Você está na página 1de 36
Gumersindo Torres y Vicente Lecuna: la génesis de la renta petrolera y las Primeras discusiones acerca de su destino inmediato Las revoluciones soeiaies que condujeron al mercado en Europ, S encontraron con a presin hist6rica ineludible de elimina, {cuando menos, de redueir sustancialmente Tos ingresos que ms bian fos terratenienies por el ejercicio del monopolio de la propie- dad teritorial es decir, fa renta de la teers, Ello se loges por las Ids diversas vias, unas veces violentas, otras no, aunqile todas ‘petsiguieron lo mismo: otorgar Ia propiedad real dela tierra a los roductores, esto es, colocar I tierra bajo os mecanismos de 1a ‘competencia capitalista. Esta soluci6n, sin embargo, present6 desde siempre inconve = ‘iemtes €n 10 que a las minas se refiere. Los productores de la ‘superficie, en principio, nada ticnen que ver con las minas, por lo 4ue la tendencia general en Europa, con la nica pero importante excepcién de Inglatera, fue la de declaralas como propiedad estatal. La propiedad estatal constituyé entonces no una ‘manifestacién positiva de 1a propiedad, sino simplemente un Obstdculo para el ejercicio privado rentisico de la propicdad territorial. De este mado se garantizaba e libre acceso del capital a Jas minas, 0 lo que es igual, de los productores al recurso natural, Previo cumplimiento de unes cietas formalidades establecias por Iallegistacidn, Como se sabe, en Venezuela las minas’son propiedad del Estado ya desde la colonia y de acuerdo con la traicién juriica espaviola, No obstame, hacia fines del siglo pasado Ia legislacion, minera venezolana segufa mis bien las pautas del sistema jurfdico francés, en el cual se consagra de manera consecuemte ba libre propiedad estatal de las minas. De este modo, al momento de oforgarse las primeras concesiones petroleras a principios de si- alo, la legislacién venezolana se orientaba a facilitar la labor de los productores potenciales, mientras que negaba a los terratenientes cualquicr aspiracisn rentistica. il ag alga cas qe sustentan esta aseveracin. En I Exposicién de Motivos de la Ley de Minas de 1909 se loen los ‘guientes parrafos:? (0) bonéad de una ley 6 mineria ha de apc pr ta {yor seguridad que se dé Ios explotdores ens concssin por ‘exteasida de 1a libertad que se le eonceda pra bear, pues custo ‘menos tabas, mejor; y faalaeae, for el cimulo de failidades ‘que sels ride para a obicncién de as mina. Desde luego, los mineros tenfan que pagar impuestos como todos los ciuidadanos, pero la cuesti¢n no era gravarlos con una renta de latierra:3 Triviles por dematiado conocides son los princpios que exi- ken que el ipuesto sea mésico, ala ver que igual para todos Ios contrbuyentes...E1impueso sole las minas ragisre por parte 4e1 Esta que Jo impone, que al deteninatse, 82 lengan en eventa lomentos que no existen en oas especies gravables, pues 90 hay ropiedud més contingenc que Ia de las minas...Mas si todo esto debe tenerse en cuenta, tampoco debe olvidatse que exe impueto, para que sea justo, computades Tos tosgos, debe ver relatvamente 2 Gandoen Mant 8 ata, Veneuds ys Minar, Cra, 1979p. 2162, ‘gual al que pagan Jos agicltores ycradores del pais es de fo ontario ser itt, ‘Sin embargo, en esta misma Ley se hallaban presertes las as Piraciones de los teratenientes, quienes exigtan que en los terre- ‘nos de su propiedad se les concediera un tercio de los beneficios que con la produccién pudicra obtenerse. Bl artculo correspon = diente merecié et siguiente comentario del Ministro de Fomento, Quien, en su oportunidad, 1o demand6 por anticonsttucional 1o- ‘grando su anulacién por la Conte Federal y de Casacins* Semejante precepto constituye- na Teticcn manifesta ‘esto que nadie haa de incr en spor el dio, el exit, 4 intelgencin I actividad, a perseveracia, en i, Yodo el ems 44 material intelectual y moral requtido para podetsleanzat ‘to en empresas de esta nutter, pa tego hacer pateipe ra mens qu on a tener pate dels utizadns aun socio obl- ido qve no aba, que con ma conmibuye y que nada aves ‘Con los primeros descubrimientos de petrdleo y con la impor- tancia que iba a adquirir esta materia prima en la Primera Guerra ‘Mundial se inicié una viva competencia del capital petrolero i temacional para obtener concesiones en Venezuela, producién- dose asl despertar de una conciencia nacionalista rentstica. Las siguientes reflexiones de Gumersindo Torres como Ministro de Fomnento en 1920 son merecedoras de atencién:$ En Venezucla nada pecibe el Fisco pr Ia enplotaclin de tos ycimientoe pevolifers en terrenos nacionales, fuera del im esto coriene que se alice indistinamente a las explotaciones on terreno baldios © de putieulares. Ahora bien, son nociones 4 Manoria det Miniter de Foner, Caren, 1912, 5) Memoria tel Maitre de Fane. Cars, 1940, pp XVMI-XKI, Desacado fa ogi, istinas a de npueat y Inde pecepiin de una sama deriva de fstipulaciba contacts! por el goce de una propisad nacional,

Você também pode gostar