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2. LA CONSTRUCCiÓN DEL OBJETO

EL M I'.TODO DE LA ECONOM / A POUTlCA

Al resumir, en la Introducción gen eral di' 1857 , los principios de


su método, Marx rechaza a la /lez "la ilusión de Hegel" que consi-
dera a " lo real como el resultado del pensamiento que se reabsorbe .,
"
en si m ismo" , y la ingenuidad de los em piristas que toman por
obieto científico el objeto " real" en su totalidad concreta, por ",
,.
ejemplo la población de una sociedad real; sin advrrtir que este
procedim iento no hace más que asumir las abstracciones del sen -
tido común negándose a realizar el trabajo de abstracción cientí-
fica que im plica siem pre una problemát ica histórica y socialmente
constituida. Lo "concreto pensado", que la investigación recons-
truye al término de su trabojo , es distinto del "s u jeto real que
j
subsiste, tanto antes como después, en su autonomía fuera del , I
espíritu". I
1,

20. K . MARX
,"
11

Cuando cons ideramos un país dado desde el punto de vista econ ó-


mi co-político come nzamos por su población, la división de ésta en
clases, la ciuda d, el campo, el mar, la s diferentes r amas de la
producción, la exportación y la importación, la produ cción y el
consumo anuales, los precios de las mercancías, etcétera.
Parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por el su-
puesto efectivo; así, por ejemplo, en la economia, por la población
que es la base y el sujeto del acto social de la producción en su
conjunto. Sin embargo, si se exa mina con mayor atención, esto se
revela [como] fal so. La poblac ión es una abs tracción si dej o de
lado, por ejemplo, las clases de q ue se compone. Estas clases son,
a SU vez, una palabra vacía si descon ozco los eleme ntos sobre los

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C., Passeron, J. C. (2002).La construcción del objeto. En El oficio del sociólogo (pp. 205-231). México: Siglo XXI.
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206 E L OFIC IO DE SOC IÓLOGO LA C O N ST RU CCI Ó N DEI~ OBJETO 207
cuales reposan, por eje mplo, el trabajo a sala riado, el ca pita l la población. una población q ~le prod';lce ~n de~r;ninadas eo~ ~
etcétera .. Estos lJIt!mos ~ upon~n el cambio, la div isión del tra bajo: di ciones, y ta m bi én un cierto ti po de sistema ~a~.l ar ~ com uru-
los pr~no'i, ~lc . El ca~lta l, por ejemplo, no es nada sin trabaj o tar io o politico, etc. Di ch o valo r no puede existir Jamas de otro
a salariad o, sin va lor, (hilero, precios, etc. "Si comenzara , pues, por modo que bajo la forma de relación unilateral. y abs tracta de I.m
la JM !Llación , tend ría ~na r epresentación caó tica de l conj un to y, todo con creto y viviente ya dado. Como categorra, por el con trario,
prcn S¡~lId~ cada vez m as, llegaría analiticamonte a conceptos ca da el valor de ca m bio posee una existencia an t.ediluv iana. ~or lo
y~'z mu s sim ples: de lo conc re to rep resentado llegaría a abstrae- ta nto, a la con ciencia, para la cua l el pe nsamiento concepuvo es
ciones cada vez m ás sutiles hasta alcalizar la s detenninacion es el hombre real y, por cons iguien te, el mundo pensad o es ~omo tal
Il~ ¡í ? simples. Llegad o a este punto, habrí a que reemprender el la única real idad - y la conc iencia fil osófi ca está determin ada de
\' 1él}P dt> n_' t()~ IlO, hast a dar de nuevo co n la pobl ación , p e ro es ta es te m odo-s-, el movimiento de las ca tegor ías-se le ap arece como
ve z 110 tr-ndriu una r epresentaci ón caó tica de un co n ju nto, sino el verdadero acto de producción (el cua l, aunque sea. molesto
ulJ.a r ica tot.ülidau con múltiples determinnciones y rel aciones. El re conocerlo, recibe ú ni camente un impul so desd ~ el exte rio r) cuyo
pn~IPr ca rm no es el qu e siguió h istóricamente la economía política resultado es el mundo' esto es exac to en la med ida en que - pero
lI.an t'Iltl'. Los eco nomis tas del siglo XVII, por ejemplo, com ienza n aq uí ten emos de riuevo una tautologí a- la to talidad conc reta ,
"- 1
srem p rn por el todo vivi ente, la población, la JW ión , el Esta do,
va rios E~t é:l dos , etc. , pero termin an siempre por descubrir, me -
corno totalidad del pensamiento, como un conc re to del pen sa ~
mi ent o, es in facta un producto del pensamiento y de la conce p- .'"
diante el aná lisis, un cier to número de relacion es genera les abs-
tracta s uc ternlina n tes, tal es como la d ivi sión del traba jo, el di nero,
ción, pero de ni ngu na manera es un producto del con~epto que
piensa y se engendra a sí mi smo, desde fu era y por enClr.na de la
"
el va lor, etc. Una vez que esos m om entos fu eron m ás o m enos intuición y de la r epresentación , sino qu e, por el co~tra r.l~, es un
fij.ados )' a bstraídos, come n zaron [a surgir-] los sistemas eco n ó- prod ucto del tra baj o de elaboración que transforma mtuici one s y
JIlI.COS que se elevaron desde lo sim ple - tra bajo, divi sión del tra- represen taciones en conce ptos. El todo, tal como aparece en la
ba jo, necesida d, val or de cam bio--- hasta el Esta do el cam bio en tre m ente como todo del pensamiento, es un producto de la m~nte
las naciones y el m ercado mundial. Est e último es, m anifiesta- q ue piensa y que se apropia el mundo del único mod o posible, • I
ment o, f'I m étodo cien tí fico correcto. Lo concreto es conc re to por- m odo que difiere de la apropia ció~l de ese Inu n ~o en el arte, la I
<JIU: p o;; la s í n r~s is de mlíltiples determinacion es, por lo tanto, r eligión , el espír it u prácti co. El su jeto real m antiene, an tes como
ulII,!acl de Jo diverso, Aparece en el pensamien to como pro ceso des pués, su a utonomia fue ra de la mente, I.)(): lo m enos durante el " I
de 's lIltesls, como resultad o, no como punto de partida, aun que sea ti empo en que el cerebro se com por te ún ica m en te de manera " 1
el " ~'rd ad C' ro punto de partida, y, en consecuencia, el punto de especulativa, teórica. En con secuencia, ta m bi én en el m étodo teó-
partid a t am~i~ll de la intui ro'm y de la representación . En el ri co es ne cesario que el sujeto, la socieda d, esté siempre presente
primer ca m mo, la rep resentació n plena es volatilizada en una en la r epresentación com o premisa.
det errni n nci én abstracta ; en el segundo, las det erminacion es ab s-
tractas cond uce n a la reproducción de lo concreto por el ca mi no KARL MARX
de l pen samiento. H e aq uí por qué H egel cayó en la ilusión de
co ncebir lo real como resulta do del pensa miento qu e, pa rtiend o Introdu cción general a la crítica
de sí mi vmo, se considera en sí m ismo, profun diza en sí m ism o y de la economia política
~e IIIllC'·C por sí m ism o, m ientra s qu e el m étodo que con siste en
,' leva rse de lo a l>stra clo a lo conc re to es para el pe nsa miento sólo
la m a nera de apropiarse de lo conc reto, de reprod ucirlo com o un
r-oncrr-to espiritual. Per o esto Ha es de nin gún modo el pro ceso de
fo~m a r ió ll de lo concreto mi sm o. Por ejemplo, la ca tegoría eco nó-
nuca 111;:'15 sim pl e , (OUlO, por ejemplo, el va lor de cam bio, su pone

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LA CONST RUCCi ÓN DEL OBJETO 209
LA IL USI ON POSITIVISTA DE UN A CIENC IA SIN SUPUESTOS cial de u n principi o que guarda una validez muy gen eral para el
conoc imien to cie nti fico de la real idad cu ltural. [ ... ]
No existe ningún análisis cientifico "objet ivo" de la vid a cul-
tural o bien de los " fenóm enos sociales", que fu ese independiente
de unas perspe ctivas especiales y "parciales" que de forma ex p~esa
o tácita conscien te o inconsciente, las eligiese, analizase y articu-
la se plJsti camente. La razón se d~be al car~cte~ parti~ular del
fin del conocimiento de todo trabajo de la s ciencias SOCIales que
quiera ir más allá de un estudio meram~nte f~rmal. de las normas
Si la concepción weberiana de la ccnstruccion del objeto de inoes- - legales o convencionales- de la convivencra s~lal. •
tigación se refiere a una representación de la función epistemoló- La ciencia social que nosotros queremo s pra ctlC8~ a~ul es una
gica de los valores, que da a su teoría del conocim iento de lo social ciencia de la r ealidad. Queremos com prende r la peculiar-idad de. la
un carácter r ex pectativas espcciiicos, la crítica de la ilusión según realidad de la vida que nos rodea y en la cual nos hallamos ID-
la cual el sabio podría determinar, independientemente de todo
sup ues to teórico, lo que es "esencial" r lo que es "accidental" en
un fenómeno , hace resaltar con vigor las contradicciones metodo-
mersos. Por una parte, el contexto y el significado cult ural de sus
distintas manifestaciones en su forma actual, y por otra las causas
de que hi stóricamente se haya producido precisamente así y no de
..,'
, I
."

