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132 _Irmoduccié a la Cienci Politica 5.5.1, Pariides de accién y partidos de expresion Partiendo del supuesto de que los partidos constituyen aglutinamientos estables de intereses, Karl Deutsch®* distingue dos categorias: partidos de accién y partidos de expresiGn. Los primeros son partidos fuertes que ejercen efectivamente el poder y pueden ejecutar acciones concretas. Sin embargo, en razén de su propia dimensién en la que se conjuntan intereses variados— tienen que sacrificar parte de sus de- ‘mandas mediante transacciones que les permitan satisfacer otra parte de ellas. Los partidos de expresién, por otro lado, parecen conformarse con plantear Sus exigencias y si bien no ejercen el poder directamente, pueden, mediante coaliciones on otros partidos mayores,lograr clertos beneficios para los intereses que represen- tan. A veces, esas coaliciones suelen darse con grupos insatisfechos de lo que pueden ofrecerles los partidos més grandes y se manifiestan a través de estos partidos de ex- presion. Con tales coaliciones se obtienen, por lo menos. recompensas psicol6gicas y, en alguna medida, no tlenen que transigir en cuanto a cuestiones de principio que Consideran intocables 5.5.2. Patides exientades por el poder y pattides orientados por las polticas El propio Deutsch,% al analizar los fines de los partidos, los clasifica en partidos orientados por el poder y partidos orientados por las politicas. Los primeros tienden a la obtencicn y el mantenimiento del poder —siempre segun el autor citado—, inde- pendientemente de las medidas que tengan que tomar y aunque ello signifique variar los grados de satisfaccién para los diversos grupos que los apoyan, llegando incluso a sacrificar algunos de esos grupos a fin de ganar el favor de otros. Los partidos orientados por las politicas, por su parte, buscaran por el contrario la adopcién de las medidas que proponen, aunque no sean ellos quienes las realicen directamente. Al respecto dice Deutsch: "Mientras que una persona orientada por las politicas pre- fiera tener raz6n. a ser Presidente, un partido orientado por el poder cambiara mu- cchas de sus politicas y aun de sus principios —discretamente—, si ello es necesario para ser elegido o permanecer en el puesto.”** 5.5.3. los portides segin la logica de su proyecto Danicl-Louis Seiler propone una clasificacién de los partidos con fundamento en un criterio que denomina la légica del proyecto. Por proyecto de un partido entiende “el minimo comin denominador que se puede extraer entre las diversas y multiples $2 kar Deutsch, op ct. pag. 75 54 Op. et. pg. 76. 25 Op cit. pag. 77. ‘5. Pores polices 133 expresiones ideoldgicas. doctrinales y prograntaticas producidas por un partido dado ao latgo dé toda su historia’ Para este autor los partidos sufren mutaciones du- rante $4 vida. llustra el caso con el desarrollo del Partido Social Demécrata de Ale- ‘mania (SPD) fundado en 1875. Dutante su existencia inspirada originalmente en el marxismo presenté diversas variantes ideoldgicas y doctrinarias, pero ha manteni- do su posicién en favor de 1a emancipacion social de las clases trabajadoras. Para Seiler siempre es posible identificar un hilo conductor que revela el proyec- te partidista, Basado en esta idea establece los siguientes tipos de partido axiocra- ticos: etnoidentificados: de clases: societab-territoriales y de transiciOn. Los partidos axiocraticns justifican su acceso al poder de acuerdo a la defensa de determinados valores morales y a su vez presentan dos vertientes: la eclesiastica y la ‘estar, En la primera coloca 2 los partidos pertenecientes a la democracia cristiana ¥ a [05 neoclericales, estos titimos con presencia en Escandinavia. En la vertiente estatal encontrasnos a os partidos laicos 0 seculares que muchas veces toman la de- rnominacién de republicands y a los pertenecientes a una corriente que denomina neosecularista aparecidos en algunes paises europeos en la década de 1970 del sigio pasado. Como lo indican las denominaciones, los partidos vinculados corrientes eclestisticas apoyan la visién religiosa de Occidemte en las diferentes versiones de la doctrina cristiana; los estacales buscan la preponderancia del Estado y la separa- cidn entre la politica y los asuntos religiosos. En razén de las relaciones entre el centro y la periferia de los paises, los partidos et- noideneificadas presentan ambién dos versiones, la de ios cemtralistas que privilegian la fuerza del centro y los autonomistas que pugnan por la autonomia de determinadas regiones, Un ejempla de los primeros es el KeN de Polonia (Confederacion por una Polonia Independiente) y de los segundos el Partido Nacionalista Vasco de Espafia. De acuerdo al proyecto ecanémice propone dos criteios tistintivos, uno funds- do en la division entre los propietarios y los trabajadores y otro en el enfrentamien- to entre mercado y naturaleza, La primera pareja de términos define a los partidos de clases que se dividen en par- tidos patrimoniales y partidos de defensa del trabajador. Los primeros defienden in- tereses de los propietarlos y se consideran partidos de derecha y los segundos se pronuncian por el interés de los trabajadates y se ubican entre los partidos de i2- quierda, Por lo que toca a la oposicién entre el mercado y la Naturaleza, los pantides socie: tal-erritoriales comprenden a los partidos de defensa urbana, los populistas, los in- dustrialistas, los agfarios y los ecologistas. A estos uiltimos pertenecen fos partidos verdes de los paises europeos. Finalmente, los partidos de transicién se encuentran en fos Estados europeos que pertenecieron al antiguo bloque socialista. Los que ponen el énfasis en los aspectos 5° Danietlouis Sete, :#8 Parties Potiques en Occident,Eitse Edition Marketing S.A, Pars, 2003, pig. 71 y $8. Fara el leciorinceresado, esta obra ofrece un amplo panorama de la situation de los part os politicos en Europa a principio del sg x 134 noduecién @ lo Cenc Feliico politicos se dividen en partidos postcomunistas que afirman el papel del Estado y partidos demécratas orientados a la participacién de la sociedad civil. Por lo que respecta a la transicion econdmica de esos paises distingue entre partidos econémi- cos que se orientan a la plena adopcién de formulas capitalistas a diferencia de los pattidos sociales que buscan atender la satisfaccién de las necesidades basicas me- diante férmulas de seguridad social 5.5.4. Documentos basicos de los partidos Las finalidades de los partidos y las actividades que tratan de llevar al cabo se ex- presan en documentos con cardcier de manifiestos o declaraciones, que tienden a proponer al electorado las acciones que el gobierno debe ejecutar.