscow a Osea, contraria la cronaogl, Io es tame én a a evelucion Tonélca normal, Yu que o se expen Ia deeper clon de le /W ala dejar astro. Flaalmente es tentador el poreldo cntre Bolsean 7 nombre de lor volseos, el posblo itiica ‘osino'y eaemigo de oma en tempo de Coctolano (edanee una leve Fesimaacién de A, Tovar, Anaes de Filo Clie, 5, Buenos Airey, 180: 5, 17, y el artelo de M. Dolp Los primltivos nombres de Huesca, ‘Acgentoln, 1981, 18618), en ol siglo Wt Tino menciona Juntos ‘oscar ¥ woicot como genler que hablan su lenguas eespecttat pot Ignorar ct latin (Tovar, Latin de Hispavia, 3839), sin embargo Ia ldentieaclén de Bolsean y volsel etigita demostrar previa mente que Bolscan es sombre posterior m la feqada de (alos 7 fo, como parece, Indlaena $2 Latin sulgar y latin hispénico 99 central Ia accién de Ia /u/ slcanza a toda /o/, /e/ y fal; ya hacia 1155 se documenta mancibo frente a manceba; hoy, pila, cuirnu, sentu, siicusu, frente a pelos, cuernos, santos y ‘santo, silicosos. Yen el habla pasiega son normales babiru, ispliu, arruyu, lubu, niltu, puiblo contra baberos, espejes, nietos, pueblos, etc; la /aj, sin legar a /e/, se hace algo palatal ante /u/. Excepcién importante es el adjetivo aplica- do nombres de materia: termina invariablemente en /-1/, Jo], aunque el nombre sea femenino, y no clerra la vocal Xénica («t& negro el-arrozs, «borona secu»); los sustantivos de tema en /-o/ usados en sentido general de materia no cicrran su vocal final ni inflexionan Ja ténica (pelo), pero Jo hacen cuando se refieren a unidades coneretas y numera- bes (plu). Este neutro de materia se extiende desde el cabo de Pefas y Pola de Lena hasta zonas de la Montafia santan- derina, como.Cabez6n de Ja Sal_y cl valle del Pas. Tanto la ‘metafonia como el neutro de materia tienen en el Mediodta italiano reas, antigiedad y pujanza mayores que en cl Noroeste de nuestra Peninsula. La fliacién no deja lugar a dadas, pese a diferencias explicables por las distintas com- dliciones en que ambot fenémenos se desarroliaron en ct pals de origesy en el colonizado, aislados entre sf desde Ia ceafda de} Imperio romano. 6, Las lenguas {berorroménicas concuerdan con los dia lectos del Sur de Italia y Siilin en rasgos caracteristicos de su morfologia y sintaxis: sistema y formas de lor tres de- ‘mostrativos (v. § 213); empleo de la preposicion a ante objeto recto que designe persona individuada («si wvisto a ffrd- 1 R. Menénder ida), Pesiegos » vaqualros, Archiwum, 1V, 195, Lif, De Alonso, vs nota ly RJ. Penny, habia pasiega ensayo de llectologie monishess, Londres, 197, # ALAS 9 158 Robert A. Hall Ser ntgs is enstencia de un socatra de patria y tata de explear _ cl Fendmeno coma resto dl ablatvo pariiva lallgo (Mewes, Mass foamy and the Ablative tn Romance, Language, XLIV, 1968, «408), POSHHSHSSHS OHHH HESOHOHOOOOOCHEOOCOHOES POSSHSHSHSSSHSHSHSHSSHOHSHSHSHESHOSOHOHEEOOOS 100 Historia de la lengua expat 62 Latin vulgar 9 latin hispanico 101 52 timo?» ‘ghas visto a mi hermano?); uso de tenere a costa de habere para expresar la posesin, ¢ incluso como verbo, auxiliar; precedente umbro para Ful como perfecto de ese y de ire, etc. En el Iéxico, aparte de las coincidenclas que Hispania y las hablas suritilicas comparten con otras zonas periférieas de la Romania (§ 213), hay otras exclusivas de las dos peninsulas o de ambas y Sicilia o Cerdefa: el calabrés dassare y el sicliano dassari corresponden al cat. deixar, esp. dejar, gall. y port. deixar; 1a evoluci6n_semiéntica de. pllcare, appiicare ha conducido a igual resultado en l cal. akkikare, sic. hikari, esp. allegar, Hegar, gall. y port. Chegar; To mismo levare > cal. levare, sic. livari, esp. evar, gall. y port. levar. En estos casos Ins. preferencias suritilicas e iberorroménicas contrastan con 18 eleccién de Jaxare, *arripare y portare en la Romania Cen tral (fr laisser, ariver, porter, It. lasclare, arrivare, portare) ‘A estos ejemplos podrian afadirse otros™. Ademss no debe ‘olvidarse la procedencia de autores arcaicos latinos en cuyas obras se han sefalado antecedentes de vocablos hispanos “Apleos (§ 21s}: Nevio y Lucilio habfan nacido en Campania, Plauto en Umbria y Ennio en Calabria. Por otra parte el ‘gaditano Columela aplica a la higuera el adjetivo bifera, que solo subsiste, sustantivado, en Cosenza (bifaru), os Abruzzos (vefere), el esp. breva, gall. bebra y port. bebera, Defara. 