acojonante. Cuando el Bara juega as, no hay equipo en el faz de la tierra, ni allende las galaxias capaz de hacerle frente.
Anda el servicio de propaganda del
rgimen empeado en situar al Atltico como la nueva potencia futbolstica mundial. Para ello, emplean el gasto en fichajes de los rojiblancos este verano (hablan de ciento veinte millones), como paradigma para sostener tal afirmacin. Claro que, callan como seoras de alegre compaa cuando ocultan el nivel de ingresos del esto (otros ciento veinte, segn iguales fuentes). Un simple graduado escolar podr obtener la resta y la inversin neta. As las cosas, al equipo de Simeone se le echa en cara, por lo visto ayer, no aplicar una propuesta ms ofensiva, no acorralar al Bara en su rea, no meterle seis (como el equipo de sus amores) y no dejarles en ridculo, por piernas. Quiz obvien que a sto juegan dos y, casi siempre, uno no hace lo que quiere. El Barcelona de anoche en el Caldern record al de sus mejores tiempos. Presin alta, asfixiante, demoledora, destructora de toda posibilidad de salida limpia de la pelota colchonera. Slo alguna sanda, y no abundantes, le quedaban como recurso a los rojiblancos. Luego, cuando tenan la pelota los de Luis Enrique, el notable achuche local se encontraba con un
La mejor noticia al descanso era el
empate a cero. Un paradn de Oblak, un disparo al larguero y alguna jugada dudosa en el rea colchonera, invitaban a pensar en la injusticia del resultado. Ms la salida local de vestuario trajo buenas nuevas.
El paso al frente del Atleti se tradujo en
mayor posesin, alguna llegada y el tanto de Torres tras graves errores azulgranas. La carrera en velocidad del Nio y su definicin, record al de sus mejores tiempos. Ms la alegra durara apenas un suspiro. Neymar mandara la pelota a la escuadra, tras el lanzamiento de una falta. A todo esto, Messi aguardaba en el banco, preso de la convocatoria con su seleccin, el nacimiento de su segundo retoo y el no haber entrenado ni un minuto. Habr quien piense que para que cojones necesita este to el entreno. Y as lo atestigu nada ms pisar el csped del Caldern. El astro argentino decida el duelo y elevaba la justicia al marcador. Este Barcelona da miedo.