*” Estos documen- tos adquieren un cardcter esencial para la constitucién de los partidos cuando la ley exige la presentacién de los mismos a fin de otorgarles el estatus legal de partidos; tal es el caso de la legislacién mexicana, que sefiala expresamente que toda organi- zacién que pretenda el registro como partido politico nacional debera presentar: | su declaracion de principios; 2. su programa de accién, y 3. sus estatutos. Conforme a la legislacién mexicana, la declaracién de principios debe indicar las Ideas basicas que rigen la vida del partido y las metas que se propone alcanzar. De acuerdo con el art. 25 del Cédigo Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (corte): 1a declaracién de principlos invarlablemente contendra, por lo menos: 4) La obligacién de observar la Constitucién y de respetar las leyes e insttuclones que de ella emanen; 1b) Los principios ideolégicos de caracter politic, econémico y social que postule (©. La obligacion de no aceptar pacto 0 acuerdo que los sujete o subordine a cualquier ‘organizacion internacional o los haga depender de entidades o partidos politicos ‘extranjetos asi como no soliciar 0, en su caso, rechazar toda clase de apoyo eco- rnémico, politico o propagandistico proveniente de exttanjeros o de ministros de los ‘cultos de cualquier religign o secia, asi como de las asoctaciones y organizaciones ‘eligiosas e iglesias y de cualquiera de las personas a las que este Cdigo prohibe fi- ‘nanciar a los partidos politicos: y ) La obligacion de conducir sus actividades por medios pacifics y por la via demo- cratic, El programa de accién tiene por objeto indicar a los electores cémo piensa el par- tido alcanzar los objetivos que se propone. Al respecto, el art. 26 del propio ordena- miento sefiala: 5 en cuanto al papel det programa en la actividad de os paris, Car. Friedrich opia que éste ess cundario, al especto dee. “El partido vhe gracias al fortaleza de su orgenizacion,y por consguien- {elo principal, enol mistro, et jusamente a orgenzacon, mientras que el programa no pasa de st ago agregado, colaeral” Carl} Friedch, Gabiero constacionely democrat, Insitute de Estos Politicos, Madiid, 1975, pig. 350, El programa de accién deterrinard las redidas pars: 4a) Reatizar los postulados y alcanzar los ubjetivos enunciados en su declaracion de principio 1b) Proponer politicas a fin de resolver los problemas nacionales: ©) Format idealagica y polticamente a sus afllados infundiendo en elles el respeto al adversario y a sus derechos en la lucha politica, ¥ @) Preparar ia partcipacién activa de sus militantes en los procesos electorales. Los estasutos san la ley interna del partido; regulan su actividad interior, su estruc- tura y los procedimientos para la elecci6n de sus diigentes y [a selecci6n de los can- didatos que presenta a la cludadania, El Cédigo mencionado, en su art, 27, s¢ refiere ‘a este documento basico especificando que deben establecerse en €t: 1. La denominacién det propio partido y el embiera y color 0 colores, exentos de aso: ines religiosas raciales, que los caractericen y diferencien de ots partidos politicos: 1. Los procedimientos de afiigcion, asi como los derechcs y cbligaclones de sus miert bros: LIL. Los peocedimientos intemnos para la renovacién de sus dirigentes y ta twregracién de fu Organos. asl com sus respactivas funciones, facultades y obligaciones, Entre sus Grganos deberd contar, cuando menos, con los siguientes @) Una asamblea nacional; 5) Uneamité nacional u organismo equivalente, que tenga la tepresentacién del par- tide en todo el pais 6) Un comité u arganismo equivalente en cada una, cuando menos, de la mitad de las encldades federativas o en la mitad de los disiitos eletoralas uninorninales en {que se divide e pals, pudiendo también integrar comités regionales que compren- dian varias entidades Federativas IV. Las normas para la postulacion de sus candidates: i. Saobligacién de presentar una plataforma electoral minima, para cada eleccién en que partcipen, congruente con su deciaracitm de principias y programas de accidn, mis- ‘na qu sus candidatos sostendrén en la campafia electoral respectiva. y ‘VL. Las sanciones aplicables a los rniembros que infrinjas. sus dispasiciones internas 5.5.5, ley de hiewo de le oligarquia {3 actividad interna del partido, particularmente la que se refiere ala eleccion y fun ciones de los dirigentes, na sido objeto de miltiples estudins, especialmente por el hecho de gue Ios partidas modernos son, por asi decir, agencias politcas de par- tleipacién de los ciudadanos en general. Por tanto, el aseguramiento de la democra cia no debe limicarse al proceso exxerna de la eleccién a partir de los candidatos que presentan los partidos sino que, sobre todo, debe tratar de garantizar que en el seno Ge ellos tambien se dé un proceso demmocraxico de participacién que permita la ro- ration de sus dicigentes, el control de los mismos por las bases y la intervencion de stas en la eleccidn de los érganos de direccin y en ia seleccién de candidatos. Ya Robert Michels, en L9U5, planteaba este problema en su célebre obra Los par- tidos politicos y legaba a la conclusion de que indefectiblemente en eh seno de las 136 Intodvesién a la Ciencia Pots partidos, como en toda organizacién estable, se produce una tendencia a la oligar- quia, de modo tal que un pequefio grupo dirigente acaba tratando de imponer sus intereses —surgidos de su propia posicion en la organizacién— al resto de los miem- bros. Se produce entonces una inevitable diferenciaci6n clasista entre los dirigentes yy los dirigidos dentro del organismo partidista. Esta conclusion sociolégica es cono- ‘cida como la ley de hierro de la oligarguia y Michels la explicaba en estos términos En un partido no es facil que los intereses de las masas que se han combinado para cons. ‘iturlo coineidan con los intereses de la burocracia que lo representa, Los intereses del or ‘ganismo de empleados son siempre conservadores, y en una situacion politica dada estos intereses pueden dictar una politica defensiva y aun reaccionaria, cuando los intereses de la case trabajadora reclaman una politica audaz y agresiva; en ott0s casos, aunque rar0s, los papeles pueden estar cambiados Por una ley social universalmente aplicable. todo 6rgano de la colectividad, nacido por la necesidad de la divisin del trabajo, crea para si mismo, tan pronto se consolida, incereses que le son pecullares. La existencia de estos intereses ‘especiales supone un conflicto for2oso con los intereses de la colectvidad. Pero no sélo es0; ls estratos sociales que desempefian funciones peculiares tienden a aislarse, a pro- Gucir 6rganos aptos para la defensa de sus propios intereses. A la larga tienden a transfor- ‘marse en clases diferenciadas.5* Dowse y Hughes® afirman que esta ley no es tan férrea como Michels pretende, y ‘mencionan el caso de revueltas habidas en el seno de los partidos conservadores y la- boristas en Gran Bretatia, que dieron por resultado el derrocamiento de sus dirigen- tes; de ahi concluyen que aunque se presente la tendencia oligarquica, los dirigentes no pueden alejarse tanto de la base que lleguen a un auténtico rompimiento con los Intereses de ésta, 5.5.6. Democracia interna El aseguramiento del funcionamiento democratico de los partidos politicos es un pro- blema complejo. Evidentemente, en un ambiente de competencia democratica por ‘el poder del Estado es de suponerse que al interior de los partidos deberia existir un proceso equivalente; pero para garantizar que asi acontezca, los procedimientos in- ternos partidistas deberian ser revisables por el poder publico, ya sea por los organis- ‘mos electorales o por el Poder Judicial 0 por ambos. En ese caso podria producirse tuna injerencia del gobierno sobre partidos opositores, generando problemas en su interior que den lugar a decisiones externas que los debiliten o fracturen. Una primera reaccion frente a esta posibilidad es la defensa de la autonomia, de ‘manera que el Estado detenga su accidn a la puerta de los partidos como ocurre, por ‘ejemplo, con las iglesias en México, cuya autonomia interna deriva de la propia Cons- ritucién. En esta vision se confia en los mecanismos de autorregulacién, que pueden ser internos y externos, Con base en los primeros los propios militantes deben tener ‘5 Robert Michels, Los partidos poticos, Amorrortu, Buenos Ales. 1979, I pigs. 176 y 17. 