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SECCION IX SISTEMA ENDOCRINO 1 c APiTULO Sistema endocrino CONCEPTOS GENERALES HIPOFISIS GLANDULA PINEAL GLANDULA TIROIDES CONCEPTOS GENERALES EI buen funcionamiento del organismo requiere la ade- ‘cuada integraci6n de la funcién de los diferentes tejidos y ‘rganos que lo consticuyen. Esto implica que estos dife- rentes componentes estén perfectamente comunicados y coordinados entre sf, funciones de las que se encargan principalmente el sistema nervioso auténomo y el sistema ‘endocrino. El sistema endocrino esté formado por el con- junto de glindulas y células endocrinas del organismo productoras de hormonas. Las hormonas son mediadores ‘quimicos que, generalmente, se vierten ala circulacién, y, por tanto, pueden ejercer sus efectos a distancia de su fuente de produccién. En comparacién con el sistema ner- vioso, se puede decir que las hormonas producen efectos is generalizados aunque especificos y de duracién més mantenida, Por consiguiente, la accién del sistema endo- crino es, en general, més lenta y estable, aunque en situa- ciones particulares, las acciones de ambos sistemas, endo- crino y nervioso, pueden ser muy semejantes. Las principales glindulas endocrinas, son: la hip6fi- sis, la epifisis o glindula pineal, el tiroides, as parati- roides y las suprarrenales. Ademés de estas glindulas con entidad anatémica propia, hay tejido endocrino distribui- do de forma difusa por todo el organismo sin constiuir agrupaciones glandulares de entidad propia, pero represen- tando un componente no despreciable del sistema endocri- no. En muchas ocasiones, estas células endocrinas difusas constituyen un componente minimo de ottos érganos, GLANDULAS PARATIROIDES GLANDULAS SUPRARRENALES ‘SISTEMA ENDOCRINO DIFUSO como por ejemplo, las células endocrinas del pulmén o de los rifiones, las edlulas interstciales de los testiculos o las cdlulas foliculares, lo que permice distinguir dentro del te- jido endocrino dos componentes, el sistema endocrino propiamente dicho, que incluye las glindulas enumeradas antcriormente y cl sistema endocrino difuso. Las glndulas endocrinas carecen de conducto excretor, hecho que las diferencia de las glindulas de secreciéin ex- tema. Como se ha comentad, el producto de su secre- cién, las hormonas, es vertido directamente a la circula- cién. Por ello, las ghindulas endocrinas también se denominan glindulas de secrecién interna. Estas glin- dulas se encuentran distribuidas por todo el organismo. La hipéfisis y la epifisis se encuentran en el interior del craneo, el tiroides y las paratioides en el cuello,y las su- prarrenales en el abdomen. En este capitulo describiremos la anatomia de estas ghindulas siguiendo un orden marcado por su posicién craneal-caudal denero del organismo. Se describiré tam- bién brevemente el sistema endocrino difuso. Conviene recordar aqui, que tanto el testiculo como el ovario, pre- sentan un componente muy importante de glindula de secrecién interna, pero no se expondrin en este capitulo por haber sido ya descritos con el aparato reproducto. Evolucion Conceptualmente, la existencia del sistema endoctino propiamence dicho implica multicelularidad, pero la co- 562 Seccién IX. Sistema endocrine ‘municacién intercelular mediante mediadores quimicos esuna adquisicidn evoluciva muy temprana, ancerior alos ‘organismos multicelulares. Hay muchos niveles de comur nicacién quimica; la comunicacién entre procaritas, res- pondiendo a una variedad de sefiaes del medio, puede considerarse de las mas simples, mientras que la regula- cién endocrina en los organismos mulicelates require pprocesos mucho mis complejos. El hecho constatado de ue la comunicacién quimica entre los organismos unice- Talares simples y la comunicacién interna en los organis- ‘mos multicelulares comparte no s6lo moléculas mediado- tas, sino también mecanismos funcionales revela un corigen evolutivo comiin. Fs ficil aceptar que la aparicién de fos organismos multicelulares implicé la diferencia- cin y especializacin de sistemas de seializacion encarga- ddos de transportary regular la comunicaciin quimica, las rmoléculassefializadoras, desde unos compartimentos del lorganismo a ottos Por otra part, es interesante resatar que la semejanza inherente de los mecanismos implicados en las interaccio- nes entte mediador quimico (birregulader) y su receptor en los sistemas glandular y nervioso se interpreta, am- bién, como reveladora de un origen comin a partir del sistema feromonal (sistema exoctino primario) de los or- ganismos unicelulars. Hipotslamo—] Lamina terminal — Quiasma Hipotisis ‘Seno