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LOS FUNDAMENTOS DE LA EDUCACION BIBLIOTECOLOGICA Jesse H. Shera UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO México 1999 LO QUE EL BIBLIOTECARIO NECESITA SABER "Su bibliotecatio tendrla que ser, sobre taco, un versado y profundo te6logo; pero a esta calificacion que Vamaré fundamental, debe unirse una vasta adquisici6n literaria, un cono- cimiento exacta y preciso sobre todas las artes y ciencias, gran facilidad de expresi6n y, finalmente, esa exquisita cortesta que coneilia el afecio de sus visitantes mientras que su mérito le asegura también la estima’, Tal era el perfit del biblictecario que dibujaba Jean-Baptiste Cotton des Houssayes para la asamblea general de la Sociedad de la Sorbonne en diciembre de 1780, y que en térmi- nos generales representa la imagen del bibliotecario desde los bibliotecarios-eruditos-curas del mando antiguo hasta los doctos bibliotecarios norteamerieanos de la segunda parte del siglo XIX. Y no fue sino hasta el momento en que el movimiento por uaa educceién popu- _ Jar empezé a tener una aceptacién generel y que Ia emancipacién de la mujer llevé a tas jovenes a buscar carreras bibliotecarias, cuando este venerable prototipo cambié sustan- cialmente, Esta transicién ofrece un fértit campo a la exploracién del bistoriador social. Tanto el saber como el servicio son mencionados explicitamente en Ja exposicion de des Houssuyes, pero dominaba e! primero. Hacia el principio del presente siglo, sin embergo, el servicio se habia vuelto precominante y la bibliatecolagia estaba perdienco su status como carrera ilustrada; de este modo el hiblictecario de des Houssayes, el "versada y pro~ fundo tedioga’, dio lugar al hibliotecaria mistonera, Inctuso hoy. el papel de hibilatecario como arcipreste de la lectura para propésitos de educacion, informacién, recreacion, apre- clacion estética y responsabilidad civil, sigue poseyende fuertes connotactones emociona- ies. La importancia de la Jectura no debe ser rechazada, pero el énfasis esta cambiando y siendo expresado en nuevas coniguraciones bibliograficas, auevas mecesidades y nuevos materiales, Confrontade con el cambio ecelerado, especialmente en la tecnologta de su cultura, el bibliotecario pronto descubre que muchas de sus complacientes suposiciones de! pasado estén queddndose atrés, Y encuentra, para citar a Elting Morison, que si la vida ne "prosigue ca buen orden a lo largo de los arremolinantes surcos del cambio," y "si no se tiene grun evidado en el ordenamiento de nuevas energies, les cosas se suldrian de los rieles." 20 Naturalmente ¢s del todo posible, especialmente si uno no toma en cuenta ta visién de largo alcance, suponer que la innovaci6n es una fuerza hostil, que es una forma de dislo car Jos valores existentes, ua modo de perturbar las confortables rutinas y eéleulos. Morison sigue diciendo que la época presente de répido cambio "debe empezar como una ere de destruccién. Debe, por su propia naturaleza, destruir muchas de las condiciones que le dan el mayor interés a Ia historia del pasado, y muchas de las tradiciones que Ia gente quiere tanto... Debe darse una gran destrucci6a, tanto en el mundo fisieo como en el intelectual, de las viejas eonsirucciones y limites, de los viejos monumentos y, més atin, de las costum bres y las ideas, de los sistemas de pensamiento y de los métodos de educacién,” El peligro yace en el hiato entre el cambio destructive y las innovaciones que toman eu lugar: cuando "la gente no sabe lo suficiente para recondcer sus limitaciones pero sabe demasiado para seguir lealmemte Ia direccion de Uideres mejor cslificados’.* La principal * tarea de ta educacién es lienar ef vac‘o entre los cambius que destruyen y la innovacion que erea aquelle que suplantaré a lo viejo. El bibliotecario, si es que ha de satisfacer tas necesidades de una nueva sociedad, debe pensar mejores soluciones gue las disefadas por el viejo carretero que remendaba el arnés despaés de que se habfan ide los caballos. Nuestra tarea en el presente capftulo es reexuminar “la nucva bibliotecologia" a la luz de lo que se ha dicho acerca del rol social de la bibliotees, con la esperanza de lograr alguna vision sobre e! eoaocimiento y las capacidades que deberd poseer el bibliotecario de manus na. LA RESPONSARILIDAD UNICA DEL BIBLIOTECARIO Es precisa comenzat por pregunturnos qué es el bibliotecario en cuanto bibliotecariv, cual es s2 responsabilidad tinea, qué hace é1 que no kaga nadie més? Responder que la hibliotecologta es aquéllo que hace el bibliotecario no resulta aleceionador, aunque, coms- ciemerieme 9 no, una parte sustancial de prafesionistas es la culpable de que exista esta circulpridad, En lus paginas precedentes de este estudio hemos intentado sentar la base para la proposicin de que el bibtiotecario es un mediador entre el hombre y los registros gréficos que hun producido lu suya y previas yeneraciones, y que el objetivo del biblioteca- rio ¢s maximizar la utilidad social de los registras gréficus o en beneficio de la hum anidad, La contribucién mas importamte que hace esta definicién pura su comprensi6n de la biblio- tecologta comp disciplina por su propio derecho es que representa un cambio en el éntasis que va de la hibliotecologia en cuanto bibliotecolog(a hacia la propia sociedud, y que hace posible una sustituelén del propio juicio u opinién subjetiva del bibliotecerio por un estu- + dio objetivo de lo que la sociedad espera obtener de tos libros o registres cn cualquier etwpa de su desarrollo cultural, o en cualquier parte de su estructura social. Aqui esté