5° Dowse y Hughes. op lt, pag 435. ‘5. Poids potcos 137 capacidad de resolver sus diferencias y adoptar las medidas para ponerse de acuerdo; en caso extremo, los inconformes siempre tendran la posibilidad de abandonar el partido e incluso consttuir otro silo desean. En cuanto a la autorregulacion exter- na, se presume que si un partido no sabe conducirse con democracia interna y sen tido de justicia, muy probablemente perdera la confianza del electorado, De acuerdo con otras opiniones, los partidos deben tener claras obligaciones le- gales en cuanto al respeto de la democracia en su interior y su cumplimiento debe controlarse por instancias estatales Al respecto, jaime Cardenas Gracia plantea los siguientes “aspectos que se deben tener en cuenta en la democratizacién interna de los partidos politicos’. @) Los derechos fundamentales de fos militantes. Estos suponen el ejercicio de los de rechos basicos que reconoce la Consttucién. Ademés, debe garantizarse a todos los miembros su participacién directa 0 a través de representantes en los érganos de di reccién: la opcién de votar y ser votado: la renovacién periddica de los cargos; la res- ponsabilidad en el ejercicio de los mismos; la colegialidad en los érganos de decisién: la aplicacion del principio de mayoria: la libertad de expresién; el derecho aafiliarse y a abandonar e! partido; el derecho a la informacion, al libre debate y a la formacién de corriences de opinisn; el de ser oido por fos érganos de justcia interna: el derecho a la seguridad Juridica; la existencia de una cléusula de conciencia para sus legis- ladores en caso de que deseen votar de acuerdo con su criterio, apartindose de lo resuelto por su partido; la transparencia en la financiacién y los donatives y la apli- cacién de procedimientos como la iniciativa popular y el referéndum a su interior. ») La organizacién y los procedimientos democraticos. Este autor en realidad inciu- rye en la lista de derechos de los miembros, que reprodule en el inciso anterior, for- mas de organizacién y métodos demacraticos que no son estrictamente “derechos” pero que pueden ser exigidos por los integrantes de un partido. Tal es el caso de la co- legiacion de los érganos, el principio mayortaro, la formacién de corrientes, la trans- parencia Financiera o férmulas como el referéndum, por ejemplo ‘Una cuestién de procedimiento particularmente delicada es la relativa @ la afilla- cion, pues resulta muy dificil obligar a cualquier organizacién a que acepte a una persona en su seno, sobre todo en una actividad donde parece necesario precaver- se frente a una infiltracin interesada pot parte de los adversarios. Otro asunto espinoso es el de los procedimientos de seleccién de candidatos. Cier- tamente éstos deben preverse en los estatutos, pero hasta dénde es aconsejable la impughacién ante los tribunales estatales para que decidan sobre la viabilidad de una candidatura?; gno debe ser ésta una determinacion reservada solamente al juicio de los votantes? ©) Las subunidades internas. Al interior de los partidos se producen tambien agrue pamientos por distintas razones. Sartori los denomina genéricamente fracciones, las cuales pueden clasificarse en facciones o grupos especificos de poder. y fendencias ©° Jaime F Cardenas Gracia, Crisis de egtmidad y democraca interna de fos partids polices, Fondo de Cultura Eeonémica, México, 1992. pags. 209 ysigulentes. ©) Giovanni Sartorl, Partido ysistenas de portdos, vol, Alianza Edtonal, Madrid, 1980, pag. 102. 138 Inreduecin @ a Cienco Poltica 6 conjuntos establecidos de actitudes. A estas Ulkimas se les suele denominar tarn- bién corrientes 0 alas. ‘Como en todo grupo la existencia de subgrupos resulta natural, el problema es has- ta dénde debe institucionalizarse y garantizarse la actuaci6n de estas fracciones sin que se pierda la unidad de accién del partido. Cardenas Gracia® se pronuncia totalmente a favor de su existencia, si bien cita a Lucas Verddi en cuanto a algunos inconvenientes como la desorientacién de los elec: tores o la aparicin de crisis partidistas por fragmentaci6n, con el consecuente de- terioro de la imagen y la credibilidad de los partidos. En la prdctica, puesto que el fenémeno se presenta en la realidad. los partidos tlen- den a regulatlo, sobre todo si son numerosos y prefieren evitar escisiones. Asi, ene- mos la regulacion adoptada por el Partido Socialista Francés en 1978, que senté las bases para el reconocimiento y la actuacién de las corrientes a su interior, garant- zandoles espacios en delegaciones y comisiones, pero prohibiéndoles el acceso a fuentes propias de financiamiento, lo cual si se permite en Italia. En esta materia, cada sistema politico reacciona seglin sus propias necesidades y experiencias historicas. En México la legislacién aplicable a los partidos les dicta hnormas basicas de funcionamiento democratico y autoriza su control por parte del ‘Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federacién. La sociedad y los legisladores de los propios partidos tienen la responsabilidad de cuidar que este esquema no lle- {gue a distorsionar la funcién de las organizaciones politcas haciéndolas objeto de un Control interesado por parte de las autoridades electorales 0 de un Poder Judicial po- liizado. 5.5.7. Selecci6n de candidatos Una de las actividades mas importantes de los partidos es la presentacion de candi- datos. Los mismos autores que venimos mencionando afirman que la postulacién de candidatos es la caracteristica definitoria de todo partido politico. Los procedi- ientos son diversos y generalmente asumen dos fases: una primera, que consiste ‘en un juego interno de intereses y fuerzas que traran de lograr la postulacién para miembros que habran de representarlos o defenderlos; en ella los dirigentes sopesan las cualidades de los aspirantes, su posible arrastre electoral, su imagen ante los elec- tores y la mejor o peor forma en que pueden desempefar la funcién representativa Después de negociar se produce con los grupos interns una lista definitiva que, por cierto, siempre deja muchas aspiraciones insatisfechas. Luego viene una segunda eta: pa formal en la que, mediante la realizacion de convenciones, con procedimientos ‘minuciosamente regulados por los estatutos, se convalidan las decisiones previamen- te negociadas en e! interior del partido. Es importante distinguir el término convencion 2 J Cardenas Gracia op. ct. pag, 228. © Boden, pig. 224 © ipadem, pags 420 y 429. 5. Ponies poltece 139 del de asambiea. La asambiea es normalmence una reunién partidistaintegrada por delegadios, seleccionados segin las normas estatutarlas, que tiene por objeto resol. ver sobre ciertas cuestiones de la vida interna de los partidos, como aprobacién de cambios estatutarios, adopcién o modifcacién de los documentos basicos 0 decision sobre si se realiza 0 no una alianza con otra organizacién; en tanto que la conver ion es una reunién partidista en la que los delegados asistentes deben decidir acer- a de la seleccién de candidatos a puestos de eleccién popular Algunos partidos dejan que ala convencién leguen dos 0 tres precandidatos, pro- ducto de las negociaciones previas. a fin de que los delegados digan la vikima pala- bra; pero muchas veces, la determinacién previa de los delegados permite prever ual serd la decisién de la convencién. Esto sucede con frecuencia en el sistema es- ‘adounidense, en el que la practica de las elecciones primarias permite adelantar el resultado de las convenciones, especialmente en la seleccin de la candidatura presi- dencial las llamadas elecciones primarias en Estados Unidos de América constituyen un sistema de seleccién de candidatos por parte de los partidos politicos basado en la par- Uicipacién de los ciudadanes, mediante voro directo. El procedimiento consiste en Poner a la consideracién de fos votantes a los precandidatos y el que obtiene la ma- yoria alcanza la nominacién por el partido. Se trata de elecciones que asumen un caracter publico, reguladas y vigiladas por las propias instivuciones estatales, pero que sblo tienen efectos para