estenoidal ‘Tubéreulo~ mamilar Figura 14-1. Seccién sagital del sistema nervioso por la reg} Uubicacidn de la hipofisis y de la pineal HIPOFISIS La hipéfisis es un pequefio ovoide que cue tun tallo de la base del encefalo. Recibe tambi de glindula pituitaria o pi Esca glindula es de vital importancia ya que controla la funcién de varios érganos endocrinos. Su parte anterior produce seis hormonas encargadas de regular el crecimiento yel desarrollo, asi como la funcién del troides, dela corteza suprarrenal, de las gdnadas y de las mamas. La parte poste- sior dela glindula regula la osmolaridad del medio ceular mediante el nombre Situacion Se encuentra alojada en la fosa hipofisaria(silla tarca) de la cara superior del cuerpo del esfenoides (Fig. 14-1). S localiza, por tanto, en la fosa craneal media, conectada * Ambosemins f5) Este imo tri derivads del piego hips (le bye = dejo dente dal cerebro se expos pol maiz «ters de a iia, Tercer ventriculo Esplenio = del cuerpo calloso Pineal |— coticulo superior Pedinculo cerebral Tienda del cerebelo Cerebelo | Cuarto ventriculo Protuberancia ones i Capitulo 14 Sistema endocrino 563 mediante un tallo superior con el centro del rombo hipo- télamico (parte del diencefalo que asoma a la base del en- céfalo), del cual parece colgar. La mayor parte de esta lindula esté contenida en un estuche osteofibroso deno- minado celda hipofisaria (Fig. 14-2), de donde s6lo so- bresale hacia arriba la parte més craneal dela glindula que la conecta con el hipotélamo (véase mas adelante). La par- te dsea de la celda es la fosa hipofisaria, la cual forma sus paredes anterior, inferior y posterior. Las paredes laterales Y superior de la celda hipofisaria son fibrosas, formadas por tabiques de duramadre. El tabique que forma la pared superior o techo es el diafragma de la silla, que es una limina horizontal extendida entre los bordes anteriores y posteriores de la fosa hipofisaria con una perforacién cen- tral por la que pasa el tallo de conexién con el hipotélamo. En esta celda, y principalmente por su parte inferior, la ‘glindula se encuentra rodeada por un seno venoso. Relaciones A través de las paredes de la celda hipofisara, la hipéfisis se relaciona con los elementos que la rodean (Fig. 14-1) Hacia arriba, através del diafragma de la silla, se elaciona con a cara inferior del cerebro correspondiente al quiasma ‘Sptico, por delante, y los cuerpos mamilares por detris Diafragma dela Lobulo ‘anterior Espacio fibroso. perihipofisario Hacia atris se relaciona con la protuberancia del tronco del encéfalo a nivel de la terminacién del tronco basilar. Lateralmente, se relaciona con el contenido de los senos cavernosos a través de su pared medial. Finalmente, por delante y por debajo de la celda hipofisaria se encuentra cl seno esfenoidal, que separa la gléndula del trasfondo de las fosas nasales y de la cavidad faringea, respectivamente. Conocizndo la loclzacin anatémica de la hipdsi- sis en su celday sus rlaciones, es fil comprender ‘que [a lesin que curse con aumento de ema dela ‘lindula pueda product ateacionesvsules (com presién del quiasma éptico) sindsomes del seno ca ‘ernos0 0 dolor de cabera. As mismo, permite tm bién comprender que la via de acceso quinirgico preferido para su exirpacisn sea tanssfenoidal. Me- dliant la microcrugistranscsenoidal se puede actuar sobre a hip6fsis acediendo a lla dade ls fosas na- sales a eaves del seno esenoidal Forma La hipéfisis tiene forma ovoidea con didmetro mayor transversal (las dimensiones aproximadas en el adulto son Infundibulo Porcién tuberal Seno coronario \Venas perihipofisarias Lobulo posterior Porcidn intermedia Silla ture | izquierda de ta hipofisis en la sillaturca. 564 Seccién IX Sistema endocrine 12: mm en sentido transversal, 8 mm en sentido vertical y 5 mm en sentido anteroposterior). “Tanto desde el punto de vista anatémico como fisiolé- gico, pueden distinguirse dos partes o ldbulos en la hipdfi- sis denominadas Iébulo posterior o nervioso y lébulo anterior o glandular (Fig, 14-2). Estos dos componentes son claramente diferenciables, incluso a simple vista, por su diferente coloracién, ya que la parte anterior es més rojiza por estar més vascularizada. El lébulo posterior es redondeado y se prolonga hacia arriba por na parte estrechada, el infundibulo (‘allo hi- ‘pofisario),y més cranealmente mediante una porcién més ensanchada, la eminencia media, que se continia con el tuber cinerewm del hipotilamo. Esta parte de la glindula deriva embriol6gicamente del diencéfalo y por ello recibe el nombre de neurohip6fisis. El lobulo anterior es més grande y rodea, aunque no