implicitamente definida una actividad que es peculisrmente la responsabilidad de! bibliote~ catia y que comparte con otros grupos séla en sus mérgenes; y sia embargo estA intima- mente entrelazada con las necesicades de la sociedad. Mintmiza la escala de valores 2 202 priori que hobitualmente abriga e! biblictecario, en comita con otros devotos de Ia fe bi- bliotecaria, y amplta la base de sus juicios de valor para considerar aquello que es bueno para la sociedad. Aqui hay un recontocimiento del hecho que la biblioteca es conformada por la sociedad, y de que cambia cuando cambia la sociedad. En el pasado la profesion habia mantenida que lo que el bibliotecario necesita saber depende del tipo de bibliotecarin que es, 0 espera set: de nitios, escolar, académica 0 espectalizado. Tal punto de vista es especialmente predominante entre las nuevos defenso- ies de la bibliotecolopia como ciencia de la informacidn, El valor de la especializacion y ta utilidad del conocimiento especializado no debe minimizarse, pero @ menos que se man- tenga funto por la fuerza cohesiva de un concept generalizado de bibliotecologia que fundamente todo lo que hace el bibliotecario, el resultado inevitable serd la tragmentecion de la profesion hasta un punto en que todos los modelos de desempefio y todos los crite sios de excelencia se perderén, Todas las especiatizacignes de ta bibliateca, de uno u owo modo, sirven a fines sociales, «per tanto es en la biblioteca como instrumeato de la sociedad en donde deben buscarse tos universales que fundamentan la profesién. Si la responsabilidad nica del bibliotecario es reunir, organizar y ‘acilitar el empieo de registros gréficos, sus actividades genuinamente profesionales deben encontrarse en estas tres Areas. Pera el punto facal de esta actividad es ese momento en que un libro, un regis- to grafico, pasa a las manos del lector. Si esio sucede frecuente y tructuosamente puede decirse que la biblioteca es exitosa; pero si nunca toma luger, aada de lo que la biblioteca pueda ser 0 hacer justificard su existencia, Este es el sine gut non de la bibliotecologta en telaciba al cual debe juzgarse la relevancia de todas las otras posibles actividades. El uso, en el sentide de que algo de lo que un lector ha lefdo ha teaido impacto subre la sociedad, y es par tanto un asunto de interés para la sociedad, ocurre ms alld del punto en el que el bibliotecacio pone e! libro, registro gréfico o informacién, en las manos del lector, Si este suceso particular ha de volverse una gota en el consorcio del conocimiento acumu- lado debe hacer algiin impacto, el libro o la informacién deben “hecerle algo” al lector, aunque esto no necesite tomur la forma de una accién abierta a ser expresada de ose modo. Un cambio dentro def individuo, una profundizacién 0 un enriquecimiento de lu calidad de la experiencia de una sola vida, es una contribucién, y con frecuencia una con- iribueién muy importante para la sociedad. Ciertamente nuestra cultura est orientada de tal modo que ta calidad de una eivilizaci6n se mide por el grado en que suministra este enriquecimienta, esta oportunidad para el deserrallo propio de sus miembros. Y sin em- argo, la esterilidad, 0 no, de esta relaci¢n entre el libro y el lector, est en su mayor parte mis all4 del control del bibliotecario, una vez que ei libro ha sleanzado a su lector. Lo inejor que el bibliotecario puede hacer para facilitar un contecto fructifero es utilizar ca- " balmente todos sus recursos para hacer, en la medida de lo posible, que Ios mejores mate- riales para el propésito particular exeuentren su camino hacia el lectur, Las poiftices de selectién, 10s métodos de otganizaci6n y los medios de interpretacién deben elegirse te- niendo esto en cuenta; esta es la norma por la que ha de juzparse el conocliniento que el bibliotecario debe tener, si es que ha de desempetiar sus actividades profesionales adecua- damente. Ha sido desde hace mucho ua axioms de la profesin, que el bibliotecario no puede ser tesponsable de evaluar el valor de los materiales que pone en manos de su cliente, que el bibliotecario no es, y fio puede ser, un especialista en tensas. Por lo tanto, se ha argumenta- do, el bibliotecario debe dar en extension lo que no puede lograr en profundidad; hay inoculded en os nimeros y a partir de ese punto el lector debe “hacer su propia evalua cién", No obsiante, hace casi medio siglo, James I. Wyer defendia el punto de vista exacta- mente opuesto. En su tratado sobre el servicio de consulta, Wyer es muy critico de aque- Tos bibliotecarios que se contentan meramente con guiar al lector en cuanto al use de los recursos bibliogréficas que siministra la biblioteca, E! rechaza como conservaclores a aque- lios bibliotecarios que mantienen que el primes deber del bibliotecerio es adquirir y orga nizer Jos materiales de la biblioteca y "ayudar" ai usuario a ayudarse a sf mismo. “Taterpre- tar’, eseribié, "parece un verbo mucho més execto y satisfactorio que ayudar, cuailiar o socorer...Lo que 21 primer verbo connota no es s6lo menos mecanismo y més humanismno; sugiere escrupulosidad (aun en la gyuda) contra superficfalidad; més que un comité direc vo; en una palabra, comprensién."