,,01
lógicas de la imagen positivista del objeto científico: además de otra forma .
que el conocim ient o de las regularidades, instrumento irrempla- Ahora bien, tan pronto como intentamos tener concienci~
zable, no suministra por sí mismo la explicación de las configura- del modo como se nos presenta la vida, ésta nos ofrece una cas r
ciones históricas singulares consideradas en su especificidad, la infinita diversidad de acontecimientos sucesivos y simultáneos,
aprehensión de las regularidades se realiza en función de una que aparecen y desaparecen " en " y Ufuera de " noso t ros. Y la. 11'
problem ática que determina lo "accidental" y lo "esencial" res- infinidad absoluta de dicha diversidad subsiste de forma no ami- I I
.;1
pecto a fas problemas planteados, sin que nunca se pueda dar una Dorada, incluso cuando nos fijamos aisladamente en un único " 1I
definición realista Ik estos dos términos. "objeto" -acaso una tran sacción concreta. A ~ber, tan p~nto !1
como intentamos describir de forma exhaustIva este objeto

21. M. WEBER
"ún ico" en todos sus elementos constitutivos individuales, y mu-
cho m ás todavia cuando intentamos captar su condicionalidad

causal. Debído a ello, todo conocimiento de la realidad infinita
Ahora bien, el derecho al análisis unilateral de la realidad cultu ral mediante el espiritu humano finito, está basado en la tá cita pre·
desde unas " perspecti vas" específicas --en nuestro caso la de su mi sa de que sólo un fragmento finito de dicha r ealidad puede
condiciona lidad económic a- resulta en primer lu gar de forma constituir el obj eto de la comprensión cientifica, y que sólo resulta
puram ente metod ológica por el hecho de que el adi estramiento del "esencial" en el sentido de "digno de ser conocido".
ojo p ar-a una observación del efecto de unas categorías causales ¿Según qué principios se selecciona dicho fr?~ento? !Je
cun lita tiva me n to semejantes, así como la constante utilización del continuo se ha crei do poder enco ntrar la carac tenstIca decisiva
mismo apa rejo metodológico-con ceptual, ofrece todas las ventajas -incluso en el ca so de la s cien cia s de la cultura- en la repetición
de la divisi ón del trabajo. Di cho análisis, mientr., vaya refreno regular de determinadas conexiones causa les. Según esta concep-
dad o por el éxito, no es "arbitrario". Esto es, mientras ofrezca un ción, el conte nido de tales "leyes", que somo s capaces de reconocer
conoc im ien to de rela cione s qu e demuestren ser valiosas para la en la inmensa diversidad del curso de los fenómenos, ha de ser lo
atri bu ción ca usa l de unos acontecimientos hi stóricos concr etos. único cien tificamente "esencial" en ellas. Tan pronto hayamos
Sin em bargo, la " pa rci alidad" e irrealidad de la interpretación demostrado la total validez deja "regularidad de \:I"n coneri6u
puramente económica de lo histórico sólo constituye un caso espe- an:mrl con tos medios de una amplia inducción histórica, o bien

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210 EL OFICIO DE SOC iÓLOGO


Lo\. CONST RUCC iÓN DEL OBJETO 211

) ~<I y am o " apor tado la cv i?c nc.ia in tui tiva para la expe rie ncia in - de semejantes imagi naciones en las suposiciones de "estados pri-
mit iv~s Ol socioeconómicos sin " ca sualidad es" h istór icas, ya sea
tuna , lodo'> los rasos semejan tes "":"por muy numerosos que sea n -
quedan -u bordiuados a la f órmul a así encon trada . T odo aquell o obteni das por el derecho natural, o bien verificad as m ediante la
de la roulidnd individual qu e siga in comprendido despu és de sub- observación de los " pue blos primitivos" ? Es el caso, por ejem plo,
rayada ostn regul aridad" , o se lo cons ide ra corno un rem an ente .
del "co mu nismo agrario primitivo" ' de la " prom iscuidad" sexual ,
etc étera, de los cuales na ce -mediante una especie de "pecadora
loda: 'ía llo.f'la hora do cien tificamc n tc, qu e mediante con tinuos per-
(f~ l T lOn íl nU f'I~tos debe se r int egr ado en el sist ema de " leyes" , o caida" en lo concr eto-- el desarrollo hi stórico individual,
hu-u Sf' lo df'J n de lad o. Est o. CS, se lo considera "casua l" y cien tifi- No ca be duda algu n a de que el punto de partida del interés
rnmcnte secu ndar io, precisam ente porque resulta "ininteli gible" por las cie nci as socia les está "en la configu rac ión r eal, esto es:
rr-...pt·{-to a la s loy es .r 110 form a parte del proceso " tí pico". T odo indi vidua l, de la vid a sociocult ural qu e nos rodea . Y todo ello en
1·11 0 tan sólo lo hace objeto de un a "c uriosi da d ociosa". su con te xto un iversal, pero no por ello m enos individual , y en su
En consecuencia, incl uso en tre los representantes de la escuela devenir a pa r tir de otros estados sociocultura les, nat uralmen te
h i st~; ri ca , a parece siem pre de nuevo la creenci a de que el ideal también ind ividuales. Resulta evidente qu e la situac ión extrema
har ia ('1 cu a l con fluye n todos los conocim ientos, incluso los cult u- que acabamos de expo ller en el caso de la astronomía (y que los ,1
.1
rules - a unque sea en un futuro lejano--, es un sistem a de tesis lógicos utilizan ha sta el fin ), está formulada aqui específicamente • 1

del cua l pudiera "d edu cirse" la realidad. Como es sa bido, uno
d('. lo" portavoces de las cienc ias de la naturaleza creyó poder
acentuada . Mientras que en el campo de la astronomía los cuer pos
celestes sólo de spiertan nuestro interés por sus relaciones cuan tita- .d
,1

: I
a fir ma r que la meta ideal (prác ticame nte inalcanzable ) de una ti.vas, sl~sc(' p ti b les de mediciones exa cta s, en el cam po de las cien- ')
tal d ab orílfic)n de la real idad cult ura l ser ía W1 conocimien to "as- eras .soc~al es, por el con trar io, lo qu e no s interesa es el a specto
l
t ro uóm irn " de los procesos de la vid a. Por muy debatida que sea cualita tivo de los hech os. A ello cabe a ñadir qu e en las ciencias
sociales se tr a ta de la intervención de procesos mental es, cuya
4~ ...la r-uo ... tióu, 110 qu eremos esca timar esfue rzos en aporta r nuevas
( "OJ I sidr-rar iones. u~om pren s ión" r eviviscente con sti tuye una tarea específi camente :'1
I
En prime r lugar sa lla a la vista qu e aquel conoc im iento "as- diferente a la qu e pu diera n o quisieran soluciona r la s fórmulas
tron óm ico' en pI q ue se pien sa en dich o caso, n o es en modo algu no d~l cono;imien to exac to de la naturaleza. A pesar de todo, tales
U II conocim ien to de leyes, sino que m ás bien extrae de otras disci-
plinas - como la m ec áni ca -e- aquellas "ley es" con las que trabaja
a mudo de premisas para su empresa. En cua nto a la a stronomía
dl~eren c l3 ~ no son tan fundamentales como pudiera parecer a
prnnera vista,
~p~rtc de la mec~ni ca pura, ninguna cien cia exacta puede
,'Ii'
presc~J](!lr de las cua lidades. Por añadidura, en nuestro campo I
propiam ente dicha, se ocupo de la pregunta de qu é resultado indi-
vidual produ ce el efecto de tales leyes sobre una cons telación especializad o topamos con la opinión --errónea- de que el fen ó-
individ ua l ,dado qu e tal es conste lac ion es tienen importancia para m eno fund amental de nuestra civilizac i ón del tráfi co financiero es
nosotros. Como es natural, toda constelac ión indivi ' ual qu e la as- susce ptib le de cuantificac ión y , por lo tanto, cognoscible mediante
tronomia 1100; "explica" o pred ice, sólo resulta expiicable causa l- "ley es". Por úl timo, dep ende de la conce pción amplia o conc reta
m r-nt c a rnodo de consecue ncia de otr a constelación igu almente del conce pto "ley" el '1ue se incl uya u en él las regularidades no
ind ividua l qu e le precede. Y por mucho qu e nosotros nos remon- s~scept 1bJes de una ex presión numérica , debido a no ser cua nti-
tem os en lo oscuridad del más lejano pa sado, la r eal idad para la ficables,
cua l ta les leyes son v álidas con ti núa siendo individual e imposible En lo que conci er ne espec ia lmente a la interven ción de mo -
de dedu cir de leyes. tivos "men tal es" , no ex cluye en m odo alguno el establecim ien to
Se com pre nde qu e un " esta do original " cósm ico que no pose- de reglas de un a actuación racional. Pero sobre todo en la actua-
yera U II carácter indiv idual , o qu e lo tuviera en men or grado que lid ad todav ía ?Oha desaparecido del todo la opin ión de qu e es tarea
la rea lidad cósmica pr esente, seri a un pensamiento sin sen tido d~ l~ ps icología de sempeñar, para los distinta s " cien cias del espío
a lguno. Sin em bargo, ¿no pervive en nuestra especial idad un resto rrtu , un papel compa ra ble con el de lasmatem áticas, Para ello

