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Profesor: Salvador Escobar Villanueva
Alumna: Claudia Elizabeth Orozco Galindo
Seminario de Tesis
16 de diciembre 2009
“CULTURA DE LA SEXUALIDAD EN SOCIEDAD MEXIQUENSE”
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Existen graves consecuencias del desconocimiento del significado profundo de la
sexualidad en nuestra sociedad mexicana. Gran parte de este desconocimiento se atribuye
a los medios por los cuales se nos informa sobre el tema. La información sexual es en su
mayoría incompleta, puesto que se enfoca a sólo la genitalidad. Y así tenemos que al
hablar de sexualidad sólo se hace referencia a la manera en que jóvenes y adolescentes la
ejercen; puesto que es en esta etapa de la vida cuando está el despertar sexual (lo que NO
implica que sea hasta este punto que la “sexualidad” influya en nuestras vidas).
OBJETIVOS
El hablar de educación sexual es muy amplio, casi interminable, como es toda
ciencia concerniente al estudio de la persona humana. Este trabajo tiene el objetivo de
presentar la sociedad Mexiquense actual inmersa en una cultura sexual degradada; para
así fundamentar la existencia de un organismo que combata integralmente esta
problemática, atacándola desde sus raíces, más que en sus consecuencias.
JUSTIFICACIÓN
Según el Consejo Nacional de Población, para el 2010 tendremos a más jóvenes
de entre 15 a 19 años en nuestro país. Siendo ellos ligeramente precedidos por los
preadolescentes de 10 a 14 años y los jóvenes adultos de 20 a 24 años.
Cuadro por grupo de
edad en años de la
CONAPO
Estimación 2010; México
http://www.salud.gob.m
x/unidades/dges/docum
entos.php?type=page&id
¿Qué significa esto?
Que en una primera fase, la población a la que hay que enfocarnos en
Datos estadísticos
obtenidos de la página
educación sexual es la joven (de 10 a 29 años), puesto que ellos son los
del Estado de México agentes que configuran y son determinados por una cultura de la
http://www.edomex.gob
.mx/portal/page/portal/c sexualidad.
oespo/variablessociode
En el Estado de México, hay 14, 837,208 de habitantes, 9 millones
mograficas/piramides_0
distribuidos de 0 a 44 años; 1, 425,024 entre 10 y 14 años, y 4 millones
entre 15 y 29 años.
La población joven es la más vulnerable en la cultura de la sexualidad actual.
“Resultados señalan que el 21% de los hombres de 13 a 19 años dijo que había tenido
relaciones sexuales, así como 5.5% de las mujeres de esas edades. De 13 a 14, 9.8% de los
hombres ya había tenido coitos y 2.9 de las mujeres. De 17 a 19, el 46.4% de los hombres
ya había iniciado su vida sexual y 15% de las mujeres”. (Menkes, 2008)
Se asocia la educación sexual con el hecho de prevención o salud sexual
reproductiva, cuando la sexualidad va mucho más allá de ello.
El problema radica en que no se tiene un concepto claro sobre lo que es la
sexualidad. Esto se puede ver claramente en las conclusiones que el II Encuentro Nacional
de la Red Juvenil presentó a la Secretaría de Educación Pública en el 2005: “La educación
sexual integral comprende cuatro factores: el carácter científico de la información que sea
capaz de generar habilidades de prevención en las y los jóvenes; la mención específica de
los derechos humanos y los derechos sexuales y reproductivos, ya que esto favorece la
construcción de la ciudadanía en los adolescentes; la perspectiva de género, que permitirá
identificar los mitos que giran en torno a cada sexo y desmentirlos, y en último lugar la
dimensión ética; es decir, la promoción de valores como la dignidad humana, la justicia y
el bien común. (Sánchez, 2005)
En esta definición de “educación sexual integral” sólo se está refiriendo a las
dimensiones física, social, genital y ética; dejando incompleto los subsistemas sexuales o
componentes de la sexualidad; a saber: reproductividad, género, erotismo y vínculos
afectivos. Y estas 4 características de la sexualidad afectan transversalmente a la
persona: “La significación sexual, entendida con amplitud, comprende entonces el
significado de la reproducción como posibilidad (reproductividad), de la experiencia de
pertenecer a uno de dos sexos (género), de la significación de la calidad placentera del