® Wyer apoya su punto de vista con este pintoresco ejem- plo "El lechero de Gloversville que, con un ojo en su caballo y carreta enfreneda, pidié a sritos, a través de Ja puerta de la biblioteca publica, ‘un libro que cure a mi mejor vaca", Tuned le hubiera dejada $70 O00 dls. a ta bidlioteca si en ese entonces le hubieran diche “consulte el eatélogo y busque Vacas’, para terminar torpemente yendo de una referencia a otra entre Ganado, enfermedades del, Terapéutica bovina, er.” Similarmente, Bundy y Wasserman tienen razén cuando atacan a los bibliotecarios di- cenda que no han podido desarrollar una relacidn profesionisti-cllente que sea verdadera- mente profesional, y que la “disposicién del biblictecario para desempenar el rol de un inexperto puede bien haber sido reforzada por el hecho de que ha tenido algtin conoci~ miento sobre muchas cosas, pero ne una genuina comprensién de nada"! Y jamentan "la extincién del corsejera del lector, esa casta de bibliotecarios que podian, querian y canali- zabsn activamente a los lectores por iineas racionales y productivas haciendo recomenda- ciones concretas e introduciendo gusto y discriminaei6ni en tales elecciones." ‘CARACTERISTICAS DISTINTIVAS DEL CONOCIMIENTO SUSTANCIAL DEL ESPECIALISTA Bt foco del conocimiento profesional del bibliocecario, es entonees, esta imereceiGn en- tre los usuarios y los registros gréficos, y las iniluencias que corforman esa relaci6a. Es esta orfentacién io que lo separa de los especialistas en I88 ths tradicionales y bien defini- ms das disciplinas académieas. El fistco, quimico, astrénomo, economista o historvador, teven poco interés en la relaciOm existente entre ellos, sus colegas y la jiteratura sobre fisica, quimica, astronomia, economfa ¢ historia, Al hombre de letras le interesa mas to que suce- de entre el libro y et lector, pera incluso él probablemente trabuje tento desde una com- pulsidn interna para purgar su propia mente como para inducir el efecto descado en sus lectores. En esie punto se hace necesuriv considerar ciertas diferencias importantes entre tos tipos de conceimiento que requiere un especialista en temas en Ins disciplinas acadé micas formales, y los de un practicante de una profesiéa como el derecho, la medicina, la oder tologfa, la enfermer‘a, el trabajo social y la bibliotecologia. La imporiancia de esta distin cién no puece ser sobreenfatizaca, gues la clave de cualquier programa edneativo debe. buscarse, cuando menos en parte, en los tipos de conocimiento requeride. Lo que con “frecuencia ha desviaco al educador profesional ha sido el tracaso ea crear una relacion armoniosa entre les tipos de conecimicnte que se requieren y el programa de instruccion formal en bibliotecologfa. El especialista en las distiplinas académicas formales, y especialmente el estudia nte que se estd preparando para una carrera en tal rama del saber, debe. equiparse con tres tipos distintos de conocimiento, y su programa de instraceién formal debe estar orfentado de ese modo. a. El marco teorico de su campo: el estudiante debe estar familiatizado con la estructura Ge su campo. y con las interrelaciones de sus partes principales. Si es un fisico debe enten- cer las relaciones bésicas dentro de esa estructura masiva que se ha eregido en esos gran- des pilares tradicionales de la mecénica, el calor, el sonido, ta tua, la electricidad, y el magnetismo y, mas reciewtemente, et la naturaleza de lz materia y la energia. O, para emplear una metéfora, cuando se iiunde entre los drboles y la maleza debe conocer los contornos de] bosque para no perder su camino. En breve, debe saber "de que trata" sa campo, cudles son sus contenidos y cudles sus metas y los fines que persigue, b. Los métodos apropiados de investigacién: debe conocer los métodos de investigacioa que son apropiados para su campo de especializacion y los modes ¢n que en ese campo se genera o descubre el nuevo conocimienta, Esta quiere decir que debe saber qué metodolo~ gia es apropiada y cudl no, Debe suber la manera en que responden (0 no) ame métodes especificos, los materiales ean los que éi trabaja. Y debe ser capaz de evaluar los resulta dos de la investigacién de otros con base en Ja eficacia de los métodos erapleados. De este ‘modo desarralla lo que se ha nombrado vagamiente como “actitud cientffica” ©. Principales contribuciones al conocimiento verificado: debe entender, para su especiali- zacion particular, las principales contribucianes que se han hecho al conocimiento verifies 205 do, Esto es particularmente importante para las ciencias que son acwnulativas; que se construyen chirante periodos de tiempo relativamente argos hasta que se crea una discipli- na formalizada. Algunas ideas siguen siendo sostenidas como validas, otras han sido afiadi- das a la buse y muchas han sido descartadas como falsas. Asf emerge una disciplina, una ciencia, con un vortice sdlido y generalmente aceptado de conocimiento acumulado rodea- do por una arilla constantemente cambiamte de nuevo conacimiento. Las disputas general- mente se dan en la orilla exterior, y aquello que esté dentio del vortice consensual ha sido aceptada como verdadero, aunque esto no niega Ja posibilidad de que el nuevo conoci- miento sea eventualmente jalado hacia el vértice y pueda incluso alterar drasticamente la forma basica de la disciplina, Una tal transformacién tomé lugar en la fisiea oon ¢] impacto del trabajo de Einstein, Es el vértice, sin embargo lo que el alumno debe dominar antes de que pueda aventurarse con alguna confianza en las turbulentas aguas de la periferia.? A estas tres formas de conocimiento debe ariadirsele alguna conciencia de la integracién del conocimiento, de las relaciones que guarda el campo de especializacién con otras cam- pos, pero en el pasado eso ha sido genteralmente descuidado, salve que sea incorporado como un2 comprensiion del merco tedrica del campo o que le suministre al investigador las herramiemtas esenciales para proseguir su propio trabajo. El programa educativo del especialista en las