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LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO 2 13

2 12 EL OFICI O DE SOC IÓLOGO


Por lo tanto, establecer tales " leyes" y " factores"
. (hi potéti-
ros) sólo constituirá para nosotros la primera de va nas ta reas que
habría de de scomponer las complicadas manifestaciones de la vida nos cond uci rían al conocimiento al que aspiramos. La segunda
social segú n sus cond iciones y efectos psíquicos, y reducirlos a tarea, comp letamente nu eva e independien te a pesar de basarse en
factores psiquicos lo más sencillos posibles, clasi ficar estos esa tarea preliminar, sería el an álisis y la 'exposición ordenada de
últimos por géneros y analizarlos según sus relaciones fun cionales. la agru pación individual e históricamente da~a de tal es "~actores"
Con ello se habría logrado crear, si no una "mecánica", sí en y de su im portancia y concreta colaboracié n, d~pendlente de
cambio una especie de "química" de la vida social en sus base s aquélla . Pero, ante todo, consisti,,!a en ha cer inteligible ~a causa y
psíqui cas. No podemos decidir aquí si ta les análisis pueden aportar la naturaleza de dicha importancI~ . I:a tercera. tarea. sena r:em?~.
alguna vez unos re sultados parciales va liosos y - lo que es di fe- tar lo má s lejos en el pasado las distintas particularidades indivi-
rente-- útiles para las ciencias de la cu ltura . Sin embargo, ello duales de tal es agrupaciones, de importancia para el pre sente, y
no afecta en modo alguno al probl ema de si la n. eta del conoc i- ofrecer una explicación histórica a partir de constelaciones ante--
miento socioeconómico, ta l como lo enten demos --conocimi en to riores, igualmente individuales. Por últim.o, una posibl~ cuarta
de la realidad según su signi ficado cu ltu ral y su relació n causa l-, tarea consistiría en la evaluación de las posibles constelaciones en
puede ser alca nzada media nte la búsqu eda de la repetición regular. el futuro. ~I
i1 t
Suponiendo que a lguna vez -ya sea media nte la psicología,
ya sea de otro modo-- se lograra analizar segú n unos "factores"
Para todos estos fines sería muy útil, casi indispensable, la
existencia de unos conce ptos claros y el conoc~ento de esa~ (hi-
,,'dl t

últimos y sencillos todas las cone xiones causales ima ginables de la potéticas) "leyes" a modo de medio de conoc!:,",ento, ma s uru ca- :: t t
coexistencia huma na, tanto en el pasa do como en el fut uro, y que mente como tal. Pero incluso en esta funci ón, ha y un punto • •~ !

se consiguiera abarcarlos de forma exhaustiva según un a inmensa decisivo en el que queda demostrado el limite de su alcan ce. Y con l ,111
casui stica de concep tos y de reg las de estricta validez, ¿qué sign i- esta comprobación llegamos a la particul~r!dad dec~!v.a de.1 estudio . '1
ficaría dicho resultado pa ra el conocimie nto del mundo cultu r al de las ciencias de la cultura. Hemos calificado de ciencia s de la ,r ' \ 1I'
históri camente dado o el de algún fen ómeno particular, como el
del capitalismo en su desa rrollo y su significación cu ltural? Como
medio de conocimiento, no sign ifica ni más ni menos que aca so
un di ccionario de las comb i iciones quiníico-orgánicas para el
cultura" a aquellas disciplinas que aspiran a con~er .l~lS fenó-
menos de la vida según su significado cul tural. El stgniflcad? d.e
la estructuración de un fenómeno cultural y la causa de tal slgm-
ficado no se pueden deducir, sin embargo, de ningúIt sistema de
"I
, I

,1

:i
conocimie n to biogen éti co del rein o animal y vegetal. conceptos legales, por muy perfecto que éste sea, como tampoco
Tanto en un caso como en otro, se habría realizado un impor- pueden ser fundamentados ni explicados por ellos, puesto que
ta n te y útil trabajo prelimi nar. Sin embar go, tanto en un caso aquéllos presuponen la relación de los fenómenos culturales con
como en el otro resu lta ría im posible dedu cir jamás la realidad de las ideas de valor. El concepto de cultura es un concepto de valor.
la vida a pa rtir de aque llas " leyes" y " factores". Pero en modo Para nosotros, la realidad empírica es " cultura", porque mientras
alguno por el hech o de qu e en los fenóme nos vitales todavia la rela cionamos con las ideas de valor ella abarca aquellos elemen-
habrían de subsis tir unas " fuerzas" superiores y mi steriosas ("do- tos de la realidad que a través de sus relaciones cobran importancia
minantes", "entelequias" o como se las quiera denom inar) , cosa para nosotros . Una parte intima de la realidad individual obser- l'I
que constituye u n problema aparte, sino sencillame n te por el vada cada vez se tiñe con el interés condi cionado por tales ideas
hecho de qu e para el conocimiento de la realidad interesa la cons- de valor. Sólo esa parte tiene importancia para nosotros, precisa-
telación en la que aquellos " factores" (hipotéticos) se agrupan me nte porq ue revela unas relaciones que nos importan por su
Iormando fenómenos culturales de interés para nosotros . Y tam- vinc ulación con ideas de valor. Sólo porque ocurre así y nuentras
bién porque si qu eremos "explicar causalmente" tales agrupacio- ocurra, nos interesa conocer su característica individual.
nes ind ividuales, tendríamos que remontarnos siempre a otras Ahora bien, lo que para nosotros tiene importancia, no puede
agrupaciones igualmente individuales, a partir de las cua les las ser conocido mediante ningún análisis " in condiciona l" de lo empi-
"expl icaríamos", aunque utilizando naturalmente aquellos (hipo-
téti cos) conceptos de "leyes".

