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Rev. de Psicol. Gra! y Ablc., 1990, 43 (3), 319-326 POLIDIPSIA INDUCIDA POR PROGRAMA: I. DEFINICION Y MARCO CONCEPTUAL R, PELLON Universidad’ Nacional de Eoticacisn a Distancia (NED) Introduccién Cuando tanto la comida como el agua se encuen- tran disponibles libremente, fas ratas alternan entre ‘comer y beber hasta que se Sacian (p. e),, McFar- land y Lloyd, 1973), bebiendo normalmente en pro- ximidad de las horas de comida, tanto antes como despues de las mismas (0... Kissileff, 1969). Sin embargo, y @ Pesar de que la privacién de comida frecuentemente produce una menor necesidad fisio- dgica de agua, es decir, hipodipsia: reduccién pau- latina, aunque ciertamente rapid, en el nivel de in- gestion de liquido (p. ej, Bolles, 1961), la ad- ‘ministraci6n intermitente de pequenas cantidades de comida a ratas hambrientas produce, siempre y cuando tengan agua constantemente disponible, olidipsia, es decir, ingestion de cantidades excesi- vas de agua durante [a sesion experimental. En 1961, Jatin L. Falk fue el primero en demostrar que ‘cada una de sus ratas, a pesar de no estar privadas, de agua, eran capaces de consumir en total prodi- giosas cantidades de agua concurrentemente con Su ejecucién en un programa simple de reforzamien- to intermitente, gracias al cual las respuestas de Presionar una palanca eran reforzadas con comida a Intervalos variables de 1 minuto. Este patron de ‘conducta ha sido denominado Polidipsia Inducida por Programa (SIP, del inglés Schedule-induced Polydipsia), y se caracteriza porque tipicamente las ratas beben una pequefia cantidad de agua inmedia- tamente después de la consumicién de cada bolita de comida. Por ejemplo, en la figura # se recoge un representativo registro acumutativo de la SIP gene- ada por la presentacién intermitente de una bolita de comida (pellet de comida) a intervaios tem- orales fiios de 1 minuto (programa de Tiempo-Fijo ‘-minuto). En dicha figura, no solo se puede apre- iar la tipica localizacion post-pellet de la polidpsia, sino también su duracion mas o merios constante a lo largo de cada uno de ios 60 intervalos en que se divigid Ia sesion experimental. Sin embargo, no ha sido tanto la localizacién tern- poral de la polidiosia lo que ha sorprendido a la co- munidad cientifca, sino que lo extrafio resulté sera ccantidad total acumulada de liquido a lo fargo de toda la sesion experimental (p.¢)., 28 mi en la rata representada en a figura 1). En el experimento orig- nal de Faik (1961) y durante 3,17 horas de sesiones diarias, las ratas consumieron alrededor de 92 ml de ‘agua, aproximadamente 3,43 veces su consumo normal diario y cerca de la mitad de su peso en ‘agua. A pesar de la gran cantidad de trabajos expe- rimentales acumulados durante estos uitimos 20 afios y revisados en Fak (1977), Roper (1983), 313 200: Numero de respuestas 8 — aed ° 10 20 30 40 50 60 Duracién de la sesién (minutos) Figura 1. Registro acumulativo que representa, en una rata de uno de los experimentos de Pein (1987), el patrén caracteristico de la poldipsia inducida por la presentacion intermitente de boltas de comida a intervalas temporaies fos de ‘un minuto (programa de Tiempo-Fijo 1-minuto). Las respuestas fueron lametones al pitoro de una batet que contenia agua Y que estaba situada fuera de la caja experimental. Cada respuesta hace moverse la plumila verticalmente una determinada distancia desde su posicién inci. a figura se aprecia cémo las respuestas se van acumulando a lo ancho del papel el ele {de ordenadas), siondo el largo del mismo (el ele de