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GRAN ESPRITU VERDADERO CREADOR DEL UNIVERSO, MADRE

TIERRA: dnme su gracia para escribir y anotar, para que de ello tomen las
personas, para dar buen fruto y sencillo, y se enmiende la falsa informacin acerca
de la hoja de coca, y los que vieren esta artesana audiovisual alumbren con esta
verdad

ESTA VERDADERA HISTORIA DE LA HOJA DE KOKA Rene las historias


sin escritura alguna, no ms de las memorias y relaciones de los indios antiguos y
viejos y viejas sabios testigos de vista, y documentos de acceso pblico, para contar
los hechos e historia de las generaciones de personas que han vivido con la hoja de
Koka. Hemos tratado de hacer para este efecto las ms variadas relaciones que
fueron posibles, escogiendo la lengua espaola, y presentando variedad de pinturas,
dibujos, fotografas y videos que hagan una lectura y visibilizacin giles y
provechosas.

H A Y O
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HAYO

HUITOTO

Gente de coca,
Yuca brava y tabaco, alma,

Historia de selva. Hojas


Pacientemente secadas al fuego,
En el mortero puestas y pulverizadas,

Para que germinen y fructifiquen


Gestos coordinados de pensamientos y

Palabras del origen


En las lenguas de los primeros
Sembradores de consejo, y corazn
Dulce y fro; viejos historiadores

Amaznicos, amantes de la
Colmena, de la msica
Simple y poderosa
De los ciclos
Y las
Fuentes

Del
Gran
Ro.

R A W A K S,
K o g u i s, W i w a s,
Guardianes d e l f u e g o
Espiritual que habita en la marea
Y en las cimas nevadas, donde los pasos
Humanos; en silencio, transitan antiguas
ciudades de piedra que prefiguran, desde
Los tiempos de antes de las palabras,
A las viejas canciones que dentro
Del alma sirven para
Serenamente dar
De

S.

Yo
Yanacona;
Yanacona, Yo.
Humilde que sirve y dispone
La mesa, el hogar, el amor y el fuego.
Y fragua la vida de los indispensables oficios

Sin nombre que anudan y tejen la impecabilidad

De prncipes, ancianos y recin nacidos,


De impecables nombres anudados y tejidos

Como indispensables oficiantes


De imperiales mesas, y solares

Reinos; fuego de la memoria,


Oficio del servicio
Humilde.
Yo,
Yanacona.

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