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2H EL OFICIO DE SOC IÓ LOGO LA CONSTHUCC I ÓN DEL OBJETO 2 15

ri cann-nn- da do, sino que su com p robación es la premisa para que genérica s qu e hoy - , alli donde qu erenlO S com prender en qué
a!g o :'f' r on vier-tn en ob jeto del análisis. Como es n atural , lo sig u i- cons iste el sign ificado de la "econ omía finan ciera", all í aparecen
(l(-a11\"0. co mo tal, no coinc ide con ninguna ley co mo tal , y ello en el a nát isis unos princip ios lógicos de or igen d aramente hetero-
tant o .n~l ' llos nla~lto m ás gen eral es di cha rey . Porque el significa do géneo. C ier ta me n te, mientras con tenga n clerur-ntos signi fica tivos
pSf)('nfH o que IIc1Ie para n osotros un fr agmento de la realidad, de nuestra cultu ra, utilizaremos los conce ptos qu e nos ofrece el
n o S I' hall a pr ccisarnente en 'aquellas re la cione s <: uy a c;; qu e com- an álisis de los elementos geuóricos de los fenó menos eco nóm icos
parte ro n el nlay or número de otros el ementos. 1 ...:1 r ef erencia de de ma sa a mod o de m ed ios de descripción. Ahora bien, por mur
la re al idad a unas ideas de valor que le con fieren significado, así exa cta qu e sea la de scripción de tal es concep tos r ley es, Ha sólo no
como el subray a r y ordenar los elementos de lo real así teñidos habremos alcanzado la m eta de nuestra ta rea, sino que la pregunta
d ~sdc la perspectiva de su significado cu ltu ra l, es un punto de sobre cu ál deb e ser el objeto de la formación de conce ptos genér icos
vista com pleta men te heterogéneo y di sparatado, cOIn pa...ado con no está de sprovista de premisas, pu esto que ha sido decidida en
el an úlisis de la realidad pa ra conoce r sus leyes y ordenarla según vi sta s al sign ifica do que poseen para la cu lt ura determin ad os ele-
unos conceptos generales. Am bos tipo s de orden mental d.. lo real ~C~lt?S .~e esa inmensa div ersidad que nosotros denominamos
no guarda n entre sí ninguna relación lógica nece saria. Puede que tr úfico . , I
en 1111 caso conc reto coi ncidan alguna vez , pero si esa coinc idenc ia A spiramos al conocim iento de un Ien ómono h istórico. esto es, •
cas ua l nos oculta su di screpancia de principio, pu ede acarrear las sign ifica tivo en su ca rac terística. Y lo de cisivo de ello es tá e n que
rn ús funestas consecuencias. ún ica m en te m ediante la p remisa de que 5<>10 una parte fini ta de
E l sig nificado cultu ral de un fenómeno - por ejemplo del la infinita mul titud de fenómenos está plen a de signi ficado, "
com ercio fina nciero- puede consistir en que se manifieste como adquiere un sen tido lógico la idea de u n conocim ien to de los fenó-
Ien óm ono m asivo, elemento fu n da menta l de la vida cultura l (011 - m enos in dividuales. I ncl uso COIl el m ás amplio conocimiento de
tempor.iuen. Pero, acto seg u o, es el hecho histórico qu e de sem - todas las "leyes", que daría mos perplejos a nte la pregunta de cómo
pcr", dicho papel lo q ue debe hacerse comprensible de sde el punto es posible una exp licación ca u sal de u n hech o in dividual, ya que
de vista de l significado cu ltura l y explicarse causalmen te desde el ni ta n sólo puede pensarse de m anera exhaus tiva la m era de scrip- I
p unto de vista de su or ige n histórico. ción del más m ínimo fragmento de la real idad. Porq ue el número
Tanto el an álisis de la esenc ia general de l cambio como el de y la natu ra leza de las causas que ha n determinado a lgún aco n te- ,!'
la t écn ica del trá fico comercial cons tituyen u na ta rea p relimina r,
a unq ue en extremo importante e indispen sabl e.
cim ien to ind ividu al, siem pre son infin itos, y no existe en las cosa s
mismas ningún rasgo qu e permita elegir en tre ellas aquellas que
l.
Pero con ello no queda contes tada la pregu n ta de com o el interesan . Lo único qU,e conseguirí a el intento de un conoc imien to
cam bio ha llegad o a ten er h ist óricamente la impor tancia funda-
de la realidad " des pro visto de premisas", sería un cao s de " juic ios
menta l q ue posee hoy. Lo q ue en última in stancia nos inter esa,
existencia les" acerca de innumerables percep cion es particulares.
esto es, el significado cultural de la econo mía fin anciera --en aras
E incluso este resultad o sólo sería posible en apa rie ncia, ya qu e
de la cual nps in teresamos por la desc ri pción de la técnica de
circulaci ón, en ara s de la cual exi ste hoy una ciencia que se ocupa la rea lidad de cada una de las percepcio nes, ex p uesta s a 1.In análisis
con di cha técnica-, no se deduce de ni nguna de ta les " leyes". detallado, ofrece un sinnúmero de ele men tos particular es, que no
Los ca rac teres genéricos del cam bio, de la compra, et cétera, intere - pueden ser expresados n unca de for ma exhaustiva en juicios de
san al jurista, Pero )0 que nos in te re sa a nosotros, es la tarea de percep ción . Este caos sólo puede ser ordenado por la circunstancia
analizar ;1 sign ificado cu ltura l del he cho histórico de que el cam - de qu e en todo ca so únicamente una parte de la realidad individual
bio cons tituye en la actualidad un fenómeno de masa. Allí dond e posee importancia para nosotros, puesto que sólo esa parte se h alla
Pse hecho ha de ser explicado, alli donde qu eremos com prender la en relación con la s idea s de va lor cultural con las cuales aborda-
,lifcrt'ncia entro nuestra ci vilizac ión socioecon ómica y la de la rnos la realidad. Po r lo tan to, sólo algunos a spectos de los fenó-
• m ig ücdad --donoe el cam bio presentaba las mismas cualidades menos particulares in finitamente diversos, precisamente aquellos

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Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante.
2 16 EL OFICIu DE SOCiÓLOGO

a los qu e con fer imos un signi fica do cu ltural gen eral , m erecen ser
conoc idos, pu es sólo ell os son objeto de la explicación causa l.

MA X W EB ER

Sobre la teoria di! las ciencias socia/es " HA Y QUE TRATAR A ros /lECHOS SOCIA LES COMO COSAS"

Protestando cont ra los errores de lectura cometidos a propésito de


este precepto, Dur kheim demuestra que al enunciarlo no pretendía
postular el primer principio de una filosofía social, sino la regla
m etodológica que es la condición sine qu a non de la construcción
del objeto sociológico. Ése es el sentido de los análisis con los qu.,
trata de evitar que el análisis sociológico ceda a las tentaciones de
• I ,,
la sociología espontánea, invitando al investigador a orient arse pre-
ferentemente hacia los aspectos m orfológicos o institucionales, es ,; ~ 1

decir a las formas más objeti vadas de la vida social. Si hay que .,
I

tener presente este tezto, es porque desde el com ienzo dio lugar
a lecturas que, siendo contradictorias, eran igualmente inexactas y ,.'
también porque, ya clásico, está expuesto a que se lo mire sin
leerlo.
iI
22. E . DURKHEIM 11

La primera regla y la más fundamental es considerar los hechos j¡


sociales como cosas. [ ... ] I
y sin embargo, los fenómenos sociales son cosas y deben ser
t rat ados como cosas. Para dem ostrar esta proposición, no es pre-
ciso filosofar acerca de su natural eza ni discutir las ana logías qu e
presenta n con los fen ómen os de rein os in feriores. Es suficiente
com proba r qu e son el único datum qu e se le ofrece al sociólogo.
Efectiv ament e, es cosa todo la que está dado, todo lo que se ofrece
0, más bien, se impone a la observ ación. Tratar los fenómenos
socia les como cosas, es tr at arlos en calidad de data, qu e constituyen
el punto de partida de la ciencia. Lo s fenómenos socia les presentan
indiscutiblemente este carácter. Lo qu e nos es dado no es la idea
que los hom bres se hacen del valor, y a qu e ésta es inaccesible : son
los valores q ue se intercambian realmente en el curso de las rela -
cienes económicas. No es tal o cual conce pción del ideal m oral,

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2 18 EL OFICIO DE SOC i Ó LO GO l.A CONSTHUCC JÓN D E L OB JETO 2 19

sin o ol runjunto de reg la s que determinan efectivaruente la con- e n los códigos, los mov imie n tos de la vida cot idiana se in scri-
du cta. No es la idea de lo útil ~) de la riqueza , sino tod o el detalle ben en las cifras estad ísticas, en los m on umentos hi stóri cos, las
de la orguniznci ón económica . Es posib le q ue In "ida socia l sólo m odas en los traj es, Jos gu stos en la s obras de a rte. E n virtud de su
sea el desarro llo de cipr ia s no cio nes ; pero, su pon iendo que a sí sea , índole m ism a, tienden a cons titui rse fu era de las conciencias indi-
esta s 1I0~ ;OIlPS 110 SOIl dad a s inmedia tamente. P or lo tanto, n o se vid uales, pu esto que la s dominan. Para verlos bajo su aspe cto de
la ,;; p l ' f ' c1 I ~ .iI c¡¡: lz:1 r d .ro cta mcn to, sin o sólo a tra vés de la real idad cosas, no es necesario, pues, tortura rlos in geniosamente.
f l' lI tl J: H"' lJ i l.-'il flU í' las ex pre sa. No sabernos a priori cuá les son las
ide a s <¡ li t' p..:tú n PII e l origen de la s di versa s corrien tes e n tre las que
se di\'idl' la vici a social, ni 'si exis ten; sólo des pués de hab erl as E M IJ.IO D URKH EIM
rem ont ad o h a sta sus fu cnt r-s sa bremos d e d ónde p ro vienen .
No . ; r-s proci so, pu es, co ns ide ra r los fen óm enos sociales e n sí La s reglas del m étodo sociológico
mi cm oc, a hstrni do s d o loe; su je tos consc ien tes que E<; lo rep resentan ;
ha y ql lP es tu dia r los d esde a fuera COI IlO cosas exterior es; ya qu e es
en r eal idad el e tilles corn o se nos presentan . Si es ta extcr ior i- 1