encuentro erótico y la significación de los vínculos efectivos interpersonales.” (Rubio
Aurioles, 1994)
El Doctor Eusebio Rubio, doctor en sexualidad humana de la Asociación Mexicana
para la Salud Sexual, A.C. lo dice claramente en su teoría del Modelo Holónico de la
Sexualidad: “cuando el abordaje educativo o terapéutico [y cualquier otro, como el de
salud sexual o el ético] ignora alguno de los holones, aumenta sus posibilidades de
ineficiencia.” (Rubio Aurioles, 1994)
Y éste es el punto neurálgico del visible fracaso de la educación sexual en
nuestros días. El gobierno, principalmente en sus Secretarías de Educación y de Salud, se
ha dedicado a INFORMAR sobre el tema desde una perspectiva trunca del concepto de la
sexualidad; ya que se cree que “se debe tener conciencia de que entre más sepan los
adolescentes de educación sexual mejor se van a proteger”. (Menkes, 2008)
De esta manera queda descontextualizado el concepto de la sexualidad. El
sistema educativo ha fracasado en lograr que la educación sexual sea significativa en la
vida de todos los discentes; se pretende que con mera información sobre el tema, los
conceptos queden insertos en las vidas de los jóvenes y entonces lleven a la práctica lo
que se les ha enseñado. Pero hay un gran abismo entre la información y la FORMACIÓN;
entre el saber y el entender e internalizar el conocimiento al respecto. La educación no
sólo se refiere a las habilidades cognitivas, sino también a las habilidades procedimentales
y a las afectivas. No sólo se trata de saber el grado de efectividad o cómo se utiliza tal o
cual método anticonceptivo (información que tampoco se preocupan por conocer y
entender del todo la mayoría de los jóvenes que los ocupan), sino también de valorar su
sexualidad como la manera en que se relacionan con ellos mismos y con los demás.
Y no está de más el aclarar que si se pretende una sociedad con relaciones
interpersonales sanas, a partir de una educación de la sexualidad genital nunca se
lograrán esos objetivos.
El 21 de agosto del 2008, el gobierno capitalino repartió
a jóvenes de 3° de secundaria la primera edición del libro “Tu
futuro en Libertad”1 [muy a pesar de que la Secretaría de
Educación Pública NO había revisado el contenido del libro, ni
aprobado su distribución, (Quadratín, 2008)].
El actual jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo
Ebrad, se dirige a los lectores de esta reciente publicación con la
siguiente presentación: “La forma en que nos relacionamos con
nuestro cuerpo, con nuestra sexualidad, como vivimos el amor y
el derecho al placer en nuestras relaciones afectivas, son
componentes esenciales de una educación integral y una mentalidad diferente” (Federal,
2008, pág. 6). En esta amena introducción, el gobernante hace referencia sólo a los
componentes erótico y vínculos afectivos. No es posible que se hable de una educación
1
Aunque nuestra población de estudio es la del Estado de México, se analizará este libro entregado en el
Distrito Federal como posible antecedente de una educación sexual en el Estado de México. Libro
disponible en: http://www.educacion.df.gob.mx/images/libros/tufuturoenlibertad.pdf
integral sin tomar en cuenta los otros dos componentes: género y reproductividad. Los
cuales se explicarán más a fondo en el marco teórico del presente trabajo.
Más adelante, en la introducción de esta publicación, el Dr. Axel Dridriksson
Takayangui, Secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal, comenta: “es
necesario establecer relaciones solidarias, democráticas, respetuosas e igualitarias: sobre
todo, cuando nos enamoramos y queremos vivir nuestro erotismo dando rienda suelta a
la imaginación, a la creatividad, con el propósito de lograr un desarrollo pleno como seres
humanos” (Federal, 2008, pág. 8). Una vez más, está claro que no se puede lograr un
desarrollo pleno del ser humano a partir del ejercicio de sólo un aspecto de la sexualidad
(a decir: el erotismo). Sólo en la medida que se tomen en cuenta los 4 componentes de la
sexualidad interrelacionados entre sí, es que se podrá hablar de una educación sexual
integral que busca del desarrollo de todas las potencialidades del ser humano.