completamente, el Idbulo posterior. Por ser un derivado del ectodermo del estomodeo (boca embrionaria) recibe el nombre de adenohipéfisis. Una prolongacién craneal del lobulo anterior, que rodea el infundibulo y la eminen- cia media, se denomina porcién tuberal. En la parte mis posterior del lébulo anterior suelen encontrarse unas pe- quefias cavidades, normalmente muy poco desarrolladas en el ser humano, que representan un resto embriolégico Niicleo paraventricular Nucleo supraéptico Quiasma Porcion tuberal Vaso porta hipofisaro Adenohip6fisis: Porcn intermedia Figura 14.3. Esquoma de los tractos neurohipofisarios. de la bola de Rarhke y reciben el nombre de porcién in- termedia, La bolsa de Rathke es una evaginacién del ectodermo Adel techo del estomodeo que forma la adenohipofis Se puede por tanto, considerar la hip6fisis formada por dos componentes, la neurohipéfisis y la adenohipofsis. La neurohip6fisis comprende el ldbulo posterior de la glin- dla, el tallo hipofisario y la eminencia media. La adeno- hipéfisis comprende el ldbulo anterior de la glindula, la poreién tuberal y la porcién incermedia. Estructura Neurohipofisis Embrioldgicamence, se forma como un crecimiento cau- dal del diencéfalo ventral, por lo que contiene los axones procedentes, principalmente, de dos micleos hipotalémi- cos: el micleo supradptico y el paraventricular. Estos axo- nes forman el tracto supraopticohipofisario (haz hipota- Lamico-hipoftsario neurosecretr), que discurtea lo largo del infundibulo y cuyas terminaciones dilatadas se encuentran [Nucleos del tuber A. hipofisaria superior Plexo primario Infundibulo Nourohipéfisis, Capitar Capitulo 14 Sistema endocrine 565 preferentemente en el l6bulo posterior (Fig, 14-3). Algu- nos de los axones que discurren por el infundtbulo proce- den de los niicleos tuberalesy terminan en el plexo prima- rio, donde drenan su secrecién para regular la funcién de Ja adenohip6fisis. La vasopresina (hormona antidiurética, ADH 0 también arginina vasopresina, AVP) y la oxitocina son sintetizadas en los somas neuronales de los nticleos supradptico y paraventricular del hipotdlamo. Los grénu- los de secreecién son transportados a través de los axones sin mielinizar hasta su terminacién en el lébulo posterior, donde son liberados a la circulacién en los abundantes capi- lares que rodean las terminaciones axonales. La neurohipé- fisiscontiene ademés células gliales de soporte denomina- das pituicitos. En la mayoria del encéfalo, los capilares participan en la formacién de la barrera hematoencefilica; sin embargo, en la neurohipéfisis los capilares son simila- res a los capilares de las glindulas endocrinas, ya que son fenestrados facilitando, por tanto la difusién de los pro- ductos secretados a la circulacién. Adenohipofisis Esti formada por células epitliales de forma variable or- denadas en cordones o foliculos y rodeadas de miltiples sinusoides. Las células epiceliales sintetizan las hormonas ‘adenohipofisariasy cn elas se dstinguen cinco tipos celu- lares diferentes, cada uno de ellos especializado en la pro- de una hormona particular (Fig, 14-4). La identi- de los distintos tipos celulares fue una ardua tarea que, inicialmente, se bas6 en la diferente afinidad por dis- tintos colorantes. Las células se clasificaron en eromifilas 0 eroméfobas segtin su afinidad por los colorantes y en acidéfilas o basdfilas atendiendo al pH del colorante. Las ‘élulas acidéfilas, cambién denominadas eélulas , com- prenden las productoras de somatotropina u hormona del Célula geidotila Celula basofila. Capilar Figura 14-4. Microfotogratia de la adenohipofisis. Tricrd- ico de Masson. crecimiento (GH, del inglés growth hormone) y las pro- ductoras de prolactina (PRL) 0 mamotropas. Las eélulas baséfilas, también denominadas células f, comprenden las células secretoras de corticorrpinao tirotropina (ACTH, del inglés adrenacortiotropin hormone) de la hormona esti- ‘mulante del tiroides (TSH, del inglés tiroid stimulating hormone) y de gonadotropinas (FSH del inglés follicle st- ‘mulating hormone, y LH, del inglés luteinizing hormone). Recientemente, el desarrollo de anticuerpos especificos y cl refinamiento de las técnicas de inmunocitoquimica han permitido establecer una correlacién precisa entre cada ‘ipo celular y la hormona particular que produce. Actual- mente, se acepta que las eélulas croméfobas serian pre- ceursores de estos tipos celulares, asi como células ya dife- renciadas pero en perfodos de descanso. La adenohip6fiss secreta las hormonas de una forma ppulséil. Cada hormona de la adenohipéfisis se produce bajo el estimulo de hormonas hiporalimicas