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Existe una frase que deambula por

redes sociales que reza lo siguiente:


Para ser viejo y sabio primero hay que
ser joven y estpido. No existe
garanta en que se adquiera sabidura,
pero las cenizas que quedan por
defecto son las de la experiencia.
La adolescencia es un espacio de
ambigedad, en la lnea de tiempo, en
el cual se desconoce el molde
predeterminado de tendencias. En la
niez, la edad define las cosas que se
pueden hacer, pensar y decir, igual
ocurre con la adultez. Pero, a diferencia
de estas, la adolescencia representa
una etapa en la cual a veces se es
demasiado menor para tales cosas o
demasiado mayor para tales otras.
En la adolescencia se producen los
cambios fsicos, sexuales, psicolgicos
y sociales que interfieren en las
actitudes que adquieren los jvenes
conforme se enfrentan a ellos. En estos

troques se adoptan las caractersticas


de razonamiento que conformaran
posteriormente la integridad y la
personalidad con la que se enfrentarn
a la vida cotidiana.
Al no estar definidos los
comportamientos que se deben tener,
la rebelda toma control sobre los
adolescentes, en un intento de
impresionar y llenar el vaco que a
muchos acapara. Quieren ser adultos lo
ms pronto posible y cometen
equivocaciones actuando sin
premeditacin.
Es comn encontrar jvenes que
piensan que lo saben todo y se oponen
a escuchar los consejos que los
mayores les conceden, esto debido a
que buscan la independencia personal
convencindose de que cualquier
respuesta a problemas cotidianos
pueden suponerla u obviarla.

Es normal que en la juventud se tienda


a caer en la ignorancia disimulada,
pues se es ms ingenuo. Pero conforme
el reloj biolgico trascurre se va dando
un reconocimiento de lo absurdo y de
lo correcto. A esto se le llama
madurar. Es por las experiencias de
la juventud que se empiezan a valorar
los acontecimientos de la vida adulta.

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