7. BI influjo suritalico en el latin de Hispania no sem nifiesta de manera uniferme. Son generales el refuerzo de % eanseG. Rots, Die Quelen der unteritalonschen Wortscates, Zelteh. ftom. Philo, XLVI. 1926, 18164, 1. Meler, Eaton de Flot Rom, tig; Siva Neto, Hist da Lim Port, Ilit, Menkades Pidal, Cofonicacin suai. cARNvIT: Darmaso Alonso, La fragmentacise fondt. penn, lds, A Tovar, Latin de His, 369 4; Joreph Palermo, H problema del scien. Aleune Uoplossetberoscane revant,shti Xi Congr Interoas” i Ling. Fol. Romans, Napot, 190, 129 Jr1 Inicisl en /F/, la subsistencia de los tres demostratives, ‘1 acusativa con ad para el objeto directo personal, 1a ex: tensién de tenere y fui a costa de habere e ivi, Sdaxare por laxare, etc. Pero la palatalizacion de /1/ inicial en /l/ no aleanz6 a Ja Gallaecia ni al Oeste de Lusi- tania; Ia asimilacion /mb/ > /m/ solo arraig6 en la Tarra ‘conense, y /nd/ > /n/ en el Nordeste de ella. En cambio fi Ja] final s6lo provoca metafonia en ol Noroeste, y el neutro fe materia se limita a parte de Asturias y de la Montafa. Por iltimo los resultados cacuminales de /l/ y /‘lk/ sé6lo se producen en una zona de Asturias y Leén, a caballo de ta Cordillera cantabrica, y en otra del Pirineo aragonés. Estas Giferencias han de atribuirse a factores de diversa indole: Ia variedad lingistica del Sur de Italia era y es muy grande El contingente de legionarios y colonos de unas y otras re giones no hubo de ser el mismo en cada expediciéa ni en cada época, Es de suponer que los itélicos asentados en Ia ‘Tarraconense durante ol siglo 11 estarian menos latinizados {que los combatientes de las guerras cintabroastiricas bajo ‘Augusto. Por otra parte los dialectalismos de su latin encon- traron en layetanos, ilergetes y vascones substratos distintos de los precélticos y cflticas del Noroeste. 8. Sobre Ia posible relacién del betacismo del Norte peninsular con el suritalico, v. § 4, n. 28 § 23, NeoLoctsnos vet Lavy HrsPAste, 1. Bn el latin hispdnico apuntaban seguramente noveda- des exclusivas suyas. Perduraban rasgos de pronunciacién y Yvocablos procedentes de las lenguas primitivas (v. §§ 46). ‘Otras veces eran procesos autéctonos del latin peninsular y pueden inducirse del ulterior desarrollo de los romances his- 12 Historia de ta lengua espafiola 63 panos; ast la tendencia a eliminar la conjugacién -€re en Deneficlo de las en -2re 0 -ire, reduciendo a tres los ‘cuntro paradigmas verbales (fac@re > hacer, serib&re > escribir); asi también formaciones Iéxicas como *ex- Pergitare (> esp. y port. espertar, despertar) por ex- pergisctre; *appacare (> esp, cat. y port. apagar), Por exstinguere; *callare (> esp. y cat. callar, port alan), por tacere; *maneana (> esp. mafana, port ‘manha) junto a mane (> ela man» en el Cantar de Mio Cid); *veranum tempus (> esp. verano, port. vero}, ‘elbata (> esp. cedada, port. cevada; con el sentido de ‘avena’, prov. y cat. civada); cereota (> esp. ciruela, gall cirola) por pruna; cambios de funcién gramatical, como el del participio calens, -entis convertido en adjetivo sustituto de cali dus (cat. calent, esp. caliente, port. que 1e)--0-la-extensién-del-adverblowt ar de-a-uso-sustantivor fen ver de sera (esp. port. tarde); y cambios semAnticos como el de sobrinus ‘primo