el interior del Partido que realiza la selecci6n de sus candidatos. las elecciones primarias para la seleccion de candidatos al Congreso pueden ser cerradas o abiertas. Se denomina primarias cerradas a aquellas en las que solo pue- den participar los miembros del partido que las efectan, los cuales deben estar pre- viamente registrados. En las ablertas se permite intervenir a cualquier ciudadano, sin necesidad de deciarar a qué partido pertenece. Estas ultimas, en ia préctica equivale 2 la primera vuelca empleada en los sistemas de eleccidn mayoritaria a dos vueltas, ues en ellas quedan eliminados los precandidatos que no alcancen un numero su. ficiente de simpatizantes, El sistema se utiliza también para seleccionar a los candidatos a la presidencia Por los partidos Demécrata y Republicano. Los precandidatos propuestos se presen- tan a las primarias en fos diferentes estados de la Union Americana, las cuales son ‘eguladas por disposiciones electorales especificas de cada uno de ellos. En térmi- ‘nos generales, la victoria de un precandidato en la primaria estatal le asegura los vo- tos de los delegados de ese estado, que asisten a la convencién partidista en la que Finalmente se elige al candidato que habré de presentar el partido en la eleccidn pre- sidencial 6 ° Vase Pedro Aguie, Alberto Begné y José Woldenberg, Sistemas politicos partido yelecciones, Te 4298, Cento de Investigacion AC. ¢ Insutut de Estudios para la Trensicidn Democrica AC, Met 0, 1995, pigs 176.8 178 140 Intoskecién a le Ciercio Pltis 5.5.8. Formas de unién de los partidos Ene las actividades de los partidos presentan particular importancia los pactos y atianzas. Ess permiten agrupar fuerzas con tendencias semnejantes para asegurar triunfos electorales. Se dan con mayor vigor en los sistemas mitipartidstas y en oca- Slones han generado critcas severas, pues afirman algunos autores que la decision politica se tasiada en e50s casos del eleciorado a la direccién de los partidos, que Geciden dichas alianzas sin contar con la opinién de los electores ‘nel derecho mexicano las formas de unin de los partidos estan reguladas por la ley de manera precisa. En ella se dstingue entre frente, calicién y fusion. El frente es una union de varios partidos con propésitos de lucha politica no elec toral es deci, para propugnar la adopcion de ciertas medidas, hacer declaraciones polticas relativas a econtecimientos nacionales o internacionales, realizar manifes- taciones, etc. (arts. 56 y 57). La coalicién es una alianza entre partidos cuya finalidad es estritamente electoral esto es, la de presentar conjuntamente candidatos alas elecciones (ars. 58 y ss). De- be aclararse que este concepto de coalicién es el que adopta a ley mexicana que, por su sistema presidencialista, no conoce la figura de la coalicién gudernamental, tipi Ca de los sistemas parlamentarios muitipatidistas. Este otro concepto de coalicién consiste en la unificacion de dos o mas partidos después de la eleccion, a fin de conjuntar una mayoria en el Perlamento que pueda decidir la eleccién del gobierno Existen en México las agrupaciones poiticas que pueden, mediante convenios de incorporacion con los partidos, participar en procesos electorales federales Lausion consiste en la unién de dos partidos para dar lugar a un nuevo partido politico. También puede consistr en la absorcidn —por asi decirlo— de un partido ar otto, en tal caso, el primero se considera disuelt, mientras el segundo conser- ‘a su personalidad juridica y su registro (art. 65) 5.5.9. Financiamiento de los partidos La actividad de los partidos plantea el problema de su financiamiento. La formula inicial consistia en que estas organizaciones se sostuvieran con fondos aportados por sus propios miembros por medio de cuotas. Sin embargo. en ocasiones puede ser hecha una fuerte aportacién con el propésito de vincular al partido a determina: dos intereses particulares, que no siempre coinciden con los del electorado en gene- ral. Para contrartestar esto, las legislaciones han tomado diversas medidas, unas de cardcter limitativo y otras tendientes a emplear fondos publicos para financiar las = La agrupactén politica en el Derecho mexicano constnuye una especie de embrion de partido polt- o, Pra su itegracin se exge s6lo que demuestre tener por lo menos cinco mil miembros. epar- fidos cuando menos en slete entidades Tederatvas de la Republica. Su furcién es coadynar a) flesarrllo de la vida democrtica y dels cultura poli. Véanse arts 53 y sx del Cigo Federal de Instacionesy ProcedmientesElctorales, 5. Parides polices 141 tareas de los partidos. Entre las primeras, adoptadas por elemplo en Estados Unidos de América, estan las que obligan a los partidos a dar cuenta publicamente del ori- ‘gen de sus recursos y prohiben a los particulares, sean personas fisicas 0 colectivas, hacer aportaciones mas allé de ciertos limites fijados por la ley. Las segundas par. ten del supuesto de que la accién de los partidos es de interés para toda la sociedad ¥¥ que, por tanto, ésta debe procurar garantizar su independencia destinando fondos del erario para el sostenimiento de los mismos, Para analizar este tema debemos distinguir entre autofinanclamiento, financia- miento privado y financiamiento publico, El autofinanciamiento consiste en el sostenimiento del partido por sus propios mi- litantes, que cubren sus aportaciones 0 cuotas y realizan actividades como sorteos, festivales. venta de objetos, erc., para conseguir recursos. La inversin de sus propios fondos para generar intereses también constituye autofinanciamiento, auunque la in- versién especulativa en bolsa puede estarles prohibida, camo ocurre en MExico. Por financiamiento privado se entiende la obtencién de recursos provenientes de Particulares que no corresponde a la aplicacion de cuotas regulares de sus miembros. Puede abarcar desde colectas hechas en la calle por medio de lo que en México se co- oce como boreo hasta fuertes donaciones hechas por personas muy acaudaladas, En los pases en que preciomina esta forma de financlamiento, como en los anglasajones, los partidos politicos son concebidos como canales organizados, através de los cuales los Intereses econdmicos, sociales y politicos de distintos sectores de la sociedad, se expresan fn la Representacién Nacional. De acuerdo con esta flosofia, los sectores directarnente in- teresados en defender sus intereses a traves de los érganos del Estado por medio de un Partido politico, no la sociedad en general, deben ser los que aporten los costes econémi- ‘cos que esa funcién de representacién y defensa implica.°” las regulaciones sobre financiamiento privado pueden estimular o reducir las posi- bilidadies de los partidos para obtener recursos privados y la libertad de los particula- res para aportarlos. Cuando se desea propiciar esta forma de financiamiento se pueden hhacer deducibles de impuestos las aportaciones privadas 2 los partidos, lo cual sin ‘embargo implica una forma indirecta de financiarnlento piiblico pues lo que se da a los partidos lo deja de percibir el Estado. igualmente se alientan los donativos priva- dos si no se establece ningun limite a los mismos, En cambio, cuando se busca combatir la posible dependencia de los partidos res- ecto de fuertes intereses econdmicos privados, se introducen topes a los montos que pueden ser aportados, se prohiben entregas de recursos por parte de personas fisicas 0 morales que realizan contratos con el Estado, o de plano se impiden las aportaciones de empresas mercantiles 0 la recepcion de fondos provenientes del ex: tranjero, como ocurre en México. En algunos paises como Estados Unidos de América se establecen normas no so- lamente respecto de las aportaciones privadas a los partidos, sino también a los can- didatos. © atemn Velasco, Las fnanzas dela politica, Diana, México, 1995, pag. 20, 142 _ Intoduccién a la Ciena Poiitea En Estados Unidos, después del escéndalo de Watergate se creé en 1974 la Comi- sién Federal Electoral y por ley se limit6 el monto de las aportaciones que un indivi- duo 0 un Comité de Accién Politica puede hacer a los candidatos a mil y cinco mil délares por eleccién, respectivamente. En diclembre de 2003 la Suprema Corte estadounidense sostuvo la constitucio- nalidad de nuevas restricciones impuestas por el Congreso a las aportaciones de par: ticulares a los partidos. El maximo tribunal de ese pais afirmé que “las ilimitadas y abundantes donaciones conocidas como ‘dinero suave’ de personas ricas, corpora- clones o sindicatos han llegado a dominar las elecciones para el Congreso y la Casa Blanca y hay evidencias de que el dinero compra acceso para los ricos o bien relacio- nados".