El Dr. Dridriksson afirma que “para vivir en plenitud, son necesarias la integridad
y la responsabilidad (…) para lo cual es imperativo hablar de la homosexualidad, la
bisexualidad, la masturbación2” (Federal, 2008, pág. 9). Así mismo, afirma que “[hay que]
transformar la escuela (…) la ciudad, deshacernos del sistema de enseñanza y aprendizaje
que aún enseña y reproduce relaciones de desigualdad (…) para lograrlo, también se
deben reformar los programas y contenidos, los libros de texto y la pedagogía con la que
actualmente aprendemos. Pero para eso habrá tiemplo, te lo aseguramos” (Federal,
2008, pág. 9) Es claro que el gobierno tiene todo un plan para consolidar la cultura de la
sexualidad que hoy nos permea.
2
A la cual se le atribuyen grandes beneficios; por ejemplo, “aliviar el estrés, la tensión sexual, proporcionar
placer e intimidad antes de que la pareja esté lista para las relaciones sexuales, funcionar como una forma
de relaciones seguras o sin penetración, que reducen el riesgo de infecciones de transmisión sexual o
embarazos no deseados, proporcionar placer sexual a las personas que no tienen pareja, incluso a las
personas mayores, proporcionar una liberación de la energía sexual a las personas que desean abstenerse
del coito por embarazo, menstruación o enfermedad de la pareja, brindar a las personas la oportunidad de
aprender cómo desean ser tocadas o estimuladas, aliviar la tensión premenstrual de muchas mujeres,
inducir el sueño, fortalecer el tono muscular en la zona pélvica, aumentar la irrigación sanguínea en la región
genital, crear una sensación de bienestar, mejorar la autoestima, permitir mayores niveles de satisfacción
conyugal y sexual, servir como tratamiento par la disfunción sexual” (Federal, 2008, págs. 60,61) Muchos de
los cuales son consecuencias lógicas, mas no beneficios y otros son justificación errónea de una práctica
sexual trunca.
La educación es fundamental para el perfeccionamiento de las facultades
superiores humanas. Nuestra sexualidad, como dimensión que nos permea toda la
personalidad, bien merece ser educada. Es importante el tener en claro ambos
conceptos: educación y sexualidad, para poder conjuntarlos de tal manera que al
ejercerla, logremos (efectivamente) un desarrollo pleno del ser humano, y no sólo una
exaltación de ciertas dimensiones humanas.
El libro “Tu Futuro en Libertad” maneja un decálogo de su concepto de
educación, la cual debe ser “con equidad y sin exclusiones, como un derecho universal,
para la multi e interculturalidad, para fortalecer en vez de debilitar, actual, científica y
tecnológica, con igualdad” con el fin de “reduzca las desventajas de muchos grupos
sociales, las condiciones socioeconómicas o culturales desfavorables, de género, de etnia,
de edad, de discapacidad o de orientación sexual”. (Federal, 2008, pág. 15) El objetivo de
este libro es preciso: el establecer un paradigma de igualdad de género y todas las
prácticas que conlleva esta creencia [como por ejemplo, la denuncia de la homofobia
(Federal, 2008, pág. 57)]. De nueva cuenta, se está cayendo en un reduccionismo de los
componentes de la sexualidad, sólo se refieren al género.
La didáctica del libro va desde llevar a los jóvenes de preparatoria a un
acercamiento de sus cambios fisiológicos (que, por cierto, no tienen en esta edad, sino
desde mucho antes, en la pubertad) y luego a un proyecto de vida. Se afirma en la
publicación que “uno de los aspectos más importantes para hacer un proyecto de vida es
la vida sexual (…), la planeación sobre el tipo de pareja que seas, el momento para iniciar
tu vida sexual, las medidas preventivas que desees tomar para no contagiarte de una
infección o para evitar un embarazo temprano. También te ayuda a cuidar tu cuerpo, a
pensar en tomar decisiones adecuadas, a negociar con la pareja y a visualizar tu deseo de
tener o no, hijas o hijos en el futuro” (Federal, 2008, pág. 23) De nueva cuenta, se nota la
genitalización de la sexualidad; ya que los objetivos de una “vida sexual” se reflejan
solamente en el evitar contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS), embarazos “no
deseados”, anticoncepción, etc. Y cuando se habla de la necesidad de contacto relacional
de los jóvenes, se refieren a la “negociación para tomar decisiones adecuadas”.