abscisas), el tiempo transcurrigo. La administracién dela comida se indica porque la plumila retorna al origen dol eje de ‘Yambién porque como resultado se van produciendo pequerias ‘marcas diagonales a fo largo del eje de abscisas, ‘Staddon (197) y Wetherington (1982), la polidipsia es todavia un gran rom as para la moderna psicologia del aprendizaje animal. Constituye una notable excepcién a la regla general de que la con- ducta est determinada por sus consecuencias, ues ni parece estar al servicio de algun mecanismo regulatorio de ingestion de liquidos (p. ¢., la SIP se desarrolla a pesar de la dilucién de los fluidos del ‘cuerpo y la sobrehidratacién de los tejidos. —Strio- ker y Adair, 1966—), ni es dicha conducta fécilmen- te conceptualizable como respondente u operante (ver Wetherington, 1982, para una reviskin), no ex tiendo ninguna venteja evidente para el organismo en conducirse de esa manera y aparentando opo- nerse tanto a las explicaciones convencionales fisio- \égicas (p.¢}.. respuesta homeostatica a la presen- cia de una bolita de comida seca en la boca: Stein, 1964) como Gonductuales (p. e)., concicionamiento supersticioso: Ciark, 1962). Generalizacién de la demostracién original Como ya hemos sefialado, la polidipsia inducida fue en primer lugar demostrada por Falk (1961) en ratas albinas de laboratorio que eran reforzadas con co- ‘mida de acuerdo a un programa de Intervalo- Variable 1-minuto, Desde entonces, muchos invest gadores dedicaron gran parte de sus trabajos expe- rimentales @ comprobar y extender la posible gene- ralidad de dicho fenémeno. Ast, en los primeros afios se fue acumulando un considerable numero de resultados en toro a cuatro puntos fundamentales: 314 la generalidad de la conducta inducida, la general dad del programa inductor, la generalidad de! even- to inductor y la generalidad ao ‘argo de las diferen- tes especies animales. Para los propésitos explicati- vos que aqui se pretenden, esta tematica va a estar dividida en dos subapartados, uno dedicado a la ge- neralidad de la SIP y otro a la generalidad del fend- ‘meno de la induccién. 1. Generalidad de la polidipsia inducida por programa En lineas generales, y desde el principio, podemos afirmar que la polidipsia inducida por programa no se ha visto limitada a las condiciones experimenta- les del trabejo original de Falk (1961), sino que se ha podido también demostrar con programas de refor- zarriento diferentes, con otto tipo de refuerzos. y ef tuna amplia variedad de especies animales. No obs- tante, consideraremos cada uno de estos tres pun- tos independientemente. Programas de reforzamiento La polidipsia se ha podido obtener en una arnplia va- riedad de programas de reforzamiento, incluyendo ‘aquellos donde la liberacion del refuetzo es periédi- a (p. 6). Intervalo Fijo, IF) 0 aperiédica (p.¢)..Inter- valo Variable, 1V), e incluso donde no se requiere tuna respuesta operante explicita para obtener la co- mia (p. ej. Tiempo Fijo, TF, 0 Tiempo Variable, TV), habiéndose sugerido que es la intermitencia produ- cida por tales programas, més que la contingencia de la respuesta operante, lo que quizé sea estricta- ‘mente necesario para el desarrollo y el mantenimien- to de fa SIP (p. ¢),, Hawkins, Schrot, Githens y Eve- rett, 1972; Reynerse, 1966; Schaeffer, Diehl y Salz- berg, 1966). Es mds, dicha conclusién se ha visto fortalecida al haberse comprobado, entre otras:co- as, que las ratas sdlo beben después de la lbera- cién del ultimo pellet de comida cuando se dispen- san varlos de ellos consecutivamente por cada re- forzamienta en un programa de IF (Keehn, 1970) y ms tarde en el intervalo cuanto més largo sea ol TF (Roselini y Burdette, 1980; Segal, Oden y Deadwy- ler, 1965). Estos resultados, en conjunto con otras que analizeremos en Pelion (1990a) y que demues- tran cémo la duracién del Intervalo Entre-Pellets es tuna de las variables més determinantes en el desa- rrolo de la SIP (p. ¢, Falk, 1968; Flory, 1971), indi- ‘can que ia focalizacién temporal y la cantidad de po- lidipsia se relacionan directamente con la duracién del intervalo Entre-Refuerzos. Asi, la pausa post- pellet incrementa casi ineaimente ‘con la duracion del intervalo, y la tasa local de respuesta tiende a decrementar en funcién de la mayor duracién del in- alo. El primer resultado, dicho sea de paso, es similar ‘al frecuentemente obtenido en condiciona- miento operante, donde las pausas post-eforza- miento mas duraderas aparecen cuando mayores son os requisitos temporales en los programas de Sefialar también que se han encontrado tasas re- lativamente altas de SIP al acumular la cantidad de agua ingerida después de cada respuesta en pro- gramas de Reforzamiento Diferéncial do Balas ta- sas de respuesta, ADB (Segal y Holloway, 1963), y después de cada refuerzo en programas de Razén Fija, RF, que requieran entre 40 y 80 respuestas, aunque menos si dicho requisito se reduce por de- bajo de las 20 respuestas (Burks, 1970; Carlisle, 1971). Tipos de refuerzo Diferentes resultados experimentales han demostra- ‘do que cuando se sustituyen las bolitas normales de ‘comida por oto tipo de refuerzos, la Cantidad total de agua consumida generalmente, y a pesar de dis- mminuir sustanciamente, es suficientemente elevada ‘como para caracterizarse de SIP. En particular, se Puede Inducir polidipsia en sujetos humanos concu- Frentemente a su ejecucién de tirar de una cuerda ara obtener monedas (Kachanott, Leveille, McLe- lland y Wayner, 1973), y también Se puede inducir polidipsia en ratas abinas cuando el refuerzo por presionar una palanca es la estimulaciin eléctrioa del érea hipotalémica lateral (Atrens, 1973) 0 la esti- mulacién eléctrica del area predptica lateral (Cantor y Wilson, 1978) (ver, sin embargo, Cohen y Mendel- ‘son, 1974; Ramer y Wilkie, 1977). Es mas, y como se trataré en profundidad en Pelién (1990a), algunas variaciones en la cualdad o e! tipo de alimento pre~ sentado como refuerzo son asimismo capaces de ‘sustentar un elevado nivel de pokdipsia (Falk, 1967). Liegado a este punto debe haverse notar que, has- ta lo aqui expuesto, hemos utlizado la denomina- cién genérica de refuerzo para referinos a todo tipo de evento estmular que presentado intermtente- mente es capaz de reproducir fidedignamente SIP. Técricamente, sin embargo, programas como los de TF y TV no son programas de reforzamiento ‘operante sino programas de condicionamiento clési- Co, donde ios «refuerzos» se presentan indepen- dientemente de la conducta. Por consiguiente, a partir de ahora reservaremos el término refuerzo Para referimos s6lo a los eventos que siguen la oon- ducta operante, y utiizaremos otras denominacio- nes mas especiticas referidas al propio evento in- ductor cuando los programas no sean estrictamente de condicionamiento operante. Especies animales La polidipsia, finalmente, tambign ha sido amplia- ‘mente documentada en varios roedores de iabore- torio diferentes de fa rata blanca (ratones: p. 6), Pal- fai, Kutscher y Symons, 1971; cobayas: Porter, So- zet y Moeschi, 1977; gerbillos mongoles: p. e)., Por- ter y Bryant, 1978b) y también en otras especies animales como las palomas (p. 6. Shanab y Peter- son, 1969. Ver, sin embargo, Yobum y Cohen, 19792), diferentes tipos de monos (rhesus: p.