Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
I
MARÍA, LA MADRE DE DIOS
1
encarnación del Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo es en el seno de
María Virgen”3, y es más esta afirmación de fe fue asumida en el concilio
de Constantinopla I para darle el valor divino al Espíritu Santo.
2
vida de la Sma. Virgen estaba, desde su inicio, bajo la fuerte
influencia del Espíritu de Dios. La Virgen es la Madre de Dios
porque desde el primer momento de su existencia fue “sagrario
del Espíritu Santo”5. Pero su gran encuentro con el Espíritu fue la
Anunciación del ángel que culminó con la encarnación. Allí María
tuvo su primer Pentecostés: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lc 1, 35). El
Espíritu Santo quiere actuar junto con la Virgen. ¿Y para qué?
Quiere unirse y atarse a María para que de Ella nazca Jesucristo, el
Hijo de Dios. Y quiere que la Sma. Virgen diga su Sí totalmente
voluntario y libre, para entregarse al Espíritu de Dios, para
convertirse en Madre de Dios.
5
http://www.catholic-church.org/iglesia/maria/textos/970528.htm
6
Ídem., pág.244
3
encarnación se vuelve Hijo perfecto de Dios. La perfecta filiación
del Logos requería, según Hipólito, dos cosas: la filiación divina
según el Espíritu y la humana según la carne. La Virgen no
perfecciona al Logos, por hacerlo Hijo, sino por manifestarlo en su
identidad de Hijo: “Sin carne (áaocpKcx;) y en sí mismo, el Logos
no era Hijo perfecto, siendo como era Logos perfecto en cuanto
Unigénito; ni la carne en sí misma sin Logos podía subsistir, por
tener en el Logos la subsistencia. Así pues, se ha manifestado un
único perfecto Hijo de Dios”7. Hipólito sitúa a María en el misterio
de la encarnación del Verbo. Este se encarna para asumir en sí al
hombre caído en el mal y reintegrarlo. Los Padres del siglo II
entendían la maternidad de María como el medio que Dios escogió
para abajarse hasta nosotros, para su kénosis. Las palabras
«condescendencia» (katábasis) y kénosis explicaban esta acción
de Dios. María aportó los medios necesarios para esta katábasis y
kénosis. Jesús recibió de ella la forma de siervo. La significancia de
María reside no tanto en su ser cuanto en su implicación en la
plenitud de los tiempos, en la historia de la redención.
7
Hipólito, Contra Noetum, 15,7
8
González, Carlos Ignacio, pág. 287
4
verdad revelada por Dios, no es fiel en su respuesta a la palabra
de Él”.
9
Ibíd., pág. 288
5
ser presentada María como modelo de la monja, del monje, en quienes
se da la virginidad sin maternidad o paternidad.
10
García, José, pág. 227
11
Hipólito, Traditio Apostólica
6
confesaba a Cristo «nacido del Espíritu Santo y de la virgen
María».
12
García, José, pág. 233
7
2.2. Virginidad perpetua de María
CONCLUSIÓN
8
Además es me ha parecido prudente y oportuno topar este tema
frente a todos los problemas actuales que nos acaecen dentro de
nuestra realidad humana y espiritual, el ejemplo de María nos debe dar
ánimos y energías para que nosotros podamos aceptar al igual que ella
la misión que nos encomiende nuestro Padre Dios, el cual siempre nos
llama para que le ayudemos en la construcción de este Reino
inaugurado por su Hijo Jesús y que María también acogió ese mensaje de
Dios y que ella también es ahora parte de ese Reino glorioso.
BIBLIOGRAFÍA
Apuntes de Clase
Carol, J.B., Mariología, B.A.C., Madrid, 1964
García, José, Mariología, B.A.C., Madrid, 1995
González, Carlos Ignacio, María, Evangelizada y Evangelizadora,
CELAM, Bogotá, 1994
Hipólito, Contra Noetum y Traditio Apostólica
http://www.catholic-church.org/iglesia/maria/textos/970528.htm
http://www.corazones.org/articulos/mother_adela/espiritu_maria.htm