Más adelante se habla de amistad y de noviazgo. Este último lo definen como:
“el vínculo que establece entre dos personas que se conocen, salen, se tratan e
intercambian sentimientos y caricias (…) Tener contactos corporales, salir, bailar y
divertirse es otra razón importante (…) el noviazgo entre jóvenes mayores puede ser
también una manera de tratar a alguien antes de establecer una relación de pareja
duradera”. (Federal, 2008, pág. 28) No cabe duda que los paradigmas que se están
tratando de imponer son los de la homosexualidad y los que van en contra del matrimonio
y la familia; éstos últimos son tomados en cuenta como valores del “siglo pasado”. Esto se
reafirma explícitamente en el capítulo 7, donde se habla de la diversidad sexual; donde se
exponen “7 tipos de género: heterosexuales, homosexuales, lesbianas, bisexuales,
trasvestis, transexuales, transgénero” (Federal, 2008, pág. 52).
Además el libro tiene diferenciaciones entre noviazgo ‐ “free” o ligue; noviazgo
con amor o con violencia. Habla de una violencia sexual – genital solamente; no se
adentra al tipo de violencia emocional o psicológica, aunque sí las menciona brevemente.
Al momento de contextualizar los valores que tiene una “buena relación”,
mencionan: “respeto, negociación, igualdad, equidad, justicia, co‐responsabildiad,
comportamiento sin amenazas, aceptación de diferencias” (Federal, 2008, pág. 40). En
este punto, se cuestiona el adjetivo “buena”, puesto que la línea de este libro es
totalmente no moralista, este adjetivo hace referencia inmediata a la moral; así es que tal
vez, el adjetivo que se debió de haber ocupado era: “sana relación”. En estos valores
citados al principio del párrafo, se refleja la finalidad de aceptación a la diversidad; sin
embargo, no se dirige en ningún momento al desarrollo pleno de la persona humana,
simple y sencillamente porque no se aborda el valor más importante: el amor.
En el capítulo 5, se habla de la autoestima y el autocuidado; este último hace
referencia solamente al cuidado de los órganos sexuales y a las prácticas reproductivas, en
ningún momento se hace referencia a un cuidado personal, social, o mental.
Y cuando se hace la distinción entre sexo y sexualidad, se dice que el primero se
refiere a la “genitalidad y la reproductividad y la segunda a las vinculaciones afectivas y
eróticas, el amor y la reproducción también” (Federal, 2008, pág. 59). Es sobre este
concepto que se basa toda la ideología del libro y por eso se está refiriendo únicamente a
ciertos aspectos de la sexualidad.
¿Los resultados que se obtienen? Una cultura sexual que:
1) Fomenta las relaciones sexuales – genitales entre personas cada vez más
jóvenes. A la pregunta “¿A qué edad inician relaciones sexuales las y los
jóvenes de México?” se responde “muy pocos de los mexicanos y mexicanas
tienen su primera relación sexual antes de los 15 años, y 1/3 se inicia entre los
16 y 19 años de edad; el resto, lo hace más tarde. Diversos factores explican
estas diferencias; en las áreas rurales el inicio es más temprano; entre
quienes tienen acceso a estudiar la prepa y la universidad, el inicio es
posterior” (Federal, 2008, pág. 62. 63).
2) Solapa el uso de alcohol y/o drogas en los jóvenes so razón de su placer
corporal.
3) Promueve el uso de anticonceptivos a los jóvenes como la única solución para
continuar “disfrutando” de su sexualidad SIN tener el “riesgo” de
embarazarse. Basta sólo con entender la definición con la que se refieren a
las palabras con comillas para entender una visión truncada de la sexualidad.
4) No informa completamente las contraindicaciones y efectos secundarios de la
pastilla de emergencia. (Desconocido, Catholic.net, 2009)
5) Adjudica la tasa alta de embarazos no deseados a la inconsistencia de
programas de educación sexual que “proporcionen información científica
necesaria para resolver interrogantes, formar criterios razonados, valores y
actitudes de aceptación de la sexualidad; (así como también) falta de
proporción de habilidades para vivir la sexualidad de manera responsable y
segura, libre de embarazos no deseados, del contagio de infecciones de
transmisión sexual, incluido VIH/SIDA, y libres de tabúes negativos, violencia o
coerción” (Federal, 2008, pág. 99). Dejando a un lado la educación de la
voluntad y el carácter, así como también el respeto al valor del cuerpo y de
las relaciones afectivas sanas entre jóvenes.