dad o-, <.;, ,',10 a paren te, la ilu sión se d isipar"l R m edi da qu e la cie ncia ": 1
a vance y ,> e ver.i , di gúmoslo así, lo ex terior volverse in te rior; Per o La proposición segú n la cual los hech os socia les deben ser tratados , .1"
la snl ur i ón no pu ede ser prejuzgada y, aunque fin almente no tu vie- com o cosas - a finnac ión fundamental ele nuestro m étodo-s- es 1
r o n toda s loe; ca rac te res in tr ín secos de la cosa, hay qu e tratarl os quizá la qu e ha sido más di scutida . Se encon tró paradoj nl y escan- ',:"1:
1,
a l pri nci piu CO UlO si Jos tuvieran . Esta ff'gla se a pli ca, pue s, a la
f('"l idad social in tegra, sin qu e pu ed a r enl izar-se ningun a exce p-
ción . 1Ja.;la los fen óm en os que m ás pnrezca n cons istir en coor di na-
daloso que asimiláramos las realidades de la vida social a las del
mundo exter ior . Singular equivoca ción acerca del sentido y a lca nc e
d e es ta asim ilación, cuy o objeto no es rebajar la s fonna s su pe rio-
:' I~
( 'jO JH' -; arti ricia lf's d('b cn ser considera dos desde r-s te punto de vis ta. r es del ser a sus formas inferiores, sino por el contrario, reivin- til'
El rarártcr ro nrrncional de u na pr áctica o de una institución di car pa ra la s primeras un grado de realidad por lo m enos iRual
¡ol1u::; drl»: ser presu mido, Si, por otra parte, se nos perm ito in vo- al que todo el mundo reconoce a la s segu ndas . En efecto, no deci- I~
ca r nu estra experiencia per sona l, creemos poder ase gurar que, m os que los he ch os sociales sean cosas m at eriales, sino que son ,
prurr-d ic udo así, a m enudo se ob tondr.i la sa ti sfacci ón de ve!" a f osas, tanto com o lo son la s cosas m aterial es, aunque de otra
los hech os apnn-n tcmcn te m ás a rbitra r io:'! presentar, despu és de m anera.
I
un a Olh .,rVélciúll m :IS at enta, carac teres de constancia y de f('gu - En efecto: ¿qué es una cosa? La cosa se opone a la idea corno
lat-idnd , síJllom<ls de su objetivi da d. [ .. "] ]0 qu e se conoce desde a fue ra a lo que se conoce desde ad entro. Es
E" f'stp mi smo progr eso el qu e deb e efer tua r la sociolog ía. Es u na cosa todo obj eto de conocim ien to qu e no sea naturalmente I
t
fll'('('sa rio qu e I'<l SC del esta do su bjet ivo, q ue film no ha su perado.
a Id fa "l' objo rivu .
apre hensible poc la inteligencia, todo aquell o de lo qu e no pod e-
rn os tener una noción ad ecuada por un sim ple procedimiento d e
I
Po r ot r-a pn rt r-, estp pa saje pue do cfec t ua r se much o nIéís Iári l-
n u-nt e qUl' ('11 ps:,o!ogía , E n decto. los hech os psíq uicos SP da n
a ná lisis m ental, todo lo que el es pír itu sólo puede lle gar a corn-
prender a cond ición dc salir de sí mi sm o a través de obser vaciones
I
n ut u rnl m en te ro mo estados del su jeto, del qu e ni si,' q icra parecen y experi men tac iones, pa sando progresivamen te desde los ca rac te-
Sf'pilrilhll's. l ut or iorr« por d cfin iri ón, pare;'c quc soro podría tra- res m ás exter iores e inmed iat amente accesibles hasta los m on os
t¡lrsplos como exte r iores violen tando su natu ral eza . No sólo se vis ible s y m ás profundos. Tratar como cosas a los he chos de un
!H~('f' ...ita UIl t'sfllf'rzo el e a bstra cr ióu, silla todo un conj u n to de pro- cier to or den, no significa clasifi carlos en cier ta ca togor ia de la
('eciimiPllto s'y artific ios para lIcgar a cons ide ra rlos desde este pun to r ealidad , sino en fre n ta rlos con cier ta ac titud m ental. Es aborda r
ch' vista. Por rl cont rario, los hech os socia les tienen más natural su es tudio tom ando por principio que se las ignora a bsoluta men te 11
c iruned iatn mente todos los cnracteres de la cosa, El derech o exis te y que tan to sus propied ades ca rac teristicas com o la s ca usas deseo- I

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220 El. OFICIO DE SOC IÓLOGO

nocidas de las que dependen, no podrían ser dosci.oiertas a un por


la más atenta introspección ..

EMILIO DURKHEI M
2.1. LAS ABDICACIONES DEL EMPIR ISMO
. lbid, prefacio a la segun da edición

EL VECTOR EPIS TEMOLóGICO

Invirtiendo el proyecto de la filosofía clásica de las ciencias que


tendía a hacer en trar obligátoriamente el trabajo del in vestigador
en un juego de alte rna tivas pre-formadas, Bachelard impone al
filósofo la necesidad de " mat izar su lenguaje para traducir el pen-
samiento contemporáneo en su fineza r movilidad". De esta ma-
nera, en lugar de ver en el "apacible eclecticismo" de los sabios
un indice de la inconsciencia filosófica de la ciencia, Ilachelard
toma como objeto de rejlex ion epis temológica la "impureza me-
ta física" de la actividad científica r por este camino rechaza la
pretensió n de los " meta lisicos intu itivos" de su perar el raciona-
lismo científico. El " racionalismo rectificado" de la ciencia testi-
mo nia que un "racio nalismo que corrigió juicios a priori, como
ocurrió can las nuevas extensiones de la geometría , ya no puede
1I
ser un racionalism o cerrado".
1I

23. G. B AC IIE LA R D

Desde William Jam es se ha repetid o con frecuencia qu e todo hom -
bre cultiva do sigue fatalm ent e una meta física. Cree rnos más exac to
decir que todo hombre, en su es fuerzo de cultura científica, no se
apoya en una sino e n dos m etafísicas y e stas dos m ota fisicus, na tu-
rales y co nvincentes, implícitas y ten aces, son contradictoria s. Para
otorga rles rápidamen te un nombre provi sorio, des ignamos estas dos
actitudes filosóficas fun damen tales, asociadas sin difi cultad en un
espíritu científico moderno, con las etiquetas clásicas de raciona-
lismo y realismo. ¿Queremos una prueba inmedi ata de este ama-
ble eclecticismo? Meditemos el siguiente postulado de filosofía
cien tífica : "La ciencia es un producto del espíritu humano, pro-
ducida de acuerdo con las ley es de nu estro pensamiento y adaptada
al mundo exterior. Ofrece, pue s, dos aspectos: un o subjetivo, otro

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222 El. OFICIO D E SOC iÓLOGO LA. CONST HUCC fÓN D EL O B JET O 22 3

o bje tivo. a m bos igualmente n ece sarios, pues ca m bia r r unlqujer P or otra parte, par eciera qu e se pu ed e ~ f~cce r sin deln~s i a d?s
a sp pcl o d e la '> If'Ycs de nu cstroespir-itu resulta tan irnposihl e com o in conv en ientes una razón de es ta ba se du ali sta ele to(~a f, los~fla
cn n rhia r la s If'yes dpi mundo.Ylvxtra ñn decl aración m et a fí sica que ci e ntí fica : por ,,1 hech o de ser una fil osof ía qu e se aplica , la Iilo -
JHH'd p con d uci r, tanto a una especie de racionalism o redoblado sofía de la cie nc ia no puede mantener la pureza y la unllt a~ de una
q uP "lI colltr~ría PII lns I..yes del Mundo la s leyes de nuestro espí - filo sofía es pecu lativa . Cualquiera que sea el punto de paf ~H! a d e la
r it u. n HlJO a un realism o universal que impone la invariabilidad actividad cie n tífica, esta actividad puede con vence r lotalmcny!
ah "oluta "a las leyes de nu estro espír itu", con cebid as como una sólo si ab andona el dominio de base : si CJ.pcrilnCnJa, (:5 p:~CI JO
pa rt .. de la s leye s del Mundo. razonar; si razona, es necesario experime,!Ja~. T oda apl !caCl0I! es
I.~ filosofía cien tífica, en realidad, no se ha depurado desde trascenden cia . Mostraremos cómo en la ma ~ Sim ple aC ~ lv H~~ d n e~­
la clpd a ra cit'lll de Routy . No ser ía demasiado difícil m ostrar que, tífica se puede re scatar una dualidad, especie ~ p~lanz? Clun e pIS-
por IIlla parte, pi ra cionalista más determinado a cepta cotid iana- temológica que tiende a clasificar la fellom e!, olog.a ha)? I ~ dobl e
m ente , e ll sus juicios cien tíficos, las en señ anzas de una realidad categoría de lo pintoresco y de lo c~mpr7" s1ble,. es de Cir: bajo la
qu P 110 conoce él fondo )", por otra, el rea lista má s intransigente doble etiqueta del realismo y del ra cionali smo . S" en realidad con
procr-dr- a sim plificaci ones inmecliatas, exa ctamente como si admi- la psicología d el espí ritu científico, sa~Inos ~oloca rllos en la. frOl.l.
t ~('ra los principios que in forman el racionalismo. Todo esto signi- tera mi sma del conocimiento cientiíico, vertamos que I.a cI~n Cl a '·1
firn que para la filo sofía cien tí fica no existe ni realismo ni ra- contemporánea se encuentra abocada a una verd ad era sm t.esls de
"