tegundo’, que ocupé el lugar de nepos (esp. sobrino, port. sobrinho); el de tvs, {que del significado de ‘arroyo! pasé al de ‘curso importante ddo agua’ (> cat. riu, esp. y port. rio), propio de fluvius oflumen; yeldecibaria alimentos’ a ‘cereales, gran’ (esp. cibera)?, 2 Poseemos noticlas coneretas acerca de unas cuantas palabras caracteristicas del latin hablado en nuestro suelo: Columela usa vulturnuss ‘viento del Sur’ (> esp. bochor- no}; él y Séneca emplean subitaneus (> esp. supitaro) 1B Veease J. Jud, Probldmes de glopraphie lngustiaue romane, Rey, de Ling. Rom, i, 15, 1123, y MI, 106, 1620; Paul Aebischer Les dénominatons des cdrats, du B18 et du ‘froment” apres lt omnder du latin medina, lass de Phieogie Moderne, 1, ‘Ty sits: 6. Rehils,Aspecos y problemas del espael ens enlace on os eras romances, Probl. 9 Pracples el estraturlimo lng, Maaet 167, 23129, 63 Latin vulgar y latin hispénico 103 y Séreca da a pravurs el valor de “duro, riguroso, violento’ Conservado en el esp. bravo. Plinio cita el hispanismo for. macéus ‘pared’, que ha dejado por tinica descendencia roménica el espafiol hormazo ‘pared hecha de tierra’. En inscripciones hispanolatinas se encuentran otras: collac: tBus, regresién de collactan€us ‘hermano de leche’, cs el origen del espafiol medieval cottago; el masculino mam~ cipits, en lugar del neutro clésico mancipium, pric. ‘ba que era término usado entre el vulgo espatfol; en efecto, se ha conservad en Ia Peninsula (esp. mancebo, cat. masip), mientras se ha perdido en cl resto de la Romania. Alta~ rium por altare es forma precursora del espafiol ofero,, port, outer 3, En los albores de Ia época romance, San Isidoro re coge muchas voces usadas en el habla vulgar de Espafia. “Alguniss~son privativas de-ella:~antematus (> espafiol ‘ainadoy; argentéus ‘blanco’ (> esp. ant. arienco); bos- tar ‘establo de bueyes’ (> esp. bostar, port. bostal); ca tematus (> esp. candado, port, cadiado, catalén cadenat); colometlus ‘diente canino' (> esp. colmillo); serra Tia “Techuga silvestre’ (> esp. cerraja, port. serratha, cat. serralla), Una caprichosa etimologla isidoriana dice que al gato se le llamaba cattus «quia cattat, id est, vides; fon ello nos da Ja certeza de que en el siglo vit 10s hispano- godos empleaben el verbo cattare (< captare) con 1 sentido de ‘ver, mira’, propio del esp. medieval cafar, ‘conservado hoy en catadura ‘aspecto’, cataejo, cataviento. Y la afirmacién isidoriana somne satis viride amarum dicitur» aclara el origen del esp. amarillo, port. amarelo™. & Menéndes Pil, Monucl § 2 Caray, Le latin @spagne Paprds tes inseriptons, Braxcle, 6; 1 Soler, Letenlsches und Romantsches thu ter Etymologie det Isidorus von Seva, tngea, 190, A. To- tar, Eatin de Hsp, 349 3. POESOHSHSOHSHHHSHSHHOHHSOHSHHOHECHESESOOOES OOOOH HHHHHHHHHHHHHOHOHHHHHEOHEEHEES 108 Historia de ta lengua espafiola sm 4. Frente a la consideracién general del espafiol y del rumano como romances arcaizantes, hay reacciones que, con justia, ponen de relieve Ia potencia creadora de sus neo- logismos. Realmente son dos aspectos complementarios de Ja fuerte pecullaridad que caracteriza a cada una de las dos lenguas. § 24, Direnexctas REGIONALES HN EL LATIN mIsPANtcO. +L Durante et periodo romano el latin peninsular debia de ser bastante uniforme. Sin embargo, entre los siglos vt y X lo veremos fraccionarse en diversos dialectos roménicos, Ya se han indicado los factores que contribuyeron a man- tener la cohesién lingistica bajo el Imperio, y cémo, al des- parecer aquellos, hubleron de surgit Iss variedades roman- ‘ces, Pero cuando tratamos de inquirir si antes del siglo vt apuntaban en Espafa diferencias reglonales que pudieran ser base de futuras escisiones, hemos de renunciar a la cer. Udumbre absoluta y contentarnos con hipétesis. 