* Se suele denominar dinero suave (soft money) a los donativos efectuados alos partidos para actividades que no quedaron comprendidas en las restricciones an- tes existentes que impedian a las corporaciones y los sindicatos hacer entregas des- tinadas a las campafias electorales. Los grandes vacios legales al respecto petmitian hacer llegar dinero a los partidos sin violar la ley, Los mecanismos para restringir los recursos que los particulares destinan a los partidos en general no han resultado suficientes y es comin que se susciten escan- dalos por financiamientos recibidos ilegalmente por los partidos. Asi ha ocurrido, ppor citar algunos casos, en Esparia; en Alemania, donde se acusé al prestigiado ex canciller Helmut Kohl de haber recurrido a esta practica, y en México, después de la eleccién de 2000 se sancioné al Pai y al PAN por irregularidades en la recepcion de recursos. En 2004 se hicieron publicos casos de recepcién ilegal de fondos por par- te del pro y el PVEM. El financiamiento piblico es el que otorga el Estado a los partidos politicos 0 a los candidatos. A través del financiamiento piiblico se pretende alcanzar tres objeivos fundamentales: pri- -mero, nivelar, al menos en forma relatva, las desigualdades econdmicas entre las distintas ‘opciones politicas: segundo, obtener para los paras una mayor independencia en su ac twacién legislativa y de gobierno, y cercero, sentar las bases para que éstos ejerzan con ima eficaca las funciones que les son reconocidas, ya pot la ley, ya por la Constitucion °° Las primeras reglas en materia de financiamiento partidista surgieron en el Reino Unido a fines del sigio x1x para limitar gastos de campafas electorales, En cuanto al financiamiento publico, Alemania establecié los primeros procedimientos en 1955, Suecia lo adopt6 en 1966, Finlandia en 1969, Noruega en 1970, Italia en 1974, Esta- dos Unidos en 1974, Austria en 1975, Portugal en 1976, México en 1977. Canada en 1977, Grecia en 1984, Espana en 1985, Francia en 1988 y Bélgica indirectamente en 1989, y la tendencia continia ampliéndose hasta nuestros dias. El sistema que se aplica en México lo regula la propia Constitucidn en el art. 41 En él se distingue entre el financiamiento para actividades ordinarias y el destinado a las campanas, © wrwifoxnews.com Supreme Court Upholds ‘Soft Money” Limits © wiguel Aleman Velasco, op cit, pig. 26 5, Portidos politcor 143 El Consejo General del Instituto Federal Electoral debe determinar anualmente la 6 £ 4 F 3 Toul 100 ‘Supongamos que del cAlculo hecho por el Instituto Federal Electoral (ift) resulté un ‘monto total de 2 mil millones de pesos. De esta cifra, 30%, es decir, 600 millones se ‘eparten igualitariamente de modo que le tocan 100 millones a cada partido. Los otros 1400 millones se distribuyen segiin la fuerza electoral de cada uno: Partido Porcentaje ‘Miones de voros asignados 4 38 532 5 30 20 c 19 266 D 6 a z 4 56 F 5 2 Toaies 100 1400 144 Inoduccién «la Cienco Plies Distribucién hipotética total Partido ‘Monto en millones Monto en millones Monto por reparto igualitario __por porcentaje de votos ‘oral a 100 332 52 8 100 20 520 c 100 266 366 > 100 ca iat £ 100 56 155, F 100 2 142 Total 200 1400 2000 Si ésta fuera la cantidad que le correspondiera a cada partido anualmente para sus actividades ordinarias, la Constitucién dispone que para los gastos de campafa en los afios en que haya procesos electorales se les otorgara una cantidad adicional ‘gual. Asi, en el afto de elecciones recibirian: Partido Monto ordinario Monto para campara Total a 2 632 1268 a 520 520 1040 c 366 366 732 > 186 184 368 z 156 156 312 F a2 12 234 Toa 2000 2000 “4000 Uno de los problemas de este método es su excesivo costo para la sociedad mex cana que, afectada por largos periodos de falta de crecimiento econémico, considera que deben modificarse los critrios para asignar recursos publicos alos partidos. Este constitufa uno de los temas pendientes de resolver para la eleccién presidencial de 2006 ‘5. Poridos poticce 145 5.5.10. Relacién civdadancpartido las tareas partidistas requieren la participacion efectiva de los ciudadanos, que se vinculan con el partido de diversas maneras. Podriamos establecer una gradacion de dicha vinculacién que va desde el votante hasta el dirigente. El votante es aquel que vota por un determinado partido en el momento de la eleccién; su motivacién pue- de ser multiple, incluso el azar en el momento de sufragar, pero ello en ultima ins- tancia no preocupa al partido si el voro ha sido emitido a su favor. Sigue después el simpatizante, que no sdlo vota de manera consciente y decidida por el partido de ue se trate, sino que lo defiende y razona el motivo de su simpatia aunque no per- tenezca formalmente a él. Continia en la escala el adherente, que forma parte del Partido por afiliaci6n indirecta al ser integrante de una agrupacién que pertenece al partido; su entusiasmo puede ser mayor o menor, ¢ incluso se puede dar el caso de que vote en contra, pero formalmente esta dentro del partido, El procedimiento de afiliacin indirecta fue constitucionalmente prohibido en México por estimar que fa- vorecia la larga hegemonia det pri. Los arts. 35, frac. m y 41 frac. contienen esta pro- hibicién, Sigue el miembro, que es quien se ha afiliado directamente, manifiesta su interés participativo, asiste a reuniones y desarrolla tareas que le son encomendadas, En el siguiente escalon encontramos al activista, cuya participacion es intensa: pro- ‘mueve la afiliacién de miembros, hace propaganda, opina en las reuniones y propone acciones, etc, En un lugar formalmente superior, aunque no necesariamente mas ac- tivo, esté el funcionario, el cual realiza tareas burocraticas concretas en el partido y, fen muchos casos, recibe una compensacién por ellas, aunque no tenga el caradcter de sueldo para no establecer una relacién laboral; se dedica de tiempo completo a su tarea en la organizacién, pero no forma parte de los rganos directivos. Finalmente estd el dirigente, quien realiza funciones decisorias; forma parte de los comités u 6r- {anos de gobierno del partido: integra comisiones de solucién de asuntos 0 juzgado- ras de la accién de los miembros y otros dirigentes y busca como proyeccisn natural Ja postulacién a los cargos de eleccién, 5.5.11. Accién internacional de los partidos Por ulkimo, la actividad de los partidos se manifiesta en algunas ocasiones en el am. bito internacional, mediante la formacién de agrupaciones partidistas que pertene- ‘cen a varios Estados. Si bien estas agrupaciones no adquieren el cardcter de partidos supranacionales de manera formal, a fin de evitar las prohibiciones que establecen las legislaciones particulares de cada pais, en cuanto a la dependencia de sus partic dos de entidades extranjeras, s{logran cierto grado de eficiencia en cuanto a la aplica- CiGn de politicas comunes y en muchos casos se prestan ayuda reciproca. Ejemplos de estas formas de organizaciones son la Social Democracia internacional, que con- vvoca con frecuencia a congresos en los que se analiza la posicién y actividades de los partidos con esta tendencia en distintos paises, y la Democracia Cristiana, que rei- Ne partidos identificados por esta posiciGn ideologica con finalidades similares a las 146 Inroduccién elo Ciencle Police lexpuestas. En la Unién Europea los partidos nacionales de tendencias ideol6gicas si- rillares tienden a formar agrupamientos comunes de parlamentarios en el Parlamen- to Europeo. Ulrich Beck apunta la necesidad de que se formen partidos transnacionales ppara hacer frente a los problemas que rebasan al Estado nacional.”