6) Sostiene que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) hasta la 12ª semana de
gestación NO es delito; y después de esto, se aplicará una sanción o castigo
(más no se dejará de practicar el aborto) (Federal, 2008, pág. 103).
7) Está basada en derechos que tienen fundamentos basados en el hedonismo y
el materialismo antes que el personalismo y el humanismo.
HIPÓTESIS
La hipótesis del presente trabajo cubre con las características de una hipótesis (a
saber: real, comprensible, precisa, posible, clara, verosímil, observable, medible,
relacionada con una técnica que la mida) (Sampieri Hernández, Metodología de la
Investigación, 2008, págs. 125,126). Y es clasificada como de investigación y de relación
causal bivariada (Sampieri Hernández, Metodología de la Investigación, 2008, pág. 133):
H1: La sociedad mexiquense está inmersa en una cultura sexual basada en la sexualidad
vista desde la genitalidad.
Variable dependiente: cultura sexual
Variable independiente: sexualidad vista desde la genitalidad
Se dice que la presente hipótesis es:
Real y posible porque se dirige a un sector de la población en específico; a saber,
los habitantes del Estado de México (casi 15 millones de personas).
Comprensible y precisa porque no usa términos que no se entiendan o no se
hayan ocupado con anterioridad en la justificación de este trabajo.
Observable y medible porque hará uso de una metodología de investigación
estadística para recolectar los datos que le darán sustento al presente trabajo.
MARCO TEÓRICO
La sexualidad es la dimensión humana que “abarca a toda la persona y va más
allá de las funciones genitales y la reproducción; es el modo de ser, pensar, actuar, sentir,
comportarse y amar como hombre y como mujer. Se hace y se es hombre o mujer en
todos los aspectos por toda la vida” (Ibáñez Lascurain, 2003, pág. 99).
Los componentes de la sexualidad son 4: género, reproductividad, vínculos
afectivos y erotismo (Rubio Aurioles, 1994).
El primer componente es el género, que se entiende como la “serie de
construcciones mentales respecto a la pertenencia o no del individuo a las categorías
dimórficas de los seres humanos: masculina y femenina, así como las características del
individuo que lo ubican en algún punto del rango de diferencias” (Rubio Aurioles, 1994)
Así, vivimos la sexualidad desde nuestro género humano: ser hombres o ser mujeres, no
hay más.
El segundo componente, la reproductividad, se refiere a la capacidad humana
para producir; pero no sólo de reproducirse, sino que la “reproductividad humana es un
holón3 sexual que tiene manifestaciones psicológicas y sociales de la mayor importancia y
no se limita al evento biológico de la concepción, embarazo y parto (…) hay
manifestaciones de nuestra reproductividad en hechos tan lejanos de la concepción como
el acto educativo mismo”. (Rubio Aurioles, 1994)
El tercer componente es el de los vínculos afectivos; es decir, "la capacidad de
sentir afectos intensos por otros, ante la disponibilidad o indisponibilidad de ese otro/a,
así como las construcciones mentales alrededor de los mismos, (es decir, la forma de
relacionarnos de vincularnos…) el amor es una forma ideal de vinculación” (Rubio
Aurioles, 1994).
Y por último el componente del erotismo: “los procesos humanos entorno al
apetito por la excitación sexual, la excitación misma y el orgasmo, sus resultantes en la
3
Holón es el elemento de una cadena; en la teoría sistémica, holón es un componente de algo mayor.
calidad placentera de esas vivencias humanas, así como las construcciones mentales
alrededor de estas experiencias” (Rubio Aurioles, 1994).
Retomando la hipótesis en cuestión acerca de la cultura de la sexualidad,
tenemos que cultura es “lo que los hombres (y mujeres) piensan, hablan y hacen de su
mundo” (Llano Cifuentes, 2000, pág. 61). Así, la “cultura de la sexualidad” se refiere a lo
que la persona hombre o mujer piensa, habla y hace a partir y con respecto a esta
dimensión humana.
De esta manera se presenta el siguiente modelo de culturas de la sexualidad.