que son ‘ransportadas hasta la eminencia media y luego liberadas ala ciculacién portal hipofsaria para legata la adeno- hipstiss. Las hormonas hipotalémicas se unen a recep- tores de alta afinidad que presentan en su membrana las ‘élulas de la adenohip6fisis, Las élulas de la adenohipé- fisis estén tambin reguladas por las hormonas secreta- das por sus 6rganos efecrores. De esta manera, as sefales procedentes del cerebro y de la periferia se integran re- gulando la funcién hipofisaria y manteniendo un estado endocrino normal Las alteraciones de la hipdfsis pueden ser espectfi- «as o gencralizadas, es decir, afectan a todas 0 espect- ficamente a algunas de las funciones hipofisarias. Por cjemplo, la acromegalia se produce por un exceso de hhormona del crecimiento, generalmente causado por tun crecimiento de fa adenohip6fsis. Si ocurre antes dela pubertad, puede causar gigantismo, En a acro- _megalia, el crecimiento excesivo comicnza en las par- tes distales de las extremidades (manos y pies) y progresivamente, va alcanzando otras partes del ‘cuetpo. El crecimiento de los huesos y estruccuras bandas de la cara provoca que las facciones se vuel- La fila de concentraciones adecuadas de hormona del crecimiento ocasiona el enanismo hipofisario, Se produce un retraso del crecimiento que origina tlla baja y aplanamienco de la curva de crecimiento. Ac- ‘ualmente el tratamiento susttutivo con hormona del crecimiento puede ser muy eficaz Vascularizacion ‘Arterias. Son las arcerias hipofisarias superior e infer que proceden de la arteria carétida interna (Fig, 14-5). La arteria hipofisaria superior se origina de la carétida interna cuando ésta abandona el seno eavernoso. Es fre- 566 Seccién IX Sistema endocrine Quiasma A hipofisaria ‘superior Plexo secundario Vena perihipofisatia Tubéreulo mamilar Plexo primario Vasos porta higofisarios A. hipofisaria inferior Vena pethipofisaria Figura 14-5. Esquema de la vascularizacién do la hipofisis con el sistema porta hipofisario. ccuente que surgan varias arterias hipofisarias superiores a cada lado. Desde su origen, se dirigen hacia el tao hipofi- sario, por encima de la celda hipofisaria, buscando sus ho- _mélogas contralaterales, con las que se anastomosan en un plexo capilar que rodea la eminencia media. De este plexo superficial surgen ramas que penetran en la eminencia media y en el infundibulo formando una red capilar 0 plexo primario. Los capilares de este plexo primario con- fluyen y dan lugar a los vasos porta hipofisarios, que se dirigen al lébulo anterior al cual ierigan, y en el que se ramifican en un denso lecho capilar sinusoidal denomina- do plexo secundario. Por tanto, elriego vascular que reci- be la adenohip6fisis proviene del plexo capilar primario del infundibulo y de la eminencia media. En el plexo pri- mario drenan su secrecién los axones procedentes de los riicleos tuberales del hipotslamo, que, a través del sistema de vasos porta, llega al Iébulo anterior. La secrecién de estos axones hipotalimicos incluye factores liberadores inhibidores de las secrecién de la adenohip6fisisy ésta es la forma en que el hipotdlamo ejerce su control sobre la ‘gkindula. Este sistema circulatorio de la hip6fiss es andlo- {0 al del higado y recibe el nombre de circulacién portal hipofisaria. La arteria hipofisaria inferior se origina en el trayecto cavernoso de la carétida interna. Perfora la pared medial del seno cavernoso y penetra en la celda hipofisaria anasto- mosindose con su homéloga contralateral para ierigar ef lobulo posterior. Los sistemas arteriales dependientes de las arterias hipofisarias superior e inferior se comunican centre siy estin también en conexién con la redes vascula- res hipotakimicas. Venas. El drenaje venoso se realiza por las venas perihi- pofisarias que a través del seno intervenoso, situado en el dlafiagma de la sill, drenan en el seno cavernoso (Fig, 14-2), GLANDULA PINEAL La glindula pineal” cs una pequefia glindula situada en la parce cencral del encéfalo, Recibe también el nombre de epifisis del cerebro. Durance bastante tiempo se ha des- El eérmino pineal deriva della pinea = pi. El sof fancés Descartes defentor del dalsmo ment ala) y cuerpo (mates), sft: [s quels glindula pineal ea el lugar deinteracedn entre esas dos reaida- des Ides absolutamente eres ydsparstada ala uz de nuestos eno- ‘imientos actales, pero intuiin genial de un gran pensdor. La unidad ‘de a conscencia del sujet exigla una estructura nica impar para poder llevar a cabo la interccis curiosament, I glindula pineal ela Siics estructura impr del exer, Capitulo 14 Sistema endocrino 567 preciado la