¢), Allen y Kenshalo, 1976; ardila: Barrett, Stanley y Weinberg, 1978) y macacos (Java: Allen y Kenshalo, 1978), e incluso en seres humanos (p. ¢., Kachanoft et al., 1973). Sin embargo, hay que mencionar tam- bién que no en todos los roedores se ha demostra- do fehacientemente SIP, particularmente dificil ha sido en hamsters dorados (Wilson y Spencer, 1975) y muy controvertida en su posible generalidad a roe- ores que no viven en cautividad (ratas: McCaffrey, Pavik, Hoppmann y Allen, 1980; ratones: Symons y Sprott, 1976; y otros roedores como el Degu: Fis- cher y'Porter, 1979). 2. Generalidad de! fenémeno de la induccién ‘Ademas de la polidipsia, podemos decir que en prin- cipio, y durante estos afios, otras conductas muy d- ferentes topogréficamente entre si han sido descri- ‘tas como inducidas (ver, sin embargo, para una dis- ccusion més a fonda el apartado 3 de este articulo), y de las que destaca fundamentamente el Ataque in- ‘ducido por Programa (SIA, del ingiés Schedule- Induced Attack: Looney y Cohen, 1982, para una re- visién). En programas de reforzamiento con comi- da, palomas de muy diferentes razas, White Car- eaux, White King, Silver King, Nun, e incluso palo- ‘mas comunes, domésticas y salvajes como la Co- Jumba Livia, no sélo atacarén a otro congénere, a un modelo disecado, a su reflejo en un eshejo, e incl 80 a una diaposiiva coloreada de otra paloma, sino también a la presentacién de un objeto inanimado o ‘a miembros de otras especies animales (p. ., Az~ 315 fin, Hutchinson y Hake, 1966; Cherek y Pickens, 41970, Cohen y Looney, 1973; Flory, 19688; Flory ¥ Elis, 1973; Looney y Cohen, 1974; Yobum y Gahen, 19790); habiéndose demostrado en programas de IF (Richards y Rilling, 1972), IV (Dove, Rashotte y Katz, 1974), TF (Flory, 1969a), RDB (Knutson y Kleinknecht, 1970), RF (Gentry, 1968) y en los com- ponentes de EXTincidn, EXT, de algunos programas muitiples (Azrin et al., 1966). En el caso de los pro gramas de RF se ha podido comprobar, de forma semejante a la SIP, que el ataque casi se limita ex: clusivamente a la pausa post-reforzamiento de RF relativamente larges, p. ¢., RF66 0 RF100, cuando fe presenten en programas multiples como AFES RF2 (Cole y Litchfield, 1969) 0 AF100 RF25 (p. 6, Flory, 1969b), y también que con este tipo de pro- gramas se puede apreciar un inctemento considera- Bie en el numero de ataques a medida que se hace mayor ol requisito de la razén, pero no cuando dicho requisito se ve reducido progreslvamente (p. ¢j., ‘Cherek y Pickens, 1970). De la misma manera que con palomas, se puede inducir ataque en monos ar- dila @ una manguera de goma durante componen- tes de EXT, o en programas de IF (DeWeese, 1977) FF (Hutchinson, Azrin y Hunt, 1968); y con ratas, 2 pesar de ia gran Varabiidad enistente depancien: do de la edad, el sexo y la raza de las ratas utilza- das, 5e puede inducir agresin a otro animal en pro- activities: Their causation, biological significance, origin and emancipation during evolution, Quarterly Journal of Biology, 27, 1-32. Urich, R. E., y Craine, W. H. (1964): Behavior: Persistence ‘of shock:induced aggression, Science, 143, 971-973. Vilareal, J. (1967): Schedule-induced pica, Ponencia pre- ‘sentada en la Eastern Psychological Association, Bos- ton, MA, abril 1967. Wallace, M.G., y Oei, T. P.S. (1981): Differences in sche- ‘dule-induced behavior as a function of reinforcer in hu- ‘mans, Physiology and Behavior, 27, 1027-1030. ‘Wallace, M.G.; Samson, A. y Singer, G. 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