cional isrno a bsolutos y que no se puede partir de una acti tud las con tradicciones metafísicas. De todas maneras, el se r,l t.Hlu de l
fil osófi ca genera l para juzgar el pensamiento cie n tífi co. Tarde o vector epi stemológico lo consideramos perfe~L.111U'nte mildo. Se
temprano, el tema fundamen ta l de la polémica filosófica será el mueve sin duda de lo racion al a lo real .r, de nmgu na manera, a la
pen samiento cien tífi co; este pensam iento llevará a sustituir las inversa, de la rea lidad a lo genera l, com~ lo soste nían todos los
metn física s in tui tivas e inmed iatas por la s m etafí sicas dis cursivas, fi lósofos desde Aristót eles hasta Bacon , D Icho de otra m a nera, la
olljt·ti,"alllcnte rectificadas. Siguiendo estas rec tificaci ones, uno se aplica ciÓn del pensamien to científic? nos pa re ce esen cialmente
("0 11 \, (' 11( (', por ej em plo, de que un realismo que ha encontrado " realizante". A lo largo de esta obra Inten taremos mo strar lo que
la duda cien tífica ya no per tenece a la m ism a especie que el real is- Barna re mo s la rea lización de lo r acional o, m ás gcn ór-icnmcnte, la
1110 inmediato. Dc la m ism a m anera, uno se con vence de q ue u n r eal ización ele lo matemático.
r acional ism o que cor rigió juicios a priori, como ocurrió con las
n uevas exte ns iones de la geometría, ya no puede ser un ra ciona - GASTON BA C IIELAUD
l isrno cerrado. Creemos que sería interesante tom a r la fil osofía
~ien tí fica en sí mi sma, ju zgarla sin id eas precon cebidas, al ma rgen Le nourel esprit scicntifiquc
in clu so de las obligaciones demasiado estrictas del voca bula rio
Jilos ófiro tradicional. En realidad, la ciencia crea la filosofía . La
fi losofin, po r lo ta n to, de be m atizar su lengu aj e para traducir el
]H'nSfllJlicnto co n tcm po rá ns o en su fin eza y movilidad . Debe, igual-
m ento, respetar esa sorp renden te ambigüedad por la cu al todo
pell ~flmiento cion tifico tiende a interpreta rse a la vez e n lenguaje
n"ah~ta )" r-n lengu aje ra cionali sta. Es posible, pues, que debamos
tornar, corno primera lección a m editar, COlJ10 hech o que merece
f"xpJ il-acitm, f'+'ta impureza meta física arrastrada por el doble sen .
tid o de la prueba cien tíf ica , que se afirma tanto en la expe rienc ia
r omo en el razon amiento, en conla cto con la realidad tanto r om o
('I1 referencia a la razón .

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lA CONSTRUCCIÓN DEL OB JETO 225

Choice I a la h ipótesis de q ue las in forma ciones difundidas por los


m edios de comu nicación de m asa se transmi ten quizá menos
2.2. III PóTESIS O PRES UP UESTOS directamente de lo qu e hab itualmente se supone. Se pue de pensar
qu e la influencia de los m ed ios de comunicación ma sivos llega
primero a los líderes de opin ión, quienes, a su vez, transmiten lo
que han leído y escuc ha do a aquel sector de su m edio sobre el que
rt. INS TRUM ENTO ES UNA TEOR IA EN ACTO ejercen in fluencia : ta l es la h ipótesis de la " comunicación en dos
t iem pos",
Teniendo en cue nta el fun cionam ient o de la sociedad mo-
T omada al pi(' d,' la letra, la comparacton de las t écnicas con derna, la hipótesis implica en particular que los in tercambios
herramientas podría llevar a una crítica pu ram en te téc nica de las cotidianos en tre los individ uos eran los qut" nH'I S influlan y que
trcrnras El análisis que hace E. Katz de la elaboració n progresiva
dl" la hipátesis, srgún la cual la transmisión de las informaciones
diíundidns JXJr los medios de comunicacion m odernos se efectúa
la influencia de los medios de comunica ción de masa, por su parte,
era menos automática y menos fuerte de lo que se suponía . En
cuanto a la teoría social y a la orien tación de la inve stigación
.,
,
en do s tiempos, muestra, en cambio, que las li mitaciones de las sobre la com unicación, la hi pótesis suge ría q ue la im agen de la 11
técnicas constituyen otras tantas incitaciones clm .Lestinas a orien- sociedad ur ba na moderna requería una revisión. La im agen del 11
tar id an álisis en un sentido determinado r que las omisiones son público como m asa de individuos sepa ra dos, ligados solamente a
al mismo tiempo indicaciones. Por eso, el hecho de q ue el mues- los dive rsos medios de comunicación y sin relaciones entre sí, se
Ireo al aza r r el sondeo de opinio nes apr ehenden sujetos separados contradecía con la idea de un fluj o de comu nicac ión en dos ti em -
de la red de relaciones en que ac t úan r se com un ican hace que po s, pues ésta im plica ba que los m edios de comu n icación de m asa
('sas técn icas lle ven a hipostasiar un artefac to obtenido por abstrae- difu ndía n sus infonnaciones a trav és de redes de individuos vin cu -
ción: al traba jar corl individuos de algún modo "desocializados" lados entre sí.
la autoridad de los lideres sólo puede explicarse por cualidades psi- Si, entre todas la s ideas que se enc uentran en The People's
rologicas. Para onu/tu las indicaciones subre pticias que sugiere n Choice, la del fluj o en dos tiempos es probablem ente la m en os con-
los pre -supuestos de una técnica , no es suficiente el refinamiento firmada por hechos exp erim ental es, es porque el estudio no preveía
trcnologico. los estudios qu e se proponen recuperar la red total de Ia impo rtancia que adquirían las relaciones interper sonal cs en el
comunicacio nes. a partir de las relaciones que unen a los su jetos análisi s de los datos. Lo sorprendente, cua ndo se conoce la imagen
df? dos l' n dos, siguen siendo prisioneras de la obstrucción inicial . de un público atomizado que inspir aba tanta s investi ga ciones sobre
Sólo una ruptura con los automatismos mctodo l ágicos pudo llevar los medios de com unicación, es que la influencia interpersonal
a estudia r en una comunidru. com pleta el con ju n to de las relacio- hay a logrado atraer la atención de los sociólogos.
n", sociales, del que se ded uce tan c émodamente la red de influen- [ ... ] Los descubrimientos principales de T he People's Choice
cias que ra tia es necesario pedir a los su jetos que la determinen se refería n a: a ) "l a acc ión de la influen cia personal, [ . .. ] que se
en lugar del sueiólogo. ejerce más frecu en temente y es más efi caz que los m edios de com u-
n icación de masa en la determinaci ón de los comportamientos elec-
torales" ; b) el flu jo de la influencia pe rsonal : " los lide res de opio
24 . E. KATZ
n ión se en cuen tran en todos los niveles de la sociedad y son sin
ninguna duda, muy semejantes a las persona s en quienes in flu-
yen" ; e) los líderes de opinión y los medios de com u nicac ión de
El análi sis del proceso de la toma de de cisiones en el transcu rso
de una cam pa ña electoral condujo a los autores de The People's
1 P. Laaarsfeld, B. Berelson, H. Gaudet, El pueblo eligr. Cómo decide ~l
pueblo ,n una cam paña ekctoral, Ediciones Trr.., Rupnnc: Aires,