disciplinas académicas formales estd diseftado para impartir el domiaio de un teraa y las capacidades inielectuales requeridas para la extensi6n del conocimiento en ese campo, sin considerar lo que el estudianie hard después de completar su instruccién formal, Es decir, el programa educativo de ux especialista es un tema, tanto en el nivel preuniversitario como en el universitario, se basa en la suposici6a de que el estudiante ca, algin momento se convertisé en un investigador o un eradito productivo en el érea de su cleccién. EL EQUIPO INTELECTUAL DEL PROFESIONAL Toda profesién cs una mezela de teorfa y préctica, una ciencia y un arte, wissen und kénnen, entender y saber-cbmo. Ambos de estos elementos son esenciales, ambos deben mantenerse en una adecuada y armoniosa relacidn. Y como los peldafios de una escalera, si se permite que se separen demasiado un peldafio no puede ser alcanzado sin perder contacto con el otto. Si hay un exceso de saber- c6mo, le profesiOn degenera en una mera anesania, mientras que demasiada teorfa conduce a 1a esterilidad del vacio formalismo." Por eontiaste con el especialista ea un tema en las diseiplinas académicas formales, el estudiante de una escuela profesional debe estar preparado para la préctica de su profe> siGu, pues el profesional es, basicamente, un practicante, La mayorfa de los médicos practi- ca la medicina, la mayorfa de los ubogados practice el derecho, los curas predican y Los maestros dan clase, Claro que existen médicos comprometidos con la investigaciin médica, abogades que conducen investigaciones legales, curas que dedican una parte de su tiempo a la erftiea biblica y maestros que estén comprometidos en investigaciones por derecho propio. Pero la pedagogia de todas estas profesiones se cantra en la prdctica més que ea ls, asimilacién de conocimiento puro, pues Ia instruecidn profesional ¢s, por definicién, un 206 Compuesto ce conccimiento teérico y capacidades especializadas tanto intelectvales como fisicas. Pero este cuerpo de conoeimienio y estas habilidades ao son neceseriamente ex:raidas de un solo campo, pues por naturaleza Is profesi6a es interdisciplinaria, La medicina sea. ire a ta biologia, a la quimica, a la fisica y a 1a psicologia; el abogudo practicante debe estar familiarizade con muchos departamentos del conocimiento: economia, ciencia politics, me: dicira, quimica 0 cuslyuier materia que pueda relacionarse con ua caso particular. En un sentido, la enfermeria es una forma especializada de la préctica médica, y el trabajo social Tepresenta ia aplicaci6a de ciertas ciencias biolégieas y sociales para resoiver los problemas prdeticos de In familia y la vida de 1a comunidad. Y como una profesion es un compuesto de una variedad de disciplinas, debe formar can ellas un modelo tnico consistente e inte- " grado que sea relevante para sus propias necosidades, Mas atin, debe mantener el contacto con las fuentes de su diseiplina y los campos de conocimieato de los que se han derivado sus principios y téenicas, de modo que en la medida en que caca fuente del campo desairo- ile nuevas visiones y mevo conocimiento, aquellos que son relevantes 2 la profesién pue- den ser absarbidos en su propia estructure 0 cuerpo te6rico de habliidades practicas, no es un desdora de las profesiones decir que son esencialmente parésitas, que deben ser nutri. as por ias disciplinas académicas formales. Su justifieacién depende del éxito con el que conviertan esta subsistencia en fines socialmente dtiles. El gran peligro que amenaza toda escuela profesional es que, por el anhelo de lograr una autosuficiencia intelectual, sufre de aislamiento intelectual; pues las profesiones, como las maciones, no pueden vivir orientadas sélo hacia s{ mismas. El trabajador profesional deberia ser el primero en reconocer la unidad del conacimiento, De todus las profesiones, la de bibliotecario os Probablemente la mas cerivativa y sinté~ tica, dependiente sobremanera de las disciplinas mis formales para la derivacién de an propia estruciura te6rica y cuerpo de préctica. En el pasado, los bibliozecarios han estzclo predispnestos a considerar esta caructeristica como una debilidad fundamental, y ét0 es lo que generé una considerable sensacidn de inferioridad. Sin embargo, esta misma calidad fe ta dado a ta bibliotecoiogia una posicién estratégica taiea de Iiderazgo en la integracion det conocimiento humano, y podria hacer de ta bidliotecologfa una gran fuerza unificadora, no s6lo en el mundo del saber sino en el de tode la vida humana, Este tipo de conocimicnwy que es extraido de las disciplinas académicas formales, es cccir psicologta, ligica, mateidticas, soctologia, para nomibrar slo algunas, y que es bisieo Y fundamental para la profesiOn bibliotecaria, es idéntico al impartido en los programas universitarios tradiciogales; ast sera razonable que et bibliotecario to adqairiera académi= camente. Tal conocimienio coustinuye, ciertamente, esa parte del equipo intelectual det biblictecario que aunque es fundamental para la bioliotecologta ha sido totalmente ignora- da en el pasado pese w muchos pronuaciamientos respecto de su importancia, y sin recono- eer al hecho de que los admsinistradores universitarias y otros ertticos de ta bibtiote cologta 207 han condenado tal negligencia, Por tanto, es particularmente importante que estos estudios sean consideradas como centrales para el cuerpo del conaciniento profesional del piblio- tecario y no como adornos oropelescos que transformarén un conjunto de zareas de oficina en un cuerpo de practica profesional. Bl deseuido de las bases fundamenteles ha llevado