2. La divisién administrativa romana no era arbitraia Los conventos juridicos que integraban las provinclas pare- cen haberse atenido, en su demarcacién, w ndcleos previos de pueblos indigenas. A esta diversidad étnica —y posible- ‘mente de substrato linglistico— se afiadié la concentracién de actividades de cada convento en torno a su capital. For- mébanse de este modo subcomunidades, dentro de las cua- % , Tordan, Parlelor tingistioe rumano-spatole, «Actes de ‘Nijmegen, 1967, 0358, BT Magar shies el V Congreso. 1, ments, Mariss Sala, £t romano Lengua, Literatura, FO uote: Ext. dedie. a R. Orom, Santiago. de Chile, 16, 40488, sm Latin vulgar y latin hispanico 10s les se perpetuabon arcalsmos © aparecian innovaciones ex trafas a las comarcas vecinas. La Iglesia establecié sus se des episcopales con arreglo, generalmente, 2 la distribucién de conventos y provincias romanas, continuéndolas después idol Imperio y profundizando la disociacién. En la geografia dialectal quedan huellas de tan antiguas divisiones: a re gién de Miranda do Douro, que pertenecié al convento y' diécesis de Astorga, habla dialecto leonés, no obstante ha- TMarse enclavada politicamente en tierra portuguesa desde fecha muy lejana ®, Cantabria formaba parte de la Gallaecia, mientras Ia meseta burgalesa correspondia a la. Cartaginen se; el castellano de la Montafa y otras zonas nortefias fue, por algin tiempo, distinto del de Burgos en ciertos carac- 3 La romanizacién se efectus en distintas épocas y con- iciones para cada regién. Iniciada en Ia Bética y la Tarraco rrense, hubo de formarse en ellas el sedimento lingiistico ‘que fue Hlevado més tarde al interior. En la Bética, apartada ¥ culta, patria de retéricos y poetas, se hablaria seguramente lun latin conservador, purista, en cierto grado. En cambio, a Tarraconense oriental era ruta obligada de legionarios, ‘colonos y mercaderes; es de suponer que acogiera una po- blacién flotante que se expresarfa con descuido, traeria no- vedades de lenguaje y propenderia sin duda al neologismo. [Al progresar In romanlzactén, los focos ciudadanos de vo ra, Brécara, Emérita y Astirica recibieron, probablemente, cl latin de a Bética, mientras el de la Tarraconense, avans ‘zando por Ja via romana del Ebro, debié de legar hasta la ‘meseta. septentrional®, En Cataluha, Aragén y Burgos en “= Menéndes Pll, Et dialect onde, 1906 (ed. Oviedo, 192, 1920, 4) Meese despa, § 1S Ven H Melr, Betrge sur sprachlicher Gliederang der Py. oun sate 106 Historia de la lengua espafola su ccontraremos més adelante ciertos rasgos innovadores que rno aparecen en el Sur y el Oeste (redueciones /ai/ > /e/, {auf > fof, Imb > m/). Ta Tarraconense comunicaba con Italia y Galia mas es- ‘trechamente que el resto de la Peninsula, lo que dio lugar ‘8 mayor influencia lingifstica de la Romania central. As{ adopté la contraccién -anta en los numerales de decena (cat. y arag. sixanta, quaranta), en vex de -aginta, y co rnocié como poscsivo de Ja persona ellos el genitivo i110 rum (cat. llr, arag. Jor, lur, como el francés leur e italiano loro) al lado de suus, En la parte més oriental de la regién no fue eliminada la conjugacién proparoxitona -8re, que ssubsistié también en Galla e Italia (cat, prehendere > pendre, reddtre > retre, frente a prender, render, rendir, de los otros romances peninsulares). En el léxico, Jos cata: Janes. menjar,-parlar, crobar, voler;-taula, cost-(<-cosi- nus, de consobrinus), donar, cercar (< elreare), ociure (< occidere), etc, muestran preferencias opues: tas a los castellancs y portugueses comer, hablar-falar, hallar -achar, querer, mesa, cormano- gall. curmdn (< con- germanus), dar, buscar, matar. No es forzoso que todas estas divergencias aparecieran ya en Ia época imperial, ni ‘tampoco en Ia visigética; la mayoria debié de surgir en el

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