° 5.6. Sistemas de partidos Los partidos no actiian aislados, ni de otros partidos ni en general del medio econd- ‘ico, politico, social y cultural en el que se desenvuelven. Estas relaciones dan por resultado un esquema especifico de actuacién de los partidos en el marco politico- social al que se denomina sistema de partidos. Podemos distinguir dos tipos de siste ‘mas partidistas, segiin que se basen en la competencia de varias formaciones politicas, {que se disputan el favor det electorado, o bien que admitan solamente la existencia, de una agrupacién politica que por definicién legal representa los intereses de toda la colectividad nacional. A los primeros se les llama sistemas comperitivos y a los se- ‘gundios, sistemas no competitivos.”* 5.6.1, Sistemas compettives Como ya lo indicamos, estos sistemas se identifican por el hecho de que suponen ln juego en el que intervienen diversos partidos disputandose los votos de la ciuda- dania. La competencia entre las agrupaciones partidistas presenta diversos grados que dan origen a una subclasificacion cuyo punto de referencia es el ntimero de par- tidos que intervienen en la contienda. Debe aclararse que aunque los nombres que se asignan a los diversos sistemas competitivos se fundan en ese criterio cuantiati vo, lo cierto es que en realidad cada sistema refleja rasgos cualitativos que lo defi ren y que producen como resultado un juego de fuerzas efectivas que son las que se toman en cuenta para la clasificacién, con independencia del numero de partidos que formaimente existan. Considerando una escala de competitividad decreciente, Roger Gerard Schwart- zenberg, profesor del Instituco de Estudios Politicos de Paris, propone una clasifica- ion de los sistemas competitivos que nos parece muy adecuada: 1. Sistemas multipartidistas 1.1. Multipartidismo integral 1.2. Multipartidismo atenuado 7° ease el capitulo 4, ~Democraia".aparado 4.10.9. 71 sobre esta distincién, véase La Palombara y Weiner, Poical Parties and Political Development Princeton, 1966, También son les a reapecto las textos de Dowse y Hughes, op. ct, y paricuar mente, por el desarrollo dela casificacion que propone, Roger Gerard Schwartenberg, op. ct 5. Poridos palicas 147 2. Sistemas bipartidistas 2.1. Bipartidisma imperfecto 2.2. Bipartidismo perfecto 5. Sistemas de partido dominante 3.1, De partido dominante 5.2. De partido ultradominante 5.6.2, Multipastidismo El multipartidismo supone la existencia de tres o mas partidos politicos con capaci- dad para lograr una participaci6n relativamente significativa en el seno de la repre- sentacion nacional. Las causas sociolégicas que dan origen al multipartidismo son variadas. Desde el punto de vista social, el multipartidismno puede ser reflejo de una \arlada conformacién clasists de la sociedad de que se wate, con grupos de intere- s@5 identificados con claridad, que deciden organizarse poiticamente para intervenir en la lucha electoral. Cuando esta diversa conformacién social y estructura clasista se mezcla con otros factores de cardcter étnico, religioso, ideclgica o regional. es ‘muy probable que se produzca un sistema de partidos multiples. Asi aparecen par- tidos definidos por una ideologia especifica (socialist), por una cendencia religlosa {partidos catdlicos, masuimanes) 0 por una vinculacién étnico-regional, como ¢s el caso del partido quebequense en Canadé o el partido republicano iclandés de Gran Brerafa ‘ademas, el multipartidismo puede verse estimulado por el tipo de sistema elec: toral gue se adopta en un pais, Al respecto, Duverger planted en su obra Los parti- ddos politicos las que él denominé leyes sociolégicas fundamentales, 2 través de las ‘cuales relacion6 el sistema electoral con el de partidos indicando, en primer térmi- ro, que el escrutinio mayoritario a una sola vuelta da por resultado el bipartidismo, que la representacion proporcional origina un sistema de partidos multiples y que el fescrutinio mayoritario a dos vueltas da lugar a un multiparsiismo atermperado por la formacién de alianzas. Hunque estas llamadas leyes socioldgicas han sido severa- mente eriticadas, es indiscutible que existe una influencia capaz de sex recanacida, por parte de los sistemas electcrales sabce la configuracién del sistema de partidos, aun- ‘que no puede decirse que el sistema electoral sea un factor indefectiblemente deter- minante del sistema de partidos. ya. que, como hemos visto, existen otras razones saciol6gicas que influyen en la aparicién de los partidos politicos en el marco de tina sociedad. De cualquier modo, las afirmaciones de Duverger pueden considerar- ‘se validas en un sentido cendencial, es decir. puede admitirse, en 8 cago del multi- partidismo, que éste tal vez sea el resultado de una tendencia motivada por la aplicacién del sistema electoral de representacién proporcional.”* 72 ara una explicacién del sistema de repesentaclon proporcioral,véase el apartado 5.52 148 nkoduccién © le Ciencia Politca D. W. Rae, en un estudio relativo al entrelazamienio de los sistemas electorales ¥y los sistemas de partido, demostré que las llamadas leyes socioldgicas de Duverger ‘no son necesariamente exactas en todos los casos y agregé una importante aporta- cién que vincula la amplitud de las circunscripciones electorales con los sistemas de partido, seftalando que a medida que las circunscripciones electorales son de mayor tamano, se facilita el ingreso de varios partidos a la asamblea legislativa correspon dente; és decir, que los sistemas de distritos uninominales suelen tender a una re- duccién de nimero de partidos, mientras que aquellos sistemas en que se eligen varios representantes dentro de una misma circunscripcién permite normalmente dar ‘mayor oportunidad a la participacién de varios partidos, EI multipartidismo es un fenémeno que se presenta en varios paises europeos, par- ticularmente en Italia, pais que puede citarse como ejemplo clésico de este sistema. El denominado muttipartidismo puro (multipartidismo integral), donde varios part: dos con fuerza similares se disputan el electorado, como es el caso italiano, produ- ce cleros efectos no slempre favorables para la establldad de up sistema. Uno de ellos es mencionado por Almond y Powell.”