funcidn de la glindula pineal en los mamiferos al considerarse que sufrfa una importante atrofia desde el principio de la juventud, Actualmente, se ha demostrado ‘que desempefia un papel importante en el control de los riemos circadianos. Forma y situacion (Figs. 14-1;14-6) Presenta una forma piriforme de base anterior. Su color es gris rojizo y su longicud aproximada, de 8 mm. Ocupa la depresién marcada entre los colfculos superiores por debajo del esplenio del cuerpo calloso, del que esta sepa- rada por la tela coroidea del tercer ventriculo y por la ‘gran vena cerebral. Esté unida al techo del tercer ven- triculo por un tallo corto y hueco de tejido no nervioso. La cavidad del tallo se denomina receso pineal del tercer ventriculo, En el labio dorsal de este receso se encuentra Ja comisura habenular, yen el labio ventral la comisura posterior. Estructura (Fig. 14-6) La estructura de la glindula pineal se corresponde con la de un érgano neurosecretor. En el ser humano la glindula catece de fibras nerviosaseferentes, lo que permite descar- tar otra funcién que no sea la secretora. Consta de cordo- nes y foliculos de células epiteliales denominadas pinealo- citos y células intersticiales neurogliales, rodeadas de capilares fenestrados. Los pinealocitos secretan la hormo- nna melatonina. La glindula esté rodeada de una cépsula Comisurs habenular Capsule fibrosa Trabéculas pineales Labia Receso ventral pineal Fo Comisura’ —epiteiales aren Ganglio cervical ‘superior Figura 14-6, Ropresentacion esquemética de la organiza ign estructural de la gléndula pineal. fibrosa que emite tabiques hacia el interior del parénqui- ma glandular dividiéndolo en lobulillos. ‘A partir de la segunda década de vida, as oélulas glia- les de la ghindula pineal acumulan un material calcifica- do denominado arenilla cerebral, hecho que no se ha escrito en otras especies. Estas calcificaciones permi- ten identificar ficilmente la glindula en las radiografias yssirven para valorar si una lesién cerebral provoca des- plazamiento de estructuras segin varie 0 no la glindula pineal de su posicién central. La arenilla cerebral que aumenta con la edad, se interpret6 erréneamente como reflejo de la atrofia de esta glindula desde una edad temprana. En peces, anfibios y reptiles la glindula pineal es un receptor lumminico que recibe informacién sensorial, lo {que leha valido el nombre de stercer ojos. En los mamife- ros esta funcién se ha perdido y, actualmente, se acepta {que ha glinduala pineal es una glindula endocrina con gran importancia reguladora. La secrocién de melatonina de- ppende de la luz ambiental, y aumenta en la oscuridad. La ‘concentracién de melatonina en sangre varia ao largo del dia, en relacién con el ciclo luz-oscuridad, por lo que se ‘considera que puede actuar como un oscildor circadiano ‘endégeno. Se ha demostrado que la melatonina puede influir en procesos importantes como el suefio o la tem- Peracura corporal, especialmente en los procesos relacio- rnados con el ciclo cireadiano. Es interesante destacar {que el uso de anticuerpos muy especificos ha permitido descubrir célulassecretoras de melatonina en otras zonas ‘corporal, Vascularizacion Arterias. Las arterias pineales son ramas de las arterias coroideas posteromediales, ramas a su ver de las arerias cerebrales posteriores. Como corresponde a una glindula de secrecién interna, la glindula pineal presenta una rica irvigacion. ‘Venas. Numerosas venas pineales drenan en las venas cerebral internas y en la gran vena cerebral Inervacion La inervacién es simpética noradrenérgica. Las tnicas afe- rencias que recibe la glindula son fibras posganglionares periarteriales procedentes del ganglio cervical superior (Fig. 14-6 y 19-5). Las neuronas preganglionares del ni- cleo simpatico medular estén reguladas por impulsos des- cendentes procedentes, algunos de ellos, del mticleo supra- quiasmético del hipotilamo. FI niicleo supraquiasmético recibe conexiones de la retina a través del tracto retinohi potalimico, que lleva informacién luminica no visual. Esta es la ruta a través de la cual la luz exterior regula la actividad de la glindula pineal. 