a la profesi6n educativa a una sepa- racion casi completa entre las técnicas de {nstrucciGa y la materia que ha de ser ensefiada. La bibliotecologia podria ficiimente suftir ¢! mismo destino si continua intereséndose pri- mariamente ea el refinemiento de sus capacidades técnicas y descuida sus responsabilida- des profesionales. EL EQUIPO INTELECTUAL AUXILIAR DEL BIBLIOTECARIO, Pese a la importancia fandamentai de las disciplinas formalizadas para el equipo intelec- tual del bibliotecario, no 1odo su conocimiento profesional es externamente derivado. Que- da un cuerpo de conocimiento muy sustancial y capacidades que son esenciaies para et bibliotecario y que podrfan, o no, ser apropiadas para un programa académico formal 0 encerradas dentro de las disciplinas académieas ttadicionales. Esios cuerpos auxiliares de conocimiento, que no son menos importantes dada su posicidn de apoyo, pueden agruparse en seis clases de tipos: a. Organizacional - La organizacidn y manejo de Las bibliotecas, incluyendo ¢! desarrollo hist6rico de 1a bibliotecolagla asi como su practica preseme y las poteaciales tendencias futuras, b, Ambizatal - Aquelios organismos y otras estructures sociales ¢ instrumentalidades con las que la biblioteca debe interactuar: gubernamentalcs, académicas, corporativas y asociativas. Aqut se incieyen no solo aquellos grupos sociales a los que du servicio ta b= blioieca, sino también aquellos que, de un modo u otro, sirven a la biblioteea, como edito- res, vendedores de libros y encuadernadores. €, Cultural - El contexto cultural inmediato de las varias formas de especializacién bi- bliotecaria, Esto incluye Ia cultura general en que opera la biblioteea como organismo social, y los intereses especializadas y la cultura local a los que debe responder toda biblio~ teca y de acuerdo can los cuales se debe cantlgurar. d, Fisico - Los materiales y el equipo que maneja ¢l bibliotecario: la planeaciéa y man- tenindento de la planta fisica, la custodia de lus existencias de libros, el desarralio y la supervision de la biblioteca como entidad fisica, ¢. Trabajo rutinario de oficina - Las rutinas y procedimientos identificados hebitualmen- te como trabajo de oficinn ea las operaciones bibliotecarias, la contabilidad y el manejo de procedimienios y operaciones. . Personal - El bibliotecario y su personal como seres humanos con empleos Iucrativas, el manejo de ese personal, la supervisién y administracion del mismo, y la dlireccion del esfuerzo de trabajo. Como cada una de estas areas de conocimiento se relaciona con la profesion de la bi- bliotecologia, se discntirén con mds detaile en paginas subsecuentes desde ¢l punio de vista del equipo intelectual total del bibliotecario. EL CONOCIMIENTO FUNDAMENTAL DEL BIBLIOTECARIO Fl conocimiento fundemental del bibliotecaria solo puede entenderse desde el panto de vista de la fancién 0 rol que desempena la biblictecs; pues la docivina del arquitecto de que la forma debe seguir a la funcidn, puede también aplicarse a las estructuras sociales, Independienternente del tipo de clicntela a la que ¢! biblictecario le de servicio, puede decitse que su interés es la interacciOn de mentes humanss comunicéndose a través de las barreras de espacio y ticmpo valiéndose de los registros gréficos, cuyo contenido puede entregarse por medio de los seniidos del sonido y el zacto asi como de la vista. Pues se entiende que un registro grafico puede ser audibie y téctil asi como visual. Por lo tanto, et conacimiento profesional del biblintecario debe centrarse alrededor de: a. El contenido del registro del conocimiento y la experiencia humana, Si la funcién de la biblioteca es promover la interaccin de mentes fumanas por medio de los regisiros ‘grdficos, es entonces axiomético que el contenido intelectual de los registros graticos, mas Que los propios registras gréficos (libros) como artefactos, es aquello sobre lo que el bi- bliotecario debe saber y entender. Un coroiario de este axioma ¢s que también debea conocerse y entenderse las necesidades de una clicmela particular en to que se refiere a libros © registros graficos, b, Lus manifestaciones 0 el deseo, por parte de un individuo, de participar en, 0 de compartir vicariamente las experiencias de otros. Ast, la esfera de competencia intelectual del Dibliovecario queda representada en el tridngulo de ta Figura 7-1, en donde us lado encama al individuo, el otro 2 los registros gréficas y la base a la conjunci6n de los dos en una fructifere relacién social. 209 Tal representacion triangular es caracteristiea del uso de registros gréficos, a truvés del sistema bibliotecerio, a cualquier edad, bajo cualesquiera cireunstancias y para cualquier ' nivel de sofisticaciéa, Ast, la unidad de servicio bibliotecario es la comunieacién de algin fregmento del contenida de la biblioteca o de los recursos bibliotecarios, a un lector 6 investigador, y le medida del éxito de 1a biblioteca puede expresarse camo el mimero/valor e tales unidades efectiva y eficientemente trensmitides. Por tanto, el acto central w objeti- +0 e la biblioteca puede expresarse asf: Libros 0 Informacién acorea o contenida en —=—————» Lectores los libros y el conoclmiento profesional furdamental necesario para la exitosa consumacién de este acto también puede representarse en una forma triangular, como lo muestra la figuca 7-2. Como el rol del bibliotecarios es de mediacion en el rmnde del conccimiento registre- do, su corprensi6a cel proceso de comunicacion debe ser interdisciplinaria ea sus rafces; el bibtiotecatio debe relacionar conprensivamente ta comunicacién can ua amplio espectro de