COMPONENTES DE Género Reproductividad Vínculos Afectivos Erotismo
LA SEXUALIDAD
Género Cultura del respeto Medios Vinculación amorosa Cultura
a la diversidad alternativos de de las personas con pansexualista
fecundación diferentes
identidades sexuales
Reproductividad Medios alternativos Cultura de salud Concepto tradicional Placer sexual
de fecundación reproductiva de la sexualidad de uno y
(sometimiento, reproductividad
unión, procreación) de otra
Vínculos afectivos Vinculación Concepto Relaciones Máximo placer
amorosa de las tradicional de la ensimismadas o sexual con
personas con sexualidad posesivas, cualquier
diferentes (sometimiento, destructivas vínculo
identidades unión, amoroso
sexuales procreación)
Erotismo Cultura Placer sexual de Máximo placer Hedonismo,
pansexualista uno y sexual con cualquier materialismo,
reproductividad de vínculo amoroso individualismo
otra
Según la hipótesis del presente trabajo, la cultura de la sexualidad que se vive en
el Estado de México es la sombreada: cultura de respeto a la diversidad, de salud
reproductiva, de relaciones ensimismadas o posesivas y destructivas, de hedonismo,
materialismo e individualismo; es decir, una sexualidad vista desde la genitalidad.
Así tenemos que truncar la sexualidad a la mera genitalidad; es decir, la
fisionomía, la corporeidad, trae graves consecuencias tanto sociales, como educativas y
hasta económico y políticas: la apertura a la diversidad sexual, el reduccionismo de la
sexualidad a la prevención de salud sexual y reproductiva, relaciones inestables y
destructivas, decisiones que optan por el placer, la materia y el individuo antes que el
amor.
Y todas estas aseveraciones son afirmadas por datos duros. Hechos sobre el
paradigma de cultura sexual que México vive hoy en día:
Un nivel bajo de escolaridad femenino se asocia con un menor
conocimiento y uso de métodos anticonceptivos, una menor planeación de la
primera relación sexual y una edad más temprana en la iniciación sexual, lo que
hace que las adolecentes de estos grupos sociales sean más vulnerables al
embarazo y a las enfermedades de transmisión sexual. (Menkes Bancet, 2003)
Un poco más de la mitad de los jóvenes (55%) refieren que ya han
tenido relaciones sexuales, y su edad de inicio se encontró en el rango de 15 a 19
años. (Díaz Sánchez, 2008)
Un estudio realizado por la especialista entre niñas y jóvenes de 10 a
19 años de edad, arrojó que: (Montaño, 2009)
o actualmente las chicas mexiquenses de entre 17 y 19 años
registran el mayor índice de adolescentes embarazadas como resultado de
relaciones sexuales anticipadas, sin protección y mucho menos
información.
o Los resultados determinaron que a diferencia de lo que se
cree, 72% de las chicas que se embarazaron a edades tempranas provenían
de familias totalmente “funcionales” —esto es con recursos y padres
responsables—, mientras que sólo 5% realmente enfrentaba, al momento
de embarazarse, severas crisis de disfunción familiar, incluyendo violencia
doméstica en diferentes modalidades.
o Según el estudio realizado, 79% de las adolescentes
embarazadas tienen entre 17 y 19 años de edad, mientras que 20% tiene
entre 14 y 16 años. Así, las niñas que tienen su primero hijo de 13 años o
menos, representan alrededor del uno por ciento.
o El estudio reveló que de una muestra de 350 jóvenes
embarazadas, sólo 54% reportó haber llevado un control prenatal
completo; 79% presentó algún tipo de enfermedad como anemia e
infección genitourinaria y, 51% registró complicaciones como
preeclampsia, ruptura prematura de membranas, sangrados y amenaza de
aborto.
o De acuerdo a la funcionaria los municipios donde se registran
las tasas más altas de embarazos en adolescentes son en primer lugar
Ecatepec, seguido por Naucalpan, Toluca, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán.
o De acuerdo María del Carmen Juárez Toledano, del área de
psicología del Consejo Estatal de la Mujer, el problema del embarazo en
adolescentes impone grandes retos, pues a pesar de la enorme cantidad
de información disponible para prevenir un embarazo no deseado, las
jovencitas mexiquenses “simplemente se siguen embarazando”, lo que a la
larga tendrá implicaciones sociales inimaginables, tanto en la vida de sus
hijos como en la de ellas mismas.