56B_Seccién IX Sistema endocrino GLANDULA TIROIDES Es una glindula impar situada en el trcio inferior del eue- Io que rodea el eje visceral aéreo-digestivo. Es uno de los Las pratiroides x descubvieron a consecuencia de os graves ignos clinicos que aparecian tat la extispacin radical de a glindula trons [La climinacén de las paratiroidesprovocaba una hipcalceria que cau- saba espinmos musculars trai de tejido paratiroideo en el mediastino anterior. En casos de hiperfuncién paratiroidea que requieren extitpacion de las glindulas, la presencia de tejido ectopico puede ser la ‘causa del fracaso del tratamiento. El hiperparatiroidismo primario se caraceriza por una produccién elevada de PTH con origen en las paratiroides. Fue descrito por primera vez por von Recklinghausen como osteltis fibrosa quistica. Las ‘concentraciones elevadas de PTH en suero causan hi- percalcemia ehiperfosatemia, y pérdida de hueso cor- tical. Si hay una falta de produccién de PTH, se pro- duce un hipoparatiroidismo, que se acomparia de hipocalcemia. La hipocalcemia se manifista por iri- tabilidad neuromuscular, parestesis peribucales y te- ‘ania espéntaneao latente. La causa mis frecuente de hipocalcemia es el hipoparatitoidismo posquinirgico, que puede aparecer tras la extipacién dela paratroi- des subsecuente a titoidectomia radical, dsecciones de cucllo por tumores olesén inadvertda quirirgica del riego paratroideo. Estructura (Fig. 14-10) El componente fundamental del tejido paratiroideo son Jas eélulas principales. Estas células, de naturaleza epite- lial, son las productoras de la PTH, principal regulador de la concentracién de calcio en la sangre. Las eélulas princi- pales se organizan en trabéculas que estén inmersas en un rico lecho capilar. La superficie externa de las paratiroides esti envuclta por una fina cipsula de tejido conjuntivo y, generalmente, dentro de la cépsula tiroidea. Paratiroides Trabsculas de esis principales Foliculos tiroideos Capsule Figura 14-10. Microfotografia de la glindula paratiroides. Corte semifino, Capitulo 14 Sistema endocrine 573 Entremencladas con las eflulas principales hay un pe- {quefio porcentaje de células oxifilas. Aunque se ha pen- sado que se trata de oélulas en reposo o precursoras de las ‘Elulas principales, a realidad es que no se conoce Ia fun- cidn de estas élulas VascularizaciOn (Fig. 14-8) Proporcionalmente a su tamafio, las gkindulas paratroides reciben un importante riego arterial. Cada paratiroidestie- ne un ramo arterial propio, ls superiores dela artera tiroi- dea superior y las inferiores de la arteria tiroidea inferior de su lado, Las venas son tributarias de ls venas tiroideas co- rrespondientes, y los linfiticos acompafan a las venas. , GLANDULAS SUPRARRENALES Son unas glindulas endocrinas situadas en relacién con el polo superior de los rifiones. Reciben también el nombre de cdpsulas suprarrenaleso de glindulas adrenales. Cada ‘gkindula suprarrenal comprende en realidad dos glindulas endoerinas funcionalmente distintas, la corteza y la mé- ula, pero que estin englobadas en una cépsula tinica. La cortera y la médula suprarrenal tienen también un origen diferente; mientras que la corteza deriva de céhulas meso- ddérmicas que se unen a la cavidad cel6mica delimitando la cesta urogenital, la médula suprarrenal deriva de oélulas de la cresta neural que, posteriormente, invaden la corteza suprarrenal. La corteza suprarrenal sintetiza tres tipos de hormonas, csteroideas; que son glucocorticoides (cortisol), mineralocor- sicoides(aldesterona) y andrSgenos (dehidroepiandrostero- na). La secrecién de estas hormonas esté bajo el control de 1a ACTH producida en el Idbulo anterior de la hipéfisis y «s indispensable para la vida. La médula suprarrenal fun- ciona en intima asociacién con el sistema nervioso simpé- tico y es una fuente importante de catecolaminas (adrenali- na y noradrenalina). SituaciOn (véase Fig. 10-1) Las glindulas suprarrenales se encuentran en el espacio retroperitoneal, donde ocupan la parte posterosuperior del abdomen en intima relacién con el polo superior y la parte suprahiliar del borde medial de los rfiones. Gene- zalmente, la glindula derecha se sitia mas baja y un poco més lateral que la izquierda ocupando el Angulo entre el rifién y la vena cava inferior. La glindula izquierda se aplica al borde medial del rifién por encima del hilio. Las ghindulas suprarrenales estén incluidas en la fascia renal ys por tanto, estén rodeadas de la grasa peritrenal pero cestin separadas del rifiin por una limina de tejido con- juntivo (Fig, 10-4). Forma Las suprarrenales tienen una forma piramidal, con dimen- siones aproximadas de 2-3 cm de anchura, 4-6 cm de lon- gitud y 1 em de grosor. En el lado derecho, la forma de la glindula se aproxima a la de un tetraedro, mientras que en cl lado izquierdo es més semilunar. En la superficie glan- dular se observan numerosos surcos, que le confieren un aspecto arrugado. En cada glindula suprarrenal pueden distinguirse tres caras, anterior, posterior y renal. La cara anterior ests también inclinada lateralmente y en ella se distingue un