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U CONSTRUCCION DE L OBJETO 227
226 EL OF IC IO DE SOCIÓLOGO
conse jo pa ra lu ego estudia r las relacion es en tre los que da ba n con-
m a sa : aqué llos parecen m ás -r ecept iv os a la radi o, lo s diari os, las sejos .v los qu e los r ecibian. Pero este procedimiento presenta mu-
revi . . tu.. . t~JI Hila pa la bra, a los m ed ios de co municación corno tal es. chas dificu ltades, dada la improbabilidad de que líderes y "segui-
A,¡ pues. la hipótesis que se prese ñtaba era que "las ideas do res" r-stén incluidos a l mi sm o tiem po en la muestra: tal es el
Jla~illl él menudo de la radio y los im presos a los lideres de opi n ión, problema inicia l que los es tudios siguientes trat aron de resolver.
quienes las re tran sm iten ha cia grupos m enos acti vos de la po- [El autor presenta a co ntin uac ión o tros tres es tu dios qu e
bl a r i ón". . permit ieron tr at ar los problemas que hahi a susc ita do la encuesta
El métod o adopta do por el estud io de The Pcoplc's Choice de The Pcople' s Choice , La primera e ncues ta , realizada en una
presr-ntaha va r ias ve n ta jas para obse rva r por qué ca na les su fría n pequeñ a ciu dad, cons ideraba lideres de opinión a la s persona s m en-
influencia la s decisiones en curso de ela borac ión. M ás particul ar- ciona das vari a s veces en la s respu estas de los-sujetos interrogado s,
mento, el mét odo del panel permití a localizar los ca mbios desde "remontándose as i de las personas influidas a la s personas
S il apa rición y pone rlos en correlac ión co n las influencia s qu e se influy entes", locali zando de esta maner a mej or que el estud io de
ejercían sobre el e¡ue tomaba las decision es. Por otro lado, el re sul- los compor ta mien tos elec tora les " q ue cons ideraba lid er es de opi-
tado (la decisión ) era un indicad or tangible de cam bio, fácilmente nión a personas definidas solamente por el hech o de dar consejos,
n~g ist ra h le. Pero, para estudiar lo s cana les de influenci a que son líderes e fec ti vos", ,1
Jos con tar tos individ ua les, el método se mostraba in sufi ciente por- El segu n do estudio versaba precisamente sobre la pareja líder- "
que 5(' basab a en una muestra recogida a l a zar de in d ividuos des- "seguidor" e¡ue el estudio precedente no había determinado, y a e¡ue
vincul ados de su e ntorno social: ésa fu e la raz ón por la cua l hizo la mue stra in icia l de persona s entrevistad as servia solamen te pala
falta u na rupt ura para pasar de los datos disponibles a la h ipót esis localizar a los lideres.]
dl' un a com u nicación en dos tiempos. Si la pareja consejero-aco nsejado podía recon stituirse, yendo I
Como n ula su je to , en una muestra recogida al azar , no puede del acons ejado a su consejero, también era posible com enzar por
hablar s ino de sí mi sm o, en el es tudio de los com portam ien tos elec- el otro ex tremo, interrogando primero a una persona que pretendía '1
tora le s. real izado (' 11 1 9·~O. 10 '0 lid ere s de opi nió n debían design ar se ha ber ac tua do como consejero y luego ubi cando a la persona sobre
la que éste pre tendia haber influido. El segu ndo estudio trató de
a sí m ism os, P S deci r por sus prop ias resp ues tas a la s do s preg untas
en las que se los consulta ba si a veces daban co nsejos. En reali- proceder de esa manera, Como en el estudio de los com port am ien- "
ti
da d. se les pedía sim pleme nte a los enc ues tados e¡ue se dec la rara n tos elec tora les, se pidió a los en cuestados que se desi gnaran a si
a sí mi sm os líderes de opinión o no , Ad emá s de que esa técnica mism os com o líderes y se pidió a las pe rsonas que se cons ideraba n
de nu torlesi gnac ión es de validez dud osa, también impid e co m pa rar influyentes e¡ue indicara», llegado el caso, el nombre de ae¡uellos
a los líderes con sus respectivos partidari os y sólo autoriza una sobre los e¡ue habian ínfluído. Fue posibl e entonces no sólo estudiar
confrontación en tre líd eres y no líderes en ge ne ral. En otros t ér- la interacc ión en tre conse jero y aco nse jado, sino también con fron-
minos . los datos co ns isten sola men te e n dos ca tegorías t'stadís ticas : tar la a utori da d e¡ue pretendían poseer los su jetos con la que les
individuos que decl aran dar co nsejos e in d ividuo que dr-claran lo reconocían los que ellos decían haber influido. Los investiga-
cn n trm-io. Por cons igu ie nte, el in terés m ás m arcado quC' los lldoros dores es pe raban de es ta m anera co ntro lar esa t écnica de "auto-
ten lan P II la cl er r-i o n no prueba qu e In com un icnci ón vn)'a de lus designaci ón". Como lo temían los autores de The Peoplc's Choice,
individuos m ás int eresados a los indi viduos m e nos in tr-n-sa dos, \, 01 fu e l11U)' difícil preguntar a la s per son ns de quién tornaban co nse jos
qUí'o con todo rigor, podría oc ur rir in cl u so que los l idr-res sÓlo pa ra luego es tudia r la int eracción entre conse jeros y aconsejados.
ojr-rzen influencia ent re ellos mismos, mien tras los no lídí"res no Si, a causa de los problemas encontrados en el ca mpo, no se pu do
iJlIt'rt·"ndos se hall an completa mente fuera del ca mpo de in fl uen- in terrogar a todas la s personas a quienes los líd eres decían haber
cia . Sin embargo es Jl1 U Y grande la te n tación -y el es tudio, 01 influen ciado, y si, por cons ig uien te, fu c a m enudo necesario, en
pesar de m uch as precau cion os, ('(·de a ella- de pr esumir que los el transcu rso del a ná lisis, volv er a la s com pa rac iones globales
no lideres sigue n a los lid eres. [ .. . ] Los mi sm os a utores obse rva n entre líderes y no lideres --considerándose como más influyen-
que hubiera va lido m ás pregunta r a ra da uno de q uié n tomab a