La permanencia en la escuela, el acceso a la información y
educación sexual, las oportunidades y aspiraciones de vida y la existencia de redes
familiares y sociales de apoyo de las jóvenes, pueden influir en la frecuencia de los
embarazos durante la adolescencia. (Stern, 2004)
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSyN) 2006 reporta que
la tasa de embarazo en niñas y adolescentes de entre 12 a 19 años fue de 79 por
cada mil mujeres. En el informe se estima que 695 mil 100 adolescentes han
estado embarazadas alguna vez. (Desconocido, Guía juvenil)
El gobierno del Estado de México lanzó en 2009 un programa
llamado Compromiso con el futuro que trata de contribuir al cumplimiento del
derecho a la alimentación de las mujeres menores de 20 años, en estado de
gestación o madre de uno o más hijos, mediante la entrega de un paquete
nutricional, la orientación integral para la adecuada alimentación y la capacitación
para el empleo. (México, 2009)
Un estudio hecho en la Universidad de Guanajuato (Grosso
Espinoza, 2007), revela que:
o los métodos anticonceptivos más usados frecuentemente
son: coito interrumpido, abstinencia periódica, condón, espermicidas,
píldora, DIU.
o Aunque el 85% de los encuestados aseveran no utilizar
ningún método anticonceptivo; las razones: descuido, miedo o falta de
información, ignorancia o profecía autoconstruida basada en la fantasía de
no saber para que no suceda.
En relación con la anticoncepción, se ha encontrado que sólo poco
más de la mitad de los jóvenes mexicanos que tienen relaciones sexuales, usan
métodos anticonceptivos; siendo los más comunes el condón en los hombres
(42.2%); y para las mujeres el DIU (15.4%), el condón (11%) y la píldora (9.5%) (ENJ,
2000). Asimismo, se ha visto que la gran mayoría de los jóvenes mexicanos no
toman precauciones para prevenir el embarazo ni las ITS durante sus primeros
actos sexuales (ENSA, 2000; Villanueva, Campos, & Pérez‐Fajardo, 2001). Entre los
factores que favorecen el uso de anticoncepción durante la primera relación
sexual, se han identificado el género (los hombres los usan 4 veces más que las
mujeres) y la escolaridad, (a mayor escolaridad, mayor uso de anticoncepción)
(Gayet, Juárez, Pedrosa, & Magis, 2003; Santos et al., 2003) (Pick, 2006)
En 1999 se atendieron por aborto, oficialmente, a casi 154 mil
mujeres en todo el país; esto es, poco más de 421 mujeres diarias en promedio.
Para el Estado de México, esta cifra asciende a poco más de 15 mil, lo que hace un
promedio diario de casi 42 mujeres atendidas por aborto. Es de notar que en
Edomex ocurrieron 9.8 % de las atenciones por aborto en todo el país durante ese
año. (Modesto Mejía, 2003)
El número total estimado de abortos inducidos en 2006 fue de
875,000 y la tasa de abortos fue de 33 por 1000 mujeres entre 15 a 4 4años.
(Juárez, 2008)
De los 153 004 abortos legales que se practicaron en hospitales de
la capital del país en 2008, 16 mil 179 corresponden a Edomex y de ese total 14%
son de Ecatepec. (Desconocido, 2008)
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencia en Relaciones de
Noviazgo 2007 (IMJ, 2008):
o El 16.5% de las jóvenes señaló haber sufrido un evento de
violencia sexual con su pareja
o Hay menor violencia entre las y los jóvenes que no consumen
alcohol o cigarro y entre aquellos que lo hacen.
