Explot a 31 km sobre el Atlntico, cerca de la costa de Brasil, emitiendo una energa equivalente a 13.000 toneladas de TNT
El pasado 6 de febrero, una bola de fuego fue detectada cuando se
desintegraba en la atmsfera a unos 31 km sobre el Atlntico Sur, a unos 1.000 km de la costa brasilea. Podra haber pasado inadvertida si no fuera porque liber una energa de 13.000 toneladas de TNT, similar a la bomba de Hiroshima, convirtindose en el meteoro ms grande registrado desde que hace tres aos se produjera la explosin sobre la regin de Chelyabinsk (Rusia), cuya onda de choque provoc ms de un millar de heridos.
La Tierra est acostumbrada a encajar golpes. Desde sus orgenes, ha
recibido numerosos impactos. Uno de los que han tenido consecuencias ms terribles ocurri hace unos 65 millones de aos, cuando una roca de tan solo 10 km de longitud acab con los dinosaurios. Pero eventos as, por fortuna, solo se producen cada cien millones de aos. Sin embargo, objetos ms pequeos llegan a la atmsfera procedentes del espacio de una forma mucho ms frecuente. De la mayora ni nos enteramos, pero algunos, como el de Chelyabinks, dejan huella. Aunque 13.000 toneladas de TNT sean impresionantes, no son comparables a las 600.000 de la roca de Chelyabinks, unas 30 veces mayor, que rompi ventanas, derrib muros y envi a 1.200 personas al hospital. Eso s, si hubiera cado en terreno brasileo, podra haber causado considerables daos. El 75% de los grandes asteroides, aquellos de ms de un kilmetro capaces de causar una catstrofe planetaria, estn localizados y ninguno de ellos tiene una rbita peligrosa. Los que no se conocen son lo suficientemente grandes como para ser detectados si intentan acercarse. Sin embargo, los ms pequeos son difciles de descubrir y aparecen por sorpresa. Una roca de tan slo 7 metros de ancho con una densidad media puede provocar una explosin de 4.000 toneladas de TNT en la atmsfera. Por este motivo, los investigadores se esfuerzan en reforzar la deteccin y advierten de la necesidad de desarrollar medidas de prevencin.