La Señal Para Salir de Las Ciudades_maranata_ El Señor Viene!
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Título original
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"Por tanto, cuando veis en el lugar santo la abominacin desoladora de que habl el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estn en Judea, huyan a los montes." (Mat. 24: 15, 16). No est lejano el tiempo en que, como los primeros discpulos, seremos obligados a buscar refugio en lugares desolados y solitarios. As como el sitio de Jerusaln por los ejrcitos romanos fue la seal para que huyesen los cristianos de Judea, as la asuncin de poder por parte de esta nacin [los Estados Unidos], con el decreto que imponga el da de descanso papal, ser para nosotros una amonestacin. Entonces ser tiempo de abandonar las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en busca de hogares retrados en lugares apartados entre las montaas. (Nota: *JT2, 165, 166.) Durante aos me ha sido dada luz especial acerca de nuestro deber de no concentrar nuestra obra en las ciudades. El ruido y el bullicio que las llenan, las condiciones que en ellas crean los sindicatos y las huelgas, impedirn nuestra obra. Ciertos hombres tratan de lograr que los obreros de diferentes oficios se agremien. Tal no es el plan de Dios, sino el de una potencia que de ningn modo debemos reconocer. . . los malos se estn atando a s mismos en manojos, preparndose para ser quemados. (Nota: *JT3, 115.) Los gremios y las confederaciones del mundo son una trampa. Hermanos, no participis en ellos, y manteneos lejos de ellos. No tengis nada que ver con ellos. A causa de estos gremios y confederaciones, muy pronto ser muy difcil para nuestras instituciones llevar a cabo su obra en las ciudades. . . Educad a. . . nuestros hermanos para que salgan de las ciudades y vayan al campo, donde pueden obtener porciones pequeas de tierra y construir un hogar para ellos y sus hijos. . . Dentro de no mucho tiempo habr tal contienda y confusin en las ciudades, que los que deseen salir de ellas no podrn hacerlo. (Nota: *MS2, 162.) No debemos establecernos donde nos veamos obligados a entrar en relaciones estrechas con los que no honran a Dios. . . Pronto vendr una crisis relacionada con la observancia del domingo. . . Los partidarios del domingo se estn haciendo fuertes en sus falsas pretensiones, y esto significar opresin para los que estn resueltos a guardar el da de reposo de Jehov. . . Debemos tener cuidado de no ubicarnos donde sea difcil guardar el sbado para nosotros y nuestros hijos.179 (Nota: *CL, 20