o La violencia cubierta bajo el “amor” resulta casi invisible
para el grueso de la población que mantiene una relación sentimental.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los
Hogares (ENDIREH) 2006 reportó que 18 por ciento de las mujeres casadas o en
unión libre de 15 años o más, han sufrido violencia sexual al menos en una
ocasión, por parte de sus parejas. Esta agresión se originó principalmente porque
se les exigió tener relaciones sexuales; para conseguirlo, fueron objeto de violencia
física o se les obligó a realizar actividades sexuales desagradables. (Desconocido,
Estado de México, 2009)
En México se han acumulado 110 mil 339 casos de SIDA, desde 1983
hasta el 2006. La tasa de mortalidad causada por SIDA observada entre la
población de 25 a 44 años en el año 2006 es de 16.3 para los hombres y 3.2 en las
mujeres. En el año 2006 se registraron en el país 4 mil 949 defunciones causadas
por SIDA, 295 más que en 2005: 82.7% fue de hombres y 17.3% de mujeres. De
cada 10 defunciones por SIDA en 2006, 6 personas tenían entre 30 y 49 años y dos
eran jóvenes de 15 a 29 años. De las personas que fallecieron por SIDA, 55.8%
eran solteras y 33.8% estaban unidas. (INEGI, 2007)
Respecto a las Infecciones de Transmisión Sexual, ocupan uno de
los cinco primeros lugares de demanda de consulta en el primer nivel de atención
médica y se ubican entre las diez primeras causas de morbilidad general en el
grupo de 15 a 44 años de edad (NOM‐039‐SSA2‐2002). En cuanto al SIDA, muestra
una tendencia al aumento en el grupo de jóvenes de 25 a 34 años: en 1988, el SIDA
fue la causa de muerte número 18 en éste grupo de edad, en tanto que en 1992 ya
ocupaba el lugar 5. Entre los hombres el SIDA como causa de muerte pasó del
lugar 11 al 4 en 1991. En 1988 el SIDA no aparecía dentro de las primeras 20 causas
de muerte en el grupo de mujeres, pero en 1992 ya ocupaba el lugar 12.
Actualmente, representa la cuarta causa de muerte en varones mexicanos de 25 a
34 años y en mujeres la sexta para el mismo grupo de edad (Centro Nacional para
la Prevención y Control del SIDA [CENSIDA], 2003). (Pick, 2006)
La prostitución se vincula con el aspecto comercial y el crimen
organizado, es un problema de tipo social en el que tendríamos que entender que
las políticas públicas y la asignación de recursos deberían ser pensados desde la
lógica no solamente de la atención a los individuos, sino del combate a esas redes
y a esa industria que se benefician de la explotación de nuestros niños, niñas y
adolescentes. (Negrete Aguayo, 2008)
En el año 2000, México ocupaba el lugar 28 en el mundo y el quinto
en América Latina con mayor comercio sexual infantil: habían 20 mil menores de
edad que eran víctimas de la explotación sexual, se calculaba que por lo menos 6
mil de ellos se localizaban en el Distrito Federal. Inclusive se presume que de las
500 sexoservidoras que trabajan en el perímetro de La Merced, 16 por ciento
tienen menos de 18 años. (Muñoz Ríos, 2007)
La institución encargada de coordinar la información estadística y
geográfica sobre el territorio, la población y la economía de México (INEGI) señala
que durante 2005 hubo 595 mil 713 matrimonios y 70 mil 184 divorcios; con
respecto a 2004, los primeros disminuyeron (0.8 por ciento) y los segundos
presentan una tendencia en aumento (3.9 por ciento). (Balboa, 2007)
Monter Flores refirió que amén de que el comportamiento es
ascendente en las separaciones, destacan las cifras de cinco municipios que en
conjunto concentran el mayor número de los divorcios registrados en la entidad:
Nezahualcóyotl, con 12%; Naucalpan, con 11%; Ecatepec, con 9% y Tlalnepantla y
Toluca con 8% cada uno. (Montaño T. , 2006)
Las estadísticas señalan que: (Angulo Arriola, 2005)
o Aunado a estas situaciones, de acuerdo con los especialistas
en pareja, el papel de la mujer en la familia se ha transformado, porque
antes no necesitaba trabajar para casarse, sino que se dedicaba administrar
el hogar, pero ahora las cosas han cambiado, ya que la situación económica
demanda la participación laboral de las mujeres.
Ante este panorama de la cultura sexual que estamos viviendo hoy en día,
surgen las siguientes incógnitas:
¿Qué organismos existen para combatir la cultura actual de la sexualidad?
¿Qué organismos la están fomentando?
¿Cuáles son sus verdaderas razones por respaldar esta cultura?
¿Qué retos tiene la creación de una instancia que se dedique a la
educación sexual holística inmersa en una sociedad adversa?
¿Cómo poder contrarrestar tales retos? ¿Qué herramientas específicas se
necesitan?
¿Qué expectativas tiene un programa de educación sexual integral en la
sociedad actual?
¿Qué es la educación sexual?
¿Qué cambios podría realizar? ¿Qué necesita un programa para cambiar
el paradigma de la educación sexual en nuestra sociedad actual?
¿Cómo podría contribuir un programa de educación sexual para la
realización de metas personales y profesionales de jóvenes de entre 20 y
30 años?
Preguntas que se analizarán a fondo en este trabajo en su segunda fase.
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