surco, marcado por la emergencia de la vena central, que se denomina hilio de a glindula. La cara pos- terior, inclinada medialmente, corresponde al diafragma. La cara renal es céneava debido a que se aplica sobre el rinén, Relaciones (véase espacio Retroperitoneal) Cambios con la edad Hacia la mitad de la gestaci6n, el tamafio de la glindula suprarrenal supera al del rifién. En el recién nacido son también proporcionalmente mucho mas grandes que en el adulto, ya que su tamafo es sélo ligeramente inferior al aque alcanzan en el sujeto adulto. Variaciones Con cierta frecuencia se encuentra tejido suprarrenal en ‘otras localizaciones formando glindulas suprarrenales ac- cesorias. Se denominan suprarrenales accsorias verdaderas cuando contienen tanto tejido cortical como medular. En general, los crecimientos ect6picos contienen solamente te- jido cortical, salvo cuando estan situados medialmente a la ¢gkindula principal. Los sitios en los que puede aparecer tejido ectépico son muy variados; se han descrito en el hilio del bazo, en el plexo celfaco, en relacién o dentro de los ovarios, o de los ligamentos anchos, en el escroto, en el hhigado y en las paredes de la vesicula Estructura (Figs. 14-11, 14-12 y 14-13) Encl parénquima de la glindula se distingue una parte ex- tema de color amarillento correspondiente ala corteza su- prartenal y que contrasta con otra parte interna rojiza, co- respondiente a la médula. La corteza representa la mayor parte de la glindula (aproximadamente el 90%), y el com- ponente medular queda reducido a tinicamente un 10%. La corteza suprarrenal esti formada por tejido epite- lial que, atendiendo a su disposicin, contiene tres capas 574 Seccién IX Sistema endocrino Figura 14-11, Representacién esquemética de una seccién frontal de la glandula suprarrenal (Fig, 14-12). La capa mds externa se denomina capa glo- merular por la disposici6n anidada de los cordones epite- liales. En la capa media o capa fascicular las célulasepite- Tiales se agrupan en cordones radiales. La capa mas interna © capa reticular se caracteriza por la agrupacién irregular de cordones epiteliales entre sinusoides fenestrados. Las zonas estructurales de la corteza suprarrenal se correspon den con los lugares de secrecién de diferentes esteroides, En la zona glomerular se produce el mineral corticoide aldosterona, mientras que en la zona fasciculada y, en m nor medida, en la zona reticular se sintetiza el glucocort code cortiol. La debidroepiandrosterona se produce en la zona fascicular y es sulfatada en la zona reticular. La médula suprarrenal esti formada por eélulas cro- ‘afines pertenecientes a sistema APUD, capaces de sin- tetizarcatecolaminasy de almacenarlas (Fig 14-13). En el cadiver es dificil de estudiar porque se degrada répida- mente después de la muerte. En realidad, las células de la médula suprarrenal son segundas neuronas del sistema nervioso simpatico, que en lugar de lberar su neurotrans- misor en la sinapsis, lo hacen a la circulacién. Cada glindula esté envuelta en una fina capa de rejido conjuntivo areolar laxo y, més externamente, en una grue- sa cipsula fibrosa dependiente dela fascia renal, como he- mos indicado ances. Vascularizacion ‘Arrerias (Figs. 15-40; 10-1). El riego arterial de las glin- renales depende de cres fuentes arteriales, la arceria frénica inferior, la aorta abdominal y la arteria re- nal. La arteria frénica inferior proporciona de una a tres arterias suprarrenales superiores que abordan la glindu- la por su polo superior. La arteria suprarrenal media se origina en la aorta abdominal y alcanza el borde medial de la glindula. Finalmente, de la arteria renal, o de una de sus amas, se desprende la arteria suprarrenal inferior. Microcirculacién. Todas estas arteias coneribuyen a la formacién de un pleco arteriolar subcapsular, de donde sur- ge un denso plexo de capilares radiales que atraviesa la cor- teza hacia la médula. En la capa reticular los vasos se anasto- mosan formando un rico plex sinusoidal alrededor de las células de esta 20na, el cual drena en venas que atraviesan la ‘médula hacia la vena central. La médula suprarrenal dispo- ne de un plexo sinusoidal propio formado a partir de arte- rias medulares que atraviesan la corteza sin vascularizarla, Venas. El plexo sinusoidal de la médula confluye forman- do la vena suprarrenal central (Fig, 10-1), que recoge casi la totaidad de la sangre venosa de la glindula y alora en el hilio glandular. La vena suprarrenal central derecha es mury corta y termina directamente en la vena cava inferior, en tanto que la vena suprarrenal izquierda es mds larga puesto ‘que