actividades humanas que impiican una divergente variedad de grupos cultutales, y abar- car todas las ededes y estratos de competeicia intelectual operando en muchos ‘campos ‘eméticos. Més atin, debe esforearse por mantener un equilibria entre estas demandas, presiones ¢ intereses, aun cuando en oeasiones estén ea conilicto, pues la sociedad no Puede darse el lujo de sacrificar uno(a) en deneficio de la otra(o). Habra momentos en Gue cl bibiiotecario deberd ser un humenista enwre los cfeatifices, ua campedn de Ia fuven- tud en an mundo de adultos, un filésofo en el mercado y un idealista rodeada de realida- des. Libros La gente (renistros griticos) feome lndividuos) El sisteums binllotecarto fj ’* Los libros y la gente Figura 7-1 210 Conociraiznto de las Conocimignto de tas ccaracterisiicas de la in- saracteristious de los formacion registradla eetores Conacimiento de los meciodos _ pies pomer en contacts lector con los repstros grailicos [sie Adquisiciéa Onganizacin Anierpretacion Evaluacién de resultadas, Figara 7-2 4 Pero tal conucimiento, independientemente de lo bien que se domine, permanece esté- lico hasta que las habilidades del practicante le den vida, Un cirujano puede saber como operat, pero es de poco valor para sus pacientes si no puede transformer ese conoeimients enuna acei6a efcctiva de remedio, Un abogado que sabe la filosoffa y le teorfa del derecho moriré de hambre si no puede ganar un caso, Un biblio:ecario, independientemente de su supiencis, es de escaso valor para la socicdad si no puede traducir ese suber en un progra- ma de accidn efective que de algin mode te resulte provechoso a la comunidad a In cual supuestamente debe setvir. La bibliotecologia, pues, como cualquier otra profesién, es un compuesto de tearia y préctica, de conocimiento y aptitudes, y una cosa sia la otra es improductiva y estéril. Asf, si los dibtiotecarios tienen algo importante para cantribuir a la cultura de sv Sociedad, debe ser transmitido por aquellas habilidaces especiales quo ellos han desarraliada @ traves de los siglos. Obviamente que las pericias desarrolladas en una profesién pueden exitosa y satisfactoriamente ser transmitidas a otra, y el bibliotecario de- be prepararse de tal moda que pueda beneficiarse de las capacidades y habilidades toma- das de owas campos. La tarea de definir una aptitud’o habilidad ao ¢s facil; incluso su mera descripcion es dificil Como ha escrito Boulding: ‘hace para pega 4 la peleta y no parderd ol tempo an 0h For aupuasto, un flaldlege o paleclogo pedrian tener tne alén uy diferente (y més verboan) de asta asunto, Pato Independiarternante de lee xploacio ‘eran, serien Inoapaces de ttanemitr la habldsd verbsimante...No axista ningGn evalltvte para cidn y realmente ainguna rapnera da apiander sino tia, y fala, y Water de neve hasta ci Las aptitudes intelectuales, como las musculares, tienen aigo de esta cumlidad imitative, y también ellas son producto de todo el organismo. La aptitud debe fusionarse en un todo ‘organico, "El estudiante juege todo et tiempo eon piezas que nunca forman un modelo y cuyo lugar y propésito nunca realmente ve. Uino no puede, sin embargo, ayudarle deserj- biendo ja habilided que debe tener aun cuando una vez adquirida pueda decir “por qué no me dijo esias cosas antes’; y la Unica respuesta para eso seria ‘te las dije". La propieded que hace dificil, cuando ro imposible que una aptitud pueda ser apticada verbalmente, aun tomando en cuenta las sutitezas del lenguaje, es 1o que Michael Polanyi Tama "conocimiento técito” o la ‘dimension técita” det pensamlento humeno. Ast, ha escri- 10; Reconakioreré a1 conselmistio humane empezando por ei hacho de que padamos saber mie dé lo que Podemos dacir..Cleriamerte ini definiosén de una palakte qua denote una eosa externa debe, an dina Instancla, ateneces a edalas tal oowa, Este nombsamierio combinado con un swfalaniento se datornina “eafnickin aatensiver y esta expresién flcafice eecorde un vaclo qua debe exe enado por ur Intoligenia por parte de {a persona a la que quoremon deol qué sigrifox Ik palabra, Husstio mertaaye ha ddolado fuera algo que to podlamos decl,y au reospelén debe deparder da que la pervone & ia Gua NOs ‘demos descubra aqueio qua no hemos sido capacea de samuntcar. 22 Toda habilidad se relaciona con un “sistema” de algin tipo, esto es, con un conjumo cohetente de cualidudes, propiedades y relaciones, que han sido 0 pueden ser abstrafdas de Ja totalidad del ambiente, El exitoso ejercieio de cualquier capaciéad depende de la habili- dad para crear un sistema abastracto a partir de las complejidades gue comprende el mun- do real en el que esté operando el practicante. Asi, 1a aptitud del bibliotecario dependerd de su habilidad para abstraer un sistema a partir de! mundo intelectual, emocional, social y fisico que lo rodea -e] mundo que él "sirve'- independientemente de que se trate del mun- do de una ama de casa, un estudiante universitario, un hombre de negocios 0 un erudito, La base del sistema del biblictecario es Ja comunicacién Ge informacién, en donde infor- mucion (ebe entenderse come cuaiquier manifestaci6a gratica de una actividad intelectual: asi el bibliotecario debe ver a) mundo profesionalmente coro un intrincado modelo de comunicaciones. Es en esia abstraccién de Ja bibliotecologfa donde debe buscarse ta apti- tud peculiar del bibliotecario, EL CONOCIMIENTO ORGANIZATIVO DEL BIBLIOTECARIO El trabajador profesional, va que éste lo sea en medicina, derecho, educacién o el clero, estereotipado como un profesional aislade que tabaja casi, sino es que totalmente solo. con un minimo de equipo