* quienes seftalan que /la presencia de un ni- mero elevado de pequefios partidos endebles hacen que el proceso de agregacion de intereses se incremente de tal modo que cada partido Unieamente transite los Intereses de una subcultura o clientela especiales con un minimo de agregacién" To- do esto quiere decir que la funcién de agregacion o composicion de intereses que de- be desarrollar un partido politico, para formular coherentemente su programa ante el electorado, se ve dificultada por un sistema miltiple de partidos, ya que no se rea- lizan las transacciones 0 negociaciones necesarias que tienden a proponer solucio- res que satisfagan de manera global a diversos grupos, sino que cada uno de ellos, a través de su partido, intenta imponer aguellas medidas que le convienen. También se dirigen crticas al sistema multipartidista debido a que el reparto frag- mentado de los votos entre los diversos partidos impide normalmente la formacién de una mayoria estable que pueda gobernar, obligando a la realizacién de alianzas © coaliciones entre varios grupos minoritarios que dan por resultado una frecuente inestabilidad gubernamental. Von der Gablentz dice al respecto que “en el sistema parlamentario la existencia de muchos partidos obliga a coaliciones, con todos los peligros de la inestabilidad, no sélo del gobierno, sino también de toda la politica.” Vinculado a este problema esta también el de la llamada mediacién de las electores que se genera por virtud de que el elector, al emitir su voto por un partido, esta ex- presando su opinién preferencial pero no necesariamente eligiendo al gobierno, que en muchos casos es decidido por las direcciones de los partidos en el momento de concertar las alianzas que permiten la formacién de un gobierno, EI multipartidismo atenuado se presenta en aquellos casos en que si bien existen rumerosos partidos, éstos suelen integrarse en coaliciones solidas por virtud de las 73 The Poltical Consocuenses of Electoral Laws, 2a. ed, Nueva Haven, 1967, 1971 ‘Almond y Powel, Compararve Polite: And Developmental Approach ® Ow Heinrich von der Gablentz Itroduecin ala Ciencia Politica, Herder. Barcelona, 1974, pag. 196 5. Posies polices 149 cuales se forman dos grandes bloques que permiten resolver algunos de los proble- mas que hemos mencionado respecto al multipartidismo integral Un ejemplo clasico de este multipartidismo atenuado es el de Francia, donde han operado cuatro grandes formaciones politicas: el ala derecha del gaullsmo. el grupo centro derechista también de filiacién originalmente gaullista, el Partido Socialsta y 1 Partido Comunista. Pese a que en esta formacién de cuatro grandes partidos esta presente la idea del multipartidismo, el sistema de elecciones a dos vueltas, adopta- do por la Quinta Republica francesa, permite que se presente el fenémeno denomi. nado bipolarizacién, consistente en la conformacién de dos grandes grupos a partir de la existencia de otros menores. De esta manera, en la segunda vuelta de las elec- Clones francesas normalmente se produce esta bipolarizacién al unirse, por un lado, los gaullistas y, por el otro, los socialistas y los comuniscas. En la segunda vuelta de la eleccién se presenta asi un esquema bipolar muy cercano al bipartidismo clasico, En los titimos afios ha adquirido mayor presencia la corriente ultraderechista de Jean Marie Le Pen, pero permanece aislada 5.6.3. Sistemas bipartidistas Estos sistemas se producen en paises en que, por su experiencia histérica, se llegan @ unir numerosos grupos de interés en torno de dos corrientes politicas principales gue se organizan como partidos y que enfrentan posiciones antagénicas fundadas en dos visiones distintas de la sociedad (liberales contra conservadores; burgueses contra proletarios). Algunos autores afirman que esta dualidad corresponde a la na- {uraleza de las cosas que suelen presentarse por parejas contrapuestas; sin embar- 0, esta posicién carece de fundamento cientifico, Mas practico es el punto de vista de Deutsch, quien sefiala que “cuando el numero de activistas politicos y lideres po- tenciales, y el ndmero y variedad de grupo de interés activos son mucho mayores. lun sistema bipartidista puede ofrecer el doble de oportunidades de participacién po. litica; cada uno de los partidos puede representar un equipo completo de lideres Potenciales”. Esto qulere decir que el bipartidismo ofrece no sdlo dos opciones para el electorado, sino que, ademas, plantea la posibilidad de que dos grupos se alter- nen en las funciones gubernamentales. El bipartidismo tiene la ventaja de que, al revés del multipartidismo, se facilita |a agregacién o conciliacion de intereses y el elector tiene la certeza de que, al emi- tir su voto, no solamente esta expresando una opinidn con la que se identifica, sino Que ademas esta eligiendo efectivamente a quienes habran de gobernar, ya que el sistema de dos partidos asegura que por lo menos uno de ellos obtenga ia mayoria absolura y, en consecuencia, controle el gobierno. Los sistemas bipartidistas clasicos son el de Estados Unidos de América, con la intervencién de los dos grandes partidos, el Demécrata y el Republicano, y el de la Gran Bretafta, en el que predominan en la ‘escena politica los partidos Laborista y Conservador. Debe afadirse en este punto {ue siendo la Gran Bretana un sistema de bipartidismo clésico por su funcionamien- to, en realidad presenta la caracteristica de contar con un tercer partido, el Liberal Que tuvo considerable fuerza durante el siglo xix y la perdié en el curso de las déca, 150 Inveduccién a la Ciencia Polica das segunda y tercera del siglo pasado, en las cuales e! Reino Unido conocié un sistema de tres partidos que fue sustituido finalmente por la dualidad laboristas-con- servadores, En cuanto al sistema estadounidense, en 1941 escribia Schattchnneider:”° “El sistema bipartidista en Estados Unidos es consecuencia inmediata del sistema de elecciones o de representacién.” En este estudio el autor citado demuestra como la aplicacién del sistema de escrutinio mayoritario en Estados Unidos favorece la pree- minencia de los dos grandes partidos tradicionales. En realidad, las posiclones préc- ticas de los dos partidos se acercan considerablemente, al grado que en ocasiones parecen dos alas de un partido unico, ps sistemas mencionados, el britanico y el estadounidense, han representado histéricamente el ejemplo mas acabado de bipartidismo perfecto, en el que sélo dos fuerzas aparecen como protagonistas de la lucha electoral. Debemos mencionar aho- ra las caracteristicas del llamado bipartidismo imperfecto, que se sittia como frontera centre los sistemas multipartidistas y los bipartidistas. En el bipartidismo imperfecto aparecen preponderantemente dos formaciones que obtienen, cada una, un porcen- taje muy elevado de votacién; sin embargo, requieren una alianza con una agrupacion ‘menor para poder alcanzar la mayoria absoluta que les permita controlar el gobier- no. El ejemplo clasico del bipartidismo imperfecto ha sido Alemania, En ella existen dos grandes partidos: la Unién Cristiano Demdcrata (cDu) y el Partido Social Demé- cata ($?0).77 ‘Sin embargo, el Partido Liberal (FDP) tiene una fuerza considerable, tanto que, al no alcanzar ninguna de las dos grandes formaciones la mayoria absoluta, requiere de coalicién con los liberales para poder integrar una mayoria que elija al gobierno, En los afios posteriores a la Segunda Guerra Mundial los liberales se mantuvieron alla- dos con la cDU, pero a partir de la década de 1960 establecieron una coalicién con los socialdemscratas que se mantuvo en el poder hasta octubre de 1982, cuando los, liberates volvieron a pactar con la CDU. provocando la caida del gobierno del canciller Helmut Schmidt y elevando al poder al lider de los democratacristianos, Helmut Kohl. En las elecciones de 1998 este esquema se modificé con el ascenso de los Ver- des, que se convirtieron en una cuarta fuerza, la cual se ali con el seb para formar el gobierno encabezado por Gerhard Schroeder. Con esta modificacién Alemania po- dria moverse hacia la bipolarizacién. 