desciende para desembocar en la vena renal izquierda, Inervacion La glindula suprarrenal recibe fibras nerviosas mediante cl plexo suprarrenal, cl cual acompafia alos vasos supra- glomerular fascicular Figura 14-12. Microfotografia de la glandula suprarrenal Triorémico de Masson. Capitulo 14 Sistema endocrino 575 Capa reticular Célula ‘cromatin Figura 14-13. Microfotografia de la médul ticular dela corteza de la glandula suprart fino. (Cortesia de los Drs. Lafarga y Berciano.) rrenales y procede del plexo celiaco (Fig. 19-6). A través de este plexo llegan tres tipos de fibras:fibras simpaticas posganglionares, fibras simpaticas preganglionares y fi- bras parasimpacicas. Las fibras simpsticas posgangliona- res inervan el plexo arterial subcapsular y controlan el flujo sanguineo; parece ser que regulan también la act dad secretora de la corteza suprartenal. Las fibras simpé- ticas preganglionares proceden de los nervios esplécnicos y llegan a la médula suprarrenal. Las células cromafines de la médula suprarrenal son en realidad neuronas pos- ganglionares transformadas que, bajo el estimulo simpéti- o, liberan catecolaminas al torrente sanguineo. Por ello, la médula suprartenal y el sistema nervioso simpitico ac- tuian como una unidad. Las fibras parasimpaticas proce- den del tronco vagal posterior y su accién no esté comple- tamente aclarada. Los glucocorticvides deben su nombre a su capacidad para elevar la concentracién de glucosa en sangre. El glucocorticoide mis abundance es el cortisol (0 hidrocor- song). El cortisol y otros glucocorticoides tienen un po- tente efecto antiinilamacorio y deprimen la respuesta in- ‘munitaria, por lo que se emplean mucho en terapéutica. Los mineralocorticoider deben s1 nombre a su capaci: dad para regular el mecabolismo mineral (sodio y pota- sio). El mineralocorticoide més importante es la aldos- tevona, que regula la reabsorcién de sodio en el rifién y controla la presién arterial. La corteza suprarrenal se- creta también precursores de los andrigenos como la testosterona. Esta fuente de andrégenos es despreciable ‘en el hombre adulto, pero es la mayor fuente de andré- ‘genos en Ja mujer. La disminucién de la funcién de la cortera supra renal origina la enfermedad de Addison, que puede deberse a destruccién o mal funcionamiento de la cor- tera suprartenal. Una produccién excesiva de hormo- nas de la corteza suprarrenal origina el sindrome de ‘Cushing, cuyo origen puede estar en el Iobulo ante- rior del pitutaria 0 en un tumor suprarrenal o tener tuna causa iatrogénica, La estimulacién de la médula suprarrenal ocurre ‘como respuesta al estés fsico 0 psiquico. El resultado cela liberacién de adrenalin y noradrenalina, con el aumento consiguiente del tono simpitico. SISTEMA ENDOCRINO DIFUSO Eseé representado por grupos celulares aisados que secre- tan hormonas sin estar restringidos a glindulas endocrinas especificas, sino diseminados ampliamente por el organis- mo. El concepto de sistema endocrino difuso surgié como consecuencia de una serie de estudios funcionales, ontoge- nicos y filogenéticos que demostraron caractersticas co- _munes en todas estas células capaces de secretar péptides hormonales en distintas localizaciones del organismo, per- mitiendo su integracién como una unidad. Se considera, por tanto, que el sistema endocrino difuso es un sistema global bien organizado cuya finalidad es regular y proteger alorganismo. Las céulas que integran este sistema presen- tan caracteristicas morfolégicas comunes tanto a nivel Sp- tico como ultrastructural. Inicialmente, recibieron el nombre de «células claras» por su aspecto en la microsco- pia éptica. Ulraestructuralmente, su principal caracteris- tica es la presencia de abundantes geémulos de secrecién. Bioquimicamente, la caracteristica principal de las célu- Jas del sistema endocrino difuso es su capacidad para pro- dlucir hormonas pepridicas y aminas bigenas. De esta pro- piedad particular suegié el acrénimo APUD (del inglés, ‘amine precursors uptake and decarboxylation) indicando la capacidad de estas elulas de captar y decarboxila precur- sores de aminas bidgenas. ‘Sc han descrivo aproximadamente 40 tipos celulares in- tegrados dentro del sistema APUD, que constituyen com- ponentes menores en otros érganos. Estudios recientes con anticuerpos muy especificos ha permitido descubrir hormonas como la serotanina o la melanina en el alveolar, en el rifién 0 en el pancreas. Entre estos tipos celulares pueden mencionarse los siguientes: eélulas de la médula suprartenal, eélulas endocrinas del tracto biliar,

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