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C., Passeron, J. C. (2002).La construcción del objeto. En El oficio del sociólogo (pp. 205-231). México: Siglo XXI.
Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor.
Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante.
228 EL OFICI O DE SOCIÓLOGO
LA CONST RU CC IÓN DE L OBJ ETO 229
le~ a los grupos qu e conta ba n Con una may or concentrac ión de
su jetos que se declaraban lid eres-, quedó demostrad o, por lo para cualq uier otro fen óm en o de di fusión: pa ra estudiarlo hav que
men os en prmcip io, que un m étodo que tome en cue nta la s rela - reconstru ir la propagación de un " rasgo" especí fico en el tiem po,
crones person ales es a la vez posible y fructífero. Est e interés por la difusión, al mismo tiempo qu e por el estudio de
Pero en el m om ento e? que resultó eviden te qu e ese obj etivo redes de comu nicac ión más com plejas, dio origen a un nuevo estu -
era ~cccs l h le, el objeti vo m ism o comen zó a tran sfonnarse. Se em - dio que se conc en tró en un "rasgo" especí fico, estudiando su difu-
pc zo a ~llcOJ~ tra r preferible tomar en cons idera. .ó n cade nas de sión en el tiempo y a través de la estruc tura socia l de toda una
in fluencia m as larga s que las implicad as en la sim ple pareja; y comunidad .
por tan to, a considera r a la- pareja conse jero-aconscjado com o una [Este tercer estudio, que an áliz aba, a partir de ín di ces obje-
componen te de un gru po socia l m ás es truc tura do. tiv os ( rele vamie nto de las receta s de los médicos seg ún li stas en
En prirnt'.r Jugar, ,los descubrimientos real iza dos a part ir del pod er de los farma céuticos), la rapidez de ad opción de un r em ed io
seg~JJ.ldo es tur..h ?, y m as ta~d.~ del tercero, rev elaron qu e e n sus nu evo por los m édi cos de una peque ña ciudad, situaba preci sa-
decisiones los lujeres de op n uo n, por propia confesión recib ieron m ente a los su jetos interrogados dentro de su red de rela ciones . . . ]
a sU,vez la in fJ~Jellcia de otras persona s, sugiriendo as í l~ e xiste nci a De una manera general y com pa rado con los estud ios prece-
de IIde;"s de lideres. Luego, re sultó claro que ser líder de opinión dentes, el estudio de la adopción de un m edi camento hizo de la
no pOO,l a considera rse un "ra sgo" psicológi co que ciertos individuos deci sión un fenómeno más obje tivo , a la vez psicol ógi co y 'socio-
poseorran )~ o tr~s no, au nq ue el es tudio de los eorn portam ien tos lógico. Ante todo , el que decide no es la única fuen te de informa-
electoral es implicara a menudo esa hipótesis. Pareció eviden te e n ción concernien te a su propia decisión . Datos objetivos provenien-
cam hio: que :1 1Í<~er de op in i ón es influ y ente en ciertos mome~tos te s de las recetas son utilizados conc urrentem en te. Luego, el papel
de la s diferentes influencias es evaluado no sólo a partir de la
y .ell c-ierto ám bito , porqu e es tá habilitado para serlo por otros
m iem br os de su gru po. La s . -zon es de la autoridad con feri da a recon strucción qu e ha ce de ellas el su jeto sino también a partir
CIertas personas deh ían bu scarse no sólo e n base a datos dem o- de correlaciones objetivas, las que autorizan concl usiones en cuanto
grá ficos (sta tus socia l. sexo, eda d, ete.) sino también a la estruc- a los ca na les por los que se transmite esa influencia. Por e jem plo,
los m édi cos qu e primero adoptaron el nuevo medicamento tenían 11
t ~ra y a ~ o s \'alor; s de los grupos a los que pe rte nec ían co nse jero
II
) aeo n,selado. A Sl,. ~~es, la sorprenden te promoción de jóvenes más oportun idades de participar en coloqu ios médicos especiali-
como lider es de O ~1I110~1 en grupos tradi cionales, cua ndo esos gru- zad os, lejos de su residencia, que los que lo adoptaron más tard e.
,1
po~ el1frer~ta~mn . ~1tUa ~lOlles nuevas creadas por la urbani zación y Del mi smo modo, se puede ded ucir el papel que desempeñan \ '1,'
la Jndust.nahzacJOn, solo puede com pren derse por un a referencia las relaciones sociales en la elabo rac ión de la decisión en u n m é-
a los anugu os y a los nuevos modelos de relaciones socia les den tro dico, no sólo de l testimonio del mi smo médico sino también de la
1,
del grupo y a los a n tiguos y a los nuevos modelo s de ac titud res- posición del médico en las redes interperson ales reveladas por la s
pecto al mundo exterior al grupo. respuestas a las preguntas sociom étri ca s: de es ta m anera, se puede
. Por ,otro lud?, al criticar el seg undo estudio, re sult ó cla ro qu e, clasif icar a los m édi cos según su grado de int egración a la corn u -
'sI SI" pod ía estucha r el peso de las diferen tes influen cias sobre las nid ad méd ica, o seg ú n su grad o de in fl uencia, medido p U l' el 01.'1-
deci siones individuales en .materia de moda, e l mé todo adoptado m ero de vec es qu e sus colegas los des ignan como am igos, como
no era a d('('u~do para estudia r la evolución de la moda en el grupo colabora dores de discu sión y como colegas de deliberación. Pu ed en,
- p.a ra segu u- la moda ce rno proceso de difusión- m ie ntra s no as í, clasificarse segú n su pert en en cia a talo cual red o a tal o cual
tuvIera ,c,n cuenta el con teni do de la decisión y e l factor temporal : camar illa , según la identidad de quien o quienes lo nombran . El
las decisiones de los "a ltera do res de moda" estudiadas en e l se. primer procedimiento permite ver si la rapidez de ad opción del me-
gu ndo estud io pod ían eq uilibrn rsc: la señora Y pod ía pa sar de la di camento está vincul ada a la influen cia de los m édi cos. El segu ndo
m oda B a la moda A, nuentras q ue la señora X pa saba de la moda procedimi ento permite aprender, por e jem plo, si la pertenen cia a
A a la B. Lo qu e es cier to en cua nto a la moda es válido también un mism o su bgru po implica una identidad en el modo de ut iliza-
ción de los medicamentos. Resulta a si posibl e con fron ta r el testi-

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C., Passeron, J. C. (2002).La construcción del objeto. En El oficio del sociólogo (pp. 205-231). México: Siglo XXI.
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Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad ~3 1
LA del estudiante.
C()~~T HUCC IÓN mcr. OOJETO

EL OFI CI O O E ~()ClÚI.Or.O
230 EIl {'<lela uno dI' los pstud io'. qw' 11I' nlO" nu a lizndo. pi prohle ma
metodológ ico ce n tra l fu e sa be r c ómo tomar en cueu tn las rola r iones
m on io l ~" l m édico sobre SUS propias de cisiones y ltl ~ inf h u-nrins que interpcrsonales, prpservDndo a l lu ismo tie mpo la oconomla y la
h a su frido, con pI regi stro IJÚt S ob jetivo de sus de cisiouos l,f l'cti,"ac:¡ fl'prl'''Plltuti\ ¡dad qu e otorga la muestra recogida a l il/.ar PI1 u n
y de la.. influencias a las que estuvo cxp.uesto. 11101I 1l' lItO dado dpl tiempo. La s re spuesta , a ese prohlema Fueron
Ob..e r ve mos 'l1l(', en este estudio, la s redes de relaciones socia - diver..a ... de sde un cuestionar:o que ppdia a los individuos ele la
le s Sp r-stabh-con ron anterioridad a la in troducción del nuevo m u r-ara que moncionnra n a aque lla s person as con la s que m a n -
m ec lil a men to, ya que las relaciones de a m istad o de cola borac i ón tie ne n relaciones de intera cción (o studio ini cial ) ha sta un estudio
prof.... iuna l. et r ., ' C rf'gi ~t rnll independientemente de toda df'cisión po r entrevistas que se romont aba de sde la s personas in flu idas
particul ur tom ada por el m édi co. El estudio se preocupn del papel hasta los sujetos que h ab ia n ejercido la infl uencia (s egu nJ o es-
que plH'df'lI d(' st'nlpeflar esos diferentes elementos de e structuras tu d io ) y Iinalmente a en trevistas que a bttrcaban a toda u n a
SO(·iOJJH"'tric." s en la tran smi sión de la inf luencia . Por ojomplo, se comunidnd ( tercer l . .. lud io) . Los es tudio.. fu turos se situar án pro-
PUf'e1.. eoll ' lllf' r a r que los elcmen toc de la es tr'uctu r a son "sr- nvihlev" bablemen te entre esos extremos. D<' todas mnuerns, pnra la
él la in trod urrió n del llu evo medicamento y de scribir el p roce so de
m a yoria de ellos, al pa recer, el principio central debt~r:1 ser
dif u - oón dt'l medicamento a medida que es acep tado por los in d i- construi r en torno a cada átom o in d ivid ual de la m uestrn rnol é-
vjduuc y los grupus de la r-o m u u idnd . Mientras qUf> el segu ndo culas m ás o m en os gra ndes.
e stud io - ólo podia a spi rar a t . • • rmiua r In r e la c i ón ca ra [1 ca ra ent re
dos individuos sobre qu ienes h ab ía in fluido e n una de cisi ón dada, ELI If U K ..\ T Z
el estudio de la di fusió n de u n m edi camento puede situa r esa
relación en tre la red de r elaciones e n las que está inmerso el "The Two-St ep Fl ow of Con lmunicatioll:
m édico. toda s la s cua les pued e n desem peñar un pa pel. an U p-to-Da te I\e port 0 11 a n H y pothesis" . 11 ,
l .. .] Esos ca m bios sucesivos en el m ét odo de investigación
perm it ieron llegar a resultad os que precisan y completa n la hipó- 1,:
tesis in icial , es ta blecie n do en part icular :
_ q ue la inf lu oncia personal desem pe ña u n pa pel m ay or que 111
la inílueu cin directa de los m edios de com u nicación de m asa ; por 111 1
ejC'm plo. la in teg ración de los m édicos a la com un ida d m édi ca
"
apa rcci an en el tercer estud io COll10 un factor muy im por ta n te , ¡1ji
_ q ue los gr u pos primarios presentan una gra n h om ogeuei - I
dad eu la <; opin iones;
_ q U l' e l papel de los m edi os de com u n icación de m asa no es .11
simp le. ya qu e pu ede ir desde la "información " hasta la " leg iti-
m a ri ón" ele la s opi niones;
_ que los lideres n o tien en u na a u torida d gloha l y válida
para todo s los ca m pos, sino que la a u toridad que se les reconoce
est ú limitada a cie rt os ca mpos dete r rn jnados;
_ que, por cOllsiguiente, n o presen tan ca rn r tr-risti rn s susta n-
cia lcs que los sepa raría n oc aquellos a q uieuos influyen , sino
qw' .' e di stinguen por las cua lidades que se les re conoce (co rn pe-
terura. et c. ) y por su posición social;
_ que los líderes de opinión están a la vez más expuestos a la
a cción de los medios de comunicación de masa r SOll m ás sensibles
a su influencia .]

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C., Passeron, J. C. (2002).La construcción del objeto. En El oficio del sociólogo (pp. 205-231). México: Siglo XXI.

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