y ningén "hogar" saivo las cuatro paredes de su estudio u oficina, ya se ha desvaneeido totalmente, Hoy, en comraste, como lo ha settalado Henry E. Bliss *las comunidades de mentes -en esouelas, asocinciones y naciones- las tendencias coopera tivas de 1a sociedad moderna, y las intertelaciones de los negocios, -¢t arte, las cien cias y tas sociedades-, han produeido un tejido mental, social y econémico." Este tejide intrinca- damente disenado es ei resultado de una tevolucién organizativa de la sociedad modema que. dice Boulding ‘ha tecibide poco estulia y no es algo de lo que estemos particuler- mente conscientes. Se nos ha trepade silenciosamente. Es algo que aceptamos como natu- ral casi sin pensar. Y no obstante toda et movimiento suscita problemas que estamos mal equipados para enfremtar... Todavia, con frecuencia... estamos pensemdo en funcién de una sociedad en donde las organizaciones son zs bien pequenas.y débiles, y en donde la familia es la institucién dominante”.’ Este nowble crecimiento en mimero, tamafo y po- der de las organizaciones, que ha tomado lugar durante los dltimos setenta y cinco anos ¥ que ba penetrado todas las areas de Ta actividad humana, legd relativamente tarde a ja biblioteca. Aunque los bibliotecarios han esiado siempre atados a una planta fisica, en mayor grado quiz que otras profesiones, duzame siglos su estructura orgéniea, como los edificios en los que se afojaba ja biblioteca, fue pequeta, relaivamente simple e intima. Ademés, e! hecho de que la bibliotecologia haya sido durante gran parte de su historia predominantemente de custodia, ha aumentado la ciffeuttad de percibir la pertinencia de una comprensién de la estructura y funcién de Is orgenizacién del conocimieato especiali- zado que el biblictecario se supone debe tener. Y no fue sino a principios del decenio de 1930 cuando pudo decirse que unos relativamente pocos bibliotecarios se hicieron uctiva- mente conscientes dle ta institucionalizacién de su profesién y se dleron cuenta de que la biblioteca era parte de una estructura social mas grande. La revelaci6n de que los bibliote- carios no vivtan vidas calladas y sin complicaciones en sus propios y ordenados pequehos 13 mundos fue todo un choque; la urgencia de "recuperar el libro’ es un anhelo comprensible, pero en el mundo de hoy presagia el principio de la inanieién profesional. Hi sistema bibliotecario esta representada en él diagrama de la Figura 7-3, (pag, 216) En la confusién econémica de la primera parte del decenio de 1930 existia ua gran atractivo en la supuesta seguridad que prometfa {a afiliaciéa a un grupo. Cuando la Segun- da Guerra Mundial provocé una crisis que exigfa una accién unida, no solo deniro sino también entre las naciones, no resulta sorprendente que la organizacién, en y por sf misma, haya empezado a ser coasiderada como un derecho y una meta adecuada para el esfuerzo individual, y que el més grande de todos los pecados personales fucra una mala adaptacién social o un fracaso en integrarse al grupo. Pezo ios excesos de este movimiento produjeron amuchas faltas, de las cuales no fue fa menor una ciega adoracién de la administracién y del administrador," una conviceién de que la responsabilidad administrativa era el més alto premio que la sociedad podia conferir y que levarla 2 cabo eficientemente era la mayor prueba de devoci6a que podta darse. ‘Todas las profestones reflejaron esta tendencia, la medicina, la ensefianza y aun la clere- fa. El derecho hacia mucho que estaba altamente estructurado a través de su afiliacién con las cortes y las asaciaciones de abogados. Del mismo modo, én !a educacion el impulso hacia la afiBaction de grupo habta sido fuerte desde los dfas de Henry Bernard y Horace Mann, pero e] siglo XX trejo consigo ua ineremento sustanciel en la formacién de asocia- ciones educativas, escuelas centralizadas y universidades que eran grandes cemiras de ense- hanza ¢ investigaciOn organizadas. En medicina, el doctor rural fue desplazado por 1a elfni- ea, ye] manejo y la administracién hospitalaria se convirticron en un campo especia lizado. en religion, las escuelas teologales empezaron la preparacién y el entrenamiento de pasto- res asistentes, y empez6 a dérsele considerable atenci6n a la iglesia como sistema adminis trative asi como casa para la pdorscién. La biblioteca no fue inmune a estas fuerzas, La historia de Ja biblioteca piblica norteamericuna es un registro de la delegacién de respon- sabilidades que hicieron los directives sobre el bibliotecario y, subsecuentemente, sobre su personal profesional. En los primeros aftus de la Boston Public Library, su distinguido con- sejo denominado por Ticknor y Everett, le permitfa muy pocas responsabilidades al biblio- recatio aparte de Jas rutinus més elementales de mantenimiento, y virtwalmente :odos Ios deberes hey considerados por los bibliotecarios como “profesiunales” eran firmemente re- tenidos en las determinadas manos de los miembros del cunsejo, Solo coa el nombramien- to de Justin Winsor empezé a aflofarse este poder. Pero incluso ya bien entrado el siglo XX, el tipico director de las bibliolecas mas grandes era més un erudito que un administra- dor. Fue con el establecimiento de la Graduate Library School de la University of Chicago, sin embargo, cuando le administracién bibliotecaria entsd en su propio terreno. Lucgo de un periode preliminar de incertidumbre respecio de las dreas de estudios avanzados apro- 2d plados para Ja prdctica de la bibliotecologfa, la escuela, sobretode bajo la influencia del decano Louis Round Wilsoa y de Carleton B. Joechel, enfocd su programe de