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MARIA EMILIA AZAR DE SUAREZ HURTADO ( 1918-2009), nace y fallece en

Villa Dolores,Dpto. Valle Viejo de la Pcia de Catamarca.Maestra Normal


Nacional,desempe su profesin en zonas rurales donde sufri muchas veces
privaciones y carencias.
Nos dej una bella herencia de expresiones poticas de lenguaje sencillo y
transparente,donde el AMOR y no otro,es el gran tema de su creacin.Expresa lo
que siente y cmo lo siente,rompiendo prejuicios y tabes ancestrales vedados
para la mujer.
El amor en su poesa recorre todas sus dimensiones: fraternal,ertico, maternal,
por la naturaleza,por las cosas sencillas de la vida.
Ha publicado varios libros y una antologa postica. Su primera obra" Origen
lquido" (1942),"Retoo de Amor"( 1960),"La cuna en la rama" (1966),"Montemar"
(1977), "Senderos del corazn" (1997),"Y ella dice Malkela" (1981), "Tierra azul"
( 1992), "Antologa potica" (2006).
AUSENCIA
No me dobla el cansancio,
me dobla la tristeza.
Es como si tocara
con mi frente la tierra.
Ya han comenzado a irse.
Nos quedan los recuerdos y las fotografas.
Un hijo que est lejos nos divide la vida.
.......No hay distancia ms larga
que la ausencia de un hijo.
Y sin embargo lo aprieto entre los brazos
mientras rezo mirando el crucifijo.
Por cuntas madres yo tiemblo esta noche

y tambin por la ma.


(mam recin comprendo
tu soledad dolida)
Un rosario de lgrimas rezo por todas ellas.
No me dobla el cansancio
Me dobla la tristeza.
Yo que tena solamente primaveras !
..........
MADRE DE TU HIJO
Yo soy esa palabra
que pronuncias cuando amas.
Yo soy esa pequea migaja
de tu alma.
........Yo soy esa palabra de la siembra y la trilla.
Y me nombras slo para amarme.
y la tierra te escucha
y a lo largo del surco
la tarde se desnubla.

GENTE SENCILLA
Hay la gente sencilla !
Esa que ama las cosas pequeas de la vida:

un algarrobo aoso, un nido en el alero,


un ramo de claveles, una senda, un lucero.
Ellos lo saben todo.
Y saben que los quiero.

ENCUENTRO
Dormas en mi vida.
Como una dulce carga te acunaba.
Moldeando tus ojos,delineando tu boca,
sabiendo que me amabas.
En la quietud ingenua de esperarte
en el sueo,
te adoraba pequeo.

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