5.6.4. Sistemas de partido dominante Estos sistemas se caracterizan por el predominio de un partido sobre los demas exis- tentes en el pais. Dicho predominio puede alcanzar diversos grados y de ahi que 75 &. . Schauschnelder, Régtmen de partido, Tec, Madrid, 1964 77 n realidad a COU se encuentra allada con un ala regional de mayer tendencia derechsta que ope- ra en Baviera pero que, para efecos de una consideracin de Ins corientes polities rationales en ‘Alemania Federal, puede ser inciuida como parte de la COU ‘5. Fades polices 151 Schwarzenberg proponga la distincién entre sistemas de partido dorninante y siste- mas de partido ultradominante. os sisternas de partido dominante se caracterizan, segtin este autor, por et hecho ‘de que un partido obtiene durante un largo periodo una constamte ventaja electoral sobre log demas participanres. Aunque no alcance la mayoria absoluta de los sufra- 0s, su condicién de partida que cuenta con una considerable mayorta celativa de fos ‘sufragios, le permite practicamente determinar la orientacién del gobierno. tndica el ‘autor citado que para que un partido se pueda considerar dominante debe obtener aproximadamente entre 30 y 35% de los voros emitidos, aunque no considere indis pensable que logre determinar la formacion de un gobierno estable. Desde nuestro punto de vista, la existencia de un partido dominante sélo puede ser determinada por fa capacidad de direccién guoeramerttal yo simplemente por un porcentaje de su- fragios obtenidos durante un largo periodo, puesto que, si un partido no logra esta- bilizac y controlar fa diceccién gubernamental, no se le puede atribuir plenamente ef cardcter de dominanve. Si ee. un sistema de varias pastidas uno de ellas logra cons: tantemente un alto porcentaje de votos. pero no el control del gobierno, estarmas en presencia de un multipartidismo integral y no frente 4 un partido dominance. Un ejemplo cldsico de partido dominante fue el del Partido Social Demécrata de Suecia, que desde 1952 hasta 1976, es decir, durante un lapso de 4 afios, logré man tener el control gubernamental mediante la obtencién de una mayoria relativa Im- pportare de los Sufragios emitidos por los electores. 5.6.5. Sistemas de paride ulradominante El sistema de partido ultradominance suele caracterizarse gor la existencla de un par tido que logra obtener regularmente la mayoria absoluta de fos suftagios. Estos partidos por lo general aparecen en los paises tercermundistas y constituyen gran- des coaliciones de fuerzas identificadas por su afan nacionalista, Ejemplos de estos partidos los constituyen el Partido Republicano del Partido de Kemal Ataturk, que ape- TO en Turquia controlando e! poder desde 1925 hasta 1950: el Partido del Congreso de fa india, que @ panir de la independencia domind e! panorama politica de aque- lla nacién hasta perdes por primera vez una eleccién en 1977, y el Panido Revolu- ionaria (nstitucianal de México, que sé marwuvo en el poder con diversos nombres desde 1929 hasia el ato 2000. En estas sistemas, el partido ultradorninante se dls- Tingue del partido unico en que su hegemonia no deriva de una disposicién de la fey, sing de la correlacién de fuerzas sociales existentes en el pais. Operan efectivamente partides de oposicion que, aunque tengan el cardcter de meros partidos de expre- i6n, aglutinan fuerzas considerables que poseen una efectiva capacidad de hacer escuchar Sus puntos de vista y constituyen un mecanismo de control y de accion sobre la opinién publica respecto a las medidas rormades por el partido mayoriari. Eventualmente esos partidos evolucionan hasta alcanzar fuerza competitiva y des- plazar al partida ulkradominante, come ha ocurrido en los ejemplos expuestos. 152 Inkoduesén @ le Ciencia Poiies 5.6.6, Sistemas no competiivos Los sistemas no competiivos se caracterizan por la prohibicién formal de fa actua- cin de toda agrupacion politica que no sea aquella que es admitida por el Estado. En realidad, en los sistemas no competiivos encontramos la figura del partido tnico. Sin embargo, esta exclusividad de actuacién de un partido puede estar motivada por diversas razones sociales y puede intentaralcanzar distintos objetivos: de ahi que se festablezca una diferenciacién en el marco de los sistemas no competitvos, distin fulendo entre sistemas de partido Unico revolucionario y sistemas de partido Unico conservader. Sobre este ema Deutsch”® dice: “cuando hay mucho por hacer répidamente, y Po- cas gentes para hacerlo los que actian tenderan a organizarse como un solo equi po de lideres, es deci, como un solo partido gobernante. Si mucho de lo que debe hracerse cuenta con el consentimiento popular el partido gobemante lo hace tolera- temente bien, es probable que el sistema unipartidista obtenga el apoyo publico EI modelo clésico de los partidos tinicos revolucionarios es el de los partidos co- rmunistas. En este sistema se parte dela idea de que los partidos son representacio- nes de clase y, puesto que la finalidad de! régimen comunista es la supresion de las diferencias clasistas —en teoria—, al desaparecer las diferencias de case el pluripar- tidismo no solamente es ini sino imposible y, asi, al “Estado de una sola clase” debe corresponder necesariamente un sistema de partido ini. El partido asume fen estos sistemas el papel de vanguardia dela sociedad, constiuido por aquellos le mentos mas conscientes cua furcion es dirgir al resto hacia los objetvos de igual- dad social. ‘Utimamente se ha pretendido restar importancia al estudio de lo sistemas de par- tido unico después de la desaparicién del bloque soviético al inicio de la década de 1990, pero su importancia no ha decaido puesto que una quinta parte de la huma- nidad vive, en China, bajo ese sistema También pueden ciasificarse dentro de la categoria de ls partis tnicos revolucior narios aquellos surgidos de movimientos independentisias que tienden a aglutinar una gran cantidad de factores sociales con el objeto de lograr la independencia na- cional y, mas tarde, organizar al pais recientervente independizado. Este es el caso de varios partidos africans surgidos en la década de 1960. Estos partidos tenian como finaldad principal la movilizacion de las masas para canalizar su accion hacia la acti vidad politica integrada, con el propésito de aleanzar una efectiva unidad nacional En os sistemas de partido unico conservador,el partido se propone conservar un orden de cosas, en ocasiones bajo el distraz de un propésito de cambios, El sistema clasico de este tipo es el de os partidos fascistes desarroliados en Italia y en Alema- nia entre 1920 y 1945. El partido fascista acude fundamentalmente alos sentimien- tos populares, explotando una pretendida conciencia de grandeza nacional, fincada fen un esplendor histérico del pasado, como el caso del partido fascista italiano, 0 78 wari Deutsch, op. ct. pag. 74 5. Poids polices 153 bien en una pretension de unidad y superioridad racial, como ocurrié en el Partido NacionalSocialista de Alemania. Estos suelen organizarse sobre una base similar a la de la organizacién militar y encuentran su fundamento teérico en una pretendida capacidad de direccién de la voluntad nacional a partir de un Estado ideologizado, Que deja el papel meramente neutral de drbitro de las disputas sociales para asumir luna posicién que justifica su identificacién totalitaria con el partido que le sirve de apoyo. Otros ejemplos de partidos tinicos conservadores que se convierten en instru ‘mento de una dictadura son el de Portugal (Accidn Nacional Popular). empleado por el régimen de Marcelo Gaetano hasta 1975, y el Movimiento utilizado por Francisco Franco en Espafa hasta su muerte, en 1975. Amibos paises experimentaron un pro: ceso de democratizacién que ha permitido la participacion de diversos partidos pol ticos. En Espafia se estabiliz6 un esquema de bipartidismo imperfecto entre el Partido Popular (Pe) y el Partido Socialista Obrero Espafiol (Poe), que se han alternado en el poder durante casi dos décadas,

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