ensefianze € investigaci6n primerameate sobre la administracién biblicteceria. Este movimiento fue timulado en perte por ef trabajo de Donglas Waplen al medir estadfsticamente la efectivi- dad social de la biblioteca poblica, pero lé propia universidad efercié una influercia incluso mayor, pues durante ese periode de la historia era especialmente fuerte en as ciencias sociales, particularmente en las éreas de acministrec'én publica y gubernamental. Esta ten- dencia se vio intensificada por la proximidad a los patios universitarios del Public Adminis- tration Clearing House. Los estudiantes de Ia Library School fueron instalades ¢ comple- mextar sus eursos de bibliotecologic con programas de estudio ea estas dreas administreti- vas adygcentes. Y atrafdos por las recompensas financieras que esiaban empezando a ofre- cérseles a los administradores bibliotecarios, ia escuela tuvo poca dificultad en airaer a jovenes ambiciosos de arabos sexas. La profesién de bibliotecologia, desde ¢1 “punto de vista" de Chicago, estaba madura, y se difundié répidamente un nuevo entusiasmo por la adminisiracin y el manejo cienutico a otras escuclas bibliotecurias y en general a toda la bibliotecologia, Reconocidamente, la bibliotecologia habia estado padeciendo un. excesivo bibliofilismo que, con toda su riqueza y profundidad, habia producido una seria negtigencia de Ja biblioteca como un sistema “organizado, Este nuevo deseo por examninar eriticamente las operaciones de ia biblioteca, y de evaluar sa contribueién social asi come su eficiencia estaba siendo verdaderamente muy necesitado, y sin dude elevé et prestigic profesional del bibliotecario, Muchas bibliotecas, incluso algunas de las més grandes ¢ importantes, habtan caida on un lamentable estado de negligencia administrativa: los salarios eran bajos, las condiciones de trabajo estaben muy lejos de lo ideal y la planta fisica se estaba volviendo, en muchos casos, obsoleta: Animados por el crecimierito en el tamaio y compiejidad de las bibliotecas, su pujante interdep er- dencia y a necesidad ce contar con una nueva macuinaria administrativa para lograr una operacién efectiva, los bibliotecarios empezaron a darle mayor atencién al conocimienta administrativo, el cual se incrementé tanto que en ocasiones llegé a ser considerado como el segmento mis importante del equipo profesional del bibliotecario, Este entusiasmo por Ja competencia administrativa de ningun modo se habta menguado por el hecho obvie que, en gran parte, por causa de ella, el “mundo exterior’, especialmente el mundo del gobier- no, la industri y el comercio, pagaba generosamente por conseguir esa competencia. No es probable que este interés en le administracion disminuya; como tas,"grances unidades de servicio bibliotecario” estén cediendo ante el avance de las "redes de informaci6n’, es probable que el papel de la administracién, y el andlisis de sistemas y otras formas de programar operaciones de grupo que funcioaen como un todo se incrementen. Todas estas actividades, sin embargo, probeblemente recurrirdin més a campos tales como la admunis- tracién y las mateméticas aplicadas que a la bibliotecologia. Desaprobar los excesos de ta doctrina que querfa ‘hacer de todo bibliotecario un acmi- nistrador", no disminuye la importancia del conocimiente administrative que debe incluir el equipo profesivnal del bibliotecario, La falacia de esta creencia surgié del fracaso en aS seconocer la esencial similaridad de los problemas encon:rados por ¢] bibliotecario admi- histrador con agnsllos de otras administradores que operan en otros campos. Tanto el doctor como e! abogado, por ejemplo, deben estar famillarizados cor. la estructura dentzo de [a cual se mueven, El doctor le asigna a otros a'administracién det hospital y las instala- ciones de! laboratorio, mientras que el abogado, por lo generel, esta separado de la admi- nistraciéu de las cortes. En contraste, la excesiva preocupacida por parte del bibiictecario con los problemas directivos y de administraci6n, han preducido, a su vez, negligencia en el cardcter csencialmente bibliogréfico de su profesién, por tanto bay que mantener en mente que el conocimiento administrativo es necesario pero no ceniral para ta biblioteconomia, y que su lugar en la educaci6n del bibliotecario debe reflejar este caracter auxiliar, _- a = Planta Fisica Equipo Personal Registros Grificos 1 Onganizacion Usuarios Satisfectos 1 I i Depariamentos t de personal Owas bibliotecas Figura 7-3 Aungue Ja acministracién empez6 a practicarse desde el tiempo en que él hombre se onganizé por primera vez en grupos, solo recientemeate ha emergido wna profesion de administraci6a separada y con su propia estructura teérica y su cuerpo de generalizaciones supaestamente aplicables a un amplio especiro de las diversas situaciones de ias que la biblioteca solo es una instancia. El dilema de si fos grandes organizaciones cebea ser op radas por administradates profesionales, o por aquellos que estén capacitados en el conoci- mefits sustanclal del que se deriva In organizucién, sus objetives y sus funciones, n0 es péculiar a la biblidtecologia y no se le puede dar souf una respuesia categorica, Algunas de Jas més grandes bibliotecas han experimentzco y obtenido considerable éxito con la admi- nistcacién profesional, particularmente en telacién con operaciones financieras y de presu- puesto, y el manejo de personal, For lo que atafe a ta bibliotecologls, cualquier respuesta valida a esta pregunta sobre el rot del administrador profesional se ve oscurecida por él ry

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